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Guía turística: qué hacer y ver en Malabo
Centro económico y cultural de Guinea Ecuatorial.
Malabo, situada en una pequeña isla en el Océano Atlántico, es la principal ciudad de Guinea Ecuatorial. Formada por una enriquecedora mezcla entre edificios de la época colonial y modernos, destaca la espectacular catedral de Santa Isabel, con tonos azules que se funden y se disipan con el cielo azul. Otros edificios de la época colonial siguen siendo utilizados para dar servicio como diferentes administraciones públicas para los ciudadanos y turistas. En lo referente al apartado gastronómico, como ciudad marítima, no te puedes ir sin probar la especialidad de la ciudad, el pescado a la brasa. El café y el cacao representan otro punto importante de la gastronomía pues hablamos de sus principales productos de exportación.
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Hotel Ibis Malabo
Si quieres comida internacional con toques locales, acércate hasta este hotel, donde además podrás tomarte una copa.
Fusión tradicional e internacional.
No todos los restaurantes de las principales cadenas hoteleras presentan unos precios casi prohibitivos. Buen ejemplo de ello es el Hotel Ibis, situado a unos cinco kilómetros de la Catedral de Malabo. Su restaurante presenta una de las ofertas gastronómicas más variadas de este tipo de establecimientos, con diferentes platos de pasta y parrilladas de carne y pescado, entre otras especialidades. El toque ecuatoguineano lo aportan las numerosas salsas con las que se acompañan todos estos platos y el hecho de que el horario de comidas sea más bien testimonial, ya que la cocina permanece abierta desde las 12:00 del mediodía hasta las 22:30 horas de la noche de forma ininterrumpida. Además, dispone de un aire acondicionado que funciona relativamente bien (cosa no muy habitual en Malabo) e incluye un moderno bar en el que es posible refrescarse a cualquier hora del día e incluso tomarse una copa.
Restaurante La Luna
Es uno de los más conocidos en Malabo por su ubicación, su comida y su arquitectura.
Un restaurante muy valorado.
Uno de los restaurantes más conocidos por los turistas que visitan Malabo es La Luna, situado frente al puerto de la ciudad. El local llama poderosamente la atención, con una cuidada arquitectura en la que no se ha dejado nada al azar: desde las dos torres redondas que culminan el edificio principal, hasta la pared que rodea el complejo (repleta de puertas en forma de arcos de medio punto) o la curiosa decoración exterior (encabezada por gigantescas macetas de colores). Además, las mesas de la terraza están situadas alrededor de una gran piscina y es uno de los locales donde mejor funciona el aire acondicionado de todo Malabo. La comida tampoco decepciona, con desayunos tipo buffet y especialidades de pescado, pasta, arroz, verduras o plátano frito. Y, todo ello, a unos precios relativamente asequibles y con unas espectaculares vistas frente a la bahía.
Bebidas
En Malabo encontrarás cervezas o vinos muy conocidos, pero te recomendamos que pruebes las bebidas típicas de allí.
Tradicional o internacional, tú eliges.
Hasta hace unos pocos años era bastante complicado encontrar bebidas alcohólicas de alta graduación (whisky, ginebra o ron) en muchos de los poblados de la isla de Bioko. No sucedía lo mismo en Malabo, donde todos los hoteles y buena parte de los bares y restaurantes siempre han ofrecido licores de importación, así como vinos europeos y cervezas de marcas tan conocidas como San Miguel, Heineken, Cruzcampo o Tuborg. Lo que siempre ha sido más complicado (y esto no ha variado) es encontrar estas bebidas lo suficientemente frías, ya que a las altas temperaturas de Guinea Ecuatorial hay que añadir una deficiente capacidad de refrigeración de las neveras de muchos bares y restaurantes. Si, por el contrario, prefieres probar las bebidas típicas del país, las opciones son el vino de palma (de una altísima graduación) y la ‘malamba’, un zumo sin alcohol elaborado a partir de la caña de azúcar.
Comida típica ecuatoguineana
Serpiente, mono o tortuga son solo alguno de los platos que podrás probar.
Solo para los paladares más atrevidos.
Aunque la cocina ecuatoguineana tiene algunos rasgos en común con la española, hay un buen número de secretos gastronómicos que sólo descubrirás durante tu visita a Malabo. En primer lugar, un condimento llamado ‘andok’ y las salsas típicas del país (que se utilizan para casi todo), elaboradas a base de cacahuete o ñame, un tipo de planta cuya forma recuerda en cierto modo a la patata. Otra peculiaridad de la gastronomía de Guinea Ecuatorial es el gusto por la carne silvestre, de animales tan variopintos como el cocodrilo, la serpiente, el mono, el antílope, el pangolín, el puercoespín, la gacela o la tortuga marina. Teniendo en cuenta que la pesca representa el único medio de vida para buena parte de los ecuatoguineanos, no es de extrañar que su plato más tradicional sea el ‘pepesup’, una sopa de pescado muy picante. Otros platos típicos procedentes del mar son la langosta o el bilolá (un enorme caracol típico del país).
Sofitel Malabo Sipopo le Golf
Un lujoso hotel en el que practicar deporte antes de tomarte un cóctel.
Un hotel con vistas.
La zona costera de Sipopo se ha erigido durante los últimos años en el destino turístico más exclusivo de los alrededores de Malabo. Prueba de ello es el lujoso Centro de Congresos Sipopo, al igual que algunos de los hoteles de sus inmediaciones. Uno de ellos es el Sofitel Malabo Sipopo le Golf que, como su propio nombre indica, cuenta con un campo de golf de 18 hoyos. Sus modernas instalaciones también incluyen piscinas, canchas de tenis e incluso una playa privada. Entre sus principales atractivos hay que destacar también tres restaurantes y otros tantos bares. Sus menús combinan la cocina francesa con recetas propias de la gastronomía ecuatoguineana, con especialidades como las croquetas, los embutidos, el plátano frito o el marisco. Por su parte, los bares del complejo ofrecen un nutrido surtido de cócteles y zumos de frutas, aparte de unas espectaculares vistas de la playa.
Hotel Hilton
Tanto para dormir como para pasar una buena velada o visitar uno de sus restaurantes, imprescindible visita.
El lujo en Malabo.
Aunque no te alcance el presupuesto para pasar allí las vacaciones, tal vez te apetezca darte una vuelta por el Hotel Hilton, uno de los lugares más exclusivos de Malabo. Situado en el kilómetro 7 de la carretera del Aeropuerto, su restaurante suele llenarse de turistas que no están dispuestos a sustituir la carne de cerdo o ternera por la de mono o tortuga. Aparte de su variada oferta gastronómica, con recetas italianas y una excelsa carta de vinos, el local presenta otros muchos alicientes. El primero es el Aqua Bar and Grill, un lujoso bar situado junto a la piscina del hotel en el que se ofrecen platos a la parrilla, pizzas o sándwiches, y todo ello acompañado de diferentes cócteles de frutas. Al llegar la noche abre sus puertas el piano bar, un selecto recinto en el que degustar licores de alta graduación al son de la música.
Bar Miramar
El pescado es una de las especialidades de este viejo restaurante.
Tradicional restaurante cerca del puerto.
