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Guía turística: qué hacer y ver en Múnich
Donde el eclecticismo toma su nombre
Ciudad que ha sabido combinar como pocas historia y modernidad, un destino ideal para amantes del motor, de la cerveza y de los edificios señoriales. Y, aunque no está junto al mar, también para surfistas. Lo pasarás en grande, sin duda. Bienvenido a la capital de Baviera, ¡bienvenido a Múnich!
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Walking Man
Este ´hombre caminante`, icono muniquense, es la excusa perfecta para darte una vuelta por la zona, ¡te lo recomendamos!
Carisma escultórico.
Esta curiosa estatua se encuentra en corazón del barrio de Schwabing, en el número 36 de la calle Leopoldstrasse. Poco a poco, se ha ido convirtiendo en uno de los iconos modernos más carismáticos de la ciudad. Rompiendo completamente con el paisaje de oficinas y edificios monocromáticas de la zona, parte la alameda en dos. Se trata de un proyecto de Jonathan Borofsky y fue un simple encargo de la importante empresa de seguros Münchener Rück, cuya sede preside este monumento. Con sus 17 metros de altura y sus formas animadas es uno de los lugares habituales para las fotos de los turistas. Este hombre caminante te indica la manera perfecta para conocer el barrio. Todo el distrito de Schwabing tiene un gran ambiente. Durante el día hay un buen número de restaurantes y puestos ambulantes (suele haber un mercadillo callejero durante gran parte del año). Y por la noche, los bares y pubs alargan el after work hasta bien entrada la madrugada.
Castillo de Neuschwanstein
Si te digo que las óperas de Wagner cobran vida en el interior de este castillo… ¡te lo digo todo!
¡200 habitaciones! ¡De locos!
Como si de un relato mágico y medieval se tratara, este castillo fue construido en el siglo XIX. Fue uno de los encargos más enloquecidos y majestuosos de Luis II de Baviera. Emulando las construcciones medievales, ordenó levantar este castillo de proporciones gigantescas. De hecho, el encargado para llevarlo a cabo fue un escenógrafo del ámbito teatral que se basó en el mundo imaginario de este monarca. Incluso su decoración fue llevada a cabo inspirándose en las óperas de Wagner. Este enorme castillo cuenta con más de 200 habitaciones para diferentes motivos. Tras la muerte del rey, el edificio abrió sus puertas al público para que pudiera admirar la espectacular obra. Ahora es uno de los destinos más visitados en la ciudad. Este castillo, escondido entre el bosque, se encuentra a unos 100 kilómetros de la ciudad alemana pero se organizan visitas desde el propio Múnich. Su visita es un viaje al mundo interior del apodado rey loco.
Salzsburgo
¿Has visto Sonrisas y Lágrimas? ¿Te gustó? Escápate a Salzburgo, ¡creerás formar parte de la familia von Trapp!
La ciudad encantada.
Si dispones de unos cuantos días y quieres aprovechar para hacer alguna excursión por los alrededores, te damos una opción fundamental. A pocos kilómetros se encuentra la ciudad de Salzburgo con la que la Múnich está muy bien comunicada. En el corazón de los Alpes se encuentra esta ciudad encantada. Ciudad natal de Mozart y escenario de la famosa película Sonrisas y Lágrimas, Salzburgo esconde un montón de rincones que la convierten en un lugar especial. Como si de un viaje en el tiempo se tratara, la ciudad de Salzburgo guarda monumentos de toda su historia. La Fortaleza de Hohensalzburg es el primer ejemplo. Lleva en pie desde el año 1077. De sus calles también se hace imprescindible visitar la Catedral de Salzburgo y el Palacio de Hellbrunn.
Campo de concentración de Dachau
Si eres valiente merece la pena su visita guiada. Conocerás los lugares donde se cometieron aquellas innombrables atrocidades...
Trágico capítulo.
Conocido por todo el mundo, Múnich guarda uno de los capítulos más trágicos de la historia de la humanidad.Como si se quisiera guardar la memoria de estos hechos para que nunca se vuelvan a repetir, se ha mantenido el Campo de Concentración de Dachau. Este centro comenzó a funcionar el 22 de marzo de 1933, al poco tiempo del nombramiento de Adolf Hitler. Y en su interior se llevaron a cabo las peores atrocidades imaginables. Más de 200.000 prisioneros pisaron estos suelos y fueron torturados. Las cifras oficiales de las víctimas mortales ascienden a 31.000. Ahora, en estas instalaciones se mantiene un memorial por las víctimas y un museo que, junto a la visita guiada, ofrece un recorrido histórico que explica este fatal capítulo de la ciudad.
Flauchersteg
Río más bosque: fusión perfecta para sofocar los calores estivales y alegrarte la vista con su bucólica estampa.
Edén estival.
Tras la marcha del intenso invierno que caracteriza la ciudad llega el buen tiempo. Y con este cambio de estación, aparecen varios lugares que se convierten en paraísos obligados de la ciudad alemana. Uno de los destinos preferidos por los muniqueses es la zona de los lagos. Hay varios enclaves a lo largo del río Isar que esconden oasis en los que bañarse. Uno de ellos es este rincón de Flauchersteg. Se encuentra junto al puente peatonal bautizado con el mismo nombre. Se trata de una zona del río rodeada por un bosquecito que lo aísla de la ciudad y del calor estival. Con el paso de los años se ha ido formando esta peculiar playa de río. Y una vez instalado el verano en la ciudad se convierte en un lugar estupendo en el que refrescarse y probar las aguas del río de Múnich.
Borstei
Importante testimonio arquitectónico el de este barrio que sorprendentemente puede pasar desapercibido.
Amarillo estilo años 20.
El barrio del Borstei se encuentra en el corazón de la ciudad. El paso del tiempo ha hecho que pase desapercibido entre el resto de urbanizaciones, también por el hecho de estar aislado sino se presta atención a su llegada. Sin embargo, es uno de los testimonios arquitectónicos más importantes de la ciudad. Con la legada de los años 20, la ciudad de Múnich presenció un avance industrial que hizo que la ciudad cambiara mucho en pocos años. Esta urbanización amarilla es la muestra de este estilo de los 20. Este tipo de vivienda revolucionó la arquitectura y marcó la construcción de las sucesivas ampliaciones de la ciudad. En el centro de esta urbanización de fachadas amarillas y ventanas homogéneamente blancas se encuentra el Museo Borstei. Lógicamente, esta visita está especialmente recomendada a aquellos amantes de la arquitectura y de la historia de la ciudad.
Castillo de Schleissheim
En realidad son tres castillos en uno coronando una colina y presidiendo una enorme finca. La escapada vale la pena.
En las afueras.
Ubicado en la ciudad de Oberscheleissheim, a las afueras de la ciudad de Múnich. Es una necesaria excursión para conocer los alrededores de la ciudad muniquesa, su naturaleza y uno de los edificios más importantes de su historia. Este castillo ha sido durante siglos la residencia vacacional de los reyes de Baviera. En realidad, este monumental edificio engloba tres castillos en uno. El primero fue el Palacio Viejo de Schleissheim, construido por orden del Duque Guillaume V de Baviera a principios del siglo XVII. Con la llegada del siglo XVIII, el príncipe Elector Maximiliano II Emanuel de Baviera ordenó levantar el Palacio Nuevo. Este mismo había mandado construir también el Palacio Lustheim como casa de descanso. El resultado es una gigantesca finca con estos palacios coronando la colina. También son espectaculares los enormes jardines que rodean los edificios, además, son los únicos jardines de estilo barroco que se conservan en la región.
Karlsplatz/Stachus
Tan importante como su vecina, esta plaza cuenta con el valor añadido del Palacio de Justicia: ¡menuda cúpula de cristal!
Vecina de Marienplatz.
