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Guía turística: qué hacer y ver en Copenhague
¡Busca a La Sirenita!
¿Sabías que la Sirenita, la escultura más famosa de Copenhague, es la reproducción del cuerpo de la mujer del escultor con la cara de una modelo? Esta historieta será una de las muchas que descubrirás en la ciudad más grande de Dinamarca. En ella, no será difícil que te cruces con algún miembro de familia real danesa en sus quehaceres diarios. Goza de una fama que parece merecidad: en ella se vive tan bien que ha sido reconocida como una de las ciudades con más alta calidad de vida del planeta. Quizá la abundancia de espacios verdes, naturaleza y su proximidad a la costa tengan algo que ver. Si la visitas, además de pasear por los entornos al aire libre, aprovecha para empaparte en la cultura danesa, donde destaca de manera importante el diseño industrial. Porcelanas, tiendas de ropa y muebles harán las delicias de exigentes souvenirs.
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- Museos
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Jorcks Passage
Este lugar es una visita obligada para los coleccionistas y curiosos, no dejes de visitarlo.
Un pasaje histórico y bello.
Si coleccionas postales del mundo o si quieres comenzar en Copenhague tu colección, el lugar indicado para hacerlo y además fotografiar un rincón histórico con encanto es el Jorcks Passage, que parece un pasadizo mágico entre dos dimensiones o dos épocas temporales. En realidad, lo que une este pasaje comercial son las zonas de tiendas de la calle Strøget a la plaza Vor Frue, como continuación de la arteria principal. Lo reconocerás por los escaparates acristalados que combinan sofisticación, diseño y tradición, donde encontrarás reconocidas marcas y pequeños puestos de souvenirs y recuerdos de Copenhague. En el Jorcks Passage, construido a finales del siglo XIX como sede de la compañía telefónica danesa, se practicó una osada arquitectura con forma de arco. Con el tiempo, este mítico edificio historicista que forma un túnel albergó varias tiendas que completan el recorrido comercial de la zona.
Mercado de Torvehallerne
Un mercado de productos naturales para degustar o llevarte como recuerdo.
Productos típicos y de calidad.
La estación de Nørreport tiene en sus alrededores uno de los mercados de abastos más concurridos y visitados de lunes a domingo, el Mercado de Torvehallerne, que se encuentra en un edificio acristalado cubierto. Aquí acuden lugareños y turistas para llenar la cesta de la compra con productos de calidad como carnes, pescados y verduras frescas, además de infinidad de delicatessen danesas. Además de los puestos de venta al público, también encontrarás otros locales en el mismo mercado donde elegir entre sus batidos, cafés, tés, sándwiches y los típicos 'mazapanes con figuras de cerdos' daneses o los 'smørrebrød', que son rebanadas de pan de centeno con manteca, acompañado por ingredientes fríos como salchichas, huevos, carne y queso. En los alrededores del Mercado de Torvehallerne hay diversas terrazas y cafeterías donde descansar después de una mañana de compras.
Calle Strøget
Pasea por esta calle y aprovecha para hacer tus últimas compras o tomarte algo en sus terrazas.
La calle peatonal más larga de Europa.
La calle Strøget, arteria principal de Copenhague y considerada la calle peatonal más larga de Europa con un kilómetro de extensión, fue cerrada al tráfico de vehículos en los años sesenta de forma provisional, pero se convirtió en indefinido tras comprobar el éxito de la efervescente vida comercial para peatones. Su camino empedrado lleva desde la zona del Teatro Real en Kongens Nytorv hasta la Plaza del Ayuntamiento y los Jardines Tívoli. En Strøget encontrarás desde grandes centros comerciales y firmas de lujo a pequeñas tiendas de regalos y artesanía, entre los que no faltan miniaturas de la Sirenita, símbolo de la ciudad. Las terrazas salpican esta arteria cuajada de artistas callejeros y cruzada por varias calles comerciales transversales, por lo que si tu idea es pasar un día de compras, el mejor punto de partida sería la calle Strøget.
Centro de Visitantes Calsberg
Una visita para disfrutar del placer de tomarse una buena cerveza.
El paraíso de los más cerveceros.
Los cerveceros y mitómanos de la marca Carlsberg encontrarán un imperio de 'souvenirs' en el Centro de Visitantes Carlsberg y la Fábrica cervecera Jacobsen, renovados y abiertos al público en 2005. Aquí, además de comprar objetos de todo tipo con la firma, desde camisetas a tazas, servilletas, abridores de botellas e incluso bolsos y pelotas de golf, puedes conocer a fondo el procesado de la cerveza. El fundador J.C. Jacobsen puso en funcionamiento esta fábrica en 1847 y desde entonces, las botellas de la que se autodefine como "probablemente la mejor cerveza del mundo' son piezas de coleccionista. El Museo Carlsberg ofrece una visita detallada del proceso cervecero, desde su fermentación y bodegas de almacenamiento hasta su embotellado y venta al público. La excursión incluye bebidas y una visita a los establos y caballos-cerveceros de la compañía que se utilizaban originalmente para su transporte.
Legoland - Billund
¿A quién no le gustaría visitar el mundo de Lego? Esta es tu oportunidad.
Un país para niños y mayores.
'Leg' y 'godt', en danés 'jugar bien', es el comienzo de uno de los referentes mundiales en juguetería: los míticos cubos Lego, que nacieron en Dinamarca en 1932 con el objetivo de combinar diversión y aprendizaje. Fueron creados por Kirk Christiasen en la ciudad de Billund, en el corazón de la Península de Jutlandia y a sólo tres horas en tren desde Copenhague, donde todavía hoy se mantiene su fábrica y parque temático, perfectos para un viaje con niños. 'Legoland' se levantó en los años sesenta con miles de cubos de plástico que reproducen maquetas de los típicos escenarios daneses, como su ribera de casas de colores, y donde convierten este juego en el 'leit motiv' de las atracciones. En Legoland encontrarás además la mayor tienda de regalos con estos juguetes, incluidos sus ediciones de Star Wars, Superman, los Hobbits e incluso 'el Llanero Solitario'.
Magasin du Nord
Este es el lugar ideal para tus compras y pasar un día de tiendas en la ciudad.
Cualquier cosa que busques aquí la encontrarás.
El mayor centro comercial de Escandinavia se encuentra en Copenhague, el llamado Magasin du Nord, y lo reconocerás en Kongens Nytorv: un gran edificio de estilo victoriano con todas las tiendas que puedas imaginar y cafeterías donde relajarse, con más de 100 años de antigüedad. El Magasin du Nord es a Dinamarca lo que Harrods a Londres o Bloomingdales a Nueva York. Así que si quieres hacer compras rápidas de última hora en un mismo lugar, tu paseo debe llevarte a la zona del puerto nuevo de la ciudad, frente al Teatro Real. El emblemático edificio del Magasin du Nord ocupa seis plantas, con las mejores marcas de moda, diseño danés, perfumería, joyería o deportes. Como capital del diseño, también encontrarás en este gran centro comercial las mejores tiendas de firmas danesas especializadas en decoración y hogar.
Porcelanas Royal Copenhagen
Si hay algo típico es la porcelana y aquí, además de llevarte un recuerdo, podrás ver cómo la trabajan.
La porcelana danesa.
