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Guía turística: qué hacer y ver en Nantes
Encanto y medioambiente a orillas del Loira
Casi el total de los habitantes de esta ciudad viven a menos de 300 metros de un espacio verde, esto y su especial modo de vida sostenible la han convertido en Ciudad Verde Europea en 2013. Además de esto, la ciudad que vio nacer a Julio Verne, guarda entre sus calles muchos secretos. Desde el castillo de los duques de Bretaña, su maravilloso jardín botánico o el jardín japonés, su catedral e iglesias, el barrio de Bouffay o la isla de Feydeau son algunos de ellos. Un buen punto de partida antes de continuar ruta, por ejemplo, a través de los castillos del Loira, apetecible ¿verdad?
Así lo ven otros viajeros
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Hôtel de Ville
Un paseo por los edificios más emblemáticos de Nantes.
El triángulo administrativo de la ciudad.
Un triángulo arquitectónico formado por tres edificios neoclásicos componen el núcleo administrativo de Nantes, conocido como el Hôtel de Ville. La construcción y su uso político se remonta a 1410, cuando el Duque de Bretaña Jean le Sage tuvo la revolucionaria idea de crear un 'consejo administrativo' para tomar decisiones sobre la ciudad, donde participaban el ducado, la realeza, el obispado y la burguesía de Nantes. Al principio se reunían en un almacén de armas, hasta que con el tiempo se fue cediendo nuevos espacios como oficinas de hospital y conventos para un Ayuntamiento errante que cambiaba constantemente de sede. Hoy componen los edificios del Hotel Derval, el Hôtel Monti Rezé y el Hôtel Rosmadec: un triángulo administrativo que recoge la historia local y está rodeado por espacios ajardinados y de esparcimientos. El Ayuntamiento no se puede visitar en su interior.
Museo de Historia Natural
Buena oportunidad para visitar uno de los museos de referencia en Europa sobre historia natural.
Rodéate de más de 200 años de historia.
Dicen las crónicas que el origen del Museo de Historia Natural de Nantes se remonta al año 1799, con la primerísima colección del boticario de la ciudad -André François-René Dubuisson-, cuyo objetivo era enseñar e instruir a los jóvenes. Se inauguró oficialmente en 1810 y desde entonces no ha dejado de crecer su colección de mineralogía y geología, paleontología (con más de 100.000 fósiles animales y 3.000 vegetales), botánica y zoología. Además de ampliar la colección también se han mejorado las instalaciones, que encontrarás en la Rue Voltaire, todos los días excepto martes, de 10h a 18h. Más de 200 años de historia lo convierten en uno de los museos de referencia europeos, con exposiciones temáticas que amplían su acervo -como la reciente sala dedicada a la etnografía y antropología-, conferencias, proyecciones audiovisuales e investigación científica todavía en activo.
Librería Maison Coiffard
Un lugar de culto para los amantes de la lectura, por todo lo que allí encontrarán.
Literatura antigua y contemporánea.
Los amantes de la literatura saben apreciar la diferencia entre las franquicias y las librerías antiguas, con viejos estantes de madera donde se esconden los mejores ejemplares. Si eres de los viajeros que no pueden visitar un país sin pasar por sus librerías, entonces deberías visitar una auténtica institución en Nantes: la Maison Coiffard, que se encuentra en la Rue de la Fosse. La clave está en dejarse asesorar por los libreros, que encontrarán para ti desde el último best-seller hasta la edición antigua para coleccionista que no habrías encontrado en otro lugar, gracias a su división en dos tiendas de novedades y antigüedades. Como es normal, la mayor parte de su literatura está en francés, pero también cuentan con una sección internacional donde puedes comprar curiosidades. Encontrarás la Maison Coiffard justo a la espalda de la Fnac.
Edificio de la Bolsa- Fnac
El Palacio de la Bolsa convertido en lugar comercial para que disfrutes de la vista y de las compras.
Ubicación de lujo para la tienda Fnac.
