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Guía turística: qué hacer y ver en Tenerife
La eterna primavera
El Atlántico baña Tenerife, y en las playas de Tenerife se bañan miles de turistas venidos de todo el mundo con ganas de su naturaleza y clima templado. Por algo la llaman la isla de la primavera eterna, en lo que mucho tienen que ver los vientos alisios. Es la isla más extensa del archipiélago canario y una tierra de contrastes. El norte verde se contrapone al paisaje volcánico; sus playas se mezclan con barrancos y acantilados; su arquitectura colonial ha dado paso a una creciente corriente contemporánea, en la que destaca el Auditorio de Santa Cruz de Tenerife, ideado por Santiago Calatrava. Pasear por el casco histórico de San Cristóbal de la Laguna o disfrutar del extraordinario Parque Nacional del Teide, el más visitado de España y Patrimonio de la Humanadidad, son dos actividades que no deberás perderte.
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Museo Arqueológico
Una visita a este museo te mostrará la historia de la isla a través de sus hallazgos arqueológicos.
Los restos arqueológicos de la isla.
Este es el lugar idóneo para iniciar una incursión en la historia guanche. Lo encontrarás en los alrededores de la Plaza de España, presidiendo el Muelle Sur de la ciudad. Allí, reconocerás el imponente edificio neoclásico que acoge una de las piedras angulares de la cultura en la isla. Si es domingo, podrás acceder sin pagar entrada. Una vez en su interior, te espera una atractiva visita ya sientas mera curiosidad o seas un apasionado de la arqueología. Y es que este museo ha sido el encargado de recopilar, desde los años cincuenta, los incontables hallazgos prehistóricos y geológicos repartidos por las islas. Hoy, es un centro de estudio e información fundamental con numerosas exposiciones sobre la naturaleza volcánica o las momias de aborígenes guanches. Para terminar la visita, vale la pena aprovechar para comer en el restaurante del museo. Su cocina, de la que se recomienda especialmente probar sus tapas, ha sido galardonada.
Museo de Ciencias Naturales
Un recorrido por el hábitat marino no solo de la isla, para conocer lo que se esconde en el mar.
El mundo marino al alcance de cualquiera.
Cualquiera al que le interese el mundo marino tiene una cita obligada con este museo. Formando parte del Museo de la Naturaleza y el Hombre, ocupa el mismo edificio que el Museo Arqueológico, frente al Muelle Sur en el oeste de la ciudad. Pero es en éste donde podrás encontrar horas de entretenimiento y estudio de la vida marina especialmente en las Canarias, aunque también en otras regiones. A lo largo de sus salas encontrarás varias secciones dedicadas a la evolución geológica que ha sufrido la zona, a la riqueza botánica que contiene y también la vida animal. Esto último lo forma una amplia colección de organismos, desde invertebrados marinos hasta mamíferos o reptiles. El museo puede desvelarte todos los secretos que esconden las aguas atlánticas.
Las playas de ensueño
La isla te ofrece playas que no encontrarás en cualquier sitio, disfruta de todas las que puedas.
Playas para todos los gustos.
Entre escondidas calas y extensas playas, cualquier amante de la costa tendrá aquí un hogar. Si es tu caso, posiblemente te falte tiempo para poder visitarlas todas. La ciudad de Santa Cruz guarda la más popular, Las Teresitas, que resulta una opción ideal para ir con los más pequeños. Esta playa artificial de arena fina y rubia está resguardada de las olas y reinventa el término tranquilidad. También en esta zona encontrarás Las Gaviotas, de arena negra, que merece la pena aunque sea sólo por la vista de su entorno. Pero es al sur de la isla donde vas a encontrar los puntos más atractivos. Los Cristianos, en Arona, es la pionera y una de las más famosas. Si vas hacia el Golf del Sur encontrarás un lugar perfecto para investigar pequeñas calas de difícil acceso, pero de las que es imposible no enamorarse. Desde aquí y subiendo hacia Santa Cruz tienes las ineludibles playas de El Roque y El Puertito, ideales para los más surferos y con unas vistas privilegiadas del Atlántico.
Los Roques de García
A los pies del Teide encontrarás una zona para descubrir y pasear, siempre que dispongas de tiempo.
¿Recuerdas el billete de mil pesetas?
En este punto privilegiado olvidarás todo lo que has dejado a tus pies. Y es que aquí, en el interior del Parque Nacional del Teide, te encuentras en el techo de España. Con sus casi cuatro kilómetros de altitud, el Teide es la cumbre más elevada del país y una visita ineludible al pasar por la isla. Además es desde aquí, los Roques de García, donde tienes una de sus vistas más peculiares. Los diferentes materiales que han ido cubriendo esta zona y su erosión hacen de ella un paisaje teñido de ocres especialmente curioso. Si no tienes tiempo, desde el cercano Parador Nacional de Turismo tendrás una vista perfecta de la zona y de los míticos Llanos de Ucanca. Pero si puedes, la excursión que circunvala la zona es sin duda algo que querrás recordar. Las formas y colores de su Roque Cinchado y La Catedral configuran un paisaje que te lleva fácilmente a una película del salvaje oeste. Sea por un buen rato o el día entero, te alegrarás de haber venido.
Parque Taoro
Prepárate y sube hasta este punto para ver las vistas y disfrutar de un día diferente.
Reserva tiempo para este paseo.
Este enorme rincón verde en Tenerife es ideal para apartarte de la urbe sin alejarte demasiado. Puedes ir en un paseo desde el Puerto de la Cruz, aunque si lo haces reserva algo de aliento para la subida. Te esperan doscientos cincuenta escalones para coronar este punto privilegiado de la ciudad. Eso sí, tienes espacios de descanso por el camino donde poder sentarte unos minutos. La zona, aún así, merece la pena si buscas la tranquilidad y la evasión. Aquí es fácil de conseguir entre la flora que inunda cada punto del parque y las vistas que contiene. Lo que sin duda te llamará la atención son sus cascadas. Una de las mejores maneras de disfrutarlo es venir por la tarde. Tras contemplar desde aquí el atardecer, comienza a bajar según vaya oscureciendo para ver el parque con su iluminación nocturna. Al caer la noche, puedes redondear el paseo con una visita al casco antiguo del puerto.
Garachico
Descubre la calma que se respira entre las calles de este peculiar pueblo en la costa.
Un remanso de paz en la isla.
Solo apto para quienes buscan tranquilidad. Ya que en este recogido pueblo costero, al norte de la isla, hay varios factores que se han unido para brindártela. Posiblemente su mayor valor resida en su tamaño, limitado por la empinada ladera que resguarda su cara sur. Por esta misma fue por donde, hacia el siglo XVIII, descendió una erupción del volcán Trevejo sepultando el pueblo original y dando a la zona el aspecto que tiene hoy. Si quieres puedes subir para contemplar las vistas, incomparables desde la altura. De vuelta al pueblo, antes o después de pasear sus calles hasta la Plaza del Ayuntamiento o pasar a echar un vistazo al Castillo de San Miguel, tienes una visita obligada al venir aquí. Si el tiempo acompaña, ve a los alrededores del castillo. Cuando empieces a ver unas pequeñas entradas del mar en la tierra no lo dudes, detente. Las piscinas naturales de Garachico son sin duda su mayor atractivo. Y es que aquí, el agua de mar se renueva constantemente y estás a cubierto de las olas y de las corrientes.
Parque Rural de Anaga
Disfruta de un día en plena naturaleza y respira aire limpio.