Uno de los regalos más típicos de Copenhague es la porcelana danesa, así que si quieres llevarte un recuerdo de la ciudad o incluso comenzar una exquisita colección de porcelana, una parada obligatoria es la Fábrica Real de Porcelana de Copenhague, en Frederiksberg. La fábrica se encuentra en un palacete renacentista de 1616 y además de poder comprar los delicados objetos que aquí se fabrican, también puedes observar a los artesanos trabajando en una visita guiada. Esta tradición se remonta a 1775, cuando un farmacéutico comenzó a investigar en la producción y cocción de la porcelana, y durante un siglo fue propiedad de la corona, que explotaba sus ganancias. Hoy continúa su producción como uno de los ejemplos de artesanía nórdica más cotizados. Entre sus vajillas y objetos decorativos destacan los platos con una Sirenita pintada en ellos.
Bredgade
Para darte un capricho o simplemente ver las tiendas, esta calle es una visita obligatoria.
Compras a todo tren.
La calle comercial por excelencia de Copenhague es Bredgade, que además te ofrece un paseo turístico por algunos de los monumentos de la ciudad, como el Palacio Amalienborg y la iglesia ortodoxa Alexander Nevsky. Si te gustan las antigüedades y los objetos diseñados con influencia nórdica, las firmas de lujo o ropa vanguardista, en Bredgade se reúnen las mejores tiendas para bolsillos desahogados, desde los pequeños caprichos a los regalos más exclusivos. Entre los nombres que encontrarás en tu paseo se encuentran los escaparates de Arne Jacobsen y Finn Juhl. Reconocerás las sillas inconfundibles del diseñador e interiorista Finn Juhl, padre del 'diseño danés' de los años 40, con su estilo retro-modernista, de formas orgánicas y materiales nobles. Las lámparas, cafeteras y cubertería piscodélica de Arne Jacobsen son otros de los 'must' en tu día de compras por Copenhague.
Museo de la Música
No sólo del país, sino de todo el mundo, este museo hace un recorrido por la historia de la música.
La historia mundial de la música.
Aunque el Museo de la Música (Musikmuseet) se inauguró en 1898, su riqueza museística se remonta desde el año 1500 d. C. hasta la actualidad, con donaciones de instrumentos que siguen hoy en día y que permiten hacer un seguimiento de la evolución de la música de Europa a África y Asia durante siglos. El Museo de la Música se divide en dos espacios museográficos. Por una parte está el fondo documental que consta de un registro sobre los órganos construidos en Dinamarca, una amplia biblioteca y colección fotográfica y audiográfica que se puede consultar en la antigua sede del Museo, situada en la calle Aabenraa 32. Por otra parte, el grueso de la exposición -con objetos e instrumentos musicales procedentes de todas partes del mundo- se está trasladando a una sede más grande, en Rosenørns Allé 22, que previsiblemente abrirá sus puertas al público a comienzos de 2014.
Museo Casa Victoriana
Una forma más de conocer las costumbres e historia del país es ver cómo vivían y conocer su cultura.
Viaje al pasado en una casa victoriana.
Si te encuentras cerca del Museo Nacional de Copenhague y te gustaría conocer cómo era la sociedad danesa del siglo XIX no puedes perderte el Museo-Casa Victoriana, situado al lado del canal Frederiksholms. Nada más cruzar sus puertas percibirás la atmósfera de lujo e intimidad a partes iguales, donde es fácil imaginar cómo fue la vida de sus propietarios, la familia del empresario danés Rudolph Christensen, que caminaba desde su casa a la tienda que dirigía en Østergade. Curiosamente, la familia y herederos vivieron aquí desde 1886 hasta entrada la década de los sesenta, y se mantiene la distribución y mobiliario de la mansión prácticamente intactos desde el primer día. Lujosos sillones, armarios y lámparas de araña guardan la memoria de los Christensen, incluidas las telas de las cortinas del salón, que se calcula tienen más de 100 años de antigüedad.
Museo de la Resistencia Danesa
Recientemente reformado, merece la pena una visita a este museo muestra de la fuerza de todo un país.
La resistencia de un país.
Como el Ave Fénix que resurgió de sus cenizas, el Museo de la Resistencia Danesa hace honor a su nombre y vuelve a abrir sus puertas tras sufrir un salvaje incendio en la primavera de 2013. Si tienes ocasión, merece la pena que te acerques al Museo durante tu estancia en Copenhague, porque el cierre sólo ha sido temporal y su objetivo es seguir narrando la resistencia danesa durante la ocupación nazi. Después de una laboriosa tarea de restauración de los objetos afectados por el fuego, el Museo de la Resistencia contiene más 60.000 fotografías, comunicaciones secretas, partes e informes de movimientos de guerrilla, distribución geográfica de la resistencia por el país y el apoyo de la sociedad civil. Se trata de un recuerdo-homenaje a los valientes daneses que trataron de boicotear la invasión nazi y de cómo muchos perdieron la vida en el intento.
Frøslev Camp Museum
Un lugar para ver de cerca el pasado más oscuro de la historia.
Recuerdos de tiempos oscuros.
Uno de los mayores y mejor conservados campos de prisioneros de Europa es el Frøslev Camp de Dinamarca, construido durante la ocupación nazi para retener a prisioneros políticos, miembros de la resistencia danesa y comunistas. El gobierno danés ocupado se las ingenió para negociar y convencer a los nazis de que sería más útil crear un campo en Dinamarca y así no habría que trasladar a los prisioneros, por lo que el Frøslev Camp los mantuvo vivos y relativamente cerca de casa. Se cree que cerca de 12.000 detenidos pasaron por las alambradas de espinos y las barracas de este campo, hoy convertido en un museo que remite a los atroces años de la ocupación. El campo de concentración de Frøslev abre de martes a domingo (salvo en invierno, cerrado) y se encuentra en la pequeña localidad de Padborg, en la frontera con Alemania.
Museo Ordrupgaard
Un curioso museo donde además de aprender, podrás pasear por su jardín.
El museo entre los árboles.
Los amantes de la buena arquitectura tienen una cita imprescindible en el Museo Ordrupgaard, que desde el año 2005 combina su estructura inicial de los años veinte del pasado siglo, con las formas sinuosas y fluctuantes que desvelan la firma de Zaha Hadid. Como si hubiera surgido un animal agazapado en la hierba y enmarcado en el jardín que lo rodea, el Museo Ordrupgaard surgió por la iniciativa del coleccionista Wilhelm Hansen, que en 1918 abrió su casa de campo al público dos veces por semana para que los daneses contemplasen su colección de pintura francesa e impresionista. Gauguin, Cézzane, Manet, Delacroix, Renoir y Degas son algunos de los ilustres habitantes del museo, que se enmarca en un romántico parque donde en el siglo XX se dieron exclusivas fiestas y hoy reúne a familias y turistas de picnic.
Museo Thorvaldsens
Toda la obra del escultor mostrada de una forma original y diferente.
Escultura clásica interactiva.
Uno de los museos más antiguos y a la vez más vanguardistas de Copenhague es el Museo Thorvaldsens, situado en Bertel Thorvaldsens Plads y dedicado a la vida y obra del artista danés Bertel Thorvaldsen. El edificio que acoge esta colección abrió en 1848 con el objetivo de reunir la obra neoclásica del escultor, formado en Roma y especializado en mitología clásica. Las líneas puras de sus esculturas contrastan con sus pinturas coloristas, también expuestas. El aspecto más innovador del Thorvaldsens es la parte interactiva que acompaña a las esculturas, donde verás proyecciones de mensajes, burbujas y primeros planos o detalles de las obras de arte que habrían pasado desapercibidas si no los mostraran en las pantallas audiovisuales. Sin duda, se trata de un museo sorprendente, distinto a cualquier otra exposición de escultura clásica que hayas visto hasta ahora.
Museo Postal y Telégrafo
Un peculiar museo que te mostrará cómo influyó el servicio postal en Dinamarca.
Las cartas y su papel en la historia del país.
