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Guía turística: qué hacer y ver en Palma de Mallorca
Calas y pueblos de cuento en el centro del Mediterráneo.
Además de todos los encantos propios de la isla, Mallorca, permite a sus visitantes disfrutar a través de sus calles y museos de todo un mundo de obras de arte. La tierra donde vivió sus últimos años Miró, guarda secretos tan importantes como una catedral de estilo gótico levantino (Catedral de Santa maría) o un castillo con planta circular (Castillo de Bellver). Además, basta con profundizar un poco más allá de la capital para descubrir un mapa de posibilidades infinito. Desde pueblos como Sóller, Galilea, Son Servera o Alcudia que os harán disfrutar del encanto de sus gentes a zonas como Cala Mitjana, Cala Deià, Es Caragol que no permitirán que desaprovechéis ni un minuto en vuestra visita a la isla.
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Ayuntamiento
El edificio más político y social de la isla esconde una pinacoteca de lujo que bien se merece una visita.
Gran tradición política.
La isla de Mallorca ha sido desde el siglo XIII un lugar con una gran carga política, tanto por estar aislada de la península como por pertenecer a la Corona de Cataluña; siempre ha habido una gran corte política y monárquica asentada en la isla. Gran parte de esta actividad giraba en torno a la plaza en la que se encuentra el ayuntamiento de la ciudad. El edificio en particular tiene un encanto especial y poco tiene que ver con la frialdad de una construcción institucional de este tipo. Se trata de una construcción que, por fuera data del siglo XVIII y, por dentro, del siglo XIX. Lo que poca gente sabe es que su interior guarda una espectacular pinacoteca. A través de sus obras podrás entender cronológicamente la dinastía de barones de la isla y entender esta fuerte tradición política. Te contamos además, un secreto: el edificio se puede visitar pero debes consultar los horarios de las visitas guiadas en www.palmademallorca.es.
Salir por la noche
¿El casco antiguo? ¿El Paseo Marítimo? ¿La zona de la playa? Cualquier sitio es bueno para pasar una noche divertida.
Ambiente para todos los gustos.
La noche mallorquina tiene muchísimo ambiente, sobre todo entre los meses de Mayo y Octubre. Con la llegada del verano, las terrazas y discotecas comienzan a ser un reclamo en la isla. Pero hay tres zonas fundamentales que debes conocer. En primer lugar, el casco antiguo, todas esas callejuelas antiguas que salen de la catedral se convierten en una opción genial para cenar y tomar algo a primera hora de la noche. Después, la zona de la playa tiene dos puntos clave: el Arenal y Can Pastilla y, por otro lado, el Paseo Marítimo. Todas estas zonas tienen un agitado ambiente por la noche. Bares y discotecas están abierto hasta las 6 de la madrugada con actuaciones de música en directo, DJ´s, y todo tipo de ambientes. Tradicionalmente, la zona de la Playa tiene un ambiente más juvenil mientras que el Paseo es más sofisticado. A partir de ahora, ¡tu eliges!
Museo Diocesano
Este museo te ofrece un recorrido por el patrimonio de la Iglesia Católica y vistas predilectas al puerto.
Dentro del Palacio Episcopal.
Resulta inevitable pasear desde el puerto por el Paseo Dalt Murada para ver la Catedral. Al hacerlo es común que el edificio vecino, el Palacio Episcopal, pase desapercibido. No obstante, merece la pena acercarse aquí tras visitar la Catedral para indagar en la historia de la religión en la ciudad y el país. El Museo Diocesano que alberga el edificio guarda siete secciones, desde pintura o escultura hasta piezas arqueológicas, pasando por una colección bibliográfica. A través de sus salas se puede observar el histórico patrimonio artístico de la Iglesia Católica en la ciudad. La visita, ineludible para cualquier aficionado a la cultura y a la historia, guarda también un encanto particular que hace más atractivo el venir. Acércate entre obra y obra a las ventanas. Aquí tienes una de las vistas más predilectas del puerto, custodiada por la intimidad que da este museo.
Manacor
La fama de Manacor es debida a su fabricación de perlas, sus vestigios históricos y su popular Rafa Nadal.
Después de Palma, la más importante.
Manacor es la segunda ciudad más importante de la isla. Situada en el interior de la misma es el segundo núcleo con mayor población y uno de los primeros asentamientos de Mallorca. Está situado en la cara este de la isla, al lado contrario de Palma, aunque la ciudad está situada en el centro, las playas del municipio quedan a pocos kilómetros y están mucho menos frecuentadas que las de Palma. Tradicionalmente, el pueblo de Manacor ha sido popular por la fabricación de perlas. Sin embargo, también sus vestigios históricos le aportan un interés especial, de hecho, es muy recomendable visitar el Museo Arqueológico ya que traza un viaje cronológico desde los primeros asentamientos prehistóricos de la zona hasta la actualidad. El pueblo de Manacor ha sido especialmente popular en la última década por ser la ciudad natal del famoso tenista Rafael Nadal.
Menorca, Ibiza y Formentera
Las vecinas Menorca, Ibiza y Formentera son otras buenas opciones de visita, ¿por cuál empezamos?
Si te sobra tiempo.
Si dispones de tiempo en la isla, puedes visitar sus vecinas Menorca, Ibiza y Formentera. Desde el propio puerto salen continuamente barcos hacia estas islas lo que las hacen estar muy bien comunicadas. Estas son las tres islas pobladas más importantes del archipiélago. Menorca es la siguiente en tamaño y, para muchos, la más cosmopolita, goza de una gran popularidad y puedes recorrerla en poco tiempo. Ibiza es popularmente conocida como la isla más marchosa, sobre todo en la época estival. Hasta allí se desplazan afamados Dj´s y todo tipo de personajes públicos para animar la noche ibicenca. Por último, Formentera. Hay quien habla de ella como la isla hippy de Baleares. Es la más pequeñita pero también la más paradisíaca. Es la menos popular lo que hace que no sea tan visitada por turistas. Eso sí, las playas son las calas más bonitas y espectaculares que puedas imaginar. Ahora, tú eliges.
Valldemossa
Estás frente a una de las estampas mallorquinas más fascinantes. Esta pequeña aldea te dejará buen sabor de boca.
Chopin estuvo aquí.
Levantado a las faldas de los montes tramontanos aparece esta pequeña aldea de Valldemossa. Ubicado entre los milenarios almendros, olivos y encinas forma una de las imágenes más bonitas de la isla. Una aldea con siglos y siglos de historia cuyas fachadas de piedra se han adecuado a las cuestas del lugar. Se cree que hacia el año 711, en plena dominación islámica, se estableció el primer asentamiento en este lugar, de hecho lo fundó un musulmán llamado Mossa, de ahí su nombre. Pero esta aldea guarda más secretos y es que en su edificio más importante, la Cartuja, se encuentra la celda de Chopin. Es sorprendente pero hasta aquí se trasladó el música durante el invierno de 1839 y aquí compuso varias de sus obras más conocidas. Este lugar también ha hospedado a Jorge Luis Borges, Rubén Darío y otros personajes clave del mundo del arte.
Parque de Sa Faixina
Oasis verde y agradable que salpica el mar y la ciudad.
En Santa Catalina.
En medio de la zona de Santa Catalina, separando el Museo de Arte Contemporáneo Es Baluard y el Paseo Marítimo aparece este Parque de Sa Faixina como gran zona verde entre el mar y la ciudad. Al frente un monumento recuerdo a los caídos en el Crucero Baleares, el parque se va uniendo a otras partes de la ciudad, al Paseo de Sagrera y al final de todo, la iglesia de Santa Catalina que da nombre al distrito. Junto a la iglesia, el parque conecta también con la zona de La Riera. De hecho, este parque se levantó en el siglo XVII acompañando el cauce de La Riera hasta el mar. Es el lugar idóneo para descansar después de haber recorrido el centro histórico de la ciudad, además, suele haber mercadillos y actuaciones improvisadas en esta zona, lo que lo hace aún más agradable.