Uno de los establecimientos con más solera de Luba es el Bar Miramar, un pequeño restaurante situado junto al puerto de la ciudad. Las especialidades de la casa son las recetas a base de pescado, fundamentalmente la picuda y la dorada. También se ofrecen platos con animales salvajes, muy típicos de la cocina ecuatoguineana, como el ‘grombif’. Esta palabra viene de la adaptación al castellano de la expresión inglesa ‘ground beef’ y hace referencia a una especie de rata salvaje que se sirve asada y que no resulta excesivamente atractiva a la vista. Otros platos típicos del establecimiento son el ‘chuchu chucu’, que no es otra cosa que puercoespín, o la tortuga marina, que sólo se sirve en determinadas épocas del año. Los días de mayor ambientación del Bar Miramar son los sábados, cuando se habilita como discoteca una habitación adyacente.
L’Entrecôte
Desde sushi hasta pizzas: algo diferente en Malabo.
Deliciosa y variada comida internacional.
Si quieres disfrutar de buena comida internacional en Malabo, lo más recomendable es que visites alguno de los principales hoteles de la ciudad. Uno de los más selectos es L’Entrecôte, situado en el céntrico Hotel 3 de Agosto. Allí disfrutarás de una variada carta con especialidades procedentes de distintas partes del mundo, siendo la especialidad de la casa las pizzas mediterráneas y, muy especialmente, las elaboradas a base de carne y una particular salsa de pimienta negra. También se ofrecen unas espectaculares parrilladas de carne y marisco, acompañadas de un recipiente de barro caliente en el que los comensales pueden cocinar a su gusto los filetes, las gambas y las chuletas. Además, L’Entrecôte alberga la primera barra sushi que se inauguró en Malabo, ‘Le Bistrot Zen’, e incluye también una barbacoa de estilo francés junto a la enorme piscina del hotel.
Restaurante Imagine
Uno de los sitios de moda es este fresco restaurante, en el que degustar apetitosos platos y vinos.
Alta cocina en Malabo.
El barrio de Malabo 2 ya dispone de un establecimiento de restauración acorde a la imagen de modernidad que pretende transmitir este nuevo ensanche de la capital ecuatoguineana. Se trata del lujoso restaurante Imagine, situado junto al edificio de la ONU. El complejo cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados, de los que más de la mitad están ocupados por un restaurante con capacidad para medio millar de comensales. Es, por tanto, un lugar pensado para la celebración de grandes eventos, como comidas de empresa o eventos internacionales, pero también bodas, comuniones y bautizos. Su extensa carta incluye especialidades españolas (como las paellas o los embutidos ibéricos), italianas (distintos platos de espagueti) y ecuatoguineanas (arroz verde con bilolá o paté de antílope). Las referencias españolas son aún mayores en su selecta carta de vinos, con multitud de caldos de la Ribera del Duero, La Rioja y Navarra.
Café Malabo Lounge Bar
Desde algo de comer hasta un mojito, y todo ello en el mejor ambiente.
Haz una parada para un tentempié.
Malabo está plagado de bares y chiringuitos en los que es posible disfrutar de todo tipo de pinchos y otras formas de comida rápida. Uno de los más modernos es Café Malabo Lounge Bar, situado en la Avenida de la Independencia. Este establecimiento presenta un ambiente juvenil y desenfadado y su carta incluye todo tipo de bocadillos y tapas. No se trata de un menú excesivamente selecto, pero resulta muy recomendable para desayunos y meriendas o, simplemente, para tomarse un tentempié. El ambiente mejora notablemente durante los fines de semana, cuando el local ofrece todo tipo de cócteles, siendo el mojito cubano uno de los más solicitados. Además, una orquesta local amenaza la velada, con un repertorio encabezado por los ritmos africanos y latinoamericanos.
Tiendas de cosmética
Para los más presumidos, recomendamos una visita a alguna de estas curiosas tiendas.
Guapa por fuera y por dentro.
El ecuatoguineano es un pueblo bastante coqueto y aficionado a tratarse la piel con todo tipo de cremas y potingues. Al menos, eso se deduce de la gran cantidad de establecimientos comerciales especializados en la venta de cosméticos que abundan por las calles de Malabo. Algunos recuerdan a cadenas como Juteco o Bodybell. Es el caso de Caroline's Cosmetics, un pequeño establecimiento situado en la Avenida de la Libertad en el que es posible encontrar un buen surtido de productos de cosmética, peluquería y perfumería. Otra interesante opción es Cosmética Rosanhavaj, en la Avenida Parques de África, una tienda especializada en la venta de pelo natural y mezclas de cremas y antimanchas para la piel. Más peculiar es la oferta de AJM Cosmética, en la calle Rey Malabo, donde los productos de cosmética y perfumería (con marcas tan conocidas como Fa, Heno de Pravia o Sanex) conviven con los relojes o las pulseras.
Centro comercial EGTC
Todo tipo de productos en un moderno centro comercial con tintes internacionales.
Productos internacionales y mucho más.
Equatorial Guinea Trading Company (EGTC) es otra de las compañías de distribución más importantes del país centroafricano. Sus orígenes se encuentran en una pequeña tienda de alimentación inaugurada en 1987 en Malabo. Desde entonces, su crecimiento ha sido tal que ya cuenta con numerosos establecimientos por todo el país, así como dos grandes centros comerciales. Uno de ellos está situado en el barrio de Elá Nguema, en la Rotonda de Fishtown. Se trata de un gigantesco espacio comercial de 5.000 metros cuadrados en el que abundan los productos de importación, procedentes fundamentalmente de Francia, Italia, Holanda y España. Su oferta de alimentos incluye carnes, pescados, frutas y verduras, aunque también hay espacio para la cosmética o los productos de higiene. Además, cuenta con su propio horno de pan y dispone de todo tipo de utensilios para el hogar, que incluyen desde muebles hasta electrodomésticos.
Centro Comercial Rial
Si quieres pasar un día de compras y terminar con una película, acércate hasta aquí.
Un centro comercial tal y como lo conoces.
Uno de los ejemplos más claros de que Guinea Ecuatorial se ha subido durante los últimos años al carro de la modernidad ha sido la inauguración de sus primeros centros comerciales de estilo occidental. Malabo alberga uno de ellos, el centro Comercial Rial, situado en la Rotonda de Buena Esperanza. En sus enormes instalaciones hay sitio para casi todo, incluido un supermercado con todo tipo de bebidas, alimentos y productos de limpieza. Su estructura también recuerda a los nuevos complejos comerciales españoles, con un diseño que combina algunos de los elementos habituales de la arquitectura clásica, como columnas circulares y barandillas artesanales, con colores tan vistosos como el rosa o el verde. El edificio también acoge numerosas locales de restauración, entre ellos, pizzerías y cafeterías, además de una enorme sala de cine (con su correspondiente puesto de venta de palomitas), peluquería e incluso un centro de estética.
El mercado central de Malabo
Aquí encontrarás desde comida hasta souvenirs, pasando por prendas de vestir.
Puestos al aire libre con todo lo que imagines.