Senderos naturales entre árboles.
La naturaleza de la isla de Tenerife le ha otorgado la suerte de poseer una variedad atípica de ecosistemas. A lo largo y ancho de la isla puedes encontrar los desérticos páramos que rodean el volcán Teide, la amabilidad de las playas del Puerto de La Cruz y el carácter casi selvático de este Parque Natural de Anaga. Este lugar se abre paso entre La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste. Con sus más de 14.000 hectáreas, el río que lo atraviesa une la cordillera de uno de sus extremos con la costa atlántica. En su interior, este abrupto bosque da lugar a una enorme cantidad de senderos y rutas naturales. Sorprendentemente, la civilización también llegó hasta aquí y puedes encontrar pequeñas aldeas pobladas por un puñado de vecinos que aquí viven su día a día. Para los amantes de los animales, especialmente de las aves, este lugar es imprescindible en tu visita a la isla de Tenerife.
Piscinas de Bajamar
Un lugar para disfrutar con los mas pequeños sin peligros y pasar un día de playa.
Piscinas naturales para todos las edades.
La peculiar erosión del mar en el dique de esta zona del nordeste de la isla ha provocado que se hayan podido crear estas piscinas naturales. Salvaguardados por los montes de la cordillera de Anaga se encuentra este paraíso para el baño. Es el propio Océano Atlántico el que riega y renueva las aguas de estas tres piscinas. A un lado el faro de Bajamar, más allá la pequeña playa del dique y en el otro extremo, el mar abierto. Si bien es cierto que, según como se encuentre la mar, las piscina pueden estar cerradas al público, lo habitual es que estén abiertas y son un lugar muy recomendable para pasar el día. Más aún para los más pequeños. Su encanto reside también en los alrededores y en el precioso paseo que une este parque con Punta del Hidalgo.
Acantilado de los Gigantes
Otro de los puntos más bellos de la isla son estos impresionantes acantilados que puedes ver desde el mar.
Los acantilados desde el mar.
La naturaleza volcánica de la isla de Tenerife ha hecho que la isla presente unos accidentes orográficos sorprendentes e impresionantes. Los Acantilados de los Gigantes son una de las mejores muestras de ello, una de las imágenes más impactantes de la isla. Sus enormes paredes de piedra rompen en vertical para resistir la fuerza del oleaje atlántico. Hay zonas en las que la altitud de estas escarpadas montañas pueden llegar hasta los 600 metros. Las civilizaciones aborígenes de la zona consideraban sagradas estas murallas ya que les protegían del fin del mundo. Y es que tras esta enorme caída solo se divisa el mar azul del océano. De hecho, una de las actividades más recomendables es tomar una de las embarcaciones que descansan en la orilla del puerto y contemplar estos rompientes desde el mar. Podrás aprovechar y divisar también los bancos de delfines y ballenas que rodean esta zona.
Lago Martiánez
Una de las obras más importantes de la isla y en la que, sin duda, más disfrutarás.
Lagos y piscinas al borde del mar.
El arquitecto César Manrique es el más afamado en la historia de la isla de Lanzarote y el artífice de el Lago Martiánez, un complejo de ocio levantado a base de piedra volcánica y los principales elementos de la naturaleza tinerfeña tales como cactus y otras plantas de su ecosistema así como juegos de esculturas inauditos. El resultado fue un juego de piscinas y lagos construidos sobre una zona de playa que mezcla el ecosistema de la zona con la obra del arquitecto. Es uno de los lugares de los que los vecinos se sienten más orgullosos y su visita es una experiencia diferente. Se encuentra en las playas del Puerto de la Cruz, al norte de la ciudad. Alrededor, una gran cantidad de restaurantes y terrazas, lo convierten en el lugar perfecto para sentarse a comer después de visitar el puerto.
Parque Nacional de las Cañadas del Teide
Elige de qué forma quieres subir pero no te pierdas una excursión al centro de la isla.
La montaña más alta.
En mitad de la isla de Tenerife se encuentra el volcán del Teide. El epicentro de todo el parque y de la propia isla. Esta gigantesca montaña es el punto más alto de España y de toda la tierra emergente a lo largo del Océano Atlántico. Es curioso contemplar durante los amables inviernos de la región, el pico nevado de este enorme volcán mezclándose con los cactus típicamente desérticos. Pero no solamente es popular por ello. Este volcán es el lugar más venerado para la cultura guanche. Y también es uno de los lugares que ha sustentado la civilización en la zona. De toda la parte interior de Tenerife, el ecosistema que se genera aquí ha permitido que los pueblos de alrededor pudieran mantener plantaciones y ganadería durante todo el año y no tener que emigrar con los cambios de estación. Esto provocó que fuera una de las zonas habitadas más antiguas. De hecho, sus restos arqueológicos son otro de los puntos más interesantes.
Salir por la noche por Costa Adeje
Para salir a tomar algo por la noche y bailar, una de las mejores opciones es esta.
La zona de marcha nocturna.
Al sur de la isla hay una zona llamada Costa Adeje, se trata de un barrio lindante con la popular playa de las Américas y otras playas de alrededor. Esta zona es el epicentro de la actividad y la marcha nocturna. A lo largo de sus calles se han ido abriendo un gran número de terrazas, restaurantes y bares que durante todo el día dan de comer a los turistas. Pero es sobre todo al caer la noche cuando la zona entra en su apogeo. Cientos y cientos de personas llenan sus calles y comienzan la ruta nocturna aquí. Hasta las 2 o 3 de la mañana, los jóvenes y no tan jóvenes aprovechan el buen tiempo en la calle. Una vez entrada la madrugada, llenarán las discotecas de la ciudad. El barrio es tremendamente ecléctico y podrás encontrar ambientes para todos los gustos. Desde locales especializados en la música electrónica hasta pubs con música en directo.
Fiestas de San Juan
Procesión y hogueras para celebrar la noche de San Juan en la isla.
Vive la noche más corta del año.
La noche más corta del año es más larga en la isla de Tenerife. En Punta del Hidalgo, en el municipio de San Cristóbal de La Laguna, cada año, antes de que caiga el sol del día 23 de junio, los jóvenes del barrio toman a hombros la imagen del santo y la trasladan hasta la orilla de la playa. No es una orilla cualquiera sino que se trata de la llamada el Güigo. Hasta allí le acompañan los vecinos, las peñas y las rondallas. Música en directo para el recorrido y bebida de la zona. Abundan el vino y recetas de la tierra. Una vez llegados a la meta comienzan las hogueras que duran toda la noche. La playa entera se llena de gente para despedir esta noche y honrar al santo. En la zona lo llaman San Juanito. Pero no solamente aquí, prácticamente todas las playas de la isla festejan esta larga noche con hogueras y con celebraciones que llegan hasta la mañana y que siguen durante los siguientes días. El Puerto de la Cruz es otro de los lugares donde mayor tradición tiene esta fiesta.
Bucear en el Atlántico
Si te atreves, esta es una experiencia inolvidable y muy asequible.
Bucear entre delfines.
La isla de Tenerife es un paraíso infinito para conocer el universo marino que rodea la isla. Bañadas por las aguas del océano Atlántico, las costas esconden innumerables rincones para bucear, todo tipo de rocas y flora marina salvaguardadas por un sinfín de especies animales submarinas. Entre todas ellas, destacan los delfines y las ballenas. Y es posible conocerlas. Tanto desde el Puerto de los Cristianos como desde el de los Gigantes, ambos al sur de la isla, existe la posibilidad de tomar un barco y viajar unas millas mar adentro. Desde allí podrás contemplar desde cerca los cetáceos y los simpáticos mamíferos acuáticos. Es más, es habitual bucear a su alrededor e incluso tomar fotografías submarinas de ellas. Los marinos que tripulan estas embarcaciones te llevaran hasta ellas y, si te atreves, podrás probar el popular snorkel y otras variantes de este deporte y contemplar los fondos marinos atlánticos de la costa tinerfeña.