Cala Santanyi
Rocas, arena, agua verdosa y cristalina, casitas mediterráneas y encima el lugar perfecto para bucear!.
¿Se puede pedir más?
La cala Santanyí es uno de los rincones con mayor encanto de toda la isla de Mallorca. En realidad, se encuentra a unos seis kilómetros alejándonos del pueblo que le da nombre. El lugar se encuentra perfectamente indicado, de modo que sigue las señales. Al llegar, verás como en medio del frondoso bosque se abre como si fuera una piscina de aguas de tonos verdes, azules y cristalinas a la vez una playa en forma de lago. Rodeada de rocas y arena. Y a pie de playa, unas preciosas casitas mediterráneas de color blanco y verde con macetas y flores en las ventanas. Por supuesto. Debido a la limpieza del agua, es el lugar óptimo para practicar buceo. Hay varias escuelas de submarinismo así como de cualquier deporte acuático que te apetezca practicar. Bienvenido, ¡estás en el paraíso!
Playa de Palma
Arenal costero de 4 kilómetros de largo en el que no faltan bares y terrazas. Ambiente asegurado.
Céntrica y abarrotada.
Quizá sea la playa más concurrida de Palma por el hecho de estar en pleno centro. Y aunque luego decidas explorar calas más solitarias y ocultas de la isla, debes conocer esta enorme costa de arena. Se trata de un gigantesco arenal de más de cuatro kilómetros de longitud que recorre toda la zona más turística de la ciudad. Depende de la temporada la puedes encontrar más o menos visitada pero se trata de uno de los puntos capitales del viaje. A pie de playa un montón de bares y terrazas dispuestas para comer o tomar un refresco tras las horas de sol te están esperando. Haciendo frontera con el Paseo Marítimo y con el Puerto de Palma todos estos sitios se transforman por la noche en el epicentro del ambiente nocturno, mezclándose con discotecas y bares de todo tipo. Conocida como El Arenal es una de las zonas de más transitadas por los visitantes de la ciudad.
Jardins de S´hort del Rei
Haciendo gala de un gran mestizaje cultural, adornan el Palacio de la Almudaina desde el siglo XVIII.
Salpicados de árboles y estanques.
A los pies del Palacio de la Almudaina crece este parque desde el siglo XVIII. Aunque no se sabe con exactitud cual fue su origen, si es cierto que en los años 60 del siglo XX, sufrió una remodelación prácticamente total sin perder su emplazamiento. Como es habitual en Mallorca, el mestizaje cultural se deja entrever en prácticamente todos los motivos de la ciudad. De hecho, este enorme jardín con árboles y estanques es atravesado por el Arco Árabe por encima del popular lago de los cisnes. Es posible que esta construcción comunicara los aposentos de la Almudaina hasta el mar, ya que, hace siglos el mar llegaba hasta esta zona. También encontramos vestigios del período gótico y otros más modernos en la visita. Para llegar hasta la catedral y la zona del Paseo Marítimo tan solo tienes que subir la escalinata del final.
Casco Histórico
Laberinto de pequeñas callejuelas. Edificios modernistas y góticos a diestro y siniestro. ¡Estás en la zona vieja mallorquina!
Batiburrillo cultural.
El Casco Antiguo de Palma tiene la peculiaridad de mezclar una gran cantidad de culturas en sus callejuelas diminutas. Subiendo desde la Catedral (apodada también la catedral del mar) hacia la zona alta encontrarás vestigios de la época musulmana como los arcos árabes que aún unen por el aire muchas de sus estrechas calles. También se mantienen las casas señoriales que desde los siglos XVI, XVII y XVIII dejan claro que la conquista cristiana a manos del rey Jaime I fue definitiva y vino para quedarse. Y por supuesto, mucho gótico, empezando por la Catedral, por cierto, ¿sabías que hace siglos el mar llegaba hasta los enormes muros del edificio? Esto explica sus enormes proporciones. Y más cercanos en el tiempo, también se levantan un montón de edificios modernistas. Hay quien dice que Mallorca es la hermana pequeña de Barcelona y en gran parte es por la influencia que tuvo este movimiento en la ciudad.
Paseo Marítimo de Palma
Turistas, comerciantes, deportistas… En este boulevard hay lugar para todos y para todo.
Avenida de Gabriel Roca.
En realidad se llama la Avenida de Gabriel Roca pero todo el mundo lo conoce como el Paseo Marítimo de Palma. Bordea el puerto de Palma entre palmeras y viandantes y es uno de los lugares más turísticos de la ciudad. Por el día, una mezcla de turistas, deportistas y comerciantes transitan este boulevard, al atardecer se convierte en un lugar espectacular para buscar una terraza y cenar o tomar una cerveza viendo la puesta de sol y por la noche, todo el paseo se transforma en un hervidero de gente, los bares y las discotecas abren sus puertas y la zona se convierte en uno de los puntos ineludibles para conocer la noche mallorquina. Por supuesto, sin prisa, la jornada se puede alargar hasta las 6 de la mañana. Al día siguiente el Paseo Marítimo de Mallorca vuelve a empezar.
Cabrera
Cabrera ha sido declarada Reserva Natural. Sobran razones. Creerás estar en el auténtico paraíso.
Bienvenidos al edén.
La Cabrera es la más grande de las islas del archipiélago que rodean Mallorca. Está situada a unas cinco millas de la costa y su visita es como llegar al paraíso. Toda esta isla ha sido nombrada Reserva Natural y es que, en su interior completamente salvaje, viven innumerables especies animales. Sus tierras han sido habitadas a lo largo de la historia por fenicios, cartagineses, bizantinos y romanos ya que por su situación era un lugar muy estratégico para el comercio marítimo. Allá, en lo alto del monte, con aspecto vigilante, verás un castillo. Esta fortificación se llevó a cabo en el siglo XIV para evitar que los piratas tomaran la isla. Ahora solamente te queda por recorrer los kilómetros y kilómetros de calas vírgenes, las rutas entre bosque y arena y contemplar las vistas desde los acantilados. Por cierto, para llegar puedes tomar los barcos que te acerarán desde el puerto de Palma.
Teatro del mar
Edificio de fondo y contenidos rompedores. Si te va el arte poco mediático y más selectivo, ¡este es tu teatro!
La opción cultural más alternativa.
Para los amantes del teatro más alternativo y de la escena artística más undergound, este edificio les encantará. Es de carácter neoclásico aunque choca con el resto de edificios de este tipo de la isla puesto que ni es modernista, ni es gótico. Pero no solo es rompedor en su forma, también lo es en su fondo ya que es un espacio destinado a dar cabida principalmente a obras de teatro (aunque se organizan otros espectáculos) de carácter más minoritario y menos mediático. Fue inaugurado en 1898, sin embargo, nunca terminó de funcionar. De hecho, cayó en abandono y fue el propio ayuntamiento el que lo retomó y rehabilitó con esta función años más tarde. A menudo se organizan también exposiciones de fotografía y pintura y suelen ser gratuitas. Se encuentra en Carrer Sant Magí, número 89. Si eres aficionado al arte, es muy recomendables que eches un vistazo a su programación.
Auditòrium
Enorme y polifacético. Cualquier expresión cultural cabe en el Auditorium de Barcelona mallorquín.
Núcleo cultural.
