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Guía turística: qué hacer y ver en San Petersburgo
A los pies de Pedro El Grande
San Petersburgo es la segunda ciudad de Rusia, y sigue a Moscú muy de cerca. Tras cambiar varias veces de nombre -antes Petrogrado y después Leningrado-, desde los tiempos de la URSS se ha erigido como la ciudad más abierta a occidente de la región. Ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos que han dejado huella en sus calles: la Revolución Rusa o la Segunda Guerra Mundial no son ajenas a ella. Su centro histórico con su avenida Nevsky, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es solo una de las muchas cosas que recorrer si vas. El Museo Hermitage, viajar en el metro más profundo del mundo, ir a la ópera o al ballet y admirar los jardines de Peterhoff te impactarán.
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Porcelana de San Petersburgo
¿Quién no ha oído hablar de la cerámica de San Petersburgo? ¡La de Lomonosov se lleva la palma!
Mundialmente famosa.
Si hay algo típico que tienes que comprar en esta ciudad, es la porcelana. La porcelana rusa es mundialmente conocida. La primera fábrica de porcelana de San Petersburgo se fundó en 1744 por decreto de la reina Isabel, hija de Pedro I y se llamó Lomonosov. Hoy
en día la porcelana Lomonosov está considerada como una porcelana de gran valor. Verás que en el museo Hermitage, el museo británico de Londres o el Metropolitano de Nueva York, tienen en sus colecciones porcelana de San Petersburgo. Junto a la
porcelana inglesa y alemana, la rusa es una de las más famosas y que siempre se ha regalado en palacio. Normalmente la porcelana de aquí se pinta a mano y se fabrican según las técnicas tradicionales. El dibujo más famoso que salió de la fábrica Lomonosov
fue la llamada “red de cobalto” y la podrás encontrar en numerosas tiendas de la ciudad.
Parfionova
Aquella costurera de San Petersburgo empieza a hacer ruido en el mundo de la alta costura, ¡pásate y verás!
Exclusiva boutique en plena Nevsky.
La moda rusa está pisando fuerte aunque no se la escuche venir. Tatiana Parfionova fue la primera costurera de San Petersburgo en tener su propia casa de moda allá por los años 90 cuando los nuevos rusos rechazaban cualquier moda que llegara no llegara de
Milan o París. Esta tienda muestra sus propios diseños y los vende en una boutique que está ubicada en la larguísima avenida Nevsky, justo en el número 51. Aquí puedes ver y comprar diseños Prêt-à-porter llamativos o ver las famosas bufandas color carmesí
de Parfionova. Tiene precios que no son asequibles a todos los bolsillos, pero aunque no compres nada, merece la pena entrar en la tienda ya sea solo por ver la maravilla de los diseños de esta diseñadora rusa.
Kisselenko Salon
Adentráte en esta exclusiva tienda y conoce las propuestas de la diseñadora rusa Lilia Kisselenko.
La moda rusa más cara.
En el centro, a unos 7 minutos del metro Chernyshevskaya, está la elegante tienda de moda Kisselenko Salon. Es una tienda de moda cara donde se vende ropa de la diseñadora Lilia Kisselenko además de accesorios. La línea de sus diseños roza lo lineal,
la femineidad, lo conceptual y en cierta manera lo sensible y misterioso. Aunque Kisselenko no es mundialmente conocida, se está haciendo poco a poco un nombre dentro del mundo de la moda rusa. Utiliza mucho los colores negros y blancos, dos básicos de armario. Es un buen sitio para comprar moda exclusiva hecha en Rusia y fuera de los típico estereotipos de moda del país con colores sobrios y materiales innovadores. Lilia Kisselenko tiene otro punto de venta en la ciudad que se llama Defile y si tienes suerte, podrás encontrarte a la propia diseñadora en las tiendas.
Sweeter
Tienda de segunda mano de alta calidad. Encontrarás una oferta de productos muy interesante.
Inspiración western.
Las tiendas de segunda mano se han hecho famosas en Rusia, ya sea porque al fin y al cabo la ropa que aquí se vende, aunque usada, siempre es única o destaca por sus bajos precios. Sweeter, es una tienda de segunda mano que está algo inspirada en el mundo del
western. Dentro la tienda está muy bien cuidada y la ropa está espaciosamente dispuesta. La tienda vende ropa de mujer y está enfocada a la ropa divertida, muy femenina y que da un toque de personalidad al outfit personal. Estamos ante una tienda de segunda mano de alta calidad, porque dentro del mundo de las tiendas de segunda mano también hay niveles, diferencias y distintas calidades. Venden accesorios limitados y a veces se dan en la tienda seminarios sobre moda.
Spasibo
Un concepto diferente de tienda de segunda mano en la que podrás encontrar cualquier cosa que te imagines.
¡No te olvides su código de entrada!
Spasibo es una tienda diferente, que no vende souvenirs, pero de la cual igual puedes comprar algún objeto y bautizarlo como tal. Al fin y al cabo lo estás comprando en San Petersburgo y en una tienda única. La idea de esta tienda surgió cuando el dueño vio
que en Europa había muchas tiendas de segunda mano y muchas ellas llamadas como tiendas de la caridad, charity shops. Así que lo hizo fue abrir esta tienda donde la gente llevaba sus cosas viejas para intercambiarla o llevar cualquier cosa por un precio entre
los 10 y 500 rublos (0,20-11 €). Spasibo se podría decir que es una tienda de segunda mano en la que se vendeo intercambia ropa vintage, libros, juguetes y objetos curiosos que no encontrarás en otro lugar. La tienda está en la 9 ya Sovietskaya ul. 22 (código de entrada de la puerta: 136) y el metro que está cerca es el pl. Vosstaniya.
Banya Concept
Mucha creatividad y estilo personal encontrarás en esta tienda multimarca de ropa, complementos, zapatos…
Única en su especie.
Esta es una concept store, o mejor dicho, una tienda creativa y única de multimarcas y Banya Concept. Por suerte aquí podrás comprar ropa, zapatos y complementos (sombreros, gafas de sol...) de distintas marcas, además venden ropa de segunda mano y
ropa retro de Asia, Escandinavia y Rusia. También venden alguna que otra cosa que puede llamar la atención como máscaras hechas de discos vinilos, diseños de gafas muy estrambóticos, miniesculturas, cámaras lomográficas y otros objetos. Para quien se canse
de ver tanto objeto conceptual y ropa, hay un sofá para relajarse o dejarse llevar por la lectura de unas de las revistas que tienen. Esta tienda no vende nada típico de la ciudad, pero merece la pena si te quieres llevar ropa diferente. Banya Concept está junto al río y
cerca del metro Obvodnyy Kanal.
Tienda de té Untsiya
Local mágico y especial con infinitas clases de tés que podrás comprar o consumir en su bonita tetería trasera.
¡Hora del té!
Cerca del metro Mayakovskaya está esta tienda de tés que tiene un escaparate precioso, además de su interior lleno de muebles de madera. Si quieres comprar un regalo especial y algo diferente esta tienda de tés gourmet es la mejor opción. Venden todo tipo de tés desde afrutados, tés asiático hasta europeos con unos precios que van entre los 64 y los 250 rublos (1,5-6 €). Lo mejor de todo es que detrás de la tienda y aunque no lo parezca hay una pequeña tetería que ofrece más de 100 tipos de tés. Sin duda, la tienda Untsiya es un lugar mágico y de las mejores tiendas dedicadas a esta bebida que hay en San Petersburgo. El nombre de la tienda, Untsiya, significa onza y es que la forma en la que también venden el té es una onza, ya sea de hoja o de flor.
