Guía turística: qué hacer y ver en Santa Cruz de la Palma

Por toda la isla se pueden encontrar restaurantes que sirven desde comida tradicional (ques oasado con mojo, carne de cochino con papas arrugadas y mojo, pescados…) hasta cocinas más internacionales o menús sofisticados. Unos al lado del mar, disfrutando de la brisa marina y con el Océano Atlántico como música de fondo y otros más en el interior con perfume de pino canario y vistas espectaculares. Incluso, entre calles recónditas de pequeños pueblecitos. .

Con numerosos bares y tascas el tapeo en La Palma acompañado de sus ricos vinos y sus deliciosas cervezas artesanales es toda una experiencia en esta isla y una ocasión única para ser testigos del ritmo que este destino tiene. Pequeñas plazas, acogedores rincones, tascas o bares en lugares recónditos donde parece que no pasa el tiempo, una parada en el sendero o la conclusión del mismo, un atardecer … cualquier momento y cualquier rincón son ideales para ello en la isla de La Palma.

Uno de los platos preferidos por la mayoría de habitantes de la isla de La Palma son las garbanzas, un popular guiso de Canarias que incluye garbanzos, panceta, morcilla, chorizos, zanahoria y costillas de cerdo (aunque hay quien prefiere sustituir esta carne por la de vaca), entre otros muchos ingredientes. Se trata de una receta especialmente contundente, al estilo del cocido madrileño o la fabada asturiana, por lo que suele consumirse como plato único. Lo mismo sucede con el escaldón de pescado, que se sirve acompañado de gofio escaldado. No obstante, habrá quien prefiera platos más ligeros para luego acompañarlos de un segundo. En esos casos, las mejores opciones son las sopas de picadillo, elaboradas con caldo de pollo, huevo, carne y pan frito; o los potajes de verdura, que también incluyen carne y, tal vez, gofio.

La oferta gastronómica de La Palma cuenta con numerosas posibilidades para los amantes de la carne, pero también para los que se decantan por el pescado. Los primeros tienen a su disposición una espectacular oferta de cerdo, que suele servirse acompañado de mojo rojo. Existen varias maneras de preparar este plato, ya sea en forma de filete asado y adobado con salmorejos, o aliñado con la famosa sal gorda procedente de las Salinas de Fuencaliente. Por su parte, la oferta de pescado incluye desde platos de pargos, palometas, samas, salemas o cabrillas fritos, hasta meros y viejas guisados o bonito y albacora a la plancha. Otras interesantes opciones son las lapas, camarones y morenas, ideales para consumir como aperitivo, o el cherne, un pescado salado que se acompaña de plátano guisado o boniato. Para acompañar cualquiera de estos platos, ya sean de carne o de pescado, nada mejor que las típicas papas arrugadas.

La Palma cuenta con unos magníficos vinos que desde hace varias décadas se comercializan bajo la Denominación de Origen de La Palma, dividida a su vez en tres subzonas de producción: Hoyo de Mazo, Fuencaliente y Norte. Se trata de vinos jóvenes, dulces y de tea que pueden consumirse en la mayoría de bares y restaurantes de la isla. Algunos lugares especialmente apropiados para adquirirlos son las Bodegas El Hoyo (www.bodegaselhoyo.com), en Hoyo de Mazo; las Bodegas Carballo (www.bodegascarballo.com), en Fuencaliente; o las Bodegas Noroeste de La Palma, en Tijarafe. Además, la isla cuenta con la Denominación de Origen Queso Palmero, que garantiza el carácter autóctono de un producto que durante los últimos siglos ha alimentado a varias generaciones de campesinos. Estos quesos pueden adquirirse y consumirse a buenos precios en la mayor parte de los mercadillos agrarios que se celebran en la isla.

Uno de los grandes placeres culinarios para la mayoría de los habitantes de La Palma, especialmente durante los meses de más calor, es sentarse en una terraza y degustar una buena ración de papas arrugadas. Son unas pequeñas patatas que se cuecen con agua y sal y se consumen, sin pelar, junto al tradicional mojo picón. Esta salsa puede ser de color rojo o verde, dependiendo de la pimienta utilizada para su elaboración. Los mojos también incluyen aceite, comino, sal, ajo y vinagre, y hay quien añade pimiento morrón para suavizar su sabor. Asimismo, La Palma cuenta con dos variedades propias de mojo, el de queso y el de cilantro. Aunque las papas arrugadas pueden degustarse solas, los palmeros suelen utilizarlas también como acompañamiento de la mayoría de platos de carne y pescado.

Muchos turistas que aterrizan en Canarias contemplan con extrañeza esa masa oscura con la que los habitantes de las islas acompañan la mayor parte de sus platos. Se trata del gofio, un producto que, como el ñame, ha alimentado durante siglos a los habitantes del archipiélago con menos recursos económicos. El gofio es un producto de gran valor energético ya que se elabora a base de cereales tostados y molidos. Precisamente por esas cualidades nutritivas, este alimento sigue constituyendo para muchos habitantes de Canarias la piedra angular de su desayuno. Si tienes interés por probar su peculiar sabor, en La Palma tendrás la oportunidad de hacerlo en todas sus variantes: escaldado (con caldo de carne, pescado o potaje de verduras); en escacho (con papas, queso, pimienta verde, sal, orégano y cebolla); o en chicharrones (recubriendo trozos de carne de cerdo fritos).