Si ya conoces el universo de la franquicia Fnac sabrás que aquí encontrarás toda la oferta existente en cine, videojuegos, música, literatura y electrónica. Lo que quizás no sabes es que la Fnac de Nantes se aloja en un impresionante edificio, el Palacio de la Bolsa, construido entre los siglos XVIII y XIX. El Palacio, de estilo neoclásico con una imponente fachada custodiada por columnas, se encuentra en el centro de la ciudad, frente a la Place du Commerce, y se ha convertido en núcleo turístico y comercial de Nantes, donde puedes alternar tus compras con un café al sol. En la Fnac posiblemente encuentres casi toda la literatura en francés, pero si lo que buscas son nuevas tendencias musicales francófonas, entre otros estilos, éste es el sitio adecuado donde encontrarás discos que posiblemente no lleguen al mercado español.
L'Ecritoire Antiquités
Aunque solo sea por verlo, deberías acercarte a este lugar y disfrutar de sus piezas únicas.
Preciosas antigüedades con una larga historia detrás.
Aunque sea improbable que las antigüedades viajen en tu maleta, si estás pensando renovar mobiliario y darle un estilo retro francés, no puedes perderte la tienda L'Ecritoire Antiquites, en la Rue Jean Jaurès. Entre los coleccionistas es conocida por sus chimeneas y candelabros de los siglo XVIII y XIX, aunque el catálogo va mucho más allá y cruzar la puerta de este espacio significa hacer un viaje en el tiempo e imaginar quiénes fueron los dueños de estos objetos. Sus muebles van desde robustas sillas a escritorios, relojes de bronce de la época de la Restauración, impresionantes lámparas de araña, butacas de estilo Luis XVI o delicados espejos de cristal veneciano del siglo XIX. Todas las piezas están tasadas y certificadas, por lo que los precios van in crescendo, pero incluso si no compras puedes visitar la tienda para curiosear sus antigüedades.
Chocolatería Vincent Guerlais
El chocolate casi convertido en arte te atraerá de una forma que no podrás escapar a la tentación.
Capricho para tu paladar.
Los golosos que pasen por Nantes y quieran dejar en shock a sus papilas gustativas tienen una cita obligada en la Chocolatería Vincent Guerlais, en la Rue Franklin. La filosofía de este pequeño obrador de pasteles y chocolates consiste en crear 'campañas del dulce' como si fueran colecciones de moda, por lo que dependiendo de la época del año encontrarás unas delicatessen u otras, siempre presentadas en delicadas cajas casi de coleccionista. Si tanto los lugareños como los turistas esperan largas colas para comprar aquí es por algo. Bombones, galletas, pasteles, tabletas, lingotes, frutas exóticas cubiertas del mejor chocolate: si buscas un regalo delicioso para llevarte, puede que te lleve tiempo elegir en Vincent Guerlais. Pero puedes estar seguro de que escojas lo que escojas para llevar, siempre acertarás. Y que si te enganchas a su chocolate, siempre tendrás disponible su venta online.
Art Me
Pequeñas piezas de arte para que te lleves como recuerdo de tus vacaciones.
Exposición para ver y comprar.
Después de la inmersión cultural que supone un viaje a Nantes, quizás se haya despertado tu espíritu coleccionista y quieras llevarte un recuerdo de los grandes diseñadores y artistas franceses. La galería donde ofrecen exclusivas piezas asequibles a todos los bolsillos es Art Me - Boutique d'Art, situada en la Rue de la Barillerie, cerca de las Galerías Lafayette. En este pequeño espacio se organizan exposiciones temporales de artistas emergentes de casi todas las disciplinas, desde cerámica a grabado, pintura, escultura, forja y grafismo. Si no quieres comprar las típicas postales de la ciudad, seguramente encuentres en Art Me una versión más chic y exclusiva creada por un artista local. El responsable de la galería, Brice Peter, apuesta por el arte en pequeño formato, pensado para que puedas llevarlo cómodamente en la maleta, con precios de 50 euros en adelante.
Rue Crébillon
Primeras marcas en la calle comercial por excelencia, que cuenta incluso con un verbo propio.