Gostiny Dvor
¡Histórico centro comercial! Nunca mejor dicho, ¡tardó 28 años en ser construido! ¡El must de las compras peterburguensas!
Famosísimo centro comercial.
Cuando veas la fachada no te parecerá que estás frente a un centro comercial (el más famoso e histórico de San Petersburgo) porque te encontrarás con un edificio amarillo que más que un centro comercial puede parecer la entrada a un museo o edificio
emblemático. Además de ser uno de los centros comerciales más largos y antiguos de la ciudad fue uno de los primeros centros comerciales del mundo con arcadas. En el interior tienes más de 100 tiendas donde elegir tus regalos, tus caprichos o curiosear un poco.
Como nota interesante de este centro comercial, destacar que el interior tardó 28 años en construirse y que tiene dentro un metro que lleva el mismo nombre. De estilo neoclásico fue diseñado por Jean-Baptiste Vallin de la Mothe y se hizo por orden de la
emperatriz Isabel, terminándose las obras de construcción en 1785.
Plaza Sennaya
Aquí descubrirás el caos más real de la ciudad: compras baratas, mercados y gentío a cualquier hora del día.
Céntrica y transitada.
Antiguamente era una plaza muy concurrida porque en ella había un mercado donde se vendía leña, heno o ganado. Los años cambian la forma pero no la esencia y eso es lo que ha pasado con esta plaza que está en el centro de la ciudad, cerca del metro
Sadovaya. Hoy en día el lugar sigue siendo muy transitado y por aquí podrás hacer tus compras porque hay centros comerciales, tiendas a pie de calle, kioskos donde puedes comprar algún dulce típico ruso y un mercado de alimentación y ropa. Si quieres hacer
compras de lujo, este no es el lugar idóneo para ello, de hecho está lejos de vender el estilo de ropa de esas tiendas y boutiques de la avenida Nevsky. Aquí predomina el caos, la multitud, la comida y la ropa más económica. Todo ello rodeado de un encanto especial para perderte en él, antes de dejar la ciudad.
Avenida Nevsky
Avenida por excelencia de San Petersburgo: comercio, restauración, museos, bibliotecas y ocio nocturno ¡Completísima!
4 importantísimos kilómetros.
Todas las grandes ciudades tienen su calle de principal de compras y en San Petersburgo encontrarás la avenida Nevsky que tiene 4 kilómetros largo para pasear para los que decidáis invertitr un tiempo de compras. Por aquí vas a encontrar muchas tiendas, librerías, cafés, restaurantes y como no, algo más cultural como los museos. En esta avenida también está la Biblioteca Nacional Rusa (una de las más grandes de la ciudad), además se decía que era una de las únicas zonas que no estaba dominada por poderes políticos de la época y que era el único sitio donde convivían bohemios, nobles, artesanos y marginados. Si por el día es zona comercial, por la noche cambia completamente de cara y se convierte en una avenida de ocio y diversión. Otro buen momento para acercarse y perderse en su encanto.
Museo de etnografía de Rusia
Con esta visita te adentrarás en el siglo XIX y XX, y conocerás el día a día del pueblo ruso.
Rusia por dentro.
Conociendo la vida diaria de un pueblo ayuda a conocer su cultura y eso es lo que exhibe este museo que está dedicado al día a día de diferentes personas rusas del siglo XIX y XX. Aquí podrás ver el arte de pueblo de aquella época, trajes locales y sus artes. El
metro más cercano es Gostiny Dvor o Nevsky Prospekt. Aquí dentro hay una impresionante biblioteca etnográfica además de que hay objetos de culto, objetos de madera y hierro e incluso algunas edificaciones típicas de Rusia como el iglú, la yurta o el
chum. La entrada para adultos sale unos 350 rublos (8€), también se puede visitar la habitación de los tesoros y su el ticket sale 250 rublos (casi 6€). No olvides que todos los lunes y los últimos viernes del mes está cerrado.
Fortaleza de San Pedro y San Pablo
Su verdadera importancia reside en los cañones que disparan cada mediodía y cada medianoche. No te los pierdas.
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!
Pedro El Grande fundó en 1703 esta fortaleza para proteger a la ciudad de la flota sueca. La fortaleza en sí no llama tanto la atención porque es poca cosa y ha perdido su significado militar antes de que se terminara, así que durante dos siglos se ha usado
como prisión en la que han pasado algunos presos famosos, como Alexei (el propio hijo de Pedro I) o el mismo Dostoevsky. Lo que posiblemente llame la atención de esta fortaleza hoy en día son los cañones que disparan a las 12 del mediodía, a medianoche y
cuando se acercan inundaciones (muy curioso). La fortaleza tiene dentro un par de museos de laboratorios del gas con objetos relacionados con el espacio entre otros. En el centro de la fortaleza merece la pena visitar la catedral de Pedro y Pablo.
Museo del pan
Museo de atípica temática: conocer la historia de un alimento tan básico como el pan. Interesante, ¿verdad?
Querido pan.
Tal vez resulte extraño que una ciudad tenga museos como este, dedicados al pan. Pero no debería ser tan raro porque al fin y al cabo el pan es un alimento básico que lleva existiendo en la alimentación de la humanidad desde la prehistoria. Seguramente te
preguntas qué vas a ver aquí, pues desde los orígenes del pan sobre cómo horneaban el pan en el antiguo Egipto hasta la cultivación del pan a lo largo de la historia rusa. También se pueden ver las máquinas que usan para hacer pan en la época soviética y raciones de pan de 250 gramos. Nunca está de más saber un poco más sobre la historia de ese alimento que está en tu vida diaria y del que tal vez te sorprensa conocer algunas curiosidades. Si te animas, la entrada de un adulto cuesta unos 100 rublos (2 €), su horario de apertura es de lunes a viernes de 10 a 16 h y el metro más cercano es Pl Vosstaniya.
Museo-apartamento de Dostoyevski
En esta casa Dostoyevski escribió `Crimen y Castigo´. El recorrido propuesto es largo pero interesante.
¡Vivan los literatos rusos!
San Petersburgo destaca por disponer de casas-museo de los principales exponentes de la literatura rusa. El famoso escritor ruso Fiódor Dostoievski, también tiene su homenaje en forma de museo en la que fue su casa entre 1878 y 1881, fecha de su fallecimiento.
El metro más cercano es Dostoevskaya y ten en cuenta que cierran los lunes y los últimos miércoles de cada mes. El museo-casa está en la calle Kaznacheyskaya, 7 y fue el hogar en el que escribió su famosa obra “Crimen y Castigo”. Para poder ver bien las
habitaciones donde él escribía, el dormitorio y las ocasionales exposiciones temporales de arte contemporáneo que tienen se recomienda estar 1-2 horas, pero depende de cada uno. Recuerda que aunque el museo es fácil de encontrar, la entrada está a pie de calle una vez pasadas las escaleras de acceso.
Museo Erótico
Cuenta la leyenda que aquí se exhibe el pene de Rasputín. Compruébalo tú mismo y disfruta de un museo diferente.
¿Será verdad?
