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Guía turística: qué hacer y ver en Orán
Un viaje hacia las raíces del Magreb
Su fascinante pasado ha sabido configurar una ciudad mestiza, moderna y multicultural. La gran belleza de sus edificios históricos a orillas del Mediterráneo sólo es superada por el intenso sabor de su gastronomía y por las maravillas naturales que se ubican en sus alrededores, desde desiertos hasta selvas. Un destino de película que te guiará por lo más profundo de tus sueños. ¡Bienvenido a Orán!
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El mítico tranvía de Orán
Desde el 2013, este medio de transporte vuelve a llenar de encanto las calles de la ciudad.
Para hacer realidad tus sueños
Durante el gobierno francés en Argelia, la ciudad contó con un sistema de ferrocarril: fue inaugurado en el año 1898, atravesaba la ciudad y transportaba a los vecinos a los aledaños del núcleo urbano, que era donde muchos de ellos tenían sus trabajos. Sin embargo, la ciudad tuvo que declararse en quiebra en diferentes ocasiones, y en una de ellas, en 1950, se decidió que el ferrocarril quedara fuera de las iniciativas que la corporación municipal tendría que mantener, debido a su elevado coste económico. Fue necesario esperar hasta 2013 para ver de nuevo al tranvía recorrer las principales vías de la ciudad, además de hacerlo con locomotoras renovadas, unos vagones nuevos y algunas rutas diferentes al trazado original. Hoy en día se ha convertido en una encantadora forma de transporte desde la que conocer algunos de los puntos más importantes de Orán, una alternativa original, cómoda y entrañable de recorrer su centro histórico. ¿Te animas?
Dar-elBahia
Antaño emblema del poder francés, hoy sede del ayuntamiento de la ciudad. ¡Fascinante!
Bella herencia colonial
Hablamos de otro de los estandartes de la arquitectura colonial. Este edificio ubicado en la plaza del ayuntamiento es uno de los emblemas de la etapa francesa en la ciudad; no en vano, se trata de un complejo megalómano, debido a que las autoridades galas pretendían llevar a cabo una muestra de poder hegemónico ante el pueblo y ante otras amenazas imperialistas, como la española, con la que estuvieron en continuo conflicto por el dominio en la zona. Actualmente, esta enorme construcción con preciosas balconadas en el tejado hace las veces de sede consistorial de la ciudad, por ello ondea la bandera nacional sobre ella. Es un auténtico símbolo. Se encarga de vigilar la gran plaza municipal, una zona verde perfecta para descansar tras haber conocido el centro histórico; la tranquilidad que podrás respirar aquí te permitirá contemplar la grandeza de tiempos pasados y cómo ha llegado hasta nuestros días.
La Fontaine d´Aucour
Oculta en un parque, es una de las principales fuentes de agua corriente de Orán.
Símbolo del legado francés
La invasión francesa del país no sólo trajo conflictos entre ambas culturas, también prolongadas etapas de paz, convivencia y muchos avances para las ciudades de Argelia, Orán entre ellas. Buena parte de los cambios urbanísticos que se efectuaron en la urbe aún se mantienen en pie y, en algunos casos, siguen en funcionamiento. Algunos de ellos, incluso, se han convertido en símbolos de la ciudad: es el caso de la Fontaine d´Aucour, una de las dos principales fuentes de agua corriente que tuvo la urbe durante el siglo XVIII. Estas construcciones tomaban el agua del cauce del río a la altura del Castillo de San Felipe y supusieron un auténtico sistema de abastecimiento de agua potable para toda la ciudad, un avance con enormes beneficios para todos los vecinos. En la actualidad aún se puede visitar, encontrándose medio escondida en el parque que la rodea. ¡Un pedazo de historia viva!
El Palacio de la Cultura
Conciertos, exposiciones, obras teatrales y un sinfín de eventos a tu disposición.
La sede artística por excelencia
Este edificio es uno de los más singulares de Orán. Perteneciente a la época colonial, fue la corona francesa la que ordenó edificarlo para convertirlo en la residencia del obispo, y así fue hasta finales del siglo XX. Durante este período, Pierre Claverie, obispo de la ciudad durante la década de los 80 y 90, decidió donar la construcción para que se fundara un centro cultural en la ciudad, decisión que le hizo ser uno de los personajes públicos mejor considerados. Desde entonces, el Palacio de la Cultura se ha volcado por completo en mostrar la obra de músicos, pintores, poetas y escultores de todo el mundo, tanto creadores locales como internacionales; de hecho, llegó a ser un escenario especialmente codiciado para la representación de obras teatrales y conciertos de música, una fama que le sigue acompañando en la actualidad. Echa un vistazo a su completa agenda para disfrutar de la mejor oferta de ocio en la ciudad.
Por dónde comenzar la ruta de tiendas
Para tiendas más sofisticadas, la zona norte; si buscas mercados callejeros, mejor el sur.
Atento a nuestro itinerario
Aunque Orán presenta una orografía un tanto arbitraria que se convierte automáticamente en parte de su encanto, también es útil saber que hay algunas zonas en las que se concentra un mayor número de tiendas, comercios y servicios que no tienen por qué responder a las partes más modernas de la ciudad. Por ello, para esa jornada que dediques a las compras, te recomendamos que comiences por las calles Mohamed Khemisti y Larbi Ben M´hidi: hablamos de dos céntricas avenidas que presentan un gran número de locales, donde se mezclan los puestos familiares de artesanía con otras tiendas de moda y de mayor lujo. El barrio de Michelet es el núcleo del shopping, donde encontrarás la mejor oferta de tiendas. En contraposición, la zona sur de Orán presenta un mayor número de mercados callejeros, mucho más auténticos y autóctonos. ¿Lo mejor? Que se trata de una ciudad lo suficientemente pequeña como para llegar de un lugar a otro caminando.
Unos consejos comerciales
¿Sabías que algunas tiendas te ofrecen un té de cortesía mientras estás comprando?
¡Márcalos en rojo!
Si estás pensando en dejar reservado algún día para el shopping en la ciudad, compartimos algunos apuntes que seguro te van a ser de utilidad. Por ejemplo, debes saber que el horario habitual de los espacios comerciales suele ser de 9 a 12:30, por las mañanas, y de 14:30 a 19, por las tardes; como puedes comprobar, se trata de un espacio más reducido, por lo que tendrás que ser rápido en las compras. Por otro lado, el jueves por la tarde muchos establecimientos permanecen cerrados, al igual que ocurre con los viernes, ya que este día es considerado como no laborable; en contraposición, los domingos abren todas las tiendas y, de hecho, es uno de los días más importantes para los mercados, cuando suelen estar abarrotados de gente. También debes recordar que en algunas tiendas es costumbre ofrecer una taza de té o una infusión a modo de cortesía, y resultaría de mala educación no aceptar este detalle.
Otras compras en Orán
Dátiles, rosas del desierto, piezas de cuero… En la variedad está el gusto.
Más regalos del mundo
Aunque el producto estrella de Argelia son las alfombras, hay otros recuerdos muy apreciados que te podrás llevar de Orán. Por ejemplo, resulta muy habitual comprar algunos souvenirs gastronómicos, como los sabrosos dátiles, que puedes encontrar en casi en cualquier sitio y son fácilmente transportables. Hay otros productos de artesanía manufacturados sobre el terreno, muy típicos, como las famosas rosas del desierto o la ropa elaborada en cuero. Y si aspiras a un regalo de mayor categoría, la joyería de Beni Yenni y su coral rojo será un recuerdo de lo más original, un acierto asegurado. Por último, no dejes pasar la oportunidad de presenciar los símbolos de la cultura tuareg y de otros pueblos bereberes anteriores a la llegada europea, como utensilios para el hogar o instrumentos musicales, de gran demanda. Es más, en algunos puestos incluso aceptan cambios por productos menos habituales en la zona, como pantalones vaqueros o zapatillas deportivas. Curioso, ¿verdad?