Como la mayor parte de las capitales de los países centroafricanos, Malabo también cuenta con un enorme mercado al aire libre que concentra diariamente a centenares de personas que realizan sus compras del día. Se trata del gigantesco mercado central, situado en pleno centro de la ciudad, desde el final de la Avenida Patricio Lumumba hasta los alrededores del Estadio de La Paz y el barrio de Los Ángeles. En los centenares de tenderetes que lo integran es posible encontrar absolutamente de todo: desde verduras, carnes y pescados frescos, hasta conservas, además de productos de cosmética, tabaco, bebida, telas o ropa (con una importante cantidad de prendas de primeras marcas falsificadas). Como suele pasar en este tipo de mercados, existe un orden dentro del caos que hace que la oferta esté agrupada por oficios, de modo que encontrarás juntos todos los puestos de zapateros, costureros o peluqueros.
Productos de artesanía
¿Quieres un recuerdo? Llévate una de estas figuras talladas a mano.
Artesanía local de recuerdo.
Tanto en el mercado central de Malabo como en muchas otras tiendas de la ciudad es posible hacerse con las típicas piezas de artesanía ecuatoguineanas. La oferta no es excesivamente elevada, a pesar de que los bosques del país albergan importantes cantidades de caoba, ébano o palisandro. Entre los mejores artículos que podrás encontrar destacan las estatuas elaboradas por las tribus ‘fang’, que suelen representar a personajes desnudos, con los brazos cruzados sobre el pecho y la cara pensativa. Al margen de estas figuras, la mayor parte de los productos artesanos que se comercializan en Guinea Ecuatorial proceden de Camerún, Nigeria o Congo. Entre los más típicos figuran los collares y pulseras de malaquita, así como las típicas caretas y estatuillas de ébano. Eso sí, intenta rascar la madera para cerciorarte de que es ébano lo que están dando y no una vulgar imitación (si pierde el color negro, es falso).
Ultramarinos y abacerías
Casi cualquier cosa que busques la encontrarás paseando por las calles de Malabo.
Lo que necesites y cuando lo necesites.
Paseando por las calles de Malabo encontrarás una enorme cantidad de pequeños comercios de carácter familiar. Son, en su mayor parte, ultramarinos y abacerías. En los primeros, regentados fundamentalmente por ecuatoguineanos o libaneses, es posible adquirir todo tipo de productos básicos y conservas (en algunos casos, también ofrecen congelados). Son similares a las clásicas tiendas de alimentación que, hasta hace unos pocos años, había en la mayoría de ciudades españolas. Eso sí, su oferta de marcas es bastante limitada. Por su parte, las abacerías recuerdan a los bazares chinos de ‘todo a un euro’, en las que es posible encontrar prácticamente de todo: desde artículos de limpieza o de higiene hasta alimentos, pasando por prendas de vestir y otros muchos utensilios. Hay pocos barrios de Malabo que no alberguen una o varias abacerías y no hay que preocuparse por los horarios, ya que abren temprano y cierran muy tarde.
Comercial Santy
Productos de importación y de calidad para tu estancia en la ciudad.
Variedad de productos y de calidad.
Esta cadena de distribución de productos alimenticios es, junto al Grupo Martínez Hermanos, la más importante de las seis o siete que existen en Guinea Ecuatorial. Al igual que sucede en el caso de la compañía española, buena parte de los productos de Santy son importados desde el exterior y también cuenta con sus propias divisiones de logística y transporte. La cadena cuenta en Malabo con un establecimiento, situado en la Avenida de la Libertad, en el que puedes encontrar una interesante variedad de productos. Su oferta incluye carnes y pescados (fundamentalmente, congelados) y frutas y verduras (la mayor parte, importadas), como manzanas, naranjas, cebollas o patatas. También hay secciones refrigeradas de productos lácteos, charcutería y congelados. La variedad de marcas no es excesiva, aunque sí mucho más elevada que la existente en la mayoría de tiendas de alimentación ecuatoguineanas.
Venta de pescado
En un sitio como este, es lógico que lo más abundante sea un buen pescado.
¡Al rico pescado!
La isla de Bioko atraviesa su particular estación seca entre los meses de noviembre a marzo. Durante esta época del año abunda el pescado, cuya elaboración constituye la principal industria de la ciudad de Malabo. El pescado es un bien que se adquiere fácilmente en la capital ecuatoguineana, ya que multitud de mujeres lo venden por la calle tras habérselo comprado a los pescadores, y en algunos poblados de los alrededores son éstos los que, directamente, van de casa en casa ofreciendo sus productos. También es posible encontrar buenas piezas en las pescaderías y los mercados, aunque más vale andarse con ojo porque muchos de estos establecimientos carecen de los convenientes sistemas de refrigeración. Uno de los lugares habituales de venta de pescado es la parte del gran mercado central de Malabo que linda con el periférico barrio de Los Ángeles.
Supermercado Muankaban
Otra forma de conocer Malabo es viendo el día a día de sus habitantes, por ejemplo en un supermercado local.
De compras en Malabo.
Durante décadas, los del Grupo Martínez Hermanos han sido los únicos supermercados de estilo occidental que han existido en toda Guinea Ecuatorial y, desde luego, los que han ofrecido una mayor variedad de productos. La situación está variando de un tiempo a esta parte y nuevas tiendas empiezan a hacerse hueco impulsadas por la riqueza que vive el país gracias a la exportación de petróleo. Uno de los últimos establecimientos en abrir sus puertas ha sido el supermercado Muankaban, situado en el barrio Paraíso de Malabo. Tal hito supuso su apertura que varias personalidades del Gobierno ecuatoguineano, incluido el vicepresidente, Ignacio Milam Tang, acudieron al acto inaugural para destacar la importancia de que los ecuatoguineanos empiecen a poner en marcha sus propias iniciativas empresariales. En este supermercado se pueden encontrar todo tipo de frutas y hortalizas, así como carne, embutidos, aceites, bebidas o refrescos.
Supermercados Martínez Hermanos
Productos españoles y locales para prepararte una buena comida.
De compras en un super español.
En Malabo también es posible encontrar supermercados similares a los que existen en España. De hecho, una de las cadenas más importantes del país es precisamente española y se llama Grupo Martínez Hermanos. Detrás de esta compañía de distribución de alimentos al por mayor se encuentra una familia procedente de las Islas Canarias. El primer establecimiento abrió sus puertas en 1940, en la ciudad de Bata, la más importante de la región continental. Con el paso del tiempo, Martínez Hermanos fue inaugurando más y más tiendas, incluidas tres en Malabo, llegando incluso a exportar sus productos ‘typical Spanish’ a los vecinos países de Camerún y Gabón. Tal ha sido su crecimiento que durante los últimos años la compañía ha empezado a diversificar el negocio, poniendo en marcha divisiones de catering, electrodomésticos y logística, así como una fábrica de oxígeno. Más información en www.martinezhermanos.com.
Centro Cultural de España en Malabo
La promoción de la cultura española integrada en la cultura local.
Uno de los promotores culturales más importantes de la ciudad.
Situado entre el aeropuerto y el centro histórico de Malabo, es uno de los mayores espacios culturales de la capital ecuatoguineana. Su origen como Centro Cultural de España en Malabo se remonta a 2003 (hasta entonces era conocido como Centro Cultural Hispano Guineano). Entre sus principales objetivos destacan la difusión de la cultura española, la cooperación entre las diferentes tradiciones culturales y el apoyo a los artistas e intelectuales locales. También realiza una importante labor en favor de la lucha contra la pobreza, la modernización de la economía ecuatoguineana, el fomento de los valores democráticos, la igualdad entre hombres y mujeres o el respeto por el medio ambiente. El CCEM celebra exposiciones artísticas de forma periódica en las que suele presentar las obras de jóvenes artistas locales. También oferta talleres de formación artística y cultural, así como ciclos de cine, juegos, música o teatro.