Karlsplatz es una de las plazas con más actividad y con más historia de la ciudad de Múnich. Se encuentra a pocos metros de Marienplatz (otro de los puntos clave de la ciudad) ya que fue construida tras la caída de los muros medievales que cercaban la urbe. Por ese motivo la ciudad estaba muy limitada en dimensiones. Están separadas solo por una calle llamada Neuhauser Strasse, una de las columnas que vertebran la ruta de tiendas de la zona. En honor a esas puertas medievales de Karlstor, la plaza se quedó con el nombre de Karlsplatz. Y visitar ambos monumentos es una de los planes obligados en el centro de Múnich. En mitad de la plaza esta la conocida como fuente central. Y si miras al frente encontrarás el Palacio de Justicia, el edificio más imponente de la plaza. Ejemplo del neobarroco y llamativo por su cúpula de cristal.
Marienplatz
Pecado sería no visitar esta plaza. Haz coincidir tu visita con la Danza de Cooper, ¡merece la pena!
El centro más céntrico.
Múnich ha tenido que soportar innumerables calamidades a lo largo de su historia. Sin embargo, la ciudad ha conseguido rehacerse y sobrevivir una y otra vez. Esta plaza de Marienplatz es y ha sido el testigo de cada una de ellas, casi desde el inicio de la ciudad. De hecho, la plaza se llamaba Schrannenplatz pero fue rebautizada para pedir a la virgen que los mantuviera a salvo de las epidemias de cólera que asolaban la región. Después llegaron las guerras y los bombardeos. También las celebraciones y la ejecuciones. Esta plaza ha sido el centro de la ciudad durante siglos y siglos. En mitad de la misma se levanta la Columna de Santa María, construida en 1638 para celebrar el fin de la invasión sueca. Y aún te queda por contemplar el Nuevo y el Viejo Ayuntamiento. Por cierto, cada mañana entre las 11:00 horas y las 12:00 se celebra la danza de los barrileros en el Carillón. Es indispensable.
Olympiapark
Este parque construído con motivo de unas Olimpiadas cuenta ahora con un interesante añadido de 291 metros de altura, ¡descúbrelo!
De rocíos y telarañas.
Cuenta la lengua popular que el diseño de este Olympiapark se basó en la imagen que deja el rocío de la madrugada cayendo sobre una telaraña. Ciertamente, visto desde los alrededores, este parque bien podría recordar esta imagen. Lo que si sabemos con certeza es que este enorme parque se construyó en 1972 para los históricos Juegos Olímpicos que se celebraron en la ciudad. Desde entonces quedó como pulmón verde para la ciudad y los muniqueses. A lo largo de sus 300 hectáreas encontramos pistas de hielo, piscinas, pistas de todo tipo de deporte, incluso, un enorme acuario en el que contemplar una buena mezcla de fauna marina. Pero el símbolo del parque aún estaba por llegar. Se trata de Olympiaturm, una torre de televisión que alcanza los 291 metros de altura. En su parte superior hay un restaurante muy recomendable. No solo sus vistas son impresionantes sino que su cocina ha sido premiada con una estrella Michelín.
Hofgarten
Otro de los parques que equilibra el cosmopolitismo muniquense. Su estilo nada tiene que ver con el Englischer Garten.
El jardín de la corte.
Una de las claves que hacen de Múnich una ciudad tan agradable es la capacidad que ha tenido para mezclar y equilibrar de manera ponderada el cosmopolitismo de una gran ciudad europea con las zonas verdes y de descanso para los suyos. De este modo, en contraposición al gigantesco Englischer Garten aparece este Hofgarten, en pleno barrio de Odeonsplatz, en la parte este de la ciudad. Este jardín, llamado el jardín de la corte, es de estilo italiano que se levantó ante la fachada norte del popular edificio que es la Residencia de Múnich. Esta obra se construyó durante el siglo XVII. A lo largo y ancho del parque encontrarás importantes construcciones que no debes dejar sin visitar. Por ejemplo, el Templo de Diana que data también del siglo XVII. También encontrarás la Cancillería del Estado de Baviera y el Salón de Banquetes.
Englischer Garten
Pulmón verde que esconde interesantes rincones como el edificio de Monopteros. Ven y desconecta durante un buen rato.
Descomunal zona verde.
En pleno corazón de Múnich aparece este gigantesco parque para dar un respiro a los vecinos muniqueses. De gigantescas proporciones (teniendo en cuenta las dimensiones de la ciudad) este parque se ha convertido en el más querido por sus ciudadanos. Este enorme pulmón verde se diseñó en 1789 y estaba dividido en dos zonas, una dedicada al ejército y otra abierta al público. Pero duró poco. En el año 1792, tres años después, ya era enteramente público. En su recorrido aún te quedan muchos rincones por descubrir. En primer lugar, la casa de té japonesa y la torre china (que en su parte superior posee una estupenda terraza que abre en verano). En segundo lugar, el edificio de Monopteros, un templo de estilo griego que corona otra de las zonas. El parque está dividido por el llamado arroyo helado. Este río tiene la peculiaridad de volverse especialmente violento en una de sus zonas, lugar donde los alemanes aprovechan para hacer surf.
Mister B.´s, el rincón del jazz
Al entrar a Mister B's te parecerá viajar en el tiempo. Sus aires cinquentones neoyorquinos son más que evidentes.
Música en directo.
Como parte de la batalla entre Múnich y Berlín por ser la ciudad más cosmopolita, el pub Mister B´s abre sus puertas en medio del barrio de Goethesplatz. Este pequeño local se ha convertido en indispensable en cuanto a la programación cultural de la ciudad se refiere. Como si no hubiera pasado el tiempo a través de él, parece haberse anclado en los años 50 y 60 en un barrio neoyorquino cualquiera. Con una auténtica barra americana, unos sofás tapizados en colores vivos y varias mesas para disfrutar el espectáculo, este rincón muniqués ofrece actuaciones musicales diariamente menos lunes. Pero no solo eso, por este local suelen desfilar las estrellas más importantes de la región en el mundo del jazz. De hecho, por aquí han pasado muchos de los grandes protagonistas del género. Si quieres ver música en directo, te recomendamos que te dejes caer por aquí al caer la noche.
La universidad y sus vistas
Te quedarás boquiabierto al descubrir las vistas de la cafetería de la facultad de arquitectura. Imprescindible visita.
Un rincón encantador.
Te descubrimos uno de los rincones con más encanto de la ciudad de Múnich. Se encuentra en el corazón de la universidad (TUM, Universidad Técnica). En primer lugar, disfruta del paseo por el campus, después deberás llegar hasta la facultad de arquitectura y centro Maxvorstadt. Una vez allí, deberás subir a su cafetería situada en la planta más alta del edificio. No por casualidad, este edificio, su cafetería y su terraza fueron bautizado bajo el nombre de Vorhoelzer, apellido del arquitecto y rector de la universidad. Una vez en la cafetería, disfruta de su espectacular terraza. Es uno de los mejores miradores de Múnich. A tus pies, una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Este lugar, es tan acogedor que con la llegada del buen tiempo, incluso se organizan sesiones de DJ´s y otras iniciativas musicales y culturales en la propia terraza. Por supuesto, es el lugar idóneo para comer.
Tollwood, el festival del invierno
Tollwood también merece la pena, sea su edición estival, sea la invernal. Su oferta cultural deja pasmado a cualquiera.
Otro importante festival.
Tollwood es otro de los festivales que valen la pena de ciudad. Aunque no es tan mediático y conocido como su hermano mayor, Oktoberfest, el festival de Tollwood se celebra por partida doble en ciudad. La primera edición se hace en verano, entre los meses de junio y julio en el Olympia Park La segunda edición se hace durante la estación invernal en Theresiewiese. Este festival aúna todas las propuestas posibles. En ambas ediciones hay actuaciones musicales de todos los estilos, desde conciertos de música folklórica tradicional de la región, hasta rock y música electrónica. La oferta gastronómica también es uno de los platos fuertes de este festival. Se encuentra en la carpa llamada Futterkrippe y ofrece platos regionales y muestras de la comida de todo el mundo. Para los pequeños (y no tan pequeños) se abre la pista de patinaje sobre hielo (en la edición de invierno). Como ves, una gran oferta cultural te espera en este festival.
