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Guía turística: qué hacer y ver en Nueva York
Todas las oportunidades del mundo, en una sola ciudad.
De la abrumadora cantidad de ciudades existentes en el mundo, ¿cuál es la principal? ¡Exacto! Nueva York. Y es que prácticamente toda persona contestaría a esta pregunta con la misma respuesta. Serán sus rascacielos (Empire State), su diversidad cultural (Moma, Metropolitan, Guggenheim), su diversidad étnica (Chinatown y Little Italy entre otros vecindarios) o las luces y el ajetreo (Broadway y 5th Avenida); nadie lo sabe con exactitud, si bien todo el mundo es consciente de que, Nueva York, te atrapa. No importa de dónde seas, o lo que hayas viajado, cuando llegas a la “Capital del Mundo” por primera vez, te sientes, ¡fascinado! Con sus más de 18M de habitantes entre sus 5 distritos, Nueva York es una ciudad que te ofrece entretenimiento a cualquier hora del día, y de la noche. ¡Te espera con los brazos abiertos!
Así lo ven otros viajeros
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Vida nocturna
Restaurantes, pubs, discotecas, todo lo que se te ocurra y más lo encontrarás en esta trepidante ciudad.
La ciudad que nunca duerme.
La vida nocturna de Nueva York te ofrece todo lo que se te pase la cabeza. No en vano, la llaman la ciudad que nunca duerme y los motivos están claros. En la plaza de Times Square, debido a los gigantescos y numerosos carteles luminosos que rodean todas sus calles, parece que nunca anochece. En este punto encontrarás todo tipo de restaurantes y pubs para cenar hasta altas horas (ten en cuenta que en Nueva York la cena suele ser a una hora más temprana que en Europa). Después, cada zona te ofrece una ambiente diferente. El barrio del Soho puede ser una de las alternativas más sugerentes. En su entramado de calles están los locales más de moda de la ciudad. Aprovecha para conocer la discoteca Webster Hall, (situada en la 125E con la 11), uno de los locales más famosos de la ciudad. La hora habitual de cierre son las 4:00 de la madrugada.
Baseball en NYC
¿Los Yankees o los Mets? Ir a un partido de baseball es como formar parte de una peli americana.
Americanísimo deporte.
El baseball es, junto al baloncesto, el deporte más importante de Estados Unidos. Se sigue de una manera fanática y multitudinaria. Posiblemente no hayas visto un partido nunca y la visita a la ciudad puede ser la excusa perfecta para hacerlo. En Nueva York hay dos equipos importantes y, por supuesto, enfrentados entre sí: los Yankees y los Mets. Los primeros juegan en un gigantesco estadio en el barrio del Bronx y los Mets tienen su campo llamado City Fields en Queens. Elige tu equipo y acude al estadio. Una vez dentro prepárate para el espectáculo. Seguramente lo hayas visto en numerosas películas pero lo habitual es comprar comida para ver el partido. Los cacahuetes, nachos mexicanos y perritos calientes... Todo lo que veas a partir de ahora es típicamente americano, ¿estás listo?
New Jersey
Son muchos los que trabajan en Manhattan y duermen en New Jersey. El mismísimo Bruce Springsteen es un buen ejemplo.
La ciudad dormitorio.
New Jersey es el estado contiguo a Nueva York pero está tan cerca que se ha convertido en una ciudad dormitorio de la capital del mundo. Cada día son miles y miles de personas los que atraviesan el río Hudson para venir a trabajar a Manhattan. Por el contrario, también miles de personas lo cruzan en dirección contraria para visitar esta ciudad. De hecho, el turismo se ha convertido en uno de los pilares importantes para la ciudad de New Jersey. Sobre todo en verano, sus playas son buscadas por muchísimos americanos y turistas que huyen del sofocante calor del centro de la ciudad. Hay grandes artistas que han salido de esta ciudad y que mantienen su vivienda aquí pero la que se lleva la palma es la casa de Bruce Springsteen, la superestrella del rock sigue residiendo aquí. Cada día son muchos los curiosos que se acercan a su anterior vivienda en la calle West End Court donde se dice que escribió el famoso álbum Born to run en 1975.
El Bronx
Con ciertas partes algo inseguras, está repleto de cosas interesantes que ver. Un autobús guiado es una excelente opción para recorrerlo.
El barrio oscuro.
Algunas zonas de este barrio se han ganado, a lo largo de la historia, la fama de ser más más oscuras de Nueva York. Mezcla zonas de clase media con zonas más pobres, allí se refugiaron las etnias que llegaban a América formando los conocidos ghetto. Su aparición en innumerables películas como Wall Street (del director Oliver Stone) lo han convertido en una de las visitas más demandadas por los turistas. Aquí se concentran lugares de mucho interés como el estadio de los Yankees, el popular zoológico del Bronx y la casa-museo de Edgar Allan Poe, el poeta maldito. Aunque desde hace años este barrio es más seguro, te recomendamos que solo lo visites en un autobús organizado: verás las zonas más populares con seguridad.
Brooklyn
Lugar soñado para vivir lejos del bullicio de cualquier neoyorquino.
Barrio con identidad propia.
Como seguramente sabrás, Nueva York está formado por cinco enormes barrios: Manhattan, Queens, Bronx, Staten Island y Brooklyn. Este último hasta 1898 fue independiente. A pesar de pasar a formar parte de Nueva York, sigue manteniendo una forma de vida y una identidad propia. Al otro lado del puente de Brooklyn (visita obligada) la vida de Nueva York cambia. Con más de dos millones de habitantes, el mestizaje es absoluto ya que era uno de los principales destinos para los emigrantes. Ahora se ha convertido en uno de los lugares más demandados por los neoyorkinos que huyen del bullicio y de los precios de Manhattan. De hecho, en la última década, este gigantesco entramado de edificios y calles tranquilas y residenciales es una de las zonas más de moda para vivir y visitar. Aunque aquí no vas a ver grandes monumentos sí que vas a poder contemplar el auténtico american way of life.
Hill Country Bar
Comida típica, música country y ambiente americano. No te lo pierdas por nada del mundo.
Cien por cien americano.
En la calle 30 con la 26 (así se ubican los sitios en Nueva York) encontrarás el Hill Country Bar y en él, uno de los lugares más típicamente americanos. Se trata de un bar y restaurante con música en directo: muy recomendable por la noche. En su planta baja, una curiosa mezcla de bar y restaurante hace las veces de sala de conciertos con mesas gigantes en las que cenar mientras disfrutas de una actuación del mejor country de la ciudad. Desconocidas pero geniales bandas locales ofrecen conciertos cada noche. En la planta de arriba deberás escoger al peso la carne que quieres que te preparen a la parrilla en el momento y..., ¡cuidado con las cantidades! Aunque muy sabrosas, la comida es muy fuerte. Te recomendamos que pruebes las costillas con sus salsas mientras te cantan aquello de 'She´s an american girl' de Tom Petty. ¿Hay algo más americano?
El barco taxi
Un paseo en un water taxi nada más aterrizar te ayudará a orientarte en la Gran Manzana.