El Post & Tele Museum de Dinamarca sirve de homenaje al servicio postal y telegráfico del país, desde sus comienzos a la actualidad. El primer sistema de comunicaciones en Escandinavia, el Servicio Postal Real, fue ordenado por el rey Christian IV en 1624 y continuó su labor incluso después de la caída del absolutismo. De esta época se conservan viejos uniformes de los carteros, sus machetes y pistolas para defenderse de los asaltos y cuernos para avisar su llegada. Uno de los objetos más curiosos de la exposición es la "diligencia esférica", invento danés en forma de calabaza metálica tirada por caballos donde se transportaban las cartas y se las protegía del tiempo. El museo también desvela el espionaje organizado por el rey, que ordenaba confiscar las cartas entre la reina Caroline Matilda y su amante, el doctor Johann Friedrich Struensee.
Museo de los Barcos Vikingos
Representaciones de antiguas embarcaciones y más en esta pequeña localidad.
La historia de los vikingos.
Antes de nombrar a Copenhague capital de Dinamarca, la pequeña ciudad de Roskilde, a sólo 30 kilómetros, lo fue hasta el siglo XV. En Roksilde encontrarás no sólo una de las primeras catedrales góticas de ladrillo del siglo XII, sino también el pintoresco Museo de los Barcos Vikingos (Vikingeskibsmuseet). Al parecer, los barcos que se exponen en este centro fueron hundidos en el siglo XI por los daneses en el fiordo para protegerse de invasiones enemigas por mar, y durante siglos conservaron esta riqueza subacuática. El museo conserva los esqueletos de cinco impresionantes embarcaciones que fueron extraídas del mar a finales del siglo XX y recreadas en la parte exterior del museo, siguiendo las mismas técnicas de construcción que sus antepasados. El museo alberga también una exposición multimedia sobre la sociedad vikinga y sus avanzados conocimientos de navegación.
Museo Judío de Dinamarca
Ya solo su edificio te dará una idea de todo lo que puedes encontrar en su interior.
Un vistazo a la historia judía.
La palabra 'Mitzvah' hace referencia a los mandamientos ordenados por Dios a los judíos y al mismo tiempo se traduce como 'deber, compromiso y buena obra'. Con este slogan se diseñó el vanguardista Museo Judío de Dinamarca, que a modo de muñeca matrioska rusa parece un museo dentro de otro, a partir del antiguo edificio construido en el siglo XVIII bajo el reinado de Christian IV. Después de ser cárcel y biblioteca real, el Museo Judío es hoy un referente histórico que hace una reflexión sobre los 7.000 judíos daneses evacuados a Suecia y los 500 deportados a Alemania en el Holocausto. Una historia sobre el triunfo de la vida sobre la muerte, expuesta entre espacios de madera diseñados por el arquitecto judío Daniel Libeskind e inaugurado en 2004. La muestra recoge también ejemplos del arte danés judío desde el siglo XVII a la actualidad.
Museo Nacional
Para aprender más sobre el país y su cultura, es una visita imprescindible.
Cultura danesa de un vistazo.
Una forma de comprender Dinamarca rápidamente y de un vistazo es visitar el Museo Nacional, que se encuentra en el Palacio del Príncipe, al lado del canal Frederiksholm y que fue residencia real en el siglo XVIII. Se trata de una colección etnográfica que comenzó con los fondos de la monarquía danesa: antigüedades, armas, joyas, amuletos, momias y objetos que se remontan a 14.000 años atrás. Entre los objetos más interesantes se encuentran los restos de una adolescente de la Edad de Bronce enterrada en un ataúd de madera, conocida como Egtvedpigen, al lado de cuyo cuerpo aparecieron los restos óseos de un niño, lo que hace pensar sobre posibles sacrificios humanos. El Museo Nacional de Copenhague no sólo recorre la historia danesa, sino que también ofrece tesoros de otras culturas, como la griega, romana, egipcia y oriental.
Playa de Tisvildeleje
Hogueras para despedir el invierno y dar la bienvenida al verano en los países nórdicos.
Vive una noche de San Juan diferente.
Si tu viaje a tierras danesas coincide con el comienzo del verano, no puedes perderte una de las tradiciones más antiguas de la región, que recuerda a su época vikinga y pagana: la celebración de la noche de San Juan, estilo nórdico. En Dinamarca se conoce como 'Sank aften Hans' y uno de los lugares donde celebrarlo con los lugareños es la Playa de Tisvildeleje, a tan sólo 60 kilómetros de Copenhague. Se trata de un pintoresco pueblo costero, de playas de arena blanca, vientos fríos y praderas que casi llegan al mar. Por San Juan, los vecinos se reúnen en la orilla y prenden hogueras en torno a las cuales cantan su 'Vi elsker vort land', que despide al frío y da la bienvenida al verano. No pierdas de vista que es un verano danés: probablemente la temperatura no anime a bañarse.
Isla de Fionia (Funen)
Paisajes naturales y cuentos infantiles para un día diferente.
Un día de cuento.
La bella isla-jardín de Fionia, conocida como Funen o Fyn, se encuentra entre la península de Jutlandia y la isla de Selandia, por lo que tendrás que coger un ferry si quieres disfrutar de esta excursión al aire libre, o bien cruzar uno de sus puentes sobre el mar. Si viajas con niños, puedes convertir esta aventura en una viaje a un universo de fantasía, ya que el célebre autor danés Hans Christian Andersen vivió aquí cuando no viajaba por el mundo, y en Fionia se encuentra el Museo dedicado a su vida y obra. Para los amantes de la naturaleza, el archipiélago de Fionia Sur ofrece kilómetros de espacios naturales protegidos, con santuarios de aves autóctonas, especies protegidas y en peligro de extinción, por lo que conviene informarse previamente para solicitar a las autoridades medioambientales la autorización para su visita.
Fiordo de Mariager
Una excursión única para conocer otra zona y navegar por un fiordo.
Navega por los fiordos.
Si tienes ocasión de hacer una excursión a la provincia de Jutlandia, en la parte peninsular de Dinamarca, encontrarás uno de los paisajes naturales más extraordinarios y merecedores de una visita: el fiordo de Mariager. Es el fiordo más largo del país, con una longitud de 35 kilómetros que se puede recorrer en excursiones organizadas e incluso observar la fauna autóctona que anida y cría en este lugar. Además, tu excursión te llevará a uno de los pueblos más pintorescos, Mariager, conocida como la "ciudad de las rosas" por la abundancia de rosales en los balcones y jardines de las casas, encaladas de colores vivos y con tejados a dos aguas. Mariager es la sede de la Colección Ibsen de Arte Contemporáneo, el Mariager Museum ubicado en la casita de un comerciante con herramientas de la Edad de Piedra, y una iglesia del siglo XV.
Fortaleza de Kronborg
Un castillo de cuento cerca de la ciudad que no deberías dejar de visitar.
¡Ser, o no ser, es la cuestión!
¿Sabías que el castillo de Elsinore, donde transcurre la novela 'Hamlet' de Shakespeare, transcurre en realidad en la Fortaleza danesa de Kronborg? Un entorno épico de nubes sobre sus almenas, en el que no se han dado tragedias como las que imaginó el célebre autor inglés, sino que sirvió de castillo de peaje construido en el año 1420 y que cobraba a los barcos que entraban en el Mar Báltico. Encontrarás Kronborg en el pueblo de Elsinor, a sólo 40 kilómetros de Copenhague. En el siglo XV, el rey Federico II, que era un gran aficionado al teatro, convirtió la fortaleza en un lujoso palacete renacentista donde se celebraban representaciones para la corte. Hoy se pueden visitar algunas dependencias reales y el castillo es sede del Museo Marítimo. La fortaleza ofrece además unas extraordinarias vistas sobre el mar.