Crebillonnea' por Nantes
Lo último en tendencias en Nantes es inventarse un verbo para definir las compras en la principal calle comercial de la ciudad. La Rue Crébillon y su verbo 'crébillonner' atraen día tras día a cientos de transeúntes de paseo por el boulevard. Unos pasean con las manos llenas de bolsas y otros con las manos en los bolsillos para evitar las compras compulsivas. Seas de uno u otro grupo, la 'experiencia Crébillon' merece la pena en cualquier época del año, aunque en invierno te sorprenderán los espectaculares diseños de los escaparatistas en un entorno con iluminación navideña. La Rue Crébillon conecta la Plaza Graslin con la Plaza Real y queda cerca del Passage Pommeraye, por lo que puede ser un buen lugar para disfrutar de una tarde de compras. Como no podía ser de otra forma, lo que encontrarás aquí son primeras marcas y firmas exclusivas.
Mercado Talensac
Mézclate entre los puestos y descubre todo lo que este antiguo mercado te ofrece.
El mercado de alimentos más antiguo de la ciudad.
Si lo tuyo son las compras tradicionales, con el ajetreo de los puestos y los vendedores a gritos para mejorar sus ofertas, no puedes perderte el pintoresco hervidero del Mercado Talensac, situado en la Rue Talensac y abierto de martes a domingo sólo por las mañanas. Tiene una zona cubierta y otra abierta al aire libre donde encontrarás prácticamente todo lo que puedas imaginar. El Mercado Talensac es el más antiguo y carismático de la ciudad, frecuentado no sólo por turistas sino también por los lugareños que acuden a comprar pescado, carne y verdura fresca aquí. Además del sector de alimentación encontrarás también puestos de conservas y productos artesanales, otros exuberantes rincones cubiertos de exóticas flores y plantas y una última sección de moda outlet. Si buscas piezas de ropa de segunda mano y a ser posible de corte francés, seguramente las encuentres en este mercado.
Passage Pommeraye
Aunque no sea para comprar, déjate caer por estas famosas galerías y disfruta de su arquitectura.
Galerías comerciales que no te puedes perder.
Incluso aunque no tengas intención de comprar, no puedes abandonar Nantes sin conocer la joya de la corona en compras: el carismático Passage Pommeraye en la Rue de la Fosse, que es una vetusta galería comercial de inusual arquitectura. Su construcción data del año 1843 y ha llegado a nuestros días casi intacta, con una espectacular entrada a través de escalinatas ornamentadas en tres niveles que ascienden a la zona de tiendas, repartidas como bazares orientales con aires modernos. La cubierta acristalada y la exagerada decoración de estatuas y columnas que preceden a los exclusivos escaparates convierten el Passage Pommeraye en una de las postales más identificativas de la ciudad, considerado monumento histórico. Aquí encontrarás sobre todo comercios de decoración, mobiliario, complementos de diseño, perfumería, joyería y moda de alto standing. Su cuidada iluminación lo convierten en un bello espacio nocturno para pasear.
Maison Lemaitre
Un lugar para darle un capricho a los paladares más exquisitos y llevarte un buen recuerdo.
Gastronomía selecta para regalar.
El rincón para los sibaritas de paso por Nantes es sin duda la Maison Lemaitre, situada en la Rue de la Paix, donde podrás comprar todos los selectos gastronómicos que imagines tanto para tu propia colección de sabores como para comprar un regalo exclusivo. Sus productos -delicadamente embotellados y presentados en cajas casi de exposición- proceden de las regiones francesas circundantes y del comercio internacional, y van desde los vinos y aceites que has probado en los restaurantes nanteses, a una amplia carta de tés y especias procedentes de todos los rincones del mundo. Zumos de frutas exóticas, mermeladas artesanales y miel de almendras, de acacia, brezo o limón son algunos de los delicatessen que se dan cita en la Maison Lemaitre, pensada para llevarse recuerdos de sabores. Si te has enganchado a los quesos, salazones o foie francés, sin duda éste es tu lugar.