La Biblioteca Nacional
Una buena muestra de toda la literatura del país reunida para la conservación de la cultura.
La literatura ecuatoguineana.
El edificio que desde el año 2009 acoge la Biblioteca Nacional de Guinea Ecuatorial está situado en pleno centro de Malabo, en lo que antiguamente fue la casa del malogrado escultor local Leandro Mbomio Nsue (conocido como el Picasso Negro). Para ello, se procedió a una profunda rehabilitación del complejo, que actualmente alberga cerca de 60.000 títulos. El objetivo de la Biblioteca Nacional es albergar todas las obras literarias que hayan sido escritas por autores ecuatoguineanos, tanto impresas como manuscritas, así como guardar reconocidos títulos internacionales que hagan mención a Guinea Ecuatorial. También hay espacio para una colección propia de obras de arte, con pinturas de Ghutty Mamae y esculturas del mencionado Leandro Mbomio Nsue; y se ha puesto en marcha una extensa programación cultural que pretende repasar la historia del país a través de sus escritos y fotografías.
Instituto Cultural de Expresión Francesa (ICEF)
Otra muestra del interés cultural de los guineaecuatorianos.
El arte y la cultura francesa en la ciudad.
Esta institución nació en 1985 con el objetivo de dar a conocer la lengua francesa en la que había sido la única colonia española de la zona, acercándola así a la mayoría de países de su entorno. El centro cuenta para ello con una extensa oferta formativa que complementa con actividades de carácter artístico y cultural. Es por ello que, cada cierto tiempo, acoge exposiciones de pintura o escultura, además de prendas de vestir o incluso de máscaras tradicionales africanas. Asimismo, el Instituto Cultural de Expresión Francesa colabora en diferentes eventos musicales y suele llevar a cabo iniciativas encaminadas a fomentar un comportamiento sostenible y respetuoso con el medio ambiente entre los ecuatoguineanos. Buen ejemplo de ello es el carnaval ecológico, inaugurado el pasado año con el objetivo de concienciar a la población local en la importancia de tratar los residuos urbanos de un modo adecuado.
Museo de Arte Moderno de Guinea Ecuatorial
La expresión del arte cobra una importancia especial en Malabo de la mano de este museo.
Obras de arte tradicionales y modernas.
A pesar de lo que su nombre indica, este museo situado en el centro de Malabo no sólo acoge algunas de las mejores obras artísticas contemporáneas de Guinea Ecuatorial. Su interesante colección alberga también numerosas obras de artesanía tradicional africana, incluyendo la época colonial, y los trabajos expuestos corresponden a artistas ecuatoguineanos, pero también a creadores de otros lugares del continente. Al fin y al cabo, el principal objetivo del recinto es ayudar a difundir la cultura de los diferentes pueblos africanos a través del arte, además de ofrecer una mejor comprensión de este basto legado artístico y cultural. El museo constituye también una importante plataforma de lanzamiento para los nuevos artistas, a quienes se ofrece un lugar en el que dar a conocer sus trabajos y la posibilidad de colaborar con destacadas instituciones culturales de otras partes del mundo.
Fiestas ecuatoguineanas
Conocer sus bailes y disfrutar con ellos es la mejor forma de conocer la cultura del país.
Que la diversión no se acabe.
Disfrutar de un espectáculo de música tradicional en directo es una de las experiencias más inolvidables que se pueden experimentar en Guinea Ecuatorial. En la isla de Bioko se celebran a lo largo del año numerosas festividades, protagonizadas en la mayoría de ocasiones por el baile y la música. Entre las celebraciones más impactantes destacan los bailes de los ‘fang’, una de las etnias que habitaban el país antes de la llegada de los europeos. Los protagonistas son bailarines que se mueven a ritmos absolutamente frenéticos, al son que marca el tradicional tan-tan (una suerte de tambor de origen africano). Bastante más tranquilos y acompasados son los bailes de la etnia ‘bubi’, donde los danzarines lucen un sinfín de adornos y vestimentas típicas. Es posible disfrutar de estos espectáculos en cualquier época del año, pero, sobre todo, el 12 de octubre (Día de la Independencia), el 17 de noviembre (fiesta de Santa Isabel) y el 27 de abril (fiesta del cacao, en Rebola).
Vida nocturna
Si quieres tomarte algo y disfrutar de la vida nocturna de Malabo, es tu sitio.
Tiempo para salir de marcha.
Como sucede en la mayoría de capitales africanas, Malabo goza de una intensa vida nocturna. Existen numerosos locales para bailar y escuchar buena música, fundamentalmente durante los fines de semana. La mayoría de ellos están situados en las inmediaciones de la calle Acacio Mañé. Se trata de animados establecimientos que combinan el ambiente de los pubs europeos con la esencia de los chiringuitos típicamente africanos. Uno de los locales con más solera es el Bar Chapas, un piano bar situado muy cerca del Centro Cultural de España en Malabo que suele llenarse a primera hora de la noche y que resulta muy recomendable para tomarse la primera copa. Si decides continuar la fiesta en una discoteca, las posibilidades también son variadas. Una buena opción es Candy, en la calle África, un disco-pub hecho en madera cuya oferta musical está dominada por los ritmos anglosajones.
Los monos de Bioko
Si te gusta la naturaleza, te encantará saber qué especies habitan en la isla y poder conocerlas en su hábitat.
Unos simpáticos habitantes que te irás encontrando en el camino.
En los alrededores de Malabo no hay safaris, como ocurre en otros lugares de África Central. Sin embargo, la mayoría de las zonas arbóreas de la isla de Bioko están habitadas por varias especies de monos. Hasta siete distintas encontrarás en lugares como el Pico Basilé o el Monte Camerún, entre las que destacan el dril, el colobo rojo, el colobo negro, el nariz blanca o el cara azul. Se trata de especies no excesivamente grandes, que podrás contemplar sin dificultades en su hábitat natural, mientras caminas por los senderos que atraviesan estas zonas boscosas. Eso sí, no hagas ruido y mantén las distancias, ya que estos animales tienden a evitar el contacto con el ser humano. Al igual que sucede con las tortugas marinas, los monos de Bioko tienen en los cazadores furtivos a sus principales enemigos. Su carne, muy del agrado de los ecuatoguineanos, suele terminar a la venta en muchos de los puestos del mercado municipal de Malabo.
Festival Internacional Malabo Hip Hop
Un festival con mucho ritmo y consolidado en el país que, si te coincide, deberías conocer.
El poder de la música.
La música y el baile son dos de las grandes pasiones de la población de Guinea Ecuatorial. Junto a los tradicionales ritmos africanos, durante los últimos años se ha puesto de moda la música latinoamericana, presente en la mayoría de discotecas de Malabo. El hip hop también ha ganado numerosos adeptos, entre otras cosas, gracias al éxito cosechado por el Festival Internacional Malabo Hip Hop, que en noviembre de 2013 celebrará su sexta edición. Este certamen, patrocinado por la Embajada de Estados Unidos en Guinea Ecuatorial y organizado por el Centro Cultural de España en Malabo, el Instituto Cultural de Expresión Francesa (ICEF) y el Centro Cultural Ecuatoguineano, congrega cada año en a los mejores raperos de Guinea y de otras partes del mundo. Muy vinculado a la cultura urbana, el festival también acoge espectáculos de baile, así como talleres de creación musical, posproducción en estudio e incluso break dance.