Todo el mundo ha oído hablar en algún momento de Rasputín. Pero poca gente sabe qué hacía. Rasputín era un místico ruso que influyó notablemente en la Dinastía Romanov. Y te preguntarás qué tiene que ver Rasputín con el museo erótico, pues mucho. Dicen
que en el museo del sexo de Rusia se exhibe el pene de Rasputín, que se ha convertido en la principal atracción. Este es el primer museo del sexo que se abrió en Rusia y se inauguró en Mayo de 2004; aquí se exhiben pinturas, esculturas y objetos eróticos. El
museo se ubica cerca de la parada de metro Chernysshevskaya (al lado del río Neva), en pleno centro de ciudad y abre todos los días de 8 a 21.30. Puede ser un lugar curioso de visitar y cambiar alguna de las típicas paradas turísticas, por este museo.
Museo-apartamento de Alexander Pushkin
¿Eres admirador de Pushkin? En ese caso no te pierdas la visita a la que fuera su casa.
In Memorian.
La ciudad ha hecho un museo literario en lo que era la casa de uno de los poetas más célebres que ha tenido Rusia, Alexander Pushkin. Muy cerca del río Moika, Pushkin vivió en esta casa entre 1836 y 1837. La entrada al museo cuesta 200 rublos (casi 5 €). Cierran todos los martes y los últimos viernes de cada mes. Puedes alquilarte una audioguía que no sale muy cara y en la que además se recitan poemas del gran literato ruso. Aquí verás algunos objetos que pertenecieron a Pushkin y su familia, así como sus notas y manuscritos o la recepción donde trabajó. El museo se abrió allá por el año 1925 y en 1987 fue cuando se rehabilitó la casa. Este lugar es el único sitio que hay en memoria de Pushkin.
Museo de Arte Aplicado Stieglitz
Desconocido por muchos, este museo es una joya en todos los sentidos. Si puedes, no te lo pierdas.
Arte y antigüedades.
La verdad es que este museo merece mucho la pena. Es una pequeña joya que sorprende por su belleza exterior e interior. Está muy cerca del castillo Mikhailovski y no suele estar incluido en algunas rutas turísticas. Aunque inicialmente el museo estaba
enfocado para dar clases a todos aquellos artistas rusos, es hoy en día el lugar perfecto para todos aquellos que están interesados en el arte y en las antigüedades. En su colección se incluye trabajos de metal, porcelana y artes decorativas entre otras. Para
llegar al museo tienes que entrar por la Solyanoy Pereulok 13, luego subes las escaleras, vas a la derecha y caminas por el pasillo y coges la escalera estrecha de la izquierda y bajas. La entrada principal del museo está en la parte baja del edificio. No parece tarea
fácil, pero así lo habrás conseguido. La entrada sale unos 60 rublos (1,5€).
Kunstkamera
Solo por su privilegiada ubicación merece la pena visitarlo: en la universidad Embankment, frente al palacio de invierno.
Curiosa colección.
Estás frente al primer museo de Rusia. Pedro El Grande ordenó al doctor Robert Areskin que moviera sus colecciones personales y la biblioteca desde Moscú hasta la ciudad de San Petersburgo junto al río Neva y así fue como comenzó la creación del primer museo
público estatal Kunstkamera, que terminó de construirse en 1729. Las colecciones del zar eran muy curiosas y sobre todo frikis, en sí la colección consistía en instrumentos que usaban los químicos y físicos, botellas con reptiles, insectos y peces dentro, así como los
libros de la biblioteca del zar, que se llevaron al palacio de verano de Pedro El Grande. Desde 1879 el museo acoge además el museo de Antropología y Etnografía de Pedro El Grande, que tiene más de dos millones de objetos. El museo está ubicado en la universidad Embankment y frente al palacio de invierno.
Museo del Hermitage
Bienvenidos a un museo que abarca nada más y nada menos que 5 edificios unidos entre sí. ¡Digno de visita!
No sabrás por donde empezar.
Este es un museo espectacular que ocupa varios edificio que están unidos entre sí, en total el complejo tiene 5 edificios: el nuevo Hermitage, el Hermitage viejo, el Hermitage pequeño y el teatro de Hermitage y el palacio de invierno (que fue la residencia oficial de
los zares de Rusia). Merece la pena ir hasta allí solo por ver los espectaculares edificios todos juntos. La colección del Hermitage incluye más de 3 millones de obras de arte desde esculturas e ilustraciones hasta objetos arqueológicos. Los puntos fuertes del
museo son su arte prehistórico, antiguo, arte de Europa occidental, arte oriental, arte de la cultura rusa, también hay una sección de numismática, con medallas y monedas antiguas y la galería de grandes tesoros, tal vez esta sea la parte más interesante de la colección (dividida en dos: las habitaciones de oro y las habitaciones de diamantes).
Museo Estatal Ruso
Si eres amante del arte, en este museo saciarás tu sed artística contemplando ¡más de 400.000 obras!
Inmenso.
Este es el primer museo estatal de San Petersburgo en cuanto a las artes visuales de Rusia se refiere. Se estableció en 1895 por el decreto del zar Nicolás II, pero su gran apertura fue en 1898. Hoy en día el museo es una gran depósito de piezas de arte y al
mismo tiempo es un centro muy famoso de restauración, también actúa como instituto de investigación y es a la vez uno de los centro educativos más grandes de Rusia. Si te gusta la pintura y la escultura este museo es de visita obligada, la colección tiene más de
400.000 obras dedicadas a artistas rusos con obras que datan del siglo XVIII como las piezas de Fidelio Bruni o Aivzovsky hasta obras del siglo XX como las de Rylov, Fomin o Ossovsky. Junto al museo están los jardines de verano que también pueden visitarse y
son de entrada gratuita mientras que la entrada normal del museo son 8 €.
Estación de ferrocarril de Vitebsk
Estilo art nouveau, ventanas semicirculares y cúpula pseudorenacentista ¿te animas a visitarla?
Vetusta y grandiosa.
Tienes ante ti la primera estación de ferrocarril construida en la ciudad y en todo el imperio ruso. Está ubicada en la avenida Zagorodny y se inauguró el 30 de octubre de 1837 con el zar Nicolás I de Rusia. Fue diseñada por el arquitecto Konstantin Thon, que era el arquitecto oficial de la Rusia Imperial durante el reinado de Nicolás I.
Isla de Yelagin
Isla de visita obligada. Tanto su paseo, como su palacio como el parque Kirov lo merecen.
Pequeña pero interesante.
Junto al río Neva encontrarás otra de las islas que hay en la ciudad, a veces están tan cerca de sí que es casi posible saltar de isla en isla. Dentro de las islas Kirov, la isla Yelagin es la más pequeñas. Antes de que se fundara la ciudad de San Petersburgo, la
isla estaba habitada por una colonia de pescadores y posteriormente sirvió como zona de retiro para las clases dirigentes. Como pasa con todos los terrenos, pasan de unas manos a otras, hasta que un día en el siglo XVII la isla llegó a manos de Ivan Yelagin que fue
quien puso la primera piedra del palacio de la isla. Desde entonces, la isla lleva su nombre, aunque anteriormente se la conocía como la isla Melgunov. Además de su palacio y el paseo agradable que ofrece su entorno, poddréis disfrutar del parque Kirov.
Parque Kirov
Piérdete en la frondosidad de este parque situado en la isla Yelagin. Sea verano, sea invierno, es una buena opción.
Verde que te quiero verde.
