Guía turística: qué hacer y ver en Budapest
La ciudad del Danubio
La capital de Hungría nació de la unión de los pueblos Buda y Pest y hoy, junto a las dos islas del Danubio Óbuda y la Isla Margarita, conforman un destino turístico que sorprenderá. Es espectacular. Una ciudad extremadamente rica en cuanto a cultura (museos, teatros, monumentos...) que no defraudará tampoco a los que quieran también un poco de relax: sus baños termales son únicos.
Así lo ven otros viajeros
Comparte tu experiencia de viaje con #Budapest, #InstantesIberia y @Iberia
- Monumentos
- Compras
- Ocio
- Gastronomía
- Aire libre
- Museos
- Monumentos
- Compras
- Ocio
- Gastronomía
- Aire libre
- Museos
Ecseri Flea Market
Es comparable al mítico rastro madrileño, así pues, sobra decir con todo lo que aquí te puedes encontrar.
Literalmente, "mercado de las pulgas".
Traducido sería algo así como el “mercado de las pulgas”, lo que conocemos como rastrillo, mercado de antigüedades y de segunda mano donde se venden utensilios de antaño, elementos decorativos, instrumentos musicales, muebles viejos y todo tipo de cachivaches… ¡Allí puedes encontrar de todo! Muchos de los que acuden allí lo hacen temprano y disfrutan paseando entre los puestos hasta encontrar con algún objeto que les llama la atención como si de un flechazo se tratara. Solo siendo madrugador es cuando encuentras las verdaderas gangas pero claro ¿estás dispuesto a levantarte a las 6 de la mañana? Si es demasiado para el cuerpo, pues estás en Budapest de vacaciones, tranquilo, igual también encuentras lo que buscas a un buen precio sin necesidad de madrugar tanto. Si quieres descubrir tu lado oculto como “caza-tesoros” acude a este mercado. Está a las afueras de la ciudad. En la calle NagyKörösi, 156. Puedes llegar allí en autobús, cogiendo el 54.
WestEnd City Center
Tiendas, restaurantes, cines, oficinas y hasta ¡un hotel! Curioso centro comercial.
Dominando Váci.
Paseando por Váci toparás con él casi sin quererlo pues es un edificio imponente que engloba no solo un centro comercial sino también contiene oficinas y un hotel, el Hilton Budapest West End, de 5 estrellas y con 230 habitaciones. En total la ciudad comercial ocupa 50.000 metros cuadrados. En su interior 400 tiendas, de las cuales la mitad son de moda. Más datos: tiene 40 restaurantes y bares y un cine con 14 salas. Has de saber que abre todos los días, incluso los domingos. Lo hace a las 10:00 h. de la mañana. El horario de cierre varía más, pues de lunes a sábado lo hace entre las 20:00 h. y las 21:00 h. y los domingos lo hace antes, entre las 18:00 h. y las 19:00 h. Si vas en metro que sepas que tienes que coger la línea 3 y bajar en la parada Lehel Ter.
Arena Plaza
¿A que nunca hubieras imaginado encontrarte en Budapest con un centro comercial al más puro estilo capitalista?
También aquí.
Uno de los centros comerciales más grandes de Budapest. Es bastante nuevo ya que fue inaugurado en 2007. Está situado en la calle Kerepesi (metro Keleti Pályaudvar). Tiene 180.000 metros cuadrados de superficie repletos de tiendas de ropa, electrodomésticos, zapatos, librerías… Incluso hay algunos outlet donde puedes adquirir prendas interesantes a un precio muy razonable. Tiene también uno de los cines más grandes del país. Las tiendas abren de 10:00 h. a 21:00 h. Los viernes y sábado cierran a las 22:00 h. Como la mayoría de estos sitios los domingos solo permanecen abiertos los lugares de restauración y los cines. Por su puesto ofrece a sus clientes todo tipo de servicios: parking gratuito con plazas para personas de movilidad reducida, aseos adaptados y con cambiadores para bebés, vigilancia de seguridad 24 horas, cajeros automáticos… Todo para que compres lo máximo posible y pases un rato agradable. ¡Capitalismo en estado puro, quién lo diría!
Avenida Andrássy
Avenida de visita obligada. Su belleza te alegrará la vista.
Patrimonio de la Humanidad.
Es una de las arterias principales de Budapest. Une la plaza de Isabel con la plaza de los Héroes, justo donde empieza al Parque de la Ciudad. En 1885 la bautizaron con ese nombre en reconocimiento a su principal propulsor, el primer ministro Gyula Andrássy. A cada lado se levantan numerosos edificios con fachadas realmente preciosas y palacios neorrenacentistas. Tal es su belleza que en 2002 fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Su construcción comenzó en 1872 y concluyó en 1876, un 20 de agosto que es fiesta nacional. El encargo se hizo a arquitectos famosos que trabajaron baja las órdenes y supervisión de Miklos Ybl. Actualmente nos encontramos en ella embajadas, restaurantes, cafeterías e importantes tiendas de moda lujosas como Luis Vuitton, Burberry, Diro, Dolce Gabbana , Roberto Cadavi o Gucci entre otros. En la avendia Andrássy se encuentra también la Ópera de Budapest. Puedes llegar a ella en metro, línea 1, que la recorre entera de norte a sur.
Váci Utca
Peatonal, de ambiente agradable y con una increíble oferta comercial. Así es Váci Utca.
Arteria principal.
Es una de las dos calles más importantes de Budapest. Es peatonal y sus orígenes se remontan a cuando la ciudad estaba amurallada pues a través de ella se llegaba a una de las puertas de la ciudad, ubicada en la actual plaza Vörösmarty. Por lo tanto siempre fue lugar de tránsito. En el siglo XVIII se levantaron allí grandes mansiones pero hoy en día solo se conservan edificios de los siglos XIX y XX. A un lado y otro de la calle hay cafeterías, restaurantes, tiendas de moda entre las que destacan firmas internacionales como Zara, Mango, H&M, Hugo Boss o Nike. También se encuentra en este calle uno de los centros comerciales más grandes de la ciudad: West End City Center, se llama. Como curiosidad, cuando pasees por la calle Váci, párate en el número 13 pues ahí está el edificio más antiguo de la calle, de 1805. La calle también tiene su encanto por la noche, es agradable pasear por ella aunque, como en la mayoría de las ciudades turísticas, ojito con el bolso, llévalo bien sujeto y cerrado.
Mercado Central
Budapest, como toda gran ciudad, cuenta con mercados. El Central es el mejor de todos.
El primero de cinco.
¿Sabías que los mercados se comenzaron a construir a finales del siglo XIX para controlar la calidad de los alimentos? Al parecer, en esta época hubo muchas epidemias y se decidió crear este tipo de lugares para atajar los problemas sanitarios relacionados con la comida. El Mercado Central de Budapest es el más grande de los cinco que hay en la ciudad. Fue construido en 1897 siguiendo el diseño del arquitecto Samu Pecz. Al principio ninguno de estos lugares fueron vistos con buenos ojos, pues supuso un aumento del precio de los productos. Durante la II Guerra Mundial, como muchos edificios de la ciudad, sufrió cuantiosos daños. En 1991 fue declarado edificio en ruinas y no hubo más remedio que cerrarlo. Pero en 1994 se restauró y de nuevo volvió a abrir sus puertas. Está abierto de lunes a sábado desde las 6 de la mañana. Los lunes cierra a las 17:00 h. y el resto de días a las 18:00 h. En la parte de arriba tienes puestecillos de comida por si quieres degustar algún producto típico. Si te acercas un sábado por la mañana verás mucho ambiente.
King Bike
Pues sí. Aquí existen las bicicletas-bar, curioso e interesante invento, hasta para los residentes en la ciudad.
¿Es en serio?
¿Has visto alguna vez un bar en una bicicleta? Seguramente hayas visto un barco convertido en un restaurante, en la misma ciudad de Budapest hay uno, un autobús convertido en un chiringuito de playa… pero ¿y una bicicleta-bar? ¿te la imaginas? Parece imposible, ¿verdad? Pues existe y no solo una, en Budapest hay varias. Y no creas que está parada, no, avanza si todos sus clientes pedalean de forma acompasada a la vez que degustan una cerveza fresquita. Así que aquí pedalear y beber es compatible pero ojo, no pierdas el control en ninguno de los casos o te costará caro. Muchas empresas eligen la bicicleta bar para enseñar a sus empleados a trabajar en equipo mientras disfrutan de un día de asueto como si de una convención se tratara. Incluso forma parte de sus planes de formación en motivación y liderazgo. Deporte, bebida, formación… ¡Esta bicicleta lo tiene todo!