La moneda argelina, el regateo y otros trucos
Si quieres desenvolverte como pez en el agua durante tu viaje... ¡sigue leyendo!
Consejos de autoayuda
Como sabemos que durante tu visita a Orán vas a realizar unas cuantas compras, presta especial atención a estas indicaciones, porque te van a ser de gran ayuda. Por un lado, la moneda oficial del país es el dinar argelino, que sustituyó al franco francés, en uso hasta 1964; esta moneda se divide en céntimos de 2, 5, 10, 20 y 50 y, aunque parezca una nimiedad, es importante tener claro este dato a la hora de recibir el cambio. Lo más probable es que la mayor parte de las compras que hagas en Orán sean en puestos ambulantes, mercados y rastros callejeros, y en estos lugares todo se regatea. Por otra parte, en restaurantes y otro tipo de comercios es costumbre dejar propina, y se suele aprovechar las aproximaciones de las monedas como fórmula para hacerlo, a diferencia de otros lugares donde se calcula un porcentaje. ¿Preparado para el shopping?
Una alfombra de recuerdo
No encontrarás nada más original para hacer un buen regalo tras visitar Orán.
De lo más típico
Como comprobarás al contemplar los diferentes puestos y mercados de Orán, la artesanía es uno de los platos fuertes en las tiendas, y es aquí donde las alfombras juegan un papel fundamental dentro del comercio. Es precisamente a través de ellas como se puede comprender un poco más sobre la historia del país, pues en cada región de Argelia se elaboraban con unas características propias; aun así, sí resulta común confeccionarlas a partir de lana de cordero y de cabra, siempre de primera calidad. Si estás interesado en este tipo de artesanía, debes saber que cada mes de marzo se celebra en la ciudad de Ghardaia una feria de la alfombra: se trata de un lugar ubicado a unos 500 kilómetros de Orán, equidistante a la capital, donde tendrás la posibilidad de contemplar y comprender el profundo significado de la artesanía popular para la cultura argelina. Será una oportunidad única.
La música
El folklore argelino no se entendería sin la música, uno de sus argumentos más enraizados.
Melodías para todos los gustos
No sólo fueron las influencias española y francesa las que marcaron la tradición en Argelia, también las antiguas tribus preeuropeas sembraron unas profundas raíces que aún hoy perviven en el folklore del país. La música es una de las disciplinas en las que más se nota esta cultura, identidad y arraigo africano; no en vano, a través de ella podemos adentrarnos en las diferentes civilizaciones de Orán. En sus calles, sus salas de conciertos y sus múltiples festivales encontrarás la música árabe andaluza de la que deriva el malouf, canto de origen beduino con especial importancia en Argelia. También la música tuareg, proveniente de Tamanrasset y Djanet y mucha poesía cantada de la zona de los Aures. Pero, sobre todo, presta atención a la música raï, un estilo que ha calado hondo en la juventud y que se ha convertido en la más popular.
La alfarería
Las piezas de alfarería cambian de aspecto según la zona geográfica. ¡Te van a enamorar!
Verdadero cruce de culturas
La alfarería argelina es el resultado de un cruce de culturas que se ha ido fraguando a lo largo de los tiempos: hay quien piensa que es una tradición que se mantiene desde épocas ancestrales, aunque la realidad es que todas las artes de la zona se han ido conformado con el paso de las diferentes civilizaciones. Es por ello que encontrarás importantes diferencias según la zona de Argelia a la que hagamos referencia: en Kabylia, las piezas tienden a ser de un color rojizo; en la zona sur de Adrar, su pigmentación suele ser de color negro; y, por su parte, la alfarería que se trabaja en los Montes Nementcha cuenta con tonalidades rojizas, rosáceas y de diferentes tipos de marrón debido a la arcilla con la que se elabora en esta zona. Afortunadamente, no te será difícil encontrar todas estas variantes en Orán, pudiendo seleccionar aquélla que mejor se ajuste al estilo decorativo de tu hogar.
El zoco
No te lo pierdas: hemos llegado a uno de los lugares más encantadores de Orán.
¿Preparado para regatear?
Sin duda, hablamos del lugar más auténtico y con mayor encanto de la ciudad. Cuando llegues a este enclave comprenderás por qué ese tópico que reza 'cuidado con perderse en el zoco' deja de serlo cuando estás en Orán: sus intrincadas callejuelas atestadas de gente llegan a ser un laberinto para los no residentes, pues todas parecen iguales y puedes desorientarte con facilidad. Por lo demás, debes aprovechar el momento para mimetizarte con el entorno; al ser un lugar poco turístico, no te será difícil hacerlo. Eso sí, no debes preocuparte por los precios, pero sí tendrás que hacerlo por negociar hasta llegar a un precio justo, razonable, nunca te olvides de que estás en la cuna del mercadeo. ¡Demuestra tus dotes de negociante! Solamente el ajetreo de gente, el griterío y los puestos de telas repletos de elementos decorativos hacen de este lugar uno de los puntos más interesantes del centro de la ciudad.
Marché Medina Jedida
Sus mayor atractivo radica en la amplia oferta gastronómica de productos argelinos.
Tranquila zona comercial
Cuando abordamos su aspecto comercial, Orán se puede definir como una ciudad desordenada y deshilachada que, a lo largo de sus callejuelas, va dejando un reguero de puestos, mercadillos y tiendas familiares con productos realmente interesantes. Esto, lejos de ser un contratiempo, juega a favor de la ciudad; forma parte de su encanto, y, una vez conocido, le aporta una magia particular que reside en poder encontrar una grata (y única) sorpresa en cada rincón por el que pases. De este modo, el Marché Medina Jedida es una zona peatonal, muy tranquila, donde se ubican diferentes mercados y puestos en los que los comerciantes de la zona ofrecen desde la original artesanía de la región hasta sus mejores productos gastronómicos. Es por esta última característica por la que merece la pena su visita: aquí encontrarás legumbres, verduras, especias y productos frescos de gran calidad que componen la base de la gastronomía argelina.
¿Qué comprar en Orán?
Cerámica, alfombras, tapices, pañuelos... Todo a precios más que asequibles.
Opciones infinitas
El centro de Orán se caracteriza por ofrecer una amplísima oferta para los amantes del shopping. Aunque alberga algunas tiendas de alcance internacional, especialmente en el ámbito de la moda y los complementos, la esencia de las compras en la ciudad no reside ahí precisamente: la encontrarás en la cantidad de puestos ubicados a lo largo de las calles, en el zoco o en carritos ambulantes con productos de la zona. La artesanía de Orán gira en torno a diferentes formas de cerámica con la iconografía infinita del folklore del país y, sobre todo, en las alfombras y productos de este corte. A lo largo de la ciudad encontrarás infinitos tipos de tapices, bordados, mantas y pañuelos elaborados a mano por sus vendedores, siguiendo las técnicas tradicionales. ¿Y sabes lo mejor? Que son productos de primera calidad a muy buen precio. Eso sí, aquí va nuestro consejo: ¡prepárate para regatear!
Citadelle de la Casbah
Muchos son los motivos que definen este sitio como un punto clave de la ciudad. ¡Descúbrelos!