Si te gusta la cultura de lo verde, es decir, la cultura de parque, lo ideal es hacerte una pequeña ruta de los mejores o los parques más importantes de la ciudad y en este caso el parque Kirov es uno de ellos. Además de que está ubicado en la isla Yelagin, donde está
el palacio del mismo nombre, esta zona verde es muy famosa entre los peterburgueses, que viene aquí a pasear los fines de semana o simplemente a estar en los días de sol. El parque empezó a construirse en 1931 y al año siguiente se abrió al público una parte del
parque Kirov. En cualquier época del año el parque ofrece todo su esplendor, ya sea en verano con los maravillosos colores de la vegetación, como en invierno con su pista de hielo. Lo mejor de todo, si tu visita es en invierno, es que también se pueden alquilar unos esquís e ir explorando el resto de la isla sobre sus aguas congeladas.
Isla de Kamenny
Alucinarás con las mansiones que ocupan las calles de la supuesta isla de los ricos.
Delta Neva.
San Petersburgo tiene tantas islas que no te dará tiempo de verlas todas. Esta isla también es conocida como la isla de Kammeny Ostrov o la isla de “piedra” y es una de las islas del delta Neva. Merece la pena pasear por sus calles, solo por ver las numerosas
mansiones que hay aquí y es que dicen que es la isla de los ricos. Alguna de las mansiones que merece la pena ver es la mansión Follenweider (13 Bolshaya Alleya) que hoy en día es el consulado de Dinamarca o la mansión Shene (3 Skvoznoi Proyezd). En la
época soviética e incluso hoy en día las residencias de los gobiernos se han instalado aquí, así que no es de extrañar que veas banderas en algunos de los edificios. También puede que veas varias grúas y es que muchos políticos se están haciendo aquí sus
futuras viviendas.
Barrio de Dostoyevski
Este céntrico barrio de la ciudad guarda mucha historia relacionada con el escritor de la Rusia Zarista.
Gran literato ruso.
La literatura rusa se ha hecho con grandes nombres en la historia que han dejado una gran huella internacional y uno de esos literatos fue Dostoyevski, uno de los escritores de la Rusia Zarista. Tal fue su peso que la gente de la ciudad donde murió le rindió homenaje
con un barrio homónimo, barrio de Dostoyevski, esta es la zona centro de la ciudad y está ubicada muy cerca de la plaza del Heno. La gente local conoce la zona del centro con este nombre, pero oficialmente el barrio no se llama así. El escritor era un personaje
particular y es que solo quería vivir en casas esquinadas para ver ambas calles. Vivió en un total de 20 casas, si te interesa puedes ir hasta una de ellas en la calle Kaznacheiskaya, 1,9 y 7 (en esta calle escribió “Crimen y Castigo”).
Tour desde la plaza Vosstaniya
La plaza Vosstaniya es un punto de partida estratégico para recorrer parte de la ciudad, ¡apúntatelo!
Caminando por San Petersburgo.
San Petersburgo ofrece mil posibilidades de ser recorrida, puedes empezar la ruta desde cualquier parte simbólica de la ciudad, ya sea haciendo tu propia ruta con ayuda de un mapa o una guía o través de tours organizados. Si vas por libre, un interesante tour sería
empezarlo desde la plaza Vosstaniya (significa insurrección), aquí está la estación de metro de Vosstaniya (antes era un refugio nuclear) que merece ser visitada por su curiosa arquitectura y su lujosa decoración, entre tanto ornamento se puede ver una imagen de
Stalin, si tienes tiempo anímate a buscarla. Desde esa playa puedes ir hacia la Nevskyy prospekt que es la principal calle de la ciudad y de las calles con mayor historia de todo el mundo, de ahí cruza el río Fontanka y visita las zonas verdes que hay a los alrededores
como el jardín Ekaterininsky.
Paseo en barco
Dicen que San Petersburgo es otra Venecia. Comprúebalo recorriéndola en barco y verás cuanto razón tienen…
La Venecia del Norte.
Lo mejor que puedes hacer en un día de sol y después de haber estado un par de días caminando la ciudad, es coger alguna de las excursiones en barco que se ofrecen en distintos puntos de la ciudad. Porque no es lo mismo ver San Petersburgo a pie o en
bicicleta que en barco. La perspectiva y la concepción de la ciudad cambian. Dicen que esta ciudad es la Venecia del Norte y es que tiene unos 70 canales y ríos y 50 islas... Hay varias compañías que dan estos paseos y que suelen entre hora y media o dos horas,
dependiendo de la compañía, también según el número de personas que hagan el tour en barco te puede salir más barato o más caro, por eso lo mejor es que te informes en la oficina de turismo, en la avenida Nevsky Prospekt.
Cementerio de Tikhvin
En esta ya no tan curiosa visita te encontarás con nombres de la talla de Stravinsky o Tchaikovsky.
¿Turismo atípico?
Cada vez más es la gente que suele hacer turismo en los cementerios de las ciudades que visitan y es que ya deja de ser algo raro. Motivados por la curiosidad de ver lápidas de personajes famosos de la historia o por pasear por un sitio tranquilo y lleno de
naturaleza. El cementerio Tikhvin está ubicado dentro del monasterio Alexander Nevsky y el metro más cercano para llegar es el Aleksandra Nevskogo II. Para los que quieran ver las lápidas de personas notables mencionar que aquí están enterrados el compositor y
químico Borodin, el escritor Dostoyevsky o los también encontrarás las lápidas de otros compositores como Stravinsky, Tchaikovsky, Glinka o Rubinstein. En el cementerio hay un mapa en el que te señalan dónde están las lápidas de los personajes más importantes que se enterraron en el cementerio TIkhvin (algunos incluso tiene un busto en la lápida).
Canal Griboedova
A este canal se le considera una calle. Sobra decir pues la grandísima importancia que tiene en la ciudad.
Un must peterburguense.
Otra de las maravillas de la ciudad son su numerosos canales, puedes hacer una tarde la ruta de los canales, porque merece la pena ver algunos de ellos como el canal Griboedova que fue construido en 1739. Este canal comienza en el río Moika y
desemboca en el río Fontanka, donde está el puente Kalínkina. Antes de 1923 recibía el nombre de canal de Catalina, en homenaje a esta emperatriz. Lo más curioso de este canal es que se le considera como una calle: Naberezhnaya Kanala Griboyedova, pero
los peterburguenses solo dicen canal Griboedova, pero que se le considere una calle indica ya de por sí la importancia que tiene este canal en la ciudad. No importa en qué época del año viajes que este canal conserva siempre una belleza intacta, ya sea con el
agua congelada como de noche y en verano.
Malecón del Palacio
Este malecón ofrece 2 kilómetros de paseo inmejorable, rematado con unas puestas de sol espectaculares.
Atardeceres naranjas.
De visita por San Petersburgo no puedes dejar de visitar el malecón del Palacio o también conocido como el malecón del Neva, por el río que está junto al rompeolas. Aquí se puede ver uno de los mejores atardeceres de la ciudad, donde la luz naranja se va incrustando en las fachadas de todos los edificios que están junto al malecón. El tramo del rompeolas va en paralelo desde el senado hasta el palacio de verano de Pedro I el Grande, en total son más de 2 km de malecón que merece la pena pasear, ya que durante el trayecto verás varios canales y edificios aristocráticos que te van a maravillar. Lo mejor es que vengas con antelación para ver los palacios de invierno y de verano, la plaza de Isaac y que después de haber hecho el recorrido básico de la zona, te sientes en el malecón a disfrutar de los últimos minutos de sol.
