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Guía turística: qué hacer y ver en Lima
Un clima que cautiva a cualquiera.
¡Las condiciones meteorológicas para disfrutar de una ciudad nunca fueron tan buenas como en Lima! Sus temperaturas agradables y las escasas precipitaciones te dejarán disfrutar de la ciudad a tus anchas. Con un patrimonio histórico incalculable, la proximidad de la ciudad a las playas y una gastronomía autóctona y de fuerte influencia española, hacen de Lima un lugar en el que disfrutar de ella será algo muy sencillo. Podrás pasártelo en grande y empezar con un paseo por el centro histórico del siglo XVI, pasando por sus múltiples monumentos y arquitectura de la época colonial, así como disfrutar de las fabulosas y próximas playas de “La Isla” y de “El Silencio”, para terminar disfrutando de un fresco y suculento ceviche en uno de los múltiples restaurantes. ¡El encanto de Perú recogido en una única ciudad!
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- Aire libre
- Museos
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Artesanía Las Pallas
Percibirás la pasión por el folclore peruano en todas y cada una de las piezas expuestas o en venta.
Inquieta Mary Solari.
Lo más sorprendente del centro comercial Artesanía Las Pallas es que nació de la inquietud de una inglesa, Mary Solari, apasionada por el folclore peruano que lleva casi tres décadas comprando tesoros artesanos por todo el país y después los expone en su casa-museo que al mismo tiempo es una tienda de venta al público. Si coincide que la encuentras en su tienda, en la calle Cajamarca, posiblemente se ofrezca a contarte las anécdotas de las piezas que muestra, las características de sus artesanos y de dónde proceden. Encontrarás esculturas antropomórficas de vivos colores, colecciones de cerámicas que recuerdan a los pobladores prehispánicos, tejidos y orfebrería tradicional. Quizás los precios sean un poco más altos que en otros mercados, pero lo valen, ya que la propietaria viaja cada cierto tiempo a las comunidades indígenas de la región para asegurarse de que los objetos que compra y vende sean auténticos.
Mercado Dédalo
Precios asequibles para la vanguardia artística en todas sus formas y colores.
Bohemio y vanguardista.
Si te apasiona el arte contemporáneo, las joyas de diseño, las nuevas tendencias en ropa y decoración, así como la vanguardia artística en todas las disciplinas, no puedes dejar Lima sin visitar el Mercado Dédalo, sinónimo de bohemia en el barrio de Barranco. Nadie diría, cuando se recorren sus locales con representantes de los mejores diseñadores peruanos, que el origen de este gran mercado del arte está en el garaje de la galerista María Elena Fernández, responsable del proyecto. Lo que comenzó como local donde vender las artesanías contemporáneas de sus amigos hoy es un macro centro comercial para tomar el pulso de los nuevos creadores del momento a precios asequibles. Los tejidos de algodón puro y alpaca peruanos se mezclan con originales joyas de pasarela y un rincón dedicado a descansar entre compra y compra, el patio de Dédalos, donde podrás tomar un café con un sándwich.
Galería Artesanal San Francisco
Aquí encontrarás las cosas más asombrosas y variopintas, eso si, a precios desorbitados que tendrás que negociar.
¡No te olvides de regatear!
Decir que los 'precios son negociables' es un eufemismo en la Galería Artesanal San Francisco, conjunto de locales comerciales situados en el casco antiguo, cerca de la Iglesia de San Francisco. Debido a la afluencia masiva de turistas, los precios están sobredimensionados en un principio, pero el regateo está permitido e incluso es recomendado. La ventaja de este entorno comercial es que encontrarás toda la artesanía del país -incluidas regiones lejanas- en un mismo lugar y que además aceptan otras monedas como euros, pesos argentinos y dólares. Lo más interesante de este centro artesanal es que puedes encontrar objetos variopintos y poco vistos, como estampitas religiosas antiguas, postales de la Lima de antaño, monedas y billetes dignos de coleccionista, piezas únicas de joyería, artesanos del vidrio y del espejo, que se alternan en los locales con los clásicos recuerdos de madera, barro y telas.
Jirón de la Unión
Bullicio de tiendas y restaurantes donde pasar una jornada agotadora.
Jironear' ya no está de moda.
Lo que a finales del siglo XIX y principios del XX fue la calle más aristocrática de la ciudad, Jirón de la Unión, hoy es una avenida peatonal de grandes centros comerciales o locales donde degustar la comida típica de Perú. Al parecer el trazado data de la época del conquistador Pizarro, que ordenó su distribución e incluso dispuso dónde debería situarse el Cabildo, en el mismo terreno donde hoy podrás contemplarlo. Alrededor de la Jirón existieron otras calles que hacían referencia a los comerciantes que se instalaron en ellas, como la calle Mercaderes o la calle Espaderos (hoy llamada 'Cuadra 5') donde se elaboraban y vendían puñales y espadas desde el siglo XVIII. Si hasta 1950 estaba de moda ponerse guapo e ir a jironear, entre intelectuales y artistas que se relacionaban con lo mejor de cada casa, hoy el paseo es más humilde y menos aristocrático donde sencillamente pasar una tarde de compras.
Bioferia de Miraflores
¿Quieres mate, granos puros de cacao, hierbas medicinales o verduras? Voilà!, has encontrado lo mejorcito de la región.
Remedios caseros.
¿Sabías que el brebaje indio "Aceite de Sacha Inchi" (que significa Fuerza del Bosque) es uno de los aceites con más porcentaje de Omega3 o que el mate combate el asma? ¿Y que masticar granos puros de cacao es bueno para los dientes? Todo esto te contarán los agricultores y horticultores que participan en la Bioferia de Miraflores, mercadillo que se celebra cada sábado por la mañana, como núcleo orgánico de la ciudad. Los precios no son baratos, pero a cambio tendrás las frutas, verduras e incluso hierbas tradicionales medicinales más sanas de la región, cultivadas de forma ecológica. La gran afluencia de compradores locales hace que a partir de media mañana sea difícil caminar por el mercado, por lo que conviene acudir el sábado a primera hora. Los quesos de cabra, los frutos secos y dulces artesanos se encuentran entre los productos más demandados.
Casa de la Mujer Artesana Manuela Ramos
Te gustará su entrañable artesanía local y ancestral, elaborada a mano por mujeres quechuas y aymaras.
Mujeres al poder.
Si quieres llevarte recuerdos entrañables de Perú, la mejor opción es fomentar la artesanía local elaborada por mujeres, posiblemente las que más necesitan apoyo para integrarse en el mercado. Para ello puedes visitar la Casa de la Mujer Artesana Manuela Ramos que funciona desde 1993 como motor dinamizador del comercio local. Aquí podrás encontrar muñecos elaborados con lana y otros tejidos, ponchos, chales, bufandas, carteras y otros objetos decorativos que recuperan la artesanía ancestral de las mujeres quechuas y aymaras de Puno, entre otras regiones. Se calcula que con cada proyecto que pone en marcha esta asociación se benefician cerca de 900 familias y sobre todo se reconoce el gran valor de la artesanía elaborada por las mujeres peruanas, a las que la asociación enseña a tejer y a vender sus pequeñas obras de arte para salir de la pobreza.
Miraflores Indian Market
Colorido y alegre mercado en donde el pequeño regateo está bien visto.
Compras tradicionales.
El colorido, la alegría contagiosa y la vitalidad peruana se dan cita en el Indian Market situado en Miraflores, donde podrás tratar de primera mano con los artesanos, sin intermediarios ni comisiones, e incluso con la posibilidad de regatear por algún producto. Aunque recuerda que esto no es un zoco árabe: como mucho podrás rebatir dos o tres soles (un euro) arriba o abajo. Entre los objetos que encontrarás aquí destacan los cestos, bolsos y mochilas elaborados a mano, piezas de piel de llama, tapices en relieve con escenas típicas peruanas, gorros y chaquetas tejidos con alpaca, pulseras de la típica manta cuzqueña y objetos decorativos realizados en madera o barro, delicadamente pintados. El Indian Market de Lima te ofrece además de las mejores compras tradicionales, un lugar perfecto para observar a los artesanos trabajando en directo ante tus ojos.
