Guía turística: qué hacer y ver en Moscú
Un viaje lleno de historia y cultura
Descubre Moscú, capital del país más extenso del mundo, y empápate de su historia y cultura. En tu visita, son múltiples los lugares imprescindibles que debes recorrer: La plaza roja, la Catedral del Cristo Salvador o el convento Novodevichiy. Además de fotografiar inolvidables imágenes, aprovecha para enamorarte de su arte visitando sus museos, galerías, teatros. No te olvides de degustar la comida típica rusa, ¡su variedad te sorprenderá!
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Russian Gift
Aprende a fabricar diferentes objetos o cocinar platos de la gastronomía local en este curioso y divertido lugar.
Métete en la cultura rusa de lleno.
Russian Gift es un centro cultural que busca preservar y no perder la tradicional artesanía rusa y sus costumbres a través de diferentes actividades y exposiciones a lo largo del año. En este curioso lugar podrás aprender a realizar tus propias muñecas 'matrioskas' que luego podrás llevarte como recuerdo, así como probar e incluso cocinar con productos típicos del país. ¡Disfruta de los platos típicos rusos en una cena acompañada de música y bailes folclóricos que te trasladarán de lleno a la cultura rusa! También celebran unas fiestas en las que te convertirás en un ruso más. Para los más pequeños también hay divertidas actividades en las que aprenderán los pasos de baile ruso y podrán llevarse también una muñeca rusa a casa. Anímate, ¡no te arrepentirás!
Bailar hasta que el cuerpo aguante en London Night Club
Tómate una copa, baila toda la noche y disfruta del ambiente nocturno de la ciudad.
La noche de Moscú.
En este club tan especial podrás moverte sin parar por la pista de baile mientras te tomas una copa al compás de la última música de moda pinchada por grandes djs extranjeros. Además, si quieres disfrazarte y reírte sin parar, cada semana organizan fiestas temáticas, ¡no te lo pierdas! Aquí también podrás ver ese partido de fútbol que no te quieres perder mientras comes alguno de sus aperitivos del bar. El ambiente nocturno de Moscú ha adquirido gran fama mundial a lo largo de los últimos años, una enseña de su europeización. Hay todo tipo de clubs que abren sus puertas con buena música hasta altas horas de la madrugada, donde puedes bailar y tomarte una copa rodeado del ambiente más selecto de la ciudad. ¡La noche es larga en Moscú!
City Space Bar
Siéntete como si tocaras el cielo en este espectacular local y disfruta de su carta.
La ciudad desde las alturas.
En el City Space Bar, el bar del Hotel Swissotel Krasnye Holm, vas a tener unas vistas tan maravillosas de la ciudad que no vas a querer bajar a pisar tierra firme. Tómate uno de sus famosos cócteles con originales ingredientes o una copa a 140 metros de altura mientras admiras con sorpresa la belleza de esta maravillosa ciudad. En la última planta de este hotel, descubrirás un mundo completamente diferente, rodeado de cristal, como si estuvieras metido en un gigantesco acuario y en un ambiente exclusivo y moderno. Especial mención merecen sus deliciosos platos de la carta que podrás degustar bajo la atenta mirada de sus preciosas lámparas de lágrimas. ¡A disfrutar Moscú desde las alturas!
Música en directo en B2
Pasa un rato divertido y tómate una copa mientras juegas y escuchas música en directo.
Musica en directo y diversión.
Entrar en el gigantesco B2 es perderse por las salas de sus cinco pisos y pasar un rato divertido mientras te tomas una copa. Aquí podrás jugar al billar, escuchar jazz o música moderna, bailar en su pista de baile, ver eventos deportivos en su gigantesca pantalla del bar, comer algo en su restaurante o descansar mientras te tomas un cóctel. Incluso en los meses de verano podrás disfrutar de una copa en su terraza. Aquí han actuado grandes artistas como Rammstein, Franz Fernidand o Nouvelle Vague. Pero ¡ojo!, no pierdas de vista a tus acompañantes ya que este gigantesco edificio tiene capacidad para 2.000 personas.
Teatro Bolshoi
Un lugar histórico en el que disfrutar de un buen espectáculo en tu visita a la ciudad.
Una noche en el teatro.
¡Pasar una velada disfrutando de este maravilloso edificio que ha sido, es y será siempre un símbolo de Rusia es imprescindible en tu visita a Moscú! Esta joya de la arquitectura abrió sus puertas el mismo día de la coronación del zar Alejandro II, en 1856 y, a día de hoy, tras la última restructuración que duró más de 6 años, sigue siendo uno de los edificios más impresionantes de la ciudad. En la actualidad ha vuelto a abrir sus puertas convertido en un edificio moderno equipado con las últimas tecnologías que lo mantienen como el gran teatro de la ópera y del ballet. ¡Disfruta aquí de una las auténticas obras rusas y pasa una noche inolvidable! Aunque puedes comprar las entradas por Internet, te recomendamos acércate a su taquilla para encontrar los mejores precios.
Palacio Estatal del Kremlin
En este palacio hubo desde desfiles de moda hasta ballet ruso, ¿te lo vas a perder?
Un palacio lleno de historia.
Este imponente palacio de vidrio es uno de los magníficos símbolos del régimen soviético. Famoso por ser el lugar donde se realizaban los mítines políticos del Partido Comunista y donde el primer presidente del país juró su cargo, también es la sede del famosísimo Ballet del Kremlin, que representó por primera vez El Lago de los Cines con Maya Plisetskaya y Nikolay Fadeechev como protagonistas. Construido en 1961, tiene una gran sala de banquetes y un auditorio que puede albergar hasta 6.000 personas. Como curiosidad, el palacio se hunde 17 metros bajo tierra, lo que equivale a un edificio de cinco pisos. En la actualidad se realizan desfiles de moda, espectáculos de circo, óperas e incluso conciertos. De hecho, por su escenario han pasado grandes estrellas como Pavarotti, Whitney Houston, Bryan Adams o Liza Minnelli, entre muchos otros.
Unos bailes en el Club Petrovich
Comer, cenar o incluso tomarte una copa rodeado del ambiente más exclusivo de la ciudad.
Un local para divertirse.
Además de comer, en este local situado en una fábrica de coñac antigua, cada sábado, previa reserva, se forma una gran fiesta alrededor de las mesas mientras suenan auténticos temas por todos conocidos. Además, durante la semana también puedes acercarte a divertirte con alguno de sus juegos de mesa y, curiosamente, si durante tu cena no puedes más con la bebida, puedes abonarla y consumirla durante un año. El Club Petrovich es un lugar muy diferente al resto y que, seguramente por eso, siempre está lleno de gente, incluyendo a muchas caras conocidas como presentadores de la televisión, políticos o periodistas. Aunque el club está abierto hasta las 5h de la mañana, todos los días a partir de las 9h de la noche ofrece música en directo.
Lavarse en la 'banya' rusa
No pierdas la oportunidad de visitar una de las 'banyas' rusas y aprender el ritual de relajación.
Relajación nacional.