Running Tours Budapest
¿Aficionado al running? Entonces está propuesta turística te gustará, ¡mira, mira!
Budapest corriendo.
Si eres un apasionado del running, existen unas rutas establecidas para conocer los lugares más importantes de Budapest practicando tu deporte favorito. Puedes elegir de día o de noche. Eso sí, coge fuerzas porque hay recorridos de hasta 21 kilómetros. Es muy bonito hacerlo de noche, con buen tiempo pero sin excesivo calor. Aunque mucha gente prefiere el invierno porque no hay mejor forma para calentar el cuerpo. En cualquier caso, tendrás un guía que te acompañará a distintos lugares desde los cuales tendrás unas vistas increíbles de la ciudad. Además te irá explicando al mismo tiempo los hitos históricos más importantes para que conozcas mejor la capital húngara. Es una excelente opción si vas a estar pocos días en la ciudad, si viajas solo por negocios o en pareja pero sin niños. Si lo combinas después con un relajante baño en cualquiera de los balnearios de la ciudad te vas a quedar como nuevo.
Isla de Obuda
Aquí se celebra el famoso Festival de música de Sziget. Seguro que te suena.
La isla del antiguo Buda.
Está en el río Danubio, al norte de otra isla de Budapest muy conocida, Isla Margarita. Óbuda signigica “antigua Buda” y es un distrito al que pertenece esta isla de más de 2.500 metros de largo y 1.650 de ancho. En ella hay un parque llamado 9 de mayo. Pero no nos engañemos, hablar de la Isla de Óbuda es hablar irremediablemente de un acontecimiento musical muy importante. Hajógyari (el nombre de la isla en húngaro) es conocida sin duda porque todos lo veranos se celebra en ella uno de los mejores festivales de música de Europa: el Festival de Sziget. Es un importante evento musical y cultural que se celebra en agosto desde hace más de 20 años y que surgió de forma reivindicativa, tras la caída del comunismo, pues durante muchos años los artistas del país no se habían podido expresar libremente. Durante una semana, con sus siete días y sus sietes noches, la música no para de sonar. Pero no solo música, también cine, representaciones teatrales y otras performance. Si coincide que estás esa semana en Budapest puede resultarte interesante acercarte hasta allí.
Memento Park
A media hora del centro, te topas con este insólito museo al aire libre protagonizado por estatuas gigantescas.
Reunión de esculturas.
Tras la caída del comunismo, entre 1989 y 1990, las gigantescas estatuas de los líderes comunistas que estaban colocadas por toda la ciudad fueron retiradas y llevadas a las afueras de la ciudad, a unos 20 minutos en coche. Si vas en transporte público tardas un poquito más, una media hora. Hasta un total de 42 esculturas fueron transportadas. Hoy en día todas ellas forman el Memento Park, un museo al aire libre diseñado por Akos Eleöd. Fue inaugurado en 1993 y desde entonces acoge a muchos visitantes de dentro y fuera del país. Todos ellos quedan sorprendidos al contemplar algunas las dimensiones de algunas de las estatuas. Muchas de ellas son de comunistas húngaros pero también hay de Lenin, Marx y Engels. A los visitantes se ofrece también la posibilidad hacerse una foto en el coche más popular de la época comunista: el Trabant. El museo está abierto desde las 10:00 h.
Isla Margarita
¿Lo mejor de esta diminuta isla? Su parque japonés y su ermita. ¡Sin duda alguna!
Pequeña pero "matona".
Un plan perfecto para una mañana soleada de fin de semana es alquilar una bici en la Isla Margarita, el pulmón de Budapest. Es la mejor forma de despejar cuerpo y mente y además haces turismo al mismo tiempo. La isla está ubicada entre Buda y Pest, rodeada por el río Danubio y debe su nombre al convento de Santa Margarita. De él hoy solo quedan ruinas. Gracias a la bicicleta podrás recorrer sus dos kilómetros y medio de jardines, uno de ellos de estilo japonés. Además hay una gran piscina con toboganes tipo los de un parque acuático y un pequeño zoo. Te llamará también la atención una ermita. También hay dos hoteles, restaurantes y hasta un casino. Vamos, que tiene de todo. Lo que pocos saben es que en el siglo XVIII solo estaba permitido que fuese allí la aristocracia hasta que en 1908 se declaró espacio público.
Parque de la ciudad
Para olvidarse del ajetreo aquineo no hay nada mejor que perderse en este céntrico parque.
Versátil e interesante.
¿Te apetece pasar un día al aire libre en contacto con la naturaleza? En pleno centro de Budapest puedes hacerlo gracias a el parque Városliget (City Park). Es el lugar de ocio al aire libre por excelencia para los habitantes de Budapest. Y es que su ubicación y dimensiones, 1400 metros por 900, hacen de él el lugar perfecto para despejarte. Además es uno de los primeros parques que se crearon en el mundo. En tu visita a la ciudad, hagas lo que hagas, tendrás que pasar por él antes o después, ya que son muchos los atractivos turísticos que allí se concentran: el zoo, el jardín botánico, el balneario Széchenyi y el Castillo Vajdahunyad. También había un parque de atracciones pero lamentablemente cerró en septiembre de 2013. Por supuesto, es el lugar perfecto también para ir con niños. Sin duda lo más bonito del parque es su lago que te permite patinar sobre hielo en invierno o navegar tranquilamente en barca por el verano.
Central Café
El local te envuelve y te hará viajar en el tiempo al son de su melódico piano.
Orgullo húngaro.
Orgullosos de sus antepasados y abiertos a los desafíos del siglo XXI, es la filosofía que resume Café Central de Budapest. Está situado en la calle Károlyi Mihaly y, como otros míticos cafés de la ciudad, ha sido punto de reunión de numerosos escritores, periodistas, músicos, poetas y artistas en general del siglo XX. Estaba abierto las 24 horas del día. Se inauguró en 1887 y solo ha estado cerrado al público durante la época del comunismo para reabrir en 1989. Se sirven, obviamente, cafés pero también otro tipo de bebidas y platos húngaros. Tiene un menú a mediodía, de lunes a viernes, que merece la pena pedir. Otro atractivo es que tiene música de piano en directo lo que te envuelve en un ambiente único y te hace viajar en el tiempo. La decoración también aporta lo suyo. No te importará esperar por tu café porque estarás entretenido viendo el sitio en sí.
Elso Pesti Reteshaz Kavehaz
Los primeros Strudels de la ciudad se ofrecieron en este pintoresco y acogedor local. A la fecha.
¡Al rico Strudel!
Se trata del primer restaurante de Hungría donde empezó a comercializarse los famosos Strudels, típico postre de países de Europa Central, como Alemania, Austria e, incluso, Italia. Es un pastel que puede ser dulce o salado. El más típico es el de manzana y hoy en día ha sido exportado a las cocinas de muchos países de todo el mundo. Pero este restaurante merece también la pena por el resto de sus platos. No es muy barato que digamos aunque tampoco es súper exclusivo, dependiendo lo que pidas, pero puede salirte por unos 20 € por persona aproximadamente. Su ubicación es bastante céntrica, en pleno corazón de la ciudad, ya que se encuentra en una la calle peatonal Október, 6. El edificio en el que se encuentra es antiguo, de 1812, totalmente reformado. La decoración del restaurante es muy cálida y las mesas muy originales, con objetos antiguos y libros debajo de un cristal.
Kürtöskalacs
¿Verdad que esta receta apunta maneras?: pan dulce horneado y acaramelado con topping a elegir.
El dulce impronunciable.
Con este nombre impronunciable “Kürtöskalacs” se conoce al dulce más famosos de Hungría. Proviene de Transilvania, una zona de Rumanía que antiguamente pertenecía al país húngaro. Se solía comer en fiestas y celebraciones como bodas, bautizos, etc. Con él se mostraba a los invitados que eran alguien importante para ti. Pero… ¿y qué es? Pues una especie de pan dulce horneado cuyo caramelo derretido por encima permite que se le añadan diferentes toppins en función de los gustos. La cafetería Molnar’s Kürtöskalacs es una de las que mejor lo hacen. El más clásico es el de almendra pero también se hacen con vainilla, coco, chocolate, nuez o canela. Llena bastante, lo mejor es compartirlo entre dos personas. Ha tenido tanto éxito que ha traspasado las fronteras del país y la franquicia está ya en muchas ciudades Europeas de países como Alemania, Austria, Polonia, Holanda e Italia. El precio del dulce suele ser de unos 3€.
Trofea Grill
Buffet húngaro a un precio bárbaro. Eso sí, tendrás que saciar tu apetito en las dos horas de rigor estipuladas.