Oktoberfest
Mundialmente conocida, mundialmente imitada.Pero pocos conocen la historia que hay detrás de la mayor fiesta de la cerveza, ¡sorpréndete!
La fiesta de las fiestas.
El Oktoberfest es la fiesta más grande e importante de Alemania y una de las más conocidas de todo el mundo. Imitada en un sinfín de países, guarda sus orígenes en esta ciudad. En el año 1810 se celebró por primera vez. Curiosamente, lo que poca gente conoce, es que esta fiesta fue la celebración de la boda entre el príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia. Debido a su éxito, se celebra esta fiesta aunque se olvida lo que conmemora. La fiesta comienza con la llegada de los Wiesnwirte (dueños de la cerveza). El alcalde es el encargado de pinchar el primer barril. Posteriormente, un baile con los trajes folklóricos de la zona precede a la inauguración de la fiesta. Después, 15 o 16 días de cerveza por toda la ciudad. Cada barrio presenta una oferta diferente, desde los bailes populares hasta macroconciertos gratuitos.
Hofbräuhaus
No dejes de visitar una cervecería con mucha historia: Lenin o Hitler fueron algunos de sus clientes. Interesante, ¿no?
¡Si sus paredes hablasen!
Estás ante una de las cervecerías con más historia de Múnich. Y eso es decir mucho. Sus puertas llevan abierta desde el año 1589 aunque sí es cierto que al principio solo era la fábrica de cerveza que abastecía a la familia Wittelsbach, la familia más influyente de la ciudad. En el año 1828 la fábrica se trasladó a otro lugar y entonces la cervecería se abrió al público. Poco a poco, este lugar se fue convirtiendo en un lugar de encuentro para personajes públicos e importantes de la ciudad y, por ello, se convirtió en un lugar clave para la política local. Entre sus clientes desfilaban desde Lenin hasta Adolf Hitler. De hecho, sus paredes fueron testigos de acontecimientos tan importantes como antagónicos. Desde la proclamación del República Soviética de Múnich hasta el Programa de los 25 Puntos, que fue columna vertebral del posterior movimiento nazi. Pese a que el edificio fuera derribado durante los bombardeos de la II Guerra Mundial, durante los años 50 se restauró y volvió a abrir sus puertas.
Fábrica de BMW
Conoce el entramado de la fabricación de varios de los mejores coches del mundo ¡Y no te olvides reservar!
Para amantes del motor.
Una experiencia solamente apta para verdaderos amantes del motor. Hay diferentes opciones a la hora de visitar este edificio. Hay quien se queda observando la peculiar forma de su edificio, hay quien solamente quiere contemplar su espectacular exposición de vehículos. Pero si verdaderamente tienes interés en el mundo del automóvil, debes visitar esta fábrica. Un recorrido que dura algo más de dos horas y media y que te llevará a conocer todos los entramados de la fabricación de varios de los mejores coches del mundo. En esta visita conocerás desde como se corta el acero para dar forma a sus modelos hasta el pintado final de sus carrocerías, desde el montaje y ensamblaje de sus populares motores hasta la implantación de la ultima tecnología y accesorios en cada uno de los coches. Por otra parte, debes saber que es uno de los museos más visitados de Múnich, de modo que te recomendamos que reserves con antelación. Puedes hacerlo desde aquí: infowelt@bmw-welt.com.
BMW Welt
Este acristalado e impactante edificio acoge el concesionario y la sede mundial de la flamante marca. Todo un paraíso motorizado.
Bienvenido al mundo BMW.
La traducción de BMW Welt es "mundo BMW". Y eso es lo que aquí vas a encontrar. Este es el concesionario y sede mundial de la marca. Uno de los lugares más visitados de Múnich. En su interior toda la historia de la marca de coches más famosa de la ciudad. Una exposición continua de todos los modelos de la marca. Los orígenes de sus vehículos, los procesos de fabricación, la evolución tecnológica que han sufrido y los modelos más impactantes están incluidos en la visita al concesionario. Reconocerás el edificio por su moderna arquitectura, completamente acristalada y con un forma singular e indescriptible. El propio edificio ha recibido diversos premios por su arquitectura, lo que lo hace también interesante (de hecho, existen visitas guiadas solamente por este motivo). En las inmediaciones encontrarás también el museo BMW. El recorrido es obligatorio e indispensable para los amantes del mundo del motor.
Libros y antigüedades
Libros y antigüedades, nuevos y de segunda mano, en una vetusta tienda que sobrevive al paso del tiempo.
Una tienda muy curiosa.
Para los aficionados a la historia y a la cultura en general y para aquellos que buscan conocer los orígenes y las tradiciones de la ciudad existe esta tienda. Se llama Das Besondere Buch y se encuentra en la calle Rindermarkt, 10. Lleva abierta décadas y décadas y es una curiosa tienda que mezcla los libros de todo tipo con las antigüedades venidas de toda la ciudad. Aunque especializada en la literatura, la historia y el arte alemán y, en concreto, de la ciudad de Múnich, posee obras de una importancia capital y universal. Como buena tienda de antigüedades posee una interesantísima sección de segunda mano. Aquí puedes encontrar manuscritos e incunables de todo el mundo. Debes saber que este tipo de tiendas es habitual en la ciudad ya que el mercado de los libros de segunda mano está muy arraigado en Múnich.
Mercados de pulgas
La tendencia muniquense a los mercadillos y rastros es obvia. Voilà otro interesante y concurrido ejemplo.
¡Otros más!
Cada dos semanas se prepara este mercadillo de pulgas y los muniqueses acuden a la cita desbordando las calles y los alrededores del mercado buscando oportunidades únicas. De hecho, la cultura de los mercadillos está especialmente arraigada en la ciudad. A lo largo y ancho de Múnich puedes encontrar un montón de estos rastros. Y en ellos antigüedades, ropa, discos usados, libros viejos, productos gastronómicos y un sinfín de objetos inimaginables. De hecho, hay tres cosas que se convierten en tradición en este mercado. Habitualmente, los muniqueses se acercan hasta aquí buscando libros antiguos (que, como podrás comprobar, suponen una enorme tradición en toda la ciudad), bicicletas y jarras de cerveza tradicionales. Debes saber que, estas últimas, forman uno de los símbolos más típicos de la ciudad y existen un sinfín de modelos. Eso sí, te recomendamos que acudas a primera hora al mercadillo pues suele estar muy concurrido.
Fünf Höfe
El símbolo arquitectónico muniquense define a la perfección el concepto de modernidad. No te lo pierdas.
Cinco patios.
Ubicado en el centro de la ciudad, a pocos metros de Odeonplatz. Este edificio es una visita imprescindible tanto desde el punto de vista del shopping como desde el punto de vista arquitectónico. Lo reconocerás al llegar a las inmediaciones. Este enorme edificio oscuro ocupa gran parte de las fachadas de una de las avenidas comerciales más importantes de Múnich: Theatinerstrasse. De hecho, la traducción de Fünf Höfe es Cinco Patios. Este edificio es uno de los símbolos más importantes de la arquitectura moderna que posee la ciudad de Múnich. Fue un proyecto desarrollado por los prestigiosa firma de arquitectos Herzog & De Meuron y marcó la línea que seguiría la ciudad en adelante. En su interior comparten habitáculo los espacios para fines culturales y comerciales. También puedes aprovechar para probar los restaurantes de su interior, solamente poder contemplar su espacio interior merece la pena.
Oktoberfest y sus atuendos
El atuendo elegido para disfrutar de esta famosa fiesta de la cerveza es importantísimo ¡Infórmate y verás!
Folclore festivo.