Festival de Cine Itinerante Sur-Sur de Guinea Ecuatorial (FECIGE)
Una iniciativa cultural que en su primera edición tuvo muy buena acogida.
Festival de cine independiente.
En 2012 se celebró la primera edición de este certamen, heredero del Festival de Cine Africano de Guinea Ecuatorial, organizado por los Centros Culturales Españoles de Malabo y Bata durante los dos años anteriores. El objetivo del FECIGE es llevar a las diferentes poblaciones ecuatoguineanas una selección de películas africanas e iberoamericanas independientes, a través de proyecciones en colegios y al aire libre que se acompañan de talleres, charlas y otras actividades de carácter cultural. Este interesante festival también incluye la entrega de los Premios Ceiba a la mejor producción cinematográfica del país, que otorga al vencedor el privilegio de participar en el Festival de Cine Africano de Córdoba (FCAT). Las principales sedes del certamen en la isla de Bioko son el Centro Cultural de España y el Centro Cultural Ecuatoguineano, ambos situados en Malabo, y la Casa de la Cultura de Rebola.
Playa de Arena Blanca
Aunque su nombre engañe, si quieres ver una playa idílica, acércate a conocerla.
Una de las playas más bellas del país.
Situada en la carretera que conduce hasta Luba, a poco más de 40 kilómetros de Malabo, es para muchos la playa más hermosa de cuantas existen en la isla de Bioko. Desde luego, es de las más bonitas de entre las accesibles por carretera. La playa no rinde honor a su nombre ya que la arena no es blanca, pero sí muy clara. Su extensión ronda los 400 metros de longitud, siendo también bastante ancha. Completan la estampa los numerosos cayucos que siempre hay ‘aparcados’ en la arena (algunos de ellos, prácticamente derruidos) y un pequeño río situado aproximadamente a la mitad del paseo marítimo. Más allá de la arena contemplarás un paisaje típicamente ecuatoguineano, formado por cocoteros, bananeros, papayos y numerosas casas elaboradas con nipa. Pertenecen al vecino pueblo de Arena Blanca, que ha experimentado un cierto crecimiento durante los últimos tiempos a causa del turismo.
Travesía por mar hasta Ureka
Otra forma de recorrer la isla es a bordo de una lancha y apreciar el paisaje.
Una peculiar excursión para los aventureros.
Una de las travesías marítimas más interesantes de la isla de Bioko es la que lleva desde Luba a Ureka, y viceversa. Existen diferentes alternativas, que dependerán de tu espíritu aventurero y de tus posibilidades económicas. Desde una moderna lancha a motor, una zódiac o una embarcación neumática, hasta un modesto cayuco. Eso sí, no te acerques hasta el muelle en los días de tormenta, porque posiblemente no saldrá ningún barco. El viaje comienza en la Bahía de Luba, desde donde se disfrutan de unas maravillosas vistas de la ciudad, la gran Caldera y, a la izquierda, el Islote de los Loros. Continuando hacia el sur podrás contemplar un buen número de playas y pequeñas calas, así como pueblos situados sobre los acantilados. El recorrido prosigue por la zona de grutas denominada Las Siete Puertas, continuando por Punta Oscura y, finalmente, las vírgenes playas del sur.
La Playa del Quince
Cerca de Malabo podrás pasar un día en la playa y practicar algún deporte acuático.
Una playa ideal para snorkel.
Quince kilómetros es la distancia que separa esta playa del centro de Malabo y de ahí su nombre. Se puede llegar hasta allí fácilmente en taxi, tomando la carretera de Luba hasta el desvío hacia la playa (convenientemente señalizada). A diferencia de lo que sucede en otras zonas costeras de la isla de Bioko, donde la presencia de los mosquitos es constante y casi insufrible, en la Playa del Quince molestan bastante menos (sobre todo, cuando hay brisa abundante). Si no eres un nadador experimentado, mejor que no te alejes demasiado de la orilla. No es una playa peligrosa, pero conviene ser precavido, entre otras cosas, porque en uno de sus extremos hay muchas rocas. También es una de las mejores zonas de los alrededores de Malabo para la práctica del snorkel, ya que el agua está bastante limpia y en sus profundidades viven numerosas especies de peces de colores.
La Playa del Seis
La playa de Malabo es un buen lugar para desconectar y tomarte un día de descanso.
Tiempo para tomar el sol.
Situada a unos seis kilómetros de Malabo (de ahí su nombre), es una de las playas más próximas a la capital. Cualquier taxista podrá llevarte hasta allí por unos pocos francos, aunque posiblemente te deje al comienzo de la pista de dos kilómetros que finaliza en la playa, para evitar el barro. Se trata de una playa que, como ocurre habitualmente en pequeñas calas del Cantábrico, desaparece cuando sube la marea. Si tienes la mala suerte de llegar justo en ese momento tampoco debes preocuparte, porque hay un pequeño claro de arena al final del camino. Cuando baje la marea, contemplarás una playa esencialmente volcánica, de fina arena negra y un agradable paseo, con multitud de árboles en los alrededores (incluidos unos pocos cocoteros). La playa finaliza en el cruce con un pequeño río, donde permanece enterrada desde hace años una vieja embarcación.
Las tortugas marinas
Para los amantes de la naturaleza esta será una experiencia única.
Una experiencia inolvidable.
Uno de los espectáculos naturales más bellos de cuantos pueden contemplarse en la isla de Bioko tiene lugar durante los primeros meses del año. Es entonces cuando las tortugas marinas de las especies Verde, Laud y Carey salen del agua para enterrar sus huevos. Un modus operandi que realizan a un ritmo sosegado y que incluye abrir un enorme agujero en la arena, tumbarse en él, llenarlo de huevos y volver a cubrirlo de arena, antes de regresar al mar. Todo ello se puede contemplar en directo (sin hacer ruido, con linternas y con un guía local) en Ureka y las playas de los alrededores, al sur de la isla. Otra opción menos molesta es visitar las playas durante el día y contemplar las huellas dejadas por las tortugas. Hay que tener en cuenta que esta especie, al igual que otras tortugas marinas, está muy amenazada (en Guinea Ecuatorial se capturan para el consumo humano).
Islote de los Loros
Una excursión en barca para conocer una isla desierta que parece el paraíso.
Si buscas tranquilidad, este es tu sitio.
Para visitar esta parte de la isla de Bioko tienes que dirigirte al poblado de Arena Blanca y, una vez allí, tomar un cayuco. No hay nada de qué preocuparse, porque la travesía es corta, barata y segura, ya que los marineros saben interpretar a la perfección el estado de la mar con un simple vistazo al cielo. A medida que te vayas aproximando al islote podrás contemplar su abrupta silueta, plagada de formaciones rocosas. Para encontrar una buena zona en la que disfrutar de un baño tendrás que caminar un rato, ya que las playas están bastante escondidas. Las que hay son un auténtico paraíso, rodeadas de aves y árboles y con una infinidad de pequeñas conchas en la arena. La tranquilidad es máxima porque el islote está deshabitado, al margen de los pequeños grupos de amigos que puedan pasar allí algún que otro fin de semana.