La 'banya' consiste en unos baños nudistas de calor húmedo, divididos entre hombres y mujeres, donde la temperatura puede hasta superar los 90ºC. En las 'banyas' encontrarás tres habitaciones diferentes: la de la entrada, la del baño y la de vapor. Para utilizarla es necesario realizar un ritual que data de siglos atrás. Antes de entrar asegúrate de comprar hojas de robles o cualquier otro ramo de hojas o plantas para poder disfrutar de los masajes que consisten en recibir azotes para que se abran los poros. En la ciudad hay varias 'banyas' públicas, aunque nada que ver con las 120 que había en los años 40. Acércate hasta Sandunovsky Banya, en la parada de metro Kuznetskiy Most, que es una de las más bonitas y cómodas de la ciudad. ¡A disfrutar!
La calle Arbat y alrededores
Recorre esta zona por tu cuenta y descubre sus encantos a tu ritmo.
Un barrio moderno.
Si paseas por este pintoresco barrio descubrirás una esencia de Moscú que no encontrarás en otro lugar. Además, en las pequeñitas tiendas situadas en los bajos de los edificios podrás adquirir souvenirs y recuerdos a bajo precio. Entre sus calles descubrirás iglesias como la de San Simeón y las casas donde vivían conocidos escritores y nobles rusos como Alexander Pushkin. De hecho, frente a su antiguo hogar, ahora hay una escultura de bronce que representa al poeta junto a su esposa. Aquí también verás la escultura conmemorativa al cantante Bulat Okudzhava rodeada de unos arcos de bronce cubiertos con citas de sus poemas románticos. Como barrio moderno que es, también en sus paredes hay parte de la historia del lugar: uno de sus muros se ha convertido en un lugar de peregrinación para los aficionados musicales de Kino, un grupo de música cuya estrella, Viktor Tsoi, falleció en un accidente de coche en los años 90.
Un paseo en metro
Un medio de transporte para recorrer la ciudad y descubrir pequeñas obras de arte.
El Moscú subterráneo.
Aunque la idea de construir un medio de transporte subterráneo en la ciudad surgió a principios del siglo XX, no fue hasta 1931 con los comunistas en el poder cuando se comenzó a construir. Durante años de guerra se continuó la construcción ya que servía, no solo como transporte público, sino también como refugio ante los ataques. Hoy en día Moscú cuenta con 12 líneas, 182 estaciones y casi 300 kilómetros de longitud de vías. Vale la pena pasear por su subterráneo y descubrir y admirar la decoración de cada una de las estaciones. Durante la época, se organizaban concursos entre los moscovitas, además de para construirlas, para decorarlas. Por ello, cada estación es única con sus mosaicos y pinturas que conmemoran y muestran la historia del país. Curioso, ¿verdad?
Parque de la Victoria y la colina Poklonnaya
Este es un lugar importante para la ciudad, además de poder relajarte en su césped.
Un lugar histórico.
En Moscú, ciudad que desprende historia en todos sus rincones, es difícil encontrar un lugar en el que no haya ocurrido algún acontecimiento importante o que no conmemore algún evento. En la estación de metro Park Pobedi encontrarás este parque construido como un gran monumento al aire libre conmemorativo para que tanto turistas como vecinos recuerden la gran victoria rusa en la Gran Guerra Patria. Aquí encontrarás el museo bélico que consta de cinco terrazas, como símbolo de los cinco años de guerra, además de tener 1.418 fuentes, coinciden con el número de días que duró. No te pierdas la Plaza de los Vencedores, el monumento de San Jorge Victorioso, así como los tres templos diferentes: la sinagoga, el templo ortodoxo y la mezquita, como reflejo de la unidad de todas las religiones en el país. Aunque con anterioridad ya se había pensado en realizar un memorial en honor a la victoria rusa, no fue hasta 1995 cuando se llevó a cabo la idea.
Zoo de Moscú
Te proponemos pasar un día diferente visitando el zoo de la ciudad.
Un plan para toda la familia.
Coge el metro hasta la estación Barrikadnaya donde verás la gran entrada principal y donde pasarás un día muy divertido. A principios del silgo XX el zoo de Moscú fue uno de los escenarios de la revolución por lo que quedó gravemente dañado. Sin embargo, pese a las difíciles condiciones en las que estaba durante el gobierno soviético, en los años 90 este parque se expandió con rapidez hasta tener en la actualidad más de 5.000 animales. Lo más auténtico es que no solo verás los animales adultos sino que hay una zona donde se puede ver a las madres amamantando a los recién nacidos e, incluso, algunos de los pequeños en incubadoras. ¡Ningún lugar mejor para que los niños de la casa descubran el milagro de la vida!
Ulitsa Varvaka y alrededores
Un buen lugar para darte un paseo y descubrir cómo era la ciudad hace años.
Descubre los secretos de la ciudad.
En un paseo por esta zona de la ciudad, te llamará la atención no solo la grandeza del lugar sino también la gran cantidad de escondrijos que puedes ir descubriendo durante tu caminata. Se considera la calle más antigua de la ciudad pero, pese a su corta longitud, cuenta con gran cantidad de edificios religiosos antiguos. Lamentablemente, la construcción de una gran mole de cemento, que en la actualidad alberga un gran hotel, destruyó una parte de los edificios de la zona tanto civiles como religiosos. Pese a ello, la calle ha sabido mantener su esencia y sigue trasladando a los transeúntes a la época antigua. Imagina a los miembros de la familia Romanov o a los nobles rusos de la época paseando entre sus edificios. ¡Te encontrarás en el Moscú más desconocido e histórico mientras admiras la iglesia de San Maksim o la de Santa Bárbara!
El cañon y la campana más grande del mundo
Enormes en su tamaño, no dejes de verlos durante tu visita al Kremlin.
Dos reclamos en el Kremlin.
En el Kremlin, no dejes de acercarte para hacerte una fotografía con el Cañón del Zar. Construido en bronce y con más de cinco metros de largo y con 39 toneladas de peso, fue realizado por Andrei Chokhov en 1586 y decorado con relieves. Es considerado el cañón más grande del mundo. A su alrededor se han dejado las balas de hierro fundido que estaban preparadas para lanzarse con unos 1.000 kilos de peso cada una pero que, finalmente, no llegaron nunca a utilizarse. Así, tanto las balas como el cañón han quedado como elementos decorativos. En un pedestal también podrás ver la campana más grande del mundo, la Campana del Zar, que pesa 202 toneladas y que mide 6 metros de altura.
Monasterio y cementerio Novódevichi
Si tienes tiempo, acércate hasta aquí a admirar la belleza de la zona y relajarte.
Un remanso de paz.
Merece la pena destinar un día de tu viaje acercándote a la parada de metro Sportivnaya para visitar este famoso complejo religioso. En este entorno idílico, junto al río Moscova, encontrarás un lugar que emana paz, el monasterio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y sus alrededores. Aquí está también el cementerio más famoso de la ciudad y donde descansan gran cantidad de personajes históricos rusos. No te pierdas las tumbas de las famosas bailarinas rusas Galina Ulánova y Ekaterina Maximova, los escritores Nikolai Gogol o Alekséi Nikoláyevich Tolstói, los dirigentes Nikita Khrushchev o Boris Yeltsin o grandes figuras como Konstantín Stanislavski o Chéjov.
Plaza Roja
Probablemente sea una de tus primeras visitas en la ciudad, ¡no te decepcionará!
La plaza más famosa de la ciudad.