Acantilados y mucho más
Ubicada sobre los acantilados que miran al mar, la Citadelle de la Casbah se encarama sobre ellos como si intentase salirse del mapa. Bien guarecidos por una muralla que lo rodea, este asentamiento respira desde la historia de la ciudad que un día fue, basado en la defensa ante los posibles ataques e invasiones provenientes del mar. Sus empedradas callejuelas que van rodeando los edificios siguen manteniendo y mostrando la verdadera idiosincrasia de Orán, esa urbe desordenada y venida del cruce intercultural de un enorme puñado de culturas bereberes que un día se vieron mezcladas con la civilización española y francesa. De hecho, en el interior del recinto de se encuentra la Puerta de España, uno de los símbolos arquitectónicos más importantes de la ciudad. Es al caer el sol sobre el mar cuando aparece uno de los atardeceres más sugerentes que puedas imaginar. ¿Una recomendación? Muévete por sus inmediaciones para ver cómo llega lentamente la noche sobre la casbah.
Las montañas del norte
Argelia es un país de contrastes. Y, si hubiera dudas, la zona más al norte te lo podrá aclarar.
Aquí también hay invierno
Decir que Argelia es un país de contrastes es limitarse a reflejar la obvia realidad. Eso sí, quizá lo que no sabías es que, frente al clima desértico que puebla gran parte del país, y por lo que es más conocido, la parte norte presenta un ecosistema totalmente diferente, en el que podemos encontrar nieve durante la época invernal y también algunas estaciones de invierno: hablamos de las zonas de Kabylia y Aures. En estos enclaves hay una interesante diversidad de lugares de gran interés para ser visitados. En el plano urbanita, la ciudad de Constantina es una de las más importantes; por su parte, desde un punto de vista más rural, aquí se encuentra el pueblo de Cabilia, una localidad indígena conocida, entre otros aspectos, por la crianza de ovejas. Por último, desde el plano natural, el macizo de Djurdjura conforma con sus desfiladeros y sus picos un reducto natural de singular belleza.
El Assekrem
¿Has nacido con espíritu aventurero? Entonces disfrutarás a lo grande del interior del país.
Formas de lo más original
Sí, de acuerdo, hablemos ahora de la otra cara de la moneda. Y es que la zona del Assekrem se contrapone a la desértica región de los Ergios: en este lugar de la Argelia más escarpada aparecen las denominadas Montañas Negras del Hoggar; dicen que tiene forma de nido de águila, pero eso deberás descubrirlo por ti mismo. A algo más de 2.100 metros de altura se ubica la ermita construida por dos Hermanos de Jesús, y desde este increíble lugar podrás contemplar el Tahat, la cima más alta de toda Argelia. Ascender hasta aquí es fácil, pero solamente se puede hacer mediante excursión guiada en vehículo todo terreno, como ocurre en la mayoría de escapadas por los alrededores. Una vez en las inmediaciones, podrás recorrer una ruta a pie increíblemente bella; el recorrido tarda en realizarse unas cinco horas, disfrutando de un viaje al interior del país en el que descubrir preciosos paisajes.
Los grandes Ergios
Bienvenido a uno de los paisajes más singulares que jamás hayas visto. ¡Espectacular!
Levantándose hasta 300 metros
Como si de un paisaje marciano se tratara, las dunas que podrás contemplar en este lugar ascienden hasta superar los trescientos metros de altura; además, el violento viento que golpea en el Grang Erg Oriental ha moldeado las gigantescas rocas negras durante tanto tiempo que ha provocado un curioso y singular paisaje de lunares sobre la arena sahariana. ¡Increible! Hasta llegar al Gran Erg Occidental, los kilómetros y kilómetros de dunas únicamente están interrumpidos por oasis como el de Beni Abbès, el de Timimoun o el de Golea, y sólo estarás acompañado por los simpáticos camellos y la no tan popular (aunque igualmente exótica) fauna que se ha acostumbrado a vivir en tan inhóspitas condiciones. Por supuesto, la entrada hasta este lugar solo se realiza bien en camello o bien en 4x4, y siempre acompañado de un guía. Eso sí, llegar hasta aquí merecerá mucho la pena: seguro que nunca has visto nada igual.
El M´Zab
Este enclave deja al descubierto la Argelia más auténtica, pura y profunda. ¡Te encantará!
Un viaje a la tradición
Para todos aquellos que dispongan de tiempo para viajar por Argelia, en los alrededores de Orán hay unos cuantos puntos de obligado cumplimiento si os apetece conocer las raíces más profundas del país. Por ejemplo, a unos quinientos kilómetros al sur de Orán se encuentra el oasis de M´Zab: como si se tratase de una simbólica puerta al gran desierto (el Gran Sur), este enclave es un impresionante tumulto de casas que parecen estar una sobre otra; eso sí, todas pintadas en un simbólico color blanco. Este lugar fue fundado por la tribu bereber de los mozabíes, que apenas ha tenido contacto con las civilizaciones europeas como la española y la francesa, de modo que el islam se ha impuesto de manera impertérrita sobre el terreno. Además, el mercado de Ghardaia, ciudad limítrofe de M´Zab, y la propia urbe muestran la Argelia más pura y profunda que podrás encontrar. ¡Será un viaje de lo más auténtico!
La meseta de Ajjer
Paraísos perdidos y panorámicas que no pueden describirse: tienes que vivirlas.
Es aquí donde late el Sahara
Esta célebre meseta se encuentra en el límite entre Argelia, Libia, Nigeria y Malí y se alza como auténtico corazón del desierto del Sahara. Se trata de uno de los lugares más extremos del planeta, una zona conocida por su apariencia de paisaje lunar en la que encontrarás paraísos perdidos y panorámicas que se quedarán guardadas para siempre en tu retina. Hasta aquí solamente se puede llegar de tres maneras: haciendo trekking, en 4x4 y en camello. Todas las salidas se efectúan desde Djanet, oasis cercano a este lugar; una vez finalizado el recorrido, tendrás la posibilidad de contemplar los cauces de los ríos secos que hace miles de años abastecieron esta zona, los barrancos escarpados sobre la arena y la inmensidad del desierto que, a través de sus dunas, se pierde en el horizonte. Sin duda, una verdadera experiencia vital, sobre todo para los viajeros de espítiru aventurero.
La Costa Turquesa
¿Buscas un poco de paz? Bienvenido a un enclave paradisíaco en el que poder desconectar.
Apuntemos al este
A unos treinta kilómetros de distancia al este de Orán se encuentra la conocida Costa Turquesa. Este lugar es muy diferente al resto, donde predomina la vegetación y el clima mediterráneo por encima de lo agreste; toda esta bahía está formada por calas y pequeñas playas de arena fina, característica que la distingue notablemente de la propia costa de Orán. Además, aquí se encuentra la localidad de Sidi Ferruch, donde te toparás con un club náutico enfocado al turista que ofrece grandes alternativas en la zona. Es un destino privilegiado para amantes de los deportes marítimos: por un lado, podrás disfrutar de actividades marítimas, como submarinismo, buceo, snorkel y un sinfín de variantes, así como de excusiones para conocer la costa; por otro, es un lugar especial para difrutar de una velada agradable, romántica, contemplando el atardecer sobre el mar argelino. Un reducto de paz alejado del torbellino de la ciudad.
Las ruinas romanas
Zona de vestigios arqueológicos donde apreciar el legado que dejó el imperio romano en el país.