Galerías Lafayette
Tiendas, lujo, escaparates y cafeterías para un día completo de compras o simplemente para pasear.
Tiempo para las compras en un lugar emblemático.
Las Galerías Lafayette son un clásico de las compras con clara firma francesa y una perfecta excusa para pasar un día de shopping. Situadas en la Rue de la Marne y abiertas de lunes a domingo, de 10 a 20h, las Galerías Lafayette son un plan socorrido para un día lluvioso en los que puedes pasar horas disfrutando de las compras compulsivas o simplemente de un paseo entre escaparates y cafeterías, todo ello sin moverte de este lujoso centro comercial. Aquí encontrarás las principales firmas de moda, complementos, joyería y bisutería, zapatos y tendencias, siempre para bolsillos desahogados. Y si no sabes por dónde empezar, acude a la tercera planta y solicita el servicio gratuito de 'personal shopper' que te acompañará de compras y te aconsejará sobre la moda que más se adapte a tu estilo o cómo hacer un cambio de look.
Museo Maillé-Brezé
Rescatado del mar, este buque alberga hoy día un museo naval en el puerto de la ciudad.
Un museo en un buque.
Desde finales de los años 80, Francia cuenta con su primer museo naval flotante -el Museo Maillé-Brezé- que alberga el buque destructor de la marina francesa del mismo nombre, tocado y hundido durante la Segunda Guerra Mundial. La asociación Nantes Marine Tradition se encargó de promover su nombramiento como monumento histórico y su recuperación como símbolo de la tradición armera de Nantes. Tras su rescate de las profundidades y su restauración, el Maillé-Brezé se ha convertido en un gigantesco barco-museo que encontrarás a flote en el Quai de la Fosse. Abre todos los días con entrada gratuita si tienes el 'Pass Nantes', la tarjeta turística. La visita al barco Maillé-Brezé incluye un paseo guiado por el interior del destructor y su sala de máquinas, con explicaciones sobre la vida a bordo, el armamento, la detección de amenazas y capacidad defensiva.
Le Lieu Unique
Mezcla de corrientes artísticas, espacios para niños y zona de relax, para pasar un día muy completo.
De las galletas al arte contemporáneo.
Convertido en un extraordinario dinamizador cultural, la antigua fábrica de galletas Lu -hoy llamada Le Lieu Unique y situada a lo largo del Canal Saint-Felix- es el Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Nantes, donde las nuevas expresiones de arte plástico se entremezclan con innovadoras investigaciones musicales, talleres, laboratorio de ideas y creación en artes escénicas. La mezcla de géneros y propuestas, siempre vanguardistas hacen que Le Lieu Unique sea el epicentro del arte contemporáneo en todas sus vertientes desde su apertura en 2000. Su manifiesto apuesta por la ruptura de fronteras entre disciplinas y entre artistas y público. Además, sus impresionantes instalaciones -incluida la Torre Lu que se puede visitar para contemplar la panorámica de la ciudad- también ofrecen espacio de ludoteca para niños, cafetería, librería e incluso un hammam, donde puedes relajarte después de esta inmersión en arte.
Frac des Pays de la Loire
La obra de distintos artistas multidisciplinares reunida en diferentes exposiciones.
Exposiciones de arte contemporáneo.
El origen del centro de arte Frac des Pays de la Loire se remonta a los años 80, cuando se decide en Francia la descentralización de los llamados 'Fondos Regionales de Arte Contemporáneo' (FRAC), para fomentar las residencias de artistas y exposiciones internacionales en otros puntos que no fueran sólo París. Desde el año 2000 este espacio multidisciplinar se encuentra en un edificio diseñado por Jean-Claude Pondevie en La Fleuriaye de Carquefou, en Nantes, abierto de miércoles a domingo en horario de tarde. Además de celebrar talleres y conferencias abiertas al público, aquí encontrarás exposiciones de artistas emergentes y experimentales que van cambiando a lo largo del año, además de 1.500 obras de arte de su colección permanente que se ha ido creando a partir de las propuestas más vanguardistas de los últimos 30 años.
