Guía turística: qué hacer y ver en Oporto
Descubre la Ciudad de los Puentes.
La segunda ciudad de Portugal tiene como protagonista al río Duero que ha marcado su historia y se siente en cualquier rincón de Oporto, estés donde estés. Fundada como enclave comercial, hoy guarda el secreto de un casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; fachadas barrocas y casas de azulejos de colores con balcones de forja inundadas por un aire decadente que enamora. A pesar de mantener la melancolía característica de las ciudades portuguesas, la ciudad lucha y ha conseguido modernizarse. ¡No te olvides de su gastronomía! Los vinos: algo que no te puedes perder.
Así lo ven otros viajeros
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Mercearia das Flores
Este establecimiento huele a mermeladas, aceites, embutidos, vinos, tostas… Si entras, no serás capaz de irte sin probar algo…
Productos biológicos portugueses, ¡los más chic de la ciudad!
Un soplo de aire fresco. Así es esta tienda de aires chic, cuyos quehaceres se centran en la venta de productos portugueses y biológicos (siempre de buena calidad y a precios contenidos), como quesos, embutidos, vinos, aceite de oliva, mermeladas, bizcochos y miel. Si quieres hacer un alto en el camino, hay también algunas mesas para la degustación de los productos portugueses que ofrece (en su carta: tostas, ensaladas, conservas, embutidos…). Organiza, además, catas de vinos de Oporto para orientarte en tu compra. Descubre más en http://merceariadasflores.com.
Comer e chorar por mais
Productos regionales lusos en el establecimiento más antiguo -y premiado- de la ciudad.
Calidad gastronómica.
En la calle Formosa podrás hacerte con los más sabrosos productos tradicionales de Portugal, gracias a esta tienda de gastronomía lusa, una de las más antiguas de la ciudad. Inaugurada en 1912 como papelería, mercería y tienda de tés y cafés, esta casa de aires decadentes representa con gracia la estética dominante a principios del siglo pasado y en sus estantes brillan artículos como quesos, jamones, embutidos, aceites de oliva, miel y dulces mermeladas. Recientemente, fue reconocida por la prestigiosa Revista dos Vinhos como el mejor establecimiento de productos regionales del país, un galardón que refleja fielmente una de las principales premisas del lugar: la calidad.
Centro Regional de Artes Tradicionais
De paso que visitas el centro histórico de Oporto, házte con su mejor artesanía... ¡cualquier día de la semana!
Artesanía local de primera.
Para hacerte con la mejor artesanía local, no te pierdas la visita al conocido como CRAT, o Centro Regional de Artes Tradicionais de Oporto. Se halla en una casa que pertenecía a la aristocracia del siglo XVII, en pleno centro histórico de Oporto, más concretamente, número 37 de la Rua da Reboleira. Fundado en 1985, en 1998 fue reconocido como Institución de Utilidad Pública por su incansable actividad para el estudio, la conservación y la difusión de las artes tradicionales y de sus diferentes formas de expresión. Está abierto todos los días de 10 a 18 horas y no solo comercializa productos artesanales, sino que también acoge exposiciones temporales, promueve workshops y sesiones formativas, etc.
Casa dos Tapetes de Arraiolos
Si buscas una alfombra especial, bordada a mano y con detalles exquisitos, aquí la encontrarás.
Alfombras famosas en el mundo entero.
Es el mejor lugar para comprar las legendarias alfombras de Arraiolos, verdaderas obras de arte fabricadas de forma artesanal, que han alcanzado la fama mundial. La encontrarás en el número 570 de la Rua Santa Catarina. Sus orígenes datan del año 1959. Todas sus alfombras han sido bordadas a mano en Portugal, cuidando hasta el más pequeño de los detalles. Fabricados en lana, los tapetes necesitan decenas de trabajadores afanados en su creación durante un largo periodo de tiempo, pero el resultado merece realmente la pena. Antes de tu visita, puedes inspirarte gracias a http://www.casatapetesarraiolos.com/.
Artes em Partes
Si te va lo vintage, lo retro y lo alternativo, piérdete en una de las boutiques más cool de Oporto.
Arte en todas sus presentaciones.
Una boutique que forma parte de la ruta comercial y de ocio más cool de Oporto. Se trata de una casona de tres plantas, con espacios pintorescos de tinte alternativo. Se dio a conocer en el año 1998, de la mano del auge que entonces vivieron las galerías de arte en la ciudad. En Artes em Partes encontrarás moda de jóvenes diseñadores, discos nuevos y antiguos, prendas vintage, joyas de autor, cámaras lomográficas, muebles retro... Y, por supuesto, tres galerías de arte. Entérate bien de todas sus posibilidades en http://artesempartes.net/.
Luis Buchinho
Gracias al niño mimado de la moda lusa, la zona de la Baixa es la más in de la ciudad.
Diseños cosmopolitas e internacionales.
Considerado como el niño mimado de la moda lusa, se trata del único diseñador portugués que ha presentado sus colecciones en París (fue en el año 2009 cuando se estrenó en la Semana de la Moda). Luis Buchinho lleva más de 20 años al pie del cañón en el negocio y, gracias a sus diseños, su éxito y su proyección, ha sido uno de los responsables de la revitalización de la zona de la Baixa, hoy considerada como una de las más in de la ciudad. En 2007 abrió su primera tienda en Oporto en la calle Rua José Falcão y, ya en 2012, inauguró una segunda boutique en la Esplanada do Castelo. Uno de los grandes atractivos de su atelier es que permite customizar o personalizar cualquier prenda o vestido que le encargues. Estructuras elaboradas y originales, detalles gráficos y juegos inusuales de colores y texturas conforman una composición de siluetas que definen el estilo cosmopolita, carismático y auténtico de todos sus diseños. Si aún no lo conoces, descubre sus colecciones en http://www.luisbuchinho.pt/.
Comprar vino
El mejor recuerdo que te puedes llevar es un buen oporto. La Bodega Taylor es una excelente opción.
Vinos con denominación de origen.
Comprar vino con denominación de origen Oporto en alguna de las bodegas de Vila Nova de Gaia es todo un imprescindible para los visitantes de la ciudad. Destacamos la Bodega Taylor: la empresa Taylor Fladgate & Yeatman, nacida en 1692, fue la primera en comprar propiedades en el Duero. Tras varios siglos de existencia, la marca sigue en manos de los herederos de las familias inglesas fundadoras, que incluso han ido adquiriendo otras firmas conocidas, como Croft Port. En Taylor, la tradición y la modernidad se combinan. Sus oportos proceden principalmente de dos quintas, una al pie del Duero, la Quinta de Vargellas, considerada como una de las mejores del mundo, y otra más alta, en zona montañosa, la Quinta de Terra Feita, con más de 250 años y que produce los mejores caldos, más robustos, redondos y perfumados. Para más información: www.taylor.pt.
Centros comerciales
¿Necesitas ir de compras y llueve? Cualquiera de estos centros comerciales te sacarán del apuro.
¡Tarjetas de crédito listas!
Porto Gran Plaza es un moderno centro comercial y de ocio de reciente construcción, al lado del más tradicional Mercado Bolhao. Son cinco plantas y cuenta con más de 75 establecimientos variopintos de moda, complementos, electrónica, librerías y perfumerías, entre muchos otros. Otro clásico del shopping en pleno casco antiguo de la ciudad es el Centro Comercial Vía Catarina, que podrás encontrar en la calle de igual nombre. Como alternativa, es muy recomendable el Centro Comercial Bombarda, que no se presenta como un mall al uso, sino que se caracteriza por ser una de las cunas de tiendas alternativas y de jóvenes diseñadores más concurridas de la ciudad.
Rua Santa Catarina
¿Te gusta ir de compras? Entonces, no pases por alto este conglomerado de tiendas, puestos ambulantes, cafés y restaurantes.
¡A gastar se ha dicho!
Es la zona comercial más importante de Oporto, con algunas de las mejores tiendas de la ciudad. La calle está repleta de puestos de vendedores ambulantes y bonitos restaurantes y cafés. El más famoso, es el Café Majestic, punto de reunión de personajes ilustres y declarado patrimonio cultural por el estado portugués en 1983. Esta vía peatonal situada en la parte alta de la ciudad comienza en la Plaza de Batalha, donde se erige la Iglesia de San Antonio de los Congregados, y termina en la Plaza del Marqués de Pombal. Caminando por la calle –que discurre muy cercana al famosísimo Mercado do Bolhao– te encontrarás también antes la Capilla de las Almas, una pequeña iglesia revestida con los azulejos de color azul tan típicos del país. Como contrapunto a esta popular Rua Santa Catarina, está la Rua do Almada, más centrada en comercios alternativos, con tiendas de música especializada o de ropa de culturas urbanas. Por su parte, muy cerca, la calle Rua da Fábrica cuenta con curiosas librerías y papelerías.