Esta planta de enormes hojas produce un tubérculo que durante siglos se convirtió en el principal sustento de los habitantes más necesitados de la isla de La Palma. El ñame todavía sigue cultivándose, hasta el punto de haberse convertido en uno de los productos más destacados de la cocina de La Palma, especialmente si se combina con un guiso a base de pescado fresco o se utiliza como verdura en los potajes, o como postre acompañado de miel de caña. Puede degustarse en cualquiera de sus variedades en toda la isla, aunque su producción se concentra en los municipios situados al norte de Santa Cruz, como San Andrés o Los Sauces.

A lo largo y ancho de La Palma puedes encontrarte con los denominados “mercadillos del agricultor” que son ocasiones idóneas para conocer el ritmo de la isla así como su producción agrícola y artesanal. El mercadillo de Puntagorda, el de Villa de Mazo, el de Puntallana, el del Paso son los más frecuentes. En ellos se encontrará tanto productos frescos (quesos, frutas, verduras, carne, vinos …) y artesanía.

La Palma es un destino ideal para irse de shopping. Con una artesanía digna de alabanza, por su tradición y su acabado perfecto, así como una gastronomía para chuparse los dedos, son múltiples las opciones en las que gastar dinero. Pequeñas tiendecitas en los pueblos, improvisandos mercadillos … Un cuenco de cerámica, un cesto, un mantel bordado, unos pendientes hechos a mano, una botella de buen vino (o de ron…) El shopping en La Isla Bonita es todo un placer y una gran experiencia.

Muchos vecinos de Santa Cruz de La Palma suelen acercarse los sábados por la mañana al vecino municipio de Puntallana (situado a 11 kilómetros en dirección norte, o lo que es lo mismo, a menos de 20 minutos en coche) para darse una vuelta por su famoso Mercadillo del Agricultor. En este lugar es posible encontrar una variadísima oferta de bienes agrícolas y ganaderos producidos en La Palma ya que no sólo se permite la venta a los trabajadores del campo originales de Puntallana, sino también a los naturales de otros puntos de la isla. El mercadillo tiene lugar en la céntrica Plaza de San Juan, en horario de 9:00 a 14:00 horas.

A diferencia de otros mercadillos tradicionales de La Palma, el Mercadillo del Agricultor y Artesanal de la localidad de El Paso (situada en el centro de la isla) no abre sus puertas los domingos, sino los viernes (en horario de 15:00 a 19:00 horas) y los sábados (de 10:00 a 16:00 horas). Ubicado en la calle El Paso de Abajo, en los alrededores de la Oficina de Información Turística y el Recinto Ferial, cuenta con unas modernas instalaciones en las que es posible hacerse con productos frescos de gran calidad como frutas, verduras, hortalizas y dulces típicos de La Palma. También hay espacio para la artesanía local y para la venta de especies típicas de la rica flora palmera. En total, consta de 25 coquetos puestos y cuenta con una pequeña zona de recreo para uso y disfrute de los más pequeños.

El Mercadillo del Agricultor de Puntagorda, situado en el noroeste de La Palma, es otra de las visitas obligadas para quienes deseen hacerse con todo tipo de productos tradicionales de la isla bonita. Con 11 años de existencia a sus espaldas, este espacio de venta de productos alimenticios y artesanos cuenta con más de 40 establecimientos y se celebra todos los sábados, en horario de 15:00 a 19:00 horas, y los domingos de 11:00 a 15:00 horas. A lo largo de su historia, el mercadillo se ha convertido en una pieza clave para los trabajadores del campo palmero, que disfrutan así de la posibilidad de comercializar sus productos a unos precios muy atractivos. Entre los productos estrella del mercado figuran las frutas y verduras frescas, pero también se venden carnes, pescados, productos de repostería y piezas artesanales, florales y ornamentales.

Este mercado es uno de los más populares de la isla de La Palma. Está situado en la calle Dr. Morera Bravo de Villa de Mazo y puede visitarse los fines de semana de 9:00 a 13:00 horas. Se trata del lugar ideal para hacerse con productos agrícolas, ganaderos y artesanos típicamente palmeros a unos precios especialmente atractivos. El objetivo de este mercadillo municipal no es otro que comercializar en un solo espacio toda la producción local de los sectores tradicionales del municipio, garantizando así su supervivencia. Entre otras cosas, en este mercadillo es posible adquirir una nutrida variedad de frutas, verduras, vinos, mieles, dulces y otros alimentos producidos en La Palma, así como preciosos manteles, pañuelos, sábanas y otros tejidos bordados de una forma totalmente artesanal.

El espacio más importante de Santa Cruz de La Palma para hacerse con todo tipo de productos de la tierra es este enorme y bonito mercado, situado en la Avenida de El Puente sobre el solar que en su día ocupó la Casa Hospital de Nuestra Señora de los Dolores, construida a comienzos del siglo XVI. El edificio actual corresponde a finales del XIX y destaca por la elegancia de su fachada y la belleza de su portada principal, rematada por un frontón semicircular. En el interior del recinto es posible encontrar todo tipo de productos de alimentación como frutas, verduras, legumbres, hortalizas o frutos secos, aunque también hay espacio para los típicos mojos, dulces y quesos de la isla e incluso para los vinos con Denominación de Origen de La Palma. Aunque no tengas intención de comprar nada, el lugar bien merece una visita.