Los Carnavales
La fiesta para la que se preparan durante todo el año. Si tienes ocasión, no te pierdas los Carnavales canarios.
Carnaval, carnaval…
La isla de Tenerife se muestra orgullosa como la poseedora de uno de los dos carnavales más importantes y espectaculares del mundo, junto con los de Río de Janeiro. Por este motivo ambas ciudades están hermanadas. Los inicios de esta festividad se pierden en el pasado. Se sabe que con los primeros asentamientos europeos ya se desarrollaban estas celebraciones, de hecho hay testimonios escritos que prueban la existencia de estos juegos de disfraces allá por el año 1605. Pero se desconoce cuánto tiempo antes comenzaron. Lo que sí sabemos es que con la llegada de febrero, la plaza de España se engalana y se prepara para elegir, en primer lugar, a la Reina del Carnaval y durante toda la semana posterior a las murgas, comparsas y rondallas que, junto a las miles y miles de personas que se reúnen llenaran sin dejar una baldosa vacía de esta plaza.
San Andrés
Tanto por su playa como por su gastronomía, es un lugar imprescindible para visitar.
Un pueblecito entre el mar y la montaña.
Visitar el pueblecito de San Andrés es una de las excursiones más bonitas que puedas hacer en Tenerife. Situado al norte de la isla, esta encantadora aldea mezcla la costa con la montaña. Famosa por las dos, es uno de los principales destinos de la zona para probar el pescado autóctono. Sobre todo durante el fin de semana, los restaurantes del pueblo dan de comer a muchos turistas y vecinos que se acercan hasta aquí para probar las recetas tradicionales. Además, su playa es una de las más populares de la ciudad, se trata de la playa de las Teresitas. Sin embargo, este pueblecito rodeado por las montañas de Anaga tiene un encantador casco antiguo con un montón de casitas de planta baja y pintadas de colores. Sus calles de piedra te llevan hasta el Castillo de San Andrés que a pesar de estar en ruinas nos recuerda lo que un día fue: uno de los lugares de defensa claves para la isla.
Barranco del Infierno
Acércate a este paraje natural para caminar y conocer la vegetación de la isla.
Tiempo para el senderismo.
El Barranco del Infierno es una Reserva Natural situada en el municipio de Adeje, al suroeste de la isla. Desde allí una superficie de más de 1.800 hectáreas guardan uno de los parajes naturales más salvajes y duros de la isla. Precisamente por ello, se ha convertido en una de las rutas de senderismo más populares para los deportistas. En su interior, los accidentes orográficos de su superficie lo convierten en un lugar insólito. El tramo más popular es el que le da nombre. Este Barranco del Infierno no es otra cosa que una profunda garganta de varios metros de profundidad producida por la erosión del agua durante miles y miles de año. Sin embargo, las rocas del Conde, el de Imoque y el de Abinque también son zonas dignas de ver. La vegetación de la zona lo hacen uno de los lugares más bellos del interior de la isla. Un encuentro con la naturaleza de la isla.
La Masca
Aventúrate a conocer esta zona y descubre las hermosas vistas que te ofrece.
Carreteras complicadas y vistas alucinantes.
Si llegas hasta aquí, querrás repetir. Lo sabrás en cuanto entres en esta impactante zona al noroeste de la isla. La experiencia comienza en el camino, ya que la carretera que te lleva hasta aquí es una auténtica aventura estrecha y serpenteante. Mejor hacerla en guagua o en taxi aunque eso sí, te llevará unas horas. Una vez allí hay varias cosas que ver y ninguna opción errónea, ya que el secreto del lugar es el espectacular paisaje que lo rodea en todos sus puntos. Una forma de empezar es en el Parque Rural de Teno, donde puedes pasar por el Museo Etnográfico si te interesa la historia y tradición de la zona. Desde aquí puedes acercarte a la ermita o al Mirador de Cherfe. En ambos puntos merece la pena la vista. Realizando una dificultosa bajada de cinco kilómetros, accederás a una pequeña playa de arena volcánica, ideal si buscas intimidad. No obstante, cuando el día comience a caer merece la pena que te pille en el punto más alto que puedas. Su vista desde la altura en ese momento del día es algo difícil de olvidar.
Puerto de la Cruz
Un pequeño pueblo con mucho encanto para pasear y conocer.
Aquí comenzó el turismo.
Este pequeño municipio situado al norte de la isla, es uno de los orígenes del turismo de Tenerife. En realidad, aquí se ubicaba un antiguo sanatorio que se dedicaba a mantener en cuarentena a enfermos que provenían de otros países, sobre todo de Europa. Ahora es destino habitual para turistas de Alemania, Reino Unido y otras partes del continente. Su precioso puerto que hasta hace pocos años pertenecía a La Orotava es uno de los más bellos de la ciudad. Pero sus monumentos no terminan aquí sino que sorprende que un municipio tan pequeño pueda contener tantos tesoros históricos. No debes dejar de visitar la Casa Amarilla, ni su casa de la Aduana, que lleva en pie desde el año 1610. El Paseo San Telmo no se te olvidará y, por supuesto, la playa llamada Playa Jardín, uno de los arenales negros más populares de Tenerife.
La Orotava
En La Orotava encontrarás otro buen lugar para escaparte en tus vacaciones.
A los pies del Teide.
La zona de La Orotava salvaguarda la montaña más alta de España: el Teide. Situada en el flanco norte, es el municipio más amplio de la isla. Casi toda la vida gira y ha girado alrededor del mar, de hecho, la mayor parte de los pueblos se encuentran en la costa. Sin embargo, el entorno natural de La Orotava, aunque más agreste que sus amables playas, permitió que se convirtiese en uno de los núcleos poblacionales más antiguos de Tenerife. De hecho, si la propia isla fue la que más resistencia opuso a la llegada de la invasión española allá por el siglo XV de todo el archipiélago canario, este punto fue el último en ser tomado de toda la isla. Ahora, la propia montaña del Teide es un símbolo del mundo y de la cultura aborigen para los guanches. El último reducto en resistir ante el invasor.
San Cristóbal de la Laguna
Es una de las zonas más bonitas de la ciudad y pegada a la capital, no dejes de visitarla.
Un paseo por La Laguna.
Esta ciudad ha ido creciendo tanto que se ha ido mezclando con los edificios de Santa Cruz. Es la segunda más importante de la isla. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, es uno de los puntos más bonitos de la isla. Este nombramiento le vino por una curiosa cualidad, el hecho de ser ejemplo único de ciudad colonial no amurallada, estilo también llamado ciudades de paz. En el centro de la misma se encuentra una curiosa plaza llamada Plaza de la Junta Suprema que conmemora un episodio histórico muy importante. Con la llegada a la península de las tropas de Napoleón, las Cortes de España notificaron a Canarias el traslado de su capitalidad. Todo este proceso se llevó a cabo en estas calles ya que era la zona noble de la isla y por ello se le recuerda. Son muchos los monumentos que puedes ver a lo largo de sus calles pero quizá destaca la grandiosidad de la Catedral de Nuestra Señora de los Remedios.