Curiosos barcos amarillos.
Hay varias formas recorrer la ciudad de Nueva York. Posiblemente la más rápida sea el taxi o, según en qué zonas, el autobús. No obstante, te recomendamos que, al menos una vez, tomes el llamado Water Taxi. Se trata de esos barcos amarillos que verás a menudo y está muy bien hacerlo a tu llegada a Nueva York. La explicación es sencilla. Estos taxi acuáticos recorren durante 90 minutos toda la península de Manhattan explicándote dónde está cada zona de la ciudad. Verás la Estatua de la Libertad, la isla de Ellis y New Jersey, atravesarás todo el río Hudson y llegarás hasta el puente de Brooklyn. Te servirá para ubicarte y orientarte en la ciudad antes de comenzar a recorrerla. Además, contemplar Manhattan desde un barco en mitad del río Hudson es un viaje precioso. Un truco: toma este crucero a última hora de la tarde para ver la puesta de sol sobre Nueva York desde la cubierta del barco. No lo olvidarás.
Musical en Broadway
¿Te gustan los musicales? Impensable irte de la ciudad sin disfrutar de uno de sus espectáculos en esta mítica calle.
Capital del teatro.
Nueva York es la ciudad del espectáculo y su popular calle de Broadway es el epicentro teatral: ir a ver un musical en Broadway puede ser una oportunidad única en la vida. Por esta histórica calle han pasado los shows más importantes del mundo y aún hoy en día continúa siendo así. Desde Times Square hasta las calles adyacentes abren sus puertas cada día más de 40 teatros. Suelen dividirse en tres categorías: On Broadway, Off Broadway y Off-off Broadway dependiendo de la importancia del espectáculo y del teatro. Pero no te dejes engañar, cualquier espectáculo programado allí te encantará. En la plaza de Times Square hay una tienda llamada TKTS donde venden entradas para el mismo día a precios reducidos. ¡Disfruta del espectáculo!
Ver un partido de baloncesto
Ver en acción a los New York Knicks es un gran espectáculo. Si puedes, ve a un partido suyo, ¡alucinarás!
¿Metemos unas canastas?
Si eres aficionado al deporte, ver un partido de baloncesto en la cuna de este deporte es un espectáculo que no puedes perderte. En Nueva York tienes varias opciones para disfrutar de un partido del más alto nivel. Sin embargo, te recomendamos que, si puedes, veas a los New York Knicks. Son el equipo local y los mayores representantes de la NBA en la ciudad. Su estadio es el Madison Square Garden, una de las canchas más importantes del mundo. La liga de la NBA va de octubre a abril aproximadamente y puedes adquirir las entradas en el propio estadio. Si tienes tiempo cómpralas con varios días de antelación para conseguir una buena zona. Una vez dentro prepárate para ser testigo de cómo les gusta el espectáculo a los neoyorkinos. Todo gira alrededor del espectáculo, desde los hinchas hasta las animadoras que salen a bailar en los tiempos muertos. Puedes incluso comprar una de esas manos gigantes tan típicas de estos encuentros.
Madison Square Garden
Un artista no es una verdadera estrella hasta que no actúa aquí. Los más grandes ya lo han hecho.
Gran estadio y escenario.
Este enorme estadio está situado entre la calle 33 y la 7º avenida. Es el tercer intento de gran estadio de la ciudad y desde su apertura en 1968 ha acogido los mayores y mejores espectáculos de la ciudad en todos los ámbitos. Es el campo de los dos equipos de baloncesto de la ciudad (recuerda que el baloncesto y el baseball son los dos deportes mayoritarios en Estados Unidos) los New York Knicks y los New York Rangers. Además, es posiblemente el escenario más importante del mundo para la música y para los cantantes. Por aquí, pasan y han pasado las estrellas más grandes del mundo, desde Led Zeppelin (aquí grabaron su famoso documental en 1973) hasta Michael Jackson, Bruce Springsteen o la actual Beyoncé. Se dice que un artista no es una verdadera estrella hasta que no haya actuado aquí. Ya sea deporte, música o espectáculos circenses, te recomendamos que visites este lugar. Puedes llegar a él caminando desde Times Square. Es una de las visitas obligadas de Nueva York.
Las jugueterías más famosas del mundo
Todos soñamos de niños con tocar el piano de la película Big. En FAO Schwarz podrás hacer tu sueño realidad.
Ese famoso piano gigante.
Los niños también tienen su hueco en los días de shopping de la gran ciudad. Las jugueterías más famosas del mundo también están aquí. De hecho, en la misma Quinta Avenida está la tienda de las tiendas para los niños. Se trata de FAO&SCHWARZ. Una paraíso para los más pequeños. Este establecimiento, abierto en 1862, guarda en su interior el famoso piano gigante sobre el que Tom Hanks bailó en la película Big. Este piano aún sigue expuesto en su gigantesco escaparate y montones de niños entran cada día para probarlo. Si bien es cierto que la tienda tiene fama de tener precios muy elevados, puedes encontrar todo tipo de detalles, regalos y recuerdos a precios muy asequibles. En cualquier caso, solo la visita a la tienda ya es una experiencia encantadora. Si entras con niños, prepárate, seguro que se les antojará un recuerdo neoyorkino.
Mercadillos en NYC
Hasta los mercadillos son de lo más cool en la ciudad de los rascacielos. ¡Compruébalo!
Chollos neoyorquinos.
Encuentra de todo. Los mercadillos en Nueva York son una buena forma de encontrarte ofertas y chollos así como recuerdos y cosas varias e impensables de la ciudad. En la ciudad se llaman 'flea market' que quiere decir mercado de pulgas. Te recomendamos un par de ellos que debes visitar. En primer lugar, el Williamsburg Flea, que se celebra todos los domingos por la mañana. Ubicado en el corazón de Brooklyn, en el centro de East River Park, tiene el aliciente de ser el mercadillo más cool de Nueva York y, a la vez, poseer las mejores vistas panorámicas que puedas imaginar. También está el Hell´s Kitchen durante el fin de semana, en el edificio Antiques Garage (situado en la 112 West con la 25 street). Dicen que es el mejor mercado de segunda mano, no solo en ropa, sino que puedes encontrar desde porcelana hasta discos usados.
Música en el Village y el Soho
Si eres uno de esos amantes empedernidos de la música, ¡no te pierdas estas zonas!
Música especial y especializada.
El Soho y el Village se han convertido en las más populares y culturales de Nueva York y del mundo, especialmente si hablamos de lo underground y lo alternativo. Para los amantes de la música este conjunto de calles encierra un montón de tiendas especializadas en discos de segunda mano, colecciones de vinilo y todo tipo de objetos relacionados con la música. Si te consideras un melómano debes visitar en primer lugar Bleecker Street Record (en la propia calle Bleecker, 239), un templo de la música donde encontrarás gran cantidad de discos descatalogados, ediciones piratas y rarezas. A pocas calles de distancia, en el número 35 de la calle Carmine, encontrarás House of Oldies. Esta casa lleva abierta muchos años y está especializada en música de todos las épocas.