Kastellet
Esta zona verde trae una historia consigo que descubrirás paseando por ella.
Una fortaleza abierta al público.
Cuentan las leyendas nórdicas que fue la diosa Gefion quien separó Suecia de Selandia, la isla más grande de Dinamarca. Precisamente una fuente en honor a esta diosa custodia el puente y la puerta sur de la llamada Ciudadela Fortificada o Kastellet, que está completamente rodeada por un foso de agua. El rey Christian IV ordenó construir esta fortaleza en 1626, como objetivo defensivo frente ataques marítimos, y su idea inicial era incluir un castillo en su interior, pero no hubo fondos económicos suficientes para ello. Los fines militares se han mantenido a lo largo del tiempo, e incluso sigue siendo un acuartelamiento militar en algunas zonas, aunque la mayor parte del Kastellet está abierto al público como zona de ocio al aire libre. Curiosamente, en el recinto encontrarás un pintoresco molino de viento que servía de autoabastecimiento a los soldados.
Frederiksberg Have
Un parque de reyes con curiosos árboles para una jornada de relax.
El pulmón verde de la ciudad.
El parque Frederiksberg Have es el gran pulmón verde en el corazón de la ciudad. Podría considerarse un capricho de rey danés, concretamente del rey Federico IV, que en 1690 encargó un jardín francés e italiano, similar a las cortes europeas que había conocido en sus viajes de juventud. El diseño italo-francés incluía el Palacio Frederiksberg, como residencia veraniega y paseos en góndola por los lagos, que pronto fueron sede de la corte y la nobleza. Curiosamente, dos siglos después cambió la moda y el paisajismo pasó a ser inglés, como lo podrás encontrar hoy, con casonas de inspiración suiza y china, templetes exóticos, cascadas artificiales, montañas en forma de animales, grutas, senderos e incluso un curioso 'Árbol de los Chupetes', con la tradición de colgar los chupetes de los niños en sus ramas.
Jægersborg Dyrehave
Si te gustan los animales, aquí pasarás horas y horas disfrutando de la naturaleza en estado puro.
Un día en plena naturaleza.
Para llegar al parque forestal de Jægersborg Dyrehave, en danés Parque de los Ciervos, sólo tienes que llegar a la estación de Klampenborg, donde se encuentra una de las puertas de acceso. Ante ti se abre un parque de 11 kilómetros cuadrados, cuajados de gamos, ciervos, ardillas, aves y hayas y robles. Desde la época del rey Valdemar el Conquistador, en el siglo XIII, este terreno era coto de caza y lugar de esparcimiento de la familia real, incluido el llamado Eremitageslottet, o Palacio Hermitage, donde se celebraban los banquetes después de las cacerías. En época del rey Christian V, que pasó tiempo en la corte francesa y allí se aficionó a la caza con perros, se diseñó el parque de forma que facilitase esta práctica. Hoy, el parque Jægersborg Dyrehave está acondicionado con restaurantes y paseos donde perder la noción del tiempo.
Jardín Botánico
Con más de 400 años de historia, este jardín te ofrece un paseo como una de las experiencias más relajantes.
Un oasis verde en la ciudad.
Los orígenes de la extraordinaria colección del Jardín Botánico nos llevan al año 1600, cuando la realeza hizo donaciones al museo zoológico de la Universidad de Copenhague para que crease su 'Hortus Medicus', primer herbolario donde se cultivaban plantas medicinales. Pero no fue hasta 1769 cuando se crearon las bases que permitirían su creación definitiva un siglo después, en su ubicación actual, situada en Gothersgade. El Botánico contiene la mayor colección de plantas vivas y un cultivo de genes in vitro que permiten su investigación y conservación, como parte de los estudios del Museo de Historia Natural. Además, el Jardín se ha convertido en el pulmón verde de la ciudad donde los lugareños y turistas aprovechan para disfrutar de un día al aire libre, tanto en verano con su explosión de colores como en invierno con su manto de nieve.
Parque Tívoli
Su aspecto se mantiene igual que hace años y sus atracciones te harán pasar una tarde muy divertida.
Viaja al pasado en una noria.
El origen del Parque y Jardines Tívoli se remonta al año 1843, cuando un empresario -Georg Carstensen- convenció al rey Christian VIII de que un parque de atracciones serviría para que el pueblo danés se divirtiera y no pensara en política. Y no discutieran el absolutismo. Así, el empresario Carstensen se hizo con un terreno que le alquiló la corona para montar el segundo parque de atracciones más antiguo del país. Cuando te encuentres frente a la puerta principal, tienes que saber que mantiene exactamente el mismo aspecto que el primer día, como si hicieras un viaje en el tiempo. La noria del Tívoli ofrece una de las vistas más impresionantes de la ciudad y sus atracciones hacen referencias a las tradiciones, autores y mitologías nórdicas. Además, si tu viaje es en verano, podrás disfrutar de la temporada estival de conciertos del Tívoli.
Geist
Si quieres degustar platos dignos de Estrella Michelín y a precios asequibles, este es tu lugar.
La calidad a buen precio.
Se ofrecen como un 'restaurante donde relajarse, bajar la guardia y disfrutar del momento', pero lo que podrían añadir es que el Geist de Copenhague es también un rincón vanguardista donde disfrutar de cocina de autor con recetas de Estrella Michelin a precios relativamente asequibles. El chef Bo Bech dejó las altas cocinas europeas donde se ganó a pulso fama y reconocimientos de la crítica gastronómica para abrir este local de decoración intimista y oscura, terraza y cocina abierta al público. Su intención era acercar a sus clientes platos de excelente factura sin necesidad de fundir la tarjeta. Situado en Kongens Nytorv, el Geist apuesta por los productos de calidad y algunas de sus deliciosas propuestas son 'el carbón de solomillo de ternera a la parrilla y finas hierbas', 'salmón a la soja, jengibre, limón y sésamo' o 'alcachofas crujientes con cochinillo y trufa'.
Evita Perón
Un asador de carne para no olvidar su buen sabor, bien decorado y con espectáculo nocturno.
Para los más carnívoros.
Si después de probar la comida escandinava echas de menos los aires latinos y carne a la brasa, en Copenhague también hay un rincón para nostálgicos: el carismático restaurante Evita Perón, en la calle Studiestraede. Su decoración se ambienta en la 'Belle Époque' de los años veinte, como si hicieras un viaje al pasado con tintes cinematográficos y escenas de tango en las paredes. Los viernes y sábados, el protagonista es el jazz con las sesiones en vivo que convertirán tu cena en una experiencia inolvidable. Su especialidad son las carnes argentinas, acompañadas por un excelente maridaje de vinos, aunque también puedes dejarte sorprender por sus excelentes platos de frutos del mar y verduras. Conviene dejar sitio para su carta de postres: crème brûlée con dulce de leche, tabla de quesos con mermelada, compota de manzana casera con sopa de vainilla e incluso alfajores.
Bento Restaurant & Coctail Bar
Un auténtico restaurante japonés que hará las delicias de cualquiera que se acerque.
Sushi de calidad y tradicional.