Separando el Kremlin del barrio histórico comercial de la ciudad, es una de las zonas más conocidas de Moscú y del mundo entero, ¡pocos poseen tanto significado y albergan tantas historias diferentes como este magnífico lugar! En la actualidad, es el centro de encuentro de turistas que buscan sus excursiones guiadas. En sus inicios, los edificios que la rodeaban eran todos de madera pero, debido a la gran cantidad de incendios, se fue remodelando la zona hasta convertirse en el centro neurálgico de la ciudad, con grandes catedrales y majestuosos palacios a su alrededor. Aquí se han celebrado desfiles militares, coronado zares, y realizado mercados, ceremonias de todo tipo e incluso conciertos. Llama la atención el rojo intenso de los ladrillos de los edificios que le rodean pero, curiosamente, la alusión a 'roja' no proviene del color de los edificios ni del muro del Kremlin, ni tan siquiera del rojo con el que se asocia al comunismo, sino que de la palabra rusa 'Красная' que significaba 'bonita'. Una recomendación, ¡no te pierdas ni un detalle, da vueltas sobre ti mismo, abre bien los ojos y disfruta de la historia!
Muro del Kremlin y Jardines Alejandro
Te recomendamos terminar tu visita al Kremlin viendo sus alrededores y descansando en sus jardines.
Los alrededores del Kremlin.
Rodeando la inmensa muralla de piedra podrás pasear por estos jardines y admirar sus fuentes. Por aquí pasaba el río Neglinnaya, canalizado bajo tierra y que en su día convertía al Kremlin en una auténtica fortaleza. Posteriormente, fue Alejandro I el que mandó construir esta preciosa zona verde bajo el nombre de 'Los Jardines del Kremlin'. Durante tu paseo por estos verdes caminos verás la Tumba del Soldado Desconocido con una llama perenne encendida en memoria de todos los caídos durante la revolución. Tras un descanso en los jardines, pasea y descubre el Muro del Kremlin, que alcanza más de 2.000 metros de longitud y 4 metros de grosor. Además, déjate impresionar por sus 20 torres de vigía. Accede al interior del Kremlin por su entrada principal a través de la torre más bella, la Torre del Salvador.
Parque del Patriarca
Con varias atracciones a su alrededor, este es un lugar ideal para descansar.
El parque del lago.
En tu paseo por la ciudad encontrarás este pequeño oasis en el que hacer un alto en el camino, descansar bajo las inmensas sombras de sus árboles y tomar algo mientras disfrutas de su lago y de la preciosa arquitectura de los edificios que le rodean. En este parque en el que encontrarás tanto niños jugando como mayores descansando, tienen un encuentro los protagonistas del libro 'El maestro y Margarita' de Mijail Bulgakov, escritor que vivió muy cerca de aquí. Si en verano puedes pasar un rato tranquilo a la sombra, durante el invierno, además, podrás disfrutar de su pista de patinaje sobre el estanque. Las paradas de metro más cercanas son Tverskaya y Mayakovskaya. ¡Anímate!
Gorky Park
Para pasear, correr, jugar o simplemente escapar durante unas horas de la ciudad.
Un día al aire libre.
Si viajas con niños no dudes en acercarte en metro (Park Kultury y Oktyabrskaya) ya que aquí podrán correr y divertirse realizando gran cantidad de actividades. Desde su remodelación en 2011, este parque se ha convertido en el lugar favorito de los moscovistas para relajarse y pasear, además de disfrutar de las múltiples actividades al aire libre que ofrece: ping pong, cine, bailes, alquiler de bicicletas y embarcaciones, tomar un café en una terraza, ver una exposición o una película en su cine al aire libre. Además, ¡tiene wifi! En verano, aprovechando el sol, podrás descansar en alguna de sus hamacas. En invierno, prepara el abrigo, ven a disfrutar de su inmensa pista de hielo y tómate un buen vino caliente ('glintvein') mientras te introduces de lleno en la cultura de esta inmensa ciudad. ¡A deslizarte!
Crucero por el río Moscova
Otra forma de ver la belleza de la ciudad es recorriendo su río en uno de estos barcos.
Un paseo por el río.
Ya sea de día o de noche, un paseo por el río Moscova, que se extiende a lo largo de 100 kilómetros, es la elección perfecta para conocer más a fondo la ciudad y su historia. Hay varias empresas que ofrecen este servicio y, a bordo, te sentirás como un moscovita disfrutando de sus vistas, sus monumentos y su preciosa costa. La mayoría de los cruceros salen desde la estación Kiyevskiy, a la que puedes llegar en metro y, según el itinerario que prefieras, puedes visitar una parte u otra de la ciudad. En Capital Shipping Company (www.cck-ship.ru), por 450 rublos podrás disfrutar del paseo y, por 800 rublos, bajarte en cualquiera de sus apeaderos y subir cuando te apetezca durante todo el día. ¡Una opción perfecta para ir descubriendo la ciudad a tu ritmo!
Otros restaurantes
Por toda la ciudad irás encontrando lugares para comer, así que ¡atrévete y prueba!
Más opciones para descansar a comer.
Si ya no quieres seguir comiendo el conocido filete stroganoff o, simplemente, te apetece variar un poco de la comida rusa, también encontrarás muchos otros tipos de gastronomía. Son habituales las pizzerias y restaurantes que ofrecen una gran variedad de platos para todos los bolsillos. En Aist (www.aistcafe.ru), cerca de la parada de metro de Pushkinskaya, podrás tomar un típico desayuno inglés o probar alguno de sus platos de alta cocina, marisco incluido, mientras degustas alguno de los vinos de su extensa carta. ¡Todo el un ambiente muy moderno! Por supuesto también podrás disfrutar de una jugosa hamburguesa en la típica cadena Hard Rock Café, situada en Stary Arbat. ¡Asómate, si te gusta, prueba!
Comida italiana
Aquí tienes algunas opciones si quieres disfrutar en tu visita de un restaurante italiano.
La deliciosa comida italiana.
Degustar un menú italiano cuando se sale de viaje es apostar sobre seguro. La trattoria Venecia (www.trattoria-venezia.ru) tiene varios restaurantes en Moscú, aunque el más céntrico está en el bulevar Strastnoy. En su carta encontrarás gran variedad de comida típica italiana como pasta, rissoto, lasaña, foccacia, sopas… ¡Siéntate en alguno de sus cómodos sillones, pide un buen vino italiano y disfruta de sus riquísimos platos! Pane & Olio (www.paneolio.ru) tiene también dos sedes en la ciudad, una trattoria y una pizzeria. Nada más pasar por la puerta sentirás un gran impulso por entrar, atraído por el especial aroma que desprende el local.
Na Melnitse
Viaja a la campiña rusa sin moverte del centro de la ciudad acudiendo a este restaurante.
Un oasis en la ciudad.
¡Aquí es posible comer como si estuvieras en plena campiña rusa! A tu alrededor tendrás un molino de agua, ruecas y una decoración en madera con todo tipo de objetos que te trasladarán a las páginas de un libro de Tolstoi. Mientras, podrás degustar platos de la cocina rusa como caviar, pato, ensalada o las típicas albóndigas de carne de Siberia. Si quieres disfrutar de tu comida o cena, te recomendamos reservar con antelación para no tener problemas. Para acompañar la comida, ¡nada mejor que un poco de vodka o licores caseros de hierbas! No te pierdas un lugar tan silencionso y tranquilo en medio de esta bulliciosa ciudad.
Les Menus
Un lujo para todos los sentidos aunque no para todos los bolsillos.