Barrio Chino
La mezcla de sabores chinos con sabores locales, tiene un resultado sorprendente, digna de ser catada.
Comida 'chifa'.
Una de las curiosidades de la multiculturalidad de Lima es su forma de denominar la mezcla entre comida china y comida peruana: comida chifa (que procede de cómo sonaba a los limeños la expresión 'chi fan', que es 'comer arroz'), que mezcla sabores extranjeros con productos locales en una sorprendente combinación. El mejor lugar para sumergirte en el mundo oriental, como si hubieras cambiado de país repentinamente, es visitar el Barrio Chino de la ciudad, núcleo turístico y comercial. Las aglomeraciones en esta zona son habituales, por lo que conviene no llevar encima artículos de valor y no descuidar la cartera. Para entrar en el Barrio Chino tendrás que cruzar el llamado Arco o Portada China, inaugurado en los años setenta y restaurado a finales del siglo XX, que te introducirá en una calle donde los vendedores ambulantes se entremezclan con las luces de neón y las tiendas de importación.
Centro Comercial Larcomar
Tiendas, cine, teatro, restauración, entretenimiento para los peques… ¡Completísimo y apetecible plan!
Tenemos un buen plan.
¿Te imaginas disfrutar de un día de compras, cine y cena tradicional peruana con vistas a un atardecer sobre las aguas del Pacífico? El gran Centro Comercial Larcomar se encuentra en un lugar privilegiado a orillas del mar, por lo que tu jornada de shopping será una ocasión única para disfrutar de todos los placeres del ocio en el mismo edificio. Las 12 salas de cine y el teatro del Centro Larcomar compiten con su programación (desde los últimos taquillazos al Ballet de Moscú), pero también encontrarás juegos infantiles para entretener a los peques, bolera, discoteca y amplia variedad de restaurantes para reponer fuerzas después de un día de compras. Entre la gran oferta comercial de sus 80 tiendas seguramente encontrarás todo lo que busques, desde regalos típicos peruanos, moda, joyería a salones de belleza y cosmética.
Museo Interactivo de la Ciencia y de la Tecnología
Los niños lo pasarán bomba en este museo donde la ciencia y la tecnología se convierten en un mero juego.
Parque de la Imaginación.
Si viajas con niños, un lugar que sea a la vez interesante y divertido es el llamado 'Parque de la Imaginación', donde se encuentra el Museo Interactivo de la Ciencia y la Tecnología. El objetivo de este museo es dar a conocer las leyes de la física, la naturaleza y mecánica, entre otras, en un recorrido por ocho salas con juegos interactivos que explican de forma práctica el por qué de esas leyes. Así los más pequeños entenderán cómo se puede levantar el peso de una persona mediante el trabajo de las poleas, estarán sometidos a un simulador de un terremoto, para saber qué hacer en caso de vivir uno, comprobarán las consecuencias de la deforestación del bosque amazónico... En total son ocho módulos divididos en 100 juegos, como la sorprendente silla eléctrica que se activa pedaleando en bicicleta.
Museo de la Inmigración Japonesa
Te empaparás de cultura japoperuana y te darás cuenta de la gran importancia que tiene para el país.
Relaciones japonesas y peruanas.
Los emigrantes japoneses que llegaron a Perú a comienzos del siglo XX también tienen su propio museo, que desgrana la estrecha relación entre ambas comunidades y el fenómeno migratorio entre ellas. El Museo de la Inmigración Japonesa (conocido como 'Carlos Chiyoteru Hiraoka' en honor a un empresario japonés) abrió sus puertas en 1981 para conmemorar la llegada de los inmigrantes orientales a Perú. En un principio comenzó su colección con objetos, herramientas, fotografías y elementos museográficos importados directamente de Japón. Con los años, las donaciones de las familias japoperuanas fueron conformando las exposiciones permanentes y temporales actuales, que analizan las relaciones entre ambas comunidades desde la Segunda Guerra Mundial, la evolución de las dos culturas a través del siglo XX y el fenómeno dekassegui, es decir, el retorno de los descendientes de emigrantes a Japón cuando la crisis afectó a Latinoamérica.
Museo de Cerebros
¿Quieres ver cómo queda un cerebro tras consumir drogas? ¡Aquí lo podrás ver con tus propios ojos!
¡300 cerebros a la vista!
Una exposición apta para valientes o interesados en la ciencia se encuentra en el insólito Museo de Cerebros de Lima, que como su propio nombre indica, contiene más de 300 masas encefálicas humanas dañadas por enfermedades o adicciones. Otras 2.880 son custodiadas en su depósito, extraídas de autopsias autorizadas que se llevan a cabo desde 1942 a la actualidad. El contenido de la visita es principalmente didáctico y científico, mucho más contundente que una campaña antidroga, ya que muestra sin tapujos los estragos que hacen las drogas en el cerebro, ejemplos de aneurismas, tumores, fetos con malformaciones y médulas espinales. La impactante colección recibe al visitante con la cabeza de un hombre de 60 años, con la mitad de su rostro y cabello y la otra mitad de hueso y cerebro al aire. Advierten de que al mes una o dos personas se desmayan durante la visita.
Museo de los Combatientes del Morro de Arica
Descubre la sangrienta historia del Asalto y Toma del Morro de Arica de 1880.
Peruanos contra chilenos.
Una colección de historias bélicas como la que contiene el Museo de los Combatientes del Morro de Arica solo se podría ubicar en la Casa del Coronel Francisco Bolognesi, donde nació este héroe militar, nombrado Gran Mariscal de Perú y patrón de su ejército. El Museo está dedicado a un hecho en concreto, el conocido Asalto y Toma del Morro de Arica de 1880 que enfrentó a peruanos y chilenos en una batalla salvaje que se saldó con casi 500 muertos chilenos y 700 peruanos. La colección cuenta con un cañón implicado en la defensa del Morro de Arica, uniformes militares, fotografías, cuadros y objetos personales de Bolognesi y su familia. En el museo también se homenajea al niño soldado Alfredo Maldonado Arias, de 16 años, que al grito de 'Yo no me rindo', prendió fuego al polvorín del fuerte Ciudadela, provocando una explosión en la que murió junto a sus compañeros peruanos y los enemigos chilenos que le exigían rendirse.
Museo de Bodega y Quadra
Visitando este museo te harás una idea de cómo vivían en la época peruana republicana.
Aquí vivió Juan Francisco de la Bodega y Quadra.
Si quieres visitar una auténtica casa de la época republicana peruana, el yacimiento mejor conservado de este período es el Museo de Bodega y Quadra, situado en lo que fue la vivienda del navegante Juan Francisco de la Bodega y Quadra, miembro de la Armada española que vivió en el siglo XVIII y descubrió la Isla de Vancouver. Se podría decir que el edificio contiene varios museos en uno: en la planta superior está la recreación de una casa colonial, con objetos y documentos de la época, perteneciente a la familia. Pero en el sótano encontrarás un sorprendente yacimiento arqueológico que ha descubierto restos de una casa anterior de la época prehispánica, con elementos que van desde piezas de oro, cerámica ming, tallas de madera hasta restos de los siglos XVI al XVIII. El pozo y las bodegas de la casa también forman parte del conjunto arqueológico que sin duda te sorprenderá.
Museo de Arte Italiano
Interesantes reminiscencias italianas estilo Bramante e interesante programa para invidentes, ¡consúltalo!
Un regalo de parte de Italia.