Visita a Ureka
Visita este curioso pueblo, con chubasquero, y conoce otra forma de ver la vida.
Una vida muy diferente a la tuya.
Si viajas a Ureka más vale que te lleves un buen chubasquero, porque esta parte de Guinea Ecuatorial es una de las zonas con mayor pluviosidad del planeta. La incesante lluvia es el resultado del choque de las nubes procedentes del oeste con los volcanes de la Caldera y el Collado de Belebú. En Ureka, a 32 kilómetros al sur de Malabo, encontrarás un pequeño pueblo de estilo ‘bubi’, con unas cuantas casas de madera y tejados de nipa. Los puntos más interesantes de la visita son el ‘wueca’ (un edificio que hace las veces de oficina de turismo), las pequeñas cascadas que terminan en estanques, muy apropiados para el baño, y la iglesia, que también hace las veces de colegio. La población de Ureka, extraordinariamente atenta con los turistas, se dedica fundamentalmente a la pesca, la caza y la agricultura.
El Lago Biao
El lago del cráter y sus simpáticos habitantes te esperan para dejarte con la boca abierta.
Otra maravilla de la naturaleza.
Es una de las maravillas naturales de los alrededores de Moka. Situado sobre un enorme cráter volcánico a casi 2.000 metros de altura, ocupa una extensión que ronda los 600 o 700 metros de diámetro. Entre sus grandes atractivos, al margen de las espectaculares vistas que ofrece el lugar, destacan los zampullines que lo habitan. Se trata de una pintoresca ave rapaz que destaca por las plumas doradas que adornan su cabeza, por lo general negra o muy oscura. Al igual que sucede en el caso de las cascadas Iladyi, no debes visitar esta parte de la isla de Bioko en manga corta, porque suele llover con bastante frecuencia y, en ocasiones, las temperaturas pueden descender hasta los 15 grados o incluso menos. Es, sin ninguna duda, uno de los lugares más recomendables de la isla para disfrutar de una calma casi absoluta.
Las cascadas Iladyi
Si quieres conocer la naturaleza de esta isla, no puedes perderte esta excursión.
No intentes ver el final de las cascadas.
Muy cerca de Moka se encuentra este auténtico paraíso de la naturaleza, al que conviene acercarse abrigados, porque refresca. La vegetación por el camino es realmente frondosa, además de un regalo para la vista. La cascada de Iladyi se forma con el agua del río del mismo nombre y es posible contemplarla desde varios puntos, siempre desde la parte superior. Algunos de ellos son peligrosos y resbaladizos, por lo que conviene llegar hasta allí con alguien que conozca la zona. Cuenta una leyenda de la etnia ‘botuku’ que quien intenta ver el final de esta cascada puede terminar precipitándose al vacío por culpa de la curiosidad, porque sólo los espíritus tienen inmunidad para meter sus narices donde les venga en gana.
Moka, la capital ‘bubi’
Un rey Bubi le dio el nombre, la naturaleza hizo el resto y tú puedes disfrutar con las vistas.
Los paisajes más impresionantes de la isla.
Situada a 65 kilómetros al sur de Malabo, muy cerca de Luba, esta ciudad es la capital cultural y espiritual de los ‘bubi’. Toma su nombre de Mookata, rey de esta etnia, quien llegó a gobernar prácticamente todas las zonas de la isla. Además, lo hizo en dos periodos distintos: de 1835 a 1845 y de 1875 a 1898. Los colonizadores españoles tuvieron muchas dificultades para entablar relaciones con este monarca, siendo los religiosos los primeros en conseguirlo. La ciudad se encuentra a una altura de 1.300 metros y constituye una de las zonas más bonitas de Bioko, con laderas montañesas más propias de Escocia o Asturias que de esta parte de África. En las verdes praderas pueden contemplarse las peculiares viviendas típicas de los ‘bubi’, construidas a base de troncos de madera y hojas de caña, muchas de ellas, actualmente en ruinas.
La Caldera de Luba
Una excursión por la isla que te llevará al cráter del volcán. ¡Sólo para aventureros!
Una zona volcánica.
A 50 kilómetros al sudoeste de Malabo se encuentra Luba, el segundo núcleo urbano más importante de la isla de Bioko. Su nombre procede de un jefe de la tribu ‘bubi’ que se hizo famoso en la ciudad (entonces denominada San Carlos) por su violenta oposición a las autoridades coloniales de lo que en aquellos tiempos se llamaba Santa Isabel (hoy Malabo). La mayor actividad de Luba se concentra en el puerto, que acoge los barcos que van y vienen a Malabo y a otras partes de la isla. Al margen de algunas residencias de la época colonial, su principal atractivo es la Caldera de Luba. Durante el duro ascenso a este enorme cráter volcánico se atraviesan varias zonas boscosas, así como los poblados de Ruiché y Belebú Balachá. Situados a 800 metros de altura, sus habitantes siguen dedicándose fundamentalmente a la ganadería y la agricultura.
Visita a Rebola
En este curioso pueblo cercano a Malabo encontrarás lo más típico del país.
Pequeño pueblo pero grande en costumbres.
Se trata del primer pueblo situado después de Malabo tomando la carretera que conduce a Riaba. Pese a no tratarse de un sitio especialmente grande, tiene mucho encanto. Con menos de 10.000 habitantes, está situado sobre un pequeño cerro que alberga una iglesia desde la que es posible disfrutar de unas magníficas vistas de la localidad. Su arquitectura se limita a un buen número de casas típicamente ecuatoguineanas, tendidas en la ladera de la colina, con paredes amarillas y tejados rojizos y marrones. Entre sus principales atractivos destaca su gran ceiba, un árbol de origen americano de grandes dimensiones, que luce unas ramas, flores y frutos de tonos rojizos. También es muy popular su fiesta del cacao, que se celebra cada 27 de abril, durante la que cientos de personas cantan y bailan por las calles, mientras van recorriendo el pueblo de casa en casa.
Visita al Pico Basilé
Ofrece unas vistas alucinantes de la isla, además de ofrecer un día diferente en Malabo.
Un volcan inactivo.
Una de las visitas habituales de los turistas que llegan a Malabo es la ruta que culmina en el Pico Basilé, conocido durante la época colonial como el Pico de Santa Isabel y por los habitantes de la isla de Bioko, como ‘el Pico’, a secas. Cuenta con una altura de 3.011 metros y es el más grande de los tres volcanes que existen en esta isla ecuatoguineana. Durante el ascenso es posible detenerse frente a la escultura de la Virgen Bisila. Ya en la cumbre, podrás disfrutar de unas espectaculares vistas, tanto de la isla como del continente, en el que contemplarás una pequeña porción de la costa camerunesa. El Pico toma su nombre del pueblo situado en la falda de la montaña, Basilé, de origen ‘bubi’. A finales del siglo XIX, esta zona vivió un periodo de cierto esplendor, al fijar allí su residencia habitual algunas de las autoridades políticas más relevantes de la colonia española.
Nuevo Estadio
Otro símbolo de la modernización de Malabo es su complejo deportivo, sede de la Copa África de Naciones.
El deporte en Malabo.