Un restaurante de tres estrellas Michelin.
En el segundo piso del Hotel Lotte está este lujoso restaurante de cocina francesa donde los paladares más exquisitos no pueden faltar. En el amplio menú podrás degustar la gran variedad de platos del ganador de tres estrellas Michelin Pierre Gagnaire como sus sensacionales ensaladas, langostinos, langostas y mariscos que se deshacen en la boca, carpaccios frescos, quesos franceses o carne australiana, entre otros muchos platos. Su lujosa decoración, con los cómodos sillones y las maravillosas lámparas, te permitirá pasar un rato agradable mientras pruebas sus platos o su más que recomendable menú degustación. ¡No olvides probar alguno de los vinos de su larguísima carta! Además, el restaurante también dispone de salas privadas.
Comer marisco en Moscú
Si buscas darte un homenaje a base de marisco, ¡has llegado al sitio perfecto!
El mejor marisco de la ciudad.
Aunque parezca mentira, si quieres ponerte las botas con marisco ¡puedes! Eso sí, degustar el que probablemente sea el mejor marisco de Moscú solo es posible si tienes el bolsillo lleno de rublos. En cualquiera de las sucursales del restaurante francés La Marée, aunque solo sea por su decoración de blancos manteles y mesas impolutas, te darás cuenta de que no estamos hablando de un restaurante al uso. ¡En sus mesa podrás degustar los mejores mariscos seleccionados por la afamada mano de su chef de la Costa Azul! En su carta encontrarás todo tipo de pescado fresco como salmón, lubina, cangrejos, langostas… ¡y tú mismo puedes elegir su forma de cocción y con qué lo quieres acompañar! Especial mención merece el restaurante de la calle Petrovka.
Comida ucraniana
Deliciosos platos para que degustes otro tipo de gastronomía.
Un lugar para compartir la comida.
Para probar una rica y económica comida típica ucraniana, nada mejor que ir sobre seguro y acercarse a alguno de los restaurantes de la cadena Korchma Taras Bulba (el primero fue el de la calle Petrovka) donde, por un precio más que razonable, podrás degustar los platos de su cocina. Nuestra recomendación es que, si vais varios, pidáis comida para compartir por el tamaño de las raciones. No olvides probar sus sopas, las zanahorias empanadas con caviar, el ragut, los panqueques rellenos o el pollo. El restaurante, ambientado como en una antigua casa ucraniana, da un aspecto de taberna que hace que comer o cenar aquí sea toda una experiencia para los sentidos.
Moo Moo
Platos rápidos y bien cocinados en un lugar muy conocido de la ciudad.
Comida típica y poco tiempo.
Una alternativa buena, bonita y barata para parar a comer es acercarse a alguna de las sedes de esta cadena de cafeterías. No esperes un restaurante con manteles y un extenso menú, pero aquí encontrarás precios económicos y comerás comida típica rusa. Podrás degustar ensaladas, carnes típicas, sopas, sushi o pizza, acompañado todo de refrescos y postres de chocolate que merecen la pena. Si lo prefieres, también podrás llevarte el menú a tu hotel, ¡pruébalo!
Scandinavia
Especialmente curioso en verano y delicioso todo al año, un sitio ideal para probar platos nuevos.
Para probar otro tipo de gastronomía.
¿Por qué no disfrutar de comida sueca en pleno centro de Moscú? Aunque parezca extraño degustar la gastronomía escandinava en tu visita a la ciudad te recomendamos que no te pierdas este curioso lugar donde podrás probar platos típicos escandinavos y europeos. Su decoración sencilla y ambiente tranquilo con también el motivo por el que este lugar se ha convertido en el punto de encuentro para muchos moscovitas que se reunen para tomar una copa, un cóctel afterwork o disfrutar de una cena informal. Como curiosidad, su terraza de verano en invierno se convierte en un bar de hielo. Está situado muy céntrico, en una de las esquinas de la calle Tverskaya. Vayas en la estación que vayas, ¡no te lo pierdas!
Café Pushkin
Comida exquisita y decoración con gusto hacen de este lugar uno de los mejores de la ciudad.
Un local distinguido en la ciudad.
Considerado uno de los mejores restaurantes de la ciudad, nada más atravesar sus puertas te trasladarás a la época revolucionaria. Su decoración clásica crea una atmósfera romántica propia del siglo XIX. No pierdas la oportunidad de sentarte en uno de sus taburetes de la barra y disfrutar del ambiente o incluso descubrir la terraza de la azotea y tomar un cóctel o un café. Si decides comer aquí, te recomendamos reservar antes ya que se trata de un lugar muy solicitado. La comida de la carta es excelente, no dejes de probar su carne o sus huevas de salmón bañado con un buen champán. Eso sí, deja hueco para el postre, ¡el chocolate pondrá la guinda a este estupendo menú!
Comer y beber barato en Kruzhka
Locales en los que comer algo rico y rápido para seguir con el recorrido.
Si no quieres perder tiempo en tu recorrido por la ciudad.
Con varios locales por toda la ciudad, incluído uno a pocos metros de la Plaza Roja, aquí podrás beber cerveza y comer por pocos rublos y en un ambiente peculiar. Kruzhka se ha convertido en el sitio favorito tanto de estudiantes como de turistas y vecinos que buscan comer y pasar un rato divertido en esta especie de taberna. Los platos no son muy preparados pero no por ello menos ricos. Pide unas salchichas con patatas, pescado al horno, pasta o cualquier otro plato combinado por muy poco dinero. Además, aunque entre semana cierran a las 12h de la noche, los fines de semana están abiertos hasta las 4h de la madrugada por lo que en cualquier momento te puedes acercar hasta aquí para disfrutar de un descanso.
Mercado Dorogomilovskiy
Olores y sabores propios para conocer mejor su gastronomía.
Un mercadillo gastronómico.
Dicen que para conocer mejor la cultura de un país o una ciudad, no hay nada mejor que descubrir su gastronomía. En este colorido mercadillo podrás ver todos los ingredientes de la cocina rusa así como conocer cómo son sus vecinos. Cuidado, porque aquí los precios no están fijados y tendrás que regatear si te quieres llevar alguno de los productos a buen precio, especialmente si eres turista. En sus puestos verás los productos frescos y recién recolectados y traídos, en la mayoría de los casos, por los propios agricultores desde sus tierras. Hay puestos de carnes, pescados, hierbas aromáticas, frutas y verduras, productos lácteos, flores… ¡La mezcla de olores y colores nada más entrar seguro que te encanta!
Detsky Mir
Una juguetería para todos los públicos en la que seguro pasarás un buen rato.
Siéntete como un niño.
Desde 1957, Detsky Mir se ha convertido en el lugar preferido de niños y adultos en Moscú. Lo que en un principio fue una tienda con más de 22.000 metros cuadrados de exposiciones se ha convertido en una red de tiendas con varios puntos de venta a lo largo de la ciudad. 'El Mundo de los Niños' es el lugar idóneo para pasear y admirar la gran cantidad de artículos con los que todos, en algún momento de nuestra infancia, hemos soñamos. No sólo encontrarás los últimos juguetes tecnológicos, sino que en cualquiera de sus tiendas descubrirás desde los más tradicionales y educativos como puzzles o juguetes de madera, hasta los muñecos y artilugios más modernos.