Perú cuenta con el apoyo cultural y económico de las comunidades extranjeras que se instalan en el país, y así lo demuestra el Museo de Arte Italiano, propuesto por el italiano Gino Salochi como regalo de la comunidad italiana a Lima para conmemorar la celebración del Centenario de la Independencia del país en 1921. El edificio tiene reminiscencias de la arquitectura renacentista de Bramante, autor de la Basílica de San Pedro, decoración con mosaicos y heráldica de las principales regiones italianas, así como una espectacular vidriera que recuerda a 'La primavera' de Botticelli. La colección que contiene se ha formado gracias a las donaciones de mecenas, con importantes representantes artísticos del siglo XX en adelante. Una de sus curiosidades es el "Programa de visita guiada para invidentes", que por primera vez en Lima y desde 1998 permite a los visitantes ciegos tocar -con unos guantes especiales- las esculturas expuestas en la colección.
Fundación Museo Amano
Este museo existe gracias al japonés Amano, quien se dedicó a restaurar restos arqueológicos con sus propias manos.
Alucinarás.
La Fundación Museo Amano tiene un origen sorprendente: la tenacidad y el pasatiempo de un empresario japonés asentado en Perú, Yoshitaro Amano, que a mediados del siglo XX recorría el país buscando restos arqueológicos precolombinos para restaurarlos en su casa artesanalmente y así confiar en que algún día podrían ser expuestos a la sociedad peruana. Cuentan las crónicas que los saqueadores de tumbas se avisaban para conservar piezas aparentemente menos valiosas que las joyas: "Cuando encuentres ceramios o telares, no los destruyas: por aquí viene un japonés loco que paga por ellos". Y así nació el Museo Amano, inaugurado en 1964 con cerca de cinco mil objetos prehispánicos y un descubrimiento inédito: la sociedad Chancay (del siglo XII al XV d.C), que había pasado desapercibida a los arqueólogos peruanos, y que el señor Amano descubrió con sus investigaciones independientes.
Museo Prehispánico Hernán Amat Olazábal
Este museo hace gala del buen hacer de muchos arqueólogos e investigadores, tomando como referencia a Amat Olazábal.
Al más puro estilo Indiana Jones.
Si quieres conocer cómo fueron las aventuras de los arqueólogos e investigadores que han excavado en Perú, el mejor recorrido audiovisual de esta generación de científicos se encuentra en el Museo Prehispánico Hernán Amat Olazábal, situado en el barrio Villa del Salvador. El museo recibe su nombre del gran arqueólogo peruano responsable de los hallazgos relativos a la cultura preincaica Chavín (desarrollada en torno al año 1.500 antes de Cristo), así como de numerosas investigaciones sobre civilizaciones de la época prehispánica. En este museo, en funcionamiento desde 2001, podrás recorrer varias secciones, como la dedicada a Machu Pichu, infografías y pictografías relativas a la avanzada sociedad mochica (del siglo II al VII d.C), incluida una reproducción del ajuar del jefe Moche llamado Señor de Sipán, así como una videoteca que reúne documentales realizados sobre las excavaciones y descubrimientos.
Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia
Estamos ante el museo limeño más antiguo e importante. La radiografía arqueológica que hace del país es francamente interesante.
El pasado peruano.
Una forma rápida y cómoda de conocer el auténtico pasado de Perú sin moverte de Lima es visitar el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia de la ciudad. Se le considera el museo más antiguo e importante de Perú, fundado en 1822, y cuyas exposiciones sólo muestran una pequeña parte de lo que en realidad conserva en su salas de restauración museográficas. El museo contiene una extensa colección que incluye distintos tipos de restos óseos y momias, vasijas, cerámicas y armas rudimentarias que se remontan al año 12.000 antes de Cristo y que radiografían el país a través de los restos arqueológicos encontrados en sus yacimientos. Una sección dedicada al arte precolombino explica las características de esta sociedad, a través de sus objetos, así como su evolución espiritual y decorativa desde las creencias originales a la conversión al cristianismo.
Museo de Arte de Lima
Este museo de aspecto neorenacentista es todo un referente cultural, siendo su misión acercar el arte al gran público.
MALI.
Uno de los referentes culturales de la ciudad, el Museo de Arte de Lima (MALI), combina su riqueza artística interior con una arquitectura palaciega neorenacentista que se remonta al siglo XIX y nació ya con el objetivo de acercar el arte al gran público. El Palacio de la Exposición se creó en 1871 con la firma de hierro de la escuela Eiffel de París y con el objetivo de albergar en su interior una colección que imitara las grandes exposiciones universales europeas de la época. Así se dio a conocer la 'Gran Muestra de Arte, Ciencias e Industrias', que conmemoraba los 50 años de independencia de Perú. Durante un siglo, el Palacio sirvió de escuela de arte, cuartel y hospital, Congreso y Ayuntamiento, hasta que por fin en 1953 volvió a prepararse para ser el Museo de Arte que se concibió en origen.
Machu Picchu
Por nada del mundo te pierdas Machu Picchu. El rey de los musts peruanos no te defraudará en absoluto.
Ciudad Perdida de los Incas.
¿Serías capaz de viajar a Perú y no pisar Machu Picchu? Siglos de cultura ancestral, naturaleza en estado puro y una experiencia inolvidable son los argumentos imbatibles para saber que este viaje merece la pena. La gran distancia que lo separa de Lima no es excusa para no visitarlo: puedes coger un vuelo doméstico entre la capital y Cuzco, que solo dura una hora y media. Desde Cuzco puedes dirigirte a Machu Picchu en un viaje en tren de tres horas que será inolvidable tanto por los paisajes como por el intercambio cultural con los lugareños que hacen ese mismo recorrido hasta el pueblo de Aguas Calientes, donde podrás comer e incluso buscar alojamiento si quieres descansar allí después del ascenso. La llamada Ciudad Perdida de los Incas se encuentra en la cima de la montaña, por lo que tendrás que aclimatarte primero y vigilar el cambio de presión y el mal de altura.
Chavín de Huántar
Escápate a estos restos arqueológicos poco machacados por el turismo y envueltos en misteriosas historias.
A una hora de vuelo.
Si quieres visitar un lugar todavía poco explotado por el turismo y al mismo tiempo cargado de historia y enigmas, no puedes perderte el viaje al mundo esotérico de Chavín de Huántar, situado cerca de la población de Huaraz, a una hora de vuelo desde Lima. Estos restos arqueológicos datan del año 1.500 antes de Cristo y más que una aldea se trataba de un lugar de culto sagrado al que peregrinaban los agricultores de la época para consultar el oráculo. Entre las pirámides, monolitos y laberintos de Chavín de Huántar, vivían de forma permanente los sacerdotes que predecían las sequías y lluvias del año, en función de su observación de las estrellas y de los comportamientos de los animales. Así podrían ayudar -previo cobro- a los peregrinos que acudían al oráculo a consultar la previsión.
Ciudad Sagrada de Caral
180 kilómetros separan Lima de esta maravilla arqueológica, patrimonio de la Humanidad. Interesante excursión.
Yacimiento arqueológico.
Uno de los yacimientos arqueológicos más sorprendentes que puedes visitar en Perú se encuentra a 180 kilómetros de Lima: la Ciudad Sagrada de Caral, considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2009. Se cree que su sociedad -5.000 antes de Cristo- fue coetánea a civilizaciones como la egipcia y mesopotámica y que como aquellas, se organizó por un sistema de linajes sagrados. Una de las curiosidades de la civilización de Caral fue su interés por la música, como muestran los instrumentos hechos con huesos. Para visitar este yacimiento puedes contactar con el mismo equipo de arqueólogos que trabaja allí y ofrece servicio turístico con salida desde el Museo de la Nación de Lima a Caral. Transporte, almuerzo y visita guiada incluida por 95 soles. Las salidas se ofrecen, previa inscripción, sábados y domingos a las 7.00 am con regreso a las 8.30 pm a Lima.