En mitad del Paseo Marítimo aparece el Auditòrium de Palma de Mallorca. Aunque fue inaugurado a finales de los años sesenta como regalo de un ilustre empresario mallorquín, es ahora cuando se ha terminado de convertir en uno de los epicentros de la actividad cultural de la isla. Este enorme edificio guarda en su interior (tras varias restauraciones) un montón de salas en las que se organizan una gran cantidad de actividades culturales. Desde conciertos de los artistas más populares hasta exposiciones de pintura, escultura o fotografía de artistas alternativos y minoritarios. La función de este centro es la de ser un lugar polifacético y representante de todas las formas de arte. También, coincidiendo con la etapa estival, suelen organizarse conciertos gratuitos o a precios muy bajos, por lo que, si estás en la ciudad, te recomendamos que lo visites.
Vámonos de ruta
En el cabo de Andratx destaca la Dragonera, un peñón con título de Reserva Natural, ¡para no perdérselo!
Un cabo y un peñón.
La isla de Mallorca ofrece por sus reducidas dimensiones la posibilidad de recorrer de punta a punta en poco tiempo. A las afueras de Palma se encuentra el cabo de Andratx. Este enclave costero aparece para mostrarte un montón de calas, acantilados, aguas cristalinas y cuatro islotes a su frente. De entre todos ellos, destaca una, la Dragonera, un peñón al que te puedes acercar desde la orilla en barca y que ha sido nombrada Reserva Natural por la cantidad de especies animales que posee. Sus pequeñas calitas lo convierten en un verdadero paraíso. Si después de recorrer este islote y las calas de Andratx tienes hambre, debes saber que estás en el lugar indicado. Este puerto tiene fama de ser uno de los mejores lugares para la gastronomía del lugar, sobre todo en la preparación de pescados y mariscos. Y esto, hablando de Mallorca, es decir mucho. Te invitamos a que lo pruebes.
Passeig des Born
Zona tranquila y peatonal en donde los edificios modernistas, los árboles y las esculturas son los protagonistas indiscutibles.
Una bonita alameda.
El Passeig des Born o Paseo del Borne en castellano, forma otra de las escenas más típicas y características de la isla de Mallorca. Esta preciosa y moderna alameda se deja caer desde la plaza de Juan Carlos I más conocida como Plaza de las Tortugas hasta la avenida de Antonio Maura. Estas calles junto a la Rambla de Mallorca trazan la ruta habitual para conocer el centro histórico de la isla. A través de este paseo podrás ver gran parte de los componentes de Mallorca, edificios modernistas, retratos y bustos de personajes importantes para Mallorca, los árboles mostrando el camino y una enorme zona peatonal que te da muestra de que en Mallorca se respira mucha tranquilidad. Por cierto, si estás pensando en llevarte de recuerdo o como regalo algún producto gastronómico, en esta alameda hay numerosas tiendas de productos de la zona.
El tren que une Palma y Soller
Súbete al tren y comprueba tú mismo el encanto del recorrido que une Palma y Sóller. ¡No te defraudará!
¡Pasajeros al tren!
¿Te apetece hacer un recorrido diferente por la isla? Pues bien. Existe un tren de larga tradición en Mallorca (de hecho lleva funcionando ininterrumpidamente desde 1912) que une la capital, Palma, con Sòller. Este tren atraviesa la cordillera Tramuntana mallorquina para dejarte en uno de los puntos con mayor encanto y bagaje histórico de la zona, el pueblo de Sòller. El trayecto dura algo menos de una hora y es la forma perfecta de conocer las dos caras de la isla, a un lado los enormes montes de la sierra de Alfábia y, al otro, la inmensidad del mar Mediterráneo. A su llegada puedes visitar el pueblo de Sòller y después, tomar el siguiente tren que desciende hasta el puerto. Este puerto es uno de los primeros lugares que fueron habitados en isla. Una forma diferente de recorrer una de las partes más bonitas de la isla.
Parque Natural de Mondragó
Encinares, acantilados, cormoranes, calas… Así es este paraje único situado en el municipio de Santanyí.
El escondite perfecto.
El Parque Natural de Mondragó se encuentra en la costa sudeste de Mallorca, en el municipio de Santanyí. Este parque formado por unos profundos encinares prácticamente a pie de playa han constituido junto a los acantilados que rodean la zona, un ecosistema único, por ello, es la zona con mayor actividad ornitológica de la isla, entre otras cosas es fácil ver cormoranes por el cielo. Además de un paraje único, posee varios kilómetros de calas de arena virgen. De hecho es el lugar perfecto para empezar a caminar y no detenerse hasta llegar a una cala solitaria en la que solamente estés tu. Como curiosidad, te contamos que este lugar está tan apartado y escondido que fue utilizado hasta el siglo XIX como punto clave para el contrabando y el pirateo, cuentan que aún quedan tesoros escondidos por la zona.
Rambla de Palma
Boulevard bonito y lleno de vida. Te parecerá que estás en plena Rambla catalana.
¿A quién te recuerda?
La Rambla de Mallorca aparece en la ciudad como si fuera la hermana pequeña de Barcelona. La influencia que la capital catalana ha tenido en la isla queda patente en cada calle de la ciudad. La Rambla mallorquina nace en la transitada calle de los Olmos para morir casi a los pies del Teatro Principal. Rebautizada como la Rambla de los Duques de Palma durante los años 90 ha vuelto a recuperar su nombre inicial en 2013. Ahora, caminar arriba y abajo por esta avenida te mostrará el día habitual en la isla. Este bonito boulevard guarda en si mismo la actividad comercial de las tiendas del centro, el ir y venir de trabajadores hasta caer la tarde. Por la noche, la avenido goza de un gran ambiente y es un buen lugar para comenzar la ruta nocturna. En la misma avenida y en todas las calles colindantes, los bares y pubs rebosan de gente. Bienvenido a la isla de Mallorca.
Palma – Soller
Las distancias en Mallorca son cortas. Alquila un coche y recórrela. Soller debería ser una de tus primeras elecciones.
Paraísos mallorquines.
Una de las enormes ventajas de Mallorca es el hecho de que apenas existan las distancias. Por ello, es muy habitual y útil alquilar un coche durante tu estancia allí. De esta manera podrás recorrer de punta a punta la isla libremente. En la costa noroeste de la isla aparece entre las curvas de la nueva carretera Sòller y su puerto. Tanto el pueblo como su playa es uno de los primeros reductos habitados de la isla. En el Museo de Mallorca se guardan vestigios que atestiguan civilizaciones ya en la era prehistórica. Pero sobre todo desde el siglo XVIII y la conquista cristiana, este pueblecito de pescadores se habitó de forma continuada. El pueblo está situado a unos 3 kilómetros del puerto y, al llegar allí, entre las montañas, verás como se abre entre la vegetación la única salida al mar de la zona. Es uno de los paraísos de la isla de Mallorca.
Consejos para comprar en la ciudad
El encanto comercial de Palma es innegable. Pero ojo, su horario no coincide con el de una gran urbe.
¡A tener en cuenta!
Si lo que planeas es una buena jornada de compras, has de prever algunas cosas. Lo más característico son sus pequeños locales. Una de las mejores maneras de disfrutar de la ruta es ir entrando en las pequeñas y particulares tiendas y boutiques. Comprobarás que poseen un encanto especial. Por otra parte, debido a que un porcentaje importante de tiendas son de carácter pequeño y particular, el horario de los comercios no es similar al de otras capitales cosmopolitas. A mediodía, entre la una y las cinco, cierran todos los comercios salvo las grandes cadenas como Zara, El Corte Inglés, etc. Al caer la tarde suelen cerrar en torno a las nueve, pero el característico centro comercial Porto Pi aguanta hasta las diez. Para salir de tiendas, además, es mejor hacerlo entre semana ya que los sábados no abren todos los establecimientos y los domingos la ciudad cierra al completo.
Qué comprar en Mallorca
Las pieles, el calzado, la cerámica artesanal y el vidrio soplado son típicos de Mallorca. ¡Aprovecha, calidad y variedad!