Remontando siglos
Una de las características que forman la idiosincrasia de Orán, y que quedan patentes según se llega a esta ciudad, es su heterogeneidad; este mestizaje ha provocado la concatenación de unas y otras coronas del mundo, así como el cruce de culturas autóctonas, que permiten encontrar en la actualidad un collage único. En este sentido, las zonas de Djemila, Timgad, Tipasa y Cherchell albergan un conjunto de ruinas romanas pertenecientes al paso del Imperio por la zona, que se debió principalmente a su interés por dominar las rutas comerciales. De todas ellas, destaca un lugar concreto: Setif, enclave situado en las afueras de Djemila, que significa la bella; junto a Timgad, acoge las ruinas mejor conservadas, todas ellas pertenecientes a la época de Trajano. Tampoco debes perderte el cementerio de Tipasa, otro de los puntos clave por su singular belleza. Una visita ideal para los amantes de la historia antigua.
Las playas de Orán
Salvajes, naturales, concurridas, animadas... ¡Hay opciones para cualquier tipo de viajero!
Para todos los gustos
Se puede decir que la costa de Orán se divide en dos tipos de entornos: por un lado, encontrarás un buen número de clubs deportivos modernos y equipados para practicar deportes acuáticos como snorkel, bautismos de buceo, motos o ski acuático, teniendo también la posibilidad de disfrutar de estupendos restaurantes para una buena comida o una cena a la luz de las velas junto al mar; de otro lado, hay una costa más salvaje y natural, formada fundamentalmente por una playa que se divide en dos. Hablamos de la playa de Madagh, que, a su vez, se convierte en Madagh II. Ambos arenales se encuentran en las afueras de la ciudad, a pocos kilómetros del balneario Les Andalouses, uno de los más populares de la zona. Son de libre acceso y muy familiares; no en vano, están rodeadas por un bosque que las convierte en una de las zonas naturales más apetitosas de Orán para salir de excursión.
Fuerte de Santa Cruz
Vistas espectaculares desde esta fortaleza ubicada en las afueras de la ciudad.
Allá en lo más alto
Localizado en el punto más alto del Monte de Santa Cruz, a las afueras de la ciudad, los otomanos levantaron un primer fuerte desde el que controlar la ciudad y vigilar posibles invasiones. Después, los españoles, al tomar la ciudad y expulsar a los otomanos, utilizaron este bastión para el mismo fin, pero con una edificación nueva construida entre 1577 y 1604; estos restos aún se pueden visitar, aunque no son los más recientes. Posterior a esta toma española, los franceses utilizaron este lugar retirado como sanatorio para curar a los enfermos de una fuerte epidemia de cólera que azotó la ciudad hacia 1850. Lo que sí hicieron los galos fue levantar la capilla que puedes contemplar antes de la llegada al propio fuerte, llamada Santuario de la Virgen de la Salud. En la actualidad es el mejor mirador para contemplar la ciudad y su amplia costa, permitiéndote un deleite sin parangón cuando cae la tarde.
Los dátiles
Argelia es uno de los principales exportadores del mundo. Todo un emblema nacional.
Un símbolo de bandera
A pesar de lo que pueda parecer en un primer momento, la cocina argelina es muy heterogénea y completa, con un buen puñado de elementos que la hacen única y muy vistosa. Buena culpa de ello la tienen sus dátiles, presentes en algunas de sus creaciones más destacadas; tanto es así, que Argelia se ha convertido en el segundo mayor exportador de dátiles del mundo. Hay muchas variedades diferentes, pero la palmera datilera que ofrece el llamado Deglet Nour es casi exclusiva del Sahara argelino; también lo puedes encontrar en otros países como Túnez, pero no es tan típico. El dátil está presente en muchos de los platos que encontrarás en Orán, con un uso tan diverso que permite incluso elaborar un pan llamado brissa (para el que se utilizan los ejemplares menos duros), postres de lo más diverso e, incluso, un licor de dátiles llamado thibarine. Increíble, ¿verdad?
Un picoteo antes de comer
¿Viajas en grupo? ¿Queréis probar de todo y compartir platos? Sí: en Orán también es posible.
¡Una explosión de sabor!
Si vuestra intención es ir en grupo a comer y tenéis intención de probar todo lo posible de la gastronomía argelina, te recomendamos unos cuantos platos para compartir a modo de degustación; hablamos de diversos entrantes que pueden pedirse tanto como aperitivos como de primer plato, una opción ideal para andetrarte en lo más profundo de la tradición culinaria del país. ¡Será una explosión de sabores! La chermoula, por ejemplo, es un aderezo muy típico para acompañar el pescado y el marisco, elaborado con las principales especias de la zona. La dolma, por su parte, es un tipo de hoja que se presenta con una suculenta mezcla de arroz, cebolla, pimientos, piñones, algo de carne y algunos secretos de cada casa, variando el sabor en función de dónde la pruebes. Por último, el kebda hará las delicias de los más aventureros: hígado rebozado con ajo y especias, de sabor sumamente intenso. ¡A disfrutar!
Le Mediterranéen, el mejor pescado de Orán
Pescado fresco, música en directo y un anfitrión inmejorable. ¿Quién da más?
Nombres con personalidad
Ubicado en una de las calles transversales que diseccionan el céntrico Boulevard de Wahrani Boumediene, Le Mediterranee es una de las grandes joyas gastronómicas de la ciudad. Su nombre hace alusión no sólo al mar que le provee de productos frescos, sino también a todas esas cosas en común que guardan las costas española y argelina. No en vano, difícilmente encontrarás un restaurante más idóneo para saborear un buen pescado. Recién traído de las lonjas del puerto, se erige como el lugar idóneo para probar su marisco, sus doradas y sus jargos. Pero atención, porque posee dos secretos más: de un lado, el músico que ameniza las cenas casi todas las noches, todo un símbolo del local; de otro, el propio dueño del restaurante, que ejerce de orgulloso anfitrión y no tiene problema en explicar a los clientes interesados el origen del restaurante, de los platos o de la ciudad. Ahora sí: ¡buen provecho!
Wifi Resto Club
En Orán también hay sitios donde cenar y divertirse hasta bien entrada la noche.
La noche es joven
A pesar de que Orán no se ha volcado históricamente en la oferta de ocio y turismo, lo cierto es que esconde un buen puñado de lugares de ambiente moderno y enfocado a los más jóvenes del lugar, también a sus visitantes. Buen ejemplo de ello es el Wifi Resto Club, un lugar que ofrece una curiosa mezcla europea y africana en todas sus vertientes: su cocina ofrece platos eclécticos y riquísimos a precios razonables, pero el punto fuerte del local reside en el ambiente que es capaz de crear. Motivado por el hecho de que abre hasta altas horas de la madrugada (ojo, su cocina también) y de la música que pinchan de manera continua, es una opción inmejorable para comenzar la noche, degustar una buena cena y tomar la primera copa en una atmósfera de primera. ¡Ah! Y como reza su propio nombre, ofrece conexión wifi gratuita para sus clientes.
La chorba o la dieta del Ramadán
El denominador común de la gastronomía de la zona es un especiado y característico sabor.
¡Condimentos al poder!
Hay una receta muy característica de la zona, especialmente en la época del Ramadán: la chorba. Hablamos de un guiso elaborado con verduras de la tierra a las que luego se añade cordero, aunque, según la zona, también puede mezclarse con pollo. Como ocurre en la gran mayoría de los platos argelinos y africanos, se sirve muy condimentado, destacando sobremanera el ajo, la pimienta, el perejil y otras especias de la región, que le confieren un sabor realmente particular. Es un regusto muy característico, capaz de deleitar hasta a los paladares más exigentes. Parecido a la chorba es el kemia, elaborado a partir de sardinas, a las que se le añade zanahoria, tomate y judías pintas. Qué buena combinación, ¿verdad? La tradición gastronómica oranesa está tan arraigada que te resultará fácil encontrar restaurantes en los que sirvan comida típica y a muy buen precio, siendo posible disfrutar del verdadero sabor del Magreb.