Troitsky Most
Esta cadena no ofrece la mejor cocina de la ciudad, pero su lasaña de champiñones te sacará de algún apuro.
Opción rápida, sana y barata.
Local pequeño de comida vegetariana con una decoración básica pero agradable. Ideal para una parata rápida si no tienes mucho tiempo para sentarte a almorzar pero quieres algo sano y ligero, para seguir visitando la ciudad. El plato que resulta legendario, que viene a ser como su plato estrella, es la lasaña de champiñones y hay que mencionar que tiene unos precios muy económicos 230 rublos (5 €) es lo que salen algunos de sus platos. Hay varios restaurantes de esta cadena repartidos por la ciudad (todos ellos decorados de distinta forma) y uno de ellos está en el metro Dostoevskaya en la isla de Petrogradsky. Además de que sirven varios platos vegetarianos aquí puedes tomar un café con algún postre típico ya sea para desayunar (abren a las 9 de la mañana) como después de comer.
Restaurante/Café Botanika
Local interesante, no solo por su cocina vegetariana internacional sino por ¡su sala de juegos para los peques!
Una propuesta vegetariana.
Muy cerca del instituto de Arte Mukhinskoye y a 5 minutos de los jardines de verano, es uno de los pocos restaurantes vegetarianos que hay en San Petersburgo, por eso resulta un punto gastronómico fuera de lo normal, ya que en Rusia se acostumbra a comer
bastante carne y es todo un descubrimiento para los menos amantes de estos alimentos. Ente alguno de sus platos encontrarás humus, tabulé, ensaladas o sopa de tomate, pero tienen un menú muy internacional que toca la comida japonesa, la india, la
rusa y la italiana. El ambiente del restaurante Botanika es reposado, predominan los colores verdes y tiene una sala de juegos para niños, así que si vas con tus hijos comer aquí resulta muy práctico. Los precios de los platos no son muy baratos en comparación
con otros restaurantes, pero son moderados.
Restaurante Caravan
La rapidez no es una de sus cualidades, pero si la exquisitez de sus platos: la espera merece la pena.
¡Qué bien huele!
Cerca del río Fontanka, en la Voznesenskiy Av. está este restaurante que lleva más de una década en la escena gastronómica de San Petersburgo: El Caravan. No destaca por su decoración elegante y exquisita, pero su atmósfera es especial y su ambiente
os resultará curioso al recrear el interior de una caravana. Pero, lo más sorprendente de su decoración es el dromedario que encontraréis tumbado en una de las salas (de mentira por supuesto). La cocina del restaurante está especializada en platos de Uzbekistán y el
Cáucaso y todo a precios asequibles para cualquier monedero. Lo que se recomienda pedir son sus especialidades al grill y el cheburek (una especie de empanadilla rellena de carne mentada); en cuanto al servicio, a veces pueden tardar un poco en traer los platos,
pero la comida es excelente, así que la espera compensa.
Restaurante Lya Rus
¿Cena para dos? Este local reúne las caracterísiticas necesarias para ello. Y encima su carta ofrece precios muy moderados.
Romanticismo asegurado.
Si estás de viaje en pareja hay un sitio en el centro que está muy bien para pasar una velada romántica y nocturna en el restaurante Lya Rus que está muy cerca del metro Admiralteyskaya, junto al río Bolshaya Neva. Con unos precios que son bastante
razonables, unos 300-400 rublos por plato (7-9 €) podrás disfrutar de una cena tradicional rusa mientras ves una actuación en directo con música y bailes típicos. Hay que destacar que los platos son muy abundantes, así que no te quedarás con hambre si te pides solo
un plato principal y el ambiente es muy acogedor. El restaurante Lya Rus tiene una especie de decoración kitsch, normal en los restaurantes rusos y es que aquí parece que estás en una casa de campo o una taberna de pueblo del este de Europa.
Restaurante Na Zdorovie!
El rojo y la música presiden este alegre local que ofrece una carta con recetas antiguas recuperadas.
A vuestra salud.
“¡A tu salud!” Es lo que exclama este restaurante ruso que hace de esta frase su nombre de entrada. Cuando entres al restaurante verás una decoración tan colorida que llamará tu atención: la funda de las sillas tiene figuras geométricas de colores, lo manteles
individuales también son muy alegres y las paredes están pintadas de rojo. Además hay música en directo. Es otro restaurante de los muchos que hay, que cocinan platos soviéticos y rusos. Se aconseja tomar la bebida alcohólica típica rusa kvas (que sería
como nuestra cerveza) y mors (bebida dulce hecha con zumo de bayas). Lo mejor de todo es que muchos de los platos que sirven se cocinan según recetas antiguas y que se han ido perdiendo en la actualidad. A veces las noches del Na Zdorovie! están animadas con
músicos que tocan en directo.
Restaurante Pravda
Revivirás el comunismo nada más entrar. Tanto su decoración, como sus platos o sus precios tienen la culpa.
Ricas sopas típicas.
El sitio está muy bien para gente de paso, como mochileros o estudiantes y sobre todo para todo aquel que no quiera gastar mucho en comida y que le apetezca un ambiente curioso. Aquí dentro está la nostalgia del comunista. La decoración puede parecer algo
kitsch, pero roza otro extremo y es que está decorado con retratos de Lenin, La Internacional (la canción del proletariado) y hay incluso platos “comunistas”. Es un lugar que no está de moda y donde los precios de los platos parecen que se congelaron en la
época comunista: se puede comer por 100-300 rublos (2-7 €). Otra de las cosas buenas es que sirven además de carne, platos vegetarianos, siempre comida tradicional rusa. Además, para no variar, tienen en la carta una gran selección de sopas típicas, y es un buen sitio para disfrutar de la comida autóctona.
Restaurante Kavkaz
Su decoración es sencilla pero elegante. Su brocheta versión rusa es exquisita. Y su trato al público es inmejorable.
Georgia al poder.
Decoración sencilla, elegante y con aire rústico, son las premisas de este restaurante ubicado en la Karavannaya ul 18 (metro Gostiny Dvor) que cocina a los comensales platos típicos de Georgia y de la zona del Cáucaso (el nombre del restaurante significa
Cáucaso). El restaurante Kavkaz es muy agradable y muy hogareño y las porciones, que se sirven en platos de madera, son muy generosas. Como plato típico se puede probar el shashlyk, que es la brocheta que todos conocemos, pero esta es la versión rusa (marinan
la carne antes de cocinarla). El precio de los platos está entre los 300 y 500 rublos (7-11 €). Tal vez la carta no sea muy fácil de entender porque hay platos que son irreconocibles para el extranjero, pero el personal que ofrece un servicio impecable, os lo podrá explicar en inglés.
Restaurante NEP
Si quieres pasar una velada diferente por un módico precio este es tu sitio: ¡shows acompañados de rica comida internacional!
Cenas y mucho espectáculo.
¿Te apetece una noche de espectáculo y gastronomía? Entonces el restaurante NEP es el lugar al que tienes que ir, porque te lo vas a pasar muy bien. Ofrecen cocina rusa, tailandesa y europea mientras ves uno de sus variados shows y es que dependiendo de
la noche puedes ver cabaret, conciertos o algún musical al estilo Broadway. No resulta un restaurante muy caro, los platos principales rondan los 600 rublos (14€) y se recomienda sobre todo probar las sopas. El restaurante está situado en la planta baja de un edificio y el metro que queda más cerca es el Nevsky Prospekt. Los camareros van vestidos con ropa soviética y todo allí se torna un espectáculo desde que entras. Se recomienda ir pronto o reservar, porque suele llenarse. En cuanto al horario de los espectáculos
empiezan a las 20.30 y salen 340 rublos (8€).