Moskovskiy Dom Knigi
Si eres amante de la literatura, este será tu lugar favorito de Moscú.
Miles de libros a tu disposición.
Te presentamos la mayor librería de la ciudad, en la que podrás perderte entre sus estanterías y echar un vistazo a su gran colección de libros y guías. Además cuenta con una sección dedicada a los libros antiguos y de segunda mano donde hay auténticas joyas de la literatura, eso sí, en cirílico y en inglés. Este paraíso literario fue creado por el Gobierno moscovita en 1998 y está situado en Noviy Arbat. Aunque por fuera da la sensación de un edificio antiguo de cemento, al cruzal su umbral te introducirás de lleno en un mundo diferente, con ese olor a libro tan característico, que te obligará a pasear entre los más de 200.000 ejemplares y descubrir, un poco más, la cultura rusa.
Un buen vodka ruso
No debes irte sin visitar alguna de estas tiendas y degustar un buen vodka ruso.
La bebida más rusa.
Por supuesto, no te puedes ir de Moscú sin llevarte una botella de vodka típica del país. En tu paseo por la ciudad encontrarás gran cantidad de tiendas, pequeñas y grandes, donde tendrás una gran variedad de esta bebida para elegir. Entra en cualquiera de ellas, pregunta y elige, ¡sin miedo! En muchas de ellas incluso te darán a probar alguna de las variedades para que tú elijas cuál es la que prefieres. También podrás adquirir tu vodka favorito en cualquiera de los supermercados o centros comerciales de Moscú. Pero, si quieres llevarte un buen recuerdo de tu viaje, acércate a alguna de las pequeñas licorerías en las que encontrarás una gran variedad. ¡Disfruta de la esencia pura de Rusia!
Comprar chocolate en Korkunov
Seguramente caigas en la tentación más dulce y te lleves algún recuerdo en forma de chocolate.
Un momento muy dulce.
Si quieres llevarte un dulce recuerdo de tu viaje a Rusia nada mejor que una cajita de chocolate de esta mítica marca. Aquí podrás comprar tanto dulces individuales como bonitas cajitas de bombones o latas para regalar. Korkunov tiene varias tiendas por todo Moscú y alrededores, lugares que sabrás reconocer debido al olor tan dulce que desprenden. Uno de ellos se sitúa en el número 13 de la calle Bolshaya Lubyanka. En estos locales tan especiales, con ambiente antiguo y vitrinas rellenas de riquísimos dulces, seguro que encuentras entre tanta variedad el chocolate que más te guste. Además, aquí también podrás degustar un riquísimo chocolate caliente o alguno de sus pastelitos. ¡Un lugar delicioso!
TsUM
Encontrarás de todo y a múltiples precios, aunque también puedes visitarlo simplemente para tomarte algo.
Tiendas no aptas para todos los bolsillos.
Se trata de otro de los principales centros comerciales de la ciudad, restaurado en 2007, donde encontrarás absolutamente todo aquello que estás buscando, además de poder admirar los escaparates de las más de 1.500 marcas de lujo que aquí se encuentran. Este gigantesco paraíso de las compras está situado en la calle Petrovka, ¡acércate! Lo que comenzó como una tienda de sombreros y objetos de lujo se ha convertido en un lugar de visita imprescindible para todos los amantes de la moda y las compras. Podrás adquirir ropa y complementos, además de acudir a un centro de estética, restaurantes, cafeterías, bares donde degustar productos típicamente rusos, ¡ e incluso un supermercado gourmet!
Los objetos más curiosos de Moscú
Apostamos a que no has visto nada igual y que saldrás de allí, al menos, con una sonrisa.
¡Una tienda especialmente original!
En el barrio de Arbat, en el bulevar Smolenskiy, está la tienda Buro Nahodok con artículos de todo tipo. Si entras seguro que no saldrás con las mano vacías ya que aquí podrás encontrar el objeto más adecuado ya sea para un regalo o para ti. Te presentamos una tienda de curiosidades en toda regla, con artilugios que no encontrarás en ningún otro lugar como almohadas con caramelos para tener 'dulces sueños', lámparas con diseños inimaginables e incluso instrumentos de música. ¡Sólo apto para curiosos!
Calle Tverskaya
Un buen lugar para ver escaparates, hacer algunas compras y tomarte un descanso en alguno de sus locales.
La calle comercial por excelencia.
Esta calle, la principal de compras de la ciudad, arranca en línea recta desde el Kremlin. Aquí era donde se asentaban los nobles y la gente rica de Moscú hasta que las principales marcas de ropa, calzados y complementos decidieron elegir esta zona. Aunque siempre bulliciosa y llena de coches, curiosamente, si paseas entre sus calles adyacentes creerás que estás lejos del Moscú más 'consumista' ya que se trata de una zona muy tranquila donde podrás admirar sus edificios de arquitectura estalinista. Además hacer alguna compra o simplemente admirar sus llamativos escaparates, te recomendamos también hacer un alto en el camino en los bajos de los gigantescos edificios y recuperar fuerzas en alguno de sus cafés o restaurantes.
Rastro de Izmáylovo
Gran cantidad de puestos con curiosos objetos en plena calle, todo amenizado con animación callejera.
Mercadillo y regateo.
En este curioso mercadillo, situado en el parque del mismo nombre y muy cerca de la parada Partizanskaya, es fácil perderse entre tantos puestos situados alrededor de pequeñas casitas de madera que imitan las murallas del Kremlin. No olvides regatear para conseguir objetos antiguos y típicamente rusos a un bajo precio. En Izmáylovo podrás adquirir medallas y monedas antiguas, muñecas 'matrioskas', sombreros, objetos artesanales e incluso pinturas originales. ¡Una gran cantidad de objetos que se han salvado de las guerras y que podrás llevarte como recuerdo de tu paso por el gigante soviético! Además, los souvenirs son muy baratos y fáciles de conseguir en este mercadillo. Durante el invierno, el encanto está en las pequeñas callejuelas nevadas y, si es navidad, la música y los objetos decorativos te introducirán de lleno en las fiestas. Está abierto todos los días de la semana pero el fin de semana encontrarás, además de mucha más gente, un ambiente diferente con músicos por la calle que darán a tu paseo por el mercadillo un toque especial.
GUM
Busques lo que busques, aquí lo encontrarás, además de poder ver un edificio precioso en plena Plaza Roja.
Un centro comercial con mucho movimiento.
Imprescindible ya sea para comprar o simplemente para admirar sus escaparates, su maravillosa arquitectura, su gigantesca bóveda acristalada que absorbe toda la luz natural o sus preciosas barandillas y muros. Durante tu visita a Moscú no puedes ni debes perderte la visita a este gigantesco centro comercial situado en la Plaza Roja, donde al final -quieras o no- seguro que acabas comprando. Aquí encontrarás tiendas de las principales marcas de lujo pero también pequeñas boutiques y comercios locales donde adquirir ropa, tomar un café o comprar algún alimento. Antes de irte no olvides acercarte a su famosa fuente antigua, centro de encuentro de los moscovitas.
Museo de Arte Moderno de Moscú (MMOMA)
Si lo tuyo es el arte moderno, aquí encontrarás una importante muestra de esta corriente.
Arte moderno en distintos edificios.