Mercado do Bolhao
Catarás los sabores más auténticos y genuinos de Oporto recorriendo este mercado que desprende aires nostálgicos y tintes bohemios.
La esencia de Oporto.
De aires antiguos y nostálgicos, es el mercado más importante de Oporto, y un lugar de parada obligada para cualquier visitante que busque probar el más genuino sabor de la ciudad. Se trata de una auténtica joya arquitectónica de carácter neoclásico y gusto decadente, cuyo interior se distribuye en dos diferentes alturas, para perderse entre puestos de pescado (su bacalao, cómo no, es más que recomendable), verdura, carne, flores… También tiendas de artesanía, ropa, perfumes y regalos, además de recogidos bares y cafés, que conservan, todos ellos, su aspecto de antaño, que logra imprimir ese punto bohemio. Perfecto para respirar la verdadera esencia de Oporto, el Mercado do Bolhao está en la calle de Fernandes Tomás y abre de lunes a viernes, de 8 a 15 horas, y los sábados, de 8 a 13 horas. Sus orígenes se remontan a 1839, cuando la cámara municipal decidió construir una plaza donde los comerciantes pudieran vender su mercancía. En 1914, Correia da Silva firmó el proyecto del actual edificio, muy vanguardista para su época, al combinar una estructura de hormigón con materiales como el granito, el metal y la madera. No es de extrañar que en 2006 fuera declarado Bien de Interés Turístico de la ciudad.
Galerías de arte en la calle Miguel Bombarda
Artística zona de lo más variopinta, totalmente imprescindible para cualquier amante del arte.
Cuna de jóvenes creadores.
Paralelamente a las instituciones y museos oficiales, Oporto puede presumir de ser una ciudad referencia para jóvenes creativos y artistas emergentes. Más de un sinfín de interesantes propuestas de arte y diseño se saltan los parámetros de lo más convencional. Cuna de todo esto es la calle Miguel Bombarda, donde encontrarás la mayoría de las galerías de arte de la metrópoli. No contenta con esto, las opciones que esta calle ofrece van desde la pintura o la escultura más tradicionales, pasando por la joyería, hasta el diseño textil más exquisito y puntero (eso sí, siempre a cargo de jóvenes creadores). Incluso se concentran aquí coquetos restaurantes y hostales para los que el arte es su leit motiv. Cada dos meses se celebra alguna inauguración en una de las galerías del lugar, con música, copas y, en ocasiones, actividades de ocio abiertas el público. Entonces la calle se cierra para los peatones y, ¡empieza la fiesta! Junto a esta calle de Miguel Bombarda, otras propuestas artísticas diferenciales son también zonas como la Baixa y otras vías aledañas, entre ellas, la calle del Rosário o la de Breyner.
Gabinete de Numismática
Recorrerás la historia de Portugal a través de sus monedas, y billetes, medallas, cédulas, condecoraciones...
Monedas de todas las formas y colores.
Monedas de la historia de Portugal, pero también de las civilizaciones griega, romana, hispánica y árabe son los objetos de deseo de este Gabinete de Numismática, situado en el Palacio de los Viscondes de Balsemão, que acoge una de las muestras más completas de todo el país. Su curiosa exposición se puso en marcha en 1850, cuando el Museo Municipal de Oporto adquirió la colección del británico John Francis Allen. Pero no solo encontrarás monedas en sus vitrinas, sino también medallas, condecoraciones, pólizas, cédulas, billetes de banco, moldes, fichas y planchas de impresión de billetes de banco. Hoy en día, el Palacio de los Viscondes de Balsemão, originario del siglo XVIII, es también la Dirección Municipal de Cultura y acoge diferentes exposiciones y eventos. www.cm-porto.pt.
Museo Nacional de la Prensa, Periódicos y Artes Gráficas
Siéntete todo un periodista de primera por un día, ¡peques incluídos!
En Portugal, único en su género.
Si siempre has deseado conocer de primera mano cómo se crea un periódico, estás en el lugar indicado. Único en su género en todo el país, el Museo da Imprensa, Jornais e Artes Gráficas de Oporto es una entidad cultural privada, sin ánimo de lucro, que abrió sus puertas al público en 1997. No es otra cosa que un espacio interactivo que ofrece a quienes lo visitan la posibilidad de experimentar con la maquinaría que el Periodismo ha venido utilizando a lo largo de su historia para crear diarios y revistas. Así, empleando métodos antiguos y modernos de composición e impresión, podrás imprimir tus propias noticias. Eso sí, resérvate un par de horas para completar la visita al complejo. Cuenta también con una exposición permanente de caricaturistas e ilustradores nacionales y extranjeros, llamada PortoCartoon, y una muestra permanente de miniaturas tipográficas. Ofrece cursos y actividades especiales para niños, por lo que resulta ideal para una visita en familia. Bajo el eslogan “Cultura del placer”, da fe del papel relevante que la imprenta y las artes gráficas han tenido en la modernización de la sociedad portuguesa. Consulta toda la información sobre las exposiciones, los horarios y todas las posibilidades del lugar en su web oficial: http://www.museudaimprensa.pt.
Museo de Fotografía
Edificio barroco que ante todo promueve y protege el patrimonio fotográfico luso.
Antes, era la Cárcel de Oporto.
Donde antiguamente se hallaba la Cárcel de Oporto, se erige hoy el Museo de Fotografía de la ciudad (también conocido como Centro Portugués de Fotografía). Inaugurado en 1997, aquí, edificio de estilo barroco y planta trapezoidal, intentan proteger, mejorar y promover el patrimonio fotográfico luso. En este centro se pueden contemplar, además de las exposiciones temporales, otras permanentes, como la Colección Nacional de Fotografía, que incluye documentos de gran interés nacional, o la valiosa colección de cámaras fotográficas del historiador Antonio Pedro Vicente. Para los más curiosos, he aquí un pequeño apunte: Entre los presos famosos que estuvieron recluidos en la antigua prisión que antes era este edificio están el escritor portugués Camilo Castelo Branco y su amante, Ana Plácido, que, tras ser acusados de adulterio, fueron encarcelados en este presidio, así como el peligroso criminal portugués Zé do Telhado. Hoy, el museo cuenta además con una biblioteca especializada, una tienda y un servicio gratuito de visitas guiadas por el edificio y las exposiciones. Descubre de cerca todo su mundo a través de su web www.cpf.pt.
Museo del Vino de Oporto
La pasión de Oporto por su vino bien merece un museo dedicado a él y todos sus secretos.
Hazte un experto en vinos lusos.
¿Qué sería de una ciudad como Oporto sin un lugar como un Museo del Vino? A priori, parece algo más que impensable que no existiera. Está en un gran edificio del siglo XVIII situado a orillas del río Duero. Desde su inauguración en el año 2004, se convirtió, cómo no, en el más importante punto de información sobre este vino. En él, podrás conocer de primera mano (también a través de modernas pantallas multimedia) su historia y su vínculo con el desarrollo de la metrópoli durante siglos, además de un sinfín de curiosidades en torno a la cultura enológica del lugar. ¿Sabías que los famosos barcos ravelos que hoy pasean por el Duero eran las embarcaciones típicas que tradicionalmente se encargaban de transportar las barricas de Oporto? ¿Te gustaría conocer cómo se envejece el vino? Sin duda, no te arrepentirás de hacer esta visita. La información del museo se encuentra disponible en inglés, francés y alemán. Para los más pequeños, los textos están ilustrados y también existe información en Braille para personas con discapacidad visual. Como guinda, no pases por alto la zona para degustar los vinos y la tienda para hacerte con aquel que realmente te haya conquistado.
Museo Romántico
¿Quieres saber como vivían los burgueses en el siglo XIX? Visita esta mansión de corte imperial inglés y lo sabrás.
Mansión decimonónica.
Ubicado dentro de la Quinta de Maceirinha, es una preciosa mansión del siglo XIX que está en medio de los jardines del Palacio de Cristal, la zona natural más bonita de todo Oporto. El Museo Romántico desvela la forma de vida de la alta burguesía de la ciudad durante el siglo XIX. El edificio, que abrió sus puertas en 1972, es romántico, aunque su fachada es anglosajona. Sus estancias están decoradas con muebles de estilo imperio e inglés, pinturas y otros objetos de la época. Muchas de sus habitaciones recrean la decoración que lucía la casa cuando estuvo habitada por el rey Carlos Alberto de Piamonte y Cerdeña, que pasó sus últimos años de vida exiliado en Portugal, hasta su muerte a causa de una tuberculosis en esta casa, en 1849. Entre los rincones más recomendables están la capilla, el Salón Vestier o el Salón de Bailes, la habitación donde falleció el rey, la Sala de Comidas o el Cuarto de Billares. No dejes de pasarte por el Solar do Vinho do Porto, en el sótano del edificio, para probar los vinos locales, a elegir entre más de doscientas referencias. Y no te pierdas tampoco su terraza, para disfrutar de uno de los magníficos atardeceres de Oporto con vistas al río.