All you can eat and drink.
Es una cadena de restaurantes húngaros ubicados en varios puntos de la ciudad. En total son seis. La máxima del grupo de restauración responde a: “All you can eat and drink”. Vamos, una especie de barra libre de comida, pues tienes un tiempo limitado, dos horas. Tiempo más que suficiente para comer mucho y probar la gran variedad de comida húngara que allí te ofrecen. Además te cocinan la carne que quieras a la brasa en el momento. Y si es tu cumpleaños te sorprenderán con una bonita tarta y te cantarán todos “happy birthday”. Tiene un precio inmejorable pero has de saber que es más barato entre semana. Los precios varían entre los 3.200 florines y los 5.500, es decir, entre los 10 € y los 20 €, aproximadamente. Los niños menores de 12 años pagan justo la mitad. También tienen un servicio de venta on line con entrega a domicilio.
Szimpla Kert
La apertura de este "ruin pub" en 2002 marcó el ocio de la ciudad por siempre jamás.
Un antes y un después.
La apertura del bar Szimpla en 2002 marcó un hito muy importante en la vida alternativa y de ocio de la ciudad de Budapest. Se ubicó en una vieja fábrica. Poco a poco aparecieron más bares que, como él, abrían en lugares viejos y en ruinas. Los conocidos como “ruin pubs”. Está ubicado en la calle Kazinczy, en el barrio de Erzsébetvóros, una zona muy de moda entre los jóvenes de la ciudad. Quizá algo saturado los fines de semana. Incluso con cola para entrar. Es un bar de tendencias, alternativo, en el que hay conciertos, representaciones teatrales y diferentes eventos culturales. El ambiente es increíble, la decoración sorprendente. Es un lugar del cual te llevarás un buen recuerdo. Puede que repitas si estás varios días en la ciudad pues tiene una originalidad que engancha. Además las copas están a muy buen precio y también tienen cosas para picar por si te entra el hambre.
Café New York
El encanto neo-barroco de este local es tal que alucinarás. Tomarse un café aquí es altamente recomendable.
Atónito quedarás.
“¡Ohhhhhhhh!” Será lo que digas al entrar. Mítico café de la ciudad. ¡Ay, si sus paredes hablaran! Y en cierto modo lo hacen y te dejan a ti sin habla al entrar, pues presenta un estilo neo-barroco sorprendente. El café Nueva York ha sobrevivido diferentes épocas desde su inauguración en 1894 y con ellas diferentes momentos históricos. Por él han pasado personajes ilustres y anónimos. Algunos lo denominan como la “House coffee” más bella del mundo. En el 2001 fue cerrado al público pues se acometieron unas obras para integrarlo dentro del Hotel Bosco. Las reformas lograron darle el aspecto que tenía cuando se inauguró. Está muy logrado en la decoración. Posee una amplia carta de cafés y sus copas de helado están deliciosas. También tiene un catering muy conocido en Budapest por lo que son muchas las empresas quienes confían en el Café de Nueva York para sus eventos. Sirven cocina húngara pero también han sabido incorporar las últimas tendencias culinarias internacionales.
Restaurante Fatál
Platos tradicionales y contundentes a muy buen precio. Perfecto para probar auténtica comida húngara.
La cocina de tu madre.
¿Sorprendente nombre para un restaurante, verdad? Sin embargo, en húngaro, la palabra “fatal” significa "plato", y este lugar es una comida húngara de gran calidad y cantidad. Está en la calle Váci, cerca del puente de la Libertad. Es un lugar muy frecuentado por turistas precisamente por su amplia variedad de platos húngaros cocinados al más puro estilo tradicional o como dice en su web, “como si los cocinara mi madre”. Se sirve comida barata y abundante por lo que se aconseja ir a medio día para no tener una digestión pesada por la noche. Sus platos más conocidos son, entre otros, el Ragout Sour, una especie de bollo de pan relleno, alubias con col y las albóndigas gigantes. Llaman la atención los enormes platos de barro y sartenes en las que se sirve la comida directamente en la mesa. En lo que a decoración se refiere, destacan las elegantes vidrieras. Está abierto los siete días de la semana de 12:00 h. a 24:00 h.
Hutte Café Bar
¿Te recuerda a algo su original forma? Acércate en verano y disfruta de esta apetecible terraza.
¡Cuidado con la medusa!
Original terraza cubierta situada en la Plaza Szabadsag (Plaza de la Libertad), cerca del Parlamento. Seguro que llama tu atención cuando estés por esa zona pues su forma recuerda a una medusa gigante o a una pompa de jabón. Es un lugar muy concurrido sobre todo en primavera y verano donde además se coloca una gran pantalla para ver los importantes eventos deportivos que acontezcan durante la temporada. Ideal también para ir toda la familia por su entorno rodeado de vegetación. Pero gracias a su estructura también es un lugar frecuentado en otoño y en invierno y, de hecho, se celebran ahí eventos de todo tipo. Está bien de precio así que, si estás conociendo la ciudad y te pilla de paso, es un buen lugar para tomar algo rápido a mitad de mañana y descansar un poco. Tiene una amplia carta de bebidas. Si hace temperatura para ello y te gusta el té, pide un té helado, seguro que aciertas.
Café Gerbeaud
¿Alguien da más? Nos vamos de café y tarta Dobos al lugar favorito de Sisi Emperatriz.
¿Te hace un café?
Motivos no le faltaban a Sisi Emperatriz, durante el Imperio Austrohúngaro, para ser su cafetería preferida. Hoy la nostalgia de aquéllos tiempos dorados de la ciudad de Budapest pervive entre las paredes de la pastelería Gerbeaud. Está en la plaza Vörösmarty y fue fundada en 1858 por Henrik Kugler. Luego paso a manos de Emil Gerbeaud, quien la relanzó y le dio el nombre por el que a día de hoy es conocida. Sin duda es uno de los mejores cafés de Europa, tanto por sus productos como por sus instalaciones. Fue renovada por ultima vez en 1997. Si te gusta el dulce no puedes dejar de ir a disfrutar de uno de sus deliciosos pasteles o bombones. La Dobos tarta, que en tanto sitios de Budapest ofrecen, aquí está espectacular. En verano degustar un helado en su terraza se convierte en un momento inolvidable. Como dato curioso, en 2009 Gerbeaud House inauguró una segunda sede en Tokio.
Spoon Café&Lounge
Restaurante con cara de barco. El lugar ideal para una cena la mar de especial.
¡Hora de levar anclas!
¡Bienvenido a bordo! Spoon Café&Lounge no es un restaurante cualquiera. Para empezar son 3 y de los más lujosos que posee la capital húngara. Se trata de un barco anclado a los pies del puente de las Cadenas, justo a la altura del Hotel Inter-continental y con excelentes vistas al Castillo de Buda. Es uno de los lugares más bellos de Europa para ir a cenar a la par que romántico. Mide 75 metros y tiene dos plantas. Además en verano cuenta con dos enormes terrazas y 5 bares distribuidos por sus 1.600 metros cuadrados. Tiene una capacidad para unas 600 personas por eso es elegido para infinidad de eventos de empresa, celebraciones especiales, bodas, etc. Eso sí, si vas a sorprender a tu pareja con una cena romántica prepara tu cartera, porque una cena para dos personas no baja de los 30 euros por persona (33 USD), pudiendo ser bastante más si lo acompañas de un buen vino.
Menza
Céntrico, con estilo, de gran calidad gastronómica y a buen precio. ¿Te lo vas a perder?
El restaurante de moda.
El restaurante de moda entre los jóvenes, y no tan jóvenes, de Budapest tiene un nombre propio: Menza. Muy cerquita de la Avenida de Andrássy (Liszt Ferenc Ter,2), en plena zona de ambiente nocturno de la capital húngara destaca esta restaurante entre muchos otros por su lleno total. Como se suele decir, la cola sale por la puerta. Y eso no es casualidad. Son varios los ingredientes del éxito de este negocio. Primero que no es un restaurante como tal, pues mezcla el lunch bar con el concepto tradicional de lugar de comidas. De esta forma, la música nunca falta. En segundo lugar por su cocina, excelencia y creatividad sin olvidarse de la esencia de la cocina húngara. El resultado es un menú muy variado que atrae a gente de todo tipo, jóvenes, jubilados, actores famosos, turistas… Y no podemos olvidarnos de su decoración sofisticada. Sin duda te llamarán la atención los papeles pintados de sus paredes. Calidad y precio van de la mano.
Tropicarium
Los protagonistas indiscutibles de este zoo son sus temibles tiburones, ¡cuidado qué muerden!