Lham liahlou
Estos platos de cordero te cautivarán tanto por su elaboración como por su presentación.
Guisos de sabor intenso
En 2011, año en el que Sudán se dividió en dos, Argelia pasó a ser el país más grande en extensión del continente africano. Su situación geográfica limítrofe con el mar Mediterráneo, pero también con Malí, Mauritania, Níger, Libia y el desierto saharaui, ha provocado que Orán sea un punto de unión entre culturas, una relación que también se denota en su cocina. Y vaya si se nota. Uno de los platos que no debes dejar de probar es el cordero llamado lham liahlou, una especie de guiso aderezado con canela, azahar y ciruelas. ¡Es exquisito! Hay otra variedad en la elaboración de este plato, también muy sugerente: se trata del mechoui, una forma diferente de cocinar el cordero, en la que se sirve asado y entero. En ambos casos, son platos únicos y sorprendentes tanto por su elaboración como por su presentación, muy identificativos de la variedad culinaria argelina.
¿Un aperitivo?
El karantika es uno de esos bocados perfectos para cualquier momento del día.
Ricos tentempiés autóctonos
¿Llevas toda la mañana recorriendo el centro de la ciudad y necesitas reponer fuerzas? ¿Te encuentras en medio del zoco o en alguna calle de las afueras y quieres parar a descansar? Entonces, atento, porque esto te interesa: te recomendamos probar el karantika, una receta típica de la ciudad elaborada a partir de harina de garbanzos (común denominador para gran parte de las recetas argelinas), huevo y comino, todo ello servido en forma de sandwich; de hecho, su nombre proviene del español y es una derivación de calentita, que hace referencia a la temperatura con la que se debe comer. El karantika es uno de los aperitivos predilectos de los oraneses, por lo que no te será difícil encontrarlo durante tu visita; incluso te toparás con puestos ambulantes que sirven éste y otros platos típicos para llevar. Sea la hora que sea, siempre es buen momento para saborear este exquisito bocado.
Restaurante Le Corsaire
¿Te gusta la cocina casera y tradicional? ¡Este excelente local no te defraudará!
Para comer como un señor
En una de las esquinas de la Place de la République Sidi el-Houari se encuentra un antiguo caserón de piedra cuyo interior está ocupado por uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Muy cerquita del puerto de Orán, Le Corsaire ofrece una cocina casera de lo más sugerente, una oferta de carnes y pescados entre la que destacan sus populares salmonetes y doradas, aunque también tendrás la posibilidad de saborear congrios, morenas y langostas de la zona. Tanto la decoración del lugar como la elaboración de los platos pone de manifiesto que las diferencias entre Orán y la costa española no son tantas y que han tenido un pasado similar, hasta el punto de compartir varios denominadores comunes. Por ello, este lugar, pese a no estar muy bien señalizado, es una de las opciones más recomendables para comer en el centro de Orán. ¿Estás preparado para degustar auténticos manjares?
Los dulces y los tés argelinos
El argelino siempre remata sus comidas con un té y un dulce típico. ¿Lo harás tú también?
Dulces tradiciones
En Argelia hay dos cosas básicas que debes saber al hablar de gastronomía: la primera, que la hora de la comida es todo un ritual, un momento en el que se cuidan mucho los detalles, sobre todo si se trata de una comida social o de cara al público; la segunda, que tomar el té es tan importante como el plato principal. O incluso más, para qué engañarnos. Por ello, la elaboración y desarrollo de este episodio te llevará a conocer una de las muchas maravillas de la gastronomía en Orán. El té se suele tomar acompañado de dulces típicos de la zona: los más populares son el samsa y el hrisa, unos pasteles elaborados a partir de dátiles y sémola, sumamente sabrosos. Las almendras y la miel son ingredientes muy habituales para la elaboración de todos estos platos; no sólo para preparar los postres, también forman parte de la comida principal.
Unas nociones gastronómicas básicas
Cuscús, chorba, kemia, burek… Un sinfín de recetas hechas para sorprender a tu paladar.
¡Para abrir el apetito!
La cocina tradicional de Orán se caracteriza por presentar las mismas raíces de todo el Magreb. Hay varias recetas que se han convertido con el paso de los años en auténticos símbolos culinarios de la ciudad, de degustación obligada durante tu visita: el cuscús es, sin duda, el plato principal de la ciudad y de toda Argelia; aunque puedes encontrarlo en cualquier confín del mundo, es originario de esta zona, y probarlo en un local del centro de Orán se convierte en una experiencia única. Junto a él aparecen otros platos tan típicos como la chorba, una sopa preparada a base de verduras, cordero, ajo, pimienta y perejil, dando como resultado una creación realmente intensa y muy especiada. A modo de plato fuerte encontramos el burek, una especie de buñuelo relleno con carne, huevo y cebolla, y el conocido kemia, de elaboración similar y relleno de pescado, originalmente de sardinas. ¿Una recomendación? Cuidado con el picante.
Pacha Mosque
Visita clave que te hará pensar en las fuertes raíces históricas que han marcado la ciudad.
Mezquitas con historia
Como comprobarás durante tu estancia en Orán, hay tres períodos históricos diferenciados que marcan la historia de la ciudad: el Orán precolonial, la llegada francesa y la colonia española; los vestigios arquitectónicos que puedes encontrar aquí corresponden a estas etapas. Por ello, la mezquita de Pasha, construida en 1796 durante el reinado de Bey Mohamed El-Kebir, fue levantada como celebración por la salida de los españoles del país. Sin embargo, fue ocupada por las tropas francesas y no volvió a estar en manos de los musulmanes hasta la independencia del país. Ahora se ha convertido en uno de los lugares clave para visitar, contemplar y dilucidar cómo esta ciudad es el resultado de la continua mezcla, a ratos pacífica y a ratos violenta, de culturas tan dispares como vecinas. Desde las contiendas entre civilizaciones oriundas de la zona hasta la llegada de las potencias de la vecina Europa.
Museo Bardo
¿Preparado para uno de los paseos históricos más importantes de todo el país?
Belleza por fuera y por dentro
A pesar de no estar ubicado en la ciudad de Orán, este museo es una pieza clave para conocer la prehistoria argelina y africana: se trata de una antigua mansión turca construida en algún momento del siglo XVIII y que perteneció, en primera instancia, a un príncipe tunecino; más adelante tuvo que ser ampliada durante la estancia francesa en el país. Hablamos del Museo Bardo de Argel, que tiene la fama de ser no solo el más importante del país, también de todo el norte de África. Impresionante belleza por dentro y por fuera. El museo como tal nace en el año 1930, y se centra en la etnografía y la prehistoria argelina, por eso su colección permanente muestra pinturas, cerámicas, fósiles, diferentes utensilios y obras de arte de un valor incalculable, bien por la fecha en la que fueron confeccionadas, bien por lo que llegan a representar. El completo recorrido cronológico hace de visita una opción sencillamente ineludible.
El MaMa
Apunta este museo en tu agenda, todo un must si vas a visitar la capital del país.
Imprescindibles en Argelia
Aunque la ciudad de Orán presenta un amplio y jugoso testimonio arquitectónico que repasa casi todos los capítulos de su historia, no es menos cierto que, en lo que respecta a museos, tendrás que hacer un pequeño esfuerzo para reconstruir el mismo camino. De hecho, te recomendamos que, si visitas la capital del país, Argel, aproveches para visitar el MaMa: este museo es un grito de un país por darse a conocer en el mundo. Sus siglas significan Museo Público Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Argel y, precisamente, fue inaugurado en el año 2007 dentro del proyecto llamado Argel capital de la Cultura Árabe. El edificio en sí ya anuncia lo que vas a encontrar: una construcción árabe que fue utilizada durante el período francés pero que, poco después de la independencia, fue recuperada y rebautizada. En su interior, un buen recorrido por el arte moderno y contemporáneo de artistas argelinos, africanos y del mundo árabe.