Museo Militar
Otro museo apto para todos los públicos… ¡con entrada gratuita los miércoles!
Miniaturas militares de colección.
Su gran logro pasa por alojar una de las colecciones de miniaturas militares más importantes del mundo. El Museo Militar es propiedad de la Armada Portuguesa y fue creado con el cometido de preservar la historia castrense del país. Inaugurado en 1980 por el presidente de la republica, Ramalho Eanes, tiene tres partes. En la planta baja, una amplia colección de uniformes y armas del siglo XIX. En el patio, vehículos blindados, cañones, carros de combate y artillería de varios calibres, que datan desde el siglo XV hasta el XX. Este piso contempla también la evolución histórica del armamento de la corte, junto a colecciones de armas de fuego de diferentes épocas. En la primera planta se exhiben, quizás, los objetos más curiosos: una magnífica colección de miniaturas de soldados de plomo de ejércitos de todas las esquinas del mundo, desde la Prehistoria hasta nuestros días. Estas miniaturas suman la friolera de 16.000 figuritas, en las que se cuida hasta el más pequeño detalle. El edificio donde hoy se emplaza el museo fue construido a finales del siglo XIX como residencia de Doña María de Coímbra. Durante la Guerra Civil Española, fue un alojamiento para monjas y, en 1948, lo compró el Estado Portugués para convertirlo en sede de la policía secreta de Oporto. Ojo, porque los miércoles la entrada es gratuita. Puedes consultar toda información sobre horarios y precios en http://www.exercito.pt/sites/MusMilPORTO/Paginas/default.aspx.
Museo do Carro Eléctrico
A los más pequeños les fascinará adentrarse en el mundo de los "carros eléctricos".
Un tranvía llamado "Carro Eléctrico".
Si ha habido un medio de transporte representativo de la ciudad de Oporto, ese ha sido, sin duda alguna, el tranvía. Y, aunque últimamente el “carro eléctrico” ha caído en desuso ante los nuevos medios de transporte, este pintoresco museo se encarga de recordarnos su devenir a lo largo de los años, con la exposición de máquinas de diferentes épocas (muchas, de alto valor histórico), así como uniformes y fotografías de antaño. La muestra, inaugurada en 1992, divulga la historia del transporte público de Oporto. El tranvía supuso toda una revolución en la metrópoli portuense hasta que el auge del automóvil marcó su declive ya en la década de 1970. Pese a todo, a mediados de década todavía circulaban unos 500 tranvías, un servicio reducido hoy a atracción turística. El Museo do Carro Eléctrico se levanta en una antigua central termoeléctrica del barrio de Miragia y resulta del recomendable para ir con niños. Puedes consultar los precios y horario en la web del museo: http://www.museudocarroelectrico.pt/default.aspx.
Fundación Serralves
Interesante visita cultural: arte contemporáneo, artistas jovenes de vanguardia y jardines art déco.
El más visitado de todos.
Ningún aficionado al arte contemporáneo debe perderse una visita a este reconocido complejo. Y es que por algo la Fundación Serralves puede presumir de ser el museo más visitado de todo Portugal. Se trata de una institución europea cuyo objetivo es apoyar y difundir el arte contemporáneo a través de exposiciones o mediante proyectos destinados a promover a jóvenes artistas. El conjunto consta del Museo de Arte Contemporáneo, la Casa Serralves, los jardines y un auditorio, además de un restaurante y una terraza con vistas al parque. El Museo de Arte Contemporáneo, diseñado por Álvaro Siza, alberga creaciones de artistas de vanguardia, portugueses e internacionales, en muestras tanto individuales como colectivas. Hay una colección permanente, con obras desde 1970 hasta nuestros días. Entre los artistas más representados suenan nombres como los de Marcel Broodthaers, Mário Merz o Georg Baselitz. Por su parte, las muestras temporales no solo se ubican en el museo, sino también en la Casa Serralves o, incluso, en los jardines (que acogen además conciertos al aire libre). La Casa Serralves, inaugurada en 1999, es de estilo art decó y fue declarada Bien de Interés Público en 1996. Los jardines, una de las pocas muestras europeas de jardines art decó, fueron diseñados por Jacques Gréber y ocupan una extensión de 18 hectáreas.
Museo Soares dos Reis
Tranquilo, no creo que frunzas el ceño imitando a sus dueños... ¡El museo te gustará y sonreirás!
El museo más importante de Oporto.
Es el museo más antiguo de Portugal y el más importante de Oporto, ¡no te lo pierdas! Está dentro del Palacio Real Torre da Marca. Su construcción, de 1795, fue un encargo de la próspera familia de empresarios Morais e Castro al arquitecto Joaquim da Costa Lima, que lo convirtió en el edificio residencial más importante de la época. Popularmente, recibía el nombre de “Palacio dos Carrancas”, que viene a significar “Palacio de fruncir el ceño”, dado el mal carácter de sus dueños. Con el devenir de los años, el palacio se convirtió en residencia real y, más adelante, tras un periodo en desuso, en un hospital. Hoy, el edificio lo ocupa el Museo Soares dos Reis, que alberga piezas de mobiliario, cerámica, grabados, vidrios y una colección de pintura de la denominada Escola do Porto, de los siglos XIX y XX. La parte más importante del museo está dedicada al reconocido escultor portugués del siglo XIX António Soares dos Reis. Que nadie se lleve a decepción, porque aquí es posible admirar algunas de sus más afamadas creaciones, como El borracho o Flor agreste. Tras visitar el museo, los jardines del palacio bien merecen un pequeño paseo.
Playas de Lavadores, de Espinho y de Miramar
Su agradable brisa marina no permitirá que te achicharres, ¡ni que la temperatura del agua suba de los 19grados! :)
Playas atractivas para todos los gustos.
La brisa fresca y la cercanía del océano hacen que el verano sea agradable, llevadero y nunca excesivamente caluroso en Oporto, por lo que sus playas suelen ser uno de los enclaves más atractivos para los visitantes cuando llega la época de calor. En Gaia, donde se encuentran las famosísimas bodegas de Oporto, podrás disfrutar también de playas como la de Lavadores, que te sorprenderá como un remanso de paz, ya que no suele estar muy concurrida, por lo que en ella –en comparación con las playas de Foz o Matosinhos– podrás tener cierta privacidad. Un poco más alejados hay otros arenales bañados por el mar, como la Playa de Espinho (donde también es posible pasar un buen rato en su casino) o la de Miramar. Para llegar a estas últimas, hay que tomar un tren de cercanías conocido como Comboi Urbano desde el centro de Oporto, por un precio aproximado de 2 euros. Eso sí, deberás estar preparado si quieres pegarte un chapuzón, ya que el agua del Atlántico está realmente fría en esta zona (su temperatura máxima no supera los 19 grados en verano).
Excursión a Matosinhos
Este es el plan: de día, vuelta y vuelta al sol; de noche, cena y bailoteo hasta las tantas.
Ambiente a cualquier hora del día.
Un bonito municipio cercano a Oporto, donde descubrirás las playas más idílicas de la región y que es, además, una zona de restauración y clubs nocturnos privilegiada. Está muy bien comunicado con el centro histórico y concentra espacios tan apetecibles como el Puerto de Leixões, uno de los mayores de todo Portugal; el Edificio Transparente, un animado complejo con restaurantes y tiendas deportivas; o la playa de Lea da Palmeira, donde, si el tiempo invita, podrás refrescarte en sus famosas pozas de agua salada, llamadas Piscina da Marés, que fueron proyectadas por el reconocido arquitecto portugués Siza Vieira. El buen ambiente que se siente en el paseo marítimo de Matosinhos, ya sea de día o de noche, tampoco te dejará indiferente.
Parque da Cidade
Perder las horas en este parque puede ser el plan perfecto para un día con niños.
El más grande del país.
Más de 80 hectáreas de extensión sirven como carta de presentación de este espectacular espacio natural, que conecta Oporto con Matosinhos y que te trasladará desde la ciudad hasta el mismísimo océano Atlántico. Se trata del parque más grande de todo Portugal, con más de 74 especies diferentes de árboles, caminos de 10 kilómetros y animales como cisnes, ranas, reptiles... Puede resultar ideal si buscas un sitio para planear un picnic, jugar a la pelota, correr o caminar. El Sea Life Centre (http://www.visitsealife.com/Porto/) está también en medio de su vegetación, y es perfecto para una visita con niños. Otra de las curiosidades del Parque da Cidade es que ha rescatado el Pavilhão de Água (http://pavilhaodaagua.blogspot.pt/), un edificio proyectado por el arquitecto Alexandre Burmester, que se presentó en la Expo 98 de Lisboa y que, curiosamente, se muestra ante los ojos del espectador como si estuviera suspendido en el aire.