Animales para todos los gustos y colores.
Está ubicado en el centro comercial de Campona, en el distrito XXII de Budapest. Abierto todos los días del año, recibe muchos visitantes atraídos por las numerosas especies del mundo animal que allí puedes contemplar. Son animales de todo el mundo, de diferentes familias: cocodrilos, reptiles, anfibios, peces de agua dulce, agua salada, pequeños monos, aves… y la atracción principal, los imponentes tiburones. Por eso también es conocido como “Shark zoo”. El observatorio colocado debajo del acuario principal mide 12 metros desde donde verás pasar por encima de tu cabeza los 8 tiburones que allí viven. Y para los más arriesgados, si reservas con tiempo y posees experiencia y título de buceo, podrás practicar tu deporte favorito junto a ellos. Su horario de apertura es de 10:00 h. a 20:00 h. La taquilla cierra a las 19:00 h. La visita suele durar una hora y media o dos pero tú puedes estar allí todo el tiempo que quieras. Es importante que sepas que puedes pagar en efectivo o con tarjeta pero que no aceptan euros.
Gran circo
Si tu escapada budapense es con niños, ni te lo plantees: asiste a una función de su recomendable circo.
¡Es permanente! ¡Viva!
¡Camellos, caballos, elefantes, trapacistas, malabaristas… todos listos para la función! Y todos ellos comparten algo que les distingue de los componentes de otros circos europeos y es que Budapest es la única ciudad de Europa que cuenta con un circo permanente, el Gran Circo o también llamado Circo Central. Fue inaugurado en 1891 y actualmente está ubicado en el parque Varosliget, en una construcción de 1971. Permanece abierto todo el año excepto en septiembre, pues sus artistas llevan sus espectáculos a otras partes de Hungría y del mundo entero. Tienen 3 sesiones diferentes que van cambiando cada época del año, de enero a marzo representan una, de abril a agosto otra y la tercera durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. Es un plan estupendo si vas con niños porque además se encuentra al lado del zoo y del jardín botánico. Si compras tus entradas por internet tienes un 10% de descuento. ¡Disfruta del espectáculo!
Visita de espeleología
Budapest presume de cuevas. Dos son las que puedes conocer en la actualidad. Y, no tienen desperdicio.
La ciudad de las cuevas.
¿Sabías que bajo la ciudad de Budapest existen más de 200 cuevas? La mayoría fueron descubiertas en el siglo XX cuando se comenzaron a construir algunos edificios de gran cimentación. Hoy en día se pueden visitar dos, muy cerquita una de otra. La más grande es la cueva Palvolgyi. Fue abierta al público en 1927, unos años después de ser descubierta. En un principio se descubrieron 1200 metros de pasillos subterráneos y galerías. ¡Hoy en día se ha comprobado que hay más de 18 kilómetros! El acceso a los visitantes se encuentra en la calle Szepvölgyi, en el número 62. Justo donde empieza el monte Matías. La otra cueva que se visita tiene su entrada en la calle Pusztaszeri. Descubierta en 1930 se la conoce como el Jardín Subterráneo de Budapest pues los minerales que brillan en sus paredes recuerdan a racimos de uvas. Su superficie es mucho más pequeña, tan solo 2.500 metros.
Zoológico y Jardín Botánico
¿2000 especies de plantas? ¿733 especies animales? ¡Sí! Así son estos dos espacios perfectos para toda la familia.
Antiguos, grandes y muy importantes.
Es uno de los lugares más visitado del país ya que recibe más de 1 millón de personas al año. Ambos están ubicados en el parque Városliget y pueden presumir de cifras porque hay 733 especies de animales distintas, procedentes de todo el mundo, y más de 2000 tipos de plantas. El zoo es uno de los más antiguos del mundo y abrió sus puertas en 1866. Los edificios de su interior son un claro ejemplo de art-nouveau, diseñados por Kornél Neuschloss y Koss Károly. Todos ellos han sido considerados monumentos nacionales así que fíjate si tiene importancia el zoo que las casas de los animales están protegidas y todo. Desde la Casa del Elefante puedes ascender por una torre de vigilancia y disfrutar de unas maravillosas vistas del zoo y el jardín botánico. En la llamada Casa de las Palmeras sentirás una atmósfera totalmente tropical. Para los más pequeños hay actividades y talleres.
Teatro Nacional
Se puede disfrutar de teatro clásico tanto en su auditorio como en sus jardines. Sea donde sea, resulta un placer.
Apuestas artísticas.
Si te gusta el teatro el idioma aquí no es problema pues, aunque la mayoría de la representaciones es verdad que son en húngaro, puedes acudir a ver un clásico en el que el lenguaje de la interpretación es universal. Y así lo refleja el Teatro Nacional (de Hungría) que se constituyó en 1837. Uno de sus impulsores fue Ferenc Kazinczy, un pensador de finales del siglo XVII. En sus comienzos tuvo su sede en otros lugares distinto al actual. En un primer momento estaba en la calle Kerepesi y posteriormente en la plaza Blahalujza, en el Teatro del Pueblo. Desde el 2002 su sede se encuentra en el nuevo Teatro Nacional, en el barrio Milenio. Es un recinto rodeado de jardines en los que en ocasiones también hay actuaciones teatrales. En su interior, el auditorio tiene capacidad para más de 600 personas. Volviendo a sus jardines, merece la pena que pasees por ellos, incluso que te pierdas en el que tiene forma laberíntica. Podrás admirar también las esculturas de los actores húngaros más famosos hasta llegar a un estanque.
Vigadó Concert Hall
Pest no sería lo mismo sin esta encantadora construcción con aires de grandeza y diseño de Frigyes Feszi.
Simplemente majestuoso.
Muchos son los edificios majestuosos de Budapest, pero éste tiene un encanto verdaderamente especial. Te llamará la atención seguro. Está en el lado Pest del río Danubio, en la plaza Vigadó, de ahí su nombre. Fue construido entre 1859 y 1865 siguiendo los planos y el diseño de Frigyes Feszi. Y se hizo precisamente ahí, en el lugar donde existía anteriormente otra sala de conciertos similar que quedó arrasada durante la Guerra de la Independencia, en 1848. La sala de conciertos Vigadó también sufrió daños durante la II Guerra Mundial pero su reconstrucción le devolvió el aspecto original. La última reforma se ha llevado a cabo en 2006. Tiene 900 asientos, 200 de ellos en sitio vip. A lo largo de todo el año se desarrolla un programa musical de lo más variado, desde música clásica hasta actuaciones del folclore húngaro. Puedes llegar a él en tranvía, línea 1 pero también en Metro (líneas 1, 2 y 3).
Paseo por el Danubio
Este es uno de los planes más turísticos de la ciudad. No es de extrañar, pues merece la pena.
Por el Danubio azul.
Típica, típica excursión: la salida en barco por el Danubio. Tan típica que no puedes dejar de hacerla. Seguro que todas aquellas personas que conozcas y que han estado en Budapest habrán navegado por el Danubio. Puedes contratarlo en tu agencia de viajes, en tu propio hotel o sobre la marcha en la orilla del río aprovechando alguna oferta de última hora. De todas formas no es nada caro si lo comparamos con otras ciudades como París. Por unos 15 euros puedes navegar durante una hora aproximadamente y hacer lo que se llama una visita panorámica. Además te suelen invitar a un piscolabis a bordo. También puedes elegir la realizar el crucero con comida incluida, un buen plan familiar. La opción romántica por excelencia es cenar a bordo y contemplar la ciudad iluminada. Te ofrecen normalmente una cena buffet por unos 30 euros, acompañada de actuaciones en directo. Suele durar 2 horas. Hay unos horarios ya establecidos, normalmente las salidas son a las 19:00 h., a las 20:00 h. y a las 22:00 h.
Folclore húngaro y conciertos
Música y baile tradicionales húngaros, una combinación que gustará a tu vista y a tu oído.
Un plan muy folclórico.
Durante tu estancia en Budapest un buen plan es asistir a una actuación de folklore húngaro. Es una buena forma de conocer la tradición del país, pues la dan a conocer a través de sus bailes, su interpretación, su música y su vestimenta sorprendente. Orquesta y bailarines, bailarines y orquesta, ambos son los protagonistas a partes iguales. Muchas de las danzas tienen varios siglos de historia y se han pasado de generación en generación a través del vínculo de la familia. Tres son los grupos de folklore importantes en Hungría: el Conjunto Folclórico Nacional de Hungría, compuesto por más de 30 bailarines y dos orquestas; el Conjunto Artístico Danubio, que actúa todas las semanas en el palacio Danubio; y el Conjunto Rajkó, muy variado en sus actuaciones y al que pertenecen varias sagas de músicos gitanos. La mayoría de los integrantes han estado entre 8 y 10 años en una academia formándose. Disfruta de una buena actuación acompañada de excelente música para tus oídos.