Escondido en la calle empedrada Helgolandsgade, cerca de la estación central de Copenhague, reconocerás el restaurante Bento por la bandera japonesa que avisa de que has llegado al templo del sushi en la ciudad. Está regentado por una familia japonesa que te garantizará la tradición y calidad que quizás no encontrarías en una franquicia. No aceptan tarjetas de crédito, por lo que acude con dinero en efectivo si no quieres llevarte una desilusión. Con precios asequibles y cantidades generosas, en el Bento te presentarán sus cajas para tomar o para llevar, con delicatessen orientales como 'tofu con tartar de salmón y ensalada de algas', 'yakitori tostado con sopa de miso' o 'soja con sal de mar y anguila a la parrilla'. Los clientes vegetarianos también encontrarán aquí una amplia carta para elegir, siempre acompañado por auténtica cerveza japonesa.
Schønnemann
Escondido en una pequeña calle, este restaurante rememora tiempos pasados manteniendo la calidad de sus platos.
Comida típica en un lugar con solera.
Conocido como uno de los mayores exponentes de la cocina danesa, el Schønnemann mezcla tradición y vanguardia en su local situado en Hauser Plads desde 1877. Si te sorprende el crujir del suelo de madera con superficie arenosa, tendrás que saber que no se trata de suciedad sino de mantener esa arena ahí e incluso renovarla como recuerdo de los tiempos en que los carboneros y campesinos acudían desde Gribskov y después de ir al mercado, bajaban con sus botas polvorientas al bar. Desde entonces hasta hoy se ha convertido en referente de los arenques caramelizados, las anguilas ahumadas, sándwiches de salmón, patés y pan de centeno horneado en el propio restaurante. Es un local de referencia entre los autóctonos, por lo que conviene reservar. No dejes de probar sus 'schnapps', aguardiente autóctono, a partir de la fermentación de cereales o frutas.
Toldboden
Para un brunch, comer a base de tapas o una copa por la noche, este local es tu sitio.
Gastronomía nórdica con vistas a La Sirenita.
En los últimos años, el epicentro del brunch y 'afterwork' de los daneses se encuentra en una terraza de 700 metros cuadrados con vistas al mar, perfecta para disfrutar en verano: el Toldboden, a cinco minutos de la estatua de la Sirenita. Las mañanas y mediodías de los sábados y domingos no serían lo mismo sin este excelente mirador al puerto, donde sólo podrás permanecer durante una hora y media, por exigencias del local. Aunque no disfrutes de una sobremesa o un café durante horas, merece la pena probar sus especialidades en tapas y pinchos nórdicos a manos del chef Jesper Moeller, donde destacan los elaborados con frutos del mar. Por la noche, el Toldboden se convierte en un 'night club' donde se reúne la gente guapa de Copenhague para disfrutar de los mejores cócteles y buena música, conciertos y festivales.
Andersen Bakery
Tanto dulce como salado, cualquier cosa que pruebes en este local, será de lo mejor que hayas comido.
Se te hará la boca agua solo viendo su escaparate.
El delicioso olor que se escapa de la panadería Andersen Bakery en Bernstorffsgade hará que te acerques irremediablemente a su escaparate y ahí ya estarás perdido. Lo más probable es que caigas en la tentación, incluso si no tienes hambre. A sus pasteles y croissants, horneados en directo delante de los clientes, se suma una amplia oferta de sándwiches y perritos calientes, con fama de estar entre los mejores de Copenhague. Sus precios asequibles te ofrecen una comida rápida, de calidad y sabor extraordinarios, por lo que puede ser una gran opción para hacer un descanso en un día de paseo turístico por el casco viejo. Vainilla, nueces, queso: todos los deliciosos ingredientes que imagines se mezclan con la masa madre para hacer exquisitos pasteles con mantequilla. Una de sus curiosidades que puedes comprar como recuerdo son los 'hombres-mazapán', con personajes caracterizados.
Maven
Disfruta de la gastronomía italiana y francesa en un marco incomparable.
El 'estómago' de Copenhague.
Uno de los rincones más pintorescos y carismáticos donde comer en Copenhague, es el Maven Restaurant & Wine Bar, en la plaza Nikolaj Plads, donde el vetusto edificio de la Sankt Nikolaj Kirke sirve de escenario, hoy Centro de Arte Contemporáneo. Su terraza al aire libre es una de las más concurridas de la ciudad, por lo que conviene llegar con tiempo y disfrutar del sol nórdico en los días de verano. El Maven, literalmente 'Estómago', se encuentra en un edificio del siglo XIX donde se ubicaban las antiguas carnicerías de Copenhague, hoy reconvertidas en vanguardista restaurante de diseño. La especialidad aquí es la cocina francesa e italiana, con algunas influencias danesas. Ten en cuenta los horarios de Dinamarca, ya que aquí ofrecen comidas sólo desde el mediodía hasta las 14 de la tarde y las cenas, de 18 a 22horas.
Oliver & The Black Circus
Tanto si buscas salir de marcha como si buscas una cena y copa relajada, este puede ser tu sitio.
Original local para tus cenas y copas.
Cruzar las puertas del restaurante-pub Oliver & The Black Circus es como entrar en una dimensión casi onírica y misteriosa, de ambiente divertido, decoración transgresora y sin duda diferente a todo lo que puedas encontrar en Copenhague. Sus 'late night sessions' de música lo han convertido en un referente para los noctámbulos que busquen una copa y sesiones alternativas con DJ del panorama danés. Y si prefieres un ambiente relajado, puedes disfrutar de los cócteles en las hamacas de su bohemio patio exterior que lo han convertido en local de moda en la ciudad. Con un precio razonable -teniendo en cuenta los elevados precios en la cocina de toda Dinamarca-, encontrarás un delicioso menú degustación de tres platos escandinavos que dejan espacio para sus elaborados postres. No puedes perderte el regaliz helado con chocolate blanco y salsa de frambuesas.
Café Klimt
Una opción más económica y rápida es tomarte algo en este emblemático café.
Calidad y precio para tu almuerzo.
Si viajas con presupuesto ajustado, seguramente te sorprenderás por los precios en los restaurantes de copa y mantel. Así que una alternativa económica y al mismo tiempo de calidad es el Café Klimt, situado en la calle Frederiksborggade, que se convierte en un animado hervidero de clientes en los desayunos y almuerzos, acompañados generosamente con limonada fresca. Es uno de los rincones bohemios de la ciudad, donde comer y descansar a precios asequibles. Los 'brunch' comienzan con medias lunas, croissants y pan con mantequilla, mermelada y una extensa carta de zumos, mientras las comidas destacan por las hamburguesas de influencias griegas y buena carne, acompañadas por patatas caseras, huevos rotos con jamón, bacon y guarniciones internacionales como la ensalada tzaziki o nachos. Si vas con hambre y poco dinero, el Café Klimt es el lugar indicado.
Nørrebro Brewery
Una experiencia gastronómica centrada en la cultura danesa y sus platos acompañados de excelentes cervezas.
Maridaje de cervezas artesanales.
Los gourmets acostumbrados al maridaje de la cocina mediterránea con buen vino, sin duda se sorprenderán con su equivalente nórdico, que consiste en la cocina danesa combinada con una extensa carta de cervezas artesanales. Y el mayor exponente de esta propuesta es la fábrica-cervecería Nørrebro, fundada en 2003, que se encuentra en la calle Ryesgade y donde se elaboran hasta ocho especialidades distintas de cebada fermentada. Aquí la cerveza se propone como núcleo de los menús, (con más de cinco tipos distintos en la mesa), aliño, marinado e incluso como maridaje al postre, elaborado con exquisitos quesos daneses. Las botellas diseñadas exclusivamente para esta producción han ganado premios de diseño y se han convertido en un referente turístico y recuerdo de Copenhague, por lo que si te ha gustado la experiencia cervecera, no dudes en consultar por sus ediciones limitadas.
Kokkeriet
Mezcla de sabores y texturas propias de los restaurantes de su clase que no te dejará indiferente.