Esta arteria es, sin lugar a dudas, la más importante de la capital palmera. Y lo es, aparte de por su belleza, por aglutinar la mayor oferta comercial de la ciudad. La calle toma su nombre de Dionisio O'Daly, un acaudalado comerciante de origen irlandés que allá por 1773 se juntó con otros miembros de la burguesía local para derrocar al gobierno de los denominados regidores perpetuos, lo que permitió la celebración de las primeras elecciones municipales democráticas de la historia de España. En la actualidad, la calle alberga un buen número de oficinas bancarias para que los turistas no tengan problemas de liquidez a la hora de efectuar sus compras. De esta forma, podrán adentrarse en establecimientos de todo tipo: desde moda, hasta librerías o artesanía, mientras reverberan los pasos en los famososo adoquines de la famosa y querida Calle Real, como le llaman los palmeros. Una delicia pasear por la misma, en medio de edificios con historia.

Se trata posiblemente del museo más moderno y vanguardista de la isla de La Palma. Está situado en la localidad de Los Llanos de Aridane, al oeste de Santa Cruz, y su origen se remonta a los últimos años del siglo XX. Con su creación, el ayuntamiento de este municipio tuvo la interesante idea de socializar el arte sacándolo a la calle. En eso consiste básicamente el proyecto, en crear un enorme museo al aire libre que utilice las paredes de diferentes edificios de la ciudad como soportes de gigantescas obras (las dimensiones de las pinturas oscilan entre los 38 y los 140 metros cuadrados). Es, por todo ello, un museo pionero en Europa que ha gozado de un notable éxito, albergando obras de reconocidos artistas canarios y de otras zonas de España. Además, la visita es totalmente gratuita.

Los primeros petroglifos encontrados en todo el archipiélago canario fueron hallados durante el siglo XVII en el municipio palmero de Belmaco, situado 42 kilómetros al norte de Santa Cruz. Este conjunto de gran valor arqueológico está formado por una decena de cuevas naturales que se completa con una estación de grabados rupestres. El lugar no sólo ha atraído durante décadas a decenas de investigadores y arqueólogos, sino que también constituye una visita obligada para todos aquellos que quieran profundizar en la forma de vida de los benahoaritas, antiguos habitantes de la isla hasta la llegada de los españoles. La zona cuenta con un centro de interpretación que desvela algunos detalles de la vida de estos aborígenes a partir de maquetas, fotografías y otros documentos. El horario de visitas es de lunes a sábados, de 10:00 a 18:00 horas, y los domingos, de 10:00 a 15:00 horas.

El norte de La Palma presenta unos paisajes que te recordarán a los de zonas tan alejadas de Canarias como Asturias o Galicia, repletas de árboles y zonas verdes. Para comprobarlo, basta con adentrarse en la carretera que conduce desde Garafía hasta Barlovento, llena de bosques que esconden numerosos tesoros. Uno de los más importantes se encuentra en el Parque Cultural La Zarza, en el término municipal de Garafía. Allí se encontraron en el año 1941 unos interesantes grabados rupestres realizados por pastores auaritas, también llamados benahoaritas (los antiguos pobladores de La Palma). Se trata de unos sencillos dibujos, algunos de ellos situados en los troncos de los árboles, que presentan diferentes formas y significados. Para conocerlos en profundidad basta con adentrarse en el Centro de Interpretación Etnográfico La Zarza, que puede visitarse de todos los días, de 11.00 a 17:00 horas (y hasta las 19:00 horas entre junio y octubre).

Al igual que sucede con el resto de las Islas Canarias, La Palma también cuenta con una arraigada tradición vinícola. Para conocerla en profundidad, nada mejor que visitar esta Casa Museo situada en la zona de Las Manchas de Abajo, perteneciente al municipio de Los Llanos de Aridane. Este lugar está situado unos 35 kilómetros al oeste de Santa Cruz, en la parte occidental de la isla. Se trata de un recinto construido sobre una antigua vivienda de maestros, enclavado en un espectacular paraje agrícola. Allí podrás degustar todo tipo de vinos de La Palma, además de adquirirlos junto a otros productos artesanales típicamente palmeros. El horario de visitas se extiende de lunes a viernes, de 9:30 a 13:30 y de 16:00 a 18:30 horas durante los meses de invierno, y de 9:30 a 15:00 horas en verano. También abre todos los sábados del año, de 9:30 a 14:00 horas.

La Palma acoge algunos museos especialmente peculiares. Tal vez el principal ejemplo de ello sea este museo, situado en una antigua casa del histórico barrio de El Charco, en el municipio de Tazacorte. Se trata de la única exposición de Europa dedicada de forma exclusiva a la industria platanera, una de las más pujantes de la economía palmera. Dividido en dos plantas, el museo repasa de forma exhaustiva la historia del archiconocido plátano de Canarias. La visita obliga a leer, y mucho, ya que buena parte de la exposición incluye numerosos paneles informativos que detallan el proceso de cultivo del plátano. También hay espacio para un salón de actos y un recinto en el que se exponen todo tipo de folletos. Próximamente también será posible contemplar en una pequeña cocina la forma en la que se elaboran algunos de los productos más típicos de la isla, como el licor de plátano o la mistela.