Flamand Rose
Cafés tranquilos y desayunos exquisitamente europeos en un agradable espacio con tienda incorporada.
No se puede pedir más.
Abierto desde las 11 de la mañana hasta las 11 de la noche, este café bar ubicado en el centro, cerca del metro Gorkovskaya, se especializa en servir comida belga y distintos tipos de cerveza. Quien no quiera arriesgar mucho su estómago probando una nueva
gastronomía siempre puede venir aquí a probar sus waffels exquisitos o a quien le guste un desayuno largo, aquí hacen desayunos al estilo europeo. El café aunque no es muy luminoso tiene en la entrada una maravillosa lámpara de araña que hace que no falte la
luz artificial. El sitio es recomendable para tomar café o venir a desayunar porque el ambiente es tranquilo, muy agradable y la comida exquisita. El Flamand Rose además de ser café y bar tiene integrada una tienda de diseño, así que más no se puede pedir: café,
bar, restaurante y tienda en uno.
Restaurante Ryumochnaya
Ambiente familiar, 213 tipos de vodka y una carta típicamente rusa. Esto es lo que Ryumochnaya ofrece a sus comensales.
De soliankas y rassolniks.
En un ambiente muy familiar y como si estuvieras en un salón de invitados podrás disfrutar aquí de la comida típica de Rusia. El Ryumochnaya tiene incluso una carta con 213 tipos de vodka, además hay un museo del vodka que puedes visitar después de
comer. Los platos principales entre 500-850 rublos (11-21 €). Entre alguno de sus platos puedes encontrar blinis que son tortitas fritas que se rellenos o no, los hay con caviar, patata o pescado, sopas típicas como la solianka (normalmente lleva carne, pescado o
setas y siempre con pepino), o la rassolnik (sopa con pepinillos y riñones de cerdo o vaca), también encontrarás en la carta platos principales de carne con menta y patatas (estas se usan para acompañar la mayoría de los platos). Puedes encontrar algún plato
vegetariano como patatas con champiñones o ensaladas. Está situado en 4, Konnogvardeyiski boulevard.
Dom Kino
Si buscas el típico cine comercial te has equivocado de sala. En Dom Kino solo encontrarás cine de culto.
Cine alternativo.
Este es otro de los cines-teatros más antiguos que puedes encontrar en San Petersburgo y es ideal para ver una programación exquisita. El Dom Kino evita el cine mainstream y proyecta películas que han ganado premios en los festivales de Cannes, Sundance o
Venecia. A veces el cine hace retrospectivas de directores famosos, sesiones de cine alemán, chino o francés. El precio de la entrada es muy asequible, oscila entre los 100 y 200 rublos (2-5 €). El metro más cercano es Gostiny Dvor, cerca de la plaza de las Artes.
Es el único cine donde puedes encontrar películas en inglés y el público es muy variado, desde la señora que vive en el barrio de toda la vida hasta los hipsters locales o extranjeros. Ten cuidado y no te confundas de cine, porque al lado también está el cine
Rodina (su entrada está detrás del monumento).
Tsely Mir
Tomar té es todo un ritual. En esta tranquila tetería te enseñan a través de sus ¡200 tipos de tés!
Té para todos los gustos.
El té tiene una historia milenaria, comenzó a consumirse por primera vez sobre el año 250 a.C desde entonces el té se ha extendido por todo el mundo siendo una bebida de culto. En la isla Vasilevsky que está integrada en la ciudad, encontrarás esta tetería situada en la parte más cercana al puente del palacio. Tsely Mir rinde culto a esta bebida milenaria, además de ser tetería también es tienda y puedes encontrar más de 200 tipos de té. El lugar es muy tranquilo y la zona para beber té está decorada al más estilo japonés.
Cuando te traen el kit del té incluso te llegan a explicar cómo ha de tomarse, porque es todo un ritual. Quizás este sea el sitio perfecto para realizar un alto en el camino mientras te relajas en los cojines escuchando música instrumental japonesa.
Club Manhattan
Local solo apto para amantes del rock, folk o hardcore. Si buscas glamour o tranquilidad, ¡ignora esta propuesta!
Ambiente bohemio y decadente.
Al lado del metro Vladimirskaya, junto al río Fontanka, está el club Manhattan que ofrece exposiciones de arte y conciertos de rock a las 8 de la tarde de miércoles a domingos (que es cuando abre el club). Este club no es el lugar donde pasar una noche de fiesta
con glamour o una velada tranquila, si no todo lo contrario. El Manhattan tiene una atmósfera muy bohemia y decadente, ubicado en un sótano verás que la decoración no cobra mucha importancia pero puedes encontrarte a gente local y de la escena arty. El
estilo musical de los conciertos varía dependiendo del día, así que una noche puedes encontrarte un grupo de rock, como de música folk o incluso de hardcore. El precio de la entrada varía dependiendo del evento, puede oscilar entre 100 y 250 rublos (2-6 €).
Cine Avrora
Cine de culto en versión original por un módico precio. Ocio diferente bien interesante.
Oferta rusa.
El cine ruso ha traído grandes directores de culto a las pantallas como Tarkovski o Eisenstein. Si eres fan de las películas rusas, en el popular cine-teatro Avrora (Aurora) se puede ver una buena selección de películas en versión original a un precio razonable (250
rublos, unos 6 euros). Por eso si además del cine nacional te gusta el séptimo arte, este es un buen sitio para poder ver alguna proyección del cine ruso actual ya sea a las 12 de la mañana como a las 11 de la noche. El cine Avrora es el cine más antiguo de San
Petersburgo y su metro más cercano es el Nevskyi Prospekt. Abrió sus puertas en 1913 y con otro nombre, Picadilly y podrás ver que mucha gente del barrio aún lo conoce con este nombre. El interior del cine sigue siendo espectacular, pero ha sufrido varias remodelaciones desde entonces.
Club Tunnel
El primer club de música techno de la ciudad es hoy uno de los locales undergrounds de la noche peterburguesa.
Música electrónica en la ciudad.
La gente local y trasnochadora de la capital puede que esté metida en el que es uno de los locales más undergrounds de San Petersburgo. El club Tunnel lideró desde los noventa la escena de la música techno, de hecho fue el primer club de techno que se
abrió en Rusia allá por el año 1993. Se cerró en 1997 y estuvo cerrado unos años hasta que resucitó en 2002 después de un largo silencio. Cerca del metro Sportivnaya encontrarás uno de los sitios más apropiados de la ciudad para escuchar y bailar electrónica en el centro de la capital rusa, donde dependiendo de la noche se pincha house, drum and bass, techno o breaks. Abren de jueves a sábado hasta las 6 de la mañana y la entrada cuesta entre 100-230 rublos (de 2 a 5 euros).
Orquesta Filarmónica de San Petersburgo
Yuri Temirkánov la dirige y mantiene su status de una de las mejores salas de Europa desde 1988.
De lo mejorcito de Europa.