Marcahuasi
Las leyendas urbanas que existen sobre esta inmensa meseta son infinitas, ¡descúbrelas!
Enigmática meseta.
Para los viajeros más atrevidos existe una apasionante excursión 80 kilómetros al noreste de Lima, más allá del pintoresco pueblo de Chosica y adentrándose en la meseta de la Cordillera de los Andes, donde encontrarás la enigmática Marcahuasi. Se trata de una meseta granítica a 4.000 metros sobre el nivel del mar, donde se dice que existen influencias geomagnéticas peculiares -ovnis incluidos- y formaciones antropomorfas en sus montañas. Las teorías sobre estas formaciones geológicas son diversas: ¿simple erosión del viento o esculturas pétreas de una civilización perdida? Para llegar a Marcahuasi puedes viajar en autobús hasta San Pedro de Casta, que se encuentra a los pies de la cima (cuatro horas a pie, o dos en burro) y donde puedes alojarte antes de subir, para aclimatarte a las alturas. Conviene llevar agua, ropa de abrigo y comida: en la cima sólo encontrarás la inmensidad.
Pantanos de Villa
Humedales, tierra virgen y batiburrillo de aves en este refugio tranquilo y natural.
¡Adiós jaleo!
Un lugar para desconectar del tráfico y el ajetreo de la ciudad es el llamado 'Refugio de Vida Silvestre Pantanos de Villa', cerca de 2.000 hectáreas formadas por humedales y tierra virgen situadas en el distrito de Chorrillos. Su principal interés es ornitológico, por la extraordinaria variedad de aves autóctonas y migratorias que hacen parada en este santuario. Pero también merece la pena acudir a los Pantanos de Villa al atardecer para contemplar cómo reflejan los últimos rayos de sol en el agua que abastece a los humedales y que provoca un ecosistema característico. En tu visita puedes observar garzas y zambullidores pescando, colibríes e incluso águilas. Aunque esta zona es un área natural protegida, cada vez sufre más de la contaminación, urbanismo desenfrenado y fábricas cercanas, por lo que conviene visitarlo antes de que su deterioro lo convierta en un recuerdo.
Parque de la Exposición
Vital importancia artística la de este parque para la ciudad. Date un paseíto por él y lo entenderás.
Núcleo artístico.
El núcleo artístico de la ciudad se encuentra curiosamente en medio de un jardín, ya que los grandes museos que puedes visitar -como el Museo de Arte Italiano, el Metropolitano y el Museo de Arte de Lima- se encuentran todos en los alrededores del Parque de la Exposición. Este parque se inauguró en 1872 con la idea de albergar en él la gran Exposición Internacional de Lima y de ahí que se levantara en sus terrenos el Palacio de la Exposición. Tras superar siglos de reutilizaciones (como hospital y acuartelamiento peruano durante la guerra con Chile y después de la derrota como cuartel chileno), en el siglo XX se retomó la idea de destinar el Parque a motivos artísticos. En la actualidad, puedes disfrutar de un agradable paseo por sus jardines, visitar los museos cercanos o admirar a los artistas callejeros que pintan y venden en las inmediaciones.
Zoo-parque de las Leyendas
Además de todo tipo de animales, en este atípico zoo, encontrarás ciencia y mucha arqueología.
No es un zoo cualquiera.
Necesitarás al menos una jornada entera si quieres visitar todo lo que ofrece el Zoo-Parque de las Leyendas, rincón científico y arqueológico de Lima donde grandes y pequeños de la familia quedarán sorprendidos. No se trata del típico zoo con su acuario y especies autóctonas e internacionales en sus hábitats recreados, que también lo tiene, así como un área de botánica. El Parque de las Leyendas cuenta sobre todo con una unidad arqueológica que se ha dedicado en los últimos años a difundir las culturas prehispánicas a través de los resultados de las excavaciones en los yacimientos de la ciudad. El Museo del Sitio Ernst W. Middendorf, inaugurado en 2003 dentro del mismo parque, forma parte del llamado Complejo Arqueológico Maranga -con sus habituales pirámides y terrazas de adobe- y muestra los descubrimientos de civilizaciones con más de dos mil años de antigüedad.
Parque del Amor
Rincón romántico solo apto para personas enamoradas a las que les van las carantoñas más dulces y empalagosas.
Besos largos.
Si tu viaje a Lima coincide con el 14 de febrero y además acudes con pareja, estás de suerte: podrás participar en el multitudinario maratón del 'Beso más Largo' que cada año se celebra por estas fechas en el Parque del Amor, situado cerca del paseo marítimo de Miraflores. La escultura titulada 'El beso', del artista peruano Víctor Delfín, domina este paseo con vistas al atardecer sobre el Pacífico y tantas citas de romanticismo y dulzura en los bancos como para matar de un coma a un diabético. No es tu lugar si no estás enamorado, porque te cruzarás con parejitas que pasean de la mano, otros que se hacen fotos con las puestas de sol de fondo, otros que emulan el beso escultórico y así sucesivamente. Si te abstraes de todo esto, no deja de ser un lugar extraordinario con un gran paisaje.
Mirador del Cerro San Cristóbal
Atardeceres naranjas a 400 metros sobre el nivel del mar. Perspectiva alucinante de Lima.
Vistas panorámicas de la ciudad.
Tanto para días despejados como para atardeceres de cielos naranjas, la excursión al Mirador del Cerro San Cristóbal es una gran ocasión para contemplar una vista panorámica de Lima en toda su magnitud. Situado a 400 metros sobre el nivel del mar, el Cerro es destino de peregrinaciones religiosas que visitan su cruz, supuestamente de propiedades milagrosas. Puedes iniciar el ascenso simplemente camino arriba, o bien coger un autobús -llamados 'urbanitos'- que sale los fines de semana desde la Plaza de las Armas y realiza un recorrido turístico al cerro por dos dólares. En lo alto de la colina se encuentra un museo explicativo del lugar, que incluye una exposición de fotografías antiguas de la vieja Lima y recreaciones de personajes populares, como el 'vendedor de velas' o la 'tapada limeña', atuendo característico de las mujeres en el siglo XVI que sólo dejaba un ojo destapado.
Circuito Mágico de Agua
Fuentes espectaculares y divertidas aptas para mojar los pies, calarse de arriba abajo o simplemente observar.
Diversión a remojo.
Tanto si viajas con niños como si quieres pasar un día a remojo y después tomar el sol en la pradera, el Parque de la Reserva donde se encuentra el Circuito Mágico de Agua es la mejor propuesta. El paisajismo del parque arrancó a comienzos del siglo XX, con esculturas conmemorativas de la independencia del país y otros ejemplos de los talleres de los mejores escultores peruanos. Sus ocho hectáreas de jardines, fuentes y arquitecturas neoclásicas sufrieron una etapa de abandono hasta que a comienzos del siglo XXI se decidió recuperar este pulmón verde como núcleo del turismo. Así nació el Circuito Mágico del Agua, inaugurado en 2007 y Récord Guinness por ser el Complejo de Fuentes más Grande del Mundo en un Parque Público. Fuentes en las que refrescarse, calarse entero y deleitarse con espectáculos nocturnos de luces láser, música y composiciones cibernéticas que no te puedes perder.
Ayahuasca Restobar Lounge
Otro restaurante incluído en la lista de los 50 mejores del mundo. Sus cócteles son impresionantes.
Noches glamurosas.