Dividido en varias sedes, el edificio principal está en la calle Petrovka número 25. Además, en Ermolaevsky cuenta con un edificio de cinco plantas, entre otros. En un principio, tras su inauguración el 15 de diciembre de 1999, albergaba la colección privada del fundador y director del museo, Zurab Tsereteli, que contenía más de 2.000 obras de arte de grandes maestros del siglo XX. Poco a poco, con el paso de los años, el fondo pictórico se fue ampliando hasta llegar a formar una de las colecciones más importantes del arte ruso de lo siglos XX y XXI, que continúa creciendo no solo a través de adquisiciones sino también gracias a las donaciones. ¡Aquí podrás encontrar desde las grandes obras de artistas rusos como Chagall, Goncharova o Kandinsky hasta piezas de Picasso, Miró o Dalí!
Museo Nacional de Historia
Si dispones de tiempo para verlo entero, te maravillarán los objetos que narran la historia de Rusia.
La historia del país en un museo.
En plena Plaza Roja llama la atención un gigantesco y majestuoso edificio de ladrillo rojo que alberga el museo de historia. A través de un paseo por sus salas, que acogen una gran colección desde el Paleolítico hasta la actualidad, conocerás de primera mano todo lo ocurrido en este país a través de los 22.000 objetos que conforman la exposición permanente. Imposible verlo entero en un par de días, así que si su visita a Moscú es corta, te recomendamos que sólo te acerques a las salas que más te interesan. Además, en cada una de ellas hay un punto informativo en el que podrás ver, de un solo vistazo, todo lo que ocurrió en ese determinado período histórico sin necesidad de ir recorriendo una a una las piezas de la colección.
Museo Estatal de Bellas Artes Pushkin
En tu viaje a Moscú, podrás ir a uno de los principales museos del país, ¡no dejes pasar la oportunidad!
Colección de arte nacional y extranjero.
En el número 12 de Ulitsa Volkhonka, muy cerca de la parada de metro de Kropotkinskaya, encontrarás el gran edificio con columnas que te trasladará a la Grecia clásica. En este oasis arquitectónico, una gran cantidad de arte se esconde tras sus paredes. Este magnífico edifico se inauguró en 1912 como parte de las celebraciones del centenario de la derrota de Napoleón. Desde las más antiguas piezas escultóricas, pictóricas y de las artes aplicadas hasta las más actuales, este lugar acoge una gran colección de artistas extranjeros. De hecho, se considera el segundo principal museo de Rusia, tras el Hermitage de San Petersburgo. Un lugar en el que los amantes del arte se perderán por sus salas. El museo comenzó a acoger todo tipo de obras de arte tras la revolución bolchevique puesto que muchas colecciones privadas fueron adquiridas y 'nacionalizadas'.
Museo Kolómenskoye
Parecerá que estás en un pequeño y antiguo pueblo ruso, ¡no pierdas detalle de sus edificios!
Un recorrido por las corrientes arquitectónicas del país.
Este curioso y llamativo lugar albergó, hace casi dos milenios, el pueblo más antiguo de toda la ciudad. Un paseo por sus jardines te permitirá descubrir la Iglesia de la Ascensión (1532), que se construyó para conmemorar el nacimiento del que sería el futuro Iván el Terrible y que se utilizaba como capilla de verano de los zares. La casita que llama la atención es un palacete de madera construida en el centro de la finca y que contiene ni más ni menos que 270 habitaciones. Sus obras de arte no pasan desapercibidas, tanto pinturas, esculturas, azulejos, como tallas de madera decorativas. Te recomendamos solicitar una visita guiada ya que todos los guías, vestidos de época, te harán sentir como si estuvieras en otra época. ¡Un paseo por sus alrededores es imprescindible! No puedes perderte ver cómo los halconeros dominan la cetrería a la perfección así como las aves de caza (LDJG). Cuando llega el buen tiempo la zona cobija todo tipo de eventos, celebraciones y conciertos a los que los moscovistas acuden en masa. En la actualidad, encontrarás un museo arquitectónico al aire libre que representa la historia y evolución de la arquitectura rusa. ¡Especial mención merecen las construcciones de madera que llegaron hasta aquí desde diferentes partes de Rusia!
La casa de los (boyardos) Romanov
Descubre el modo de vida de los nobles rusos y sus costumbres del día a día.
Cómo vivían los boyardos rusos.
Este atípico museo, muy cerca de la Plaza Roja, que ha permanecido prácticamente igual pese a sus múltiples restauraciones, muestra la forma de vida de los nobles rusos, llamados boyardos en la época, durante los siglos XVI y XVII. La planta baja de la casa, más oscura y sobria, estaba dedicada a los hombres de la familia mientras que, las mujeres, se encontraban en las habitaciones de la segunda planta realizando sus quehaceres diarios. De hecho, en una de las habitaciones aparecen dos figuras automatizadas que, con cada visitante, se ponen a bordar. Con el paso de los años, finalmente el arquitecto XX Richter remodeló esta casa-palacio sin dejar ni un ápice de muestra de modernidad, ya que mantuvo sus hermosos interiores, las habitaciones muy coloridas con los escudos familiares dibujados en las paredes así como los muebles y enseres familiares. Aquí encontrarás un ejemplo de la arquitectura civil de la época con gruesos muros y techos en forma de arcos bajos. También podrás admirar el horno de cocina del siglo XVI o, en su patio, si el tiempo lo permite, una tumba de un siglo después. ¡Adéntrate en el día a día de la antigua nobleza rusa!
Museo Cosmonaútico
Dada la carrera espacial del país, no extraña que haya un museo que reúna todos los misterios del espacio.
El museo del espacio.
Como no podía ser de otra manera, el primer país que envió un satélite al espacio tenía que tener un lugar dedicado a explorar este curioso 'mundo' espacial. En sus salas podrás ver la historia de su exploración mientras te explican los primeros vuelos de los satélites o como enviaban perros como Laika o Belka y Strelka al espacio para conocer las condiciones adecuadas con las que luego enviar humanos. En sus pantallas podrás ver los 'trucos' de los astronautas para asegurar un adecuado viaje espacial, además de conocer de primera mano los materiales utilizados en las naves espaciales. Nada más salir del metro (parada VDNKh, línea amarilla/6) verás el fastuoso monumento de 99 metros de altura que simula la estela que deja una nave al despegar al espacio. En lo alto, donde la columna se une con el cielo, verás una réplica del famoso cohete que utilizó Yuri Gagarin, el primer ser humano que voló al espacio. Encontrarás el museo en 111, Prospekt Mira. ¡Hasta el infinito y más allá!
Museo de la Armería del Kremlin
Además del fondo de diamantes, encontrarás piezas únicas en este museo del Kremlin.
Las joyas de los zares.
Las piedras blancas de la fachada de este edificio construido entre 1844 y 1851 por Konstantin Ton te trasladarán a los antiguos palacios rusos de la época antigua. También lo harán los altos techos de su interior ya que podrás admirar objetos que se remontan hasta el siglo XII. Aquí podrás disfrutar de los tesoros más preciados de los zares de diferentes épocas, como su colección de más de 4.000 objetos y joyas de los zares como la preciosa corona Monomakh, utilizada para coronar a todos los zares hasta 1682. Si eres un amante de lo ecuestre, en una de sus salas encontrarás preciosos asientos y carruajes así como arneses y piezas ecuestres. Descubre estos tesoros de los zares y sus familias, entre los que se encuentran regalos que los embajadores les hacían como armas, carruajes, y objetos de ornamento realizados en plata y oro por artesanos locales, ¡no te lo puedes perder!