Macy´s
Si buscas grandes marcas americanas visita Macy's. Aquí las encontrarás, ¡con increíbles descuentos incluidos!
La tienda más emblemática de la ciudad.
Macy´s no es solamente un centro comercial, se trata de toda una institución dentro del shopping americano. Es la red de centros comerciales más popular en toda Norteamérica y su sede de Nueva York te dejará, cuanto menos, sorprendido. Se encuentra entre la 6º y la 7º avenida, a la altura de las calles 34 y 35. En su interior, más de seis plantas solo de tiendas en las que te podrás perder durante horas y horas. Una de las razones por las que es uno de los sitios preferidos para ir a comprar es por la gran variedad de ropa que tienen y por sus precios. A pesar de no ser una tienda barata para los neoyorkinos, para los turistas europeos suele ser un lugar en el que encontrar mucha ropa de marca con grandes descuentos. Por cierto, al salir toma de recuerdo una de las clásicas bolsas del establecimientos. Son todo un emblema.
El mundo tecnológico
Aprovechar tu viaje a Nueva York para hacer compras tecnológicas no es descabellado: encontrarás lo último a los mejores precios.
Paraíso de la electrónica.
Nueva York se ha ganado la fama de ser el paraíso de la electrónica. Es uno de los sectores donde más fácil es conseguir enormes descuentos frente al resto de países. Son muchísimas las tiendas dedicadas a la electrónica. Para empezar, te recomendamos que te dejes caer por la tienda J&R. Este establecimiento abre sus puertas en el 23 de Park Row y desde hace años ha mantenido la fama de tener todo lo que se te pueda ocurrir en lo referente a electrónica y telefonía móvil y, sí, los descuentos son muy grandes. Para los amantes de la fotografía, en la calle 34 con la 9º avenida se encuentra B&H. Aquí podréis encontrar lo mejor en fotografía profesional a unos precios increíbles. Por cierto, cierra los sábados pero abre los domingos.
Embarcar con compras
¿Has comprado algo que no te cabe en la maleta? No te apures. En la tienda te ayudarán al respecto.
Está permitido y es bien fácil.
A menudo viajar a Nueva York es una ocasión única para comprar un montón de productos que no se encuentran tan fácilmente en otros puntos del mundo. Además tanto en moda como en electrónica, música y otros ámbitos, los precios de Nueva York presentan unas sustanciosas rebajas, en la mayor parte de los casos porque son fabricados en América y las tasas de aduanas y otros factores que encarecen el producto, aquí no aplican. Si planeas comprar algo grande, algo que excede los límites del equipaje de mano puedes estar preocupado por su transporte en avión. Es habitual la compra de instrumentos musicales que son suficientemente delicados como para no poder ser facturados. En la mayoría de los casos, puedes solucionar este problema en la misma tienda. Existen unos formularios a rellenar por ambas partes que deberás presentar junto al paquete en el avión y podrás llevarlo contigo.
La ruta de Carrie Bradshow
Carrie Bradshaw elevó la ciudad a su máxima potencia. Fotografiarse en la escalinata de su vivienda es ahora un must.
Sexo en Nueva York.
Desde hace varios años la serie de televisión Sexo en Nueva York se ha convertido en un enorme fenómeno de masas y una de las nuevas señas de identidad de la ciudad. Además, la residencia ficticia de su protagonista, el personaje Carrie Bradshaw, es un lugar real de la ciudad y se encuentra en el 66 de la calle Perry. Esto ha fomentado que miles de seguidores de todo el mundo, se personen en esta dirección del barrio del Village para hacerse una foto en la escalinata. No solo eso. Al tratarse de una barrio con un gran interés en la moda, alrededor de esta calle, hay un montón de tiendas de ropa y ahora se conoce como la ruta de tiendas de Carrie Bradshaw o de Sexo en Nueva York.
Las tiendas del Soho
Las tiendas del Soho son diferentes y estilosas. ¡Y hay opciones para todos los bolsillos!
Con mucho estilo.
Bienvenido al barrio alternativo y underground de la ciudad. En este cuadrado de la ciudad vas a encontrar una zona de tiendas diferente: estética surf, hip hop, grunge o hipster. Por un lado, muchas tiendas de grandes marcas a precios más bajos, como es el caso de la tiendas de Levi´s. También son muchas las tiendas de ropa de alta calidad pero de marcas menos conocidas: es uno de los principales atractivos de la zona. En la zona más cercana a la calle Bowery (límite este) encontrarás tiendas de música y de discos. Multitud de música descatalogada, discos de segunda mano y colecciones de vinilos muy difíciles de encontrar.
Abercrombie & Fitch
Parece una discoteca pero no lo es. Ropa cara amada por los más jóvenes de la ciudad.
Número 720 de la Quinta.
Pese a que Nueva York sea conocida como la capital del mundo, esto es un lugar caro para las compras. Aquí, comprar diferentes productos, como ropa, a precios mucho más asequibles es posible y habitual: puedes encontrar productos de marcas americanas como Levi´s a precios mucho más bajos. No es el caso de Abercrombie & Fitch que, desde hace muchos años, se ha convertido en uno de los iconos de la ciudad. Esta marca de ropa tiene varias tiendas por el estado pero la central se encuentra en el número 720 de la Quinta Avenida, es como entrar en una discoteca. La luz es oscura, la música es atronadora y está llena de jóvenes. Aunque apenas puedas distinguir los colores de la ropa, no tiene importancia, su éxito es arrollador.
La Quinta Avenida
Esencia de la Gran Manzana, no puedes irte sin pasear por la avenida más famosa del mundo.
Archiconocida.
La Quinta Avenida es una de las calles más famosas de Nueva York. Recorre de punta a punta la ciudad para terminar en Central Park. Son varios los motivos que la han convertida en una avenida tan popular. En primer lugar, por sus tiendas, las mejores del mundo tienen su sede aquí. El lujo, la sofisticación y la apariencia están en forma de locales en varios números de esta calle, especialemente en la parte más cercana a Central Park encontrarás Apple, Cartier, Abercrombie&Fitch. El tramo que va desde el edificio Flatiron hasta Washington Square también tiene muchas y conocidas tiendas entre las que destaca edificio de Victoria's Secret. Además, al recorrerla te encontrarás con numerosos monumentos de la ciudad como la Biblioteca Pública, el Empire State Building o la catedral de San Patricio.
La Isla de Ellis
Antaño, era el punto más significativo para cualquier emigrante. Hoy, te sonará gracias a El Padrino II.
La puerta de América.
También conocida como la puerta de América, desde el año 1900 los emigrantes que procedían de Europa o de cualquier punto del mundo debían pasar por aquí si querían conseguir el sueño de hacer las Américas. Aquí estaban las oficinas y puestos de control de emigración. Teniendo en cuenta que Norteamérica es un lugar levantado por emigrantes, éste era un lugar muy significativo. Está a pocos metros de la isla de la Estatua de la Libertad aunque seguramente la reconocerás porque ha aparecido en multitud de películas: la escena más famosa es la de El Padrino II. Podrás llegar a ella en barco y te recomendamos que aproveches la excursión de la visita a la estatua de la Libertad para recorrerla. Toda la isla gira en torno al museo en el que han convertido las oficinas, uno de los mejores de la ciudad.