La localidad de Villa de Mazo se encuentra a 9 kilómetros de Santa Cruz de La Palma en dirección sur. Entre sus principales reclamos figura la Casa Roja, un edificio de inicios del siglo XX que alberga dos centros divulgativos en su interior. Uno de ellos, en la primera planta, está dedicado exclusivamente a la popular festividad del Corpus Christi, mientras que el otro, instalado en el piso superior, rinde homenaje a los bordados artesanales. En el primer museo se exhiben toda clase de documentos, fotografías, reproducciones e ilustraciones relacionadas con la festividad del Corpus, que se celebra en junio y que convierte las calles de la localidad en un auténtico museo al aire libre de alfombras floreadas y arcos de madera adornados con pétalos. A su vez, el Museo del Bordado alberga diferentes trajes, mantelerías, ornamentos y otros tejidos elaborados de forma artesanal.

La localidad de El Paso está situada en el centro de la isla de La Palma, a algo menos de 30 kilómetros de Santa Cruz. Uno de sus principales reclamos es un curioso museo en el que es posible contemplar el proceso de producción de tejidos de seda de forma artesanal, lo que abarca desde la cría de los gusanos hasta la elaboración final de la ropa. El lugar en cuestión es conocido como el Taller de las Hilanderas y está situado en la calle Manuel Taño. Entre otras cosas, allí se repasa la evolución que ha experimentado esta importante industria palmera desde que fuera introducida en la isla por los conquistadores españoles, allá por el siglo XVI. La exposición también detalla los pasos que han de seguirse para conseguir unas prendas de calidad que incluyen el lavado, el teñido y el torcido de los hilos en un peculiar telar de pedal.

La Plaza de San Francisco está integrada por una iglesia y un antiguo convento. El primer edificio alberga una importante colección de escultura sacra, mientras que el segundo, construido en el siglo XVI, acoge actualmente el Museo Insular de Bellas Artes, Ciencias Naturales y Etnografía, además del Archivo General de La Palma y la Biblioteca Insular José Pérez Vidal. El museo nació en 1915 para guardar las obras de Pedro Poggio Álvarez, un senador de La Palma que también coleccionaba arte. Con el paso de los años, los fondos del recinto se han ido incrementado con los trabajos de numerosos artistas locales, entre los que destacan los de Manuel González Méndez. En el apartado etnográfico es posible contemplar objetos vinculados a la gastronomía, la agricultura o la producción textil de la isla, mientras que la sección de Ciencias Naturales incluye numerosos minerales.

Una de las atracciones más peculiares de Santa Cruz de la Palma es un enorme navío situado en la Avenida de las Nieves, inspirado en la nao Santa María, integrante de aquella famosa expedición con la que Cristóbal Colón descubrió América. Se trata del Barco de la Virgen y fue construido en 1940 por un grupo de habitantes de La Palma vinculados al mundo del mar (constructores navales, coleccionistas y marineros). Además de jugar un papel muy destacado durante las fiestas de la Bajada de la Virgen de las Nieves, este imponente barco alberga el Museo Naval, un interesante lugar para los aficionados a la navegación. Entre otras muchas cosas, el recinto acoge una importante cantidad de cartografía vinculada con las Islas Canarias, así como numerosos documentos y archivos o maquetas de varios barcos construidos por los antiguos astilleros locales durante el siglo XIX.

La intensa actividad volcánica de La Palma ha hecho que los cambios en su orografía hayan sido prácticamente constantes hasta hace relativamente poco tiempo. De hecho, la última erupción del Teneguía, en el año 1971, provocó alguna que otra modificación en la costa palmera. Algo similar, aunque a mayor escala, sucedió en 1677, cuando el Volcán San Antonio reinició su actividad dando lugar a la formación de la cercana Playa de Echentive (también conocida como Playa Nueva por su juventud). Se trata de un lugar de visita obligada para los amantes de la naturaleza ya que tanto la playa como las charcas situadas en sus alrededores esconden numerosas cuevas y otras increíbles formaciones rocosas.

Además de sus múltiples volcanes, el sur de La Palma esconde unas espectaculares playas. Para llegar hasta allí hay que poner rumbo hacia la Punta de Fuencaliente, situada a algo más de 50 kilómetros de Santa Cruz. En los alrededores de esta parte de la isla encontrarás el municipio de Las Indias, un lugar repleto de plataneras que alberga dos preciosos lugares para el baño. Se trata de las contiguas playas Chica y de la Zamora, separadas la una de la otra por una barrera rocosa que podrás recorrer durante las horas del día en las que la marea se encuentra baja. Algo más al sur se sitúa la denominada 'raya del viento', el punto en el que se unen las aguas que bañan los extremos occidental y oriental del litoral palmero. Si quieres disfrutar de una increíble puesta de sol, éste es uno de los mejores lugares para hacerlo.