Fondo de diamantes en el Museo de la Armería
Quince minutos de visita y saldrás maravillado con el fondo de diamantes y piedras preciosas que alberga.
Diamantes para tus ojos.
Si tienes tiempo (aunque la visita apenas dura unos 15 minutos) te recomendamos que entres a ver las maravillosas piedras preciosas que se exponen, entre grandes medidas de seguridad, en sus vitrinas. Lo que en un principio se desarrolló como una exposición temporal, tras el gran éxito obtenido, decidieron mantenerla en dos salas del museo. Esta fabulosa colección de joyas ha pertenecido al estado de Rusia, no a las diferentes familias que han gobernado. La colección, que tomó forma con Pedro I el Grande en San Petersburgo, se realizó a raíz de que declarara que las joyas que se fueran guardando para su exposición nunca podrían ser vendidas o cedidas. Durante la guerra, la colección se trasladó al Kremlin, donde permaneció hasta que en los últimos años se decidió subastar gran parte de los objetos en Christie’s. Tras la caída del comunismo, el fondo se abrió al público hasta la actualidad, con objetos muy preciados como la lujosa corona de Catalina la Grande (la Gran Corona Imperial), el mayor zafiro del mundo, el famoso diamante Orlov o Shakh así como una gran cantidad de preciosos huevos de Fabergé.
Campanario de Iván el Grande
Dentro del complejo del Kremlin hay mucho que ver, incluido este campanario.
El campanario que resistió al tiempo.
A 81 metros de altura sobre el suelo se erige esta construcción única. En esta sala de exposiciones se pueden apreciar los planos antiguos así como los pasos seguidos durante la reconstrucción de este gigantesco campanario. Además, aquí podrás apreciar la magnitud real del Kremlin, ¡te sorprenderá! El campanario data de dos siglos diferentes. Fue en 1600, tal y como reza la inscripción bajo su cúpula, cuando se completó su altura actual. Cuando las tropas napoleónicas abandonaron la ciudad derrotados, el Kremlin voló por los aires y, por tanto, también el campanario. Pese a ello, sorprendentemente, el pilar central de la torre fue lo único que se mantuvo en pie. En la actualidad encontrarás 24 campanas en su torre. El hall también se utiliza como sala de exposiciones de obras de arte de todo tipo.
Galería Tretvakov en Krymsky Val
Esta galería de arte es una de las más importantes del mundo, ¡imprescindible visitarla!
Obras de arte en estado puro.
No te puedes perder la magnitud de arte ruso en esta galería que contiene auténticas obras maestras de hace miles de años. Creada por el mecenas ruso Pavel Tretyakov, se ha convertido en el centro artístico de referencia gracias a sus más de 170.000 obras realizadas por artistas del país, no solo por sus pinturas religiosas sino también por sis objetos de arte moderno. Tras el inicio de la II Guerra Mundial, y ante el miedo de perder uno de los mayores patrimonios del país, se decidió descolgar de sus paredes las principales obras de arte de la galería para guardarlas en un edificio de la ópera de Siberia. Tras el traslado de las obras, en agosto de 1941, un avión alemán lanzó dos bombas sobre el edificio de la galería. Por supuesto, aquí podrás disfrutar de obras de Kandinskiy, Repin, Nesterov y otros grandes artistas desde el siglo XII. Ojo con la cámara de fotos porque, si quieres hacer alguna fotografía, tienes que pagar a la entrada un extra.
Poteshny Palace: ahora catedral
Aunque no lo puedas visitar por dentro, merece la pena que eches un ojo a su exterior.
Un pequeño palacio en el Kremlin.
Este modesto edificio de tres pisos fue construido en 1652 para Boyar Miloslavsky. Después de la muerte del propietario, el interior del edificio fue reconstruido para formar un teatro para la realización de Potekhi, una antigua palabra rusa para referirse a actuaciones cómicas que dieron al palacio su actual nombre. Bajo Pedro I el edificio fue utilizado como la Oficina de la Policía, y en el siglo XIX se convirtió en el hogar del comandante de Moscú. Durante este período, el edificio fue reconstruido y su frente se trasladó a la fachada oriental. Se añadió un ala norte junto con varios adornos neogóticos. Al final del siglo xix, durante el trabajo de restauración bajo la supervisión de N. Shokhina, se hicieron múltiples intentos de restablecer el aspecto original del edificio. El palacio alberga en la actualidad la Oficina del Kremlin Comandante.
Palacio de las Facetas y Palacio de los Terems
Impresionante edificación que no debes perderte en tu visita al Kremlin.
Admira su techo, sus cúpulas y toda su estructura.
Situado en la Plaza de las Catedrales, este palacete de estilo florentino construido en 1487 acoge en la actualidad las recepciones oficiales del presidente. Está formado únicamente por una inmensa planta de 500 metros cuadrados con unos techos altísimos. Llama la atención el llamado 'Pórtico Rojo', una puerta que da a la plaza donde los zares rusos se paraban para presentarse ante el pueblo. Tras una larga restauración, ha vuelto a abrir sus puertas para que el público pueda admirar su impresionante decoración interior. También te sorprenderán sus hermosos frescos que, aunque no son los originales, datan de 1881, así como sus bóvedas e impresionantes lámparas. Aunque el edificio ha sufrido diversas reconstrucciones debido a varios incendios, tras la última restauración está tal y como la diseñaron los arquitectos iniciales. Al llegar a los pies del Palacio de los Terems, alza la vista al cielo y admira la decoración de su fachada, su tejado ajedrezado y sus once cúpulas doradas rematadas por cruces. Te encuentras en la que fue la casa de la familia del zar ruso. ¡Todo un símbolo de la ciudad! De hecho, el segundo piso albergaba los talleres de costura donde se cosían los trajes para toda la familia y, en el tercer piso, se encontraban las habitaciones privadas.
Casa-museo Gorky
Sumérgete en este mundo de arte y color visitando la casa del escritor.
Una casa Art Noveau.
Toda una oda al modernismo, aquí vivió durante años el famoso escritor revolucionario Maksim Gorki. El Art Noveau tanto de su fachada y balcones como de su impresionante escalera interior hacen que merezcan la pena acercarse hasta Malaya Nikitskaya. Podrás admirar, no solo las formas artísticas de su arquitectura, sino también los materiales y el estilo de sus muebles, así como la paz y tranquilidad que transmite su zona ajardinada exterior. Esta casa-museo abandona las líneas rectas para sumergirse en las curvas y en las formas abstractas evocando figuras de la naturaleza como árboles en las ventanas, flores y caracoles. En su interior, llama la atención la lámpara y la vidriera que iluminan toda la casa. La entrada es gratuita y merece la pena, ¡sumérgete en el estilo modernista más puro!
Catedral de Cristo El Salvador
No te quedes solo con su impresionante exterior, el interior es igual de sorprendente.
Déjate deslumbrar por sus cúpulas.