El paseo del puerto de Nueva York
Este paseo no tiene desperdicio. Si te toca un día soleado, lo podrás disfrutar al cien por cien.
Agradable paseo.
Si el día acompaña y hace sol este paseo que te proponemos puede ser una de las excursiones más agradables por Manhattan. Comienza en el lugar que ocupaban las torres gemelas caídas en los atentados del 11 de septiembre: la zona cero y la iglesia de Saint Paul, lugar desde donde se estableció la base de salvamento durante el atentado y que, ahora, es un museo que conmemora a los caídos. Desde allí, por la orilla del río Hudson hay un precioso paseo desde el que contemplar, a un lado, el río, la Estatua de la Libertad y Nueva Jersey y, al otro, el centro financiero de Nueva York. Por aquí llegarás hasta el Battery Park después de haber atravesado Wall Street. Aquí encontrarás un montón de restaurantes donde sentarte a descansar observando, a un lado, los enormes barcos y al otro, el puente de Brooklyn.
NYC desde al aire
20 minutos desde el cielo son suficientes para admirar las vistas aéreas de la ciudad. Realmente espectacular.
Un paseo por las nubes.
Una manera diferente y espectacular de contemplar la gran ciudad es dar un paseo en helicóptero por Manhattan. Se trata de una iniciativa bastante común y es, sin duda, inolvidable. Te recomendamos que lo hagas en los últimos días de visita, cuando ya tengas una idea clara de cómo es la ciudad y de cómo está distribuida. De este modo, sobrevolarás la Gran Manzana reconociendo los lugares en los que has estado. Desde el río Hudson hasta Central Park, atravesando los siete puentes y después, por el centro sorteando el edificio Chrysler, el Empire State y el Rockefeller Center. Este viaje dura aproximadamente 20 minutos desde el helipuerto del Downtown (junto al puerto, en la zona sur). Cuesta alrededor de 150 dólares y la experiencia es inigualable. Eso sí, te avisamos de que, debido al éxito que tiene, deberás hacer la reserva con tres días de antelación.
Misa gospel en Harlem
Altamente recomendable vivir este ritual en primera persona. Te pondrá los pelos de punto.
Inolvidable.
Si vas a acudir a una misa gospel, te recomendamos que lo hagas en el barrio de Harlem (hay otros lugares en la ciudad a los que acudir). Prepárate para una de las experiencias más inolvidables que vas a vivir en Nueva York. Estas misas son un ritual que se lleva a cabo en las iglesias baptistas. Los fieles acuden cada domingo por la mañana luciendo sus mejores galas para reunirse con el resto de feligreses. El acto es una mezcla de música y oración sobrecogedora cuyos principales argumentos son el amor a Dios y al prójimo lo que hace que el visitante se sienta muy integrado en la ceremonia. La música en directo se convierte en un concierto como nunca hayas visto y la entrega de los asistentes es muy intensa y espiritual. En la calle 116 con Lexon Avenue (puedes ir caminando desde Central Park) se encuentra una de las iglesias más recomendables para asistir ya que no es especialmente turística.
Ferry hasta Staten Island
Este ferry te lleva a Staten Island: es gratis y no suele haber colas. ¡Una gran opción!
En Whitehall Street.
Este es un pequeño truco que te enseñamos. Se trata de un ferry que se toma en Whitehall Street (misma parada de metro) y te llevará hasta Staten Island atravesando la isla de Ellis y la Estatua de la Libertad desde sus alrededores. Este taxi presenta varias ventajas. La primera es que es gratuito debido a una curiosa circunstancia. El dueño de esta línea de taxis cedió al ayuntamiento de Nueva York la explotación de su negocio a cambio de que la entrada nunca costara más de 25 centavos. El ayuntamiento se dio cuenta de que era más sencillo ofrecerlo gratuitamente que cobrar ese precio. La segunda de las ventajas es que no tendrás que aguantar las enormes colas que se suelen formar en Battery Park para tomar los barcos. El inconveniente principal es que no hace una parada en la estatua de la libertad. Sin embargo, desde los atentados, las visitas al monumento están muy restringidas por lo que esta puede ser una gran alternativa.
Desde las torres hasta el puerto de Nueva York
Realizar este recorrido es imprescindible. Entre otras cosas, calarás la emotividad y todavía tristeza de la zona cero.
Interesante recorrido.
El lugar que antes ocupaban las torres gemelas, ahora lo ocupa la zona cero. Las tristemente desaparecidas torre, han dado lugar a un enorme proyecto donde se está levantando una torre aún mayor que será conmemorativa y nueva imagen de la ciudad de Nueva York llamada the Big One. A tu espalda, se encuentra la iglesia de Saint Paul, con el museo conmemorativo a las gentes que ayudaron durante los atentados. Al frente comienza el barrio financiero de Nueva York. Al final de la calle, dejando atrás la Reserva Federal y el Banco de Nueva York, llegarás al final de Wall Street y su popular estatua del toro. Ahora te falta buscar el edificio de La Bolsa, ese edificio que, cada día, mueve prácticamente él solo la economía y los mercados de todo el mundo. Si continúas caminando, llegarás al puerto de Nueva York.
El Soho
Ambiente underground y cool en el barrio de moda de la ciudad. Famoso por su prestigioso y exclusivo shopping.
South of Houston Street.
Llamado así como abreviatura de South of Houston Street, está situado entre Little Italy y Chinatown al sur. En las décadas de 1960 y 1970 este barrio fue el barrio de los artistas y de los locales más vistosos de la ciudad. Tiempo después, debido a la revalorización del mismo, las estrellas se marcharon pero no su ambiente. Ahora es el barrio underground de Manhattan y aunque solamente residan los ejecutivos en él, mantiene un ambiente cool que hace que sea uno de los populares de la ciudad. En sus calles se mezclan muchos locales de moda, tiendas de discos antiguos y una gran cantidad de tiendas de ropa. De hecho, es uno de los lugares más prestigiosos en cuanto al shopping se refiere. Te recomendamos que pasees con calma por estas calles para empaparte del sabor del barrio. Además, encontrarás un buen puñado de lugares donde comer a buen precio si quieres aprovechar para descansar y, simplemente, observar a la gente que pasa.
Little Italy
Aires italianos para la ciudad de los rascacielos. La esencia italiana aún perdura en la Gran Manzana.
Nolita.
Como si estuvieses paseando por el Nueva York de 1900, el barrio de Little Italy (conocido como Nolita) se mantiene como si no pasase el tiempo por sus calles. Aquí se concentró una gran parte de los emigrantes italianos que huyeron a América durante los siglos XIX y XX. Se refugiaron en este barrio que ocupa una parte de la zona centro, casi llegando al distrito financiero, entre las calles Broadway y Bowery. Es curioso como al adentrarte en estas calles, cesa, en gran medida, los ruidos y el ritmo vertiginoso de la ciudad y se convierte en un montón de calles llenas de restaurantes y cafeterías con terraza en las aceras donde la gente camina tranquila y sin prisa. La población italoamericana ya se ha marchado de este barrio pero, al igual que Chinatown, conserva el ambiente de lo que fue. Al norte, junto a la calle Houston, nos muestra el mestizaje actual del barrio con Manhattan.