Inaugurado en 2008, el Ayahuasca Restobar Lounge se ha convertido en poco tiempo en un referente en las noches de glamour peruanas, llegando a encontrarse entre los 50 mejores restaurantes del mundo, según la guía San Pellegrino 2011, que destaca especialmente los cócteles de este local. El Ayahuasca se encuentra ubicado en una casona republicana de finales del siglo XIX conocida como Mansión Berninzon, por lo que atravesar su puerta supone sumergirse en la elegancia de la época combinada con una decoración estridente de influencias chamánicas y referencias a los antepasados precolombinos. Contrasta la estudiada combinación de muebles tradicionales con la vanguardia y el diseño ultramoderno, todo ello bajo luces de neón, paredes de colores y ambientes que cambian si vas de 'afterwork' (de cinco a ocho de la tarde) o buscas unas copas acompañadas por algo de picoteo, de ocho de la tarde a tres de la mañana.
Huaca Pucllana
Cocina local con vistas directas a Huaca Pucllana y sus pirámides de adobe. Todo un espectáculo para tus sentidos.
Cenar rodeado de historia.
Si quieres degustar la cocina típica peruana en el entorno de uno de sus yacimientos sagrados del siglo V, el mejor momento del día es al anochecer, cuando cae el sol sobre siglos de historia y tierra y queda iluminada la Huaca Pucllana. El restaurante con el mismo nombre se encuentra en el interior del yacimiento, y tanto en la terraza como a través de los ventanales, puedes comer con la mirada perdida en las pirámides de adobe donde acudieron los antepasados de Lima a consultar el oráculo y las previsiones sacerdotales. Conviene reservar con antelación para cenar en la Huaca Pucllana y se puede consultar si siguen disponibles los guías nocturnos que por un precio elevado se ofrecerán a llevarte de paseo por las ruinas. Los platos típicos van desde el clásico cebiche peruano a cabritillo, pasando por ají de gallina a la antigua.
Artístico Café Bistró
Ambiente bohemio e intelectual en un espacio de cocina internacional vanguardista lleno de sorpresas.
En el Museo de Arte Contemporáneo de Lima.
El Museo de Arte Contemporáneo de Lima no solo ofrece su espacio para visitarlo con interés artístico, sino que también ofrece el bohemio Artístico Café Bistró, con una acogedora terraza situada ante una amplia extensión de jardines y estanques. En este rincón de Lima podrás encontrar a la mayoría de estudiantes de look moderno, intelectuales con un libro en la mano, escritores con su ordenador y turistas al por mayor, participando en alguna de las jornadas gastronómicas especiales que organiza este local. No solo se trata de gastronomía: debido al lugar emblemático donde se encuentra, la experiencia tiene que aportar algo más. Por eso los platos de cocina vanguardista internacional -no solo peruana- destacan por degustarse al lado de performances y exposiciones al aire libre que organiza el Museo. Sin duda, la mejor opción para terminar una jornada de turismo artístico.
Twist Gourmet Burguer Bar
Raciones mini que te permiten probar más variedad de platos ¡Sus hamburguesas te harán volver!
Ricas mini hamburguesas.
¿Eres de los que tarda en decidirse para elegir una hamburguesa? En el Twist Gourmet Burguer Bar te lo ponen fácil: prueba todas las variedades en su formato mini, acompañado de una guarnición de papas, verduras o croquetas. Situado en Barranco, cerca de la playa, este local combina una excelente selección de buena carne con las coberturas más originales, acompañadas por cerveza de importación y cerveza local para contrastar. Así encontrarás las mini burguer Clásica, Caprese y Mexicana, con sus respectivas salsas, para saber cuál escogerás la próxima vez que acudas a este restaurante, porque sus deliciosas propuestas y precio asequible te harán volver. Curiosamente, el local suele participar en las artísticas Noches en Blanco (en las que mantienen la cocina abierta hasta las cinco de la mañana) y el Lima Design Week con hamburguesas especiales para la ocasión.
Aromas Peruanos
Aquí podrás comer todo lo que se antoje por un módico precio. Una interesante opción a tener en cuenta.
Gran buffet.
Para los glotones que quieren disfrutar de la auténtica comida casera peruana sin limitaciones también existe una opción: el buffet Aromas Peruanos, donde cada uno se sirve lo que se cree capaz de comer por un precio más que asequible. Curiosamente, este restaurante permanece abierto a distintas horas del día, con menús especiales y distintos para la hora del desayuno y la comida. El desayuno criollo, para alimentar a un ejército, consta también de platos típicos peruanos como lomito al jugo con tacu-tacu (arroz cocido y menestra con salsa), butifarras, huevos revueltos con jamón, tabla de quesos y embutidos, además de la clásica bollería y dulces artesanos. Los platos cambian y son aún más creativos en la comida del bufet, aunque también existe la posibilidad de probar platos de cocina fusión y vanguardia si eliges el menú a la carta.
Saqra
Su acogedor salón roza lo irreal y mágico. Cenas íntimas a ritmo de risottos, carnes o bombitas dulces. Muy recomendable.
Cocina de espíritu libre.
El restaurante Saqra ubicado en Miraflores se define a sí mismo como cocina de espíritu libre, y no lo entenderás hasta que cruces sus puertas y te adentres en un mundo onírico donde la magia, el buen gusto y la gastronomía se mezclan en su salón y su acogedora terraza para cenas más íntimas. Ninguna silla ni lámpara es igual a su compañera, aprovechan el reciclaje hasta para los vasos y botellas, cada uno distinto, donde te servirán las bebidas. Los platos tienen títulos tan sorprendentes como picarones rellenos de caramelo de piña o bombitas rellenas de algarrobina, ambos entre los postres más solicitados por sus clientes. Sus delicias gastronómicas van desde el risotto con queso azul a toda una variedad de pescados, pasando por ensaladas creativas de algas o palmitos, sin olvidar su talento a los fuegos para la carne.
Sargento Pimienta
Local mítico de ambiente rockero, donde sin duda alguna te lo pasarás 'chévere'.
Rock and roll peruano.
Los visitantes de Lima y amantes del rock no se pueden perder uno de los locales míticos de la ciudad, el Sargento Pimienta, situado en la zona bohemia del distrito de Barranco. A media luz y volumen alto sonarán todos los clásicos que no conoces y son grandes hitos del rock peruano, 'pa que la pases chévere', como dicen los dueños del pub. Sus DJ residentes se encargan de mantener el ambiente rockero durante toda la noche (incluido algún festival inventado por Sargento Pimienta, como el 'Día Internacional del Rock') y también dejan paso a grupos de trayectoria internacional que suben al escenario y ofrecen grandes conciertos de funk, soul y R&B. Las fiestas setenteras organizadas por este pub son míticas, por lo que si te gusta este tipo de ambiente, no olvides meter una camisa de lentejuelas en la maleta.
La Mar Cebichería
Productos frescos del mar y de la tierra, mimados por el chef Anthony Vásquez, resultan en una carta de diez.
Marisco innovador.
Uno de los chefs peruanos con mayor proyección internacional, Anthony Vásquez, es el responsable de los innovadores platos que te ofrece La Mar Cebichería, no aptos para alérgicos al marisco, su especialidad principal. Al igual que hicieron sus antepasados, los cocineros de este restaurante priman los productos autóctonos, en contacto directo con los agricultores y los pescadores de la zona que les llevan productos frescos directamente del huerto y el mar a su cocina. Sus recetas, además, hacen un recorrido por las variedades gastronómicas de la región, con distintos guisos marineros, los típicos tiraditos y ajíes peruanos, con papas y arroces siempre fuertemente especiados. Los cebiches, especialidad de la casa, no son su única propuesta culinaria: también ofrecen sopas típicas como el Levantamuertos, parrilladas, piqueos para compartir, arroces, pastas y bebidas tradicionales de Perú, como el cóctel pisco sour.
Astrid y Gastón
Estás ante uno de los mejores 50 restaurantes del mundo. Sus platos son auténticas obras de arte.
Alta cocina vanguardista.