Fundada en 1882 es la filarmónica más antigua de Rusia y desde 1988 está dirigida por Yuri Temirkánov. Bajo el mandato del zar Alejandro III se estableció un coro conocido como “el coro musical de la corte” que actuaba ante presencia real en algunas
recepciones y ceremonias oficiales entre otros. El edificio en sí se construyó en 1839 por el arquitecto P. Jacot y la fachada por C. Rossi. Por este hall han pasado los grandes compositores de la música clásica como Schumann, Wagner, Tchaikovsky o Lizst y es que
no podía ser menos, porque desde finales de la segunda mitad del siglo XIX ha sido el centro musical de la ciudad. Si quieres ver alguno de los conciertos que se dan en estas salas (dicen que de las mejores de Europa) no olvides bajarte en el metro Nevskyi
Prospekt para ver su programación.
Bar Datscha
Famoso, pequeño, acogedor. Así es Datscha, uno de los bares por excelencia de la noche más joven de San Petersburgo.
Aquí todo el mundo es bienvenido.
Ubicado en el centro de la ciudad, está el famoso Datscha, es un bar pequeño, acogedor y a pesar de su espacio reducido, es un local donde la gente baila. Aquí hay tres cosas básicas: una mesa para pinchar música, la barra del bar y un futbolín. Las bebidas son
bastante económicas y el público es muy variado, te puedes encontrar estudiantes, turistas o personajes famosos, pero mayormente está frecuentado por gente muy joven. La dueña del bar tiene un lema: “no importa qué moda sigas o cuánto ganes, lo que
importa es qué tipo de persona eres”. Es un lugar en el que todo el mundo es bienvenido, donde puedes empezar la noche tomando la primera copa en un sitio divertido y con buena música con dj´s en directo. Si buscas un lugar tranquilo, olvídate de pasar por este
sitio de espacio limitado y que siempre está lleno.
Teatro Mariinski
Karsávina, Nuréyev, Chaliapin o Sóbinov han pisado estas tablas. Estos nombres lo dicen todo, ¿acaso no?
Impecable programación.
El teatro ha sido conocido con otros nombres, de 1920 a 1935 se le llamaba Academia Nacional y Ballet, en la época soviética, exactamente de 1935 a 1992 pasó a llamarse teatro de ópera y ballet Kírov (haciendo honor al político Serguéi Kírov) y actualmente
como Mariinski. El arquitecto italo-ruso Alberto Cavos se inspiró en la ópera de Dresde para diseñar el teatro Mariinski. La construcción duró sólo un año, terminándose en 1860. Aquí se han recogido grandes éxitos del ballet y de la ópera rusa, así que haciendo oda a
su historia el teatro ofrece una programación impecable. Por su escenario han pasado directores, bailarines y cantantes muy importantes como Karsávina, Nuréyev, Chaliapin o Sóbinov. En mayo de 2013 se inauguró un Mariinski II en un edificio anexo, este viene a
ser un segundo teatro con instalaciones más modernas.
Mod Club
Este club ofrece todos los estilos musicales y diversión asegurada ¡hasta que amanezca!
¡De 6 a 6!
Si en vez de ir al teatro o a la ópera prefieres salir de fiesta, te recomendamos el club Mod en pleno centro, en la la Konyushennaya pl, metro Nevsky Pr. (muy cerca del río). Tiene un largo horario de apertura para ser un club (de 6 de la tarde a 6 de la mañana) y un
espacio muy bien aprovechado. En el club encontrarás músuca electrónica, pero también puedes ver conciertos de rock o escuchar hip hop. El estilo de música varía dependiendo de la noche. El sitio tiene un estilo años 60 y es muy agradable porque tiene
zonas de baile y zonas de lounge, además de una terraza y un jukebox. Y es que el Mod club el sitio perfecto para divertirte si vas en pareja o amigos y bailar hasta que amanezca en San Petersburgo.
Teatro Mijáilovski
Este histórico teatro ofrece el ocio más interesante de la ciudad. Nacho Duato tiene mucho que ver en esto.
Tan importante como antiguo.
También es conocido como el teatro Mali y su nombre homenajea a Mijaíl Pávlovich, hijo del zar Pablo I de Rusia. El encargado de diseñar el nuevo teatro fue el arquitecto Alexander Brullov en la plaza Mijailovski, que es donde está hoy en día ubicado, pero en
la actualidad es la plaza de las Artes. El teatro Mijáilovski se inauguró en 1833 y es uno de los teatros de ópera y ballet más antiguos que existen en Rusia. Sin duda es el lugar perfecto para pasar una interesante noche de ocio en la ciudad rusa. En la web
www.mikhailovsky.ru/en/ puedes ver la programación actual en inglés. No hay que olvidar que el bailarín y coreógrafo español Nacho Duato es quien dirige el ballet del Teatro Mijáilovski desde enero de 2011 y quien también dirige el ballet estatal de Berlin desde
2013.
Monumento a Pushkin
No es de extrañar que la ciudad rinda homenaje a Pushkin, padre de la literatura rusa moderna.
Poeta ruso por excelencia.
En la plaza de las Artes y frente al museo ruso, se encuentra una estatua que homenajea al poeta ruso por excelencia, al padre de la literatura rusa moderna, Aleksandr Pushkin. La parada más cercana para ver la escultura es Nevskyi Prospekt. Frente al museo
encontrarás la figura de Pushkin alzada sobre una base de granito, donde aparece el literato con el brazo derecho levantado, obra del escultor Mijail Anikushin. El monumento de bronce se inauguró en 1957 con motivo del 250 aniversario de San Petersburgo y
tardó 8 años en hacerse, el arquitecto de la base es Vasili Petrov. Hay que mencionar que Pushkin fue un dramaturgo, poeta y novelista que influyó en figuras literarias como Tolstói o Dostoyevski. En sus obras mezclaba romance, drama y sátira entre sus obras más
conocidas están Boris Godunov, la Hija del Capitán o Diario Secreto.
Liebre en la fortaleza de San Pedro y San Pablo
Son muchas las leyendas que rodean a San Petersburgo. La de la liebre es quizás la más importante e interesante.
De leyenda.
La ciudad rusa está llena de leyendas interesantes y de esculturas curiosas y una de ellas es la pequeña liebre que está ubicada en la entrada de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo (esta es la ciudadela original de San Petersburgo). Justo aquí comenzó la historia
de la capital aproximadamente en 1703. El origen del símbolo de esta liebre viene a través de una leyenda que cuenta que cuando Pedro I el Grande (quien mandó construir la formtaleza) salía de su barca, una liebre saltó sobre su bota, después de este hecho, la gente empezó a llamar a la la isla donde está la fortaleza de San Pedro y San Pablo, la isla de las Liebres. Entonces se decidió poner una liebre en la entrada de la fortaleza para que la protegiera de las inundaciones.
Las Columnas Rostrales
Antes eran faros. Hoy en día solo funcionan como tal cada 31 de julio. Eso si, ¡son todo un espectáculo!
60 metros de adornos marítimos.
En la isla Vasiliesvsky podrás admirar estas dos columnas que son un monumento a la gloria marítima rusa y que están situadas junto al agua. Las dos torres se construyeron en 1810 según la obra arquitectónica de Thomas de Thomon. De color rojizo y de 60 metros
de altura, están decoradas con proas de barcos con motivo de la celebración de algunas victorias navales y con figuras de piedra que simbolizan los cuatros ríos principales de Rusia: Vóljov, Dnéper, Volga y Neva. Antes estas columnas funcionaban como faros, pero
las antorchas se encienden hoy en día para celebrar el Día de la Marina el 31 de julio, siendo todo un espectáculo. Si pasas por aquí tal vez puedas ver a alguna pareja que se acaba de casar y viene a descorchar una botella de cava, celebrar con un sorbo para
luego lanzar las copas contra una piedra.