Central Park
La segunda casa de Woody Allen es el parque más famoso y mediático del mundo entero. Algo tendrá…
Todos lo conocemos.
Bienvenido al parque más famoso del mundo. Lo has visto en todo tipo de fotografías y postales, en series de televisión y en películas de todo tipo entre las que destacan las de Woody Allen. De hecho se dice que nadie es neoyorkino del todo hasta que no se haya encontrado con el director en Central Park. El parque fue diseñado hacia 1858, momento en el que Nueva York empezaba a crecer desmesuradamente como una zona de descanso para todos los trabajadores que cada día se amontonaban en Manhattan. Ahora más de 25 millones de personas lo visitan al año. Te recomendamos que alquiles una bicicleta para recorrerlo. Es un precioso paseo y te dará tiempo a ver las praderas donde se mezclan los partidos de baseball con los picnics, los estanques y fuentes, el enorme lago que ya está colindando con Harlem y el rincón de John Lennon. En este lugar, una baldosa en el suelo reza 'Imagine', canción por la que será recordado el cantante. Frente a ella, los apartamentos Dakota donde fue asesinado en 1980. Este enorme parque es uno de los rincones más bonitos de Nueva York.
Dulces en Manhattan
¿Un edificio de tres plantas lleno de caramelos, chocolatinas y demás variantes? ¡Sí! Así es Dylan's Candy Bar.
La parte más dulce.
Va a sorprenderte la afición de esta ciudad por los dulces. En cada barrio puedes encontrar pequeñas y grandes tiendas de caramelos o de pasteles. Entre todas éstas, la ciudad acoge a una de las tiendas más completas del mundo. Dylan's Candy Bar, en la Calle 60 con la Tercera Avenida, es un sitio donde cualquier pequeño se va a quedar boquiabierto. A lo largo de tres plantas se disponen un numero increíble de variedades de golosinas y chocolatinas. Por otra parte, yendo al 108 de Rivington Street, te encuentras con Economy Candy. Esta genuina tienda está especializada en las antigüedades dentro del dulce. En sus estanterías encuentras desde marcas que quizá pensabas que ya no existían, hasta caramelos actuales con diseño retro. El lugar es perfecto también para llevarte un recuerdo muy original de la ciudad.
Sitios en Little Italy
Italia está bien presente en la ciudad, y, para muestra, Little Italy, llena de apetecibles restaurantes italianos.
Mamma mia!
La mejor manera de visitar este barrio es hacerlo a la hora de comer. La influencia italiana en la gastronomía de este país está muy presente. La Pequeña Italia es el sitio por excelencia donde probar el resultado de esta mezcla tan conocida. Aquí cualquier restaurante es bueno para pararte a comer: al margen de la pizza y los espagueti con albóndigas no puedes irte sin probar los típicos cannoli. Este dulce originario de Sicilia es de lo más popular de la gastronomía italiana. Se trata de una mezcla de queso con dulces como chocolate, vainilla o frutas. Este barrio es casi el único sitio de la ciudad donde puedes encontrar cannolis artesanales. Si pasas durante la tardem aprovecha para probar un auténtico gelato en cualquiera de las heladerías del barrio.
Cena en el Hudson
Cena romanticona a la luz de Manhattan, seguida de baile y copas, así que, ¡ve preparado para todo!
El plan más romántico.
Solo para los más románticos. Atravesar el río Hudson cenando en una cubierta al aire libre es todo un clásico. No obstante, es indudablemente una manera perfecta de terminar un día en la ciudad. Hay que estar prevenidos, ya que después de la cena suele haber baile. Así, la jornada se alarga durante unas tres horas. El paseo es además una manera única de observar Manhattan. Por la noche, ver las miles de luces que se encienden iluminándola es una de las fotografías más conocidas del mundo. Desde el interior del río, tendrás una visión excepcional. El viaje recorre además una gran parte de la isla. Hay varias empresas para elegir, pero todas suelen salir de muelle de Chelsea en Manhattan o del Weehawken en New Jersey. Desde cualquiera de éstos, el recorrido abarca todo el borde de la mitad sur de la isla.
Café neoyorquino
El café es protagonista en las calles neoyorquinas. Saborearlo mientras paseas está de moda, ¿te apuntas?
Papel protagonista.
El café aquí es uno de los protagonistas durante todo el día. Al ir caminando vas a encontrarte constantemente con transeúntes tomándolo para llevar. Tanto si eres amante de esta bebida como si necesitas energía a media mañana o después de comer, merece la pena unirte a ellos. Las dos opciones para tomarlo son, bien sentarte un rato en una cafetería, o bien pedirlo para llevar. Si vas con prisa, puedes pedir en cualquier cafetería que encuentres, aunque la estrella indudable es la famosísima cadena Sturbucks. Por el contrario, conviene tomarse diez minutos al menos una vez para disfrutar de alguno de los peculiares cafés. Algunos son el original D'Espresso en Madison Avenue, donde vale la pena ir solo para ver la decoración. El Café Gitane en Mott Street es un auténtico emblema de Little Italy. En el Soho, el Café Café tiene un agradable ambiente cosmopolita.
Shake Shack
¿Las mejores hamburguesas de la ciudad? Voilà! Aquí están sin duda alguna.
Largas pero rápidas colas.
Es conocido por tener las mejores hamburguesas de la ciudad. Sea cierto o no, esta cadena de burgers es una opción perfecta para comer. Además de tener el cariño de los ciudadanos, se aleja de los cánones típicos de las cadenas de comida rápida. De entre todos sus locales, la mejor opción sin duda es la del Madison Square Park. Situada en el interior del parque, tiene una terraza donde disfrutar de la comida. También puedes pedirla para llevar e improvisar un pequeño picnic en el césped. Al ser unas hamburguesas tan populares no te asustes por la larga cola que verás al llegar, ya que el servicio es bastante rápido. De todos modos, si la ruta que tienes planeada no pasa por el parque puedes probarla en otro de sus locales. Tienes uno en la Octava con la 44, en la Calle Murray sobre el Battery Park, otro junto al Museo de Historia Natural y en la 86 con la Tercera Avenida.
Hamburguesas auténticas en Nueva York
Cuanto menos conocido sea el local, mejor estarán sus hamburguesas. Déjate llevar por tu intuición y disfruta.
Hamburguesas secretas.
En esta ciudad hay un secreto para comer hamburguesas: cuanto más escondido está el local, mejor. En sus calles se reparten cientos de bares de hamburguesas y cada uno tiene su encanto. Pero lo mejor si quieres disfrutar de las auténticas hamburguesas neoyorquinas es evitar los grandes restaurantes. Si en un paseo ves una puerta pequeña bajando unas escaleras o un neón con la palabra burger parpadeando, apúntalo para ir a cenar por la noche. Alguna opción escondida es el Burger Joint en el interior del hotel Le Parker Meridien en la calle 57. Al ir, que no te engañe el lujo del hotel, pues el sitio hace honor a su nombre el antro de la hamburguesa. No obstante, es una elección favorita y secreta para muchos neoyorquinos. Otra es el Paul's Burgers en el 131 de la Segunda Avenida. Algo menos escondido pero con el mismo encanto humilde y urbano.
