Múnich es sinónimo de cerveza y cultura. Conocida por albergar la Fiesta de la Cerveza, el Oktoberfest, la celebración popular más grande de Alemania y una de las mayores del mundo, con más de seis millones de visitantes al año, cuenta además con multitud de importantes museos y la Ópera Estatal de Baviera, una de las compañías de ópera más prestigiosas a nivel internacional. Por si fuera poco, la ciudad bávara es de visita obligada para los amantes del fútbol, pues es la sede del popular Bayern de Múnich, uno de los clubs de fútbol con más socios del mundo. Si coges uno de nuestros vuelos baratos a Múnich encontrarás una ciudad sumamente animada y polifacética que ofrece lo mejor de sí a cada visitante.
Su centro neurálgico, la plaza Marienplatz, está presidida por el impresionante edificio neogótico del Nuevo Ayuntamiento en el que se encuentra el célebre carillón de Múnich. En las inmediaciones se encuentra la Catedral de Nuestra Señora (Frauenkirche), uno de los emblemas de la ciudad, coronada por dos torres de 99 metros de altura que resultan visibles desde varios kilómetros a la redonda, debido a una ley que impide construir edificios más altos que la catedral en el casco urbano y parte de las afueras. La calle más importante de Múnich, Maximilianstrasse, destaca por sus tiendas y por albergar puntos de interés tan diversos como el Teatro Nacional de Múnich (sede de la Ópera Estatal de Baviera), el ZKMax (sofisticadísimo espacio de arte underground), o el Maximiliaenum, imponente edificio decimonónico que, además de ser la sede del parlamento de Baviera, es un exclusivo centro de alojamiento para los estudiantes universitarios más aventajados de la región.
Si lo que quieres es ir de museos, en el Kunstareal (distrito de los museos) tienes donde elegir. La Neue Pinakothek, uno de los museos de arte del siglo XIX más destacados del mundo, exhibe pinturas de Van Gogh, Paul Gauguin y Gustav Klimt. La espectacular Pinakothek der Moderne alberga obras de René Magritte, Max Ernst, Giorgio de Chirico, Francis Bacon, Picasso, Max Beckmann o Kandinsky.
Aunque probablemente la mayor obra de arte que Múnich puede ofrecer a sus visitantes se encuentra a dos horas de la ciudad. Se trata del Castillo de Neuschwanstein, ordenado construir por el Rey Luis II de Baviera, el llamado ‘rey loco’, en medio de un bosque rodeado de montañas. El castillo, que recibe más de 1,3 millones de visitas al año, sirvió de modelo a Walt Disney para su película “La bella durmiente”. Y es que Múnich es un destino de ensueño.
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