Estadio Ahmed Zabana
El principal recinto deportivo oranés tiene capacidad para más de cuarenta mil personas.
¡De enormes dimensiones!
Este estadio es el principal recinto deportivo de la ciudad, sede del Mouloudia Club d´Oran, uno de los equipos de fútbol más importantes del país. El Ahmed Zabana tiene capacidad para más de cuarenta mil espectadores, y su relevencia radica en dos aspectos bien diferenciados: de un lado, porque con él se buscaba dar muestras de que Orán era una ciudad moderna, actual; de otro, porque contaba con una respetable actividad deportiva que debía cuidar. De hecho, este espacio se construyó para pruebas de multitud de deportes, entre los que destaca el balonmano y el atletismo; no es casualidad, por tanto, que el club de balonmano de Mouloudia presente un envidiable palmarés. Se trata de un club con gran arraigo especial debido a que fue fundado por activistas nacionalistas que lograron enfrentarse a otros países europeos en el terreno de juego durante el periodo de la ocupación francesa, a modo de protesta.
La Gran Sinagoga de Orán
El cruce de culturas queda patente con esta sinagoga, conocida también como templo israelita.
Eclecticismo religioso
A través de las obras arquitectónicas que van apareciendo en cada calle de Orán podemos reconstruir la historia de esta urbe y del país. La primera conclusión es que el cruce de culturas y religiones conforma uno de los pilares fundamentales de su devenir; en este sentido, al encontrar la Gran Sinagoga de Orán es imposible no pensar en tamaño eclecticismo. Levantada a finales del XIX, tuvo que esperar hasta 1918 para ser inaugurada. Curiosamente, también es conocida como el templo israelita. Este templo se erigió en un de los principales en todo el norte de África, también de los más grandes; sin embargo, en el año 1963, poco después de conseguir la independencia, se llevó a cabo una reforma muy dura hacia sus ciudadanos y gran parte de la comunidad judía hubo de exiliarse. De hecho, fue reconvertida en mezquita en 1975.
Pinturas rupestres de Ajjer
Los grabados neolíticos de estas cuevas no te dejarán indiferente. ¿Listo para disfrutar?
Ponemos rumbo al sur
Para aquellos que tengan interés en conocer la historia y prehistoria del continente africano, amén de disponer de tiempo para visitar otras zonas de Argelia, uno de los destinos más impactantes del país es Djanet, ubicado en la región sur de Argelia, haciendo casi frontera con Libia: en este lugar se encuentra Ajjer, que posee un preciado conjunto de cuevas que seguro no te dejará indiferente. Aquí podrás contemplar un valioso conjunto de grabados neolíticos, de la era de los cazadores; la mayor parte de estas pinturas fueron hechas hace unos cinco mil años, aunque también hay otras con más de ocho milenios de antigüedad. Gracias a ellas ha sido posible conocer las técnicas de caza de las poblaciones de la zona, además de las especies de animales que habitaban el desierto del Sahara en una época en la que se desconocía la fauna y flora del terreno. Es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1982.
El Teatro Abdelkader Alloula
Si eres amante de la cultura local, aprovecha para conocer el teatro más importante de Orán.
El gran foro cultural
Abdelkader Alloula fue uno de los actores y directores de teatro más importantes de Argelia, también de los más polémicos y contestatarios. Durante los años 70 y 80 denunció las injusticias sociales y reivindicaciones sociales con su prolífica obra: su creación El baño de Dios fue una de las más populares, por el hecho de cuestionar y criticar los privilegios políticos frente a una sociedad que aún sufría penurias. En su honor, se le puso su nombre a este teatro en el centro de la ciudad, que en la actualidad se ha convertido en uno de sus principales foros culturales. Es cierto que, al ser la mayor parte de su programación en árabe, puede suponer cierto esfuerzo acudir, pero si estás interesado en la cultura local te recomendamos que elijas con tiempo el espectáculo adecuado y que no dejes de presenciar unod e sus eventos. No sólo disfrutarás de obras de teatro, también de conciertos.
Museo Moudjahid
Recorrido imprescindible por los entresijos de la Guerra de Argelia.
Merecidos homenajes
La guerra de Argelia ha sido un acontecimiento histórico crucial para el país, el más importante de las últimas décadas. Fue un conflicto que levantó en armas a los ciudadanos argelinos contra la colonización francesa en el año 1954 y que se mantuvo en el tiempo hasta 1962, cuando finalmente se consiguió la anhelada independencia por parte de la población. La presencia francesa sobre el terreno comenzó en 1830, durando más de un siglo. En honor a las víctimas de la guerra abrió sus puertas este museo, que se encuentra en la ciudad de Tizi-Ouzou. En rigor, se localiza más cerca de Argel que de Orán; sin embargo, la importancia histórica y testimonial de este centro y el recuerdo que guarda hace imprescindible incluirlo en los lugares fundamentales para visitar: hablamos de un impactante recorrido por los entresijos del conflicto, con numerosos testimonios gráficos que explican su desarrollo y cómo afectó a la población.
Museo Ahmed Zabana
Una vez aquí, no te pierdas la sala dedicada a la Guerra de la Independencia. Sobrecogedora.
Raíces a flor de piel
Este centro debe su nombre a uno de los luchadores más recordados de la Guerra de la Independencia de Argelia, Ahmed Zabana. Es uno de los principales museos de la ciudad, y su principal objetivo radica en salvaguardar su identidad, su cultura propia y sus raíces; es por ello que hay diversas salas en las que se realiza un repaso a la historia del arte en Argelia: este curioso paseo muestra las diferentes influencias que han hecho mella en el país y en la ciudad, de ahí que exista tal eclecticismo. Desde las tribus africanas bereberes autóctonas de la zona hasta las influencias española y francesa, así como los musulmanes venidos de la actual Turquía y de los aledaños costeros mediterráneos. Todos ellos han conformado un estado con una cultura heterogénea y propia. La sala más importante del museo está dedicada a la Guerra de la Independencia, sin duda el acontecimiento histórico más importante de la historia moderna del país.
La Gare d´Oran
Esta estación de ferrocarril evidencia la importante mezcla cultural de la ciudad.
¡No pierdas el tren!
La vieja estación de ferrocarril de Orán es un buen ejemplo para contemplar la heterogeneidad cultural y el mestizaje del que presumen sus ciudadanos. Este edificio del siglo XIX es una joya arquitectónica que se levanta a partir de la mezcla de la influencia francesa y colonial; afortunadamente, y pese a sus reformas, se ha conseguido mantener el edificio original para convertirlo en uno de los iconos oraneses. Además, se trata de uno de los puntos de comunicación más importantes de la ciudad, gracias al tren de que la une con Argel, la capital del país. Por ello, este curioso enclave es un constante ir y venir de vecinos argelinos y de ciudadanos de todo el mundo, erigiéndose como una de las vías más utilizadas para visitar ambas urbes. El trayecto dura unas cinco horas, y el paisaje que podrás vislumbrar desde la ventanilla acaba resultando espectacular. África en estado puro.
El centro urbano
Sidi Houari es el distrito centro de Orán: muchas sorpresas agradables te esperan por aquí.