Por todo el mundo es sabido que el festival Oktoberfest es la festividad más celebrada en la ciudad. Cada año atrae a gente de todo el mundo. Esta fiesta de la cerveza detiene la actividad de la ciudad durante los 16 días, aproximadamente, que dura. Y vestirse con los atuendos tradicionales se ha ido transformando de tradición a, casi, una obligación para participar en ella. Las tiendas llamadas trachten cada vez se prodigan más por la ciudad. El traje folklórico masculino habitual es el lederhose, mientras que el vestido femenino se llama dirndl. Y si quieres probar, por supuesto, los puedes encontrar de alquiler. También encontrarás un buen número de souvenirs y recuerdos típicos de esta festividad. Típicos de estas fechas son los llamados corazones de jengibre, estos dulces llevan siempre una inscripción de tono amoroso en su centro. Pero, tanto del Oktoberfest como de la ciudad en si misma, es habitual llevarse una jarra de cerveza conmemorativa de la fecha.
Cosas típicas de Múnich
Cerveza y ginebra figuran en la lista top ten de los mejores souvenirs. La gastronomía alemana domina el asunto.
¿Qué me llevo?
A continuación, te presentamos unos cuantas ideas que se convierten en interesantes opciones si estás buscando algún recuerdo de la ciudad. Lo primero que debes tener en mente es que uno de los mejores recuerdos que puedes llevarte de la ciudad son sus productos gastronómicos. Empecemos por la cerveza. El producto más típico de la zona y también el de mayor éxito. Aprovecha la ocasión para llevarte unas botellas de Augustiner, Hofbräu, Hacker-Pschorr o Löwenbräu. Son marcas típicas de la región y un sabroso recuerdo de Múnich. Por cierto, lo que poca gente conoce es que la prestigiosa ginebra The Duke tiene procedencia muniquesa. También puede ser un perfecto souvenir. En cualquier caso, te recomendamos que te dejes caer por Dallmayr, en este restaurante encontrarás (además de una estupenda comida típicamente germana) unas cuantas tiendas de delicatessen donde encontrar todo tipo de productos locales y regionales.
Leopoldstrasse
El barrio más cosmopolita de Múnich es también el más alternativo, bohemio y underground: un must en tu escapada muniquensa.
Encanto bohemio.
Bienvenido a la zona alternativa de la ciudad. En el corazón del barrio de Schwabing más conocido como el barrio de los artistas, estas calles de la ciudad mezclan el ambiente más bohemio y underground y se convierten en uno de los barrios con más encanto de Múnich. Se requiere paciencia para perderse entre su entramado de calles para encontrar las tiendas más singulares e inauditas de la ciudad. Aquí encontrarás de todo, desde moda hasta tiendas de antigüedades, música y librerías. También complementos de todo tipo (ya que estás en una ciudad especializada en este tipo de negocios). Las tiendas de modistos de la zona se mezclan con bares, restaurantes y terrazas que se convierten en los lugares perfectos para descansar y contemplar la atmósfera que se respira en este barrio de artistas. Ahora disfruta del barrio más cosmopolita de la ciudad muniquesa.
Maximilianstrasse
Importancia tanto arquitectónica como comercial para la calle donde los diseñadores autóctonos muestran su saber hacer.
Doblemente interesante.
Esta céntrica calle forma junto a Leopoldstrasse una visita doble. Por un lado, es una de las calles más interesantes desde el punto de vista arquitectónico de la ciudad. Ubicado en pleno centro histórico, ha sabido mantener los edificios históricos con el desarrollo de una de las calles más comerciales de la ciudad en reefecto equilibrio. Aprovechando su ubicación, esta calle posee gran parte de las boutiques de moda y lujo más prestigiosa de la ciudad. es cierto que no encontrarás las grandes firmas de ropa al uso, sin embargo si el lujo y la exclusividad. Por otro lado, también encontrarás las tiendas de las marcas de los diseñadores de Múnich y de la región bávara más importantes. Suelen ser tiendas pequeñas y recogidas pero de una gran importancia en el mundo de la moda. Si el buen tiempo acompaña tu visita, te recomendamos que aproveches la zona para descansar en alguna de sus terrazas y contemplar el barrio.
Riesenflohmarkt
Grande, variopinto, interesante… estos tres adjetivos describen uno de los mercadillos más importantes de la zona.
Importante rastro.
Junto a Flohmarkt, este mercadillo se convierte en uno de los principales de la ciudad. Debes saber que la ciudad de Múnich es muy dada a la compra de segunda mano. Por ello, predominan por la ciudad este tipo de rastros, las tiendas de segunda mano, etc. Su celebración coincide con los primeros fines de semana del mes de abril y, sobre todo, con el primer fin de semana de la celebración del festival de la cerveza de la primavera. Y por cierto, es el mercadillo más grande de toda la región de Baviera. Los vecinos de toda la región lo esperan con expectación. Entre sus puestos puedes encontrar absolutamente de todo. Desde productos gastronómicos (en las últimas ediciones incluso hay puesto de degustación), hasta ropa, discos, antigüedades y libros, muchos libros de todas las épocas y lenguas. Es el lugar perfecto para encontrar recuerdos y regalos de la ciudad de Múnich. Pero también lo es para entender la cultura y la sociedad que puebla la ciudad muniquesa.
Kaufingerstrasse
Hervidero comercial, en donde las firmas internacionales y las tiendas más lujosas son sus verdaderas protagonistas.
Milla de oro muniquesa.
El centro de la ciudad de Múnich es también el centro de la actividad de las compras y el shopping de la región. El centro neurálgico de esta zona parte de Marienplatz. Desde esta céntrica plaza parten varias calles que forman el barrio de las compras. En primer lugar, la avenida de Kaufingerstrasse cuyas tiendas se mezclan con Neuhauserstrasse. A lo largo de esta avenida encontrarás, fundamentalmente, todo lo relacionado con moda. Tiendas y tiendas de ropa, calzado y complementos. Predominan las marcas internacionales más conocidas por lo que no es el lugar más interesante para buscar las pequeñas tiendecitas familiares con algo original que llevarte como recuerdo. Sin embargo, aquí abren sus puertas las tiendas más lujosas de la ciudad formando la simbólica milla del oro muniquesa. También encontrarás numerosas tiendas de complementos, como paraguas, jarras, sombreros de diseñadores alemanes y de todo el mundo pero para encontrarlas deberás dejarte caer por las calles más pequeñas que cortan esta avenida.
Neuhauserstrasse
La oferta comercial de esta avenida es tan grande y variada que siempre está abarrotada. Armarte de paciencia para recorrerla.
Tiendas y más tiendas.
Esta enorme avenida forma la columna vertebral de la zona de shopping muniquesa. Una gran calle peatonal que discurre por el centro de la ciudad dejando a cada lado tiendas y tiendas de ropa y moda. Pero no solo eso. Al igual que la ciudad que mezcla la historia y lo tradicional con el cosmopolitismo en sus barrios, en sus calles y en sus edificios, este boulevard mezcla las tiendas de grandes firmas internacionales de la moda con pequeñas tiendas familiares. Sobre todo si te dejas perder por las calles de los aledaños. Y no solamente de moda. Si bien es cierto que los diseñadores locales intentan abrir sus boutiques y sus escaparates en esta calle, también lo hacen las tiendas de antigüedades, de productos típicos. Pequeños negocios familiares que llevan aquí años y años. Te recomendamos que lo tomes con calma pues, sobre todo los fines de semana, está calle suele estar abarrotada.
Glühwein, el vino ardiente
Este brebaje azucarado y especiado, elaborado a partir del vino tinto, es típico de los mercados navideños ¡Pruébalo!
Truquillos invernales.