A menos de 10 kilómetros al sur de Santa Cruz de La Palma se encuentra Maroparque, un interesante parque zoobotánico situado en la localidad de Breña Alta. Se trata de un espectacular complejo en el que es posible disfrutar de una interminable variedad de animales exóticos, como puercoespines, serpientes, canguros albinos, loros, pavos reales, monos, cocodrilos o rapaces, especies que en muchos casos se encuentran en peligro de extinción. Es por ello que la entrada al recinto sirve también para ayudar a preservar el hábitat natural de estos animales. Además, Maroparque dispone de varios programas de educación, investigación y conservación. Abre sus puertas al público de lunes a viernes, en horario de 11:00 a 18:00 horas, y los sábados y domingos, de 11:00 a 19:00 horas. El precio de la entrada es de 11 euros para los adultos no residentes en Canarias y de 5,50 para el público infantil. Más información en www.maroparque.es.

Quien visita las Islas Canarias en busca del clásico turismo de sol y playa suele dirigirse a Fuerteventura, Tenerife o Gran Canaria. No obstante, en la costa de La Palma también existen importantes núcleos turísticos, siendo uno de los más populares el de Los Cancajos, situado en el vecino municipio de Breña Baja. Su playa, de unos 300 metros de longitud, es de ese color negro volcánico tan característico del litoral canario. La zona está plagada de complejos hoteleros, apartamentos, restaurantes y áreas comerciales, entre otros motivos, por el elevado número de turistas nacionales y extranjeros que acuden hasta allí procedentes de Santa Cruz, de la que se encuentra a sólo 5 kilómetros siguiendo la línea costera en dirección sur. Su oferta de ocio incluye alquiler de hamacas y sombrillas, numerosas duchas e incluso algún chiringuito, elementos poco habituales en otros puntos del litoral palmero.

Los amantes de la dramaturgia tienen en Santa Cruz de La Palma dos recintos con una variada oferta para disfrutar de todo tipo de obras teatrales, aunque ambos edificios ya merecen por sí mismos una detenida visita. El primero de ellos es el Teatro Chico, una preciosa construcción levantada en 1514 sobre el solar de un antiguo hospital. Situado en la calle Díaz Pimienta, se trata, pese a sus reducidas dimensiones, de un teatro de clara inspiración italiana, con planta de herradura y distribución en cuatro niveles (patio de butacas, palcos de platea, palcos de entresuelo y palcos de anfiteatro). No menos atractivo es el Teatro Circo de Marte, inaugurado en 1871 en la calle Virgen de la Luz para albergar peleas de gallos, un espectáculo de gran tradición en La Palma por aquella época. Ya en la segunda década del siglo XX fue reconvertido en teatro y, aunque permaneció cerrado durante dos décadas, reabrió sus puertas en 2008.

Aunque los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria gozan de una mayor fama a nivel nacional e internacional, la isla de La Palma también cuenta con unas fiestas de Carnaval de gran interés turístico. El acto principal es la llegada de Los Indianos, una peculiar celebración que recuerda la época en la que los palmeros emigrados a Cuba regresaban a la isla para exhibir las riquezas obtenidas durante su aventura en las Indias. Es por ello que todos los habitantes de la capital se visten con esos trajes y sombreros color blanco tan característicos de Cuba, mientras los ritmos caribeños atruenan por los altavoces de las casas y los establecimientos hosteleros. Se trata de una fiesta especialmente divertida ya que la gente se dedica a lanzarse polvos de talco (hasta el siglo XIX se utilizaba harina).

Cada cinco años se celebra en Santa Cruz de La Palma, entre los meses de junio y julio, la fiesta más importante de la isla. Se trata de la bajada de la Virgen de Las Nieves, una tradición que tiene sus orígenes en el año 1676, cuando la patrona de la isla fue bajada en procesión desde su anterior ubicación en un barranco para que pusiera fin a una insistente sequía. Los actos principales son la romería, el carro triunfal alegórico, el minué, la loa y la danza de los enanos. Este último evento es esperado con especial devoción por los palmeros, que aguardan pacientemente en las calles, ataviados con sillas y mantas, para disfrutar en directo de las peculiares polcas de estos simpáticos danzarines, que se prolongan hasta el amanecer. También es posible disfrutar del espectáculo en un recinto habilitado a tal fin, aunque esa alternativa le resta gran parte de su atractivo y tiene un coste adicional.

A lo largo de todo el Archipiélago Canario existen numerosos miradores situados en los puntos más elevados de las islas desde los que divisar las playas, las plataneras, los volcanes o los bosques. Uno de los más destacados de La Palma es el del Lomo de las Chozas, ideal para contemplar las elevaciones montañosas situadas en la parte norte de la Caldera de Taburiente. Para observar este excepcional paraje desde una panorámica distinta puedes acercarte al mirador de Roque de los Muchachos, desde el que disfrutarás de la rica vegetación de ribera de los alrededores. En el extremo oriental de la isla destaca el mirador del Time, desde el que pueden distinguirse perfectamente las plantaciones plataneras que se extienden a lo largo de todo el valle de Aridane. 