Balnearios
Sus 118 manantiales le valieron el nombre de Ciudad de los Balnearios. ¿Habrá qué probarlos, no?
A remojo termal.
Si por algo destaca Budapest es por sus balnearios. De hecho se la reconoció como “Ciudad de los balnearios” en 1934 gracias a los 118 manantiales que en ella se concentran. Y es que el agua termal ya tenía su importancia en la época de los romanos. También con los turcos en el siglo XVI se construyeron algunos baños que hoy en día siguen funcionando. El más famoso es el balneario de Gellert, ubicado en el Hotel Gellert. Pero ojo, que el balneario estaba primero. Es el típico de los anuncios de televisión y portada de revistas. Su piscina exterior incluso es imagen de la ciudad y la piscina interior destaca por las columnas en las que se enmarca. Se construyó en 1918. Otro de los más famosos es el de Széchenyi, neogótico, de 1913. Tiene 3 grandes piscinas al aire libre y 12 pequeñas en su interior. Por supuesto hay salas de masajes y saunas. No dejes de vivir una experiencia increíble bañándote de noche en invierno, mientras está helando y tú estás sumergido en agua termal a 37 grados. En un estilo diferente, el turco, están los baños de Rudas, en cuya sala principal destaca su piscina octogonal.
Ópera de Budapest
Si tienes oprtunidad escápate a alguno de sus espectáculos. Saldrás con los pelos de punta.
En clave de sol.
Rodeada de esculturas de famosos músicos y compositores, parece oírse la música solo con mirarla. La Ópera de Budapest o conocida también como Ópera Nacional de Hungría es una de las visitas obligadas de la ciudad. Se encuentra en la calle Andrassy, 22, en el lado Pest de la ciudad. Fue diseñada por Miklos Ybl en época del emperador Francisco José I. Éste puso una única condición: que no superara en tamaño a la ópera de Viena. Se dice de ella que es uno de los grandes edificios de ópera europeos y con una de las mejores acústicas del mundo. Construida entre 1875 y 1884, es también un claro ejemplo de estilo neo-renacentista. Puedes conocer su interior comprando un ticket para un espectáculo de ópera o de ballet, todos los días hay uno. O también puedes comprar tu entrada para la visita guiada. Existe la posibilidad de hacerla en español, normalmente por la tarde, antes de las 16:00 h.
Museo del Ferrocarril
70.000 metros cuadrados y cientos de vehículos ferroviarios ideales para entretener a pequeños y grandes.
¡Pasajeros al tren!
Para los amantes del ferrocarril este museo es en sí mismo una excusa perfecta para viajar a Budapest. En sus más de 70.000 metros cuadrados de superficie al aire libre se exponen más de 100 vehículos ferroviarios o relacionados con el ferrocarril. Divertido para niños y adultos, las tres joyas del museo son una locomotora de vapor de 1870, un vagón-comedor del Orient Express de 1912 y el ferrocarril de Àrpad, de 1934, que hacía el recorrido Viena-Budapest en tres horas. Pero los visitantes del museo no solo pueden contemplar los vehículos, también pueden probarlos. Además hay exposiciones interactivas, un simulador que te permite ser maquinista de tren por un momento y comprobar la dificultad que ello conlleva. Podrás observar también impresionantes maquetas y trenes en miniatura. Para los más pequeños hay un trenecito en el que podrán subirse y disfrutar de un bonito viaje. Los meses de enero, febrero y marzo está cerrado al público.
Casa del Terror
Antes de entrar aquí hay que preparse mentalmente para las atrocidades que aquí se vislumbran.
No apto para cualquiera.
En el número 60 de la famosa Avenida Andrássy nos encontramos con “Terror Haza” o la casa del terror. El nombre del museo ya lo dice todo. Porque terror en letras mayúsculas es lo que se vivió en ese edificio durante el siglo XX con el nazismo y después con el comunismo. Allí fueron recluidos, torturados y asesinados miles de ciudadanos húngaros. Entrar allí estremece. Es importante saberlo antes para estar preparado. Y puede que el museo pretenda eso, estremecernos y hacernos parar a pensar por un momento lo que el pueblo húngaro sufrió y también la importancia de su lucha por la libertad e independencia. El museo es de reciente creación pues se inauguró en 2002 en memoria de las víctimas. Tiene 3 plantas. En el sótano se pueden visitar las salas de tortura donde, a escasos metros de la calle, sucedían interrogatorios inhumanos sin que ninguno que pasase por allí escuchara o viera nada.
Museo de Historia de Budapest
¿Qué te parece? Cuatro plantas cargadas de historia aquincense.
Museo del Castillo para los amigos.
Uno de los tres museos que se encuentran dentro del famoso castillo de Buda. Por eso también lo llaman Museo del Castillo. Nos muestra la historia de Budapest desde la Edad Media a través de 4 plantas, una de ellas ubicada en el sótano. Y es ésta última planta la que más llama la atención, no por las colecciones que allí se exponen sino por la propia arquitectura del edificio, la distribución de las salas del castillo y los propios pasillos. Casi todo fue destruido durante la II Guerra Mundial pero después fue reconstruido y lo que allí se ve se asemeja bastante a la estructura del castillo original. El resto del museo nos enseña objetos cotidianos, recreaciones de habitaciones, etc. No se tarda mucho en verlo así que si has subido hasta ahí y tienes tiempo no pierdes nada por entrar un rato. Has de saber que desde noviembre hasta febrero cierra muy pronto, a las 16:00 h.
Museo Etnográfico
Visitando este museo te empaparás de cultura y tradiciones húngaras.
Hungría desde dentro.
Visitar este museo es una buena forma de conocer y comprender las costumbres del pueblo húngaro. Y es que esa es la misión para la que se creó: dar a conocer la cultura tradicional de su pueblo. Está ubicado junto al Parlamento, en un edificio que se levantó en 1872 para albergar al Ministerio de Justicia. Desde 1973 es la sede de este museo. Destaca en el exterior por sus esculturas de piedra y grandes columnas. El interior es más sorprendente aún. Sus escaleras impresionan así como las columnas de mármol y estuco, que te dejaran pasmado durante unos segundos. Solo por conocer el interior del museo ya compensa entrar. Una vez allí podrás acceder a las diferentes exposiciones que, mediante escenas cotidianas, recogen la vida del pueblo húngaro, tanto en la ciudad como en el campo antes de la I Guerra Mundial. Fotografías, trajes, muebles, utensilios de trabajo… de todo puedes encontrar. También hay objetos procedentes de los cinco continentes del mundo en diferentes colecciones que allí mismo se exponen. Sin duda el sitio perfecto para empaparte de la cultura húngara.
Galería Nacional Húngara
Arte para todos los gustos: desde el medievo hasta el realismo, pasando por artistas nacionales e internacionales.
¡A disfrutar del arte!
También llamada Galería Nacional de Hungría. Está ubicada en el interior del Castillo Buda. Anteriormente sus obras estaban repartidas entre el Museo de Bellas Artes y el Museo Nacional de Hungría. Ahora se concentran todas en este lugar. Si te gusta el arte aquí vas a disfrutar sin duda. El 90% de las obras son pinturas peto también hay esculturas y retablos. Desde la Edad Media hasta nuestro días, todas ellas húngaras. Se dividen de la siguiente manera: medieval, pinturas y tallas del gótico, retablos del gótico tardío, arte renacentista y barroco, pinturas del siglo XIX, esculturas del siglo XIX y arte del siglo XX antes y después de 1945. Un apartado especial merece el artista Mihály Munkácsy y sus obras del realismo de finales del siglo XIX. Otros artistas húngaros importantes que también allí tienen su hueco son Pal Szinyei Merse y Bertalan Székely. Puedes visitarlo entre las 10:00 h. y las 18:00 h. Como la mayoría de los museos, los lunes permanece cerrado.
Museo de Artes Aplicadas
Aunque no figura en la lista de visitas top ten de Budapest, visitarlo no es una idea nada descabellada.
No todo es fama.