Malabo cuenta desde 2007 con un moderno estadio de fútbol, con capacidad para más de 15.000 espectadores, que ya ha registrado varios hitos a lo largo de su corta historia. Situado en el barrio de Atepa, a pocos kilómetros del centro de la ciudad, fue una de las sedes de la Copa África de Naciones de 2012 en categoría masculina. Además, la selección ecuatoguineana femenina se coronó en este mismo recinto campeona del continente africano cuatro años antes, tras imponerse en la final a Sudáfrica. El estadio forma parte de un coqueto complejo deportivo que incluye un polideportivo, varias canchas de tenis, piscina olímpica, campos de entrenamiento de hierba artificial y pistas de balonmano y fútbol sala. El recinto lo completa el Hotel de Federaciones Malabo, que cuenta con un centenar de habitaciones. Es posible visitar sus instalaciones todos los días de la semana.
El puerto
En pocos años se ha convertido en uno de los puertos principales de la zona.
Punto estratégico del comercio.
Hace apenas una década, el puerto de Malabo no ofrecía mayor aliciente que el de tomarse algo fresquito junto al mar, en la terraza del Club Náutico. Quién iba a decir entonces que la ciudad podría plantearse alguna vez disponer de un moderno puerto con vocación de convertirse en un punto estratégico para el comercio entre las diferentes regiones africanas, y entre este continente y los de Europa y América. Porque ése fue el objetivo con el que se pusieron en marcha hace unos años los trabajos para la reforma y ampliación de las instalaciones portuarias de Malabo, que todavía continúan. Poco quedará después de esta reforma del viejo puerto de Santa Isabel, inaugurado en 1956 con un solo muelle que, para colmo, estaba atravesado por un espigón saliente que hacía que los barcos no tuvieran más remedio que atracar de popa.
Plaza de la Independencia
Relájate a la sombra de las palmeras y no pierdas detalles de todo lo que hay en esta plaza.
Tiempo para el descanso en el centro histórico.
Situada en el casco histórico de Malabo, a escasos metros de la Catedral, se trata de la plaza más importante de la ciudad y una de las más destacadas del país. Es, también, un sitio perfecto para tomar un descanso a la sombra de las gigantescas palmeras que decoran toda la zona. Eso sí, conviene visitarla por la mañana o después de comer, ya que estas palmeras suelen atraer a grandes cantidades de murciélagos al atardecer. No es cuestión baladí, ya que los murciélagos de Guinea Ecuatorial (y, en general, casi todos los animales) son infinitamente más grandes que sus primos hermanos europeos. Entre las atracciones de esta plaza destacan los bancos y las columnas, decorados con azulejos en los que se representan escenas típicas de la vida cotidiana de los pueblos que habitaban el país antes de la llegada de los colonizadores europeos.
Centro de Congresos Sipopo
Cuenta con una arquitectura moderna y original, de hecho, fue nominada a unos premios de arquitectura.
Moderno edificio entre árboles.
Este edificio, situado junto a la costa de Malabo, es uno de los nuevos símbolos de la Guinea Ecuatorial del siglo XXI. Construido en el año 2011, ocupa una superficie de más de 10.000 metros cuadrados y está rodeado de una gran cantidad de árboles. Su moderno diseño le valió al estudio turco Tabanlioglu Architects la nominación a uno de los premios del Festival Mundial de Arquitectura de ese mismo año. El innovador edificio está rodeado de una gigantesca envoltura metálica de bronce, en forma de malla, que hace las veces de escudo protector frente a la luz del sol. Además, sus paredes acristaladas reflejan el azul del mar y el verde de la vegetación de los alrededores, provocando una espectacular combinación de tonalidades. Uno de los puntos más interesantes de su interior es el restaurante, con unas magníficas vistas al océano.
Nueva sede de la Radio Televisión pública
Emblemático edificio que representa el futuro de Malabo.
Signos de la modernización del país.
A pesar de haberse inaugurado en los últimos años, la sede de la Radio Televisión de Guinea Ecuatorial se ha convertido en uno de los edificios más representativos del país. En primer lugar, porque la obra fue resultado de la cooperación con el poderoso Gobierno de China, con el que Guinea Ecuatorial lleva varios años estrechando vínculos políticos y comerciales. Además, el gigantesco complejo pretende convertirse en el símbolo de Malabo 2, un nuevo ensanche de la capital ecuatoguineana que todavía no ha concluido. Y, sobre todo, porque el edificio es una muestra del actual poderío económico del país, derivado de la extracción y venta de petróleo. Construido en un tiempo récord de sólo 10 meses, el proyecto contó con una inversión de más de 2.900 millones de francos CFA, que al cambio vendrían a ser algo más de 4 millones de euros.
La Virgen Bisila
En plena naturaleza encontrarás este culto a la Virgen con detalles tribales.
La Virgen africana.
Situada en el famoso Pico de Basilé, es la imagen de culto más importante de cuantas existen en la isla de Bioko. Se trata de una peculiar Virgen totalmente africana, de raza negra, unas marcas en la cara de origen tribal (al parecer, garantizan protección) y el Niño Jesús colgado de su espalda (así es como las madres llevan a los bebés en esta parte del mundo). Ambas figuras lucen también diferentes pulseras distintivas del pueblo ‘bubi’ (aborigen de Guinea Ecuatorial), elaboradas con pedazos de caracola marina y vértebras de serpiente, entre otros curiosos materiales. Lo más sorprendente es que el autor fue un español, concretamente, el escultor tarraconense Modesto Gené Roig. La figura fue colocada en su actual ubicación en 1968, siendo declarada patrona de la isla en 1987, un año después de ser confirmada por el Papa Juan Pablo II como Reina de la Archidiócesis de Malabo.
El Seminario de Banapá y la Iglesia de Batete
La religión católica está representada en diferentes puntos de la ciudad, aquí tienes algunos de ellos.
La expresión del catolicismo.
Al margen de la Catedral de Malabo, estos dos son los edificios religiosos más importantes de la isla de Bioko. El primero de ellos es, sin duda, la famosa Iglesia Claret (algunos la conocen como Santuario Claret). Este precioso templo de culto atraviesa actualmente un profundo proceso de rehabilitación que comenzó en 2009. La iglesia forma parte de un enorme conjunto arquitectónico, conocido como el Seminario de Banapá, que se completa con un internado y una escuela. Este complejo fue construido en 1887 para acoger a la Misión de Banapá, considerada el germen de la obra de los misioneros claretianos en Guinea Ecuatorial. Otro de los grandes templos católicos de Bioko es la Iglesia de Batete, cuyo diseño de estilo gótico se atribuye al sacerdote Luis Sagarra (al igual que ocurre con la Catedral). Construido íntegramente en madera, también está siendo rehabilitado en la actualidad.
Patio Magazine de Luba
La unión con el mar representada en un pequeño pueblo costero.
De excursión a Luba.
Situada en la parte suroccidental de la isla de Bioko, la ciudad de Luba siempre ha estado vinculada al mar. Su economía sigue hoy sustentándose en el puerto (primero pesquero y, más tarde, maderero), ubicado en la bahía del mismo nombre, a los pies de la denominada gran Caldera. La mayoría de las construcciones de esta zona se remontan a la época colonial española. Una de las más conocidas está situada frente a la bahía y se construyó durante los primeros años del siglo XX, a iniciativa del acaudalado comerciante ecuatoguineano Maximiliano Cipriano Jones. Se trata del Patio Magazine, un curioso nombre para un lugar aún más peculiar, ya que su enorme estructura está inspirada en la forma de los barcos mercantes que hacían la ruta entre Luba y Malabo, y que fueron los responsables de la gran fortuna de Jones.