Pastelería Magnolia Bakery
Home made cupcakes, tarta de calabaza o galletas. ¡Te sonará gracias a Sexo en Nueva York!
Mmm… ¡Huele a galletas recién horneadas!
Nueva York también piensa en los más golosos. De hecho, hay unos cuantos tipos de dulces genuinamente americanos que no puedes dejar de probar. El primer sitio ideal para hacerlo es la pastelería Magnolia Bakery en el 401 de Bleecker Street. Aquí los dulces se hacen de manera artesanal y ya solo entrar para ver la decoración vale la pena. Casi viajando a los años cincuenta, dentro de este sitio puedes probar sus cupcakes coronadas con diferentes sabores, sus galletas o su tarta de calabaza. Es posible que al entrar te suene el sitio, ya que es uno de los más recurrentes de la serie Sexo en Nueva York. A parte de ser uno de los iconos de la ciudad, esta serie ha introducido a esta pequeña pastelería en la ruta de muchos adeptos. No obstante, comprobarás que su fama no desmerece en ninguna medida la calidad de sus riquísimos dulces.
Carne americana en Hill Country
Salchichas, costillas, pollo y un largo etcétera al estilo Texas y al ritmo de la música country.
Folklore americano.
Este es el sitio ideal para los amantes del folklore americano. Su principal atractivo, la carne de calidad al estilo de Texas. Aunque es muy famoso por sus salchichas ahumadas, seguramente cuando vayas te cueste decidirte. Llenan la carta distintos platos de ternera, pollo y comida tradicional americana. Aquí la preparación de las costillas, bistecs o alitas fritas es garantía para disfrutar. Pero si quieres experimentar un poco, prueba los platos que menos conozcas. Es una oportunidad perfecta para conocer cosas distintas que no te van a defraudar. Si vas a comer y hay sitio, merece la pena sentarte en la terraza para ver el trajín de la ciudad. En cambio, si vas a cenar no dudes en hacerlo dentro para hacerlo en compañía de sus habituales conciertos de country. Aquí, en la Calle 26 junto al Madison Park, hay un sitio perfecto para los sureños.
Comer en la calle
No te vayas de la ciudad sin saborear el clásico hot dog americano, ¡mmm!
Auténticos perritos calientes.
En la ciudad hay mucho que ver y normalmente no hay tanto tiempo como quisiéramos. Si no quieres parar para sentarte a comer, tienes otras opciones. A poco que andes por las calles, comprobarás enseguida que hay repartidos cientos de puestos de perritos calientes. Son muy típicos en Nueva York. Suelen costar a partir de un dólar, precio que sube según vayas añadiendo complementos. No puedes dejar la ciudad sin haber probado uno. A parte de en estos puestos móviles, también puedes probarlos en locales como el Papaya King de la Calle 179 con la 86. Otra opción es la pizza. Verás que tanto en el centro como fuera de él hay incontables pizzerías, lugares estratégicos para pedir una porción y comerla sobre la marcha. En el norte de Broadway, por ejemplo, tienes Sal's and Carmine.
Desayuna en Nueva York
Empieza bien el día con un suculento desayuno al más puro estilo americano, ¡no te defraudará!
Apetitosos y abundantes.
Tomar un buen desayuno en esta ciudad es lo primero que debemos hacer antes de ir a cualquier sitio. En cualquier local de breakfast verás que aquí acostumbran a desayunar en abundancia. Básicamente, hay dos opciones. El desayuno salado de estilo inglés suele incluir tortilla, salchichas, patatas, queso, etc. El dulce se suele componer de las típicas tortitas americanas con sirope y tostadas con mermelada. Todo esto siempre acompañado de un gran vaso de café. Lo mejor para encontrar un buen sitio es mantener los ojos abiertos mientras paseas. Algunas opciones son, por ejemplo, el Metro Dinner en Broadway con la calle 100 o el Max Brenner junto a Union Square. Otra alternativa es desayunar bagels, un bollo típico judío que puedes encontrar en muchos locales especializados como en el Ess-a-bagel de la Primera Avenida.
Museo Madame Tussauds
Museo apto para todas las edades, donde te codearás con la crème de la crème… ¡De cera, eso sí!
Pasarás un buen rato.
Este lugar es a la vez el museo de cera más famoso del mundo y un entretenimiento asegurado: un lugar idóneo para visitar con los más jóvenes. Desde que el museo se fundó en Londres hasta hoy, ha abierto sucursales en las ciudades más importantes del globo. El de Nueva York, sin duda, de los más célebres. Ocupa una posición estratégica a pocos metros de Times Square por la Calle 42. Esto ayuda a que podamos unir esta visita con cualquier paseo por la zona centro de Manhattan. En su interior, puedes visitar diferentes secciones centradas en las distintas figuras de la historia y de la actualidad. La visita empieza por su recibidor con los famosos de moda. Desde ahí, se puede pasar a ver a los diferentes presidentes del país, héroes de cómic, músicos o figuras históricas internacionales.
Radio City Music Hall
Imprégnate de la esencia de los grandes como Sinatra, recorriendo sus salas o disfrutando de algún espectáculo. Recomendable.
Cuna del espectáculo.
Bienvenido a la época dorada del espectáculo. Desde que se inauguró este edificio del Complejo Rockefeller en 1932, ha sido la cuna de los eventos artísticos más importantes. Aún a día de hoy, sigue siendo un lugar privilegiado donde acudir a estrenos de películas, obras musicales, de teatro y conciertos. Pero lo que no sabe tanta gente, es que la visita guiada por su interior muestra la peculiar historia de este lugar. Al realizarla, puedes viajar a diversos momentos brillantes del espectáculo al estilo de Broadwway. Es una experiencia realmente entretenida visitar las salas donde se prepararon figuras como Frank Sinatra, Ella Fitzgerald o Ray Charles. La decoración de sus salas y pasillos, los camerinos o el propio escenario convierten el lugar en un auténtico palacio del espectáculo. Si puedes, lo mejor es completar la visita acudiendo a alguno de los shows por la noche.
Whitney Museum of American Art
Los amantes del arte contemporáneo saldrán encantados de este selecto y completo museo.
Austero pero importante.
Este lugar es solo apto para verdaderos amantes del arte contemporáneo. Al no poder exhibir su colección el Met, Gertrude Vandelbilt Whitney fundó su propio museo en 1930. Desde entonces, ha ido creciendo para convertirse en uno de los museos más importantes de su clase. Al caminar por Madison Avenue, a la altura de la Calle 75 te cruzarás con su imponente edificio gris. Su impactante presencia austera y sólida es ya una muestra de lo que te espera en su interior. Una vez entres, en las tres primeras plantas encontrarás, dependiendo de la fecha, diversas exposiciones temporales. Pero es al subir a la quinta donde puedes visitar la colección original, de las más selectas y completas en el arte contemporáneo americano. Andy Warhol, Edward Hopper o Willem de Kooning son solo algunos de los vitales autores que guarda.