Un restaurante para experimentar.
Uno de los rincones gastronómicos más exclusivos de la ciudad y que ostenta una Estrella Michelin, es el vanguardista restaurante Kokkeriet, situado en un chaflán entre dos calles en las cercanías de Kronprinsessegade, con una decoración exquisita y ambiente intimista. Como en otros restaurantes de esta categoría, hay que asumir que el lujo tiene su precio y los platos sus dimensiones y cantidades. Pero sin duda merece la pena disfrutar de su explosión de sabores en cada plato, que se resume en su Menú Degustación, acompañado por una excelente carta de vinos. El Kokkeriet ofrece propuestas de seis platos -por lo que no te quedarás con hambre- donde la combinación de productos es tan intrigante como sabrosa. Los clientes asiduos advierten de la calidad de sus panes artesanales y aliños, así como del 'Menú Zumo' que lleva los límites de la gastronomía a otra dimensión.
Krebsegaarden
Ambiente íntimo y platos excepcionales encontarás en este pequeño restaurante en el corazón de Copenhague.
Un pequeño restaurante familiar.
Si quieres celebrar una noche especial en Copenhague, para una ocasión que incluya velas y flores en la mesa, por ejemplo, no puedes perderte el intimista y acogedor Krebsegaarden, en la calle Studiestraede. También es perfecto para una noche bohemia acompañada de bandas de jazz en directo. Al tratarse de un restaurante familiar atendido por los propios dueños no dispone de mucho espacio, por lo que resulta casi imposible comer o cenar aquí sin reserva. Pero si consigues mesa, la experiencia habrá merecido la pena y además a precios asequibles, algo inusual en Copenhague. Curiosamente, su menú está inspirado por las propuestas artísticas de la galería de arte que hay justo detrás del restaurante, la Galleri Krebsen, por lo que el Krebsegaarden te sorprenderá doblemente con exposiciones y menús relacionados. La mejor opción es escoger el menú degustación de tres platos y su tabla de quesos.
Acuario de Charlottenlund
Un viaje por todas las especies marinas del mundo y sus diferentes hábitats sin moverte de la ciudad.
El mundo marino para tus ojos.
Situado en el norte de la región metropolitana de Copenhague, en el barrio de Charlottenlund, se encuentra una de las mejores propuestas de ocio para niños y mayores: el Acuario de Dinamarca o Blue Planet. Considerado el Acuario más grande y espectacular del Norte de Europa, este centro sirve al mismo tiempo de estudio marino y de difusión entre el gran público, con rutas guiadas y explicaciones sobre los acuáticos habitantes que viven al otro lado de sus cristaleras. En el Acuario de Charlottenlund encontrarás más 20.000 animales de 450 especies, en 53 acuarios que recrean hábitats de distintos puntos del planeta. Se trata de un extraordinario viaje a través de las especies autóctonas del Amazonas, los reptiles de los lagos africanos, pasando por arrecifes de coral, leones marinos de California y especies de las frías profundidades.
Naturama
Especialmente si viajas con niños, este museo es un plan alternativo para disfrutar.
Moderno museo para aprender historia natural.
Uno de los centros de ocio abiertos recientemente en Dinamarca con trasfondo educativo y lúdico al mismo tiempo es el Naturama, moderno museo de historia natural interactiva que se encuentra en la isla de Fionia o Funen. Abierto en 2005, se ha convertido en un atractivo para el turismo por su alta tecnología multimedia orientada la naturaleza, combinada con la tradicional taxidermia de animales disecados. Si viajas con niños, seguramente queden impresionados con las gigantescas ballenas, mamíferos marinos y terrestres, además de más de 500 reproducciones de aves. El Naturama tiene una estructura en forma de espiral con tres niveles a lo largo de los cuáles harás un recorrido por la fauna en los elementos 'aire, tierra y agua', con muestras audiovisuales y reclamos sonoros que te harán sentirte en pleno bosque europeo, aunque sea una réplica y los animales no estén vivos.
Parque de Atracciones Bakken
Lo que comenzó como una zona de ocio, es hoy un enorme parque de atracciones para disfrutar toda la familia.
Un día entre atracciones.
Cerca del llamado 'Parque de los Ciervos' o Jægersborg Dyrehave encontrarás uno de los lugares con más encanto y tradición de Copenhague, a sólo 15 minutos de la ciudad, el Parque de Atracciones Bakken, considerado el parque de atracciones más antiguo de Europa. Se remonta al año 1583, cuando se descubrió que las aguas de sus manantiales podrían tener propiedades curativas y se convirtió en un lugar de peregrinaje y esparcimiento de los daneses. Lo que comenzó como un centro de actividades lúdicas para las familias, con vendedores ambulantes y una caseta rococó para la realeza construida en 1736, hoy es un veterano parque con más de 30 atracciones, montañas rusas, norias, carruseles y tiovivos. Puedes escoger entre llevar un bocata y disfrutar de un día de ocio en el campo, o bien disfrutar de los restaurantes del parque.
Ny Carlsberg Glyptotek
Desde la época de los romanos hasta la pintura de nuestros días, este museo alberga una importante colección.
Mezcla de culturas y artes.
¿Sabías que la palabra 'gliptoteca' procede del griego y significa 'colección de cultura'? ¿Y sabías que en Copenhague encontrarás una 'gliptoteca' fundada por el hijo del creador de la marca cervecera Carlsberg? Si te apetece una tarde entretenida con una colección privada en el circuito independiente del arte no puedes perderte la Ny Carlsberg Glyptotek, que se encuentra en la zona de Dantes Plads. La colección arrancó en 1882, cuando el empresario comenzó a coleccionar bajorrelieves sumerios, persas y asirios, junto a esculturas romanas, egipcias, griegas y etruscas que hoy podrás contemplar en este museo. Tras una renovación de los últimos años, la muestra se organiza cronológicamente desde el arte del Mediterráneo del siglo 6000 a.C a la época del Imperio romano del siglo IV d.C, y por otra parte pintura y escultura danesa y francesa de los siglos XIX y XX.
Absolut Ice Bar
Tómate una copa a 5º bajo cero en un vaso de hielo y ¡disfruta!
¿Quieres pasar un poco de frío?
Lo más parecido a una reunión entre esquimales, sentados sobre bloques de hielo con sus abrigos y guantes térmicos, sería el Absolut Ice Bar de Copenhague, que como otros locales de este estilo en diversos puntos del mundo, consiste en una propuesta de ocio en un espacio bajo cero, con ropa térmica especial y allí tomar unas copas también heladas, hasta que el cuerpo aguante. El tiempo máximo permitido para estar es de 50 minutos, lo justo para hablar entre vapores de vaho y escarcha en las pestañas, hacer unas fotos con gesto congelado y divertirse con buena música. Las paredes, las barras, la decoración: todo está hecho de hielo. En ocasiones, este bar ha estado cerrado por mantenimiento de las instalaciones, por lo que conviene que te asegures de que la diversión bajo cero estará disponible durante tu estancia en Copenhague.
La Colección David
Fruto del trabajo de un importante coleccionista de la ciudad, merece la pena una visita a este peculiar museo.
Una curiosa colección de arte islámico.
Una de las mayores colecciones de arte islámico en todo el norte de Europa se encuentra precisamente en Copenhague, que puede ser una buena propuesta de ocio para pasar una tarde. La sorprendente Colección David es un pequeño museo fundado por el abogado y coleccionista de arte Christian Ludvig David a comienzos del siglo XX. El edificio, situado en la calle Kronprinsessegade, acoge los objetos, miniaturas, tejidos, cerámicas medievales y pergaminos relacionados con el arte islámico desde el siglo VIII al XIX, que el abogado fue coleccionando en vida y después donó al estado danés. Se organiza desde la perspectiva cronológica y geográfica, los objetos organizados por material y por contexto. La Colección David se divide en tres exposiciones permanentes: el Arte Islámico, de España a India, la Colección Europea del siglo XVIII y la Colección del Primer Modernismo Danés.