Considerado uno de los cincuenta mejores restaurantes del mundo por la prestigiosa guía S. Pellegrino en 2011 (el equivalente a los Óscar en gastronomía), la franquicia de la cadena Astrid y Gastón en el distrito de Miraflores no te decepcionará. Vaya por delante que los precios y la cantidad de comida en los platos están directamente relacionados con los premios y la alta cocina. Sin embargo, está considerado uno de los mejores locales de Perú, tanto por su exquisito trato y atención al cliente como por su variada cocina fusión que compone platos como si fueran obras de arte en la mesa. Conviene reservar con tiempo porque la lista de espera los fines de semana es considerable. Si quieres disfrutar de una experiencia gourmet, como excusa para acercarte a la cocina peruana más vanguardista, éste es tu lugar.
La Locanda
Escoge un look formal y acércate al Swissotel. Alfonso Candiott convertirá tu menú peruano-mediterráneo en una grata experiencia.
Zapatillas de deporte no, por favor.
Lo primero que advierten en el restaurante La Locanda, situado en el Swissotel, es que solo te dejan entrar si vistes formal, sin necesidad de exagerar, pero prohibido un look desenfadado de turista. Solo así podrás conocer el exquisito menú fusión de cocina peruano-mediterránea introducidos por el maître Alfonso Candiotti, personaje emblemático que hará de tu comida o cena una experiencia gastronómica inolvidable. Ambientado en un local donde la elegancia y el lujo se respira en el ambiente (esculturas y espejos rococós incluidos), La Locanda es perfecto para una ocasión especial. Entre sus platos estrella destaca el pescado (como sus cazuelas de langosta y el llamado cebiche fusión), aunque también tienen éxito entre los clientes los cochinillos de piel crujiente y carne que se deshace en la boca. Su carta de vinos y de postres también te sorprenderán.
Lunahuaná
Rafting, piragüismo, trekking, rutas a caballo…, ¿te apuntas?
¡Aventureros al ataque!
Si lo tuyo son las emociones fuertes no te puedes perder una propuesta de ocio de aventura en el valle de Lunahuaná, ubicado a 182 kilómetros al sureste de Lima y centro neurálgico de excursionistas y campistas. Los rápidos del río Cañete son perfectos para iniciarse en el rafting (allí llamado 'canotaje') y piragüismo, con corrientes tranquilas durante todo el año debido a su clima templado y estable. Los turistas pueden descender el río incluso con niños, siempre que naveguen con el instructor que dará las indicaciones para sortear las zonas menos seguras. Se recomienda llevar repelente de insectos y muda de ropa. En este valle de deportes de aventura, al que se accede contratando un transporte privado desde el cercano pueblo de San Vicente de Cañete, también se puede realizar escalada en rocódromo o 'palestra', rutas a caballo, trekking y visitas a bodegas vitivinícolas.
La Tarumba
Sus acrobacias y puestas en escena nada tienen que envidiarle al mísmisimo Circo del Sol. No te las pierdas.
Había una vez un circo'.
Un espectáculo de circo-teatro a la vieja usanza, forjado en las calles de Lima desde los años 80 y convertido en referente nacional del espectáculo, La Tarumba es una buena opción tanto si viajas con niños como si quieres tomar el pulso al teatro independiente peruano. Dicen las crónicas que en los últimos años los espectáculos acrobáticos y aéreos bajo la carpa de la Tarumba cada vez tienen menos que envidiar al Circo del Sol, con una espectacular puesta en escena y acompañamiento musical. Si después de ver uno de sus montajes quieres aprender de estos grandes maestros circenses, La Tarumba ofrece también una escuela con talleres dirigidos a niños, adolescentes y adultos donde enseñan acrobacias y malabares. Curiosamente, también tienen un servicio de coaching para empresas donde trabajan con sus empleados a través del circo como hilo conductor.
Las Brisas del Titicaca
Esta asociación sorprende tanto a locales como a extranjeros con un completo espectáculo artísitico y gastronómico.
Folclore peruano.
Si quieres conocer el auténtico folclore peruano, sus danzas y atuendos típicos, acompañados de la degustación de su comida tradicional, el mejor rincón para pasar una noche diferente está en la Asociación Cultural Brisas del Titicaca. Se trata de un local de show y restaurante situado en la calle Héroes de Tarapacá, que gira en torno a las danzas regionales del país, cada una con sus diferencias y peculiaridades. El equipo artístico suele participar, además, en giras internacionales y celebraciones peruanas con motivos de aniversarios históricos, así como colaborar con grupos folclóricos de otros países a través de los llamados 'Martes Latinoamericanos' que organiza la agrupación. Este espectáculo artístico y gastronómico está destinado a sorprender tanto a turistas locales como extranjeros, con un menú que incluye platos típicos como 'chuño revuelto' (queso con patatas), chicharrón de cerdo o malaya (carne) dorada.
La Casa de Chocolate
Este museo interactivo con tienda y talleres incluidos es el paraíso del chocolate, ¿quieres un trozo?
¿Te gusta el chocolate?
Supongamos que el chocolate no nace en las tabletas ni en los paquetes, y que queremos convertirnos en maestros chocolateros. No existe otro sitio mejor para hacerlo que Lima, cuna del cacao, con La Casa de Chocolate, situada en el barrio de Miraflores que sirve al mismo tiempo de museo interactivo, taller de chocolate y rincón delicatessen para los más golosos. Este proyecto de Chocomuseo también funciona en otras ciudades de Nicaragua y Perú con la idea de acercar al público todo el proceso de fabricación del chocolate, desde nociones básicas sobre su cultivo, talleres exprés de dos horas para convertir el grano de cacao en figuritas de chocolate y nociones básicas para sorprender con recetas deliciosas y sanas, con menos conservantes y colorantes de los que encontrarás en un producto industrial. Si quieres llevarte un regalo original y chocolatero de vuelta, también disponen de tienda-cafetería.
Puente de los Suspiros
¿Crees en la eternidad? Cruza el puente con tu pareja y engancha un candado en el puente: ¡jamás os separaréis!
Deseos cumplidos.
Dice la tradición que si cruzas el Puente de los Suspiros por primera vez sin respirar y al llegar al otro lado pides un deseo, éste se cumple. Solo son unos 30 metros de largo para unir la calle Ayacucho y la Ermita, pero conviene coger aire. Otra tradición que se ha puesto de moda últimamente indica que si viajas acompañado por tu pareja y dejas enganchado un candado en el puente, seguiréis juntos eternamente. Pero primero tendrás que encontrar un hueco libre en la barandilla, reto aún más difícil. El Puente de los Suspiros fue construido en 1876 y ha sufrido penurias como la Guerra del Pacífico y su voladura por parte de las tropas chilenas, así como un terremoto en 1940 que obligó a su restauración. Hoy es uno de los rincones preferidos por los enamorados por encontrarse en un lugar pintoresco donde suelen aparecer músicos callejeros al atardecer.
Cicloturismo Perú
Interesantes tours sobre ruedas con paradas gastronómicas incluidas.
Pedaleando por Perú.
Una forma distinta de conocer Lima puede ser subido a una bici, con un recorrido de cuatro horas desde tu hotel por todos los callejones y lugares turísticos de la ciudad, incluidas paradas gastronómicas. El Cicloturismo Perú ofrece tours de dificultad baja para que recorras el casco histórico a tu ritmo, con un guía que te indicará las rutas con menos tráfico y los carriles-bici disponibles. El paseo incluye una parada en uno de los bares donde mejor se prepara el tradicional 'pisco sour' peruano, cóctel a base de aguardiente de uvas, zumo de limón y otros ingredientes secretos, que al parecer se puso de moda en Lima en 1920 y desde entonces se mantiene como bebida tradicional. Para los ciclistas entrenados también existe la posibilidad de solicitar rutas fuera de Lima, de diversas dificultades, que van desde la Ciudad Sagrada de Caral a Pachacamac, pasando por el Circuito de los Incas.