¿Qué me llevo de la isla?
Si planeas conocer los alrededores de la isla, has de saber que hay varios recuerdos que puedes llevarte contigo. Mallorca es, entre otras cosas, productora y exportadora de varios productos originarios del lugar. Si buscas pieles y calzado merece la pena acercarse al pueblo de Inca, un lugar de origen común de estos productos. Aquí tienes tanto tiendas como almacenes donde encontrar piezas a muy bajo precio. Otro punto fuerte de ésta isla es su cerámica artesanal. Si es lo que buscas, puedes acercarte a la zona de Marratxí, junto a Palma, para ver sus varios talleres. Junto a ésta, el tratamiento del vidrio soplado es sin duda uno de sus rasgos más característicos. Puedes encontrar piezas en muchas tiendas del centro de Palma. No obstante, puede que te interese visitar alguna de las fábricas de Algaida, Campanet o Esporles.
Mercado de Sineu
Su fuerte es la artesanía y la gastronomía. Asómate cualquier miércoles por la mañana y a disfrutar.
Desde el siglo XIV.
En este mercado encontrarás un rato de descanso entre el olor a verdura, los colores y el encanto del pueblo. Además, el venir supone una visita que mezcla compras, tradición y cultura. Sineu, situado a unos cuarenta kilómetros de Palma de Mallorca, acoge este mítico mercado desde nada menos que principios del siglo XIV. Desde entonces, ha sido el enclave principal para el comercio ganadero y el símbolo rural de Mallorca. Hoy en día el tráfico de ganados ha descendido con el avance de los tiempos. No obstante, el mercado mantiene sus fuertes raíces y sus tradiciones gastronómicas y artesanales. Basta venir cualquier mañana de miércoles para comprobarlo atendiendo al ambiente del mercado y del pueblo al completo. Si aún así tienes ganas de ver su parte más ganadera, puedes acercarte el primer domingo de Mayo para ver la muestra agrícola de Sa Fira.
Mercado de Inca
Conoce Inca en jueves y matarás dos pájaros de un tiro: disfrutar de la ciudad y de su espectacular mercado.
Un buen plan.
Acercarte hasta Inca es la ecuación perfecta para unir compras y ocio. Has de hacerlo en jueves, cuando se concentra el mercado de puestos que ocupa cada semana la mayor parte del centro de la ciudad. Nada más llegar, notarás por qué este mercado es el más popular de la isla. Desde productos textiles o mobiliario hasta animales o alimentación, el lugar supone un punto de venta de todo tipo de cosas. Si estás allí en Noviembre, la visita se vuelve absolutamente obligada, ya que alcanza su apogeo con la feria de Dijous Bo. Su ambiente ya de por si ecléctico y animado, crece enormemente en éstas fechas con la llegada de multitud de visitantes y acontecimientos culturales. No obstante, sea en el momento que sea, venir a visitar esta ciudad y este mercado es siempre una garantía para una jornada entretenida.
Mercado de Pedro Garau
Ropa, flores, artesanía, alimentación. ¡Más de cien puestos dan mucho juego!
Paseos entre puestos.
Este es el mercado con más tradición de la ciudad. De lunes a sábado puedes acudir a la Plaza Pere Garau para entrar al edificio de principios del siglo XX y recorrer sus muchos y variados puestos de comida. Pero son los martes, jueves y sábados cuando la plaza se convierte en todo un mercado al aire libre. Desde muy temprano se levantan los más de cien puestos de todo tipo de artículos. A éstos se suma, a lo largo de la mañana, multitud de gente que pasea ojeando los productos. De esta forma, la plaza adquiere un tono peculiar y un ambiente ecléctico. Sus puntos fuertes son la ropa, la artesanía y las flores, pero también abundan los productos de alimentación y las piezas para el hogar. Tanto si buscas algo de esto como si no, el mercado es un lugar por donde pasear un rato para disfrutar de su ambiente característico.
Los rastros
El Mercadillo de Palma es el rastro por excelencia de la isla. Busques lo que busques, ¡aquí lo encontrarás!
Mañanas de rastro.
Una manera perfecta para entretener las mañanas es acudir a alguno de los rastros de segunda mano. Desde discos hasta antigüedades, pasando por todo tipo de alimentación, hay varios puntos donde acudir en diferentes días. El más concurrido de la ciudad abre los sábados por la mañana en la Avenida Gabriel Alomar y Villalonga. Se trata del Mercadillo de Palma, a donde acuden tanto dueños de pequeños comercios como particulares que se apuntan a modo de rastrillo. Este tipo de sitios, como es común, son perfectos si lo que buscas es un recuerdo único y especial. Si es lo que te interesa a la hora de comprar, los fines de semana son los días en los que se levantan estos rastros por toda la isla. Las mañanas de los viernes, sábados y domingos puedes ir a Sant Jordi, Calvia, Esporles o Consell entre otros, donde resulta difícil no encontrar algo interesante.
Ferias y mercados en Mallorca
Mercados medievales, nocturnos, ferias: ambiente asegurado en las calles mallorquinas en cualquier época del año.
¡Calles llenas de vida!
A lo largo de todo el año, Mallorca acoge numerosas ferias y mercados para todo tipo de público. A finales de Febrero, con motivo del Día de las Islas Baleares, se instala en la Plaza de la Drassana el mercado medieval. Popular por lo conseguido de su ambiente, es un momento idóneo para ver artesanías y probar su peculiar gastronomía. Entre Agosto y Septiembre el Paseo Sagrera cobra vida al anochecer, ya que las calles se llenan de artesanías en su Mercado Nocturno. Aquí encontrarás los adornos más peculiares de la ciudad. Los coleccionistas del papel, no obstante, deben dirigirse al Centro Cultural La Misericòrdia el primer o tercer sábado de cualquier mes. Aquí se celebra todo el año la Feria del Coleccionista, donde puedes acudir para encontrar libros, cómics o revistas de segunda mano.
Avenida Jaime III y Avenida Alexandre Roselló
Ambas calles tienen su gracia. La primera presume de ambiente y la segunda de locales muy nuevos. Recomendables las dos.
Compras y más compras.
Ir de compras por la calle Jaime III tiene un encanto especial. En ella, las tiendas de moda conviven con las joyerías y cafeterías bajo los interminables soportales que las guardan. Su curiosa forma y su ambiente la convierten en una visita obligada en cualquier ruta de shopping. Además, los tipos de tienda y la variedad de sus precios la convierten en un punto de encuentro común entre todo tipo de compradores. Si desde allí vas hacia el noreste, encontrarás la Avenida Alexandre Roselló. Esta zona es el modelo de renovación comercial en esta ciudad, ya que desde hace unos años multitud de cadenas y marcas se han instalado aquí. Paseándola, sentirás enseguida el contraste con la zona histórica. Locales completamente nuevos en la ancha y abierta avenida, se entrelazan con tiendas y cafeterías más tradicionales.
Tiendas exclusivas
¿Buscas glamour, lujo y exclusividad a la hora de vestir? Házte con el laberinto de calles perfecto para tal finalidad.
Lo más chic de la ciudad.
Si buscas la moda más chic, has de acercarte por algunas calles de esta ciudad. Desde la Plaza Weyler, vecina de la Plaza Mayor, puedes bajar hasta coger la calle Jaume II y enlazarla con Costa Brossa y Sant Nicolau. En la zona que cercan vas a encontrar algunas de las tiendas más exclusivas de Mallorca. Cruzando estas calles, puedes llegar hasta el Passeig de Born y la Plaza Juan Carlos I, o Plaza de las Tortugas, por donde siguen expandiéndose las tiendas de marcas más exclusivas. Cuando te encuentres recorriéndolas, ten en cuenta que lo mejor es investigar las pequeñas callejuelas. Una vez vistas las grandes tiendas de las calles principales, tal vez te apetezca desviarte. Si lo haces, verás el secreto atractivo que esconden las tiendas más pequeñas de ésta zona. Cada una de ellas es todo un mundo de estilo y de diseño.