Nyhavn
Después de un poco de turismo, acércate a ver las coloridas casas del puerto y tómate un café para relajarte.
Un paseo por el puerto.
Ya sea a pie o en tour marítimo a bordo de un barco, el puerto de Nyhavn es una postal danesa que no te puedes perder. Puede ser una buena opción para disfrutar de una tarde tranquila y después tomar un café en las muchas terrazas y restaurantes de la zona, o bien acercarse hasta los barcos-exposición del Museo Nacional de Dinamarca. Las fachadas de estridentes colores sobre el agua se remontan a los siglos XVII y XVIII, cuando el rey Christian V utilizó a prisioneros de guerra suecos para construir el canal que bordea Nyhavn. Durante casi 20 años fue, además, residencia del escritor Hans Christian Andersen. Las casas están enyesadas de colores a partir de una base de ladrillos y madera, y se cree que la más antigua es la que encontrarás en el número 9, que data de 1661.
Det Ny Teater
No dejes de visitarlo tanto para ver un musical como para observar su curiosa arquitectura.
Un revolucionario teatro para la época.
Si te gusta el teatro y además quieres asistir a una representación en un marco incomparable similar a la Ópera de París, no puedes perderte el Det Ny Teater, que abrió sus puertas por primera vez en 1908. Uno de sus aspectos más particulares es la arquitectura compuesta por dos fachadas: una que da a Vesterbrogade y otra a Gammel Kongevej, y todo el cuerpo del teatro suspendido en el aire con una pasaje inferior que lo atraviesa. Fue el primer teatro en Dinamarca con un escenario giratorio, balconada y sistema antiincendios revolucionario que provocaba lluvia artificial en su interior, además de ser el segundo teatro más grande del país con 12.000 metros cuadrados. Después de dificultades económicas y abandono que obligaron a su cierre, en los últimos años ha vivido una recuperación hasta convertirlo en cuna de los musicales que pasan por Copenhague.
Zoológico de Copenhague
Una opción divertida es visitar uno de los zoológicos más antiguos de Europa y aprender cómo viven sus habitantes.
Un plan para toda la familia.
Si algo caracteriza a Dinamarca es la buena conservación de su historia y antiguos edificios, donde los burgueses y la nobleza se entretenían. Un ejemplo de esto es uno de los zoológicos más antiguos de Europa: el zoo de Copenhague, que puede ser una propuesta de ocio alternativa tanto si viajas con niños como solo. Abrió sus puertas en 1859, en el entorno del parque Frederiksberg, y se extiende a lo largo de 11 hectáreas, que incluyen la famosa 'Casa de los Elefantes' diseñada por el arquitecto Norman Foster, con sus identificativas cúpulas de cristal. Entre las actividades que se pueden realizar en el zoo está observar cómo los cuidadores dan de comer a leones marinos y chimpancés, entre otros animales. Otra de sus máximas atracciones es el túnel de acrílico que bordea los 360 grados en torno a los osos polares.
Kongelige Teater
Este bello edificio vio nacer las más importantes facetas artísticas del país.
El reflejo de la apuesta por el arte del país.
El nombre de Kongelige Teater en realidad esconde al Teatro Real de Copenhague, cuna de las artes-madre: ballet, ópera, teatro y música clásica, situado en la céntrica plaza Kongens Nytorv. Fue inaugurado en 1748 y tuvo sus antecesores en pequeños teatros de escaso éxito y público, sobre todo en épocas absolutistas y religiosas que no aprobaban el divertimento del pueblo. Con el rey Federico V cambió la situación porque era un gran aficionado al teatro, y pronto la corona danesa apoyó a los empresarios que intentaban sacar adelante su propuesta de ocio escénico. Desde entonces, este teatro ha sufrido varias restauraciones tanto en su arquitectura como en su disposición interior, para convertirse finalmente en referente internacional de la cultura. Todavía es sede del Ballet Real Danés, aunque la Ópera de Copenhague abandonó el Kongelige Teater para instalarse en su propia sede en 2005.
Canal Tours Copenhagen
Un paseo por sus canales te dará una idea de la belleza de Copenhague.
Conoce la ciudad a través de sus aguas.
Una forma de relajarse después de un día de turismo a pie es un paseo por los canales de Copenhague, visita imprescindible durante tu estancia en la ciudad. La excursión tiene explicaciones en inglés y danés, y se puede embarcar en el Canal Tours Copenhagen que sale desde el puerto, cerca de la escultura de la Sirenita. Durante una hora larga se observa desde el agua los principales monumentos históricos de la ciudad, por lo que sirve de pequeña introducción a los sitios más interesantes que después podrás visitar detenidamente a pie. Si no conoces nada de Copenhague es una buena forma de tomar un primer contacto. Existen tickets combinados con los autobuses turísticos, en los que se puede subir y bajar tantas veces como quieras. Otra posibilidad es disfrutar de una velada de jazz o cena y buen vino a bordo del barco.
Iglesia de Grundtvig
Punto de encuentro del turismo debido a su original fachada e impresionante interior.
Nunca habrás visto una iglesia igual.
¿Alguna vez has visitado una iglesia que siga el estilo arquitectónico expresionista? ¿O que su fachada parezca un gigantesco órgano de piedra? Todo eso y mucho más es la insólita iglesia de Grundtvig, inaugurada en 1927 y una de las más visitadas en la ciudad por su original diseño, que seguramente te sorprenderá y será diferente a todo lo que hayas visto hasta ahora. Su arquitectura expresionista se inspira en las iglesias danesas tradicionales, con sus hastiales escalonados en lo alto de la fachada, combinados con una impresionante verticalidad que lleva la mirada a las nubes. El interior de esta peculiar iglesia es casi tan grande como la Catedral de Copenhague y se cree que fueron empleados seis mil millones de ladrillos para su construcción, que imita los parámetros góticos, incluidos altos techos y bóvedas sobre las naves.
Palacio de Christiansborg
Sobre las ruinas de lo que fue se levantan los edificios más emblemáticos para la política danesa.
La vida política del país.
Uno de los núcleos históricos y políticos de Dinamarca se encuentra en el islote de Slotsholmen, donde descubrirás el Parlamento danés, la oficina del Primer Ministro y el Tribunal Supremo, concentrados en el Palacio de Christiansborg. Esta edificación, también residencia real y caballerizas, se levanta sobre las piedras de palacios y castillos que se alzaron en el mismo terreno desde el siglo XII. Curiosamente, los vestigios de los anteriores castillos de Copenhague y de Absalon se pueden observar en las ruinas descubiertas y conservadas a comienzos del siglo XX. El terreno de las Caballerizas Reales acoge los carruajes históricos y magníficos caballos que se emplean para los desfiles monárquicos y las ocasiones especiales. Si quieres profundizar en la historia del Christiansborg puedes solicitar una visita guiada por las estancias de los Tapices de la Reina, la Capilla del Palacio o el Gran Salón.
Radhuspladsen
Tómate un tiempo para ver la vida pasar y la decoración de la puerta de su Ayuntamiento.
El centro vital de la ciudad.