Punta Hermosa y Punta Negra
Baños de sol y deportes acuáticos siempre que la niebla y los tiburones te lo permitan.
Un rayo de sol, oh, oh, oh'.
Los amantes del sol y la playa quizás se queden decepcionados con la costa limeña, ya que suele estar cubierta por una casi permanente neblina debida a la humedad. Si eres un amante del surf, tu rincón se encuentra a 58 kilómetros al sur: las playas de Punta Negra, con olas que según los especialistas son perfectas tanto para surferos principiantes como experimentados, siempre que lleves neopreno y los ojos bien abiertos. No tiene por qué suceder nada, pero en las costas de Perú viven 58 especies de tiburones, ni más ni menos. Otro destino de sol y olas es la Playa Punta Hermosa, a 40 kilómetros de Lima, donde además de surf puedes bucear por los arrecifes y pasear por sus impresionantes playas, disfrutar de un día en el balneario o visitar "La Isla", desde cuya cima podrás contemplar una panorámica del Pacífico en su máximo esplendor.
Parapente Perú Fly
Ocio para valientes. Asombrosas experiencias que no olvidarás jamás.
¡Volando voy, volando vengo!
Si quieres disfrutar Perú a vista de pájaro, la mejor propuesta de ocio es el Parapente Perú Fly, una opción solo apta para valientes. Debes llamar previamente a la oficina de información que tienen instalada en el Parque del Amor de Miraflores, para consultar las condiciones meteorológicas y solicitar presupuesto, que por cierto se puede regatear. Los instructores aseguran que vuelan prácticamente todos los días del año y si no te cogen el teléfono es porque están en el aire: déjales un mensaje y ellos te llamarán. Entre las actividades encontrarás 'bautismos de vuelo' en tándem con instructor, tanto en ala delta como parapente. El 'parapuerto' de Lima se encuentra en el Malecón Cisneros y los vuelos se suelen realizar en Lima, aunque también existe la posibilidad de lanzarse en paracaídas en otros puntos del país con vistas aseguradas, como Cuzco o la región de Nazca.
Palacio de Torre Tagle
Toque andaluz para este imponente edificio limeño que no debes perderte por nada del mundo.
Esencia española.
La influencia de la arquitectura barroca española se deja entrever en el imponente edificio que hoy alberga el Ministerio de Asuntos Exteriores de Perú, el Palacio de Torre Tagle, que perteneció al Marquesado de Tagle desde el siglo XVIII hasta que fue adquirido por el gobierno peruano en 1918. Su fachada te recordará las influencias mudéjares del barroco andaluz, con una inconfundible balconada morisca de madera labrada, en torno a la cual se abre un pórtico de piedra con escudo blasonado. El edificio se levantó en 1735 y es considerado uno de los máximos ejemplos del arte limeño: traspasado el zaguán encontrarás un patio andaluz en torno al cual se disponen las galerías con las habitaciones de la antigua residencia, incluida una capilla, grandes salones ricamente decorados -con Rembrandt en sus paredes- e incluso un pintoresco carruaje azul y rojo donde viajaba el marqués.
Casa Solariega de Aliaga
Sus muebles de época, sus salones y escalinatas harán que te traslades al pasado sintiéndote el mismísimo Pizarro.
Generación tras generación.
Si quieres pisar el mismo terreno que pisó el conquistador Pizarro y sus acompañantes, una visita interesante es la Casa Solariega de Aliaga, que desde 1535 pertenece al capitán Jerónimo de Aliaga Ramírez -a quien le regaló Pizarro estas tierras como muestra de su agradecimiento por su labor en la conquista- y sus descendientes. Es el único ejemplo en Latinoamérica de una vivienda que ha pertenecido durante más de cinco siglos a la misma familia, que todavía la habita y ha puesto a disposición del público para organizar visitas turísticas e incluso cenas de gala en su restaurante. La Casa Solariega de Aliaga sorprende por el eclecticismo de su arquitectura, ya que cada generación de Aliaga fue incorporando ornamentos de cada siglo. Los grandes salones, escalinatas y muebles de época hacen de esta visita un viaje al pasado imprescindible.
Huaca Pucllana
Viaje a la época de ritos ancestrales, sacrificios humanos y ofrendas a los dioses. Interesantísimo.
¿Viajamos un rato?
La visita a la Huaca Pucllana, ubicada en el distrito de Miraflores de Lima, supone un auténtico viaje al pasado, hacia el siglo IV después de Cristo, cuando los pobladores de las tierras costeras levantaron esta pirámide con sus respectivas salas, laberintos y terrazas cercanas. A simple vista parece una gigantesca librería arquitectónica porque construyeron las paredes como si estuvieran formadas por miles de libros de adobe. Al parecer, esta zona ceremonial fue protagonista de ritos ancestrales con sacrificios humanos incluidos y rotura de vasijas como ofrenda a los dioses. El museo del lugar ha recreado a escala real algunas de las costumbres de esta colonia y expone las cerámicas y los objetos encontrados en las excavaciones. En la visita podrás observar también el trabajo de los arqueólogos que siguen investigando sobre el terreno para saber más sobre esta civilización.
Huaca Huallamarca
Tesoro arqueológico que afortunadamente sigue en pie... ¡Digno de visitas y halagos!
Misterios no resueltos.
Uno de los misterios sin resolver de las culturas preincaicas de Lima es la Huaca Huallamarca, monumento situado en el barrio residencial de San Isidro, como un conjunto arqueológico dominado por una pirámide trunca. Por suerte, el sentido común ha hecho que las autoridades conserven y restauren este yacimiento de origen posiblemente ceremonial y funerario, ya que a principios del siglo XX hubo varios intentos de limpiar el solar e instalar un parque público en su superficie. La Huaca Huallamarca data del siglo I antes de Cristo y por motivos que se desconocen fue abandonada por su población hacia el siglo III d.C. Atrás dejaron cerámicas, enseres, herramientas de agricultura e incluso muñecos de trapo -curiosamente nada de armas- junto a sus muertos, en las tumbas que hoy se pueden visitar en el museo dedicado al estudio del sitio.
Basílica de San Pedro
No solo te fijarás en sus retablos y decoración barroca: sus reliquias llaman la atención, especialmente si eres creyente.
Inconfundible sello jesuíta.
La iglesia y convento de San Pedro lleva el sello inconfundible de la comunidad jesuita que ordenó su construcción, allá por el siglo XVI. Su fachada neoclásica esconde en su interior una iglesia que quiso imitar al principal orgullo arquitectónico jesuita de Roma, la llamada Iglesia de Gesú, y para más espectacularidad, la orden compró también la plaza que había justo frente a la iglesia, desde la que se puede admirar todavía más su perspectiva. Más allá de los hermosos retablos y ornamentación barroca interior -muchos de ellos donados por la aristocracia de la época-, lo más curioso de esta iglesia es su colección de reliquias. Según cuentan los creyentes, en la Basílica de San Pedro reposan restos de la Cruz del Calvario e incluso una espina de su Corona, además de una colección de costillas, muelas, osamentas enteras y polvo de hueso de varios santos.
Parque de la Muralla
¿Sin planes para un sábado noche? Acércate a este parque y disfruta de su ambiente nocturno. Te gustará.
Muralla protectora
El siglo XVII en Perú fue una entretenida época de constantes asaltos de piratas y enemigos al virreinato español, por lo que fue necesario fortificar Lima con una muralla de la que hoy quedan algunos restos. Otro de los problemas que tuvieron que solucionar fueron las subidas del río Rímac que en más de una ocasión anegó las calles y deshizo los rudimentarios cimientos de sus edificios, por lo que fue construyeron un muro de contención de piedra junto a las murallas para soportar las riadas. El Parque de la Muralla es un rincón que forma parte del programa de recuperación de la vieja Lima, y ha servido para conservar parte de la fortificación y relanzar su interés turístico. El mejor momento para visitarlo es en fin de semana y de noche, cuando se llena de músicos callejeros, actividades al aire libre y una enigmática iluminación de sus vetustas piedras.