Centro Comercial Plaza del Duque
Un centro comercial con grandes marcas y planes para pasar un día de compras.
Más para tus compras.
La isla de Tenerife posee una gran tradición en todo lo relacionado con la artesanía. Sus cerámicas son muy conocidas y cotizadas, especialmente las de La Masca. También los son sus bordados. Y, por supuesto, también lo son sus vinos. Sin embargo, en el barrio sur de Adeje se abrió hace unos años el centro comercial Plaza del Duque, en contraposición a esta tendencia. Con la intención de abrir un centro en el que cupieran los locales relacionados con la moda y la tendencia. Así aparece este moderno edificio en mitad de uno de los barrios con más actividad de la isla. En su interior, tiendas de las principales marcas de ropa y lujo así como restaurantes, terrazas y cafeterías con ambiente lounge. Uno de los puntos obligados para los amantes del shopping.
De compras en la ciudad
Una de las mejores formas de conocer la ciudad es callejeando y parando en algunas de sus tiendas.
Paseando y comprando recuerdos.
A continuación te revelamos unas cuantas rutas por distintos puntos de la isla para facilitarte tus jornadas de shopping. En Santa Cruz de Tenerife te recomendamos que visites los bazares que se encuentran en las calles de Villalba Hervás y El Castillo. Están desperdigados por todo el barrio pero muestran el encanto de los pequeños negocios familiares de la isla. Alrededor de la Plaza de España y La Candelaria también abren sus puertas un montón de tiendas típicas de la ciudad. La ciudad de La Laguna también es otro de los puntos comerciales de Tenerife y sus tiendas están repartidas por su casco antiguo. Aquí se mezclan las tiendas de ropa con las de artesanía y es tan fácil como agradable perderse un rato por ellas. Por último, la comarca de La Orotava ofrece la cara más rural en cuanto a tiendas se refiere. En este pueblecito se esconden un montón de locales con la artesanía y los productos típicos de la zona.
Agromercado y Mercadillo Costa Adeje
Un mercado donde comprar, con todas las garantías, los productos de la isla.
De la tierra a tus manos.
Costa Adeje es uno de las zonas con más actividad turística y comercial de la isla. Ubicado en el sur, tiene mucho ambiente durante todo el día y también por la noche. Por ello, en los últimos años, un gran número de tiendas han abierto en esta zona. Sin embargo, lo que te presentamos es algo bien distinto. Se trata del Agromercado. Este lugar fue una iniciativa del ayuntamiento para conseguir que los ganaderos y agricultores consiguieran llevar sus productos directamente a los vecinos. No hay intermediarios. Puedes encontrar todos los productos gastronómicos con una garantía de calidad absoluta. Desde las carnes y pescados hasta las mieles y los vinos. Todo lo que se cultiva en la isla está aquí. Tan solo tienes que escoger.
Surf Center Playa Sur
Si quieres practicar algún deporte acuático, este es tu sitio.
Propuesta para los más aventureros.
El surf y todos los deportes relacionados con el mar son uno de los grandes atractivos de la isla. Desde aprender a coger olas en las playas hasta bucear rodeado de ballenas y delfines. Todas las variantes acuáticas son posibles aquí. Destaca la zona de El Médano. Debido a sus vientos y la disposición de su costa, las olas que golpean la orilla de estas playas son conocidas en todo el mundo. Y son un paraíso para el surfista. Allí mismo se encuentra este Surf Center Playa Sur. Un negocio que comenzó siendo un pequeño local familiar y se ha terminado convirtiendo en una institución en el mundo del surfing. Puedes alquilar y comprar todo lo necesario para probar este deporte. Por supuesto, también encontrarás toda la ropa y complementos relacionados con el mundo acuático. Si eres aficionado al mar, visítalo.
Artenerife, las tiendas de artesanía
En las tiendas de Artenerife encontrarás diversos objetos artesanos, que incluso podrás comprar online.
La cerámica, muy presente en la isla.
Como habrás podido comprobar, la artesanía es uno de los grandes patrimonios de la isla canaria. La tradición de los alfareros se remonta siglos y siglos atrás, antes de la llegada de lo corona española a las islas. Es una de las herencias aborígenes que ha convivido con la llegada de las nuevas civilizaciones. Sin embargo, sigue habiendo mucho de la cultura guanche en ella. Por ello, apareció la marca Artenerife. Impulsada por el propio Cabildo nació como un intento para salvaguardar esta tradición. En la actualidad, es la marca embajadora que garantiza la autenticidad de estas obras. Existen numerosas tiendas a lo largo y ancho de la isla. En la ciudad de Santa Cruz de Tenerife se encuentra una de las más importantes, ubicada en la casa Real de la Aduana. En ella encontrarás también los archiconocidos bordados tinerfeños y todas las variantes de la cerámica de la isla.
Tienda La Baranda, la vid y el vino
Una tienda donde ver gran parte de los vinos de la zona donde también podrás probarlos.
Los mejores y diferentes vinos.
La isla tinerfeña tiene una gran tradición en vinos y otros licores. Esta pequeña tienda da buena muestra de ello. Ubicada en el corazón de la isla es un escaparate de las cosechas de la zona. Además, posee, en su planta baja, una zona de degustación muy recomendable. Aquí no solo puedes probar la cosecha de la temporada sino que sus atentos y expertos dependientes te explicarán el origen, el proceso y la tradición de estos vinos que se remonta a siglos y siglos de experiencia. También son expertos en otro de los manjares de la región como son sus mieles. Recopiladas de los apicultores del lugar, dependiendo de la estación del año, se dispensan unas u otras variantes. Pero siempre artesanas y tradicionales. Por supuesto, es el lugar idóneo si quieres llevarte unas botellas de vino de la isla como recuerdo.
Cerámica de La Masca
En tu excursión a esta zona verás la típica cerámica que los lugareños hacen con sus manos.
Piezas únicas y con significado.
El trabajo de los alfareros del noroeste de la isla se remonta a tiempos inmemoriales. Es la mezcla de la tradición guanche aborigen y la llegada de las nuevas civilizaciones. Es uno de los puntos en los que se fusionaron estas culturas y dieron lugar a uno de los procesos artesanos más antiguos y característicos de la cultura tinerfeña. Todo un mundo de leyendas, rituales y mitos gira alrededor de estas cerámicas. Y su capital es el pueblo de La Masca. Escondido en los intrincados montes del Teno casi no ha pasado el tiempo por él y por los artesanos que siguen haciendo a mano, día tras día, estas obras de arte. Entre estas paredes no solamente encontrarás todos los tipos de esculturas que puedas imaginar sino que te recomendamos que preguntes por su significado. Los propios artesanos te contarán orgullosos lo que simboliza cada una de ellas.
Centro de artesanía El Limonero
Aquí encontrarás lo más típico de la isla hecho a mano, además de una casa con decoración guanche.
Cualquier producto artesano que busques.
Viajemos hacia el noroeste de la isla. En la zona conocida como Garachico se encuentra el Centro de Artesanía El Limonero (en la calle Tome Cano, 9). Este centro recibe su nombre de los árboles que aún se mantienen en su patio interior. Situado frente al Castillo de San Miguel, acoge productos de artesanías típicos de la región hechos a mano y está hermanado con la Casa de los Balcones situado en la Orotava
Rastro de Santa Cruz
Un rastrillo en la ciudad con productos típicos de la tierra, ropa y mucho más.
Mézclate entre sus puestos y llévate algún producto.