Recorrer el Paseo Marítimo de Foz en bicicleta
¡Ten la cámara lista! Y disfruta de los atardeceres más espectaculares de la ciudad…
Paseos sobre ruedas.
Para los viajeros más activos, un bucólico recorrido sobre dos ruedas respirando la brisa marina puede ser una gran opción para disfrutar del aire libre y el clima templado de Oporto una vez llegada la primavera. El paseo marítimo de la Foz do Douro es uno de los mejores lugares para ello. Este exclusivo barrio comienza en la desembocadura del río Duero y termina, tras bordear la playa, en una fortaleza del siglo XVII llamada el Castelo do Queijo. Es una zona residencial de modernas y caras edificaciones, concurrida y desenfadada con tiendas, clubs y restaurantes sofisticados. Merece la pena dejarse llevar a lo largo de su paseo marítimo -cuyas vistas al atarceder son un espectáculo imperdible- y visitar las rocas marinas de su Paseo Geológico (http://www.cm-porto.pt/pgfd/). Otros puntos de interés monumental que te encontrarás durante la ruta en bicicleta (o a pie) son el Fuerte de São João Baptista y la Iglesia de São Jõao da Foz.
Rutas por el casco histórico y por los barrios de Oporto
Mil maneras diferentes de adentrarte en la ciudad y conocerla a fondo.
Conociendo Oporto.
Son muchas las empresas que organizan este tipo de paseos para conocer los recovecos más bonitos, curiosos y afamados de la ciudad. Una de las más populares es, quizás, Porto Tours, en cuya web podrás elegir entre visitas guiadas a pie, en barco, en bicicleta, en vespa o en autobús panorámico, con comidas o cenas y espectáculos incluidos en algunas ocasiones: http://www.portotours.com. El recorrido a pie más común entre los visitantes de Oporto permite conocer en un solo día el centro monumental, con paradas en enclaves tan representativos como la Avenida de los Aliados, el Ayuntamiento, la Plaza de la Libertad, la Estación de San Bento o en Puente de Dom Luiz I. Otra opción es descubrir en una jornada los coloridos barrios que conforman la ciudad: Ribeira, Boavista, Baixa, Cordoaria, Foz o el centro histórico, también conocido como zona do Bolhão, ebtre otros, además de Vilanova de Gaia (que es, más bien, un municipio colindante).
Crucero de los Puentes
Mini cruceros a borde de barcos rabelos.
Oporto desde el agua.
Los barcos rabelos que verás pasear por el río Duero son las embarcaciones más típicas de la zona, hoy empleadas tan solo con fines turísticos y de recreo, pero que durante siglos sirvieron como medio de transporte principal para trasladar las barricas del famoso vino de Oporto. Si te animas a montar en uno de estos barcos, uno de los paseos más recomendados es el Crucero de los Seis Puentes (el Puente del Infante Don Enrique, el de María Pía, el de São João, el de Freixo, el de Arrábida y el emblemático Puente de Dom Luiz I). Aunque tendrás muchas opciones para contratar esta visita panorámica guiada, con la que descubrirás los monumentos más significativos de la ciudad portuense desde el agua, tres recomendables pueden ser los que programan www.douroacima.pt, www.rotadouro.pt o www.viadouro-cruzeiros.com. El paseo, que normalmente parte del muelle de la Ribeira, no sobrepasará la hora de duración y te costará unos 10 euros aproximadamente.
Jardín de la Cordoaria
Vegetación encantadora y abundante… ¡con estanque incluido!
Más verde en medio de la urbe.
Este parque, junto con los jardines del Palacio de Cristal, es uno de los más espacios verdes artificiales más encantadores de la ciudad de Oporto. Originariamente, cuando fue terminado en el año 1613, se llamó Campo do Olival, y su nombre ha ido variando hasta que en 1835 se denominase Jardín Joao Chagas o Campo dos Mártires da Pátria, aunque también se le conoce como Jardín de la Cordoaria porque es así como se conoce a la zona donde está ubicado. Es de tamaño considerable y tiene abundante vegetación, diversas esculturas de diferente temática y hasta un estanque. En sus alrededores se pueden encontrar otros interesantes puntos turísticos como el Museo de Historia Natural, la Torre de los Clérigos o la Iglesia del Carmen.
Plaza de la Cordoaria
Rodeada de plátanos centenarios y edificios insignes, cuenta con las banquetas más codiciadas de toda la ciudad.
Picnic urbano.
Una céntrica plaza de Oporto, llena de altos plátanos centenarios y banquetas donde ancianos y estudiantes se turnan sus puestos, es también la estación de llegada y salida de los viejos trenes eléctricos. Un sitio genial para sentarse y darle la bienvenida a la primavera. Entre esculturas antiguas y modernas, rodeados por los edificios más insignes de la ciudad, como la Torre de los Clérigos y la Librería Lello e Irmao, la plaza te permite estar en medio de la ciudad y al mismo tiempo, en medio de un pequeño bosque. Hay mesas públicas, por si a alguien le apetece montar un pequeño picnic.
Jardines del Palacio de Cristal
Más de 9 impresionantes hectáreas verdes que te harán perder la cabeza.
Olvídate del asfalto durante un buen rato.
Si lo que buscas es desconectar del asfalto, estás en el lugar adecuado. Los Jardines del Palacio de Cristal son un gran espacio natural de 9,57 hectáreas situados en la parte alta de la ciudad, que ofrecen unas vistas inigualables sobre Oporto y la desembocadura en el océano Atlántico del río Duero. Fueron diseñados en 1860 por el paisajista alemán Émile David para albergar el palacio al que deben su nombre. Es posible distinguir varias zonas temáticas, entre ellas, el Jardín de Plantas Aromáticas, el Jardín de las Plantas Medicinales, el Jardín Romántico o el Jardín de los Sentimientos. Mención aparte merece el llamado Jardín de Émile David, donde se pueden contemplar rododendros, araucarias, camelias, ginkgos o hayas, y que cuenta con varias fuentes y unas estatuas que representan las cuatro estaciones. La principal vía de los jardines es la Avenida de los Tilos, donde están la Concha Acústica, un pequeño auditorio al aire libre para conciertos, la Biblioteca Municipal Almeida Garrett o la Capilla de Carlos Alberto de Cerdeña. El Palacio de Cristal, por su parte, fue construido en 1861, a semejanza del que existe en Londres y, en 1865, fue el escenario privilegiado de la Exposición Internacional de Oporto. Tras ser derruido en 1951, se edificó en su lugar el Pabellón Rosa Mota, que popularmente sigue llamándose Palacio de Cristal. Destinado tanto a eventos deportivos como a la celebración de ferias y conciertos, tiene una capacidad de 5.000 personas. Destaca especialmente sobre todo el conjunto una gran bóveda de 30 metros de altura.
Puente Dom Luiz I
Toneladas de metal para el puente más carismático y transitado de la ciudad.
Elegancia decimonónica.
La Ribeira ofrece una vista privilegiada sobre la pasarela más carismática de la ciudad, el Puente de Dom Luiz I, que une este pintoresco barrio con la otra orilla, la de Vila Nova de Gaia y sus deseadas bodegas. Diseñado en 1877 por Teófilo Seyrig (quien fue discípulo de Eiffel… sí, aquel que proyectó la famosa torre de París), resulta imponente con sus dos niveles y su entramado de hierro, que le da una elegancia decimonónica al conjunto. Se necesitaron 3.000 toneladas de este metal para realizar la fantástica estructura de este puente, el más transitado de todo Oporto. Cuenta con un gran arco central con dos pasarelas en la parte superior: la más alta, de 392 metros de largo, por la que discurre la línea de metro; y la inferior, que tiene 174 metros y permite el paso de vehículos. Los peatones, por su parte, pueden atravesarlo por sendas alturas. Si vas de visita en verano, que no te extrañe ver a los más intrépidos saltando desde el nivel inferior del puente –que mide unos 47 metros de alto– para pegarse un chapuzón en el Duero.
La Ribeira
Colorido, costumbrismo y mucha nostalgia para la zona más turística y pintoresca de Oporto.
Paseos a cualquier hora del día.
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este laberinto de colores y aires nostálgicos es la zona más pintoresca –y también la más turística– de la ciudad portuense. Escenario de las postales que mejor ilustran el espíritu elegante y decadente de Oporto, donde se alternan villas señoriales con estrechas calles coronadas por arcos de trazado medieval, se trata de un barrio que transita junto al Duero y cuya vida diaria se desarrolla también en torno a la plaza de igual nombre, Praça da Ribeira, en portugués. Junto a algunos de los monumentos más visitados de la metrópoli, en la zona resultan también de especial interés puntos como la Rua da Fonte Taurina, una de las calles más antiguas, el Muro dos Bacalhoeiros, que formaba parte de la muralla que defendía la ciudad en el siglo XIV, o el Postigo do Carvao, la única puerta de dicha muralla que se conserva en la actualidad. Resulta difícil no dejarse seducir por su paisaje costumbrista de estrechas callejuelas y fachadas revestidas de azulejos pintados a mano, con balcones de hierro forjado salpicados alegremente con flores. Con tales antecedentes, la Ribeira es una de las zonas más bonitas para pasear y disfrutar de Oporto, ya sea por el día o, también, para cenar y continuar de marcha en alguno de sus muchos y encantadores locales al caer la noche.