Ruta de tiendas por la zona histórica
El comercio de Palma es tan válido como cualquier otro. Piérdete por su casco viejo y compruébalo tú mismo.
Gran variedad comercial.
Acércate a la Plaça Mayor si buscas una ruta de tiendas. Desde aquí, nacen varias de las principales calles comerciales de la ciudad. Ve hacia el norte por la calle Sant Miquel hasta enlazar con la calle Oms o al este por Sindicat. En el camino de estas agradables calles peatonales irás encontrándote pequeños comercios particulares, principalmente de ropa y complementos. En dirección contraria, hacia el sur tienes las calles Argenteria y Colom a donde debes acudir si lo que buscas son joyerías. En esta zona, antiguamente judía, se reparten las joyerías más interesantes de la ciudad. Volviendo a la propia Plaza Mayor, ésta esconde una curiosa zona comercial. Por debajo de ella, se expanden una serie de comercios subterráneos que van desde tiendas de tecnología hasta alimentación, accesorios o de moda retro.
El palo de Mallorca
Esta bebida carga a sus espaldas una curiosa historia y un sabor agridulce bien agradable, ¿te animas a probarla?
¡Sacia la sed veraniega!
Como buena isla de índole mediterránea, en Mallorca el buen tiempo y la gran gastronomía que posee, fomentan la costumbre de tomar el aperitivo. Y a propósito de ello, te recomendamos que cuando escojas una agradable terraza para picar algo antes del mediodía, aproveches también para probar el Palo de Mallorca. Este es un licor propio de la isla (que, desde hace años, posee Denominación de Origen) con una curiosa historia. En el siglo XVII, la condesa de Chinchón cayó enferma durante su estancia en Perú. Sin que ningún medicamento surtiera efecto fue curada con una mezcla de raíces de quina, creándose así esta bebida. Tras su traslado a la isla, se trajo este brebaje y así comenzó a popularizarse en Mallorca. Se puede servir de diferentes pero, lo habitual, es mezclado con azúcar y caramelo, por ello, tiene un jugoso sabor mitad dulce y mitad salado. ¡Muy recomendable para los calurosos días de verano!
Las cocas dulces de patata de Valldemossa
Aunque puedes probar esta delicatessen en Palma, lo suyo es hacerlo en Valldemossa, y de paso conocer esta encantadora aldea.
Francamente exquisitas.
Como si se tratase de un gigantesco país, Mallorca tiene la peculiaridad de tener especialidades de cada zona. Por ejemplo, en un pueblecito escondido en medio de la sierra Tramuntana, Valldemossa, además de ser una bonita opción para visitar, es habitual probar sus cocas dulces de patata. Como si no hubieran estado en contacto con el resto de la isla, este producto es original de esta aldea y hasta aquí vienen turistas y vecinos a buscarlo (si es cierto que en varios puntos de Palma puedes encontrarlo, sobre todo si lo quieres comprar como regalo o recuerdo). Se trata de un dulce habitual en desayunos, meriendas y como postre de las comidas en la isla y aunque hay diferentes modalidades, la coca de patata se ha convertido en uno de los productos más característicos de la repostería mallorquina. Si quieres un lugar concreto, visita en la calle de la Rosa la casa Ca´n Molinas (Valldemossa).
Sobrasada
Sentarte en una terraza y pedir una ración de sobrasada con un Palo de Mallorca: ¡un plan más qué apetecible!
¿Conoces su historia?
Seguramente conozcas la sobrasada y posiblemente sepas que es una de las muchas delicias que vas a encontrar en la gastronomía de la isla de Mallorca. Sin embargo, lo que poca gente sabe es que este alimento es fruto de los primeros intentos de conservación de alimentos y que se remonta a la Edad Media. Por aquellos tiempos, se intentaba mantener los alimentos el mayor tiempo posible y para ello, se inventaban inimaginables técnicas. Entre ellas, la mezcla de carnes curadas, picadas y mezcladas con diferentes especias. Afortunadamente de una de esas mezclas se originó lo que hoy conocemos como sobrasada. Mallorca, orgullosa de su gastronomía, se ha ocupado de recopilar documentación sobre el producto y así se han remontado hasta el siglo XIV. Tienes infinidad de lugares donde probar estos manjares a lo largo y ancho de la isla, así que busca, por ejemplo, una buena terraza cerquita del Paseo Marítimo y pide una ración junto a un Palo de Mallorca. ¡No te vayas sin probarla!
La ensaimada de Mallorca
Encontrarás ensaimadas hasta debajo de las piedras, de mil formas y colores: las de Horno Santo Cristo están especialmente buenas.
¡Menudo manjar!
Las ensaimadas de la isla son parte responsable de que la gastronomía de Mallorca sea tan popular. Toda la repostería de la zona se ha ganado un gran reconocimiento pero las ensaimadas tienen un lugar aparte. Esta mezcla de harina de fuerza, azúcar, huevos y un par de secretos más de la zona, la convierten en un manjar. A pesar de que no se sabe con exactitud donde está su origen, si se tiene la certeza de que ya en el siglo XVII se preparaban estos dulces como postre especial en los días de festejo y celebración. En la actualidad, posee el título de Denominación Específica. Puedes encontrar ensaimadas de todos los tipos y sabores, de crema, de cabello de ángel, de nata, incluso, las hay saladas y rellenas de sobrasada. Encontrarás un montón de sitios donde probarla aunque son famosas las de la casa Horno Santo Cristo en la calle Jacob Sureda.
Comer sobre el mar
¿Quieres una recomendación de lujo? ¡El Pesquero Tapas Bar! Disfruta de sus sabrosos manjares mientras contemplas el Mediterráneo.
Comidas con aires marineros.
Tanto el centro histórico de Palma, desde las calles que rodean a la catedral hacia el norte como bajando por la zona nueva son barrios con mucha vida y con mucho ajetreo. Por toda la ciudad encontrarás zonas donde comer. Pero si lo que te apetece es comer contemplando la inmensidad del Mar Mediterráneo en un lugar tranquilo y con una cocina del lugar estupenda, entonces, te aconsejamos que bajes hasta el Paseo Marítimo. Allí encontrarás un montón de sitios junto al mar y, como amarrado entre los barcos encontrarás el Pesquero Tapas Bar. Este lugar tiene dos terrazas cobijadas bajo árboles y sombrillas que se levanta sobre el mar. Comer aquí te permitirá disfrutar de la gran cocina que posee este restaurante (no es el más asequible pero su calidad es extraordinaria) y de las incomparables vistas: el puerto, los barcos, la brisa marinera y, al fondo, el mar.
Las carnes: la lechona y el cordero asados y los escaldums
En Mallorca también son especialistas en carnes. Para muestra un botón, con los escaldums se te hará la boca agua.
¡Carnívoros atentos!
Mallorca también presenta un gran mapa gastronómico para los amantes de la carne. Se dice que la isla se divide en dos en lo referente a lo culinario. La costa y los pueblos con mar, especialistas en los alimentos del mar y los pueblos ubicados en el centro, especialistas en la carne que se encuentra en la propia sierra de Tramuntana. No es cierto puesto que toda la isla está mezclada y en cualquier punto de la misma vas a encontrar una comida genial. En lo referente a carnes no puedes dejar pasar la oportunidad de probar la lechona, el cordero asado y los escaldums. Este último es un guiso a partir de carne de pavo o pato, patatas y almendras. Un lugar emblemático para probar todas estas especialidades es el pueblo de Sineu, en el corazón de la isla de Mallorca.