Cada domingo por la mañana se organiza a lo largo de la amplia avenida Jose Manuel Guimerá este tradicional mercadillo. Está situado junto al mercado de Nuestra Señora de África y discurre hasta la calle Bravo Murillo, atravesando el centro de Santa Cruz de Tenerife. Es el mercado de pulgas más antiguo de la isla, anteriormente se celebraba en la avenida de Anaga pero desde 1991 se trajo hasta aquí. Una vez por semana se mezclan los puestos de ropa, de trastos viejos, de vinilos y de antigüedades- Sin ningún orden aparente aunque la mayor parte de los vecinos que se acercan hasta aquí saben dónde encontrar lo que buscan. También es el lugar idóneo para comprar productos gastronómicos de la tierra. Es habitual encontrar desde miel hasta vinos. Si la mañana es soleada puedes seguir caminando calle abajo hasta encontrar el mar.
Avenida de Pérez Galdós
Una calle peatonal con tiendas y terrazas para hacer un descanso entre compra y compra.
Tiempo para las compras por la ciudad.
La avenida de Pérez Galdós es una de las calles principales en la ruta de shopping de la ciudad. Transcurre entre la plaza de Alféreces Provisionales y la calle Vieira y Clavijo. Se trata de una agradable calle peatonal con palmeras que, en mitad de la avenida, te mostrarán el camino. A ambos lados de la calzada abren sus puertas las principales tiendas de la ciudad. Esta calle puramente comercial mezcla las tiendas de grandes marcas de ropa y complementos con los pequeños negocios familiares que pueden ir desde la moda hasta las antigüedades o librerías antiguas. De hecho, si estás buscando llevarte contigo algún souvenir de la ciudad, aquí vas a encontrar un buen puñado de tiendas con cosas típicas de la isla. Al final del paseo la calle se abre dando lugar a un montón de terrazas y cafeterías donde sentarte a descansar.
Pescados
La vida gira en torno al puerto y sus mejores platos provienen del mar, exquisitos pescados con sencillas elaboraciones.
Lugar perfecto para los amantes del pescado.
Su condición de isla ha hecho que la vida de Tenerife gire alrededor del mar. El principio de todas las civilizaciones asentadas en la isla comenzaron alredor de un puerto. Por ello, la gran mayoría de las ciudades de la isla comenzaron siendo un pequeño pueblo pesquero a orillas del Atlántico. Y por ello también, la cocina del lugar gira en torno a lo que podían pescar. Una vez en la isla lo apropiado es probar todas las recetas que estas civilizaciones han dejado como herencia. Recetas que no encontrarás en ningún otro lugar. En el Puerto de Santa Cruz podrás probar el cherne, la corvina o el bocinegro. Se sirven de diferentes formas, adobados, a la espalda o a la sal. Y todos ellos son típicos de la zona. A menudo acompañados de las conocidas papas forman los platos tradicionales de la cocina canaria. ¡Buen provecho!
Papas
Se preparan de múltiples formas, todas ellas buenísimas, pero no te cansarás de probarlas todas.
Y cómo no, las famosísimas papas arrugás.
Las papas son, probablemente, el plato más famoso y característico de las Islas Canarias. Su clima de sol, sus coordenadas geográficas que lo ubica en mitad del Atlántico y su naturaleza volcánica lo convierten en un ecosistema único en el mundo. Así aparecen estas papas. Las variantes y los platos que se elaboran son infinitos. Por encima de todas, destacan las papas arrugadas o papas arrugás. Se cocinan con agua salada y acompañan carnes y pescados de la zona. También son la tapa habitual en los bares y restaurantes. Cada pueblecito tiene se receta particular. Las papas negras, las papas bonitas y las papas andinas son recetas que solo encontrarás en las islas. Y aunque cualquier lugar es bueno para probarlas, te recomendamos que lo hagas en cualquier terraza del Puerto de La Cruz, sentado frente al mar. Esto es la isla.
La miel
Por sus características y propiedades, la miel de Tenerife es una de las mejores ¡Pruébala!
Una miel única en el mundo.
Dicen que es el clima de la isla, también dicen que es la vegetación reinante en la región, otros dicen que es cuestión de suerte y otros cuestión de magia. En cualquier caso, nadie duda de que la miel que se cultiva en Tenerife es única en el mundo y uno de los grandes tesoros que guardan los tinerfeños. Con una tradición que cuenta con siglos y siglos de historia, la diversidad de mieles es prácticamente inacabable. La diferente flora y fauna hacen que las mieles tinerfeñas sean diferentes a las del resto del mundo. Una de las más populares es la miel Retama del Teide a la que se le adjudican un buen puñado de propiedades saludables. Este tipo de miel solamente se puede cultivar en la zona de la Cañada y dicen que el hecho de que sea la abeja negra canaria la que la cultive la convierte en única y especial.
El Gofio
Podrás ver cómo preparan la harina para hacer el gofio, algo muy típico en las Islas Canarias.
Un plato tradicional.
También conocido como ñaco, harina tostada, máchika o kamoka el gofio es uno de los platos básicos de la cocina canaria. En realidad, esta cocina guarda en muchos sentidos más relación con países de Sudamérica como Argentina o Uruguay donde también aparece este dulce aunque llamado con otro nombre. De hecho, el origen de esta comida se remonta más allá de la llegada española a la isla, al igual que ocurre con el continente americano. En las islas canarias se prepara a base de cereales, maíz y trigo, fundamentalmente, elaborados tradicionalmente en los molinos de piedra. Ahora existen una gran variedad de ellos. De hecho cada zona tiene su receta particular. En la zona del Adeje está el Gofio de 3 cereales, uno de los más populares. A lo largo de la isla puedes visitar los molinos donde se elaboran, como el histórico molino de La Orotava. Muchos de ellos, tienen su propia marca y sus productos se venden en el pueblo.
Las carnes de Tenerife
No todo es pescado en la isla, también cuentan con buenos platos a base de carne.
Degustar un típico plato canario.
A pesar de que los pescados de la región son los platos más populares, las Islas Canarias tiene una amplia tradición en carnes. Especialmente la isla tinerfeña. Debido a su orografía, el interior de la isla, especialmente la zona de la Cañada que rodea al Teide, ha dotado a esta isla de unas cuantas recetas que no debes dejar de probar. La más importante es el puchero canario. Es el equivalente al cocido madrileño en la capital, una receta puramente endémica, elaborada con ingredientes de la zona. Se prepara a partir de carne de res o de gallina acompañada de piñas de migo (similares a las mazorcas de maíz), las tradicionales papas canarias y se le añade todo tipo de legumbres. Para probarla aprovecha para visitar el interior de la isla. Los enclaves rurales como La Hoya, Chirche o La Borgata de Masca son lugares idóneos.
Mercado del agricultor de Candelaria
Un mercadillo en el que ver todo lo que la tierra de Tenerife te ofrece, gran calidad y ambiente.
Productos de la isla de la mano de su gente.
Como habrás podido comprobar, la agricultura y la ganadería son unos de los motores fundamentales de la isla. Sus tradiciones ancestrales en cuanto a intercambio y compra venta de enseres apenas han cambiado. Manteniendo esta tradición, prácticamente cada municipio tiene un mercado del agricultor en algún punto. Estos mercados de abastos son una fórmula para que los ganaderos y agricultores de la zona puedan vender sus productos directamente a los vecinos. En concreto te recomendamos el de La Candelaria. En concreto, este mercado esta ubicado frente al ayuntamiento y hasta aquí vienen los trabajadores del campo de la zona del Valle de Güímar todas las semanas para vender lo que han cosechado. Solamente el ambiente ya merece la pena pero además son el lugar perfecto para conocer y comprar productos típicos de la isla.