Museo de la Ciudad de Nueva York
En el único museo dedicado a Nueva York te empaparás de historia local y asimilarás el estilo de vida neoyorquino.
I love New York!
Nueva York tiene algo que te hace enamorarte de la ciudad rápidamente. Si te ocurre, no puedes dejar de acercarte a la Quinta Avenida con las calles 103 y 104, encontrarás un museo que repasa su historia. Es una manera no solo de descubrir el origen de la ciudad, sino también de familiarizarte con su modo de vida. Esto se aborda desde diferentes puntos de vista. Contiene exposiciones sobre la arquitectura, decoración, obras de arte o hechos concretos que han marcado su historia. La colección de juguetes antiguos o la de interiores, por ejemplo, repasan cuatro siglos de su vida cotidiana. A esto se unen exposiciones temporales como la del atentado a las Torres Gemelas. Así, sus cuatro plantas lo convierten así en el único museo dedicado enteramente a la propia ciudad.
Intrepid Sea, Air and Space Museum
Súbete al Intrepid, adentráte en el submarino Growler, observa el Concorde… ¡Te lo pasarás en grande!
Dosis de original entretenimiento.
En el Muelle 86 al oeste de Manhattan vas a encontrar un museo totalmente diferente. Su clase y lo completo de su vista lo hacen, además, único en el mundo. Al pasar por allí verás un portaaviones. Acércate, pues es en él donde empieza la visita. A bordo del Intrepid, conocerás a fondo su ajetreada historia y la distribución de ésta embarcación. Desde el puente de mandos hasta las bodegas. Tras verlo, el museo continúa al adentrarnos en el antiguo submarino Growler. Quizás ésta es la parte más impactante debido al estrecho y agobiante espacio en el que tenían que vivir los ocupantes. Tras verlo a fondo, vuelves a salir a cielo abierto para ir a ver el mítico Concorde. El famoso avión, capaz de cruzar la barrera del sonido, se exhibe aquí y puedes visitar su interior. Sin duda, este museo es una de las opciones más diferentes y entretenidas de la ciudad.
Frick Collection
No tendrás la sensación de estar en un museo: en realidad estás en la mansión del propio Frick.
Peculiar colección.
Este museo tiene un encanto diferente al resto de sus vecinos. La primera razón es su emplazamiento. En la Calle 70 con Central Park, se erige la mansión del magnate Henry Clay Frick. Tras morir éste, cedió su hogar y su amplia colección artística a la ciudad. Hoy, tan solo visitar el edificio de principios del siglo XIX ya merece la pena. Pero la colección que guarda, aunque no tan gigantesca como otras en la ciudad, es única por su contenido. Rembrandt, Goya, El Greco o Vermier son algunos de los autores que la componen. Al pasear por los salones, te dará la sensación de estar en una casa aún habitada. La colección, al menos, trata de disponerse de esta manera. Se dice incluso que las piezas originales se conservan en el mismo sitio donde las tenía el propio Frick. Uniéndose a esto, la mansión también guarda su ambientación y su decoración original.
Metropolitan Museum
Sorprende que el precio de entrada sea simbólico para tan imponente colección de arte.
El Met'
Cuando vengas a este museo iniciarás un viaje a través de la historia. Contiene en su interior todo tipo de obras de diferentes culturas clásicas. Ocupando un sitio de honor en la Quinta Avenida, al lado de Central Park, lo reconocerás al instante por su escalinata, su imponente fachada y sus columnas. El precio de entrada es simbólico, de manera que cada uno puede pagar lo que considere. Cualquier precio, no obstante, se quedaría pequeño teniendo en cuenta la colección que contiene. Desde objetos de las culturas griega, romana o egipcia hasta pinturas de Monet o Rembrandt. El paseo por sus galerías se puede alargar considerablemente, de modo que es aconsejable saber lo que se quiere ver. Aún así, seguramente vayas encontrándote con colecciones que no conocías y que te obligarán a dedicarles un buen rato.
MoMA, Museo de Arte Moderno
Seis plantas de arte que tardarás en recorrer concienzudamente al menos un día, pero, merece la pena.
Gran colección de arte contemporáneo.
He aquí el lugar de peregrinaje para los amantes incondicionales del arte. Visitar este museo puede llevarte todo un día, ya que en su interior guarda una amplísima colección. Para llegar has de ir a la calle 53 a la altura de Central Park. Una vez allí, te esperan seis plantas repletas de algunas de las obras contemporáneas más importantes del mundo. La planta dos guarda libros, impresos y proyecciones de cine. Además, su jardín puede ser un sitio a donde ir para descansar unos minutos durante la visita. La tercera planta se centra en diseños, dibujos, fotografía y arquitectura. La planta cuatro está dedicada a varios artistas norteamericanos como Jackson Pollock o Edward Hopper. En la quinta, los grandes como Dalí, Van Gogh o Miró. Ya que estás aquí, vale la pena subir a la sexta planta, dedicada a exposiciones temporales, para admirar las vistas de la ciudad.
Edificio Chrysler
Art Decó en estado puro.
Honorable rascacielos.
Este edificio tiene un sitio de honor entre los rascacielos de Nueva York. Se ubica en Lexington con la calle 42, pero la mejor manera de verlo es desde diferentes puntos alejados de la ciudad. Del interior solo podrás ver su vestíbulo, inundado con la elegancia y la clase del edificio. Pero es su exterior lo que llama la atención. Como máximo icono del Art Decó, el Chrysler es todo un monumento. Hoy es el tercer rascacielos más alto de Nueva York, pero cuando se levantó batió un récord con sus 320 metros. Rápidamente, su éxito fue empañado por el crac de la bolsa y más tarde por el Empire State. No obstante, hoy en día sigue siendo una de las grandes piezas arquitectónicas que atraen a artistas de todo el globo. Al observarlo, puedes admirar su famosa cúpula y las gárgolas y adornos de las plantas inferiores.
Edificio Flatiron
Fue el primer rascacielos neoyorquino. Aunque hoy su altura no llama la atención, sí lo hace su curiosa estructura.
Una plancha triangular.
Entre las muchas joyas arquitectónicas que guarda Nueva York, el Flatiron es una de las más curiosas. Para verlo, puedes coger Broadway o la Quinta Avenida y caminar hasta donde se cruzan ambas junto al Parque de Madison Square. Lo reconocerás al instante por su forma triangular parecida a una plancha, de donde hereda su nombre. Tal vez al verlo ahora te parezca pequeño, pero fue el primer rascacielos que se construyó en la ciudad. Desde que se levantó en 1902, comenzaron a seguirle otros edificios rápidamente. La imaginativa manera de aprovechar la planta donde se ubica le da esta curiosa forma donde, en su zona más estrecha, hay apenas dos metros de ancho. Es una visita rápida pero que merece la pena, y puedes enlazarla con un paseo al Madison Square Park, o verlo de paso al bajar hacia Lower Manhattan.