Museo de los Compagnons de Tour de France des Devoirs Réunis
No te confundas con el Tour, esto es un recorrido por los oficios y especialidades francesas.
Los oficios a lo largo del tiempo.
Detrás del largo nombre del Museo de los Compagnons de Tour de France des Devoirs Réunis se esconde una organización de origen medieval que no tiene nada que ver con ciclismo, sino con los artesanos y los oficios, que desde hace siglos mantienen la tradición de enseñar a los aprendices en un tour francés por las especialidades. La Mansion Hautière, situada en lo alto de la colina de Sainte-Anne en la rue Guillon Verne, alberga este museo donde se recuperan vetustas piezas y herramientas con las que se trabaja el vidrio, metal, madera, hierro y toda una sucesión de oficios que se remontan a la Edad Media y mantienen vivas las tradiciones. Sólo abre los sábados de 14 a 16, pero merece la pena visitar una organización que mantiene sus costumbres y las transfiere de generación en generación.
Maison de L'Erdre
Un museo gratuito sobre la importancia del medioambiente en un entorno inigualable.
Un museo entre el jardín.
Pocas ciudades europeas se preocupan tanto por las necesidades medioambientales de sus ríos urbanos, como Nantes por su río Erdre -afluente del Loira-, para el que incluso tienen una Asociación de Amigos que se encarga de estudiar y analizar la flora y fauna de la ribera. En la Maison de L'Erdre, situada en la Isla de Versalles en mitad de su jardín japonés, se ha creado una colección abierta al público para dar a conocer la riqueza medioambiental de este río y las peculiaridades de la zona de Nantes, con especies autóctonas y microclimas en sus pantanos. Este museo local, de entrada gratuita, sólo cierra los martes y recientemente ha presentado una exposición fotográfica y audiovisual para dar a conocer sus últimos inventarios donde se identifica y define a los pequeños habitantes del río Erdre.
Museo de Julio Verne
Observa los paisajes que inspiraron a Verne y descubre su museo.
La vida del escritor.
Aunque Julio Verne nació en Nantes, no lo hizo en el Museo-mansión dedicado a su figura, situado en lo alto de una colina, en un impresionante edificio del siglo XIX en la Rue de l'Hermitage. Ni siquiera vivió allí, aunque sirve de homenaje y recreación de su vida, con bellas panorámicas de la ciudad que influyó en su literatura. Al parecer, el escritor solía frecuentar de niño el puerto marinero con comerciantes y balleneros que contaban sus aventuras; viajó en barco y tren, y se sumergió en las especies exóticas del Jardín Botánico, con lo que fue poblando su imaginación y sus libros. El Museo hace una recreación de su casa, con objetos del escritor donados por sus descendientes, y acerca las obras al visitante con una explicación detallada que contextualiza cada libro, un espacio pedagógico y otro audiovisual.
Museo Thomas-Dobrée
Numerosos objetos guardados en el tiempo se reúnen en este palacete formando una curiosa colección.
La colección privada de una familia.
Las paredes del Museo Thomas-Dobrée recogen la historia de un rico heredero bohemio, procedente de una importante familia francesa de mercaderes y navieros de mediados del siglo XIX, Thomas-Dobrée, que decidió dejar los negocios familiares para dedicarse a lo que realmente le apasionaba: el coleccionismo de arte, que incluye más de 10.000 objetos. Además de dedicarse a coleccionar incunables, manuscritos centenarios, medallas, monedas, esculturas e incluso el relicario con el corazón de la mismísima duquesa Ana de Bretaña, Thomas-Dobrée también ordenó construir el palacete donde hoy se encuentra su museo, en la Rue Voltaire cercana al Castillo de los Duques. En los últimos años ha sido necesaria una ampliación y reforma del museo-mansión, por lo que conviene llamar previamente para asegurarse de que han terminado las obras y se puede acceder más allá de sus románticos jardines.
Museo de Bellas Artes
Pinturas, grabados y más de gran importancia y parte del patrimonio cultural del país.