Bodega Cumbre de Abona
Acércate y conoce cómo se elabora el vino típico isleño y, por supuesto, pruébalo al finalizar tu visita.
En una lugar único, un vino único.
La tradición vinícola de las islas es conocida mundialmente. Con siglos y siglos de experiencia, aquí encontrarás vinos únicos y diferentes. Prácticamente cualquier pueblecito costero o de interior es bueno para probarlos, sin embargo, te recomendamos una visita diferente. Perdida en el interior de la isla, junto a la carretera que rodea el pueblo de Arico, encontramos esta antigua bodega. Como si no hubiese pasado el tiempo por aquí, esta casa es una de las pocas denominaciones de origen de Tenerife. Y te abre sus puertas para que la visites. En su interior, un paseo guiado a través de sus instalaciones te mostrarán los secretos de su cultivo. Es inaudito comprobar cómo este suelo volcánico ha permitido que obtengan uno de los vinos más ricos y prestigiosos de la isla. Por supuesto, al final de la visita podrás hacer una degustación.
Paseo de El Médano
… Date un homenaje en cualquiera de los restaurantes de esta zona, que no te defraudarán.
Después de un día de playa…
La zona del El Médano antes era conocida como la Granadilla. Se trata del viejo Puerto del Sur de la isla, en la zona de Abona. Presidido por la playa de la Tejita, la más grande de la isla, los arenales que parten en ambas direcciones desde el puerto son impresionantes. Todo el paseo que ahora está restaurado mantiene la idiosincrasia del puerto de pescadores que un día fue y que hoy sigue siendo. Alrededor de todas estas playas el puerto te ofrece inacabables sitios en los que comer. La zona ha sido modernizada hace pocos años por lo que hay un montón de locales de tendencia. Sin embargo, lo que te recomendamos es que entres en cualquiera de los restaurantes tradicionales de la zona para probar los pescados. Los peces que aquí vas a encontrar vienen directamente del puerto y son uno de los manjares isleños que no puedes dejar sin probar.
Quesería de Arico
Ganador de diferentes premios, el queso con cobertura de pimentón es un clásico de Tenerife.
Prueba el queso isleño.
Uno de los productos tradicionales más importantes en las islas son los quesos. La ganadería de la zona se basa fundamentalmente en cabras y ovejas lo que les ha permitido perfeccionar sus recetas durante siglos y siglos. En la actualidad son innumerables las variantes de queso que puedes encontrar aquí. También son muchas las queserías que encontrarás en la isla ya que es uno de los productos que más se exportan desde Tenerife. Una de las más importantes es esta quesería de Arico. Famosa por su queso de pimentón y gofio, le ha reportado una gran reputación y varios premios internacionales. Además, permite una visita guiada por sus instalaciones que explica los procesos de elaboración. Por supuesto, también podrás comprar todas las variantes de queso de la zona: un recuerdo gastronómico perfecto de la isla tinerfeña.
Taberna La Casa de Óscar
En La Laguna encontrarás un sitio con mucho encanto para hacer un alto en el camino.
Tapas y platos en una casa típica.
Esta taberna situada en la calle Herradores, en mitad del pueblo de La Laguna, es uno de los lugares clave para probar la cocina canaria. El restaurante ocupa la casa que, en su día fue del artista tinerfeño Óscar Domínguez, uno de los pintores surrealistas pertenecientes a la generación del 27 con más relevancia en el mundo del arte. Es una gran casona de tres alturas fácilmente reconocible por su balconada, tan habitual en la isla. Sus acabados de madera decorados con motivos iconográficos de la cultura canaria la hacen inconfundible. Su interior se divide en diferentes espacios. En la zona de la barra hay numerosos platos típicos a modo de tapas. No te marches sin probar sus carnes y sus pescados de la zona. Su cocina es única.
Casa-Museo Emeterio Gutiérrez Albelo
Lugar ideal para los amantes de la literatura para conocer la vida del escritor.
Parte de la Generación del 27.
Te será difícil, si te gusta la literatura, desaprovechar esta oportunidad. Y es que esta isla fue la cuna de una figura vital en la literatura española del último siglo. Cuando te acerques a Icod de los Vinos, seguramente quieras pasar por su casco histórico. Una vez en él, puedes acercarte a la Calle San Francisco que acoge la casa natal de Emeterio Gutiérrez Albelo, referente de la Generación del 27 y una de las figuras relevantes de la región. Merece la pena si pasas por allí tan sólo ver su fachada, que ya es una muestra de la arquitectura típica. Pero si vas por la mañana aprovecha para entrar, no hace falta que te lleve mucho tiempo. En él, se muestran desde libros o cartas que pertenecieron al poeta hasta otros artículos más peculiares como fotografías, dibujos u objetos cotidianos.
Museo Etnográfico y Cestería de Pinolere
Conoce de primera mano todo lo que esta zona te ofrece visitando sus típicas casas.
Cultura popular en La Orotava.
Historia y tradición desde dentro es lo que ofrecen estas casas-museo. En la zona de La Orotava, al norte, se encuentra el basto parque natural de Pinolere. A lo largo de éste, se esconde una excursión única e ineludible. El punto de partida idóneo son el Museo Etnográfico y el Museo de Cestería, gestionados por la Asociación Cultural del municipio. Ocupan dos casas donde vas a encontrar una visita gráfica por la tradición de la zona. En el Museo Etnográfico se desarrolla una recreación de su historia agrícola y el desarrollo de la zona. Enseguida te verás atrapado por su particular folclore y su extensa tradición ganadera. Como segunda parte, la Cestería ocupa tres pajares que puedes recorrer mientras vas aprendiendo el tratamiento, producción y comercialización de las fibras vegetales, que ha sido la base tradicional de la economía en la zona. A esto se une la exposición de herramientas y materiales. Una vez acabada la visita vale la pena ampliarla con una visita al pueblo, donde la tradición se respira en cada calle.
Museo Etnográfico de La Masca
Te proponemos una excursión en la que disfrutar de paisajes y aprender tradiciones de la isla.
Una zona por descubrir.
Aquí verás la tradición enmarcada por su impresionante paisaje. Puedes llegar en guagua y aprovechar para dedicar todo el día a realizar excursiones por la zona. Merece la pena sin ninguna duda. En la casa-museo de Buenavista del Norte podrás sentir de primera mano la vida rural en la zona. Lo primero que verás es la propia casa, cuya arquitectura tradicional ya es en sí misma una parte interesante del museo. Fotografías, objetos de uso cotidiano y reproducciones de actividades u objetos configuran el interior del museo, que repasa la vida rural, la cultura y la historia de esta zona hasta el siglo XX. Una vez empapado y contextualizado, es un punto de partida idóneo para iniciar un pequeño viaje por toda la zona natural de La Masca. Sin duda tanto sus casas tradicionales como sus enormes acantilados serán una excursión perfecta para cualquier momento.
Casa Lercaro
Un lugar que guarda mucha historia y arte gastronómico.
Parte imprescindible del Museo de Historia.