El frito mallorquín
Patata, cebolla, verduras de la zona: ingredientes base de este platillo tradicional. La Bodega La Rambla los hace riquísimos.
Cocina de la isla.
Si estás esperando a la hora de comer o de cenar para probar la cocina de la zona te recomendamos que lo mezcles todo y que te dejes caer por el centro de la ciudad y por la zona del Paseo Marítimo. Entre todo ese entramado de callejuelas de piedra y bonitas y modernas alamedas encontrarás una gran cantidad de sitios donde comer. Si no sabes por donde empezar te recomendamos, por ejemplo, un sitio en la rambla Ducs de Palma. Se llama Bodega La Rambla y son especialistas en comida de la zona, en especial en el frito mallorquín. Este plato preparado a partir de patata, cebolla frita y verduras de la zona como el fonillo, pimientos y guindillas. Aunque se puede mezclar con infinidad de ingredientes es habitual encontrarlo presentado bien con carne bien con pescado. ¡Buen provecho!
Can Joan de S´aigo
Larga trayectoria y mucha historia para una de las pastelerías con más caché de la isla. Mmm… ¡Esas ensaimadas!
Referente repostero.
Vamos a mezclar la historia con la repostería. Can Joan de S´Aigo es una chocolatería y pastelería que lleva abierta al público desde el siglo XVIII y es el referente en la isla en cuanto a platos dulces se refiere. Entre sus paredes decoradas con adoquines y baldosas se encuentran también obras centenarias que atestiguan la historia del local. Su especialidad: toda la repostería que imaginas de Mallorca. Ensaimadas de todos los tipos y chocolate. Hasta aquí vienen los vecinos y los turistas de Palma para desayunar y merendar. Cuenta la lengua popular que en sus mesas de mármol se han tomado muchas decisiones políticas de la isla. Por cierto, también son especialistas en helados. Te recomendamos que los pruebes, sobre todo, para refrescarte en los calurosos días de verano. Se encuentra en la calle de Can Sanç, número 10.
La gamba de Sóller y el cap roig
Gambas, cap roigs, cigalas… Delicias marinas en cualquier presentación. ¡Cátalas! Para muchos, la gamba balear es la mejor del mundo.
La ruta de la gamba.
Para los sibaritas de la cocina y para los amantes de los productos del mar está hecha la llamada ruta de la gamba. La isla de Mallorca es, como resulta obvio, un lugar genial para probar mariscos y crustáceos. Te ahorramos el trayecto y te mostramos la meta: el pueblo de Sóller. Situado en la costa noroeste de la isla, se ha ganado la fama de tener la mejor gamba del Mediterráneo (hay quien dice que del mundo). Se trata de una gamba roja muy jugosa y característica. Si eres aficionado a los productos del mar, aprovecha para probar todo lo que puedas, desde las cigalas hasta los salmonetes y los cap roig de la zona, que son parte de los manjares que podrás probar aquí. Posiblemente sea imposible demostrar si es el mejor del mundo o no pero seguro que te encantará.
Las sopas mallorquinas
Sabrosas, históricas y de todas las formas y colores: así son las sopas mallorquinas. ¡Pruébalas!
¿Alguien quiere sopa?
Dicen que las sopas mallorquinas eran el alimento de los que no tenían que comer. Cuentan que sus orígenes provienen de poner a hervir agua con las verduras que los campesinos encontraban, fundamentalmente pimientos, ajos, coles y cebolla, todo mezclado y con el añadido de unas migas de pan. Sea cierto o no esta leyenda, lo que sí sabemos es que estas sopas se han convertido en una de las bases fundamentales de la dieta y cocina de la isla. Ahora las puedes encontrar con innumerables variables, incluso es típico probarlas en el interior de Mallorca con carne y en la zona del puerto con pescado. Pero eso es solo cuestión de gustos y tradiciones. Puedes probarlas en prácticamente cualquier restaurante del centro aunque se dice que las más auténticas se encuentran en los pueblos del interior como en Sineu (a menos de 40 kilómetros de Palma).
Can Prunera, el Museo Modernista
Excusa perfecta para escabullirte a Sóller: tanto el contenido artístico como la arquitectura de Can Prunera lo merecen.
Escapadas al Norte.
Este museo es la excusa perfecta para una escapada al norte de la isla. Para llegar, has de moverte al pueblo de Sóller. Desde aquí, merece la pena acercarse también a su puerto. Pero antes, has de pasar por este completo museo en la Carrer de sa Lluna. Este lugar dedicado al Arte Modernista es en sí mismo una de sus obras, ya que su principal atractivo es el edificio que ocupa. Tan sólo venir para ver su arquitectura de principios del siglo XX y sus jardines ya merece la pena, pues es uno de los lugares más tranquilos y agradables de la zona. Por entre sus secciones interiores, conviven pequeñas colecciones de varios artistas con el mobiliario original de la casa. Esta mezcla es la que le proporciona su particularidad, ya que su atractivo radica en la representación de la época. Algo conseguido, ya que al pasear por sus salas viajarás en el tiempo.
Pueblo Español
Pasearás por las calles de Toledo sin salir de la isla. ¿No te lo crees? ¡Ven y verás!
Alucinante.
El lugar perfecto para evadirse en el tiempo. Para encontrar este museo al aire libre tendrás que acercarte al extremo sur de Son Espanyolet, en la Calle del Pueblo Español. Cuando llegues, sentirás por un momento que viajas a la otra punta de España. Ya que dentro de éste original lugar, los edificios más emblemáticos e históricos del país se juntan en un mismo barrio. Originado en 1967, este museo es de los más peculiares que uno se puede encontrar. En pocos pasos, caminarás de las calles de Toledo o Madrid a los Arrayanes de la Alhambra. Por el camino posiblemente vayas encontrando también pequeños puestos gastronómicos y de artesanías típicas. Entretanto, el lugar es idóneo para disfrutar de unas tapas mientras descansas en cualquiera de sus bares o terrazas. Sea para pasar unas horas o todo el día, has de pasar por este original barrio.
Museo Es Baluard
Tal vez lo mejor de esta visita sea su terraza superior habitada por insólitas esculturas que miran al puerto mallorquín.
Un rincón para perderse.
Este lugar es uno de los rincones más bellos y tranquilos para perderse. La antigua muralla donde se aloja, en la Plaza Porta Santa Catalina, le da un carácter único al crear un curioso contraste con su interior. Tan sólo pasear por aquí ya hace que merezca la pena venir. No obstante, aún tienes por delante tres plantas de exposiciones permanentes y temporales. Desde las obras pictóricas hasta las esculturas al aire libre, aquí descansan obras de autores como Miró, Picasso o Barceló. Entre uno y otro, el museo te obliga a ir pasando por el exterior debido a su peculiar construcción. Una vez llegues arriba, te espera uno de sus principales platos fuertes: su terraza exterior. Las extrañas esculturas a cielo abierto se abren para tener una vista predilecta del puerto. Posiblemente te sea inevitable sentarte un rato para contemplarlo. Sin duda, uno de los mejores finales para cualquier visita.
Casal Solleric
La riqueza cultural de Casal Solleric es inmensa. Te darás cuenta nada más llegar, su fachada es asombrosa.
Arquitectura, pinturas y, ¡libros!
Éste resulta un lugar de paso obligatorio en cualquier ruta cultural por la ciudad. Aunque famoso por sus pinturas de arte contemporáneo, alberga otros atractivos que se suelen escapar. Al llegar al número veintisiete del Paseo de Born donde se ubica la Casal Solleric, es inevitable pararse a observar la fachada del edificio. Es la primera de las vistas que tendrás del palacio del siglo XVIII que ocupa este museo. Una vez en su interior, tu mirada se repartirá continuamente entre sus diez salas de exposiciones y la arquitectura barroca que las rodea. Antes de visitarlo conviene informarse de la programación, ya que el museo realiza continuamente exposiciones temporales. Al terminar la visita, este lugar guarda un rincón especial para los amantes del arte contemporáneo: su biblioteca. Si es tu caso, puede que no quieras salir de aquí en un largo rato.