Banco de los Estados del África Central (BEAC)
No te extrañe ver este alto edificio, se trata de la sede de un banco.
Gran edificio blanco en pleno Malabo.
Es el banco de los países centroafricanos que utilizan el franco CFA, es decir, Camerún, las repúblicas Centroafricana y del Congo, Gabón, Chad y Guinea Ecuatorial. La sucursal de la antigua colonia española está situada en pleno centro histórico de Malabo y se trata de un enorme edificio en altura. Sus nueve plantas están rodeadas de ventanas y presenta un estilo funcionalista, totalmente blanco. Tras su inauguración, durante la década de los 70, fue la sede del Banco Popular ecuatoguineano. La situación varió tras el Golpe de Estado de 1979, por el que Teodoro Obiang Nguema derrocó del poder a su tío Francisco Macías Nguema. A partir de ese momento se convirtió en la sede del Banco de Guinea Ecuatorial, hasta que el país entró a formar parte del BEAC, a iniciativa del propio Obiang.
Casas con historia
No te pierdas los encantos que te ofrece el pequeño centro de Malabo.
Históricas casas para visitar.
Caminando por Malabo contemplarás algunas villas que te trasladarán a tiempos muy lejanos. La Casa Teodolita es uno de estos históricos edificios, y también de los más bellos. Está situado en pleno casco histórico y destaca por su bonita fachada de color crema, decorada con una larga fila de ventanas marrones. Fechado en 1902, todo el complejo está elaborado a base de madera, incluido el interior, y su nombre responde al seudónimo con el que era conocida una de las hijas de José Walterio Dougan, uno de los personajes más adinerados de Malabo. De la misma época es también La Gaditana, una enorme casa verde y blanca que formaba parte de la denominada Finca Amilivia. Allí residió hasta la década de los 80 un alcalde de la ciudad, aunque es más conocida por haber sido, según cuentan, el lugar desde el que empezó a distribuirse luz eléctrica en Malabo.
Centro Cultural Ecuatoguineano
El arte y la cultura se dan cita en este edificio.
El centro de las actividades culturales.
No hace mucho que abrió sus puertas este interesante espacio cultural, situado en el edificio que durante varias décadas ocupó el histórico instituto Cardenal Cisneros. Durante su corta vida, el Centro Cultural Ecuatoguineano ya ha acogido numerosas exposiciones vinculadas a la tradición cultural del país, que han incluido desde espectáculos de música hasta representaciones teatrales, pasando por colecciones de pintura y escultura o una selección de platos típicos de la tradición culinaria ecuatoguineana. Porque ése es el principal objetivo del centro: mostrar y preservar los aspectos autóctonos de la cultura de Guinea Ecuatorial. Es por ello que la programación del centro incluye también cursos formativos en las lenguas vernáculas del país, así como seminarios de carácter histórico o ciclos de cine. Además, el centro actúa como sede de actividades culturales de ámbito nacional, como el Festival de Cine Itinerante Sur-Sur o el Festival Internacional Malabo Hip Hop.
La Casa Verde
Construida en Bélgica, con madera americana y transportada a Guinea, ¿no es curioso?
El color no es lo importante.
En Maputo, la capital de Mozambique, hay un edificio muy parecido a éste, de unos llamativos colores verde y blanco. Sin embargo, aquél fue construido en su totalidad a base de hierro y éste, con madera. Se trata de una de las edificaciones más antiguas de Malabo, con un origen que se remonta a mediados del siglo XIX (se desconoce la fecha exacta). Al parecer, fue construido por la compañía Ribas i Pradell enteramente en Bélgica, con madera de pinotea americana. Una vez terminados los trabajos fue trasladado a la isla de Bioko, donde acogió el Consulado de Portugal. Así permaneció hasta comienzos del siglo XX, cuando se convirtió en sede central de la compañía Pérez e Hijos, que tres décadas más tarde cedería el testigo a la también empresa española Muñoz y Gala. En la actualidad es propiedad del Ministerio de Cultura de Guinea Ecuatorial.
Parroquia de Elá Nguema
Esta puede ser una visita interesante para conocer cómo vive la gente.
Pequeño y colorista barrio.
Elá Nguema es un pequeño barrio situado a tres kilómetros del casco histórico de la capital. Es, también, el lugar de residencia habitual de la población más humilde de Malabo, que diariamente hace el camino de ida y vuelta hasta el centro para ganarse la vida. El skyline del barrio no destaca, ni mucho menos, por las grandes construcciones. La mayoría de las casas, de vistosos colores, son más bajas que los árboles que las rodean. Hay un solo edificio que, junto a las palmeras, sobresale por encima de todo lo demás: la parroquia de San Francisco Javier. Flanqueada por dos grandes torres de colores rojo y blanco, se trata de un bonito templo rematado por una gran bóveda. En su interior, destacan los murales del techo y las pinturas de santos, beatos y algunos de los históricos fundadores de la orden de los hermanos salesianos, que son quienes rigen la iglesia.
Edificios oficiales
El Palacio Presidencial, entre otros, es un edificio de gran valor arquitectónico que no puedes perderte.
Un paseo entre sus edificios.
Paseando por el casco histórico de Malabo podrás contemplar un buen número de edificios oficiales, algunos de ellos, relativamente interesantes. Sin duda, los más bonitos son los que están situados en la Avenida de la Independencia, donde se suceden el Tesoro Público, el Palacio de la Amistad y el Palacio Presidencial, sede del Gobierno de la nación. En este último edificio tuvo lugar el intento de Golpe de Estado de febrero de 2009, durante el que un grupo de hombres armados intentó derrocar al presidente, Teodoro Obiang. Muy cerca de allí se encuentra la Cámara de Representantes del Pueblo, situada en un edificio de 1906 que en sus tiempos fue sede de la institución que se encargaba de defender ante las autoridades coloniales los intereses de los comerciantes y los agricultores de la isla de Bioko. Hoy es el recinto en el que debería estar representada la soberanía del pueblo ecuatoguineano.
La Catedral
Culto a la patrona de la ciudad, es una de las construcciones más importantes que vas a encontrar.
Por sus torres la conocerás.
La Avenida de la Independencia alberga una de las construcciones más antiguas y, curiosamente, mejor conservadas de la capital ecuatoguineana. Se trata de la Catedral, en la que los habitantes de Malabo rinden culto a Santa Isabel de Hungría, la patrona de la ciudad. Este pintoresco edificio combina ese estilo gótico tan característico de algunas ciudades europeas con un entorno de rasgos claramente africanos. De hecho, es prácticamente imposible no distinguir el templo desde cualquier punto de la ciudad, ya que sus torres, de 40 metros de altura, destacan sobre el resto de edificaciones del casco histórico, mucho más pequeñas. Su construcción se inició en 1897, gracias a las aportaciones de feligreses, empresas y autoridades, y a los planos del sacerdote Luis Sagarra (supervisados y aprobados, según cuentan, por Antonio Gaudí). Hubo que esperar casi 20 años, hasta 1916, para que fuese inaugurada.
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