El epicentro de la ciudad de Copenhague se encuentra en Radhuspladsen o Plaza del Ayuntamiento, donde turistas y habitantes pasean y disfrutan de un café en las terrazas cercanas. A diferencia de cualquier otro ayuntamiento en tierras mediterráneas, la fachada del edificio municipal danés destaca por ser como un libro esculpido en ladrillo y piedra, donde se narran leyendas nórdicas con serpientes y dragones en sus esculturas. La torre del Ayuntamiento, de más de 100 metros de altura, se puede visitar para contemplar una de las mejores panorámicas de la ciudad. Y cerca de la Radhuspladsen, en la esquina de Vesterbrogade con la avenida H. C. Andersen encontrarás la 'Chica del Tiempo de Copenhague', un barómetro rotatorio de los años 30 con dos esculturas: una mujer en bici y otra con paraguas, que antiguamente se movían y alternaban para avisar del tiempo.
Iglesia de Nuestro Salvador
¿Te imaginas subir por la torre de una iglesia? Además de buenas vistas, aprenderás por qué era importante esta iglesia.
Antiguo símbolo de poder.
Dinamarca cuenta con una amplia tradición de arquitectura religiosa y la Iglesia de Nuestro Salvador corresponde a la época Barroca, en la que el país vivía bajo dominio de una joven monarquía absolutista que quería imitar a las viejas casas reales europeas y fortalecerse. La forma de hacerlo era aliarse con la Iglesia y ostentar el poder, de ahí la construcción de la barroca iglesia de Nuestro Salvador, que se consagró en 1696 durante el reinado de Christian V. Reconocerás esta iglesia por su torre en espiral por la que se puede subir y contemplar la extraordinaria perspectiva desde lo alto. En su interior hay curiosidades como las iniciales del rey talladas por la nave y la diosa romana de la Justicia sin los ojos vendados, porque el rey absolutista Christian V se consideraba capaz de ejercer justicia.
Piedras de Jelling
Importante legado de los vikingos actualmente Patrimonio de la Humanidad.
Una declaración de amor.
Podría decirse que las míticas Piedras de Jelling, movidas y talladas por vikingos, representan físicamente la evolución del paganismo al cristianismo en Dinamarca. Se encuentran en la aldea de Jelling -en la Península de Jutlandia- y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en los años noventa. Sus inscripciones rúnicas hablan del amor del rey vikingo Gorm el viejo a su esposa Thyra Danebod, y después el homenaje de su hijo Harald I de Dinamarca a sus padres en el año 965 d. C. Aquel joven rey vikingo fue el conquistador de las tierras danesas y noruegas y la conversión de sus vasallos al cristianismo, como muestran las Piedras de Jelling con símbolos paganos combinados con un tosco Cristo. Hoy las piedras se encuentran lejos de las tumbas de Gorm y Thyra donde estaban originalmente, y son protegidas por carcasas de vidrio.
Torre Redonda (Rundetårn)
Un antiguo observatorio astronómico apto para los que no padezcan de vértigo.
Un buen lugar para ver la ciudad desde el cielo.
La llamada Torre Redonda o Rundetårn fue construida en el siglo XVII con el objetivo triple de formar a los eruditos y universitarios daneses en astronomía, ciencias y teología, por orden del rey Christian IV. De ahí que en su interior se encuentre un vetusto Observatorio Astronómico, el más antiguo que sigue en funcionamiento en Europa, una capilla para los estudiantes y una biblioteca, que en otros tiempos albergó la mayor colección universitaria, y hoy es un centro cultural con exposiciones temporales y conciertos. La Torre Redonda, que se alza a casi 35 metros sobre el suelo, tiene una plataforma-mirador desde la cual podrás contemplar las mejores vistas del barrio latino de Copenhague. Para ello tendrás que superar las siete vueltas y media de la rampa-pasillo helicoidal que asciende por el interior de la Torre hasta la parte superior.
Castillo de Rosenborg
Además de por su belleza y sus jardines, es una visita interesante por su museo.
Una antigua residencia real.
Si algo caracterizó al rey danés Christian IV es su pasión por la arquitectura, lo que le hizo promover la construcción de varios edificios emblemáticos en la ciudad. Uno de estos monumentos es el Castillo de Rosenborg, que comenzó a construirse en 1606, imitando la arquitectura neerlandesa renacentista, para ser el palacete de verano donde se alojaban el monarca y su familia, rodeado por unos jardines que hoy se han convertido en uno de los pulmones de la ciudad. La Casa Real danesa habitó este castillo hasta que se nacionalizó el edificio y se abrió al público en 1838. En el museo del Castillo de Rosenborg se puede visitar la colección de arte de la Corona danesa -que va desde el siglo XV hasta el XIX-, y las exquisitas joyas de la corona, de la nobleza y de parte de la aristocracia del país.
Sirenita (The Little Mermaid)
Con cien años cumplidos, esta es una visita obligatoria en la ciudad.
Un símbolo para la ciudad.
¿Sabías que la escultura más internacional de Dinamarca, La Sirenita, ha cumplido 100 años en 2013? Su figura no ha estado exenta de polémicas desde su creación. Para empezar, el escultor Edvuard Eriksen, se llevó un chasco importante cuando solicitó a la bailarina danesa Ellen Price que posara desnuda para él para esculpir esta sirenita, y la bailarina se negó. Tuvo que pedírselo a su mujer, que tampoco estuvo muy contenta por ser la segunda opción y más cuando la cara de la escultura retrata a la bailarina. La Sirenita además ha sufrido varios atentados, desde pintura a dinamita, y hasta 2012 a nadie se le ocurrió hacer un alter ego masculino que le diera réplica. Desde 1913, esta figura de bronce inspirada en los cuentos de Andersen contempla nostálgica el Mar Báltico desde la Bahía de Copenhague y su Parque Langelinie.
Puente de Oresund
Más de 7 kilómetros de longitud que unen dos países física y simbólicamente.
La unión de Suecia y Dinamarca, con firma española.
La conexión entre Suecia y Dinamarca por tierra fue históricamente una asignatura pendiente hasta el año 2000, cuando se inauguró la extraordinaria obra de ingeniería del Puente de Oresund: el mayor puente-tren-carretera, todo en uno, más grande de Europa. Conecta Copenhague con la ciudad sueca de Malmö y fue inaugurado por las familias reales de ambos países como símbolo de la conexión entre las dos zonas, que hasta ahora estaban histórica y geográficamente desconectadas. Desde el punto de vista estratégico, este monumento es incuso más importante que el Eurotunnel entre Inglaterra y Francia. El Puente de Oresund tiene más de 7.800 metros de largo y conecta con seis pistas de carretera y dos trenes lanzadera que cruzan esta distancia en apenas 25 minutos. Y lo más curioso es que esta gran obra arquitectónica se fabricó en Puerto Real, Cádiz.
Palacio de Amalienborg
Un paseo entre palacios y guardias reales para comenzar tu visita a la ciudad.
El palacio real danés.
El corazón de la familia real danesa es el Palacio de Amalienborg, que se destina a la residencia de invierno y consta de cuatro sub-palacios destinados a las dependencias reales y al museo abierto al público. Como curiosidad puedes observar el cambio de la guardia real danesa, que se despliega con todo su ritual y tradición cada día a las 12 de la mañana, pero sólo en invierno y sólo si la reina está en palacio. Siguiendo un estilo rococó del siglo XVIII, el Palacio Amalienborg se encuentra flanqueado por la barroca Iglesia de Mármol, de influencia luterana y comenzada en 1749, aunque hubo que detener su construcción por falta de fondos hasta 1894, cuando se terminó. Esta iglesia, conocida como 'Marmorkiken', tiene una impresionante bóveda -que se puede visitar- y arquitectura que recuerda a la iglesia de San Pedro de Roma.
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