Las cuevas del Drach
Belleza inexplicable la de estas cavidades cuya visita guiada te encantará. Un concierto pone la guinda al pastel.
Arte en estado puro.
Apartadas en la zona oriental de la isla de Mallorca aparecen las cuevas del Drach. Y con ellas un museo natural diferente. Estas enormes cavidades datan del período Miocénico y durante los miles de años posteriores hasta nuestros días, el agua las ha ido erosionando creando una obra de arte de la naturaleza. Ya desde época medieval, los habitantes de la isla visitaban las cuevas e investigaban nuevas rutas. Ahora, un espectacular juego de iluminaciones te acompañará y guiará durante la visita organizada. Al final del primer tramo, continuarás en barca por el lago Martel, un encantador paseo por un lugar milenario. Y para el final queda la última sorpresa, el recorrido termina con un concierto de música clásica en el interior de la ruta por las cuevas. Es una de las visitas más impactantes y hermosas que puedes hacer en Mallorca.
Caixa Fórum Mallorca
¡No te pierdas las obras de Hermén Anglada Camarasa!: pieza clave en la evolución del arte mallorquín.
Interesante por partida doble.
La alternativa de ocio que te ofrece el centro de Caixa Fòrum de Mallorca es doble. Por un lado, esta fundación ha conseguido restaurar y rehabilitar el edificio del Gran Hotel de Palma, uno de los emblemas modernistas más importantes de la ciudad. Junto al edificio Can Forteza Rey muestran la impronta que tuvo este movimiento en la isla. El centro organiza exposiciones de lo más variopinto en cuanto a movimientos artísticos se refiere. Pero hay una parte que no te debes perder: aquí se encuentra una exposición continua de cuadros del pintor Hermén Anglada Camarasa. Hermén, diminutivo de Hermenegildo, fue un de los artistas catalanes afincados en Mallorca que mayor repercusión ha tenido en el mundo del arte mallorquín. Fue uno de los mayores exponentes mundiales del postimpresionismo pero es, ante todo, por su faceta modernista por la que mayor éxito cosechó. Terminó sus días en el puerto de Pollensa, convirtiéndose, su imagen, en bandera de la isla.
Palau March
Rodin, Chillida o Dalí. La crème de la crème artística reside en este peculiar edificio. Gracias Joan March Ordinas.
En pleno centro histórico.
Metido en el centro histórico de la ciudad, entre los gigantes y populares edificios de la Almudaina y la Catedral, se encuentra un peculiar edificio. Se trata del Palau March, construido por el potente financiero y mecenas Joan March Ordinas. Este comerciante, amante de la cultura y acusado por los republicanos de contrabandista y de financiar el golpe de estado contra la I República Española, dejó este palacio para la Fundación March tras su muerte. En ella se encuentran ahora exposiciones de Rodin, Chillida y Moore en escultura, Josep María Sert y Dalí en pintura y un sinfín de artistas más. Si eres bibliófilo estás en un lugar único pues están expuestas obras manuscritas que datan de los siglos XII y XIII: el principio mismo de la isla está escrita en estas páginas.
Fundación Joan y Pilar Miró
Parte del movimiento surrealista nació aquí… El valor cultural de este espacio es incalculable, ¿te lo vas a perder?
Legado de un gran artista.
La última gran obra y voluntad del genial artista barcelonés fue este espacio. Joan Miró, quien estableció su residencia en la isla desde 1956 hasta su muerte en 1983, quiso abrir este lugar para mostrar al mundo su lugar de trabajo. Gran parte del movimiento artístico que hoy se conoce como surrealismo nació en este taller, mientras Joan observaba el mar. El testimonio cultural que esto representa es incalculable. En su interior, una enorme exposición de sus obras forman el último regalo que Miró quiso hacer a Mallorca. Pero la intención con este lugar no se quedó ahí. Lo que el artista quiso fue crear un espacio vivo que albergase la cultura de la isla. Por ello, se abrieron cuatro salas que muestran todo tipo de exposiciones de manera continua. Por cierto, la entrada es gratuita los sábados por la mañana.
Museo de Mallorca
Las invasiones y colonizaciones que Mallorca ha ido sufriendo han dejado huella. Este museo es un fiel reflejo de ello.
Viaje en el tiempo.
Como si de un viaje en el tiempo se tratara, como si todas las épocas cupiesen en una habitación. Así abre sus puertas el Museo de Mallorca. Esta isla balear ha sufrido a lo largo de la historia innumerables colonizaciones, invasiones y demás vicisitudes. Quizá el hecho de que fuera un enclave fundamental en todas las rutas comerciales del Mediterráneo es el motivo de ello. En cualquier caso, la mezcla de culturas que han gobernado y habitado la isla forma un colash único y este museo te lo enseña. Desde un castro de la época romana o el conjunto de armas y elementos sagrados de tiempos prehistóricos de los primeros pobladores de la isla hasta la actualidad, pasando, por supuesto, por los reinados musulmanes y la posterior toma de posesiones cristianas, entre las que destaca el retablo de Sant Bernat. Está ubicado en el antiguo palacio de los condes de Ayamans (c/ Portella, 5).
Cuevas de Artá
Reconocerás al instante este laberinto de cuevas cercanas al mar, ¡sabia naturaleza!
Fusión absoluta con la naturaleza.
Prepárate para ver un monumento que no ha sido construido por la mano del hombre. Un lugar donde vas a entrar en contacto directo con la naturaleza. Aléjate por la carretera de Ses Coves tan solo unos kilómetros, hasta llegar a Canyamel (puedes coger autobuses desde cualquier punto de la ciudad). Al llegar al lugar, lo reconocerás. Como si se tratara de una gigantesca boca, se abre la entrada a estas cuevas que tienen miles y miles de años de evolución. Para conocerlas, deberás caminar por la ruta interior, contemplando las tripas de estos acantilados cercanos al mar. Es una experiencia sobrecogedora escuchar como este entramado de cuevas, erosionadas por el agua a lo largo de toda nuestra historia, continúan en evolución. La visita guiada dura aproximadamente media hora pero la experiencia es inigualable. ¡Solo apto para valientes y aventureros!
Passeig de Sagrera
No te vayas sin recorrer este paseo, te gustará por su encanto y por contarte parte de la historia mallorquina.
Bonito e histórico.
Este paseo, además de ser uno de los más bonitos recorridos junto al mar de la ciudad y de contar en mitad del mismo con edificios como el de La Lonja, tiene una historia desgarradora y preciosa a la vez. Corría la primera década del siglo XX cuando todavía esta zona era un descampado, fruto del derribo de parte de la muralla de la catedral durante la I República. Entonces, Gaspar Bennazar, popular arquitecto de la isla, contrató a más de 200 hombres y en la noche de San Juan de 1910 consiguió levantar una amable alameda con árboles, bancos y farolas que iluminaban el camino para que el pueblo mallorquín amaneciese con un nuevo paseo. Ese fue el principio del Paseo de Sagrera. Ahora a través de sus edificios y esculturas a pie de calle se ha convertido en la historia narrada de la ciudad con homenajes a Ramón Llull, Rubén Darío y diferentes personalidades importantes para la isla.
Edificio Can Forteza Rey
Cinco alturas, adornos Art Nouveau y muchos colorines. ¿Te suena? Parece obra del mismísimo Gaudí, pero no lo es.
Las apariencias engañan.