El invierno en Múnich es largo y frío y los alemanes han ideado todo tipo de trucos para combatir estas bajas temperaturas. Uno de estos trucos es este glühwein que, literalmente, significa vino ardiente. Es una de las bebidas típicas de la ciudad pero, especialmente durante la estación invernal. Este vino azucarado y con diferentes especias (según la zona donde lo pruebes) suele provenir del vino tinto, sin embargo, las fórmulas para su elaboración son casi infinitas. Este brebaje es habitual encontrarlo en los mercadillos navideños. Estos mercadillos ocupan casi todas las plazas del centro de Múnich, de modo, que son fáciles de encontrar si estás en la ciudad antes de estas fiestas. Sino te recomendamos que aproveches para probarlo en las tabernas de Altstadt. Es importante que la elaboración de este vino ardiente sea casera y original. Por ello merece la pena acercarse hasta el viejo barrio.
Frühlingsfest
La hermana pequeña de Oktoberfest tiene similitudes con su hermana mayor. Compruébalo del 19 de abril al 5 de mayo.
¡Hola primavera!
Para dar la bienvenida a la primavera y hacer más llevadera la espera del Oktoberfest, entre el 19 de abril y el 5 de mayo, la ciudad de Múnich celebra el Frühlingfest. Conocido popularmente como la hermana pequeña del Oktoberfest. El formato es muy similar al de su hermana mayor, el primer día se pincha el primer barril que sirve como inauguración del evento. A partir de ahí, la zona conocida como el Prado de Teresa, donde se encuentran las carpas de la organización alberga un buen montón de puestos de comida típica. Se suceden las actividades folklóricas tradicionales. Pero sobre todo, la cerveza invade las fiestas. Todos los tipos y variedades de la zona de esta bebida se consumen de manera masiva durante estas fiestas. Por supuesto, esta celebración es la ocasión perfecta para probar todos y cada uno de los platos típicos de la comida muniquesa.
Café Luitpold
Pese a no ofrecer módicos precios, su decoración y su buena mesa, lo convierten en un sitio recomendable.
Clasicismo en estado puro.
El Café Luitpold es una de las cafeterías más clásicas de la ciudad. Lleva abierta más de cien años y es uno de los cafés de referencia en la ciudad. Se encuentra en la calle Brienner Strasse, número 11. Su decoración, a pesar de haber sido restaurada, se mantiene fiel a la original. Además de tratarse de un lugar precioso, en sus paredes guarda gran parte de la historia de la ciudad del último siglo. Por ello, se convierte en uno de las visitas gastronómicas importantes de la ciudad. Cualquier momento del día es bueno para visitarlo. Es el lugar idóneo para disfrutar de un desayuno típicamente muniqués pero su cocina también lo convierte en un gran restaurante. Eso sí, debes tener en cuenta que cierra a las 23,00 horas. También debes tener en cuenta que la naturaleza del lugar hace que los precios no sean baratos.
Comer en la torre Olympia. Múnich girando
Disfruta de unas vistas estupendas mientras saboreas platos alemanes y austriacos. Una combinación de lujo.
El punto más alto de la ciudad.
La torre de Olympiaturm es el edificio más emblemático y llamativo de la Ciudad Olímpica de Múnich, un inmenso complejo construido para los Juegos Olímpicos que se celebraron en la ciudad alemana en 1972. Después de estos, el parque se ha reconvertido en una de las zonas de ocio más importantes de la ciudad. La torre en cuestión tiene una altura de 291 metros que la convierte en el punto más alto de la ciudad. Casi en su parte más alta (a 180 metros de altura) se encuentra su restaurante giratorio. Aprovechando sus magníficas vistas este local se convierte en un lugar único para disfrutar de la comida alemana y austriaca. De hecho, no solo merece la pena por poder comer mientras contemplas la ciudad desde el cielo sino que la propia cocina es altamente recomendable. Ha recibido varios premios gastronómicos y es una de las referencias en el terreno de la restauración muniquesa.
Las mejores hamburguesas de Múnich
Las hamburguesas de estos dos locales, auténticas y deliciosas, merecen una visita ¡No te olvides de reservar!
¡Exquisitas!
Te proponemos dos hamburgueserías indispensables. Se trata de dos rincones en Múnich que, además disfrutar de una estupenda comida (o cena), te mostrarán la enorme tradición en estas carnes de la ciudad muniquesa. La primera de ellas es la famosa Hans Im Glück Burger Grill. Pese a tener varios locales a lo largo de la ciudad, te recomendamos que visites el que está en la zona universitaria, Türkenstrasse. En medio de uno de los barrios más animados de la ciudad, podrás hacerlo coincidir con la visita a la cafetería de la universidad (que posee una de las mejores vistas panorámicas que puedas imaginar). La segunda opción es The Burger House, en las calles Rablstrasse, 37 y Ismaninger Strasse (junto a la Max Weber Platz). Este segundo local es algo más espacioso. Este local ha conseguido mezclar las formas tradicionales de la preparación de la carne alemana con recetas innovadoras y singulares. Te recomendamos que reserves con antelación.
Probar las Weisswurst
La combinación de salchicha blanca y bretzel da como resultado uno de los desayunos típicos muniqueses ¿Te atreves a probarlo?
Peculiares salchichas blancas.
El primer paso para conocer la cocina muniquesa es probar estas weisswurst (salchichas blancas). A diferencia del resto de las salchichas alemanas, weisswurst se cuecen y no se asan. Es por ello por lo que muestran este color blanquecino. Elaboradas a partir de carnes de ternera y cerdo, poseen una mezcla secreta con especias que las hacen singulares. Es el plato habitual servirse de dos en dos en casi todos los bares de Múnich, de hecho, suele ser el desayuno diario de los muniqueses. Debes saber que es habitual abrirla longitudinalmente y vaciarla, ya que estas salchichas se comen apartando su interior. También es habitual acompañarlas del popular bretzel, sobre todo, en los desayunos. Pese a que puedes encontrarlas en cualquier bar de la ciudad, te recomendamos que lo hagas en cualquiera de las terrazas del mercado de Viktualienmarkt.
Weisses Bräuhaus
Te presento la mejor cerveza de trigo de la región. Acompáñala de sus famosísimo callos, ¡te chuparás los dedos!
Cervecería blanca.
Pese a la popularidad de la que goza Hofgarten (visita obligada en cualquiera de los casos) te presentamos la alternativa, un lugar quizá menos conocido y mediático pero igualmente imprescindible para conocer la cocina muniquesa. Weisses Bräuhaus o la cervecería blanca es uno de los locales con más historia de la ciudad. Pese a verse obligada a cerrar sus puertas tras ser prácticamente reducida a ruinas por los bombardeos que asolaron la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, en los años 90 volvió a abrir al público. Y con ella la que dicen que es la mejor cerveza de trigo de la región. Pero por lo que es popular este establecimiento es por su casquería. La lengua de ternera, el hígado de lechón o sus archiconocidos callos, esta cervecería se convierte, también, en un lugar clave para probar los platos tradicionales.
Café Mozart
El interior de este añejo local te sorprenderá: servicio inmejorable y gastronomía tradicional a ritmo de DJ.
Tan antiguo como actual.
El Café Mozart es una de las instituciones gastronómicas más desenfadas de la ciudad. Lleva décadas ofreciendo platos de la zona a los vecinos y visitantes que por allí se dejan caer. Muy cerca de las puertas del sur de la ciudad, las llamadas Sendlinger Tor, y también muy cerca de Glockenbach se encuentra este restaurante. De aspecto antiguo, bien es cierto que se mantiene prácticamente intacto desde su apertura y que uno de sus atractivos es ver como ha mantenido la historia de la ciudad en sus paredes. Sin embargo, este local ha sabido actualizar su servicio a los nuevos tiempos. De hecho, en su interior podrás disfrutar de platos típicos de la zona como su popular Schnitzel (escalope vienés) o su plato estrella putenbrustfiletstreifen mientras disfrutas de una de las sesiones del Dj local. Por este motivo, es muy recomendable caer por la noche en el local.