Convento de San Francisco
Catacumbas, lienzos, repujados y mucho más te encontrarás en una de las iglesias más majestuosas de la ciudad.
Gran riqueza interior.
Uno de los monumentos imprescindibles en tu visita a Lima es el Convento de San Francisco, espectacular ejemplo de la arquitectura barroca hispano-peruana, que desde la primera capilla del siglo XVI a su majestuoso aspecto contemporáneo ha pasado por siglos de remodelaciones, incluidas las necesarias después de terremotos que derrumbaron por completo el Convento. Lo más interesante de este conjunto religioso es su riqueza interior, con pasos de procesiones repujados en plata y pan de oro, lienzos de la escuela de Rubens, un delicado claustro que esconde jardines de gran belleza, una extraordinaria biblioteca con pergaminos e incunables que suman 25.000 ejemplares y sobre todo, sus misteriosas catacumbas visitables, que funcionaron hasta la apertura del cementerio en 1810. Se cree que el convento alberga más de 25.000 almas en el osario, con las calaveras y los huesos clasificados y ordenados geométricamente.
Casco Histórico
Paseando por el casco histórico sentirás estar pisando tierra sagrada. La esencia indígina sigue bien presente en Lima.
Lujo arquitectónico.
Cuando pasees por el casco histórico de Lima recuerda que estás pisando tierra sagrada, sobre todo en la zona cercana a la iglesia de Santa Ana, donde se encontraba el antiguo oráculo o huaca, al que acudían los indígenas y consultaban sus problemas. Tras la conquista española y posteriores virreinatos, el sincretismo nativo de la ciudad fue sustituido por numerosas iglesias cristianas y un lujo arquitectónico que permanece hasta hoy, con grandes balconadas y casonas aristocráticas. Sus plazas albergaron condenas a muerte de la Inquisición y corridas de toros, donde hoy te encontrarás un paseo por la arquitectura neocolonial y la reordenación urbanística. El núcleo formado por la Plaza Mayor y los monumentos adyacentes, junto a la Plaza de San Martín y la Plaza Santa Ana componen el casco histórico nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad a principios de los años noventa.
Cementerio Presbítero Matías Maestro
El cementerio de las anécdotas y los escándalos es una de las visitas obligadas en la ciudad peruana.
Primer panteón civil latinoamericano.
Además de ser el primer panteón civil de Latinoamérica, el Cementerio Presbítero Matías Maestro alberga casi más anécdotas que tumbas desde 1805. Para empezar, supuso un escándalo la idea de no enterrar a los muertos en las criptas de las iglesias. El paisajismo del cementerio contaba con parques, esculturas y delicadas capillas que fueron decoradas con frescos en su interior. Y precisamente cuando pintaba los últimos retoques, sufrió un accidente el pintor Francisco Acosta y falleció. Pero su cuerpo fue escondido y tuvo que esperar para ser enterrado a que se celebrara el oficio del arzobispo español Juan Domingo González de la Reguera, que tendría el honor de ser el primer enterrado en el lugar. Escenario de rituales cristianos y otros santeros, el último escándalo sucedió en 1917, cuando la bailarina rusa Norka Rouskaya danzó semidesnuda la 'Marcha Fúnebre' de Chopin en mitad de la avenida del cementerio y de noche, jaleada por un grupo de bohemios y escritores de la época que casi terminan en la cárcel por su aventura.
Palacio Municipal
Neocolonial por fuera, renacentista francés por dentro. Su azarosa vida es digna de una visita.
Antiguo corral con llamas.
Curiosamente, en los lejanos tiempos de la conquista española, el primer Cabildo o Ayuntamiento se instaló en la casa de Pizarro. Lo que hoy ves como Palacio Municipal era en realidad un corral con llamas, propiedad de otro prohombre de la época, allá por 1548, donde se comenzó a levantar el edificio actual. Las prisas para construir el Palacio, la orografía del terreno y el uso masivo que se le dio (su balconada soportaba a los hombres de la municipalidad en fiestas, procesiones y corridas toreras) hizo que en pocos años rozara la ruina. Varios incendios e inundaciones después, la construcción sobrevivió como pudo hasta que en 1939 se llevó a cabo una restauración completa del edificio, con apariencia neocolonial en el exterior y renacentista francés en los recargados interiores. En tu visita encontrarás aquí también la lujosa Biblioteca Municipal, con más de 15.000 ejemplares.
Templo de Chuquitanta
Este peculiar y extraordinario paisaje es vecino de la desembocadura del río Chillón.
´El Paraíso`.
A pocos kilómetros de la desembocadura del río Chillón, cerca de Lima, se encuentra el extraordinario paisaje del Templo de Chuquitanta, también conocido como "El Paraíso", un yacimiento que data del año 1.500 antes de Cristo y que parece un extraño paisaje lunar de adobe y piedra. Su descubrimiento es relativamente reciente, en el año 1965 por el arqueólogo Frederic Engel, y supone uno de los yacimientos más antiguos de Perú, pertenecientes a una civilización perdida que posiblemente se dedicó a la agricultura y la pesca, y que realizaba rituales sagrados con ofrendas carbonizadas para sus dioses. 'El Paraíso' ha sido excavado hasta encontrar su pirámide ceremonial y las viviendas cercanas hasta sumar 50 hectáreas de este pueblo ancestral. Se cree que Chuquitanta era un centro religioso y administrativo, con una organización compleja y vida apacible junto al mar.
Palacio de Gobierno
Larga historia para la actual residencia oficial del presidente de Perú. Apta para visitas, eso sí, ¡solo por fuera!
Casa presidencial.
Al parecer, la llegada de las tropas españolas a Lima en el siglo XVI no solo supuso el expolio de las tierras indígenas y la desertificación del vergel de frutales que encontraron (porque 'no tenían dónde poblar la ciudad', según el conquistador Francisco Pizarro). También se hicieron confiscaciones simbólicas, como la casa del cacique local Taulichusco, donde se instaló el Palacio del Virreinato y posteriormente Palacio o Casa de Gobierno que actualmente sirve de residencia y centro ejecutivo del presidente de Perú. El edificio actual no tiene nada que ver con la primera casa de adobe: varios incendios, terremotos y guerras después, el diseño del Palacio de Gobierno que hoy se mantiene es fruto de la obra de restauración que se llevó a cabo a comienzos del siglo XX. En cualquier caso, es un monumento del que solo podrás ver el exterior.
Catedral de Lima
Aires de conquista española para una espectacular catedral pasto de mil transformaciones a lo largo de su historia.
Mezcla barroca, gótica y neoclásica.
El origen de la espectacular catedral de Lima que hoy puedes visitar, se remonta a la época de la conquista española, con un Francisco Pizarro obligando a los indígenas locales a abandonar sus creencias y jurar lealtad. Se cree que en el terreno donde Pizarro puso la primera piedra y tablón para levantar la primera catedral, en 1535, se encontraba el adoratorio Puma-Inti, forma divinizada del tótem del gobernador inca. Desde entonces aquella iglesia sufrió varias modificaciones y ampliaciones para rivalizar con las grandes catedrales españolas, hasta que en 1602 se comenzó a levantar la arquitectura renacentista con fachada plateresca que duró más de un siglo de edificación y se vino abajo con el terremoto de 1746. Esto explica por qué se encuentran tantos estilos arquitectónicos y ornamentales distintos, con retazos de barroco, gótico y neoclásico, en la misma catedral.
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