Cuenta la rumorología que el padre del arquitecto Lluis Forteza Rey conocía al maestro catalán Gaudí ya que era un orfebre de la catedral. Cierto o no, lo que es seguro es que cuando contemples este edificio del centro de la ciudad, te vendrá a la cabeza los edificios modernistas de esta autor. En el número 2 de la céntrica calle Monges se levanta este curioso edificio. Primeramente ideado como lugar de residencia de cinco alturas, su decorado y esculturas que adornan la fachada de fuerte influencia Art Nouveau y los incontables motivos de llamativos colorines lo han ido convirtiendo en una de las visitas obligadas de la ciudad. Lo curioso es que la estructura baja de la edificación forma un tándem con otra de las construcciones importantes de la ciudad: los Almacenes El Águila. Una de las dos fachadas presenta dos dragones custodiando un rostro diabólico, ¿adivinas cuál es?
Monasterio de Lluc
Esa esencia de monte y monjes exclusivamente se perdió. A cambio te encuentras con una basílica y un museo.
Al abrigo de la Sierra Tramuntana.
Escondido entre los vastos bosques de la sierra Tramuntana: así decidieron construir el monasterio de Lluc, al margen de cualquier actividad urbana, solamente el monte y los monjes que habitaron el lugar. No en vano su traducción etimológica significa bosque sagrado. Aunque haya cambiado de manos en numerosas ocasiones debes saber que es el lugar de peregrinaje para los fieles de la Virgen de Lluc, patrona de la isla. En su interior, no solamente puedes visitar el propio edificio construido entre los siglos XVII y XVIII sino que también se encuentra la Basílica Menor de la Mare de Deu. Además, utilizando este emplazamiento se ha abierto el Museo de Lluc. Este museo es muy recomendable porque hace un viaje por la cultura de la isla a través de todo tipo de obras de arte, desde obras pictóricas hasta trajes y prendas de todas las épocas. Y todo en medio de la sierra mallorquina.
La Lonja
¿Olor a pescado fresco dentro de un majestuoso edificio gótico? Habrá que acercarse para verlo, ¡visita obligada!
No es una lonja cualquiera.
Olvida el concepto habitual de lonja. Ahora camina por el paseo de Sagrera y cuando estés cerca cierra los ojos. Ahora ábrelos. Al frente, protegidos por altas palmeras se encuentra La Lonja de Mallorca. Más parecido a una iglesia que a este tipo de edificación. Es una de las grandes obras góticas de la isla. Tanto que en Valencia la copiaron. La Lonja de Mallorca se termino de construir en el año 1452, en un momento de fusión estilística, por ello, es tan original y tan poco protocolaria dentro del gótico. Sin embargo se ha conservado como imagen fundamental de la ciudad. Sus dimensiones son debidas a que ya en el siglo XV el puerto de Palma tenía tanta actividad mercantil que necesitaban un lugar a pie de mar donde fundar la Casa de Mercaderes. Su autor fue Guillem Sagrera quien se encumbró como una de las figuras más importantes de la ciudad. Ahora te falta contemplar su interior.
Iglesia de Santa Eulalia
La iglesia que marcó el antes y el después en la historia mallorquina, ¡entérate por qué!
Popurrí de estilos arquitectónicos.
Seguramente te sorprenda su fachada blanca y las gárgolas vigilantes en la entrada, sin embargo, bajo estas paredes se encuentra el inicio de la Mallorca que conocemos actualmente. Data del siglo XIII y es uno de los primeros edificios construidos desde la desaparición del imperio musulmán tras la guerra contra la corona de Cataluña. Si se observa desde el exterior hay una curiosa y desconcertante mezcla de gótico, barroco y neogótico entre sus elementos sustentantes y su decoración y es que comenzó a ser construida allá por el año 1236 pero no fue terminada hasta 1570. Eso sí, debes saber que es en este lugar donde, desde su toma, han sido coronados cada uno de los reyes de la isla. Al fondo de todo, en la capilla de Santa Llúcia (una de las más importantes vírgenes de la ciudad) juraba el cargo cada monarca.
Palacio Real de la Almudaina
En pleno Paseo del Seu, reina esta majestuosa edificación de aires musulmanes digna de unas cuantas fotografías.
Testimonio musulmán.
Si recorres el Paseo del Seu, además de un encantador trayecto junto al mar encontrarás los monumentos más importantes de Mallorca. Pasada la Catedral aparece el Palacio Real de la Almudaina. Además del majestuoso edificio, este lugar cuenta uno de los episodios más significativos para la isla: la dominación musulmana. Durante mucho tiempo fueron los musulmanes los gobernantes de Mallorca. Y no fue hasta la llegada en el siglo XIII de Jaime de Aragón cuando los cristianos tomaron el control de la isla. Sin embargo, del mismo modo que la catedral se levantó sobre una antigua mezquita para mostrar el poder de los recién llegados, el Palacio Real (que igualmente se había construido sobre las ruinas de un castro romano) se mantuvo intacto y ahora es el mejor testimonio de esta civilización. También se ha convertido en la residencia de los gobernantes de la isla.
Castillo de Bellver
Inaudito, peculiar y representativo. Tres buenos adjetivos para este castillo que data del siglo XIV.
Abanderando el horizonte balear.
En un punto entre la sierra Tramontana y Pla de Mallorca aparece en el horizonte la figura de este peculiar castillo del siglo XIV. Fue el rey Jaime II quien ordenó su construcción consiguiendo uno de los edificios de estilo gótico más singulares y representativos de la isla. Su planta circular y los arcos que unen el edificio con las torres lo hacen inaudito. Su interior es inmenso y prácticamente inabarcable. En la planta baja, junto al patio de armas se encuentra el Museo de Historia de Palma de Mallorca. En la siguiente planta la capilla de San Marcos y la Sala de Jovellanos son imprescindibles y, por último, en la planta superior puedes acceder al exterior del edificio. Desde este lugar defendían su posición los soldados en épocas de guerra. Ahora que estás aquí ¿adivinas por qué Bellver significa bella vista?
Catedral de Mallorca
La Seo, para los amigos, impacta: esos retazos góticos, esas murallas románicas y renacentistas…
La catedral del mar.
La catedral de Mallorca aparece como un desmesurado edificio que deja claro cual es la bandera de la isla. O eso debió de pensar el rey Jaime I cuando ordenó su construcción sobre la antigua mezquita en el año 1229. Este gigantesco edificio gótico es aún más impresionante si lo flanqueas por su lado sur, por el paseo entre éste y el mar. Las enormes murallas romanas y renacentistas que lo rodean lo hacen aún mayor. Conocida por los paisanos por la Seo, tuvo que esperar casi seis siglos para verse terminada, de hecho no fue hasta el año 1601. En su interior, además de su gran majestuosidad, debes acercarte a ver la obra del pintor mallorquín Miquel Barceló situado en ábside frontal derecho. Estás ante la obra del pintor más importante y en el lugar más importante de la isla.
Teatro Principal
Entorno y programación más que recomendables. Además es interesante oír su trágica historia. ¿La conocías?
El principal.
El Teatro Principal de Mallorca es popularmente llamado el principal y tiene en su haber una amarga historia. Fue inaugurado en 1857 relevando a la anterior Casa de Comedias. Sin embargo, después de un pomposo estreno representando la obra de Shakespeare, Macbeth, con música de Verdi, con una expectación sin precedentes en la isla que llevó a su repetición, poco después el teatro sufrió un desgraciado incendio. Fue restaurado y reinaugurado poco después. Y desde entonces ha dado cabida a un sinfín de obras y representaciones de todo tipo. En la actualidad, posee una agenda que comparte entre obras clásicas y reputadas en gran parte del mundo con ciclos de arte mucho más alternativo y característico de la isla. En verano suelen programarse un montón de obras. Es tan recomendable visitar los alrededores del edificio como consultar la programación.
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