Guía turística: qué hacer y ver en Melilla
La belleza oculta de una ciudad modernista
Pocas ciudades pueden sorprender a sus visitantes tanto como Melilla. La combinación de sus gentes, calles y muralla de su Ciudadela y edificios de estilo modernista, la convierten en todo un descubrimiento. Pasear por ella es disfrutar del encanto de las cuatro culturas que conviven en la ciudad: cristiana, musulmana, judía e hindú. La que podría denominarse “Constantinopla española” por ser la puerta que recibe a dos continentes, está preparada para mostrar lo mejor de sí durante todo el año: sus 18ºC de media son la mejor prueba. Sin olvidar, además, su rica variedad gastronómica cuyo toque árabe es el ingrediente estrella que acompaña lo mejor de la comida española y mediterránea.
- Monumentos
- Compras
- Ocio
- Gastronomía
- Aire libre
- Museos
- Monumentos
- Compras
- Ocio
- Gastronomía
- Aire libre
- Museos
Parque Hernández
Tranquilidad, fuentes, flora… ¡Estás en el parque favorito de los melillenses, ideal para desconectar los fines de semana!
El ala verde de la ciudad.
Si te encuentras en la Plaza de España podrás contemplar la monumental entrada al Parque Hernández, un lugar perfecto para pasear y alejarse del bullicio comercial de la zona o, simplemente, sentarse a leer en sus bancos. El parque es sin duda el pulmón verde de la ciudad, al que los melillenses se acercan especialmente los fines de semana para disfrutar de sus fuentes y espacios verdes y frescos. Como no podía ser de otra manera, en su interior se encuentran elementos modernistas, con baldosines coloridos y elementos de formas ondulantes. Destacan también diversas estatuas, como la que homenajea a Félix Rodríguez de la Fuente o el busto en recuerdo a Lope de Vega. El Parque se inauguró en mayo de 1902, gracias a la iniciativa del general Venancio Hernández, que le da nombre, y en su interior se encuentra una sencilla farola en recuerdo a su creador.
Un día con niños en la Granja Escuela Gloria Fuertes
Lugar divertido y educativo donde pasar el día con los más peques de la casa.
Una gran idea para los peques.
Si buscas un lugar educativo a la vez que divertido para pasar un día diferente con los más pequeños, la Granja Escuela Gloria Fuertes es sin duda una extraordinaria opción. Es, además, una interesante manera de acercarse a la Naturaleza, gracias a la multitud de fauna y flora que albergan sus instalaciones. En la escuela se realizan visitas guiadas –lo más habitual es que reciban a alumnos de todos los colegios de Melilla, pero cualquiera se puede acercar a dar un paseo de lunes a viernes- para conocer las características de cada especie y cada planta. Es muy interesante el criadero de aves, donde podrás ver cómo los operarios ayudan a las aves a incubar sus huevos y comenzar a volar. Entre los animales más interesantes para los niños figuran mapaches, burros, cabras y borregos. La Granja Escuela se encuentra junto al Parque Forestal, en la Calle Prolongación Mustafa Arruf.
Visita a Alhucemas
A 175 kilómetros al oeste te topas con esta ciudad marroquí, antaño española. Toma nota, sus playas merecen la pena.
Ciudad marroquí.
Si dispones de al menos dos días, merece la pena acercarse hasta la vecina ciudad de Alhucemas, situada a unos 175 kilómetros al oeste, ya en territorio marroquí. Se trata de una coqueta ciudad, lugar de nacimiento de Abd el Krim, el héroe marroquí que batió a las tropas españolas, y en la que todavía es posible encontrarse con personas que hablan castellano, recuerdo de los años en los que fue parte del protectorado español en la zona. En sus alrededores hay playas de gran calidad, como la del Quemado y desde la ciudad puedes acercarte también a los peñones de Vélez de la Gomera y de Alhucemas, pequeños trozos de tierra de soberanía española en la costa marroquí, o al Parque Nacional de Alhucemas, un área de gran valor ecológico que sirve de refugio a diversas especies de aves y en la que se pueden disfrutar de bonitos paisajes.
En 4x4 por el Rif
Escogiendo un plan así tendrás la oportunidad de ver de cerca la zona del Rif: espectacular.
El plan más aventurero.
Varias agencias ofrecen excursiones por los alrededores de Melilla, especialmente en la zona conocida como el Rif, en las que se entremezclan paisajes áridos y salvajes con bonitas y tranquilas playas. Muchos de los tours, siempre en todoterreno, incluyen un paseo por el Monte Gurugú, alguna incursión en las inmensas dunas de la playa de la Bocana y la visita a las famosas minas del Rif, abandonadas desde hace años, y al mercante John Hope: un inmenso barco de carga que encalló en la zona hace unas dos décadas y que desde entonces se mantiene erguido sobre las rocas, casi como si acabara de llegar. Es un inesperado visitante en un lugar en el que todo lo demás es vegetación, rocas y mar. En www.venpormelilla.es encontrarás diversas opciones para sumarte a excursiones ya organizadas o alquilar un todoterreno.
Barrios del Príncipe y Concepción Arenal
Después de Barcelona, Melilla es la ciudad española con más arquitectura modernista. Estos barrios son un buen ejemplo.
Modernismo al poder.
Estos dos barrios forman parte de la conocida como Melilla Modernista, y paseando por sus calles queda claro que Melilla es la segunda ciudad con más edificios modernistas de toda España, después de Barcelona. En unas pocas calles encontrarás decenas de construcciones típicas de este estilo que merece la pena pararse a contemplar. Es el caso, por ejemplo, de la antigua sede de la Cruz Roja o de un curioso edificio denominado Gota de Leche (situado dentro del actual Centro Asistencia de Melilla). En la calle Aizpuru encontrarás otra construcción con un mirador levantado sobre pequeñas cabezas de elefantes; si giras a la izquierda por la calle Querol obtendrás una buena perspectiva de la Plaza de Toros y, si continúas hasta la plaza de Velázquez, verás una serie de edificios que forman parte de la llamada arquitectura aerodinámica, caracterizada por sus líneas rectas, en unos casos verticales y en otros, horizontales.
Excursión a Ras El Ma
Dos cosas caracterizan principalmente a este pueblo costero marroquí: playas de película y lugareños bien amables ¡Visita obligada!
´Cabo de Agua`.
Conocido en castellano como ‘Cabo de Agua’ (traducción literal de Ras el Ma), se trata de un pequeño pueblo costero marroquí de unos 5.000 habitantes, famoso por sus playas de fina arena dorada y la amabilidad de sus gentes, muy acostumbrada a los turistas que van a pasar allí el fin de semana. Es habitual que los viajeros aprovechen sus escarpadas rocas para lanzarse de cabeza al agua y relajarse en sus playas. En el pueblo es posible encontrar algunos alojamientos, como el Albergue Cap de l’eau, y son típicos los restaurantes en los que se vende pescado recién capturado. Si lo que buscas son hoteles de más categoría y una zona más enfocada al turismo, a unos 20 kilómetros encontrarás el complejo Mediterrania Saidia, un inmensa zona de ‘resorts’ con todo tipo de lujos y comodidades en la que además se ha creado una gran medina –con más de 40 comercios- y diversos campos de golf.
Un paseo por la Zona del Real
Barrio cuadrículado con aires modernistas, presidido por edificios emblemáticos como el Mercado Real.
´Paseo Real`.
El barrio del Real es una zona ordenada en forma de cuadrícula, tal y como correspondía a los ensanches de las ciudades de principios del siglo XX, cuando se proyectó la edificación de la zona. En sus orígenes surgió como una barriada popular, aunque no faltaban en sus fachadas los toques de estilo modernista tan típicos de la ciudad. En el barrio se encuentran algunos edificios destacados, como el Mercado del Real, obra de Enrique Nieto; o el antiguo Cine Español, que actualmente no se utiliza para la proyección de películas pero que sigue manteniendo sus formas modernistas. No muy lejos de allí, aunque ya en los aledaños del citado barrio (hay que tomar la carretera hacia la frontera de Beni Enzar), se encuentra la Residencia de Oficiales, construida en estilo plateresco en 1944 por Mariano del Pozo.