Un recorrido desde el siglo XIII
Según cuentan las crónicas, el decreto consular que ordenó la creación del Museo de Bellas Artes de Nantes data del siglo XIX por orden de Napoleón Bonaparte, aunque no fue hasta un siglo después cuando se instaló definitivamente en el Palacio de las Artes donde hoy se encuentra, ubicado en la Rue Georges Clemenceau, donde fue ampliado y renovado en los últimos años. Su colección abarca desde el siglo XIII hasta el siglo XX, y no sólo pintura, grabados y dibujos sino también videoinstalaciones y fotografía. Las exposiciones temporales y los intercambios con museos internacionales hacen que su propuesta cultural se renueve cada año, convirtiéndose en un núcleo artístico de primer nivel en Francia. Aunque la mayor parte de las explicaciones son en francés, se puede solicitar visitas guiadas en español. Conviene ir pronto, ya que cierra las puertas a las cinco de la tarde.
Museo de la Historia de Nantes
Tiempo para la cultura, visitando el museo de la historia de la ciudad.
La historia de la región en un museo.
No existía un emplazamiento mejor que el Castillo de los Duques de Bretaña para albergar el impresionante Museo de la Historia de Nantes, donde se hace un recorrido temporal por la evolución de la ciudad y su región. Si empiezas tu viaje en este museo podrás comprender cada rincón que visites posteriormente, a través de siete salas expositivas que acompañan los paneles informativos con objetos y mobiliario histórico. La colección cuenta la propia historia del castillo y sus duques, la importancia del Loira, su actividad portuaria, el tráfico de esclavos y el comercio colonial. También se hace referencia al paso de la Segunda Guerra Mundial por sus calles, los movimientos de resistencia y proletarios, acuerdos políticos y futuro de la ciudad. El museo abre de lunes a domingo, de 10h a 19 con entradas a ocho euros.
Granja de caracoles
Si nunca has visto una, es un lugar bastante curioso para ver.
Visita una granja de caracoles.
Aunque parezca increíble, una de las excursiones típicas en el País del Loira es visitar una granja de caracoles. Como suena: los babosos moluscos ofrecen una rentabilidad tan alta -a tres euros el ejemplar- que en Francia llevan años explotando esta idea, que se remonta a la época romana y sus granjas 'cochlearium'. En Le Croisic, a una hora de Nantes, en la Rue des Becs Salés encontrarás el llamado Espace Escargots, una granja donde se ofrece una visita guiada con proyección de vídeos, paseo por el criadero y sala de degustación, que explica todo el proceso de crecimiento del caracol y su preparación para la venta como delicatessen. Las visitas a esta granja de moluscos sólo se abren de abril a septiembre, por lo que si tu viaje coincide en esta época y buscas una excursión diferente, el Espace Escargot no te decepcionará.
Le Croisic
Cerca de Nantes, puedes hacer una excursión hasta aquí, degustar su gastronomía y ver sus espectaculares paisajes.
Un pueblo pirata para pasar el día.
A una hora de distancia de Nantes encontrarás un pequeño pueblo costero de pasado pirata, Le Croisic, perfecto para una excursión de un día y aún más si viajas con niños. Además de su excelente gastronomía basada en los frutos del mar, sus principales atractivos son las tranquilas calas de gaviotas perezosas y escarpados acantilados, protegidos por bosques en los que se pueden realizar rutas de senderismo para todos los niveles. Además de actividades acuáticas, el puerto de Le Croisic cuenta con un interesante oceanográfico abierto al público que puede completar una jornada de turismo. Los tanques de Océarium -situado en la Avenue de Saint-Goustan- contienen todo un mundo marino con sus 54 acuarios, 20 pingüinos, 25 tiburones y demás fauna acuática que sorprenderá a grandes y pequeños gracias a su gigantesco túnel acristalado.
Viñedo Muscadettement
Imprescindible visitar una bodega y degustar el vino de la zona.
La tierra del enoturismo.