Por su nombre puede ser un museo que nos dice nada y no lo tengamos en cuenta en nuestra visita a la ciudad de Budapest. De hecho pasa desapercibido para muchos turistas y es que, además se encuentra en la calle Ulloi, una zona que no es muy transitada por este colectivo. Sin embargo, nada más verlo desde fuera ya te invita a entrar. El edificio es una especie de palacio, diseñado por Ödön Lechner y Gyula Partos a finales del siglo XIX. Se inauguró en 1896. Se considera un edificio de estilo de secesión y, como tantos otros, sufrió lo suyo en 1945 y en 1956. Pero luego fue restaurado y devuelto a su aspecto original. ¿Y qué ver allí? Te preguntarás… Pues para empezar el interior del propio edificio ya merece la pena. Destaca un enorme patio cubierto por un techo de cristal que recibe a los visitantes. Las colecciones que allí se exponen son muchas de ellas temporales. Son colecciones de productos textiles, obras de orfebrería, piezas de cerámicas, relojes, cuberterías de distintos materiales, muebles antiguos, alfombras turcas, tallas de marfil, etc. Puedes visitarlo de martes a domingo, de 10:00 h. a 18:00 h.
Museo de Bellas Artes
Viajarás en el tiempo y la calidad artística de sus obras te embelesará.
Prohibido no conocerlo.
Más de medio millón de personas lo visitan cada año, así que tú no puedes ser menos en tu viaje a Budapest. Está en la plaza de los Héroes, justo en frente del Palacio del Arte. No tiene pérdida. Es un enorme edificio de estilo neo-clásico que nada más verlo nos hace viajar en el tiempo a Grecia o Roma, pues su fachada principal está compuesta por un gran pórtico sujetado por 8 enormes columnas. Los artificies de este edificio fueron los arquitectos Albert Schickedanz y Fülöp Herzog. En su interior encontrarás obras de artistas importantes como Rafael, El Greco, Cezanne, Picasso… Son más de 100.000 obras de arte internacional e húngaro las que allí se conservan. Pero tranquilo que para no perderte y sentirte abrumado están organizadas en 6 departamentos: egipcio (destacan las momias), antiguo, la galería de escultura antigua, la galería de pintura antigua, colección moderna y colección gráfica. Puedes ir cualquier día excepto el lunes porque está cerrado. Abre a las 10:00 h. y cierra a las 18:00 h. Que sepas que hay 3 días al año en los que su visita es gratuita, el 15 de marzo, el 20 de agosto y el 23 de octubre. Si te coincide estando allí ¡perfecto! Cerrado por obras hasta marzo 2018.
Aquincum Museum y ruinas
¿Aquineo? ¿Aquincense? ¿Gentilicios budapenses? Acércate hasta este museo para saber más.
Curiosidades del país.
¿Sabías que a los habitantes de Budapest se les conoce como “aquincenses” o “aquineos”? Es raro, ¿verdad? Pues su nombre viene de una antigua ciudad romana que fue desenterrada a finales del siglo XVIII y reconstruida entre 1960 y 1970. En el siglo II la ciudad llegó a tener 40.000 habitantes. Durante la visita puedes pasear entre las ruinas y contemplar restos de templos, casas, comercios y los baños públicos de la época. Incluso se ve un anfiteatro para eventos. Entre otras cosas curiosas puedes ver un sistema de calefacción subterráneo, una rejilla de alcantarillado de piedra y un baño reconstruido con mosaico. También puedes acceder al Museo Aquincum que contiene una pequeña colección de restos celtas y romanos, ya que el poblado previamente había sido un asentamiento de los celtas, los cuales fueron expulsados. Se encuentra en el lado Buda del río, a 9 kilómetros del centro de la ciudad. Cierra los lunes.
Holocaust Memorial Center
¿Quieres entender por completo al pueblo húngaro? Entonces, no te vayas sin visitar este museo.
Evidencias del sufrimiento de un pueblo.
Quizá de primeras te dé cierto reparo entrar pero es importante saber lo que allí sucedió para conocer y comprender mejor al pueblo húngaro. A través de diferentes vídeos y paneles interactivos, el museo nos relata lo que sufrió el pueblo judío desde los inicios de privación de algunos derechos fundamentales en 1938 hasta el exterminio en los campos, tras apropiarse de todas sus propiedades en 1944 y afinados en el gueto de la ciudad. La exposición permanente se engloba bajo el nombre: “De la privación de los derechos al genocidio”. Las cifras hablan por sí solas: más de medio millón de judíos húngaros o deportados de Hungría fueron asesinados por los nazis. Según las estadísticas, una de cada diez víctimas del holocausto procedía de Hungría. En el exterior se levantó un muro de ocho metros que rodea al museo y recuerda a las víctimas. Abierto de martes a domingo, de 10:00 h. a 18:00 h.
Museo Nacional de Hungría
Preciosa construcción para resguardar las reliquias húngaras más importantes.
Tan bonito como interesante.
Este museo lo tiene todo. Alberga las reliquias de Hungría desde la antigüedad hasta nuestros días, su edificio es en sí mismo uno de los monumentos más bonitos de la ciudad y es también símbolo de la independencia del país en 1848. Su existencia se debe al conde Széchenyi y a su familia que donaron su enorme colección de libros, monedas y antigüedades varias al país. En un principio se ubicaron todas ellas en otro museo pero más tarde se decidió crear el Museo Nacional y para ello el arquitecto Mihaly Pollack levantó este edificio de estilo neo-clásico. Como si de un templo romano se tratara, en su interior puedes pasear sorteando sus numerosas columnas y observar con detenimiento las pinturas de paredes y techos. Entre las obras que se exponen destacan el Manto de la Coronación de los reyes de Hungría, una corona funeraria del siglo XIII y una figura de un ciervo dorado realizada a mano del siglo VI A.C. El museo tiene siete exposiciones permanentes, desde la fundación de Hungría hasta la caída del régimen soviético, pasando por los romanos, la Edad Media, la época turca, Transilvania y el reino de Hungría. Permanece abierto todos los días de 10:00 h. a 18:00 h. excepto los lunes.
Shoes on the Danube Bank - Paseo del Danubio
Esta obra homenaje a los miles de judíos aquí fusilados te dejará apesadumbrado y sin habla.
Barbarie palpable.
Sin palabras. Silencio. Tal vez con los pelos de punta o incluso se te escape alguna lágrima. Todo esto te puede suceder cuanto contemples esta obra a orillas del río Danubio. Se trata de 60 zapatos de hierro, colocados a la orilla del río. Una obra diseñada en 2005 por Gyula Pauer y Can Togay en memoria de los 20.000 judíos de Budapest fusilados entre diciembre de 1944 y finales del enero de 1945 y cuyos cuerpos tiraron al río. Es continuo el goteo de personas, ciudadanos de Budapest incluso, el que allí se sucede para dejar una flor, una vela encendida o estar un rato de oración y silencio por las almas de aquellos húngaros asesinados. Estremece saber que estos 20.000 judíos allí fusilados eran de los pocos que quedaban viviendo en el gueto tras deportar a campos de concentración a cientos de miles de personas húngaras o deportadas de Hungría.
Palacio Sándor
Acabas de entrar en la Casa Blanca húngara. Aquí el lujo es evidente. Mires hacia donde mires.
Lujo a raudales.
¿Te imaginas cómo sería de lujoso este palacio cuando los pesebres de los establos estaban hechos en mármol? ¿No te lo crees? Pues efectivamente así era. La familia aristocrática Sándor era la que allí residía desde su construcción a principios del siglo XIX, de ahí el nombre del palacio. De estilo neo-clásico, lo encontramos en la plaza de San Jorge. En su interior aún se conservan algunas estancias que muestran la grandiosidad de Hungría en aquella época. En el exterior, su hermosa fachada está decorada con relieves elaborados por Anton Kirch Mayer. Podemos observar representaciones de la familia Sándor u otros temas como el Paso de Venus o la celebración de la Fiesta del Sol. Desde 1867 y hasta el comienzo de la II Guerra Mundial fue la sede del Gobierno Húngaro. Durante la guerra, como muchos palacios de toda Europa, sufrió graves daños y no se restauró hasta 1983. Actualmente es la residencia oficial del Presidente de la República y su despacho. Algo así como la “Casa Blanca de Hungría”.
Estatua de la Libertad
Todo un emblema para la independencia y la libertad de este país de azarosa historia.
Bronce de altura.
“A la memoria de todos aquéllos que sacrificaron sus vidas por la independencia, la libertad y la prosperidad de Hungría”. Ésta es la inscripción que reza justo debajo de la estatua de la libertad situada en la cima de la colina Gellert y símbolo de la ciudad. Se divisa desde cualquier punto ya que la escultura mide 14 metros de alto y está sobre un pedestal de 26 metros. Está hecha de bronce y fue diseñada por Zsigmond Kisfaludi Stróbl. Se erigió en 1947 para conmemorar la conquista soviética de Hungría durante la II Guerra Mundial y la inscripción original decía lo siguiente: “A la memoria de los héroes soviéticos liberadores (erigida por) el agradecido pueblo húngaro”. Tras la revolución del pueblo húngaro y la transición, en 1989, se decidió quitar las estatuas de los soldados rusos que acompañaban a la estatua de la libertad y trasladarlas al Memento Park así como también cambiar la inscripción.