Barrio de la Reina Regente
Una mezquita, un fortín y unas vistas espectaculares. No es zona muy turísitica, ¡pero es cien por cien recomendable!
Extrarradio melillense.
En la zona más alta de la ciudad se encuentra el monte de la Reina Regente, situado en el extrarradio, en el que destaca una interesante mezquita con un llamativo alminar. No es la zona más turística de la ciudad, pero si dispones de un rato libre, anímate a subir: desde allí arriba podrás disfrutar de unas excelentes vistas de toda Melilla y sus alrededores. En este lugar se encuentra también el Fortín de la Reina Regente, edificado a finales del siglo XIX, entre los años 1894 y 1895, formando parte de la que fue la línea de defensa exterior de la ciudad. Se trata de una pequeña torre de forma octogonal, con dos plantas, que sólo se puede divisar desde fuera, pues sus dependencias, pertenecientes al Ministerio de Defensa, todavía hoy siguen utilizándose.
Playas
Playa de San Lorenzo, Playa de los Cortados, Playa de la Hípica… ¡cualquiera será una buena opción!
Días de sol y playa.
La costa de Melilla ofrece unas preciosas playas de arena clara y fina en toda la costa. Entre ellas destaca la Playa de San Lorenzo, situada entre el muelle y el río de Oro, y la Playa de los Cárabos, justo a continuación de la anterior, en el Paseo Marítimo Mir Berlanga. Otros dos puntos especialmente apropiados para el baño que también merecen la pena son la Playa de la Hípica, en la que es posible alquilar embarcaciones recreativas, y la Playa de los Cortados. Elijas la que elijas, verás que en Melilla es habitual que las familias vayan a pasar todo el día, hasta bien entrada la noche, llevándose incluso la cena, pues es a partir de las ocho de la tarde cuando el sol empieza a ponerse y, también, el momento en el que mejor se disfruta del mar. Tenlo en cuenta a la hora de organizar tus días de sol y playa.
Viaje por el Gurugú
Gurugú impresiona. Este monte ofrece planes tan interesantes como el de ver su pequeña colonia de monos, ¿te atreves?
¡Mil imponentes metros!
Se trata de un imponente monte que alcanza los mil metros de altitud en sus cotas más altas, una cifra que impresiona para encontrarse sobre todo por su cercanía al mar. El macizo se encuentra dividido en dos partes por un inmenso corte, conocido como el Barranco del Lobo. En la actualidad, es un lugar muy frecuentado por los excursionistas, que acuden a él para disfrutar del paisaje, visitar las ruinas romanas que quedan en él e intentar ver la pequeña colonia de monos que habita en el monte. Se puede acceder con un tour organizado, con algunas de las agencias que ofrecen viajes en todoterreno, o en vehículo propio, pero siempre es recomendable ir acompañado por alguien que conozca la zona. Uno de los organismos que organiza rutas guiadas es el Club Escorpio, formado por aficionados a los deportes de aventura.
Pinares de Rostrogordo
Gigantesco pinar en donde se respira paz y tranquilidad. Si necesitas un respiro, ¡Rostrogordo te gustará!
Plan natural y tranquilo.
Si quieres alejarte del bullicio del centro y de la multitud de las playas, éste es el sitio perfecto. Un lugar para disfrutar de la Naturaleza y contemplar los preciosos atardeceres que ofrece Melilla. Se trata de un inmenso pinar, bastante frecuentado por los habitantes de la ciudad, que se acercan hasta aquí en busca de tranquilidad para pasar el día, organizar una barbacoa o simplemente dar una vuelta disfrutando de las vistas sobre toda la costa. en estos pinares se celebra cada año la Romería del Rocío, un extraordinario acontecimiento en el que participan una veintena de carrozas emulando a la de la villa onubense del Rocío. En el interior del pinar se encuentra precisamente el único camping de la ciudad, también llamado Rostrogordo, que dispone de zona de acampada, cabañas de madera para grupos y diversas instalaciones deportivas (como pistas y piscina) para los visitantes.
Una noche para jóvenes
Padres de familia, atentos a los programas nocturnos que la ciudad ofrece a vuestros retoños en verano: ¡sanos e interesantes!
¡Sana diversión!
Si viajas a Melilla en verano y con tus hijos, probablemente te interese este programa que desde hace unos años pone en marcha la Consejería de Bienestar Social de la ciudad con el objetivo de ofrecer a los jóvenes actividades de ocio que les alejen del típico botellón veraniego. Es un ambiente libre de alcohol que ofrece multitud de alternativas: concursos, deportes, clases de aquagym, cursos de fotografía, campeonatos… Se trata de todo tipo de actividades gratuitas para realizar durante las noches de verano, hasta las 00.30 horas, dirigidas a chavales de entre 13 y 22 años –los menores de edad necesitan autorización paterna–. Es, por tanto, una idea perfecta para hacer amigos y divertirse, que servirá de complemento perfecto a las vacaciones en familia.
Día de Melilla
Actos institucionales, homenajes, desfile militar… así es el festivo 17 de septiembre en Melilla.
¡Fiesta!
El 17 de septiembre es un día de carácter festivo en Melilla, pues se conmemora la fecha en la que ciudad pasó a ser plaza de soberanía española, tras la toma de la misma por las tropas castellanas en el año 1497. Se trata de un día dedicado especialmente a los actos institucionales, como el Homenaje a la Bandera, que tiene lugar en la Plaza de Pedro de Estopiñán –donde se encuentra la estatua del general que le da nombre y a quien se considera fundador de la ciudad–. A continuación, llega el momento de las Fuerzas Armadas y el desfile militar de las tropas que se encuentran en la ciudad autónoma. El desfile suele atraer la presencia de multitud de melillenses y visitantes que desde primera hora de la mañana cogen sitio para asegurarse unas buenas vistas y no perderse ni un detalle.
Fiestas del Carmen
Cada 16 de julio Melilla se alborota con sus festividades del día del Carmen ¡bonito día para conocer la ciudad!
Patrona de los pescadores.
Como corresponde a una ciudad de larga tradición marinera y pescadora, Melilla celebra cada año las fiestas del Carmen, en honor a la Virgen del mismo nombre, patrona de los pescadores. El epicentro de la celebración tiene lugar en el barrio de Corea, tradicional zona de pescadores, que viven con pasión y mucha alegría esta festividad. Entre las actividades que podrás encontrarte si te acercas cualquier 16 de julio a este barrio están actividades para niños, verbena y paella gigante. Además, tiene lugar la tradicional procesión de la Virgen, que generalmente se pasea desde el Hipódromo hasta la iglesia de San Agustín para terminar en la playa, donde es montada en una pequeña barca para realizar su tradicional travesía por el mar. La jornada grande finaliza con una ofrenda floral, en la Plaza de los Pescadores, en homenaje a los marinos y pescadores que perdieron la vida faenando.
Semanas de Cine de Melilla
Siete días de proyecciones cinematográficas revitalizan la cultura de cualquier ciudad. Melilla es ejemplo de ello.
Gran iniciativa cultural.
Cada año, desde 2009, Melilla celebra su Semana del Cine, una iniciativa que durante siete días sirve para revitalizar la ciudad. El evento tiene lugar a mediados del mes de mayo y consiste en la proyección de alrededor de una veintena de películas, españolas y extranjeras, que generalmente se proyectan en el Teatro Kursaal y el Cine Perrelló. Coincidiendo con la inauguración del festival, se celebra también una gala de presentación y actuaciones de cantantes y bailaores de la ciudad o de otros puntos de España. A lo largo de esa semana se llevan a cabo exposiciones, así como presentaciones de libros y mesas redondas sobre cine, en un evento que en todas sus ediciones ha tenido una grandísima acogida. Teniendo en cuenta que la ciudad autónoma ya sólo cuenta con un cine en activo, esta iniciativa ha supuesto un revulsivo para todo lo relacionado con el Séptimo Arte.