Historia, cocina y un fantasma son los componentes de este museo. El lugar ha sido testigo y partícipe de la historia en la isla desde que se construyó en el siglo XVI. Y hasta hoy, ha sufrido ampliaciones y ha servido para varios usos, como el de Facultad de Filosofía y Letras. En la actualidad, este edificio situado en el centro de La Laguna es la pieza fundamental del Museo de Historia y Antropología de Tenerife. Cuando visites el interior descubrirás enseguida su importancia histórica. Sus objetos de cartografía, pinturas, etc., forman una línea temporal a través de la cual podrás viajar por el desarrollo social, económico y político de las islas. Entre estas exposiciones, además, se dice que habita el fantasma de Catalina Lercaro, que murió cerrando una historia de desamor y leyenda. Con o sin fantasma, una vez hayas concluido la visita, deberás hacer una parada obligatoria antes de salir. La Despensa del Museo supone una recreación ambientada del punto de venta clásico canario. En la práctica, es un lugar idóneo donde probar los sabores más típicos de la tierra.
Casa de Carta
A través de sus paredes y objetos, esta casona te mostrará la vida de la isla en el siglo XVIII.
Descubre la vida tradicional de la isla.
La Casa de Carta es un lugar para venir a disfrutar con calma. Es un museo lleno de detalles empapados de historia. Se trata de una de las sedes, junto a su hermana la Casa Lercaro, del Museo Antropológico de Tenerife. Ubicada en San Cristóbal de La Laguna, es una casona rural del siglo XVIII imprescindible para aquel interesado en el estudio de la época. Una vez te adentres en ella, no hará falta mucho tiempo para comprobar su importancia. Cada parte de la vivienda está cuidadosamente conservada y restaurada para formar un auténtico mapa visual de la vida cotidiana. A través de ésta, la visita supone un acercamiento a la tradición tinerfeña por medio de objetos como trajes, cerámicas, utensilios agrícolas, etc. El jardín exterior, también habilitado como parte de la exposición, es un lugar donde te será difícil no querer pasar un rato de evasión antes de continuar con la visita.
El Castillo de San Cristóbal
La plaza de España guarda este imprescindible museo para los que quieran conocer bien la historia de la isla.
Los restos de lo que fue.
Este museo es una parada obligatoria para el amante de la historia. Y es que es aquí, bajo la Plaza de España, donde se encuentran los cimientos del que en otra época fue el principal centro defensivo de la ciudad. Desde su construcción a mediados del siglo XVI, esta fortificación ha sido un lugar emblemático. Hoy, el Museo de Interpretación que reside en lo que queda de sus murallas, se encarga de mostrar los sistemas defensivos de la época. Y no sólo de este castillo, también del resto de fortificaciones de las islas. Lo sentirás según comiences la visita: las paredes respiran historia. Entre su amplia colección de reliquias, el museo guarda un lugar predilecto para su atracción principal. El tigre es el nombre que recibe este mítico cañón del siglo XVIII y que mezcla historia con creencia popular. Y es que se dice que fue el arma que arrebató el brazo al militar británico Horacio Nelson cuando se disponía a tomar la ciudad.
Cueva del Viento
Cuevas subterráneas formadas por conductos volcánicos que harán de tu visita a la isla algo aún más especial.
Una visita guiada para los aventureros.
Prepárate para una de las visitas más impactantes de toda la isla. Para llevarla a cabo, has de acercarte al pueblo de Icod de los Vinos, al noroeste. Desde aquí, la experiencia comienza por introducirnos bajo el suelo de la zona. Y es que estás a punto de atravesar el complejo de tubos volcánicos subterráneos más grande de Europa, con sus cerca de veinte kilómetros. El área abierta al público, aunque es sólo una pequeña porción de las cuevas, es una experiencia que no olvidarás. Solamente por las imágenes únicas e impactantes que te llevarás de aquí, ya vale la pena. Además, se trata de un lugar imprescindible por su riqueza arqueológica y geológica. Aquí se han hallado los restos aborígenes más importantes de las islas y ha sido un centro vital para los estudios volcánicos. Aunque no seas un entendido en la materia no debes preocuparte ya que la visita, como es lógico, se realiza de forma guiada.
Museo de la Ciencia y el Cosmos
Se trata de una visita muy divertida por todo lo que allí podrás descubrir con tus experimentos.
Un museo para experimentar y descubrir.
Este museo es un sitio para enredar y aprender. Para visitarlo tendrás que acercarte a San Cristóbal de La Laguna, al oeste de la ciudad. Pero el paseo bien merece la pena, ya que este peculiar edificio es una de las propuestas culturales más interesantes de la isla. Aquí cobra vida el término interactivo, pues la base del museo es la de enseñar a través de experimentos y actividades. Sin duda una propuesta idónea para conocer con los más pequeños (que aquí tendrán un largo rato de entretenimiento), pero también ampliamente interesante para cualquier curioso de la ciencia. Uno de sus atractivos principales es su planetario, que te hará viajar por el cosmos a través de hologramas. No obstante, son ineludibles el resto de áreas como su laberinto de espejos o la sección del cuerpo humano. Si estás planeando una visita no olvides que, como ocurre en otros museos de la isla, la entrada es gratuita los viernes y sábados por la tarde.
Catedral de La Laguna
Con múltiples reformas a lo largo de los siglos, es una curiosa forma de conocer la historia de la isla.
Cuando La Laguna era la capital.
La Catedral de San Cristóbal de La Laguna es una gigantesca iglesia consagrada como tal en el tiempo en el que La Laguna fuera capital de la isla. Los muros que la sustentan cuentan diferentes capítulos de la historia de la isla, de hecho, a través de ella se puede trazar un mapa cronológico de la arquitectura de la ciudad. Un mapa que llega hasta el presente siglo. Su historia comienza en el siglo XVI y va avanzando, restaurándose durante épocas neogóticas y neoclásicas que conforman la parte más significativa de la ciudad. Sin embargo y como singularidad, es la única catedral que posee muros hechos en hormigón. Y es que sus reformas han llegado hasta este siglo XXI dejando huella las modernas técnicas de construcción. Es, junto a la Catedral Santa Ana en la isla de Gran Canaria, una de las únicas dos catedrales de todo el archipiélago.
Faro de la Punta de Teno
Uno de los faros más importantes de la isla.
Disfruta de unas vistas únicas.
La isla de Tenerife está rodeada por siete faros que avisan de su llegada a los barcos que surcan el mar. Éste es uno de los más importantes, apareciendo sobre los acantilados de Teno. Situado en la zona más dura de la isla, es uno de los faros históricos tinerfeños. Fue construido en el siglo XIX, inaugurado en 1897 por el arquitecto José Sanz Soler quien se empeñó en que se construyera con piedra de La Gomera pese a ser mucho más costosa. Desde entonces se mantuvo intacto. Sin embargo en el año 1978 se mandó construir una torre aún más alta junto a él. Esta nueva torre se levanta 20 metros sobre el suelo, a diferencia de los 7 de su antecesor. Afortunadamente, el antiguo edificio aún está en pie y puede ser visitado. Solo debes saber que su acceso es complicado debido a la orografía del lugar. Eso sí, las vistas desde el acantilado son únicas.
Castillo de San Felipe
Es el único de su época que queda en pie y que te recomendamos visitar.
Antigua defensa contra los piratas.