The Citadel
Buda desde las alturas gracias a este punto cargado de historia y alguna cosilla más.
Acechando la ciudad.
No puedes irte de Budapest sin contemplarla desde este lugar. Es el punto más alto de la ciudad y se encuentra en la cima del monte Gellert (Buda). Puedes subir andando por dos sitios, bien desde el puente de Isabel o desde la plaza de Szent Gellert. La ciudadela fue construida en 1854 por los Habsburgo para vigilar la ciudad. En ella puedes encontrar, además de una estupendas vistas desde el mirador, restaurantes, algún puestecillo a modo de mercado y el edificio de la fortaleza, de gran tamaño pues mide 220 metros de largo, 60 de ancho y sus muros tienen 4 metros de alto. Fue utilizada como búnker durante la II Guerra Mundial. Se puede visitar su interior y de hecho muchos son los curiosos que acceden a él, previo pago en la taquilla, porque dentro des sus tres pisos se han recreado con muñecos de cera momentos de la guerra. De esta forma puedes viajar en el tiempo y hacerte una idea más real de cómo se vivieron esos años de conflicto tan duros. Has de saber que la fortaleza cierra a las 19:00 h.
Castillo di Vajdahunyad
Su entorno te conquistará: lagos perfectos para navegar en verano y para patinar en invierno.
Lápices de la suerte.
Fue construido en 1896 con motivo de la Expo Milenio pero por falta de tiempo y dinero fue realizado como si de una maqueta gigante se tratara, de madera y cartón. Gustó tanto que posteriormente se construyó en condiciones y el resultado es un castillo precioso en un entorno fascinante, rodeado de lagos. En verano puedes alquilar una barca y contemplar el exterior del castillo mientras navegas. En invierno, el lago se convierte en una pista de patinaje y la escena es digna de postal. El diseño es de Ignác Alpar, siguiendo el de un castillo similar que está ubicado en Transilvania (Rumanía). Se encuentra dentro del Parque de la Ciudad, justo detrás de la Plaza de los Héroes. En su visita al interior no dejes de buscar la estatua del “Anónimo”, la imagen de un escritor del siglo XII, autor de los primeros libros que hablan de la historia de los antiguos húngaros. Te llamará la atención el lápiz que porta en su mano, cuya punta está reluciente y es que dicen que tocarla da buena suerte, así que, por si acaso, ya sabes.
Iglesia Parroquial del Centro
La construcción más antigua de Pest presume de una variedad infinita de estilos artísiticos.
Popurrí de estilos.
Es el edificio más antiguo de Pest y está justo al lado del puente de Erzsebet. Se puede decir que su visita es de las más eficaces si tenemos poco tiempo y queremos ver distintos estilos artísticos, pues sus numerosas remodelaciones han dejado huella del paso del tiempo en cada una de sus paredes. Fue construida en 1046, en el lugar donde se hallaban las reliquias de Gellert, un obispo mártir que jugó un papel fundamental en la conversión de Hungría al cristianismo. En el siglo XII presentaba un estilo romano, en el XVII los turcos la convirtieron en mezquita, en el XVIII tuvo que ser reconstruida tras varios incendios. En su interior nos encontramos con una bóveda de estilo gótico-renacentista, que es lo que primero llama la atención; pero también hay una capilla gótica, un púlpito neogótico de madera, el altar mayor del siglo XX y un mihrab, un nicho de oración turco, orientado hacia la Meca de cuando fue mezquita . Permanece abierta todos los días de 09:00 h. a 19:00 h.
Iglesia de Santa Ana
Pese a todas las inclemencias de la historia que este templo ha sufrido, sus torres siguen presidiendo Buda con dignidad.
Belleza barroca en Buda.
En Buda, a orillas del Danubio, en la transitada plaza Batthyhány despuntan dos bellas torres que despiertan el interés de todos los turistas que estén paseando por la zona. Se trata de la Iglesia de Santa Ana, construida entre 1740 y 1762. Nombrarla es hablar del barroco italiano porque es un claro ejemplo de este estilo. Fue diseñada por Kristof Hamon y concluida por Mátyás Nepauer. Lo que no sabían ellos es que durante más de 200 años iba a sufrir de todo: inundaciones, terremotos y guerras. Cuantiosos fueron los daños sobre todo en la II Guerra Mundial. Afortunadamente fue restaurada entre 1970 y 1948. En la fachada principal destaca la figura de Santa Ana con María. Su interior tiene una distribución claramente barroca, con dos capillas, un coro y nave ovalada. Destacan algunos elementos decorativos como las dos grandes columnas de mármol situadas una a cada lado del altar. Alberga algunas pinturas del siglo XVIII y también destacan los frescos de la cúpula del siglo XX. No ofrece visitas turísticas, tan solo está abierta durante los cultos. En ocasiones se celebran conciertos.
Iglesia Rupestre
Salta a la vista que se inspiraron en Lourdes para la construcción de esta particular iglesia. ¿A que sí?
Tesoros ocultos.
Un pequeño tesoro escondido en una montaña. Así podemos describir a la Iglesia Rupestre de Budapest, inspirada en el santuario de Lourdes. Es una Iglesia metida en una cueva del Monte Gellert y precisamente ahí es donde está su encanto, ya que nada tiene que ver con otros grandes edificios de la ciudad dedicados al culto, ostentosos y llenos de adornos. Para llegar a ella no tienes que subir mucho, está al principio de la ladera, justo donde el hotel y baños termales Gellert. Estaba destinada a la orden de los Padres Paulinos pero éstos fueron expulsados por José II de Hungría. 150 años después, 15 monjes regresaron a Budapest pero en los años 50, con la llegada del comunismo, la iglesia se tapió y permaneció así hasta 1989. Hoy en día permanece abierta todos los días y puede visitarse desde las 09:00 h. hasta las 20:00 h. Incluso hay una audio-guía en castellano y en otros 14 idiomas. En su interior destaca la copia de la Virgen polaca de Czestochowa, quien dicen salvo a la iglesia del fuego. También hay una pintura San Kolbe, un monje polaco que sacrificó su vida por los presos de Auschwitz. Todo ello hace de esta iglesia un lugar perfecto para el recogimiento interior.
Plaza de los Héroes
Muy recomendable. Impresiona, tanto de día como de noche.
La culminación de Andrássy.
Al final de la arteria principal de la ciudad, la Avenida de Andrássy, nos encontramos con esta impresionante plaza. Si tienes tiempo y vas a estar varios días en la ciudad merece la pena que la visites tanto de día como de noche. Si decides ir de día lo lógico es que luego visites el Parque de la Ciudad, pues justo en esta plaza se encuentra la entrada. Está flanqueada por dos grandes edificios: a la izquierda, el Museo de Bellas Artes y, a la derecha, el Palacio del Arte. En ella se levantó, en 1929, el Memorial del Milenio, también conocido como Monumento del Milenio o Monumento Milenario. Es una construcción compuesta por siete estatuas de los líderes de las 7 tribus magiares que fundaron Hungría en el siglo IX. Junto a ellas se levantaron también estatuas de otras personalidades húngaras importantes a lo largo de la historia. La Plaza de los Héroes es también lugar de protestas y concentraciones, como la que tuvo lugar en 1989 en recuerdo del político húngaro Imre Nagy.
Castillo de Buda
No hay opción. Sí o sí hay que conocer este castillo. Al hacerlo, verás que motivos no faltaban para hacerlo.
Postal budapense.
Visita obligada de la ciudad de Budapest por varios motivos. ¿Quieres saber cuáles? En primer lugar porque junto con el puente de las Cadenas forman el símbolo de la ciudad, la postal más representativa de la ciudad. En segundo lugar por las vistas que desde la colina de Buda hay de todo Budapest. Y finalmente porque es Patrimonio de la Humanidad de Budapest desde 1987. Hoy en día acoge el Museo de Historia de Budapest, la Galería Nacional Húngara y la Biblioteca de Széchenyi. Antiguamente fue sede real por eso también se le conoce como Palacio Real. Fue construido en el siglo XIV pero nada queda ya de su aspecto original. Puedes llegar a la colina andando desde las escaleras que parten del puente de las Cadenas. O también puedes subir en funicular, abierto desde las 07:30 hasta las 22:00 h. Una buena opción es subir en funicular y bajar andando dando un paseo tranquilo.