Gatos en la calle Malaya Sadovayas
San Petersburgo está inundada de esculturas felinas y la Segunda Guerra Mundial tuvo la culpa, ¿adivinas por qué?
Históricos maullidos.
A lo largo de tus paseos por la ciudad irás encontrando varias esculturas de gatos. Esto se debe a que en la Segunda Guerra Mundial se murieron casi todos los gatos de Leningrado (actual San Petersburgo y en 1943 llegaron a esta ciudad dos vagones llenos
de gatos desde la estación Yaroslavskiy. Los gatos más famosos se encuentran en el centro de la ciudad, en el principio de la calle Malaya Sadovaya, donde cada gato tiene su propio nombre. En esa calle encontrarás al gato Elisey, ubicado en la cornisa de la
famosa tienda de chocolates Eliseevsky. La gata Vasilisa está al otro lado de la calle y el gato Tishka podrás verlo en el número 34 de la calle Marata (también en la cornisa), que es un taller de pintores. Hay más gatos repartidos por otras calles, solo hay que mirar muy
bien hacia arriba, a ver si descubres más.
Arco del triunfo de Narva
Yo no me perdería una foto con este arco, clara respuesta al Arco de Triunfo de Paris.
Piedra monumental.
Situado en la plaza de Narva para celebrar la victoria rusa sobre el ejército de Napoleón Bonaparte en 1814, encontramos este arco monumental obra original del arquitecto Giacomo Quarenghi y entre 1827 y 1834 Vasili Stasov se encargó de rediseñarlo
construyendo así un arco de piedra. En la parte inferior están las esculturas de Fama ofreciendo coronas de laurel. En teoría este arco viene a ser la respuesta al arco de Triunfo de París el cual se hizo para homenajear que Napoleón había ganado en la batalla
de Austerlitz. A finales de los 80 el arco abrió en su su parte superior un museo militar. Estás ante un arco de triunfo romano donde es fácil reconocer sus elementos característicos: arco de medio punto por arriba y un cornisamento cuadrados en una sola
estructura, siendo las columnas elementos que solo servían de decoración en aquella época.
Monasterio de Alejandro Nevsky
Pedro I fundó este importante complejo. Su cementerio para ateos destaca principalmente.
Impresionante complejo arquitectónico.
En la avenida principal de Nevsky, entre el canal Obvodny y la plaza Alejandro Nevsky se sitúa el monasterio del líder ruso y santo de la iglesia ortodoxa rusa, Alejandro Nevsky. Considerado como uno de los complejos arquitectónicos más grandes de San
Petersburgo fue fundado por Pedro I en 1710. Dentro del monasterio hay dos iglesias barrocas que fueron construidas en el siglo XVIII por Domenico y Antonio Trezzini, además de las iglesias hay una catedral de estilo neoclásico. Aquí reposan los restos de
algunos personajes destacados como el escritor Dostoyevski o los compositores Tchaikovsky y Glinka entre otros. Lo llamativo del monasterio es que está formado por tres cementerios (uno de ellos para ateos); dentro también está la catedral de la Trinidad y el
museo escultural de la ciudad. Estás en un monasterio “lavra”, que son los designados con esta categoría por su importancia e influencia.
Catedral de San Nicolás de los Marinos
Una gran cúpula, una planta de cruz griega y un estilo barroco isabelino, ¡voilà esta catedral!
Destellos blancos y azules.
En la plaza de San Nicolás, en el corazón de la ciudad verás esta iglesia ortodoxa de estilo barroco isabelino dedicada al patrón de la gente del mar, Nicolás de Bari. La catedral fue construida por uno de los grandes arquitectos rusos del siglo XIII, Savva
Txevakinski. Merece la pena visitar esta iglesia construida entre 1753 y 1763, donde te encuentras ante un edificio cuya cúpula mide 52 metros de alto, con una fachada pintada de azul y blanco (claro homenaje al mundo del mar) y con una planta de cruz griega. La
planta inferior de la catedral tiene un uso más diario y es donde está el icono griego de San Nicolás con una porción de sus reliquias, mientras que la iglesia superior se utiliza los domingos y festivos y tiene una decoración barroca y pinturas italianas.
Palacio de los príncipes Yusupov
Como no podía ser de otra manera, es un palacio de aires grandiosos y lujosos: caracterísiticas idóneas para los Yusupov.
Todo el lujo del mundo.
La familia Yusupov es una de las familias más ricas y famosas que ha dado la historia rusa. El palacio fue diseñado por los mejores arquitectos rusos y extranjeros de la época y es uno de los palacios privados más lujosos del mundo. En su interior puedes encontrar
un salón árabe, salones de bailes, el teatro familiar de estilo rococó y los aposentos privados de la familia Yusupov. En el patio del palacio fue asesinado el famoso Rasputín en 1916, un campesino analfabeto y curandero en el que confiaba la familia del zar
Nicolás II. En el sótano hay una exposición dedicada a Rasputín, la cual solo puede visitarse a través de visita guiada (dura unas dos horas), donde hay que hacer reserva con antelación. Durante la visita también podrás ver colecciones de pintura, escultura y
objetos. El palacio está en el centro de la ciudad, cerca de la catedral de Isaac.
Catedral de San Isaac
Cúpula de 102 metros de altura y capacidad para 14.000 personas, ¡realmente increíble!
¡Te impactará!
El arquitecto francés Augusto Monferrand fue el encargado de esta grandiosa obra y es que no puede describírsela de otra manera. Estamos ante una catedral impactante que se construyó entre 1818 y 1858. Antes en este lugar, había una iglesia de madera dedicada al monje Isaac y ya a comienzos del siglo XIX es cuando se decide levantar lo que hoy en día es un espectacular edificio con una cúpula que alcanza los 102 m de altura. En la entrada se pueden ver cuatro portadas monumentales constituidas por varias columnas
monolíticas de granito. La capacidad de la catedral de Isaac es sin lugar a dudas sorprendente: 14 mil personas pueden estar aquí dentro. Desde 1931 se ha convertido en museo y se puede subir incluso hasta el tambor de la cúpula y ver las espléndidas vistas
que tiene San Petersburgo.
Jinete de Bronce
Pedro el Grande sobre una roca de granito rojo, así es una de las esculturas que más visitas recibe.
Homenaje al fundador.
Es una de las estatuas más visitadas de la ciudad y un símbolo muy importante para San Petersburgo, ya que es un homenaje a Pedro el Grande, fundador de la ciudad. Este monumento viene a ser como la estatua de La Libertad en Nueva York. La estatua de bronce está en la plaza del Senado, casi a orillas del río Neva y fue realizada por Étienne- Maurice Falconet por encargo de la emperatriz Catalina la Grande. El nombre que recibe este monumento se debe al poema homónimo que escribió Pushkin y que es considerado
uno de los trabajos literarios más importantes de Rusia. La escultura llama la atención porque no está erigida sobre el típico pedestal, sino sobre una roca de granito rojo y porque el zar no lleva espada, que es a lo que estamos acostumbrados al ver en un personaje alzado sobre un caballo.
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