Hay un San Petersburgo para tus sentidos

San Petersburgo es la segunda ciudad de Rusia, y sigue a Moscú muy de cerca. Tras cambiar varias veces de nombre -antes Petrogrado y después Leningrado-, desde los tiempos de la URSS se ha erigido como la ciudad más abierta a occidente de la región. Ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos que han dejado huella en sus calles: la Revolución Rusa o la Segunda Guerra Mundial no son ajenas a ella. Su centro histórico con su avenida Nevsky, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es solo una de las muchas cosas que recorrer si vas. El Museo Hermitage, viajar en el metro más profundo del mundo, ir a la ópera o al ballet y admirar los jardines de Peterhoff te impactarán.