A pocos minutos caminando del Kremlin, este imponente e inmaculado edificio rodeado por una plaza se levanta majesutoso, llama la atención además de su grandeza, sus llamativas cinco cúpulas de cobre que dominan el cielo. Este templo ortodoxo fue construido en 1883 por Konstantin Ton, el mismo arquitecto que diseñó diversos edificios del Kremlin. Posteriormente, bajo las órdenes de Stalin, se destruyó para construir un palacio que nunca se llevó a cabo aunque, tras la la caída de la URSS, se comenzó a reconstruir para convertirse en un templo ortodoxo. La reconstrucción finalizó en el año 2000, siempre inspirada en la construcción original aunque incluyendo nuevas equitaciones como un párking subterráneo. Te recomendamos que entres a su interior (cierra a las 17h) para admirar los preciosos frescos y subirte a su famoso ascensor desde donde verás el cielo desde otra perspectiva. De 10h a 18h horas puedes visitar su museo para conocer de primera mano la religión y la cultura ortodoxa. Como curiosidad, puedes verlo desde cualquier punto de la ciudad, un ejemplo de la ostentación y riqueza rusas.
Catedral de San Basilio
Una mezcla de nueve iglesias llena de colorido y de historia que te asombrará por su belleza
No hay un edificio comparable a esta catedral.
En la Plaza Roja llama la atención la famosa y colorida Catedral del Manto de la Virgen, conocida popularmente como Catedral de San Basilio, que coge su nombre de la tumba de dicho santo, situada ahí antes de que el actual edificio se construyera. Esta llamativa catedral, que contiene a su vez nueve iglesias diferentes, fue realizada bajo las órdenes de Iván el Terrible para conmemorar en 1552 la invasión de Kazan, y se terminó de construir en 1560. Cuenta la leyenda que Iván el Terrible cegó al creador, Postnik Yakovlev, para que no pudieran realizar ninguna otra construcción comparable. Tanto la famosa y archifotografiada construcción como sus capillas interiores muestran la intención de la época de reflejar en la arquitectura el poder absoluto de la monarquía rusa. En sus inicios, de hecho, la catedral era blanca (para que no resaltara con el resto del Kremlin) y las cúpulas doradas, en lugar de como la conocemos, ya que tanto los materiales como las pinturas se fueron modificando tras su restauración completa en el siglo XVII. En la actualidad, aunque se celebran actos religiosos en fechas señaladas, forma parte del Museo Histórico de Moscú. Frente a la catedral se encuentra una plataforma circular en piedra que servía en la época como altar para las ceremonias al aire libre en la Plaza Roja. Además, aquí se presentaban los herederos al trono al pueblo y este fue el lugar donde Iván el Terrible declaró su abdicación. ¿Te lo vas a perder?
Mausoleo de Lenin
Sabrás que has llegado cuando veas la enorme fila de turistas; aún así, ¡no te lo pierdas!
El homenaje a Lenin por excelencia.
En la Plaza Roja, a los pies del Kremlin, hay un guardia las 24 horas que vigila que al cuerpo embalsamado de Lenin no le ocurra nada. En un principio, en 1924, se realizó un mausoleo de madera pero, en 1929, el arquitecto Aleksei Shchusev se encargó de modificar los materiales para que el cuerpo de Lenin estuviera a buen resguardo. No tiene pérdida, conocerás su lugar exacto ya que siempre hay una larga cola de turistas para poder acceder al interior. Sin embargo, una vez dentro, la visita suele ser rápida. Como dato curioso, después de años de rumores y polémica sobre el destino del cuerpo de Lenin, el mausoleo fue reabierto en abril de 2005, y en principio así seguirá en el futuro. Su horario de apertura es de 10h de la mañana a 13h y cierra los lunes y viernes.
Plaza de las catedrales
Una curiosa unión de edificios religiosos en el centro del Kremlin.
La plaza más antigua de la ciudad.
En el centro del Kremlin, está considerada la plaza más antigua de la ciudad. Llama la atención la unión de varios edificios religiosos en un único e impresionante lugar. Se sitúa entre las cámaras de las Facetas y del Patriarca, las catedrales de la Asunción, del Arcángel y de la Anunciación, la Iglesia de la Deposición del Manto de la Virgen y el campanario de Iván el Grande. ¡Un imprescindible en tu visita a Moscú!
Palacio del Senado
Un espectacular edificio que debes contemplar desde fuera para admirar su arquitectura.
La esquina del Kremlin.
Su planta triangular, a su vez dividida en tres triángulos que comunican los edificios a través de un patio interior, fue realizada para aprovechar al máximo la esquina que ocupa en el Kremlin, cuya construcción (1776-1788) dificultó enormemente. Su hall circular de casi 25 metros de diámetro y 27 metros de altura llama la atención por sus grandes columnas de estilo corintio que sujetan una gigantesca cúpula que posee 24 ventanas decoradas con bajorrelieves. Su construcción marcó un punto de inflexión en la formación de los edificios públicos de muchas ciudades rusas que lo tomaron como ejemplo. Aquí se estableció el Senado durante la época soviética aunque entre 1992 y 1995 se remodeló para acoger la residencia del Presidente de la Federación Rusa. De hecho, la bandera rusa está siempre ondeando sobre su cúpula. Como curiosidad, tras la revolución de 1917, fue el primer lugar donde se alzó la bandera roja, como símbolo de la URSS.
El Arsenal
Con una larga historia, no te lo puedes perder en tu visita al Kremlin.
El edificio más tenaz de la ciudad.
Verás este edificio del Kremlin con otros ojos si conoces la larga historia de su construcción ya que, en un principio, parecía que el destino no quería que el edificio se mantuviera en este lugar. Comenzó a erigirse en 1702, por encargo de Pedro I El grande, con la idea de utilizarlo no solo como almacén militar sino también como museo de armas antiguas pero, entre medias, el país se sumió en guerra y quedó inacabado. En 1736 terminó de construirse, aunque un año más tarde acabó gravemente dañado debido a un incendio en la ciudad. No sería hasta años más tarde, entre 1786 y 1796, cuando el edificio fue restaurado. Sin embargo, la tortuosa historia del Arsenal no acaba aquí. En 1812, mientras las tropas de Napoleón abandonaban la ciudad, volaron por los aires este y otro edificio, quedando una parte totalmente destruida. Dos años más tardes comenzaría otro proceso de restauración que finalizó en 1828. Pese a todo, el Arsenal del Kremlin en la actualidad se sostiene en pie y mantiene la planta original. En la actualidad alberga cañones y armas antiguas pero se utiliza como cuartel. Sin duda, ¡una larga historia!
Palacios del Kremlin
Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad te espera para mostrate su arquitectura y esplendor.
La residencia del Zar.
El Gran Palacio del Kremlin era la residencia habitual de los zares rusos y en la actualidad es la residencia oficial del presidente del país. Construido por iniciativa de Nicolás I en 1849, donde se encontraba un antiguo edificio del Gran Príncipe de Moscú, bajo la supervisión del arquitecto Konstantin Ton. El gigantesco edificio llama la atención por los arcos de su fachada aunque te sorprenderá aun más cuando sepas que en su interior hay más de 700 estancias entre salas principales, habitaciones privadas y cámaras de servicio. En este impresionante lugar se pueden encontrar todo tipo de estilos entremezclados que van desde salas renacentistas hasta de estilo bizantino-ruso. Lo que en un principio fue el palacio de los zares, con su gran fachada principal frente al río Moscova, se ha acabado convirtiendo en un auténtico museo arquitectónico, además de un complejo que aúna otros palacetes más pequeños.
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