Días de Cerveza Fuerte
Este homenaje a la cerveza 'fuerte' tiene un motivo de peso tan histórico como interesante ¿Adivinas?
¡Viva la cerveza!
El Festival Starkbierfest es la otra cara de la moneda del mediático Oktoberfest. Del mismo modo que esta fiesta atrae a millones de personas a la ciudad de Múnich, esta fiesta conocida popularmente como la fiesta de la cerveza fuerte es mucho más minoritaria pero igualmente reconocida y original. La celebración es una de las más históricas del país alemán, coincide con los últimos días del invierno. Pero lo importante es que coincide con la etapa de cuaresma. Y esto no es casualidad. Durante estos días quedaba prohibida la ingesta de alimentos sólidos pero nada se decía de la cerveza. En concreto, el tipo de cerveza con la que se festeja estos días es tan fuerte que, casi, hacía las veces de alimento. Esta tradición comienza en los sótanos de Paulaner Keller de la propia ciudad. Aún en la actualidad, se inaugura con unas cuantas personalidades públicas de la región pinchando el primero de los barriles de esta cerveza para dar comienzo a este Starkbierfest.
Viktualienmarkt
Si buscas productos típicos y gastronomía de la zona, date una vuelta por este mercado a las afueras de Múnich.
Mercado de las viandas.
Originalmente, este mercado ocupaba la actual plaza Schranneplatz, que es la actual Marienplatz. Sin embargo, cuando este lugar se quedó pequeño y los mercaderes y vecinos se amontonaban para comprar y vender sus productos, se decidió reubicar el mercado. Fue Maximiliano I de Baviera el rey que ordenó inaugurar el nuevo mercado a las afueras de la ciudad. Ahora, en estos días, este mercado de las viandas (esta es su traducción) es uno de los puntos clave para conocer la gastronomía regional y encontrar los productos típicos de la zona. No solo eso, este mercado tiene un montón de restaurantes muy recomendables que, cuando el tiempo acompaña, abren sus terrazas y se convierten en un lugar estupendo para comer o cenar. Además, en este mercado se organizan numerosos días temáticos como es la fiesta del arenque, el día de los cerveceros y otras festividades relacionadas con la gastronomía.
Museo Brandhorst
Arte moderno y contemporáneo en un edificio multicolor que no pasa desapercibido.
El más cosmopolita.
La ciudad de Múnich posee ese tinte cosmopolita que pocas ciudades tienen. Mezcla las características de una ciudad pequeña que aún no ha roto con su pasado rural a la vez que es uno de los pulmones industriales y económicos del país. De igual modo, mezcla los museos y las exposiciones que mantienen el recuerdo de los primeros asentamientos y que guardan la memoria histórica de la ciudad y de la región bávara. Pero también posee museos que son referencias internacionales de obras y formas de arte contemporáneas, innovadoras y vanguardistas. En este sentido aparece el edificio multicolor que guarda en su interior el popular Museo Brandhorst. Fundamentalmente volcado en las obras de Andy Warhol y Cy Twombly, encuentra un hueco también para las obras del americano John Chamberlain o el español Pablo Picasso. Puro arte moderno y contemporáneo en la ciudad.
Gliptoteca
Bienvenidos a la Atenas alemana: el busto de Homero o el Kuros de Múnich avalan este apropiadísimo sobrenombre.
¡Gracias rey Luis I de Baviera!
En el año 1816, el rey Luis I de Baviera ordenó construir esta Gliptoteca de Múnich. Este monarca fue uno de los mayores impulsores del arte y la cultura en la ciudad. De hecho, como podrás comprobar, numerosos monumentos y museos llevan su nombre o se inauguraron bajo su mandato. Como si intentase equiparan la ciudad alemana con la capital griega de la época clásica, Luis I ordenó exhibir en este espectacular edificio de estilo neoclásico un colección enorme de esculturas y obras de origen griego y romano. Por ello se ganó el sobrenombre de la Atenas alemana. Su extensa colección abraca desde el 550 a.C. hasta el 650 d.C. Entre sus obras destaca el Kuros de Múnich, las estatuas del templo de Afaia en Egina y el busto de Homero. Sin embargo, tampoco vas a poder dejar de visitar la imprescindible Medusa de Rondanini o el Fauno de Barberini.
Museo Nacional Bávaro
Su importancia radica, entre otras cosas, en su importante colección de belenes, ¡mundialmente famosos!
Espectacular edificio.
Ubicado en un espectacular edificio en forma de castillo bávaro, este museo fue inaugurado hacia 1855 por el rey Maximiliano II de Baviera. Aunque hubo de ser reinaugurado con una nueva colección en el año 1915. Ahora se ha convertido en uno de los museos más completos e importantes de las artes decorativas de todo el viejo continente. En su primera planta destacan las obras pictóricas que abarcan desde la Edad Media en adelante, por ejemplo, aquí se exhiben las obras de Erasmus Grasser o Adam Krafft. En su segunda planta se encuentran sus conocidas colecciones de porcelana y marfil pero también esconde obras de marquetería y una importante colección de relojes. Por último, su tercer piso guarda la colección de belenes más importante del mundo. Muchos de ellos fueron creados en el siglo XV y XVI y representan diferentes escenas de la Natividad.
Museo Judío de Múnich
Museo dedicado a la sociedad y culturas judías. Merecido homenaje a una de las poblaciones más antiguas de Alemania.
2006 lo vio nacer.
El movimiento nacionalsocialista, la ascensión de Hitler al poder, la posterior invasión nazi y los ataques de la II Guerra Mundial, tuvieron como consecuencia que la comunidad judía fuera objetivo de sus ataques en Múnich y en el resto del país alemán a lo largo del siglo XX. Sin embargo, esta población es de las más antiguas del país. Llevan en Múnich desde el siglo XIII. Este museo está dedicado al estudio de su sociedad y su cultura en la ciudad y en la región. Claro que hay testimonios de los conflictos del siglo XX pero la intención de este museo es dar claves sobre esta cultura y su historia. Inaugurado en 2006 junto a la Nueva Sinagoga y el Centro Comunitario de San Jacobo, este edificio busca dar a conocer los entresijos y la historia de una de las sociedades más antiguas de la región.
Museo de la Ciudad
La sección dedicada al nacionalsocialismo te tocará la fibra sensible. Si no eres fuerte, evítala.
Historia muniquense.
El Museo de la Ciudad de Múnich fue abierto con la intención de salvaguardar en su interior la historia de la ciudad y de su civilización. Para ello se utilizaron dos edificios. Ambos de estilo gótico. El primero es el Antiguo Arsenal y el segundo las Caballerizas de la Ciudad. Y lo consiguieron. Desde los primeros asentamientos prehistóricos en la zona, atravesando la fundamental etapa medieval y llegando hasta la actualidad. Dentro de sus salas, hay una gran sección dedicada a uno de los episodios más importantes para la historia de la ciudad y del país, el nacionalsocialismo. Hay unas cuantas habitaciones que muestran el testimonio del movimiento a su llegada a Múnich. Así como los devastadores efectos que tuvieron los ataques militares de la Segunda Guerra Mundial para la ciudad. Hay otras exposiciones en este museo más amables, como su colección de música y cine, que muestran la evolución cultural habida en la ciudad de Múnich, sobre todo en el último siglo.
Deutsches Museum
Si las ciencias, números y avances tecnológicos van contigo, te encantará esta visita: interesante y extensísima, ¡eso sí!
¿Apasionado de la ciencia?
Ubicado curiosamente en una isla de la ribera del río Isar que corta la ciudad en dos, el apodado Museo Alemán es un gigantesco museo sobre la historia de la ciencia y la tecnología. Desde épocas prehistóricas hasta la carrera espacial actual, su visita propone un viaje en el tiempo a través de los medios tecnológicos que han ido haciendo avanzar a la humanidad. Si es cierto que su exposición es gigantesca y posiblemente inabarcable para una sola visita. Pero si que tienes tiempo para ver partes fundamentales de su exposición. De este modo, en su interior puedes encontrar el primer automóvil, la mesa de laboratorio donde se dividió por primera vez el átomo o la primera dinamo eléctrica. Y la visita no acaba aquí. Hay otros tres edificios complementarios a este museo. Aún te falta por visitar los Astilleros Aeronáuticos, el Centro de Transportes y el Deutsches Museum de Bonn para completar esta visita.
