
Slow travel
Lanzarote te propone un invierno diferente (y único en Europa), con una temperatura media de 21 grados y unas aguas templadas que invitan a disfrutar de sus playas sin el bullicio del verano.
Si buscas desconexión, la isla será tu gran aliada en estos meses: un lugar sin atascos, sin prisas, sin aglomeraciones, en el que sentarte en una terraza al sol a disfrutar de una cerveza o tumbarte en la arena con el sonido de las olas de fondo y un buen libro en las manos. Deja tu cuerpo flotar en el mar, mima tu piel con el aloe vera autóctono, disfruta de una copa de sus vinos volcánicos o regálate una experiencia en sus exclusivos spas. Lanzarote es como un masaje descontracturante a todos los niveles.