Uno de los puntos fuertes de Francia es su amplia red de enoturismo, por lo que si eres un apasionado del buen vino tienes amplia oferta donde elegir. Encontrarás cerca de Nantes, a 22 kilómetros, una de las propuestas del sector en el viñedo y bodegas de la familia Forgeau-Muscadettement. Su tradición vitivinícola y bodeguera se remonta a 1918 y se ha trasladado de generación en generación hasta la actualidad, aprovechando el clima oceánico del Valle del Loira y especializándose en la denominación de origen de la uva Muscadet. La visita a este viñedo incluye una ruta guiada por todo el proceso, desde la vid a la copa de vino, con explicaciones sobre el cultivo y sus particularidades, la vendimia, la crianza sobre lías, su procesado y envejecido antes de poder degustar -también incluido en la visita- este vino joven.
Saint-Nazaire
Un pequeño pueblo con mucho encanto para visitar cuando dispongas de tiempo.
Una excursión a un pueblo costero.
Si quieres alejarte del ajetreo cosmopolita de la ciudad y preparar una ruta marina, no puedes perderte el carismático pueblo de Saint-Nazaire, bien conectado por tren y autobús y tan sólo a una hora de distancia de Nantes. El principal atractivo de Saint-Nazaire es su puerto marítimo y astilleros donde se construyen lujosos transatlánticos, pero también ofrece al turista rutas de senderismo en el cercano parque de Brière y las salinas de Guérande. En la Base Submarina de Saint-Nazaire -empleada por Hitler en la Segunda Guerra Mundial- se puede visitar el Escal'Atlantic, donde se explica de forma teatralizada la vida en un crucero de lujo y los secretos de sus salas de máquinas y el puente de mando del comandante, habitualmente inaccesible para un viajero común. Por otra parte, el submarino francés L'Espadon también abre sus puertas a los visitantes más valientes y no claustrofóbicos.
Les Stations Gourmandes
Huertos urbanos y públicos para visitar y, si quieres, probar algún producto.
Un picnic por la ciudad.
Si por algo destaca la política municipal nantesa es por estar a años luz de otros países en cuanto a campañas de eco-cultura se refiere. ¿Te imaginas descansar al sol entre frutales en medio de la ciudad? ¿Hacer un picnic y comer jugosas cerezas directamente del árbol o llevar un pan bajo el brazo y coger un tomate para untar? Esto es posible gracias al programa Les Stations Gourmandes ('Estaciones gourmet'), iniciado en el verano de 2012 y continuado desde entonces en época estival. Consiste en crear huertos urbanos de acceso público y gratuito en plazas públicas, donde los lugareños y turistas pueden participar en las tareas hortícolas y disfrutar de sus frutos en el mismo lugar. Encontrarás estos Stations Gourmandes en el entorno del Castillo de los Duques de Bretaña, Malakoff, Bellevue o Île de Nantes, entre otros puntos de la ciudad.
Carquefou
Para un día de relax en un entorno verde, lo ideal es hacer una excursión por esta zona.
Rutas de senderismo para un día en la naturaleza.
El distrito de Carquefou se encuentra en la zona noreste de Nantes y supone una agradable excursión de un día para conocer otros rincones de la ciudad. Es el destino perfecto para los amantes del senderismo y la naturaleza, ya que el 50% de su extensión está ocupado por parques y vegetación, convirtiéndose en un pulmón verde de la región. Carquefou cuenta con cinco rutas señalizadas y temáticas, que van desde las zonas pantanosas entre el río Erdre y tierra adentro, recorrido multiaventura con posibilidad de alquilar bicicletas o caballos, paseo entre viñedos y caseríos o recorrido alrededor del propio pueblo. Otro de los atractivos de Carquefou es Port-Jean, un puerto deportivo custodiado por bosques donde se puede practicar kayak o canoa, windsurf o catamaran, pero no se permite el baño. Además de restaurantes marineros, aquí encontrarás también numerosos merenderos para hacer un picnic rodeado de naturaleza.
Crucero por el Estuario
Otra forma de descubrir las bellezas de la zona con un trayecto en barco, ¡inolvidable!
Un crucero por el Loira.