Bull & Bear, Brestaurant y Dom Tonho, tres propuestas de lujo
Curry de camarón con chutney… ¡una auténtica delicia!
Bull & Bear: entre los 25 mejores restaurantes del mundo.
El Bull & Bear, posicionado como uno de los mejores 25 restaurantes del mundo según el Financial Times, ofrece un menú degustación a un precio de 50 euros por cabeza. Cuenta con un comedor acogedor e intimista, en el que probar cuidadas recetas de temporada de cocina portuguesa contemporánea. Su carta recoge 150 referencias de vinos y entre sus platos estrella están el curry de camarón con chutney o el bacalao portugués. Una opción alternativa, también lujosa aunque más económica, es el Brestaurant, que se encuentra dentro del complejo de cinco estrellas Boavista Hotel. Todo un lugar para ver y ser vistos, de cuyos fogones salen platos gourmet como paellas, recetas mediterráneas y sofisticada cocina portuguesa. Finalmente, Dom Tonho es, quizás, la opción más exclusiva de la ciudad, que, a lo largo de su historia, ha contado con clientes top como Lou Reed, Fidel Castro o Mastronianni.
Cafeína
A los famosos les encanta su carta moderna y cosmopolita.
Comida internacional.
Una gran opción en el lujoso barrio de Foz. ¿Qué es recomendable ordenar aquí? Pues en Cafeína te encontrarás ante una carta de propuestas modernas y cosmopolitas, donde se dan cita platos de cocina portuguesa, italiana, francesa e internacional. Ubicado en una bonita mansión de comienzos del siglo XX, es uno de los puntos de encuentro más de moda de la zona, incluso visitado por actores, modelos, músicos y diseñadores famosos. Su selección de vinos regionales, portugueses y mundiales se ha ganado el respeto de todos sus asiduos y visitantes casuales. Ideal para una cena romántica o una reunión de negocios, el local está ambientado con una animada selección de música jazz, house, soul…., y la relación calidad – precio de su carta está totalmente equilibrada, ya que el coste por comensal ronda los 25 o 35 euros.
Más restaurantes de cocina local: Abadía y Casa Inés
Comida casera, vinos locales, raciones abundantes y precios comedidos ¿Qué más se puede pedir?
Interesantes propuestas.
Si buscas una buena opción para probar cocina tradicional portuguesa a precios razonables y con un trato agradable y familiar, estos dos locales son también dos atractivas posibilidades a tener en cuenta. El restaurante Abadía se halla en pleno centro de la ciudad, en la calle Ateneu Comercial do Porto, y en su carta podrás elegir entre propuestas como arroz con pulpo y frijoles, lulas a la plancha, entrecot de buey, bacalao, almejas, arroz marinero... Por su parte, Casa Inés, situado en la Calle Miraflores, prepara recetas típicas y caseras como callos con garbanzos, pulpo rebozado con arroz o sardinas escabechadas, siempre acompañadas por ricos vinos locales. A la hora de ordenar tu comida, es bueno que tengas en cuenta que las raciones que ofrecen ambos restaurantes son muy pero que muy abundantes, por lo que mejor será ser comedido.
Cufra
Sorprendentes francesihnas y langostinos tigre picantes.
Gastronomía con solera y mucha historia.
Se trata de uno de los restaurantes con más solera de Oporto. Con 35 años de historia, tiene una carta extensa, que va desde las francesinhas (son muy famosas las que preparan con salsa picante) hasta los más selectos mariscos. Son también recomendables los langostinos tigre a la plancha acompañados de una salsa ligeramente picante, el bacalao o las tripas. Muy popular entre los lugareños, lo encontrarás en la Avenida de Boavista, muy bien situado para los visitantes de Oporto, al emplazarse cerca de la concurrida Fundación Serralves. Su buen ambiente y la calidad del servicio y la cocina te dejarán asombrado. Además, sus precios resultan comedidos.
Escondidinho
Tripas a moda do Porto…¿te atreves?
¡No te olvides reservar mesa!
En plena calle de Passos Manuel, famosa por sus locales y clubs alternativos, encontrarás este local inaugurado en 1930, que aún conserva su halo original, con una pared decorada con azulejos como si de una casa particular portuguesa se tratase. Oferta cocina tradicional a precios más que respetables. Eso sí, se recomienda reservar con antelación. Sus platos, más que abundantes, que se ajustan a todo tipo de bolsillos, y su trato familiar, harán que desees volver. Sentado cómodamente en un salón que reproduce la decoración de las salas de las mansiones del siglo XVIII, podrás probar los mejores pescados locales, bacalao de primera con múltiples presentaciones, carnes con distintos acompañantes y otras recetas tradicionales. Para los más valientes, el Escondidinho es un sitio recomendado (por calidad e higiene) para probar las famosas “tripas a moda do Porto”.
Calhambeque
¡Aquí huele a arroz con frijoles caseros! ¡Ñam!
Exquisita comida de la abuela por 10 euros.
Con buenas comidas y mejores precios, este espacio modesto y con buen gusto situado en el corazón de la Cordoaria es, como el Café Majestic, una parada habitual para disfrutar de algo de picoteo (a mediodía o por la noche) entre los viajeros que visitan Oporto. En él podrás saborear recetas caseras de cocina portuguesa como si las hubiera preparado tu mismísima abuela. Ofrece diferentes tipos de pescado y carne, todos acompañados por arroz confeijão (o, lo que es lo mismo, arroz con frijoles), patatas (que pueden ser francesas o cocidas) y ensalada. Completan la oferta un agradable servicio y una buena selección de dulces típicos portugueses. Lo dicho, una buena opción, barata y deliciosa, que no sobrepasará los 10 euros por cabeza.
Café Majestic
Sabrosos dulces típicos con aires románticos y estilo art decó.
Te adentrarás en los años 20.
Romántico, refinado y estiloso, te traslada a otra época con tan solo ver su majestuosa fachada de piedra y vislumbrar parte de su cuidada decoración interior, de estilo art decó. Resulta perfecto para tomar un respiro y degustar su café acompañado por unos dulces típicos tras una intensa jornada de compras en calle más comercial de la ciudad, la Rua Santa Catarina. Se trata de un elegante café de los años 20 que aún conserva la esencia del pasado de Oporto. Muy popular entre los turistas que acuden a la ciudad, es también conocido por cómo prepara las típicas francesinhas. Puedes hacerte una idea de todas sus posibilidades visitando su página web: http://www.cafemajestic.com.
Tavi Confeitaria
El aroma a bolo de rei y café te cala desde el momento que abres la puerta del local.
Local emblemático.
Un gran café con unas maravillosas vistas al océano Atlántico. Esta podría ser la mejor carta de presentación del restaurante y pastelería Tavi, todo un emblema en la ciudad, puesto que abrió sus puertas en el año 1935. Combina la decoración moderna con ornamentos y fotos de antaño, en un ambiente cálido y refinado, con unos precios no demasiado elevados. Sus tartas y demás repostería harán las delicias de los visitantes más golosos. Se halla junto a la Playa de los Ingleses, en el barrio de Foz, y resulta también ideal para tomar un té a media tarde o para disfrutar de una comida rápida a cualquier hora del día. Prepara recetas tan apetecibles como carpaccio de pulpo o las típicas pataniscas de bacalao rebozado. De postre, no te quedes sin probar cualquiera de sus especialidades, entre ellas, el tacho, la torta de noz o el conocidísimo bolo rei (un dulce tradicional portugués, similar al roscón de reyes español).
O Bacalhoeiro
Imprescindible probar este bacalao a tu paso por Oporto. Un placer en cualquiera de sus presentaciones.
Bacalao a tutiplén.
Solo hay una palabra para definir este local ante todo aquel que visite por primera vez Oporto: imprescindible. O Bacalhoeiro prepara como nadie el bacalao a la portuguesa en todas sus versiones. Y es que este pescado es, sin duda, el plato estrella de la cocina del país. Se encuentra en Vila Nova de Gaia y el buen gusto reina en su comedor de tinte moderno. Su carta de vinos de Oporto resulta también interesante. La oferta del lugar, con precios populares, queda redondeada gracias a las vistas privilegiadas que ofrece del río Duero y de la otra orilla de la ciudad (que estará preciosamente iluminada si acudes a cenar). Los platos son abundantes, aunque conviene tener paciencia, dada la gran afluencia de gente que suele acudir al lugar atraídos por la popularidad y el buen hacer de sus fogones. ¡Marchando!