Club Marítimo Melilla
Es el club referente de la ciudad, sus instalaciones son su gran baza. Compruébalo en su Restaurante Punto y Coma.
Un club en toda regla.
Fundado en marzo de 1944, el Club Marítimo de Melilla es hoy todo un referente de la ciudad. Sus instalaciones están divididas en diferentes espacios, como la sala de juegos, el punto de lectura, las zonas infantiles o el área de baño. Asimismo, el club ofrece la posibilidad de participar en cursos de iniciación o perfeccionamiento de vela. Además, dentro de sus instalaciones encontrarás el Restaurante Punto y Coma, con una zona especial de reservados y una terraza con grandes vistas a la bahía. También en el interior del Club Marítimo se encuentran El Chiringuito, que abre hasta altas horas de la noche, y la Cafetería, un lugar perfecto para desayunar mirando al mar. El recinto cuenta además con una sala de exposiciones (situada en la Plaza de España), desde la que se apoya la difusión de los jóvenes artistas locales (o de otras zonas de España).
Plaza de Toros
Decoración mudéjar, modernista y barroca coloreada con blancos y amarillos… una bonita plaza que vive su apogeo en septiembre.
´La Mezquita del Toreo`.
El único coso taurino situado al otro lado del Estrecho de Gibraltar (la plaza de Ceuta funcionó hasta 1995) fue bautizado por el reconocido crítico Gregorio Corrochano como ‘la Mezquita del Toreo’. La plaza, se inauguró oficialmente en el año 1947 y fue obra de Alejandro Blong González. Para su puesta de largo estaba prevista la participación de Manolete, el torero español más importante del momento, pero el diestro murió tan sólo unos días antes. En la actualidad, su arquitectura todavía deja entrever una curiosa mezcla de rasgos mudéjares con elementos modernistas, además de una profusa decoración barroca. En la fachada, que ha sido restaurada en varias ocasiones, predominan los colores blanco y amarillo, y en su interior destacan las gradas pintadas de blanco. Periódicamente se celebran corridas de toros, pero las mejores figuras se acercan hasta Melilla en el mes de septiembre, coincidiendo con las fiestas de la ciudad.
Teatro-Cine Perelló
Fachada modernista y art déco para el único cine de la ciudad.
Único en su especie.
Se trata del único cine comercial que se ha mantenido abierto en Melilla hasta la actualidad, después del cierre de los Multicines del Real y del Cine Avenida, que supusieron una gran pérdida para los amantes de la gran pantalla. El edificio del Perelló es obra de Luis García Alix y su construcción data del año 1926. Antes de entrar a ver las películas en cartelera conviene pararse a admirar su fachada, en la que el autor decidió fundir el arte modernista con el estilo art déco y en la que te encontrarás con curiosos elementos, como cabezas de león o ventanas con lazos. También disfrutarás con los espléndidos interiores de este interesente recinto, que hace que ir al cine sea mucho más que sentarse en una butaca y ver una película. Es posible repasar la cartelera en cualquiera de los periódicos de la ciudad o a través de la cuenta de Twitter del Perelló (https://twitter.com/CinePerello).
Cultura en el teatro Kursaal
Aquí todo cabe, desde zarzuela hasta contemporáneo, pasando por conferencias o proyecciones cinematográficas, ¡y un largo etcétera!
Versátil escenario.
El Teatro Kursaal es un espacio multifuncional, dotado de modernos equipamientos en el que prácticamente cada semana encontrarás una representación distinta gracias a la variedad de formatos que acoge. En su escenario es posible ver actuaciones líricas, ya sean grandes óperas y zarzuelas, o pequeños recitales, y alberga todo tipo de actuaciones, encuentros de danza contemporánea, ballet clásico y, por supuesto, representaciones teatrales. En ocasiones también es posible encontrarse en el teatro con la grabación o emisión en directo de programas de radio o televisión, así como conferencias de diversa índole. Para adaptarse a los nuevos tiempos, los dueños del teatro también han decidido que éste funcione como lugar de proyección cinematográfica, exhibiendo películas en 3 Dimensiones. En definitiva, el recinto es un lugar de paso obligatorio para descubrir todo lo que pasa en la ciudad relacionado con el mundo de la cultura.
La Feria de Septiembre
En septiembre bajan las temperaturas y la ciudad se engalana para celebrar sus fiestas: ¡momento oportuno para conocer la ciudad!
Fiestas patronales.
La celebración de las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Victoria hacen del mes de septiembre el momento perfecto para visitar Melilla. No sólo por la bajada de las temperaturas, sino por la multitud de actividades que se pueden realizar durante esos días en la ciudad. Se trata de una feria al estilo andaluz, con multitud de casetas en la que la entrada es libre, además de numerosos grupos rocieros, peñas y conciertos. El día 8 tiene lugar la procesión con la imagen de la Virgen, que se pasea por toda la ciudad en medio del recogimiento de los vecinos. Por la noche, la fiesta se anima más si cabe con la música, gracias a las actuaciones variadas que tienen lugar en la Caseta Oficial de Festejos, y las procesiones de gigantes y cabezudos. El último día, los fuegos artificiales y los petardos dan por terminada la semana grande.
Bucear en Cabo Tres Forcas
Bienvenidos al enclave perfecto para practicar buceo en cualquier época del año. La tranqulidad del lugar tiene mucho que ver.
Bajo el mar, bajo el mar…
Se trata de una de las mejores zonas para la práctica del buceo gracias a la transparencia y tranquilidad de sus aguas, que permiten disfrutar de los corales y peces de colores ubicados en los fondos marinos. Además, Cabo Tres Forcas cuenta con dos importantes ventajas respecto a otras zonas de buceo. La primera es el buen clima que reina en la zona durante prácticamente todo el año y la temperatura suave de las aguas del Mar Mediterráneo. Pero, sobre todo, éste es el lugar perfecto si lo que buscas es tranquilidad, ya que la zona está todavía muy poco masificada. Existen varios espacios para la inmersión, pero algunos de los más recomendables son los acantilados de Agudú, la plancha Colorada y la cala Blanca. Entre estos acantilados encontrarás pequeñas calas con preciosas playas de arena a las que sólo se puede acceder a pie.
Gran Casino de Melilla
Además de su zona de juegos, el casino cuenta con la cafetería Snack, conocido punto de reunión para los melillenses.
¡Póker de picas!
Situado en el Puerto Deportivo Noray, es un lugar perfecto para desconectar, reunirse con los amigos y tomar algo en su cafetería Snack, ubicada dentro de la sala de juego y en la que mucha gente se reúne para ver los partidos de fútbol a través de sus enormes pantallas de televisión. Esta cafetería también destaca por su amplio surtido de cócteles y por su sala de juego, con una gran oferta de mesas de póker. También hay espacio para la tradicional ruleta americana y para las mesas de Black Jack, al igual que para una extensa sala de máquinas tragaperras. Igualmente, el casino dispone de varias máquinas de bingo, en las que se puede comenzar a jugar a partir de sólo 0,20 euros. Todas las semanas acoge diferentes torneos y en su web (www.grancasinomelilla.es) se puede descargar una invitación con entrada más cóctel gratuito.
Puerto Noray
Zona naútica llena de terrazas, pubs, restaurantes, discotecas… ambiente asegurado a cualquier hora en cualquier época del año.
Aquí siempre hay ambiente.
Se trata del puerto deportivo de la ciudad, un lugar perfecto para pasear y tomar algo ya que en él se encuentran multitud de terrazas, abiertas tanto en verano como en invierno, que ofrecen buenas tapas y pescados. También es aquí donde están la mayoría de pubs y discotecas de Melilla, que los fines de semana estiran la noche hasta bien entrada la madrugada. Eso sí, ten en cuenta que se trata de una zona muy turística, por lo que los precios suelen ser un poco más altos que en el resto de la ciudad. El puerto cuenta con capacidad para el amarre de 340 barcos y en agosto acoge la Semana Náutica Ciudad de Melilla, una competición de alto nivel y puntuable para el Campeonato de España, lo que hace que durante ese mes se den cita en la zona multitud de turistas, profesionales y aficionados a este deporte.