Pinacoteca Moderna
Con la Moderna, se cierra el trío de la Pinacoteca muniquesa: arte contemporáneo, innovación y vanguardia no podían faltar.
No hay dos sin tres.
Cerrando el trío de pinacotecas que forman el llamado Kunstareal o distrito del arte de Múnich, se encuentra esta Pinacoteca Moderna. Este curioso edificio de arquitectura innovadora y vanguardista esconde tras sus columnas y paredes blancas y de cristal la colección más moderna de las tres. Versado sobre todo en el arte contemporáneo, ha conseguido convertirse en tan solo una década (el tiempo que lleva abierto) en uno de los referentes mundiales del arte actual. De hecho, debes saber que una de las habituales peleas entre Múnich y Berlín es por este motivo. De su vasta colección, destaca su exposición continua de arte moderno, especialmente las colecciones sobre expresionismo, cubismo, pop-art y el fauvismo. Y también lo hace su colección arquitectónica en la que encontrarás fotografías, planos, maquetas, junto a la colección de diseño, son las dos más grandes e importantes de Alemania.
Pinacoteca Nueva
Estás en la segunda fase de la Pinacoteca de Múnich. Edificio renovado, nada tiene que envidiarle a sus hermanas.
Apabullante arte decimonónico.
Especializada en el arte de los siglos XVIII y XIX, la segunda parte de la Pinacoteca de Múnich es uno de los museos más importantes del mundo en cuanto arte decimonónico se refiere. Al igual que muchos monumentos y edificios de la ciudad, los devastadores ataques sufridos durante la II Guerra Mundial ha provocado numerosas pérdidas o posteriores restauraciones. De este modo, durante el conflicto bélico, el edificio quedó reducido a ruinas y hubo de ser restaurado años después desde cero. Se perdió el antiguo edificio que fue inaugurado por Luis I de Baviera en el año 1853, sin embargo, se levantó esta nueva sede que fue inaugurada en 1981 y que fue un edificio pensado para la propia exposición. De esta forma, junto a sus dos hermanas forman el llamado Kunstareal o distrito del arte de la ciudad de Múnich.
Pinacoteca Antigua
¿Te gusta la pintura flamenca y alemana? ¿Rubens te apasiona? ¡No te olvides entonces de pasar por aquí!
Extensa colección.
La colección de la Pinacoteca de Múnich es tan extensa que existen tres edificios para este museo en la ciudad. La Pinacoteca Antigua, la Pinacoteca Nueva y la Pinacoteca Moderna. Esta Pinacoteca Antigua es la más importante y la más extensa en cuanto a lo que su colección se refiere. En su interior, su descomunal muestrario recoge obras que datan desde la Edad Media hasta el siglo XIX, dando cobertura a todas las corrientes artísticas que han marcado la ciudad de Múnich y Alemania. La colección comenzó como Museo Real con el duque Guillermo IV de Baviera hasta convertirse en la principal colección de la familia Wittelsbach. Dentro de sus más de 8000 obras destaca la colección de los pintores flamencos y de los alemanes. Aunque también es fundamental contemplar las obras de Rubens y otros pintores importantes italianos. El propio edificio, una gigantesca obra neoclásica, ya es en si mismo una obra que contemplar.
Museo BMW
Cualquier amante de los automóviles debería visitar este museo, que, definitivamente, no es un museo al uso.
Locos por los coches.
Es la visita indispensable para todos los amantes de la automoción. BMW es una de las marcas de automóviles de gama alta más importante del mundo. Su sede está en Múnich. Y su museo también. Este lugar, pensado para contar su historia y para hacer soñar a los visitantes, es diferente al resto de museos. Para comenzar, el propio edificio simula la forma de un gigantesco neumático y, si pudieras contemplarlo desde el cielo, observarías el gigantesco logo de la marca que cubre todo su tejado. En su interior, una extensa exposición no solo de coches sino también de avionetas, motos, motores y todos los objetos sobre los que ha trabajado BMW a lo largo de su historia. Por supuesto, también hay un viaje en el tiempo en el que podrás contemplar los primeros modelos. En los alrededores del museo se encuentra el BMW Welt y la propia fábrica de BMW, te recomendamos que termines la visita en estos dos lugares.
Iglesia de San Miguel
Si hay una iglesia que ha jugado un papel relevante en la historia alemana y europea, es esta ¡Compruébalo!
A ver si encuentras a San Miguel.
La iglesia de San Miguel escribió un capítulo fundamental en la historia de Alemania y de Europa en general. Esta iglesia fue el centro espiritual de la Contrarreforma en Múnich. Levantada en pleno siglo XVI cumplió su función como sede del movimiento. Un movimiento que cambiaría la historia del país para siempre. De hecho, gran parte de la arquitectura europea está marcada a sangre por esta condición. La propia fachada es un grito de la corriente, especialmente llamativa y especialmente decorada, sus motivos representan el triunfo del catolicismo sobre el protestantismo. Te desafiamos a que encuentres la figura de San Miguel luchando contra un dragón. Es la más popular de la fachada. Además, la iglesia ha servido como panteón durante mucho tiempo para la familia Wittelsbach, la familia más importante en toda la historia de Múnich. Por otra parte, debes saber que se trata de la iglesia renacentista más grande de la zona de los Alpes.
Catedral de Múnich
Claro ejemplo de arquitectura gótica el de esta iglesia en la que, dicen, el diablo estuvo de visita.
Ángeles y demonios.
Si hubiera de explicarse la corriente gótica con una imagen, ésta sería la catedral de Múnich. Levantada sobre las ruinas de una antigua basílica romana, es la iglesia más grande de la ciudad y una de las más grandes e importantes de Alemania. Cuenta la leyenda que el diablo entró una vez en la iglesia para burlarse de ella por no tener ventanas, sin embargo, hubo de huir dejando su huella en el único punto de la iglesia desde el cual no entra la luz exterior. Cuentan también que intentó derribar el edificio pero no pudo. Ahora este punto llamado Teufelstritt (la pisada del diablo) es uno de los principales reclamos del lugar. Si bien el diablo no lo consiguió, si lo hicieron los bombardeos del Ejército Aliado durante la II Guerra Mundial. Sin embargo, la ciudad se esmeró en restaurar este edificio y mantener su patrimonio histórico en este templo. Ahora puedes continuar visitando el altar de San Andrés o la tumba del emperador Luis IV de Baviera.
Iglesia de Asam
Fachada gótica, decoración rococó y estructura estrecha y alargada. Si no lo ves, no lo crees.
Diferente y tremendamente importante.
Para los amantes de la arquitectura religiosa, Múnich supone un destino principal. La ciudad alemana guarda en su interior iglesias de diferentes corrientes y épocas. Y esta iglesia de Asam es una las iglesias más importantes por su arquitectura. En rigor su nombre es Iglesia de Sant Johan de Nepomuk. Sin embargo, nadie la conoce por este nombre. La iglesia de Asam o Asamkirche fue rebautizada popularmente tomando el nombre de los conocidos y populares hermanos arquitectos que la construyeron. Fue terminada de construir durante la década de 1740. Y los hermanos no desaprovecharon la ocasión para aumentar su reputada fama. Construyeron una iglesia diferente a las demás. Su forma, alargada y estrecha, muestra una fachada que mezcla la arquitectura gótica y la decoración recargada del rococó, movimiento que tuvo mucha importancia e intensidad en la ciudad. Así, sobre la puerta de la iglesia se puede contemplar diferentes esculturas y formas decorativas sobre la vida de Sant Johan de Nepomuk con cierto aire siniestro, de hecho, incluso aparece la muerte. El interior mantiene esta misma estética recargada que merece la pena visitar.