Gran sinagoga de Budapest
La historia de esta gigante sinagoga es tan interesante como emotiva. A más de uno se le saltarán las lágrimas.
Emociones a flor de piel.
Sin duda uno de los lugares más emotivos de Budapest es la Sinagoga de Dohany, conocida como la Gran Sinagoga. Es la más grande de Europa y la segunda más grande del mundo. Fue diseñada por el arquitecto Ludwig Förster, es de estilo neo morisco e inspirada en la Alhambra de Granada (España). Se construyó entre 1854 y 1859. Posee casi 3.000 asientos para el culto de los cuales 1.492 están destinados para los hombres y 1.472 para las mujeres. Pero no son las cifras y dimensiones lo que hacen de este lugar un lugar único, cargado de emoción y espiritualidad. Es lo acontecido allí durante la II Guerra Mundial lo que ha convertido a la sinagoga en un símbolo para la comunidad judía. La calle Dohany, en la que se encuentra, era el límite del gueto judío de Budapest, en el que vivieron recluidas más de 70.000 personas. El propio templo sirvió como establo al ejército alemán y sufrió cuantiosos daños durante la guerra. En 1991 comenzó su restauración que concluyó siete años más tarde. Junto a ella se encuentra el Museo Judío, el Templo de los Héroes, el cementerio y el Árbol de la Vida, un memorial dedicado al holocausto con forma de sauce llorón, donde están escritos los nombres de las 400.000 víctimas judías.
Palacio Gresham
Si puedes, hospédate aquí. En caso contrario, merece la pena darse una vuelta por esta maravilla de hotel.
El "Four Seasons".
Hay dos formas de conocer este palacio. Visitarlo como cualquier otro palacio o, si eres un afortunado en el sentido literal de la palabra, hospedándote en él, ya que se trata del Four Seasons Hotel Budapest Palace. Concluido en 1906, es un edificio de estilo Art- nouveau, con una ubicación también de lujo: a orillas del río Danubio, frente a la plaza Széchenyi y del puente de las Cadenas. En ese lugar, en 1827, había un palacio neoclásico que adquirió la empresa de seguros londinense Gresham que decidió construir un edificio más grande para ser la sede de su empresa en el país, mitad oficinas, mitad apartamentos para los empleados de la compañía. Tras la II Guerra Mundial, durante la ocupación, fue utilizada como cuartel por el ejército rojo y luego apartamentos que poco a poco fueron deteriorándose. En 1991, tras la caída del régimen comunista, el gobierno regaló el edificio a la ciudad de Budapest. En 1999 se hace con la gestión del edificio Four Seasons quien lo convierte en un hotel de lujo. En 2001 se lleva a cabo la última reforma importante. Actualmente cuenta con 179 habitaciones y 11 suites. ¿Cómo será dormir en una de ellas y despertar contemplando la ciudad de Budapest a tus pies?
Iglesia de Matías
Te gustará esta visita. No olvides estar atento a la acústica interior, es realmente brillante.
Entra y escucha.
Su nombre oficial es Iglesia de Nuestra Señora, en honor a la Virgen María, patrona de Hungría. Es la iglesia católica más famosa de Budapest y se construyó durante el reunido de Béla IV, entre los siglos XIII y XIV. Sufrió diversas modificaciones. La más importante en el año 1470 cuando el Rey Matías mandó restaurarla y fue transformada al estilo renacentista. La eligió además para la celebración de su boda, quizá por eso se la conoce como la Iglesia de Matías. En ella también tuvieron lugar importantes coronaciones, como la de Francisco José I de Austria y, tras la I Guerra Mundial, la de Carlos IV de Hungría. La última gran restauración tuvo lugar a finales del siglo XIX. En el interior destacan sus vidrieras y pinturas al fresco. Tiene una impresionante acústica por lo que se organizan muchos conciertos de órgano y música clásica. La iglesia también alberga un museo que merece la pena visitar si eres un gran amante del arte eclesiástico.
Bastión de los pescadores
Siete torres, siete tribus, siete pescadores y, ¡una de las mejores vistas de Pest!
El siete manda.
Una de las mejores vistas de Pest las tenemos en este mirador, el Bastión de los Pescadores, con numerosas escaleras y paseos. Está situado en la colina de Buda, a la orilla del río Danubio. Es de estilo neogótico y neorromántico y fue construido entre 1895 y 1902 por Frigyes Schulek. Está formado por 7 torres que representan las 7 tribus magiares, fundadoras de Hungría, allá por el año 896. Sin embargo, estas torres son conocidas como los 7 pescadores pues el barrio en el que se sitúa era un barrio de pescadores, que, en la Edad Media, eran los encargados de defender la ciudad. Destaca la estatua de bronce de Esteban I de Hungría construida en 1906 y cuyo pedestal de piedra nos enseña algunos pasajes de su vida. Cuando se acude a este lugar, normalmente se aprovecha para ver el Castillo de Buda y la Iglesia de Matías. Puedes visitar ambos por la tarde y al atardecer, desde el mirador, podrás disfrutar de unas preciosas vistas de Pest iluminada.
Parlamento de Budapest
El tercer edificio más grande del mundo representa como nadie esta ciudad. Pecado perdérselo.
Impactante tamaño.
Országház, así es como se dice Parlamento en húngaro. Sin duda el edificio más conocido y representativo de la ciudad y el tercero más grande del mundo. Está ubicado en la plaza Kossuth, junto al río Danubio. Para llegar a él lo mejor es que cojas la línea 2 del tranvía o el metro, línea M2 y bajes en la parada Kossuth Tér. Sus dimensiones impresionan: 268 de largo y 123 de ancho. La cúpula tiene 96 metros de alto. Fue construido entre 1884 y 1902 y presenta una estructura bicameral, con dos partes bien diferenciadas: ala norte, reservada para el primer ministro, y el ala sur, para el presidente de la República. En total 691 dependencias de las cuales se visitan principalmente tres áreas: la escalera principal, la sala de la cúpula y la antigua cámara alta. Lo mejor es que compres tus entradas por internet e incluso puedes contratar una visita guiada en castellano.
Puente de las Cadenas
El Danubio separa a Buda de Pest. Este puente las une mientras llena de encanto y estilo propio la ciudad.
Símbolo húngaro.
Casi todas las guías del Budapest y de Hungría presentan en sus portadas este puente, pues es el símbolo de la capital y del país entero. También los sellos, las monedas y los billetes del país recogen su imagen. Une las dos ciudades de Buda y Pest, separadas por el río Danubio. Antes de su construcción se atravesaba de un lado a otro con una embarcación. En los meses de invierno se podía hacer a pie o en coche de caballos, ya que el río era una enorme placa de hielo. Su nombre oficial es Széchenyi, pues fue el Conde István Széchenyi quien lo mandó construir al ingeniero Adam Clark, que se inspiró en el puente Hammersmith de Londres. Se inauguró en 1849 pero en la II Guerra Mundial fue dinamitado por las tropas alemanas en su retirada. Reconstruido después, se reinauguró en 1949, justo cuando se cumplían 100 años de su construcción. Preciosa su visita al caer el sol y por la noche.
Basílica de San Esteban
No solo su historia y su arquitectura te llamarán la atención: su campana y sus vistas no tienen desperdicio.
El culto más imprescindible.
Es la catedral de Budapest y uno de los monumentos de imprescindible visita. Edificio de culto católico, fue construido en 1905, tras 54 años de obras complejas en las que hubo incluso que destruir la cúpula en 1868 y volverla hacer. Es el más alto de la ciudad junto con el Parlamento y su arquitecto fue Miklós Ybl. Sin duda fue una obra de grandes dimensiones pues el edificio posee una cimentación casi casi tan larga como la propia catedral, con tres pisos hacia abajo. De estilo neoclásico, posee dos torres a cada lado en la fachada principal. En una de ellas, la de la derecha, se encuentra la campana que más pesa de todo el país, 9 toneladas. Se colocó en el lugar que estaba la anterior, de 8 toneladas, que fue fundida en la II Guerra Mundial. La catedral se erigió en honor a Esteban I, que fue el primer rey de Hungría y santo. En ella responsa la llamada “Santa diestra”, su mano reliquia. Merece la pena subir a lo alto de la torre de la derecha para contemplar las vistas de Budapest. Si te ves fuerte puedes hacerlo ascendiendo por los 364 escalones. Pero, tranquilo, también hay ascensores. Está permitido subir entre los meses de abril y octubre.
Documentación para viajes de turismo
Encuentra tu viaje a Budapest