Dulces en la Confitería Gurugú
Confitería antigua de gran renombre. Sus bizcochos, torrijas, monas de pascua, huesos de santo... ¡están de muerte!
¿Monte o confitería?
El gran monte que rodea Melilla da nombre a esta confitería, que probablemente es una de las más antiguas y reconocidas de toda la ciudad. Se trata de la Confitería Gurugú, fundada en 1917 y regida desde entonces por tres generaciones de la misma familia. La tradición pasa de padres a hijos y, aunque muchas cosas han cambiado desde sus primeros años, los más mayores aún recuerdan el olor que despedían los pasteles recién hechos cuando eran trasladados en carrito desde el horno de cocción hasta las estanterías de la tienda. Una de sus especialidades son los bizcochos, similares a los de soletilla. También son espectaculares sus dulces ‘estacionales’, que sólo es posible encontrar unas cuantas semanas al año, como las torrijas, las monas de pascua o los huesos de santo. Además preparan empanadillas y, junto a la repostería tradicional, ofrecen modernos pasteles en los que innovan con las formas, colores y sabores. Está situada en la Calle General Padeja.
Cocina Mediterránea
El Quijote o Bravo, ambos locales son excelentes en cuestión mediterránea, ¡ninguno te defraudará!
Dos buenas recomendaciones.
Como corresponde a su ubicación geográfica, la gastronomía de Melilla ofrece excelentes platos de la comida tradicional mediterránea. En general, encontrarás este tipo de platos en la mayoría de locales, aunque algunos cuentan con un mayor grado de especialización. Buen ejemplo de ello es el Restaurante El Quijote, situado en el Paseo Marítimo Mir Berlanga. Se trata de un lugar sencillo y agradable en el que no te quedarás con hambre gracias a sus especialidades mediterráneas, pescados y mariscos. Además, el local dispone de una amplia terraza con bonitas vistas al mar. También puedes dirigirte al restaurante Bravo (carretera de Farhana), un establecimiento de tres tenedores en el que hallarás platos de cocina nacional e internacional en un ambiente clásico y acogedor. Te costará elegir entre las delicias de su carta, pero una buena opción sería sopa de la casa de primero y los solomillos con trufas de segundo.
Pinchitos morunos
Tapa muy recurrida en toda la ciudad, pero en Casa Sadia comerás los mejores del lugar, ¡menudo must!
De ternera o de pollo.
Como no podía ser de otra manera, en Melilla son tradicionales los pinchos morunos –generalmente, muy especiados–, un plato proveniente de la influencia de sus vecinos magrebíes. En la mayoría de los bares de la ciudad podrás encontrar pinchitos de ternera y de pollo –casi nunca de cerdo– y, en ocasiones, se sirven a modo de tapa. Lo más curioso es que uno de los mejores lugares para comerlos es, precisamente, un bar creado por un hebreo, que además está situado al lado de una sinagoga. Se trata de la Casa Sadia, ubicada en el callejón del mismo nombre, en el centro de la ciudad. Es un antiquísimo e histórico bar de Melilla –lleva en funcionamiento desde 1938-, que generalmente se encuentra lleno y que también dispone de una amplia y agradable terraza. Para llegar hasta él, basta con preguntar a cualquier vecino de la zona.
El restaurante del Parador
Gastronomía melillense, vinos de origen español y unas panorámicas de infarto: planazo.
Cocina y vistas espectaculares.
Este establecimiento, que forma parte del Parador Nacional de Melilla, cuenta con dos grandes atractivos más allá de su cocina: una espectacular vista panorámica de la ciudad gracias a su elevada ubicación y las modernas y elegantes instalaciones de su comedor. Pero como a un restaurante se va a comer, debes saber que los platos del Parador difícilmente te defraudarán. En él fundamentalmente se ofrecen recetas representativas de la cocina melillense, aunque también es posible encontrar tapas, raciones o menús en los que no faltan la ensalada de hortalizas y las sopas de primero, acompañadas de un plato más contundente, generalmente a base de pescados, como cazuela de rape o fritura variada. También destaca por su carta de postres, de tradición española pero también marroquí, como la ‘pastela’. Por si esto fuera poco, la comida se puede acompañar con vinos pertenecientes a todas las denominaciones de origen españolas.
Teterías
Si te va el té y quieres relajarte, busca una tetería de influencia árabe. Opción muy recomendable.
¿Más té?
La influencia árabe también es muy notable en los bares de Melilla, y por toda la ciudad proliferan las teterías, muy típicas en Marruecos. Se trata de lugares tranquilos, generalmente muy bien decorados, a los que la gente acude para relajarse y disfrutar de la innumerable variedad de tés que se ofrecen. Una buena opción es la Tetería Nazarí, situada en la calle Actor Tallavi, que se define como un espacio para disfrutar del “aroma del té, del azahar y la miel” y que también ofrece una gran variedad de crepes y pasteles dulces. Otro establecimiento especialmente recomendable es la Tetería Volubilis (calle La Legión), que toma su nombre de las ruinas romanas descubiertas en el norte de Marruecos. Y aunque pueda parecerte extraño, en algunos establecimientos podrás disfrutar de este tradicional té, siempre con su ramita de hierbabuena, acompañado de los tradicionales churros madrileños.
Cocina bereber
La presencia bereber en Melilla es intensa: teterías, bares, restaurantes... ¡los sabores marroquíes a tus pies!
Los bereberes en Melilla.
La influencia bereber (pobladores del norte de Marruecos) se aprecia claramente en la gastronomía melillense. Este tipo de cocina se caracteriza por combinar sabores agridulces, con un gran empleo de las especias y un toque ligeramente picante. Entre sus platos típicos destacan la Harira, una contundente sopa de verduras a la que se añade carne y se presenta fuertemente especiada, y el tajine (guiso típico marroquí), así como los reconocidos pinchos morunos. Por supuesto, no puedes olvidarte del cuscús, tradicional plato marroquí (sémola cocida acompañada de verduras y carne). Un buen sitio para probar comida bereber tradicional es el restaurante El Caracol Moderno, situado en la calle Salvador Rueda. Tampoco deberías olvidarte durante tu estancia en Melilla del típico té verde, que también podrás degustar en El Caracol Moderno o en la Cafetería Los Arcos, junto a la iglesia del Sagrado Corazón.
Pescados y mariscos
¿Mero al carbón? ¿Arroz caldoso? La oferta de marítimos es de diez, ¡y sus precios no se quedan atrás!
Excelente relación calidad-precio.
No te será difícil encontrar buenos productos marítimos y a un precio asequible en esta ciudad costera. En primera línea del paseo marítimo, por ejemplo, se encuentra la marisquería La Pérgola, en la que además de disfrutar de unas excelentes vistas podrás degustar sus pescados a la brasa (uno de sus platos más recomendables es el mero al carbón), además de originales postres caseros y menús especiales. En el mismo paseo marítimo se encuentra también La Casa del Marisco, un local inaugurado en 2013 que destaca por su diseño y la calidad de sus pescados. Ya fuera del puerto puedes dirigirte al restaurante Casa Juanito, en la calle Marqués de Montemar. En él encontrarás una amplia exposición de mariscos y pescados frescos, que puedes elegir antes de que sean cocinados. Son especialistas en arroz caldoso y disponen de un amplio salón para celebraciones especiales.
Tapas
Melilla es otra de esas ciudades que conquistan por sus tapas, tradicionales y modernas, ¡no te quedes sin probarlas!
Interesantes, ricas y baratas.