Estás en el parque que alberga la mayor concentración de erupciones volcánicas de la isla y la célebre Ruta de los Volcanes. Cumbre Vieja alberga, además, la más reciente erupción volcánica en España, acaecida el 19 de septiembre de 2021 y que duró 3 meses. Permitió la creación de nuestros territorios en la costa de la isla, conocidas como fajanas. Se trata de un espléndido parque natural que acaba en el mar con las Salinas de Fuencaliente y que recuerda la fuerza y energía de los volcanes. Además, acoge, año tras año, la celebración de la carrera de montaña Transvulcania, una de las mejores carreras de montaña y trailrunning del mundo con sus desafiantes modalidades que lleva a los corredores desde el nivel del mar hast ael punto más alto de la isla, el Roque de los Muchachos

Esta parte de la isla ofrece una de las estampas más bellas que pueden contemplarse en la Palma. La forma más fácil de acceder a este fascinante Parque Nacional es dirigirse hacia la localidad de El Paso y adentrarse en esta caldera de 10 kilómetros de diámetro y 28 de perímetro a través de La Cumbrecita, Los Brecitos o el barranco de las Angustias. Aparte de una imponente masa verde formada por pino canario y vegetación del mismo, también podrás contemplar el Observatorio Astrofísico de La Palma, uno de los más importantes del mundo en sus cumbres.

El municipio de Puntallana es uno de los destinos habituales de los habitantes de La Palma durante los meses de calor. Está situado unos 11 kilómetros al norte de Santa Cruz y presenta una impresionante costa repleta de acantilados y alguna que otra playa. La de Nogales es una de las más bellas y también de las más populares entre los palmeros. El espectacular paisaje de la zona incluye cuevas naturales entre las rocas, un pequeño peñón y unas increíbles olas blancas que contrastan con el negro intenso de la fina arena volcánica. Dependiendo de la época del año en que visites la isla, puede que incluso tengas la oportunidad de contemplar alguna tortuga marina saliendo a la orilla para enterrar sus huevos o avistar cetáceos.

El punto situado más al sur de la isla de La Palma es conocido popularmente como el Faro de Fuencaliente aunque, en realidad, está integrado por dos faros. El más antiguo de ellos data de comienzos del pasado siglo y dejó de utilizarse hace ya tres décadas, cuando se construyó otro mucho más moderno. Se trata de una de las zonas más atractivas de la geografía palmera, entre otras cosas porque alberga unas salinas cuyas sales todavía hoy continúan extrayéndose por su elevado contenido en yodo. Pero si lo que quieres es darte un chapuzón en el Atlántico también podrás hacerlo, ya que junto a las extensiones de lava encontrarás una concurrida playa de arena negra, de unos 150 metros de largo. Entre sus principales alicientes destacan unas espectaculares puestas de sol y un restaurante que ofrece exquisitos platos a base de pescado.

La localidad con más horas de sol de La Palma es, curiosamente, una de las más importantes desde el punto de vista histórico. Fue un 29 de septiembre de 1492, día de San Miguel, cuando en la zona que hoy ocupa el puerto de Tazacorte desembarcó el conquistador español Alonso Fernández de Lugo, quien bautizó la isla como San Miguel de La Palma tras derrotar a los aborígenes liderados por el rey Tazo, jefe del cantón de Aceró. En la actualidad, Tazacorte es un lugar ideal para visitar enormes plataneras y playas muy interesantes. También es posible contratar una excursión en un pequeño bote para contemplar desde el mar los enormes acantilados que se extienden por el litoral palmero en dirección norte o la gran cantidad de delfines y otros cetáceos que habitan esta parte del Atlántico.

Uno de los numerosos parques nacionales en La Palma se extiende justo a las afueras de Santa Cruz y alberga en su interior numerosos picos. Se trata del extenso Parque Natural de las Nieves, constituye una fenomenal alternativa para los amantes de las excursiones, aunque conviene disfrutar de una buena condición física para recorrerlo en su totalidad ya que abarca la mayor parte de la zona centro-occidental del término municipal de Santa Cruz. Caminando por sus senderos es posible contemplar los populares pinares canarios, reconocidos por su increíble resistencia para soportar la carencia de agua. La exuberancia vegetal del parque también incluye un espeso bosque de laurisilva en el que es posible contemplar numerosos ejemplares de este tipo de vegetación, heredada de la Era Terciaria, tales como helechos gigantes.

El antiguo Cabildo-Ayuntamiento de Santa Cruz de la Palma fue incendiado a mediados del siglo XVI por los piratas capitaneados por el francés François Le Clerc, alias Pata de Palo. Poco tiempo después, en una de las paredes de aquel reducido espacio de la Plaza de España se levantó una preciosa fuente pública de cuatro caños, cuya inauguración está fechada en 1588. Se trata de un pequeño monumento coronado por un frontón triangular cuyos vértices se encuentran rematados por un sencillo pedestal. Dicho frontón está adornado con diferentes imágenes heráldicas de la isla, entre las que destacan los escudos de armas de San Miguel Arcángel y del gobernador Jerónimo Salazar. Durante décadas, esta famosa fuente de estilo renacentista aseguró el abastecimiento de agua de la capital palmera, quedando con el paso de los siglos relegada a un papel puramente decorativo.