Hablemos de distritos
Orán se distribuye en doce distritos bien diferenciados, tanto por el aspecto de la ciudad como por las leyes que imperan en cada uno de ellos. Su centro histórico se corresponde con el distrito de Sidi Houari, donde se piensa que comenzó a gestarse históricamente la gran urbe; al menos, lo que sí se sabe es que fue uno de los primeros asentamientos otomanos de la actual Orán y por él pujaron españoles y franceses en sucesivas ocasiones. En esta zona encontrarás el histórico colegio de Saint Louis y la antigua mezquita de Pasha atestiguando la heterogeneidad cultural del enclave, pero, sobre todo, el Palacio del rey Bey d´Oran, quizá el más famoso de todos los restos arquitectónicos. Por supuesto, al caminar por las calles también podrás contemplar los restos de la colonización española. Por su parte, el distrito de Hamri, conocido como Lamur, es otro de los distritos centro que mejor atestiguan la estancia francesa en la ciudad.
Abdelkader El Moulat
Ni su cúpula verde ni sus vistas pasan desapercibidas para nadie. Muy recomendable.
Auténtico icono oranés
Esta cúpula de color verde es uno de los grandes símbolos de Orán, situada además en un lugar privilegiado de la urbe argelina. Sobre la costa, sus vistas panorámicas dominan toda la bahía y gran parte de la ciudad, convirtiéndola en uno de los miradores más espectaculares de todo el país; especialmente románticos resultan sus atardeceres, con el sol poniéndose sobre las aguas mediterráneas. A pesar de que el camino hasta aquí es escarpado, se puede recorrer caminando, en coche o en transporte público: hay un estupendo teleférico que te llevará hasta la misma puerta. Dentro de este edificio religioso, antiguo centro de oratoria y reunión para los fieles, también se encuentra una cueva que hace las veces de lugar para la reflexión, con el único sonido de las gotas de agua cayendo en el suelo de piedra. Como puedes imaginar, hablamos de un auténtico must, una excursión de ésas que no debes dejar pasar de largo.
Plaza de toros
Su uso actual aumenta el interés de esta visita: ¿conoces algún otro campo de fútbol circular?
Sí, ¡has leído bien!
Podrá parecer extraño, pero presta atención: Orán tiene una plaza de toros. Se trata de uno de los monumentos más curiosos que encontrarás durante tu visita, especialmente por ser un coso edificado durante el gobierno francés. ¿El motivo? Que aún residía en la ciudad una gran colonia española. La construcción es preciosa, realmente singular, una mezcolanza entre las históricas plazas de toros de la Península Ibérica y aderezada con las tendencias y materiales de la zona; una cuidada mampostería de piedras claras y coloridas y numerosos elementos decorativos eclécticos. Tras la independencia del país, desde los años 60 ha dejado de utilizarse como tal, y, ahora, las autoridades han cedido su interior para los equipos de fútbol locales, algo que la hace aún más inaudita: será muy original entrar a contemplar un partido de fútbol en el, posiblemente, único campo circular del mundo. ¿Listo para una experiencia inolvidable?
Place du 1er Novembre
No cabe duda: hablamos de uno de los centros neurálgicos de Orán, un hervidero comercial.
La mítica Plaza de Armas
También conocido como Plaza de Armas, este foro se encarga de vigilar impasible el centro de la ciudad. Es uno de los puntos álgidos de Orán, y por varios motivos: de un lado, se trata del lugar simbólico donde comenzó y terminó la invasión hispánica en el territorio argelino, hasta el punto de que 1509 y 1792 son los dos años recordados en este lugar; de otro, porque es el núcleo de la actividad urbana en materia comercial. Con una larga tradición a sus espaldas, hasta aquí venían mercaderes y paisanos de la zona para negociar por todo tipo de productos, tanto de África como de toda la Europa mediterránea. En la actualidad, el precioso edificio de la Ópera representa una de las paredes de la plaza, convirtiéndola en una visita aún interesante. Hasta sus inmediciones llega el tranvía que recorre el centro histórico: utilízalo para moverte por la zona y contemplar el movimiento cotidiano.
Fortaleza de Rosalcázar
Pieza arquitectónica clave para Orán, seña de identidad española en la ciudad.
Historia y futuro unidos
La Fortaleza de Rosalcázar se levantó a lo largo del siglo XVI, aún bajo la influencia de la corona española en el país, dando origen así a uno de los monumentos arquitectónicos más conocidos de Orán. Sin embargo, tanto los cambios políticos sufridos en la ciudad, que normalmente venían secundados de conflictos armados, como el terrible terremoto que la asoló en la noche del 8 al 9 de octubre de 1790, hicieron que casi se perdiera gran parte de su historia arquitectónica, traspasando épocas y banderas. Afortunadamente, y pese a que aún se está restaurando el interior de esta gigantesca fortaleza, existe la posibilidad de visitar sus exteriores, contemplar los muros que un día defendieron el enclave y vislumbrar una de las piezas bélicas más importantes que el reino español aportó a Orán. De hecho, las previsiones indican que el ayuntamiento de la ciudad quede ubicado en este lugar en un futuro no muy lejano.
Mezquita de Hassan Bashan
Las normas nos impiden acceder al interior, pero la belleza de su fachada bien merece una visita.
Una superviviente histórica
Este templo fue construido durante el siglo XVIII, estando Orán bajo el reinado de Mohamed Bey, uno de los monarcas más importantes de la historia moderna del país. Corría el año 1797 cuando el soberano ordenó levantar la mezquita para la oración del pueblo. A pesar de que la ciudad ha sufrido múltiples vicisitudes desde su construcción, que, en ocasiones, han desembocado en graves consecuencias para su testimonio arquitectónico, la Mezquita de Hassan Bashan ha sabido mantenerse hasta nuestros días para erigirse en uno de los principales centros de reunión de la comunidad musulmana. Lamentablemente, como ocurre en la mayoría de mezquitas, no es posible visitar su riqueza interior; sin embargo, contemplar los arcos y bóvedas de sus fachadas ya es más que suficiente para peregrinar hasta este punto de la ciudad. Por cierto, su construcción coincidió con la expulsión de los moriscos por parte del rey de Argelia.
Museo Nacional de Bellas Artes
El tercero en discordia: otro museo de primer nivel. Sencillamente impresionante.
No hay dos sin tres
Junto al MaMa y al Museo Bardo, el Museo Nacional de Bellas Artes completa el trío de centros situados en la capital del país argelino que hacen que merezca mucho la pena, si dispones de tiempo, trasladarte desde Orán a la ciudad vecina. Si bien cada uno da cobertura a un periodo diferente, este último es el más grande de toda la zona del Magreb y posee en su exposición permanente más de ocho mil obras. Su gran importancia radica en que, pese al gran contenido arquitectónico que poseen ambas ciudades, su patrimonio artístico ha sido más difícil de mantener en la historia debido, entre otros factores, a las continuas guerras en la lucha por la hegemonía del país o las contiendas de carácter religioso. La colección que alberga recorre los desde el siglo XIV hasta el XIX, con obras de primer nivel; especialmente llamativa resulta su exposición Arte y Revolución, una oda al buen gusto.
Catedral del Sagrado Corazón
Realmente llamativa, destaca por su choque cromático con los matices que la rodean.
De raíces cristianas
Como podrás comprobar a lo largo de tu visita a Orán, la mayor parte de sus monumentos se dividen en tres grandes grupos: los construidos por la civilización bereber antes de la llegada de los europeos, los levantados bajo la corona española y los erigidos durante la etapa de colonización francesa. En este sentido, la Catedral del Sagrado Corazón fue fruto de la reinado español en Orán: construida en la céntrica plaza de Kahina, una de las más populares, transitadas y recomendables del centro urbano, hablamos de un ediificio realmente llamativo que seguro no te dejará indiferente. Aunque actualmente es una biblioteca pública, a la que puedes acceder para contemplar su interior, la fachada mantiene su arco y sus torreones decorados con esculturas de colores azules y blancos, conservando aún los motivos originales. El color ocre tan típico en la zona africana choca con el estilo arquitectónico ibérico para crear una mezcla de lo más original.