Como en toda la costa del sur de España, Melilla es un buen lugar para degustar tapas buenas y baratas, que generalmente se ofrecen junto a la bebida sin ningún coste adicional. Una de las más habituales es el tradicional pincho moruno, pero en la actualidad los establecimientos se han modernizado y ofrecen también elaborados canapés inspirados en la denominada ‘nueva cocina’. Paseando por el centro de la ciudad encontrarás numerosos lugares para disfrutar de una buena tapa, destacando algunos sitios especialmente interesantes, como Casa Fede, situada en la calle Carlos V. La especialización en las tapas de este local ha llegado a tal punto que uno de sus dos salones está reservado para quienes prefieren comer de tapas (el otro se utiliza para el restaurante propiamente dicho). Otras opciones son La Cantina (calle Buceta), El rincón (calle López Moreno) o el Mesón Fornos (General Polaviaja).
Joyas y cerámicas
La oferta de productos tradicionales marroquíes es infinita: ¡cachimbas al poder!
Mejor sin regatear.
En Melilla existe una gran tradición joyera, por lo que no es difícil encontrar excelentes diseños en metales nobles y piedras preciosas. Son muy típicos los relojes, un artículo del que observarás infinidad de tipologías, calidades y precios, y que será un bonito y a la vez útil recuerdo de tu estancia en la ciudad. Sin embargo, si buscas algo más económico, o más exótico, también puedes decantarte por la típica artesanía tradicional musulmana. En los mercados de Melilla encontrarás cerámica (vistosos platos y tajines de barro), metales ornamentados (bandejitas de té, espejos…) y, por supuesto, las famosas cachimbas o pipas de agua marroquíes, que los propios tenderos te explicarán cómo utilizar. El hecho de estar comprando productos típicamente marroquíes quizás te incite a regatear, y de hecho puedes intentarlo, pero lo cierto es que en Melilla no es una práctica muy habitual.
Productos baratos en Nador
Nador ofrece paseos por parques y plazas, y, sobre todo, ¡precios más baratos que en Melilla!
Para los más ahorradores.
Nador es la ciudad marroquí más cercana a Melilla, situada a tan solo unos 15 kilómetros, una vez pasada la frontera de Beni Enzar. No se trata de una ciudad histórica o monumental, pero sí dispone de algunas plazoletas y parques interesantes para visitar. Aparte de eso, su principal atractivo consiste en la posibilidad de encontrar productos mucho más baratos que en Melilla, especialmente todo tipo de artesanías, que se concentran en la Avenida Kasaria. Por otra parte, también puedes visitar el zoco del Morakeb, donde encontrarás prendas de vestir- como las típicas chilabas-, alfarería, especias y, por supuesto, un gran número de imitaciones de productos de lujo. Para llegar hasta Nador existen excursiones de un día organizadas, pero también puedes ir por tu cuenta, cogiendo un taxi en Melilla hasta Beni Enzar y, una vez atravesada la frontera, otro hasta Nador, que podrás compartir con varias personas más.
Mercados de Melilla
Mezcla de olores tan distintos como chorizo y especias, sándalo y salmón, incienso y cebolla… ¡no te los pierdas!
Intercambio gastronómico.
La ciudad acoge desde hace ya muchos años dos grandes mercados, el Central y el Real, este último situado en el barrio del mismo nombre. Acercarse a uno de estos dos mercados es visita obligada en Melilla, si quieres disfrutar del verdadero trasiego de la ciudad. Allí verás cómo las cuatro culturas instaladas en Melilla han dejado su impronta en la gastronomía local. Así, en sus pasillos se entremezclan puestos dedicados a la venta de charcutería típica española, como jamón y chorizo, con otros en los que abundan las especias, como el sándalo o el incienso. Además, encontrarás excelentes puestos de pescado fresco, panaderías y una excelente verdura. El Mercado Central se encuentra actualmente junto a la Plaza de Ramón y Cajal, ya que se decidió trasladarlo para remodelar el edifico en el que anteriormente estaba ubicado, y que próximamente albergará varias instituciones culturales.
De compras… cruzando la frontera
Al cruzar la frontera con Marruecos te encuentras este barrio, todo un batiburrillo de puestos callejeros con muy buenos precios.
Una experiencia diferente.
Nada más cruzar la frontera que separa España de Marruecos por el paso de Barrio Chino –se puede llegar hasta este punto en cualquier taxi y el paso no es más que un mero trámite, siempre y cuando hayas llevado el pasaporte– encontrarás el denominado Barrio Chino, ya en suelo marroquí. Se trata de una zona en la que abundan los puestecillos callejeros repletos de frutas, verduras, pescado y hasta carne fresca, que se pueden adquirir a precios más baratos que en las tiendas melillenses. Si sólo vas por unos días, quizás no necesites comprar nada, pero aún así merece la pena acercarse a este barrio y su mercado informal, en el que encontrarás almejas, cigalas, legumbres o verduras… También podrás ‘charlar’ con los vendedores marroquíes, ya que la gran mayoría de ellos son capaces de chapurrear algo en español. Es, en definitiva, una experiencia diferente a tan sólo unos minutos de la ciudad.
El Mercadillo
Creerás estar en un zoco marroquí: babuchas, alfombras, tafetanes... y el ir y venir de los melillenses, ¡para no perdérselo!
Típico ajetreo melillense.
El mercadillo municipal se viene instalando desde hace varios años en el Polígono del Sepes y realmente se asemeja mucho a lo que podríamos esperar de un agitado zoco marroquí. Sólo por eso ya merece la pena visitarlo, para contemplar el ir y venir de tenderos y transeúntes, pero, además, entre sus más de 30 puestos encontrarás de todo lo que puedas necesitar, desde alfombras a babuchas (típico calzado marroquí) pasando por perfumes o material electrónico. El mercadillo se instala de lunes a sábados, siempre por las mañanas, y es un lugar perfecto para descubrir el día a día de una ciudad que desde siempre ha sido muy comercial. Además, la mayoría de productos disfrutan de unos interesantes precios. Si buscas algo para traer de recuerdo o para regalar, puedes probar con un ‘tafetán’, el tradicional vestido árabe, amplio, cómodo y fresco, que encontrarás en diversos precios y calidades.
El Triángulo de Oro
Aquí encontrarás una amplísima oferta comercial a unos precios realmente asequibles, ¡es lo que tienen las condiciones fiscales especiales!
Zona modernista y comercial.
El llamado Triángulo de Oro no hace alusión a lo que en otras ciudades se denomina la ‘milla de oro’, sino que en realidad se refiere a una zona en la que se extienden algunos de los edificios modernistas más reconocibles de la ciudad. Pero, en la actualidad, esta zona, que parte desde la Plaza de España y se extiende a lo largo de la larga Avenida Juan Carlos I, concentra el mayor número de tiendas y establecimientos comerciales de Melilla. Allí encontrarás desde franquicias de marcas reconocidas hasta pequeñas boutiques particulares en las que comprar ropa, zapatos y todo tipo de complementos. Además, abundan las tiendas de artesanía, cerámica y joyas. Sin duda, es el lugar perfecto para realizar tus compras en Melilla, donde además encontrarás precios mucho más asequibles que en la Península gracias a las condiciones fiscales especiales de la ciudad autónoma.
Casa de los Cristales
La antigua sede del hotel Victoria fue el primer edificio melillense con ascensor, ¡ahí es nada!
Escandalosa fachada acristalada.
Éste es el nombre por el que se conoce popularmente el edificio que albergara la sede del lujoso Hotel Reina Victoria. Realizado por iniciativa del empresario Ramón Gironella en 1927, el hotel, que vería pasar por sus salones a la alta sociedad melillense y extranjera, fue el primer edificio de la ciudad en contar con ascensor y probablemente el único en tener una fachada acristalada (en sus orígenes se trataba de cristal blanco, que más tarde se sustituyó por un tono verdoso). A pesar de toda su suntuosidad, el hotel duró poco y en 1935 tuvo que cerrar sus puertas, acuciado sin duda por los efectos de la Gran Depresión de los Años 30. Desde entonces, en su interior se han establecido diversos establecimientos comerciales, pero hace una década el edificio se encontraba en un deplorable estado, lo que llevó a las autoridades locales a hacerse cargo de su restauración a principios de 2011.