Iglesia de San Pedro
Batiburrillo de estilos arquitectónicos para este templo que esconde un impresionante mirador ¡No te lo pierdas!
Antiguo templo católico.
La iglesia conocida popularmente como Alter Peter (el Viejo Pedro), es el templo católico más antiguo de toda la región. A su vez es, también, un collage de diferentes corrientes arquitectónicas que se amontonan en sus muros. De este modo puedes encontrar elementos del gótico, barroco y rococó a lo largo y ancho de sus paredes. Deberás tener en cuenta dos puntos importantes de su interior. En primer lugar, aquí descansa el cuerpo de Santa Munditia, bañado en oro y cubierto de piedras preciosas. Se encuentra en la segunda capilla de la izquierda y es uno de los principales reclamos (aunque con cierto ingrediente siniestro). El segundo secreto que esconde este majestuoso edificio es su mirador. Con sus 91 metros de altura, este mirador ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Desde aquí, verás desde la catedral de Múnich o el Nuevo Ayuntamiento hasta los Alpes si el día está soleado. Eso sí, deberás subir a pie los más de 300 escalones que separan el suelo de este mirador.
El Nuevo Ayuntamiento
85 metros de altura planean sobre la Marienplatz. Sobra decir la calidad de vistas muniquesas que aquí tendrás.
Renovarse o morir.
La ciudad de Múnich ha ido desarrollándose dejando atrás el pequeño enclave que durante la Edad Media fue. De este modo, ha ido dejando obsoletas pero manteniendo en sus fronteras antiguos edificios que fueron clave y que hoy sirven para mantener vivo el recuerdo de la antigua ciudad. Al igual que las puertas de la ciudad, aún se mantiene en pie el Viejo Ayuntamiento. Una vez llegado el siglo XIX, Múnich creció de forma exponencial y su gobierno necesitaba un nuevo edificio. Así que, a pocos metros del anterior, en la misma plaza de Marienplatz, se levantó este gigantesco edificio de 85 metros de altura. De un recargado estilo neogótico es la cara opuesta a su antecesor y se ha convertido rápidamente en uno de los monumentos más visitados de la ciudad. De hecho, puedes acceder en un ascensor hasta la cima de su torre y contemplar toda la ciudad bajo tus pies.
El Viejo Ayuntamiento
Contemplar al vigilante de la Marienplatz, te hará alejarte de la realidad adentrándote en un inimaginable cuento fantástico.
Gótico inaudito.
Como si hubiera sido sacado de un cuento fantástico, el Viejo Ayuntamiento de Múnich aparece vigilando el día a día de Marienplatz. Fue levantado durante el siglo XV bajo influencia de la corriente gótica (a pesar de la inaudita sencillez de su arquitectura). Su interior mantiene sus techos de madera y la simbología decorativa de la época. Al igual que la mayor parte de edificios medievales, cuenta con una torre (en esta ocasión de 55 metros de altura) como herramienta de defensa para la ciudad, de hecho, esta torre es anterior al resto del edificio, fue construida durante el siglo XII como medida de defensa de la primera ciudad. Curiosamente, este mismo torreón alberga en su interior en la actualidad el museo de los juguetes. Esta peculiar exposición muestra la evolución de éstos objetos infantiles de la región desde el siglo XIX en adelante.
Las puertas de la ciudad
Karlstor, Isartor y Sendlinger Tor, son los nombres de las tres puertas medievales que la ciudad aún conserva.
Ejemplo de murallas medievales.
Durante la Edad Media, la ciudad de Múnich, al igual que el resto de ciudades germanas debía defenderse de posibles invasiones. Desde los suevos hasta los alanos irrumpían sin previo aviso en la ciudad. Por eso, gran parte de las ciudades europeas medievales están amuralladas. En el caso de Múnich, su gran desarrollo hizo que estas puertas quedaran obsoletas y, muchas de ellas fueran derribadas. Sin embargo, aún se mantienen en pie tres de ellas que guardan el recuerdo del enclave medieval que un día fue. En primer lugar, Karlstor, originalmente llamada Neuhauser Tor pero con la construcción de la plaza Karlsplatz tomó este nombre ya que, además, debió de ser reconstruida. La segunda de ellas es Isartor y esta si que se mantiene en pie desde el año 1337, pese a que fue gravemente dañada durante la II Guerra Mundial. Y la última de las tres es Sendlinger Tor, la más antigua de las tres, data del año 1318 y fue prevista como salida comercial para los mercaderes que viajaban a Italia.
Palacio de Nymphenburg
Antigua residencia real de verano, hoy pertenece a la lista de los edificios más importantes de Múnich.
Firmado por Agostino Barelli.
Este descomunal palacio se encuentra en el distrito de Neuhauser. Fue una obra del famoso arquitecto Agostino Barelli quien fuera también el encargado de levantar el famoso Theatinerkirche, uno de los edificios del siglo XVII más importantes de la ciudad. De este modo, en 1664, bajo petición de los reyes Fernando María de Baviera y su esposa Enriqueta Adelaida de Saboya se inauguró esta residencia de verano real. Aunque primeramente no fuera una obra tan gigantesca como la actual. De hecho, los espectaculares jardines que rodean el edificio y que dan forma a la finca se unieron en el siglo XIX imitando los jardines de estilo inglés y dándose por acabadas las reformas en el palacio. Por cierto, en las caballerizas de la finca se esconde el Museo de las Carrozas, esta exposición guarda los diferentes carruajes originales que utilizó la familia real desde el siglo XVII en adelante.
Residencia de Múnich
Enorme palacio urbano en medio de la ciudad. Muchos son los motivos que lo convierten en una visita imprescindible.
Gigantescas dimensiones.
La antigua residencia oficial de los reyes de Baviera es el palacio urbano más grande e importante de la ciudad. Ubicado a pocos metros de Odeonplatz, también sirve como resumen de todas las etapas históricas por las que ha pasado Múnich. Este gigantesco edificio se levantó hacia el año 1385, en plena Edad Media, como residencia real. Y esa función cumplió hasta 1918. Pero durante todo ese tiempo intermedio, el palacio fue aumentando en extensión, de hecho, su plano original preveía un edificio modesto y sobrio. Sin embargo, entre los años 1750 y 1755 se construyó una de las salas indispensables en su visita: el Teatro Cuvillés. Pese a ser destruido durante la II Guerra Mundial, fue restaurado posteriormente. Es una de las obras más representativas de la etapa rococó de la ciudad. Y, por supuesto, el castillo encierra un tesoro. Fue creado por Alberto V y contiene todas las joyas de la Casa Wittelsbach desde el siglo XVI.
Odeonsplatz
Importante, monumental y cargada de historia. Así es una de las principales plazas muniquesas.
Testigo histórico.
La plaza que fue testigo de los sangrientos acontecimientos del llamado Golpe de Múnich en el año 1923 es una de las principales plazas de la ciudad. El 9 de noviembre de dicho año, simpatizantes del movimiento nazi se enfrentaron a las fuerzas de seguridad de Baviera dejando tras de sí dieciséis muertos y uno de los capítulos más negros de la historia de la ciudad. La plaza recibe su nombre gracias a la ubicación en ella del edificio Odeón, antiguamente una de las salas de conciertos más importantes del mundo. Todo el coso está rodeado de majestuosos edificios ya que, no en vano, fue diseñada como la entrada principal a la ciudad y como tal debía mostrar lo mejor. A un lado, el Feldhernnhalle (Pórtico de los Mariscales), uno de los principales edificios que guardan el recuerdo del reinado de Luis I. En el lado opuesto, la Residencia Real y el popular Hofgarten, enfrentado a Theatinerkirche, una de las iglesias barrocas más importantes de Múnich.
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