La Tendinha
Las francesinhas más ricas de todo Oporto están aquí.
Comida lusa para todos los bolsillos.
Una recogida tasca de sabor tradicional y ambientación nostálgica. Ofrece precios atractivos para todo tipo de bolsillos y es universalmente conocida por sus francesinhas, el plato más típico de Oporto (una especie de sándwich de jamón, queso, salchicha fresca, filete de ternera, huevo y otros ingredientes). En su carta podrás encontrar también propuestas de picoteo rápido, como perritos calientes y pan con chorizo, y otros clásicos de la cocina portuguesa, como el pulpo al ajillo o el bacalao (resulta más que recomendable la receta que preparan con el pez asado a la brasa). Al salir de La Tendhina, puede que no hayas gastado más de 10 o 12 euros. Aunque, si lo que quieres es probar las típicas propuestas de la cocina lusa de una sola tacada, tienen un menú degustación a un precio aproximado de 22 euros (bebida incluida).
Hard Club
Ideal para amantes de la música en vivo, trendy y con estilo.
Un universo aparte.
Si lo tuyo es la música en vivo, no debes dejar de pasarte por este local, una sala de conciertos de referencia, muy bien situada en pleno casco antiguo de la ciudad. Trendy y con estilo, la encontrarás en el interior del Mercado Ferreira Borges y no solo cuenta con diferentes espacios para acoger sus sesiones musicales, sino que posee, además, salas de ensayo y de grabación para artistas. Con la cabeza bien alta, puede presumir de programar un ecléctico cartel de actuaciones en el que tienen cabida todo tipo de sonidos y sus precios suelen ajustarse a todo tipo de bolsillos (aunque todo depende de quién sea el músico invitado). Pero su apuesta cultural y de ocio no termina aquí, ya que Hard Club acoge durante el día exposiciones de pintura y fotografía y funciona, además, como una curiosa oficina de turismo. Échale un vistazo a todo su universo en http://www.hard-club.com.
Las míticas discotecas de Foz
Ritmos electrónicos en una de las zonas más caras de la ciudad.
Juerga asegurada hasta altas horas de la madrugada.
Otro de los barrios destacados de la ciudad portuense es Foz. Se erige en la parte occidental de Oporto y presume de ser una de las zonas más caras de la metrópoli. Es precisamente aquí, en la Foz do Douro, donde el río Duero se encuentra con el océano Atlántico, hecho que lo convierte en uno de los enclaves más privilegiados de la ciudad. Foz es también donde están, entre otros, dos de los locales nocturnos más clásicos de Oporto, Trintaeum (un club de obligada visita si lo que te pierde es la música electrónica de vanguardia) e Indústria (otra discoteca que nunca ha dejado de estar de moda). Si deseas hacer un alto a medio camino para tomar un refrigerio cuando te desplaces desde la Ribeira –donde se suelen comenzar las noches de copas– hasta Foz –donde los más animados acuden a rematarlas–, podrás hacerlo, por ejemplo, en un curioso local conocido como Maré Alta, que no es otra cosa que una especie de bar y discoteca flotante sobre el río Duero que se encuentra en el Cais de Massarelos.
Galerias de París
El ambiente más cool y refrescante de Oporto.
¿Nos vamos de copas?
Si te gusta salir con ropa cómoda y desenfadada y apostar por la buena música sin dejarte el bolsillo en el intento, la pintoresca y céntrica Rua das Galerias de París puede ser tu apuesta segura para disfrutar de la noche portuense. En esta calle se alternan algunos de los bares más cool del momento, entre ellos, el que quizás sea local de referencia del lugar, también llamado como la calle, Galerias de París. Merece la pena conocerlo tanto de noche como de día, ya que sirven cafés y desayunos por las mañanas y funciona como restaurante y discoteca a medida que caen las horas. Sus paredes cubiertas de altísimas estanterías decoradas con juguetes y otras rarezas de comienzos del siglo pasado le dan un toque divertido y kitch a la sala. La Bohème es otro de los bares más recomendables de la calle. Moderno, con un diseño geométrico desenfadado, sofisticado y cosmopolita, pero también acogedor. Esta es la carta de presentación del espacio, cuya cuidada selección musical le confiere al conjunto un interesante espíritu de espacio chillout. Al tratarse de una zona tan en boga, lo más común es ir de local en local e, incluso, trasladar la fiesta a la propia calle.
De fiesta a las orillas del Duero
Diversión nocturna asegurada en tascas y bodegas a ritmo de música tradicional portuguesa.
Olor a vino y fados.
La ciudad de Oporto ofrece dos grandes opciones para disfrutar de una cerveza y una buena conversación a primera hora de la noche a las orillas del río Duero. En la zona sur, podrás moverte por Vila Nova de Gaia, donde no solo destacan sus concurridas bodegas, sino también coquetos locales, bastante relajados, que se presentan ideales para tomar algo con una vistas inigualables de la villa portuense completamente iluminada. En la orilla norte, la de la Ribeira de Oporto, se concentran cientos de bares y cafés con un ambiente ya más caldeado. Que no te extrañe encontrarte en medio de una tasca escuchando la actuación en directo de algún cantante de fado. Entrados en materia, uno de los mejores locales para disfrutar de este famoso sonido portugués es O Mal Cozinhado. Junto a este, mención especial merece, sin duda, el Aniki Bóbó, que debe su nombre a una película del longevo director luso Manuel de Oliveira y resulta ser todo un clásico de la Ribeira.
Estadio do Dragão
Pasión futbolera respetada gracias a la certificación GreenLight.
Templo del fútbol portugués.
Otra de grandes las pasiones de Oporto, junto a sus vinos y bodegas y a una más que dilatada oferta arquitectónica y cultural, es el deporte, o más concretamente, el fútbol, cuyo templo es este Estadio do Dragão (o del Dragón, como sería su traducción literal al español). La edificación, todo un símbolo de la ciudad, alberga los partidos del equipo de Primera División FC Porto. Inaugurado en el año 2003 en un encuentro amistoso que los lusos disputaron contra el FC Barcelona, fue diseñado por el arquitecto Manuel Salgado para darle relevo al antiguo Estadio das Antas y su belleza estética ha sido alabada por aficionados de todo el mundo. Es el trigésimo sexto de entre todos los estadios europeos de acuerdo con su capacidad, que puede cobijar a un total de 54.378 espectadores. Míticos fueron para los hinchas lusos los partidos de la Eurocopa del año 2004 que se celebraron en el Estadio do Dragão, entre ellos, el choque inaugural entre Portugal y Grecia, que se saldó con una victoria por 2 a 1 para el anfitrión del momento. Programa visitas guiadas durante todo el año y se ha ganado el respeto de muchos al haber obtenido la certificación GreenLight, un reconocimiento de la Comisión Europea que premia su uso racional de la iluminación y la energía.
El Coliseo de Oporto y otros auditorios destacados, como el Teatro Rivoli y el Teatro Sá da Bandeira
El Coliseo de Oporto, todo un emblema internacional en cuestión de conciertos.
Apuesta fuerte por el arte y la música.
Si Oporto es señalada en todo Portugal como la capital de los conciertos, el arte y la música, buena parte de tal reconocimiento le viene dado por la riqueza de su patrimonio cultural a la hora de alojar dichas expresiones, que concentra algunos de los mejores recintos del país. Tal es el caso del Coliseo de Oporto, aplaudido en toda Europa como una de las salas de conciertos más sobresalientes del continente. Tanto el Coliseo como el Teatro Rivoli, junto con el Palacio de la Música, por supuesto, son una garantía a la hora de elegir un espectáculo con el que disfrutar de una buena velada cultural en la villa portuense: el teatro, el ballet, la ópera y, cómo no, el fado y otros registros musicales tienen cabida en su cartel. En el Coliseo de Oporto se han desarrollado eventos de categoría nacional e internacional, como la ceremonia oficial de apertura cuando Oporto fuera elegida como Capital Europea de la Cultura en 2001, alojando a más de 2.000 invitados. Otra buena opción dentro de la escena teatral de la ciudad puede ser el Teatro Sá da Bandeira. Consulta la programación y los precios de estos señeros espacios en http://rivoli.bilheteiraonline.pt/, http://www.coliseudoporto.pt/ y http://www.teatrosadabandeira.pt/.
Teatro Nacional São João
Calidad escénica en un enclave arquitectónico encantador y muy particular.
Precios asequibles para una programación de lujo.