Palacio Municipal
Con un exterior neomudéjar y un interior extremadamente recargado, este conjunto destaca en Navidad, ¡gracias su melódico reloj!
Oficialmente inaugurado en 1947.
En la Plaza de España encontrarás este imponente edificio, construido en la década de los 40 –la inauguración oficial tuvo lugar en 1947- por el afamado arquitecto Enrique Nieto. En sus orígenes, el palacio se erigió para acoger a lo que era el Ayuntamiento de la ciudad, hasta que en 1995 se convirtió en ciudad autónoma, pasando el edificio a ser la sede de la Asamblea melillense. El conjunto presenta en su fachada un estilo neomudéjar, con dos torres principales de estilo árabe similares a dos pequeños minaretes. Entre ellas destaca el reloj, que en Navidad toca diferentes melodías. Su interior se encuentra profusamente decorado, destacando el conocido como Hall de Columnas y el Salón Dorado, una verdadera joya del interiorismo. Justo al lado de este edificio se encuentra el Casino Militar, que destaca por su sobrio estilo clásico.
Templo de la Comunidad Hindú Mandir
Este edificio de culto hindú forma parte de la Ruta de los Templos de la Ciudad ¡Apúntate y visítalo!
Culto hindú.
Aunque la comunidad hindú de Melilla no llega al centenar de personas, dispone de este amplio lugar de culto al que los fieles acuden a rezar o, simplemente, a encontrarse con otros devotos de dicha religión. Situado en la Avenida de Castelar, el oratorio hindú es un pequeño edificio repleto de imágenes de distintas santidades, figuras simbólicas y objetos decorativos. Junto a la Sinagoga de Or Zarug y varias iglesias cristianas, forma parte de la Ruta de los Templos de la Ciudad. Esta interesante visita guiada por los diferentes templos de la ciudad incluye una explicación a los visitantes de las tradiciones y ritos de cada religión por algún representante de las diferentes comunidades. Aunque la visita no tiene coste alguno, es necesario inscribirse con antelación en las oficinas de información turística, ya que los grupos no pueden superar las 50 personas.
Sinagoga de Or Zarug
Merece la pena visitar la sinagoga más importante de Melilla: destellos amarillos, púlpito de madera y grandes ventanales y vidrieras.
Luz sagrada.
La comunidad judía –que llegó a Melilla tras las expulsión de la Península ordenada por los Reyes Católicos– también está ampliamente integrada en Melilla, y en la ciudad existen hasta seis sinagogas. La más importante es la de Or Zaruah, proyectada por Enrique Nieto e inaugurada en el año 1924. El edificio se encuentra medio escondido, por lo que no es fácil verlo si no se tiene la intención de visitarlo. Situado en la calle López Moreno, ofrece una preciosa fachada en tonos amarillos y en su interior cuenta con un púlpito ricamente labrado en madera, grandes lámparas y vidrieras y una zona especialmente dedicada a las mujeres. Este edificio se construyó gracias a la financiación del mecenas Yamín Benarroch y su nombre significa, literalmente, ‘luz sagrada’. Desde hace unos años, la sinagoga se puede visitar como parte de la Ruta de los Templos, una iniciativa para ampliar la oferta cultural de la ciudad.
Edificio del Banco de España
Construcción clásica y monumental en medio de la zona modernista: claro ejemplo del eclecticismo melillense.
¡Esa escalinata!
En la Plaza de España se encuentra el edificio que durante casi un siglo albergó la sede del Banco de España en Melilla, y aunque ya no cumple tal función, todavía se le sigue conociendo por este nombre. Fue en el año 1911 cuando la Cámara de Comercio de Melilla solicitó el establecimiento de una sucursal en la ciudad, la cual abrió sus puertas en febrero de 1913. Sin embargo, el edificio actual data de 1944 y merece la pena pararse a contemplar su fachada. Se trata de una imponente construcción de cinco plantas, con una gran escalinata de acceso y un amplio patio acristalado en su interior. Aunque se encuentra en la zona modernista, este conjunto no responde a dicha corriente artística, sino que es más bien un edificio de estilo clásico y aspecto monumental. Se trata, por todo ello, de una muestra más del eclecticismo propio de la ciudad de melilla.
La farola del Parque Hernández
Parece mentira que una simple farola tenga una historia tan curiosa… ¿te vas a quedar sin conocerla?, ¡yo no!
Modesto pero importante.
En uno de los extremos de este amplio espacio al aire libre se encuentra una sencilla farola que merece la pena visitar por lo curioso de su historia. El parque fue inaugurado en 1902 por el responsable de la Comandancia General de Melilla Venancio Hernández Fernández, del que actualmente toma su nombre. Tras el fallecimiento de éste, el periódico ‘El Telegrama del Rif’ abrió una suscripción popular para financiar un monumento que se encargaría de recordar al citado general, admitiendo para tal fin “desde 10 céntimos a dos pesetas como cuota máxima”. Los vecinos de la ciudad aportaron en total 649 pesetas, que el municipio completó hasta juntar las 1.500 pesetas que costó la farola. El modesto monumento se instaló inicialmente, en 1909, en el paseo central del parque, aunque desde entonces ha ido cambiando su posición a otros emplazamientos más secundarios hasta su posición actual.
Monumento a los Héroes de las Campañas de Marruecos
Imponente obelisco de 14 metros adornado con bajorrelieves, una Victoria alada y una fuente redondeada: ¡todo un espectáculo arquitectónico!
Monumental art déco.
Este espectacular monumento de estilo art déco fue diseñado por el artista Juan López Merino en los años 30, como recuerdo a los muchos soldados caídos en las diversas guerras y enfrentamientos con el vecino marroquí. Se trata de un gran obelisco de 14 metros de altura, con bajorrelieves que representan a una madre llorando por sus hijos muertos en combate, mientras la figura de un soldado anónimo tiene su mirada perdida el horizonte. En su parte más alta, el monolito se encuentra coronado por la figura de una Victoria alada. Varias décadas más tarde, el conjunto se completó con una gran fuente de forma redondeada, construida por el arquitecto Carlos Buhigas. El conjunto se ilumina a partir del atardecer, ofreciendo un precioso espectáculo de luces y colores que contrastan con las inmensas palmeras que pueblan toda la plaza.
Plaza de España
Acaba de cumplir cien años y sigue siendo uno de los lugares más simbólicos de Melilla. Un must.
Emblema de la ciudad.
Por su corta pero dilatada historia y por los importantes momentos de los que ha sido testigo, la Plaza de España, que en 2013 ha celebrado su primer centenario de existencia, es un lugar ya emblemático de la ciudad. El Rey Alfonso III fue en 1911 el encargado de derribar la primera piedra de la antigua muralla defensiva para dejar sitio a esta gran plaza, que terminaría de construirse dos años más tarde. En la actualidad, la Plaza de España es uno de los mejores lugares de toda la ciudad para refugiarse del calor, gracias a sus zonas verdes y sus inmensos árboles, situados alrededor de la fuente central que acoge en su interior el Monumento a los Héroes de las Campañas de Marruecos. En la plaza se encuentra también la Biblioteca Pública y el antiguo Ayuntamiento melillense, hoy sede de la Asamblea de la ciudad autónoma.
Cuevas del Conventico
Interesante lugar, antaño escondite de los melillenses que huían de los asedios marroquíes ¡Visítalas gratuitamente!
Curioso refugio melillense.
Situadas en la Muralla de la Cruz, junto a la Iglesia de la Concepción, estas curiosas cuevas fueron durante años uno de los lugares más importantes de la ciudad de Melilla, puesto que su interior sirvió no sólo como almacén, sino también como lugar de refugio para los melillenses, que se escondían aquí durante las épocas de mayor asedio por parte de los marroquíes. Aprovechando esta situación, era común que en el lugar se celebraran servicios religiosos y otros actos públicos. Las cuevas constan de tres niveles y su origen data de principios del siglo XVIII, aunque a pesar del tiempo transcurrido, se han conservado relativamente bien, hasta el punto de que durante muchos años sirvieron de vivienda para diversas familias. En la actualidad, han sido restauradas y se pueden visitar de forma gratuita, incluyendo en su interior numerosas pantallas con explicaciones multimedia sobre su historia.