Son el elemento más característico de Santa Cruz de la Palma. Paseando por las empedradas calles del centro de la ciudad es posible contemplar un sinfín de balcones de madera de diferentes estilos artísticos, llevados a la isla por los emigrantes procedentes de la península. Tallados en tea y con celosías acristaladas, estos balcones constituyen también un símbolo de rebeldía de los habitantes de la isla, que hicieron oídos sordos a la prohibición de Carlos V y Felipe II de construir balconadas o saledizos que bloquearan las calles de las ciudades. Los más bonitos se concentran en el casco antiguo de Santa Cruz, declarado conjunto histórico-artístico, que abarca desde la Plaza de Santo Domingo a las de España y la Alameda, pasando por las calles O'Daly y Anselmo Pérez de Brito. Estos balcones lucen su mejor aspecto cada cinco años, cuando son engalanados para festejar la bajada de la Virgen de las Nieves.

Candelaria fue el nombre con el que durante muchos años se conoció a la actual localidad de Tifaraje, ya que su crecimiento se produjo alrededor de una pequeña ermita destinada a rendir culto a la patrona de las Islas Canarias. Durante la primera mitad del siglo XVI se decidió sustituir la citada ermita por una iglesia que fue proyectada en una sola planta, algo muy poco habitual en La Palma, en forma de cruz latina y con dos capillas en sus laterales. Se trata de un bonito templo en el que destaca una imagen flamenca de la Virgen de la Candelaria sosteniendo al Niño Jesús, correspondiente al siglo XVI. Pero posiblemente el elemento de mayor valor artístico del templo es el retablo de la capilla mayor, de estilo barroco, elaborado en el siglo XVII por el afamado Antonio de Orbarán, uno de los máximos exponentes de la imaginería canaria.

La Real Sociedad Cosmológica fue fundada en 1881 con el propósito de difundir el conocimiento de las ciencias naturales en La Palma. Su sede se situó en una antigua alhóndiga que el Concejo de la isla había adquirido varias décadas antes. Se trata de un edificio típicamente colonial, de una fachada color blanco en la que destacan las ventanas, balcones y puertas de madera. La Real Sociedad Cosmológica ha mantenido su importancia a lo largo de los años, hasta el punto de ser considerada como una de las instituciones de carácter científico más importantes de las Islas Canarias. Entre otras cosas, porque ha sido uno de los organismos que más ha estudiado el patrimonio arqueológico de los antiguos pobladores de La Palma y porque ha visto pasar por sus instalaciones a importantes médicos, humanistas, botánicos e investigadores. También alberga la Biblioteca Cervantes, inaugurada en 1905.

Es uno de los monumentos más apreciados por los habitantes de La Palma, fundamentalmente porque alberga la imagen de la venerada Virgen de las Nieves. Está situado entre los barrios de La Dehesa y Belhoco, a escasos 5 kilómetros del centro de la capital palmera, y se trata de un templo de comienzos del siglo XV que fue totalmente reconstruido en el XVII. Hasta aquí fue trasladada la figura de la patrona de La Palma, la más antigua del archipiélago canario al datar de mediados del siglo XV, desde el barranco en el que inicialmente la habían colocado los primeros conquistadores de la isla. El santuario es del mismo estilo que la mayoría de ermitas de la isla, destacando su elevada capilla mayor, su bóveda de medio cañón y, en el interior, algunas imágenes flamencas del siglo XVI y una magnífica colección de obras andaluzas del XVII.

El auge experimentado por Santa Cruz de La Palma durante el siglo XVI despertó el interés por la ciudad de los piratas, lo que derivó en la puesta en marcha de un importante sistema defensivo. No era para menos, pues la ciudad era paso obligado de los navíos que viajaban hacia América y albergó el primer Juzgado de Indias, razón por la que su puerto se convirtió en el tercero más importante del Imperio Español, tras los de Sevilla y Amberes. Las fortificaciones de la ciudad llegaron a incluir en aquellos tiempos varios baluartes, una muralla y diferentes portadas de acceso, elementos en su mayor parte ya desaparecidos. No es el caso del Castillo de Santa Catalina, levantado a finales del siglo XVII sobre el terreno que anteriormente había ocupado otro castillo. Declarado Monumento Histórico Artístico en 1951, consta de una planta cuadrangular que imita al Castillo de San Cristóbal de Santa Cruz de Tenerife.

La calle O'Daly constituye la principal arteria de Santa Cruz de la Palma, entre otros motivos, por acoger un buen número de casas aristocráticas, entre las que destacan las de las familias Arce y Rojas, Pereyra o García Aguilar. No obstante, la más famosa de todas, y posiblemente la más bella, es la Casa Principal de Salazar, levantada por Ventura Frías de Salazar entre 1631 y 1642. Este edificio presenta una elegante fachada de estilo barroco, que esconde en su interior un rico artesonado y un patio rodeado de preciosos balcones de madera. Mención especial merecen las rosetas que decoran sus frisos o el balcón central, construido con hierro forjado y en el que se exhibe el escudo en mármol de la familia Salazar. En la actualidad, la casa es propiedad del Cabildo Insular de La Palma y funciona como centro cultural.