El castillo de San Felipe fue uno de los cuatro castillos ubicados en diferentes puntos de la isla para su defensa. Se levantó en el siglo XVI y cumplió una función fundamental para la isla: defenderla de los asedios piratas. Durante el siglo XVI y XVII la isla tinerfeña era un objetivo continuo para los piratas que surcaban el Atlántico. De hecho, hay numerosas leyendas sobre tesoros escondidos en Tenerife. Aunque el resto han desaparecido, este pequeño edificio muestra aún los cañones con los que se defendían de estos ataques. Y también es un ejemplo de la arquitectura colonial. A partir del siglo XIX se rehabilitó como enfermería y sanatorio para enfermos de la isla. Situado en la parte alta del Puerto de la Cruz, sobre la conocida Playa Jardín, las vistas de las que disfrutarás desde este acantilado son impresionantes.
Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia
Diferentes estilos y estructuras que hacen de esta iglesia algo único.
La mezcla de culturas en la isla.
Como es habitual en la isla tinerfeña, muchos de sus monumentos muestran la eclosión y mestizaje cultural al que se ha sometido la isla y sus pueblos. Este templo católico es un ejemplo. Desde que se acabara su remodelación en el siglo XVII, esta iglesia muestra orgullosa elementos arquitectónicos de diferentes corrientes. Las tres naves centrales anuncian la influencia arquitectónica romana, presente en todo el continente europeo. Sin embargo, se mezcla con elementos mudéjares que han sido muy acogidos en el arte canario. Además, la teja árabe utilizada para sus tejados recuerda también a aquella civilización. El retablo de su altar mayor muestra la figura que da nombre a la iglesia, Nuestra Señora de la Peña de Francia, una de las más veneradas de la isla. Además, este templo esconde un buen puñado de obras de arte que debes contemplar: como los cinco lienzos atribuidos a San Manuel de la Cruz.
Casa de los Balcones
Entre sus balcones se respira tradición, artesanía y cultura. Buen lugar para conocer.
Sumérgete en la cultura de la isla.
La Casa de los Balcones se encuentra en el pueblo de La Orotava, uno de los paraísos casi perdidos de la isla. Este pueblecito apenas ha cambiado desde el siglo XVII. Muchas de sus casas mantienen su arquitectura original, lo que lo convierte en uno de los mejores testimonios históricos de la isla. Aquí podrás conocer más a fondo la cultura tinerfeña. Una de estas casas es la Casa de los Balcones. Tras su espectacular balconada y su patio interior se esconde uno de los mayores patrimonios en artesanía de la isla. Este museo se ha convertido en uno de los puntos clave para la venta y el aprendizaje de las costumbres y tradiciones del lugar, en cuanto a la artesanía se refiere. Aquí se guardan los secretos de una cultura aborigen que se mezcló con la civilización española y europea dando lugar a lo que es hoy en día.
Plaza de Europa
Un buen punto de partida para hacer turismo por la ciudad por su buena situación.
La plaza donde empieza todo.
En mitad de la ciudad de Santa Cruz irrumpe una de las plazas más importantes de la ciudad. Se trata de Plaza Europa. Aunque se trata de una plaza moderna pues fue inaugurada en el año 1992, rápidamente se convirtió en una de las más emblemáticas de la ciudad. De hecho, es el epicentro de su actividad. A su alrededor, muchos de los edificios más importantes de la ciudad abren sus puertas, como la Iglesia Matriz de la Concepción o el Museo de la Naturaleza y el Hombre. Además, esta plaza tiene una preciosa salida al mar a través de un paseo amurallado. En él descansan varios cañones de los siglos XVIII y XIX que recuerdan el pasado bélico. De hecho, a propósito, todo el recinto de la plaza mantiene ese aire de enclave militar con los muros que lo rodean.
Parque de El Teide
¿Te atreves a subir a la montaña más alta de España? Te aseguramos que las vistas son impresionantes.
Excursión imprescindible en tu viaje a la isla.
La montaña más alta de España es también la experiencia más inolvidable que vivirás en la isla. Aunque se trate de un accidente geográfico es el principal monumento de Tenerife. Todo el parque que lo rodea es espectacular, de hecho fue nombrado Parque Nacional en 1954. Su árida orografía desértica lo convierten en un lugar diferente al resto de la isla. Aquí encontrarás la naturaleza volcánica de la tierra. Pero mira hacia arriba, ahí te espera el volcán que le da nombre. El punto más alto de El Teide se encuentra a 3.718 metros de altitud. Existen todo tipo de modalidades para subir a este volcán. Puedes hacerlo en coche y a pie y, por supuesto, hay una gran cantidad de rutas organizadas que te guiarán. Para los más aventureros existe una ruta por la que ascender a pie hasta la misma cumbre. Lo que puedes ver desde la cima es indescriptible. Toda la isla y la inmensidad del Océano Atlántico a tus pies.
Basílica Nuestra Señora de Candelaria
Una basílica que ha logrado sobrevivir a lo largo de los años con dificultades.
Monumento a la patrona de la isla.
Grandiosa y diferente. Así aparece la Basílica que honra a la patrona de la isla, la Virgen de la Candelaria. Se dice que la imagen fue hallada por los guanches aborígenes allá por el año 1390 en el mismo lugar donde ahora se encuentra este templo. Pero como gran parte de las leyendas de la zona aún no se han llegado a demostrar. Lo que sí sabemos es que este espectacular edificio neoclásico aparece triunfante en este lugar tras sortear todo tipo de vicisitudes. Derruido en varias ocasiones y vuelto a levantar, ha conseguido sobrevivir a guerras, conquistas, incendios y expolios. En 1948 comenzó su última reconstrucción. Se llevó a cabo con la intención de que representara la idiosincrasia canaria. Y lo consiguió, pues goza del respeto y el orgullo de todos los pueblos de la isla. Cada 2 de febrero y cada 15 de agosto, los vecinos de la isla se acercan hasta este lugar para honrar a su patrona.
Auditorio de Santa Cruz de Tenerife
Obra de Calatrava, este auditorio simula las olas del mar rompiendo en el muelle.
Una obra arquitectónica espectacular.
El Auditorio de Santa Cruz de Tenerife se llama Adán Martín y fue una obra del archiconocido arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Este edificio se terminó en el año 2003 convirtiéndose en la sede de la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Pero lo que más llama la atención de esta construcción es el carácter moderno de su arquitectura. Rápidamente se convirtió en la imagen de la modernidad para Tenerife. Sus enormes plataformas blancas se superponen unas sobre otras hasta alcanzar los 50 metros de altura. Dicen que la intención era crear un edificio que pareciera tener vida y no solamente se consiguió sino que también se asemeja a las olas rompiendo en la orilla. Con esa forma el edificio se deja ver desde los alrededores. Te recomendamos que eches un vistazo a su programación pues no se limita a música sinfónica, este auditorio es uno de los principales escenarios de la isla y organizan todo tipo de espectáculos.
El Drago Milenario
Conocido por su leyenda y por su grandiosidad, el drago milenario es una parada obligatoria.
Un símbolo para la región.
Al norte de la isla de Tenerife, en el municipio de Icod de los Vinos, se encuentra este árbol, el llamado Drago Milenario. Es uno de los iconos más representativos de la isla y su figura se muestra de manera orgullosa en el escudo de la región. Este enorme árbol es el más longevo de su especie aunque no se conoce con exactitud su edad. Los expertos la cifran en más de 3.000 años pero son solo suposiciones. Lo que sí puedes descubrir es la espectacularidad de sus ramas que se abren durante sus 18 metros de altura como si de innumerables brazos se tratase. Cuenta la leyenda que fue descubierto por un mercader que, al perseguir a una joven guanche por este bosque, se topó con él. Cuentan también que por su interior corre la sangre que asustó al visitante y que por ello huyó de la isla. Sea como sea este árbol milenario es una visita obligada en la isla.
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