Iglesia de Nuestra Señora de la Purísima
Iglesia de visita obligada, especialmente por su talla de Nuestra Señora de la Victoria: ¡brillantes, zafiros y rubíes sorprendentes!
Testigo histórico.
Construida a mediados del siglo XVII, esta iglesia ha sido testigo mudo de la historia de la ciudad, resistiendo los asedios y los desastres naturales a lo largo cuatro siglos. Cuenta con tres naves separadas y diversos retablos de estilo barroco, pero las piezas que más destacan en su interior son una pila bautismal, que data del siglo XVI, y, sobre todo, el Cristo de la Vera Cruz, de finales del XV. También alberga la venerada imagen de Nuestra Señora de la Victoria, patrona de la ciudad. Se trata de una valiosísima talla de la virgen, que cuenta con una corona compuesta de innumerables brillantes, zafiros y rubíes, creados para la ocasión por un joyero de Madrid. Las obras para la construcción de la iglesia se prolongaron durante un cuarto de siglo y no fue oficialmente inaugurada hasta diciembre de 1682.
Melilla la Vieja
La zona más antigua tiene mil y un motivos para ser visitada; empezando porque es Bien de Interés Cultural
Viaje en el tiempo.
La parte más antigua de la ciudad es un conjunto fortificado que tiene su origen entre los siglos XVI y XVII. Pasear entre sus callejuelas te permitirá retrotraerte a otro tiempo, pasando, por ejemplo, a través del túnel de Hornabeque, que te llevará directo a la Plaza de Armas. Este lugar fue un antiguo presidio en el que todavía se conservan varios cañones y un monumento dedicado al gobernador de la ciudad Carlos Ramírez de Arellano. De la plaza parten unas escaleras que llevan a una terraza desde la que se obtiene una espectacular vista de la llamada Ensenada de los Galápagos. Dentro de este recinto amurallado encontrarás también la Iglesia de la Concepción, de estilo barroco, la Iglesia de Nuestra Señora de la Purísima, la Puerta de Santiago y, detrás de ella, la Capilla de Santiago, único edificio religioso de estilo gótico al otro lado del Estrecho. El conjunto de Melilla la Vieja está catalogado como Bien de Interés Cultural.
Teatro Kursaal
Nieto diseñó este teatro de apariencia geométrica y líneas sobrias. Hoy por hoy es el número uno de Melilla.
El más importante.
Es el teatro más importante de la ciudad después del cierre, en el año 1982, de la otra gran sala de artes escénicas melillense: la de El Monumental. El edificio que acoge el teatro es obra de Enrique Nieto, aunque no se trató de una nueva construcción, sino de la remodelación de un edificio ya existente. El teatro había nacido originalmente en el año 1912 y en sus primeros años lo mismo albergaba obras de teatro que fiestas, concursos de baile, sesiones de gimnasia o proyecciones cinematográficas. Sin embargo, en 1930 se decidió remodelarlo y modernizarlo, razón por la que Nieto planteó una fachada de diseño geométrico, líneas sobrias y un estrecho y alargado balcón como elemento central. Durante los últimos tiempos ha tenido que ser nuevamente renovado, razón por la que ha permanecido cerrado hasta su última reapertura, en el año 2011, con un aforo para unas mil personas.
Aljibes de las Peñuelas
Lo que comenzó siendo un proyecto meramente funcional acabó convirtiéndose en toda una obra de arte, ¡digno de visita!
¡Agua va!
Estos tres inmensos aljibes han servido durante siglos para abastecer de agua a la ciudad, que periódicamente ha sufrido las persistentes sequías, especialmente desde que su población empezó a crecer exponencialmente, a mediados del siglo XVI. La historia de estos aljibes es muy interesante, puesto que fue necesario buscar un lugar al resguardo de los continuos bombardeos de las tropas marroquíes, pero que al mismo tiempo gozara de una buena conexión con el resto de la ciudad. Para su construcción –consta de tres aljibes con dos grandes decantadores a los lados– se trajeron canteros procedentes de Levante que se encargaron de embellecerlos, creando hoy un sorprendente y grandioso conjunto que podemos considerar una verdadera obra de arte e ingeniería. Se encuentran situados justo enfrente del conjunto museístico denominado Aljibes de las Peñuelas y se pueden visitar de forma gratuita.
Casa de la Reconquista
Grandes ventanas, recargada ornamentación, planta rectangular, aires señoriales… ¡así es una de las grandes obras de Nieto!
Modernismo ondulante.
Se trata de uno de los grandes ejemplos de arquitectura modernista de la ciudad. Es una casa señorial, de cuatro pisos y planta rectangular, profusamente decorada, con formas redondeadas, inmensos ventanales y balcones en cada una de sus habitaciones. Situada en la Plaza Menéndez Pelayo, este edificio data de 1915 y su concepción se debe a Enrique Nieto. De hecho, ésta fue una de las primeras obras del arquitecto catalán en la ciudad, a la que había llegado unos años antes, en 1909. La casa pertenece al llamado modernismo ‘ondulante’, que imita las formas de la naturaleza. Es por ello que en la fachada observarás multitud de motivos florales, animales y bustos de mujeres. Desde esta casa podrás observar, además, otros edificios proyectados por el propio Enrique Nieto, como Casa La Pilarica, mezcla de modernismo y art déco, o el edificio conocido como El Acueducto, eminentemente modernista.
Escultura a Enrique Nieto
Buena parte de la construcción más modernista e importante de la ciudad se debe a este catalán afincado en Melilla.
Homenaje al discípulo de Gaudí.
Paseando por la Avenida Juan Carlos I, una amplia calle en la que se encuentran algunos de los edificios más importantes de la ciudad, encontrarás la escultura que la ciudad de Melilla dedicó al arquitecto Enrique Nieto y Nieto, artífice de buena parte de los edificios modernistas construidos en la ciudad autónoma. De origen catalán y discípulo de Gaudí, Enrique Nieto se afincó desde joven en Melilla, donde realizó algunos de los edificios más importantes de la ciudad nueva. Se trata de una estatua de bronce, a tamaño real, en la que el arquitecto aparece de pie, con unos planos en las manos. La escultura, instalada en el año 2008, fue realizada por el escultor melillense Mustafa Arruf y forma parte de un proyecto más amplio que tiene como objetivo popularizar la labor de este arquitecto entre los melillenses y, en general, entre todo aquél que visita la ciudad.
Museo del Automóvil
Vehículos, motocicletas con sidecar, surtidores de gasolina antiguos… amantes del motor, ¡este museo es un must para vosotros!
Amor motorizado.
En este museo encontrarás más de una treintena de vehículos, un buen número de motocicletas –algunas de ellas con sidecar– y multitud de piezas relacionadas con la industria del automóvil, desde publicidad a utensilios de taller pasando por un antiguo surtidor de gasolina. Al margen de la parte automovilística, el museo ofrece al visitante un recorrido por todo el siglo XX en la Ciudad de Melilla. Así, podrás ver cómo evolucionaron sus calles y sus plazas en función del desarrollo del coche, que supuso una verdadera revolución y transformó de arriba abajo las ciudades. El museo, inaugurado en 2001, nació de la iniciativa de Miguel Ángel Hernández, un melillense enamorado de los automóviles, y del historiador Juan Díez, que analizó la historia del coche en la ciudad. Gracias a su investigación, una treintena de paneles explican la relación de Melilla con el automóvil. Las visitas se realizan con cita previa, generalmente de lunes a sábados.
Sala de Exposiciones Fundación Gaselec
¡Renovarse o morir! Gracias a esta sala Melilla tiene desde 2003 jóvenes y renovadas propuestas culturales.
Exposiciones temporales.