El encanto de acudir a esta sala no está tan solo en la calidad de las obras de teatro y danza que en ella se representan (que siempre resulta elevada), sino también en la belleza arquitectónica y decorativa del singular edificio. Bajo la batuta del director artístico Nuno Carinhas, el Teatro de San João busca experimentar con lenguajes escénicos contemporáneos, pero apuesta también por acercar los grandes clásicos a la audiencia. Produce cuatro o cinco montajes de gran formato al año y coproduce y estrena en paralelo docenas de obras de más pequeña escala, de artistas tanto nacionales como extranjeros. Situado en la Plaza da Batalha, la construcción original fue proyectada en 1794 por Vicente Mazzoneschi y su inauguración tuvo lugar para celebrar el cumpleaños del príncipe Don João IV (de ahí que también fuera conocido como Teatro del Príncipe). Sin embargo, en 1908 llegó la tragedia, ya que el edificio fue completamente asolado por un incendio. Así, el teatro que hoy conocemos, con una bella fachada dominada por cuatro columnas jónicas, fue ideado en 1911 por el arquitecto Marques da Silva. Podrás consultar la programación y los precios (normalmente económicos) en www.tnsj.pt.
Las famosas bodegas de Oporto
Auténtico "chollo": recorrer las bodegas Sandeman, Ferreira y Offley a cambio de 9 euros.
Sandeman se lleva la palma.
Aunque son más de cien las bodegas que podrás en encontrar en Vila Nova de Gaia, entre algunas de las más afamadas suenan nombres como los de Sandeman, Ramos Pinto, Offley, Ferreira o Calem. Para planear una visita completa, una buena recomendación puede ser hacerse con una entrada combinada, como la que, por un precio aproximado de 9 euros, incluye el acceso a las bodegas Sandeman, Ferreira y Offley. En la Bodega Sandeman -quizás, la más conocida a nivel mundial- visitarás las diferentes estancias de la mano de un animado guía vestido como “Don de Sandeman”, el curioso logotipo creado en 1928 que ilustra a un misterioso señor con una capa negra portuguesa y un sombrero de estilo español. La dirección es Largo Miguel Bombarda, 3. Por su parte, la Bodega Ferreira, una de las más bonitas del lugar, al estar construida sobre los restos de un antiguo convento, presenta amplios espacios envueltos en un delicioso aroma mezcla de vino dulce y madera. Está situada en la calle de la Carvalhosa y abre todos los días de la semana. Finalmente, la Bodega Offley, que se encuentra en la calle del Choupelo, 54, oferta un animado tour de unos 15 minutos de duración. Todas las visitas incluyen, por supuesto, la degustación de sus vinos.
Vila Nova de Gaia
Amantes del vino, preparad paladares para saborear Oportos durante un largo rato.
Cata de vinos.
Pintoresca y animada, la villa de Vila Nova de Gaia se levanta en el margen izquierdo del majestuoso río Duero (o Douro, como allí lo llaman). El número de bodegas que pueblan el lugar llega a superar el centenar. En ellas se envejece desde hace cientos de años el vino fortificado más famoso del mundo, el Oporto. Y es que su clima templado y atlántico propicia la larga y lenta crianza que tan deseado caldo requiere. Con tales antecedentes, la diversión parece estar más que asegurada con tan solo poner un pie en la zona y dejarse llevar por los olores, sabores y sensaciones que puedes experimentar en una de las catas que sus bodegas ofrecen. En algunas, la visita es gratuita, mientras que en otras, por un pequeño importe, podrás probar las diferentes variedades de Oporto, que harán las delicias de paladares tanto amateurs como ya iniciados en el apasionante mundo del vino. Eso sí, antes de entrar en faena, es bueno que lleves bien aprendidos los seis tipos de tintos dulces y blancos secos que allí se ofertan: Ruby, Tawny, Colheita, LBV, Crusted y Vintage.
Librería Lello e Irmao
Impresiona su escalera en espiral color escarlata. ¡Harry Potter la conoce!
La librería más bonita del mundo.
Aunque quizás no te suene su nombre, seguro que en más de una ocasión has visto alguna instantánea de su peculiar escalera de color escarlata en forma de espiral, seña de identidad de este bonito espacio que ha aparecido en películas tan características como la afamada saga de Harry Potter. ¿La recuerdas ahora? Tanto si tu respuesta es sí o no , lo que está claro es que no debes perderte la visita a la que está considerada como la librería más bonita de Europa o, incluso para algunos, como la más bella del mundo entero. Sus altísimas estanterías y sus miles de libros conforman un escenario de ensueño para cualquier amante de la literatura que se precie. Su preciosa fachada, mezcla de influencias neogóticas y modernistas, es tan solo un pequeño aperitivo de lo que nos vamos a encontrar en su interior. La luz natural se cuela en el local a través de una gran vidriera que corona el techo central, dotando al conjunto de un ambiente de lo más misterioso y encantador. En dicha vidriera está grabado el lema: “Decus in Labore”, que significa “Orgullo por el Trabajo”. La librería Lello e Irmao fue fundada en 1869, vende ejemplares nuevos y antiguos en diferentes idiomas y abre de lunes a sábados, de 10 a 19 horas. No resulta extraño que sea, para muchos, uno de los secretos mejor guardados de Oporto.
Otras iglesias destacadas
San Francisco y San Lorenzo dos Grilos: dos excelentes ejemplos.
Capital del Norte portugués.
El rico patrimonio histórico de Oporto, una ciudad que por su pujanza cultural, demográfica e industrial está considerada como la "Capital del Norte" portugués, se hace patente también en la belleza de sus templos, cuya piedra envuelve de calidez romántica las recogidas calles del centro histórico del lugar. Entre estos edificios religiosos cabe destacar, además de la ya mencionada catedral, iglesias como la de San Francisco o la de San Lorenzo dos Grilos. Si visitas la primera de ellas, te dejarán boquiabierto tres naves interiores totalmente revestidas con tallas doradas, en cuya construcción fueron empleados más de 300 kilos de polvo de oro. En el conjunto llama también la atención el Árbol de Jesé, una escultura de madera policromada, tildada por los expertos como una de las mejores del mundo de su género. Como guinda, te dejará helado la visión de un osario con miles de huesos humanos que se hacen reconocibles a través de un cristal colocado en el suelo de las catacumbas. Por su parte, el encanto de la Iglesia de San Lorenzo dos Grilos reside en su sencillez y en su carencia de excesivos ornamentos, cuya fachada prácticamente desnuda esconde tras su paso un curioso Museo de Arte Sacra y Arqueología que no tiene desperdicio alguno.
Monumento a la Guerra Peninsular
Volarás con tu imaginación, adentrándote en la época de las antiguas revueltas europeas.
El león, el águila y la Victoria.
Un león sobre un águila moribunda en lo alto de un pedestal de 45 metros de altura hará volar tu imaginación hasta la época de las antiguas revueltas europeas. Y es que este monumento, que se inició en el año 1909 y no fue inaugurado hasta 1951, fue construido para conmemorar la victoria de la alianza británico-portuguesa sobre las tropas napoleónicas a comienzos del siglo XIX. Erigida en el barrio de Boavista, la estatua vigila desde su centro los bonitos jardines de la Plaza de Mouzinho de Albuquerque. Su base está decorada con motivos de la contienda, entre ellos, piezas de artillería y bustos de los soldados que se jugaron la vida frente a los franceses. Mientras el león representa el apoyo inglés (ya que este animal aparecía en su bandera), el águila simboliza al imperio derrotado de Napoleón. La representación femenina del conjunto se hace patente en la imagen de la Victoria, una mujer que avanza guiando al pueblo con la bandera de Portugal en la mano izquierda y con una espada en la mano derecha. La autoría del Monumento a la Guerra Peninsular corresponde al arquitecto Marques da Silva y al escultor Alves de Sousa, aunque la obra sería concluida casi medio siglo después bajo la dirección de los escultores Henrique Moreira y Sousa Caldas.
Palacio Episcopal
Tiñe de blanco casi inmaculado el horizonte portuense más sereno.
Identidad barroca y rococó.
Está en uno de los costados de la Catedral de la Sé y resulta ser uno de los máximos exponentes de la arquitectura civil de Oporto. Los estilos barroco y rococó definen esta gran estructura rectangular que alberga un patio central en su interior, donde todo está armoniosamente decorado con murales y estucos de los siglos XVIII y XIX. La estructura primitiva de la construcción data del siglo XIII, pero lo que vemos en la actualidad es fruto de la última remodelación que sufrió en el año 1737. El escudo de armas de su fachada, del Obispo Rafael de Mendoça, y la gran escalera monumental en forma de u que ocupa su interior, atribuida al arquitecto Nicolau Nasoni, son las señas de identidad más impresionantes del conjunto. Situado a una gran altitud, el Palacio Episcopal de Oporto, con su inmaculada fachada blanca salpicada de filas de ventanas coronadas por granito, domina el sereno horizonte de la villa portuense, que se vislumbra, por ejemplo, al disfrutar de un paseo en barco por el río Duero.
Factoría Inglesa
Parada obligada en la Ruta Urbana del Vino de la ciudad.
Lo más British de la ciudad.