ONU
La capital del mundo es el entorno perfecto para acoger la sede de la ONU, ¿no crees?
Organización de las Naciones Unidas.
No tardarás mucho en descubrir que esta ciudad es la capital del mundo. Sus calles acogen multitud de gentes y culturas, haciendo de ella un emplazamiento perfecto para esta organización. Para visitarla puedes coger un metro a Grand Central o un autobús a la Primera Avenida con la calle 44. Lo primero que tienes que saber al llegar es que ya no estás pisando suelo americano. Igual que las embajadas, la zona que ocupan los edificios de la sede tienen carácter internacional. Dentro, el lugar ofrece una de las visitas guiadas más interesantes de la ciudad. Además, como valor añadido, se trata de una de las menos frecuentadas. A parte de la popular sala de la Asamblea puedes recorrer gran parte del edificio principal. A través de éste, conocerás a fondo su importante y vital historia, así como su funcionamiento.
La bolsa de Nueva York
Interesante visita al edificio que más ha marcado el desarrollo económico mundial.
Esa inconfundible bandera americana.
Resulta una visita ineludible al venir a esta ciudad. El propio edificio de New York Stock Exchange se ubica en la unión de Broad Street con Wall Street. Lo reconocerás al instante por la enorme bandera americana que cuelga en su fachada. Desde que inició su actividad entre finales del siglo XIX y principios del XX, la Bolsa ha sido un motor fundamental en el desarrollo de la economía mundial. Tras verlo, merece la pena dar un paseo por toda la zona ya que hay mucho que ver. Eso sí, es mejor tratar de investigar la importancia de cada edificio para disfrutarlo. A pocos pasos tienes la estatua de George Washington frente al Federal Hall. Desde ahí, puedes bajar hasta Bowling Green para ver el Toro de Wall Street, la estatua representativa del distrito. Custodiando el camino, te irás cruzando con los edificios bancarios y empresariales más importantes del país.
Times Square
Nueva York nunca duerme. Y sino, que se le pregunten al ajetreo infinito y constante de Times Square.
Encanto único e inigualable.
Bienvenido a la ciudad que nunca duerme. Ven a esta plaza cualquier día y a cualquier hora cuando no tengas claro qué hacer. Posiblemente al llegar sientas que ya has estado allí. Es lógico, ya que su imagen es conocida por todo el mundo. Cuando llegues comprobarás que el ajetreo es su cualidad principal y éste tiene un encanto único. El mero hecho de pararte a sentir el ritmo de la ciudad y sus transeúntes ya es toda una experiencia. Pero aquí tienes casi cualquier cosa a tu alcance. Tiendas y espectáculos callejeros por el día, restaurantes y teatro por la noche. Al atardecer, sus míticas luces y carteles de neón se encienden para enmarcar la plaza. Es un punto de partida para conectar con cualquier parte de la ciudad. Uniendo Broadway con la Séptima avenida, supone el centro neurálgico de la ciudad y un sitio de paso común.
Puente de Brooklyn
¿A qué te suena?: este antiguo puente colgante es uno de los puentes más peliculeros y fotografiados del mundo.
Todo un emblema.
Pasear el puente es la forma perfecta para rematar un día en la ciudad. De entre los numerosos puentes que tiene Manhattan, éste es sin duda el más emblemático por varias razones. Para empezar fue el primer puente colgante del mundo, inaugurado en 1883. Desde entonces, su imagen ha sido inmortalizada en cientos de películas y fotografías. Para verlo, lo mejor es enlazarlo cuando estés visitando la zona de Lower Manhattan. Desde la zona de Wall Street, puedes caminar poco tiempo para entrar por su extremo oeste. Desde ahí, el puente te conecta con el barrio de Brooklyn al este. La mejor manera para visitarlo es ir a última hora de la tarde y caminar por las pasarelas superiores. Tras sus casi dos kilómetros, intenta no mirar atrás para reservar la vista que estás dejando. Al volver sobre tus pasos tendrás una imagen única de la ciudad al atardecer.
Rockefeller Center
Su azotea no tiene los 380 metros del Empire State, sin embargo, sus bonitas vistas también se merecen una visita.
Popular pista de hielo.
Este lugar tiene mucho más de lo que la gente conoce. Levantado por el millonario más famoso de la historia, el complejo Rockefeller ocupa tres manzanas entre la Quinta y la Sexta Avenida. Lo más popular es ir a ver la entrada al complejo, adornada por los Channel Gardens. Te sonará verla llena de patinadores sobre hielo en invierno o de vivos colores en verano, con las estatuas de bronce presidiendo la imagen. Visitar el complejo supone también indagar sobre uno de los imperios de negocios más emblemático del país. Pero de entre todo, no puedes perder la oportunidad para subir al Top of the rock. Su azotea ofrece la vista más impresionante de la ciudad después del Empire State. Ésta, en cambio, suele tener muchos menos visitantes que su compañero ya que la visita no es tan popular. Su altura, aunque algo inferior, resulta igual de impactante.
Empire State
Rozarás el cielo de Nueva York... Si subes de noche, no olvidarás jamás las vistas de la ciudad iluminada.
¡380 metros de altura!
No puedes dejar Nueva York sin haberla contemplado desde la altura. Para hacerlo, la opción más popular es acercarte a la Quinta Avenida. Allí, entrar al Empire State y coger uno de los 72 ascensores que nos suben hasta la planta 102. Cuanto más temprano vayas, menos colas encontrarás. Al salir al exterior, mejor estar prevenido, ya que el impacto de estar a trescientos ochenta metros sobre el suelo es sencillamente sobrecogedor. Desde ahí arriba, observar la ciudad es algo muy distinto y el lugar da cobertura de trescientos sesenta grados para poder ver toda la isla. Eso sí, siempre a través de las rejas que protegen el mirador. Cuando hayas terminado la visita desearás volver en algún momento. Si lo repites no lo dudes, hazlo por la noche. Los ascensores funcionan hasta la una de la madrugada y las vistas nocturnas son como visitar un lugar diferente.
La estatua de la libertad
La excursión a Liberty Island es uno de los musts neoyorquinos. Desde arriba o desde abajo, ¡doña Libertad impresiona!
¡Famosísima!
La estatua es sin duda el emblema más famoso de la ciudad. Pero además, la excursión es también un viaje a sus orígenes. Para ir hasta Liberty Island, en donde se ubica, conviene madrugar un poco para no encontrar demasiada gente. Desde Battery Park, al sur de Manhattan, podemos coger el ferry que nos lleva a la isla. Durante el viaje aprovecha para ver la estatua desde el mar, ya que también es una vista única. Una vez allí, el museo de la base merece la pena si quieres conocer el origen y el significado de la estatua. Subir al mirador de la corona te da una de las fotografías más espectaculares de la ciudad. Eso sí, para hacerlo hay que reservarlo con mucha antelación. Antes o después de visitarla, debes pasar por la vecina Ellis Island. Allí encontrarás el museo sobre la inmigración a principios del siglo XX que complementa la visita y define a la ciudad.
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