La Gran Mezquita
No pierdas esta oportunidad: es una de las pocas mezquitas en el mundo que podrás visitar.
¡Aquí sí puedes entrar!
Obviando Argel, la capital del país, Orán es la ciudad más grande e importante de Argelia. Fue fundada hacia el año 927 por mercaderes que utilizaron este puerto como punto de encuentro en la ruta mediterránea. Poco después, los españoles ocuparon la ciudad y no la dejaron hasta los fuertes terremotos de 1790 (y no sin enfrentarse también a los intentos de expulsión otomanos, por supuesto). En el siglo XIX llegó la ocupación francesa, y gran parte de la apariencia de la ciudad se debe a ellos; no en vano, siempre se dice que es la ciudad más europea de toda África. Aun así, todavía queda un interesante legado que pertenece a sus orígenes musulmanes, una religión que en la actualidad practica el 99% de la población: buen ejemplo de ello es la imponente mezquita levantada en el año 1769 y que, de manera casi única en el mundo, se puede visitar su interior.
...y la fauna
Ya sea al sur o al norte de Orán, la riqueza natural de Argelia acaba resultando increíble.
Paseando entre animales
Para los amantes de la naturaleza, la región de Orán y sus alrededores representan un gran atractivo gracias a la diversidad orográfica y natural que son capaces de albergar. Existen numerosas excursiones y viajes organizados que te permitirán descubrir el entorno natural del país, pudiendo optar por dos alternativas: de un lado, viajar hacia el norte, una zona de carácter selvático donde podrás adentrarte en los bosques para observar hienas, zorros, gatos salvajes, jabalíes y, en los campos más abiertos, caballos salvajes y cabras. De hecho, con un poco de suerte y un buen guía, descubrirás los escondites donde se guarecen los macacos; de otro lado, también tienes la posibilidad de dirigirte hacia el sur, una zona más desértica donde encontrar hienas y chacales, pero sobre todo dromedarios blancos y camellos. Hablamos de una fauna salvaje que sigue viviendo dentro de su propio ecosistema. Es un auténtico símbolo del país.
La flora nacional...
Las especies florales varían notablemente del norte al sur del país, según el clima.
Contrastes por doquier
Uno de los contrastes más destacados de Argelia radica en la enorme diversidad floral que llega a albergar. Gracias a su cambiante y escarpada orografía, al norte del país, acompañando al clima mediterráneo puedes encontrar cedros, brezos, madroños y pinos y, en general, unas especies de lo más colorido. ¿El motivo? Su proximidad a la costa y unas temperaturas más suaves. En contraposición, la zona sur del país presenta un relieve desértico en el que podrás disfrutar de cipreses, palmeras, terebintos y diversas especias resistentes a las largas temporadas sin lluvia, al cambio brusco de temperaturas y a las condiciones climatológicas adversas. De hecho, es aquí donde aparece uno de los elementos más típicos de la cocina argelina: los dátiles, que se encargan de acompañar algunas de las creaciones más típicas y que no pueden faltar en cualquier buena mesa que se precie. Todas las variedades provienen de esta zona.
Puerto de Wahran
Las vistas que disfrutarás desde este lugar quedarán guardadas para siempre en tu retina.
Sugerente puerta comercial
Este puerto fue la salida al mar levantada por la colonia francesa y el principal motor económico de la ciudad, su gran punto de interés estratégico. Está ubicado al noroeste y levantado sobre un puerto anterior, que se remonta a las antiguas civilizaciones bereberes. De hecho, Orán siempre ha sido una puerta muy codiciada para mercaderes y comerciantes del Mediterráneo: hasta aquí venían barcos y fragatas de diversos puntos del mundo, incluyendo Asia, y también comerciantes del interior del continente africano; éste es uno de los motivos por los que en el folklore argelino puedes encontrar elementos de otras culturas, como las asiáticas. Pero no es sólo eso lo que te espera aquí: además del contenido histórico, de indiscutible importancia para conocer la trayectoria de Orán, el puerto ofrece unas vistas privilegiadas sobre el mar Mediterráneo, una de esas imágenes que quedarán guardadas para siempre en tu memoria. Un lugar sumamente romántico.
Teatro Verdure
Por este escenario al aire libre desfilan los mejores artistas locales.
Una gran agenda cultural
A pesar de que gran parte del bagaje arquitectónico-cultural de la ciudad responde a los periodos coloniales, este teatro destaca por ser mucho más actual: es el símbolo de una modernidad creciente que se abre paso poco a poco entre los estratos de la sociedad; y es que, a diferencia de sus compañeros, se trata de un anfiteatro al aire libre desde el que disfrutar de interesantes espectáculos, preparado para acoger a un buen número de asistentes. Afortunadamente, el clima de la ciudad permite que prácticamente durante todo el año se celebren aquí actuaciones de danza, música, baile y otras actividades culturales, muchas de ellas de primer nivel. Su agenda, una de las más completas de Orán, ofrece posibilidades para todos los gustos. Especialmente recomendables resultan sus conciertos al atardecer, un escenario por el que desfilan los mejores artistas locales. Si aún no viviste la música raï y no eres mucho de discotecas, aquí encontrarás otra posibilidad.
Vida nocturna en Orán
Terrazas al aire libre y discotecas que programan actuaciones de música raï. ¡A disfrutar!
Nada que envidiar a Europa
¿Un consejo? Antes de viajar a Orán, procura dejar los prejuicios fuera de tu mente, porque hay diversos ámbitos de la ciudad que seguro te van a sorprender. Por ejemplo, cuando hablamos del ocio nocturno: la fiesta oranesa poco tiene que envidiar a la de otras ciudades europeas. Si bien es cierto que se trata de una concepción completamente diferente, las calles del centro histórico se llenan de gente al caer la noche durante los fines de semana. A primera hora, las avenidas que rodean la Plaza de Armas conforman el lugar perfecto para sentarse en una de sus terrazas y disfrutar de una agradable cena y de las primeras copas. Después, puedes acercarte a alguna de las discotecas más famosas de la ciudad, que allí se llaman cabarets, para conocer de primera mano el ecléctico ambiente que define a Orán; muchos de estos locales acogen de actuaciones en vivo de música raï. ¡Lo pasarás en grande!
Jardines Promenade Ibn Badis
Destacan por su tranquilidad, su urbanismo y, sobre todo, por su belleza. Ideales para pasear.
Oxígeno para tus pulmones
Los jardines de Promenade Ibn Badis tienen el honor de ser los más antiguos de todo el Magreb y, además, un rincón realmente especial dentro de Orán, de particular belleza. Ejercen de gran pulmón verde, pues la ciudad argelina no destaca por su profusión de parques. Estos jardines fueron construidos durante la colonia francesa hace algo más de 180 años; sin embargo, no se conoce con exactitud ni la fecha ni otros datos que arrojen luz sobre la edificación del lugar, algo curioso teniendo en cuenta que sí existe documentación detallada de otros lugares de edificación anterior, como la mezquita o el Fuerte de Santa Cruz. En cualquier caso, simbolizó la iniciativa de traer a Orán una de las formas de urbanidad más distinguidas de Europa, zonas arboladas que durante el siglo XIX se desarrollaron en muchas ciudades del viejo continente. Resulta ser, sin duda, un lugar idóneo para para pasear y descansar entre la naturaleza.
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