Una carismática construcción que da buena cuenta de la fortaleza que históricamente ha tenido la unión entre los pueblos inglés y portugués. Proyectada por el cónsul John Whitehead en estilo neopaladiano y construida entre 1785 y 1790, la Factoría Inglesa fue creada como lugar de encuentro de los comerciantes británicos que residían en Oporto, principalmente, los que comerciaban con vino, artículo que llegó a ser prácticamente un monopolio británico. La parcela donde está la factoría fue donada a perpetuidad por el gobierno luso al consulado británico y solo permaneció cerrada cuando las tropas napoleónicas invadieron Portugal en 1807. Actualmente, es un club privado donde se reúnen los promotores y exportadores británicos del mundialmente deseado vino de Oporto. Consta de cuatro pisos y la fachada de la planta baja está formada por siete arcos que dan paso a una galería porticada. El piso principal presenta altas aperturas, con balcones y frontispicios. Remata el conjunto un ático balaustrado. En su interior destacan la capilla anglicana, una gran biblioteca, una magnífica escalinata, la cocina (que conserva los accesorios y la vajilla originales), el mobiliario Chippendale y, cómo no, sus excelentes porcelanas. Hoy, es un lugar de parada obligada en la famosa Ruta Urbana del Vino de la ciudad.
Casa do Infante
Edificio bello y funcional adorna el corazón de la Ribeira portuguesa.
Archivo histórico de la ciudad.
En el corazón de la Ribeira se erige esta bella construcción originaria del año 1325. Recibe su nombre porque en ella nació el infante Enrique el Navegante, cuyo papel fue decisivo en la época de los grandes descubrimientos de los conquistadores lusos. El edificio ha funcionado como residencia para alojar a las visitas de la casa real portuguesa, además de haber cumplido con la función de aduana y fábrica de monedas. La Casa do Infante ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de los siglos, que puedes seguir de cerca gracias a los planos y vídeos que se proyectan en su interior. Otra de sus curiosidades es que actualmente acoge un museo donde se pueden contemplar los restos arqueológicos hallados en el lugar, como los laboriosos mosaicos de su firme original. Para los más curiosos, alberga además exposiciones temporales, un muestrario de los productos que en ella se fueron almacenando en diferentes épocas, antiguos mapas y el Archivo Histórico de la ciudad.
Casa de la Música
Sus superficies de mármol travertino son perfectas anfitrionas para cualquier estilo de música.
Joya modernista europea.
Es toda una joya con mayúsculas de la arquitectura moderna europea. La Casa de la Música fue construida para el proyecto “Oporto 2001: Capital Europea de la Cultura” y sus líneas de vanguardia hacen de ella uno de los símbolos más llamativos e interesantes de la nueva Oporto. Exteriormente, el edificio rompe con su entorno comportándose como una escultura urbana de líneas rectas e irregulares, que se asienta sobre una plaza de superficies ondulantes de mármol travertino, como si de un vínculo entre lo antiguo y lo nuevo se tratase. Este impresionante icono de la modernidad portuense fue ideado por el arquitecto Rem Koolhaas, una celebridad que ha proyectado, entre otros muchos, el Edificio de la CCTV (el canal de televisión más popular de China) o el diseño de las tiendas de Prada en todo el mundo. Ofrece un concurrido programa de eventos y conciertos a lo largo del año –donde tienen cabida los sonidos clásicos, la electrónica, la música de calle y mucho más–, que se puede consultar en www.casadamusica.com. El auditorio posee un aforo para albergar a más de 1.200 personas. Ojo, porque su restaurante del piso superior, con capacidad para 250 comensales, no desmerece la buena sensación del conjunto.
Palacio de la Bolsa
Su Salón Árabe te recordará a la Alhambra de Granada.
Belleza neoclásica.
Buena parte del mérito por el cual el centro histórico de Oporto fue clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996 se debe a este carismático edificio, que descubre como ningún otro la belleza neoclásica portuaria en todo su esplendor a los ojos de cualquier espectador. Sede de la Asociación Comercial de Oporto, el Palacio de la Bolsa data de mediados del siglo XIX y fue proyectado por el arquitecto Joaquim da Costa Lima. En su interior, merecen mención especial la Sala Presidencial, el Patio de las Naciones, completamente acristalado, una Biblioteca con más de 10.000 volúmenes, la Sala Dorada, cubierta con pan de oro, o la Sala de las Asambleas Generales, revestida de madera noble. Pese a todo, la joya de la corona del palacio es, sin lugar a dudas, el Salón Árabe, inspirado en la Alhambra de Granada, que te impresionará con sus más de 300 metros cuadrados de un pintoresco estilo morisco. Como apunte, es más que recomendable sumarse a una de las visitas guiadas que se programan para descubrir de primera mano todo el entramado del lugar. Eso sí, conviene llegar con tiempo, puesto que la primera persona que compra su ticket elige el idioma (entre los cuatro disponibles) para el recorrido de la hora en curso.
Estación de San Bento
Aires melancólicos para una estación especial de porte modernista.
Azulejos con historia.
El aura antigua y melancólica que tanto gusta de la tierra portuguesa tiene en esta popular estación de ferrocarril uno de sus grandes ejemplos. Construida a finales del siglo XIX sobre los restos del antiguo convento de San Bento del Ave María, esta señorial edificación puede resultar, para muchos, una de las visitas más especiales de la ciudad. Ubicada en el centro urbano de Oporto, mientras que de un solo vistazo logra trasladar tu imaginación a épocas pasadas, su gran utilidad reside en que sus trenes pueden acercarte a la zona de los viñedos o hasta alguna de las bonitas villas de la región, entre ella, Guimaraes, Viana do Castelo o Braga. De porte modernista, la autoría de la estación corresponde al arquitecto Marques da Silva y es un ejemplo excelente de la corriente art nouveau que proliferó a principios del siglo XX en la ciudad portuense. Aunque seas un observador de paso, es importante que no te dejes impresionar tan solo por su fachada, ya que en su interior llama especialmente la atención un hall decorado con más de 20.000 azulejos que dan buena cuenta de la historia del pueblo luso a lo largo de los años.
Torre de los Clérigos
240 escalones y rozarás el cielo de Oporto.
El cerro de los ahorcados.
240 escalones y 76 metros de altura separan lo alto de esta torre, una de las insignias más reconocibles –y apetecibles– de la ciudad, del firme de la Rua de São Filipe de Nery, a la que se puede llegar tranquilamente caminando desde la famosa Avenida dos Aliados. Resulta de parada obligada para cualquier visitante que se precie, y es que, no en vano, fue considerada hasta finales del siglo pasado como la estructura más alta de Portugal (hoy tal honor lo ostenta la Torre de Vasco da Gama en Lisboa). Diseñada por el arquitecto Nicolau Nasoni en estilo barroco, su vista aérea desde la cima no dejará indiferente a los intrépidos que lleguen a coronarla. Una vez arriba, merece especialmente la pena que eches un ojo al frente y te dejes embelesar por los jardines de la Cordoaria, de estilo neoclásico y pombalino. Como es fácil deducir en una ciudad cuya vida diaria ha girado durante siglos en torno al puerto, la Torre de los Clérigos, que fue construida entre 1735 y 1763, sirvió tradicionalmente como guía de todas aquellas embarcaciones que deseaban llegar al Cais da Ribeira. La entrada de esta torre popularmente conocida como el “cerro de los ahorcados”, puesto que en ella se enterraba a los ajusticiados, tiene un precio de 2 euros y, a su vera, se levanta la Iglesia de igual nombre, que puede visitarse gratuitamente.
Catedral de la Sé de Oporto
¡Cuidado con esa columna aparentemente inofensiva!
Preside Oporto majestuosamente.
Presidiendo Oporto desde el barrio alto, Batalha, se erige este templo, sin duda, el más importante de su género en la ciudad. Declarada Monumento Nacional, la Catedral de la Sé se presentará majestuosa ante tus ojos, como una sólida fortaleza de piedra con almenas. No debemos olvidar que la iglesia, cuya construcción dio comienzo en el siglo XII, presenta diferentes estilos arquitectónicos dadas las múltiples las reconstrucciones que ha sufrido a lo largo de los siglos. Así, aunque la edificación es barroca en su mayor parte, el claustro y la capilla de San Juan Evangelista son góticos y la fachada y el cuerpo de la catedral se corresponden con el estilo románico. La orfebrería religiosa encuentra también sus sitio aquí gracias a la Caso do Cabildo, donde te deslumbrará el “tesoro de la catedral”. A ella se accede desde un curioso claustro, cuyas pareces están decoradas con azulejos que ilustran escenas religiosas. Y, para rematar, una interesante curiosidad: en el centro de la plaza de la catedral verás una columna que, aunque inofensiva de un primer vistazo, fue utilizada en su día para colgar a los tunantes y criminales de la ciudad. Paradójicamente, desde dicha columna se disfruta de una de las vistas más especiales de Oporto, con sus famosas bodegas y el río Duero como telón de fondo.
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