En el año 2003 se inauguró en la Plaza Rafael Fernández de Castro y Pedrea el Centro de Exposiciones de la Fundación Gaselec, un lugar que desde entonces ha servido para acoger exposiciones temporales de todo tipo, desde artísticas a históricas, en las que jóvenes melillenses y de otros lugares han podido exponer sus trabajos e investigaciones. Se trata, por tanto, de un espacio abierto a distintas propuestas culturales y escénicas que ha servido para dar aire nuevo a la ciudad. Cada año se realizan varias exposiciones, pero hay una cita que se ha mantenido inalterable a lo largo de toda la década: el Encuentro de Egiptología, unas jornadas en las que se proyectan documentales y se organizan charlas y conferencias para dar a conocer esta milenaria civilización.
Colección de Arte Sacro
Aquí verás piezas de liturgia, tallas, ornamentos, piezas devocionales, que plasman la importancia de la comunidad cristiana en la ciudad.
Objetos de los siglos XVIII al XX.
La comunidad cristiana de Melilla es la más numerosa de las cuatro que conforman la ciudad y, a lo largo de los años, se ha ido constituyendo esta importante colección de Arte Sacro, donada o prestada a la ciudad por iglesias, congregaciones, hermandades y particulares varios, así como las cofradías de la Virgen de la Victoria y Nuestro Padre Jesús Nazareno, en colaboración con el Obispado de Málaga. La colección se encuentra en la Hospedería de los Frailes Melilla la Vieja, junto a la Iglesia de la Purísima Concepción, y en ella encontrarás más de un centenar de objetos que datan de los siglos XVIII al XX entre los que hay piezas de liturgia, tallas y objetos para las procesiones, ornamentos y piezas devocionales. La colección se puede contemplar de martes a domingo y es posible disfrutar de visitas guiadas, siempre y cuando se soliciten con cita previa.
Museo Eléctrico de Gaselec
Trasnformadores, herramientas… con la evolución tecnológica pasaron al olvido sin darnos cuenta ¡Aquí los puedes volver a ver y admirar!
Reliquias tecnológicas.
La evolución tecnológica ha dejado rápidamente obsoletos artículos que en su momento fueron una verdadera revolución, como transformadores, maquinarias y herramientas que permitieron llevar la electricidad a todos los hogares de Melilla a lo largo del siglo XX. Muchas de estas piezas se encontraban en desuso en los talleres de Gaselec, la empresa distribuidora de electricidad de Melilla, hasta que en 1997 se decidió catalogarlos y exhibirlos al público. Nació así este museo eléctrico, en el que se exponen cientos de piezas, incluyendo verdaderas maravillas como un plano de la ciudad del año 1900 en el que se reconstruye la que fue la primera red eléctrica de la que dispuso Melilla. Situado en el Centro Técnico de Gaselec (calle Comandante García Morato), el museo se divide en una parte dedicada al apartado técnico (transformadores de tensión, grandes maquinarias, etc.), y otra en la que se reproduce una sala de oficinas del siglo pasado.
Museo Histórico Militar
500 objetos habitan en este museo dividido en dos grandes salas. La maqueta de la Plaza de Melilla es alucinante.
Polvorín del XVI.
Un antiguo polvorín del siglo XVI acoge el Museo de Historia Militar de Melilla, nacido a raíz de los fondos prestados por el Museo del Ejército de Madrid para celebrar los 500 años de Melilla como ciudad española. Corría el año 1997 y fue en aquel momento, tras el fin de los fastos, cuando se pensó que los fondos podían permanecer en la ciudad autónoma con el fin de crear una colección permanente y un museo propio. Para ello se acondicionó el mencionado polvorín, situado en el Baluarte de la Purísima Concepción, dividiéndose en dos grandes salas en las que se presentan tanto las piezas históricas como las actuales. En total, son más de 500 objetos, entre los que destaca una maqueta de la Plaza de Melilla, mandada construir por el Rey Fernando VII, así como documentos históricos y mapas antiguos de la ciudad. Abre sus puertas de martes a sábados.
Museo Ibáñez de Melilla
Insólita colección permanente: recorrido por el arte contemporáneo español, con artistas locales que no encontrarás en ningún otro sitio.
Arte en la Casa del Reloj.
La Torre de la Vela (conocida popularmente como Casa del Reloj) alberga una pinacoteca, que toma su nombre del joven artista almeriense Andrés García Ibáñez, el cual donó buena parte de su obra a la ciudad. Pero en su interior no sólo encontrarás obras de este pintor. Su colección permanente es un extraordinario paseo por el arte contemporáneo español, siempre con especial atención a los artistas locales, que difícilmente encontrarás en otro lugar. El museo consta de seis espacios en los que podrás disfrutar de los grandes maestros de la pintura, la escultura, el dibujo, el grabado y la fotografía española. En este sentido, el centro cuenta con una importante colección de grabados de Goya, así como pinturas del Modernismo pertenecientes a Ricardo Baroja, Picasso o Dalí, una sala dedicada a la Vanguardia, otra al Realismo y una especial para la Pintura melillense contemporánea. Puede visitarse todos los días excepto los lunes.
Museo de Arqueología e Historia
Cualquier día de la semana es bueno para visitar este museo situado en los Almacenes de las Peñuelas.
Historia cronológica.
Situado en los Almacenes de las Peñuelas (calle de la Maestranza), obtuvo la consideración de museo en el año 1987, aunque su andadura había comenzado mucho antes, cuando empezaron a almacenarse los descubrimientos arqueológicos que tuvieron lugar a principios del siglo XX en los alrededores de Melilla. Eso sí, todas estas piezas se encontraban sin catalogar y jamás habían sido exhibidas al público. En la actualidad, el museo se divide en varias plantas que nos presentan la historia de la ciudad de forma cronológica. Así, encontramos salas dedicadas a la Prehistoria, la Antigüedad Clásica –la más representativa del museo y de la que más piezas alberga-, la Edad Media, la Edad Moderna y la historia más reciente. El museo abre todos los días de la semana.
Museo Etnográfico de las Culturas Amazigh y Sefardí
Claro ejemplo de museo intercultural: bereberes y sefardíes protagonizan sus salas.
Edificio a prueba de bombas.
Situado dentro del conjunto museístico Almacenes de las Peñuelas, este centro reivindica la importancia de Melilla como lugar de encuentro de diferentes culturas. Es por ello que en su interior encontrarás todo tipo de piezas que repasan el arte y las costumbres de los habitantes bereberes (también llamados amazigh), pobladores del norte de África desde tiempos inmemoriales; y de los sefardíes, que comenzaron a llegar a la ciudad a mediados del siglo XIX, implantando sus dinámicas comerciales. El museo abre de martes a sábados durante todo el día y los domingos por la mañana. Además de visitar su interior, merece la pena admirar el conjunto desde fuera, pues los Almacenes de las Peñuelas fueron en su momento uno de los edificios más importantes de la ciudad, ya que en ellos se guardaban todos los productos que llegaban desde la Península y también servían de refugio en caso de bombardeo, gracias a sus seis sólidas bóvedas a prueba de bombas.
Hospital del Rey
El que fuera primer hospital de Melilla es hoy el Archivo Central. Varios motivos hacen interesante esta visita, ¡descúbrelos!
Antiguo y neoclásico.
Situado en la Plaza de la Parada de Melilla la Vieja, dentro del primer recinto amurallado, este edificio de estilo neoclásico data del siglo XVIII, siendo una de las construcciones más antiguas de la ciudad. De hecho, fue el primer hospital que tuvo Melilla. Actualmente es la sede del Archivo Central de Melilla y del Servicio de Publicaciones, donde encontrarás multitud de libros dedicados a la ciudad, el protectorado español en Marruecos y la cultura bereber. Además, funciona como centro de arte en el que se exponen numerosas muestras a lo largo del año (fotografías, documentos cartográficos y grabados desde el siglo XIX hasta la actualidad). Abre de lunes a sábados y ofrece visitas guiadas. Además de adentrarse en él, merece la pena darse una vuelta alrededor del edificio, ya que se encuentra al lado de los acantilados y el faro.
Documentación para viajes de turismo
Encuentra tu viaje a Melilla