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Más información de Lisboa

Espectacularmente situada en la desembocadura del río Tajo, en la costa del Atlántico, Lisboa es una de las ciudades más bellas del mundo. Asentada sobre los restos de un antiguo campo volcánico, su centro histórico se compone de siete colinas, lo que le confiere una fisonomía muy peculiar de calles empinadas, por lo que cuenta con funiculares y elevadores para facilitar los desplazamientos. Si coges uno de nuestros vuelos baratos a Lisboa aterrizarás en una población mecida al son del fado, cuyos pronunciados desniveles impiden que bajes la guardia ante su melancólica belleza.

Plazas imponentes como la Plaza del Rossío (centro neurálgico de la ciudad, llena de cafés y restaurantes) o la Plaza del Comercio, abierta al Tajo y antigua puerta de entrada a Lisboa donde llegaban los barcos mercantes, conviven con las estrechas calles en pendiente de los barrios del Barrio Alto y la Alfama. Antes de subir a estos no te pierdas El Chiado. Conocido como el "Montmartre" de Lisboa, es un barrio elegante y bohemio antaño frecuentado por intelectuales y escritores como Fernando Pessoa. Bien en tranvía o en elevador se accede a Barrio Alto, uno de los más pintorescos y alternativos de Lisboa, punto de encuentro de la juventud y de los amantes del fado, pues cuenta con multitud de locales nocturnos para todos los gustos y salas con la mejor música de la ciudad. Si te gusta el fado, aparte de escucharlo en vivo no puedes perderte el barrio donde nació: la Alfama. Antiguo barrio humilde de pescadores, concentra en sus callejuelas la esencia melancólica de Lisboa y alberga el Museo del Fado.

En lo alto de la Alfama, dominando solemne la ciudad, se encuentra el Castillo de San Jorge, desde cuya fortaleza se obtienen las vistas más impresionantes de la parte de Lisboa abierta al mar. Otros monumentos de gran belleza y valor histórico y arquitectónico como la Torre de Belem, la Catedral, o el Monasterio de los Jerónimos pueblan la capital portuguesa, pero sin duda es el Castillo de San Jorge, con su privilegiada ubicación y sus majestuosas vistas, el que mejor recuerda al visitante que se halla ante la puerta de entrada a Europa.