Santa Cruz de la Palma alberga unas maravillosas casas solariegas que cuentan con varios siglos de antigüedad. Entre ellas figura la Casa Monteverde, actual sede de la UNED, construida a principios del siglo XVII y restaurada entre 1922 y 1923. Uno de los edificios que más sobresaltos ha sufrido a lo largo de su ya dilatada historia es la Casa Massieu, construida a finales del siglo XVIII por el coronel Juan Massieu Fierro. Esta edificación se instaló en el lugar en el que ya habían desaparecido anteriormente otros edificios a causa de los incendios. De hecho, la historia volvió a repetirse en 1990, cuando la nueva casa volvió a ser devastada por las llamas. Durante los últimos años ha sido completamente restaurada y reconvertida en un edificio de uso institucional, albergando numerosas oficinas y dependencias del Consejo Insular.

Se trata, junto al Ayuntamiento, del principal símbolo de la capital de La Palma. Al igual que aquél, está situada en la céntrica Plaza de España y fue la primera parroquia que los conquistadores españoles construyeron en la isla, a finales del siglo XV. En 1553 hubo que reconstruirla tras ser objeto de un incendio provocado por el famoso pirata francés Pata de Palo. La estructura original incluye tres naves y cinco capillas, siendo su fachada de corte renacentista su principal atractivo artístico. Ya en el siglo XVII se le añadió una larga torre de estilo plateresco formada por cuatro campanas bautizadas como Grande o de Fuego, Verde, Nueva y Pata Cabra. En el interior del templo conviene detenerse en los techos mudéjares de madera y en el gran retablo neoclásico que alberga algunas imágenes muy interesantes, como la del Cristo de los Mulatos.

Para muchos, el Ayuntamiento de Santa Cruz de la Palma (las antiguas Casas Consistoriales) constituye el monumento de arquitectura civil más importante de todas las Islas Canarias. Situado en pleno centro de la ciudad, en uno de los laterales de la Plaza de España, se trata de un bonito edificio que fue construido entre 1559 y 1567. Lo primero que llamará tu atención al observar su fachada son sus enormes ventanales y la efigie del Rey Felipe II acompañada del escudo de la Casa de Austria. También destacan su galería de pórticos y arcos de medio punto y sus murales, pintados por el vallisoletano Mariano de Cossío durante la primera mitad del siglo XX. En el plano histórico, el Ayuntamiento palmero cuenta con el privilegio de haber sido el primero de toda España que se constituyó mediante el sistema de sufragio popular, allá por 1793.

El Centro de Visitantes del Roque de los Muchachos se encuentra en un entorno paisajístico único en La Palma. A 2.426 metros de altitud, el Roque de los Muchachos es un lugar privilegiado para la observación astronómica y alberga uno de los observatorios de Astrofísica más importantes del mundo. Este centro de visitantes permite conocer la importancia de la astronomía en la Isla, promocionando así el patrimonio natural y cultural del punto más alto de la isla de La Palma y la trayectoria histórica de esta ciencia en la Isla.

El Parque Arqueológico de El Tendal nos descubre la historia de los antiguos habitantes de la Isla de La Palma. Su centro neurálgico es una gran cueva natural donde vivieron los antiguos aborígenes de la isla, alrededor de unos mil años. En este yacimiento se han hecho varias excavaciones que muestran multitud de restos que utilizaban estos habitantes en su día a día, como piezas de cerámica, piezas líticas, huesos de fauna doméstica, recolección de vegetales, carbones o semillas… .

El Centro de Interpretación de las Cavidades Volcánicas Caños de Fuego es un conjunto de tubos volcánicos que procede de la solidificación de las lavas emanadas en la erupción del Volcán de San Juan en 1949. Aquí se pueden ver la formaciones geológicas que se desarrollan durante y después de las erupciones de los volcanes y también entender la fragilidad y conservación de los ecosistemas que rodean a este centro. Enfrente, cruzando la carretera se encuentra el majestuoso sistema de pasarelas flotantes que dan acceso al mirador de cristal y al tubo volcánico Cueva de Las Palomas.

El 19 de septiembre de 2021 la tierra rugió en La Palma, dando nacimiento a un nuevo volcán. Durante tres meses, la isla se vio afectada por la erupción volcánica y, especialmente, las coladas de lava que creó. Un 10% de la superficie de la isla se vio afectad por ello, con especial incidencia en viviendas y negocios. La isla afronta su recuperación con fuerza y tesón. Cada vez son más las vías que se abren y los servicios que se restituyen, así como las soluciones que se dan a los vecinos afectados. El nuevo volcán, que ha cambiado el paisaje de esa parte de la isla en el oeste, aún no tiene denominación oficial.

Por mar, por aire, por tierra … tú eliges el elemento. La Palma te pone la aventura en tu mano. Buceo, piragüismo, excursiones náuticas para avistar cetáceos o admirar las coladas y las fajanas formadas por la reciente erupción … Senderismo, bici de montaña o parapente. La Palma es el destino en el que te espera una aventura en cada esquina.

Las estrellas a tus pies. Por la noche, La Palma sigue viva. Sigue latente bajo la atenta mirada de las estrellas, la via láctea y los planetas. Y es que el cielo nocutnro de La Palma es todo un espectáculo. Verás tantas estrellas que serás incapaz de contarlas y te sentirás como ante un libro abierto de astronomía. Si quieres disfrutar de ellas, puedes hacerlo de la mano de alguna de las empresas especializadas de la isla que organizan actividades de observación de estrellas. O, si lo prefieres, acercarte a alguno de los miradores astronómicos que encontrarás en el destino. Simplemente … mira hacia arriba.