Uno de los recorridos imprescindibles al aire libre en Nantes consiste en el Crucero Fluvial que navega 120 kilómetros por el río Loira hasta el pueblo marinero de Saint-Nazaire. El mejor momento para subir al barco es la media tarde, para disfrutar del impresionante atardecer a bordo y contemplar las marismas y espacios naturales fundiéndose en el horizonte con el paisaje industrial de la ciudad. Además, el Estuario de Nantes contiene sorpresas en forma de una ruta de 29 obras de arte contemporáneo diseminadas entre el agua y la costa (en algunos casos escondidas tierra adentro), como la inquietante serpiente metálica 'Serpent d'Ocean' del artista Huang Yong Ping, una casa que parece hundirse en el agua o un péndulo de siete metros en una vieja cementera. El crucero ofrece un picnic y bebida a bordo, además de explicaciones durante todo el recorrido.
Pesca en el Loira
Si lo tuyo es la pesca, te gustará pasar un día con profesionales y disfrutar de tu afición.
Un día de pesca por el río.
Los amantes de la pesca pueden encontrar en Nantes la excursión perfecta para practicar su deporte favorito con un experimentado pescador local, animador y guía, el capitán Christophe Boulain, quien te conducirá por las aguas del Loira hasta los mejores enclaves pesqueros por los afluentes y lagunas cercanas a la ciudad. La actividad -organizada por Loire Fishing Adventure- está pensada tanto para profesionales que quieran mejorar su técnica como principiantes, y se adapta a todo tipo de niveles e incluso a familias con niños que estén pensando iniciarse en la pesca deportiva. Si quieres disfrutar luchando contra siluros o aguardando pacientemente los sigilosos peces de agua dulce puedes hacerlo desde 85 euros por persona medio día o 150 un día entero. No olvides llevar ropa de abrigo, almuerzo y bebida, así como tu licencia de pesca, que no está incluida en el precio de la actividad.
Isla Feydeau
Hoy unida al resto de la ciudad, al visitar esta isla te parecerá estar siglos atrás.
Una antigua isla en la ciudad.
La visita a Isla Feydeau supone un viaje en el tiempo hasta el siglo XVIII donde puedes imaginar a los comerciantes y traficantes de esclavos enriqueciéndose y ordenando la construcción de sus lujosas mansiones con mascarones (caras talladas) en las fachadas que brillan con el reflejo del sol. Lo que no imaginaban estos ricos mercaderes era que el terreno pantanoso haría que sus edificios se inclinasen de forma casi imperceptible pero que genera curiosos efectos ópticos al visitante. Por suerte, los avances arquitectónicos han hecho que este hundimiento de los edificios en el pantano ya esté solucionado. La Isla Feydeau, que encontrarás frente a los astilleros, perdió su condición de isla a principios del siglo XX cuando se rellenó con tierra una parte del Erdre, lo que hoy sería la avenida Turenne con su paseo ajardinado.
Jardín des plantes de Nantes
Múltiples plantas y árboles, entre ellos el considerado más bello de Francia, que te asombrarán.
Acércate al edén.
Uno de los paseos más sugerentes y donde se puede respirar aire puro impregnado por las fragancias de exóticas plantas es el Jardín de Nantes, que se remonta al año 1687 cuando se empezó a crear el primer jardín botánico de la ciudad, impulsado por boticarios. Durante los siguientes siglos contó con el apoyo de la Casa Real francesa, que ordenó a los capitanes donar semillas y esquejes de plantas exóticas de las colonias. A lo largo de más de siete hectáreas podrás encontrar más de 11.000 especies tan asombrosas como un vetusto árbol, la Magnolia grandiflora plantada en 1807 y considerada por aquel entonces la planta más bella de todo Francia. Diseñado con un cuidado paisajismo que incluye lagos, cascadas, esculturas, invernaderos y montañas artificiales, el Jardín de Nantes es un perfecto refugio natural donde disfrutar de la naturaleza y el exotismo.
Colina de Santa Ana y Chantenay
Un monumento al movimiento obrero desde el que tener una bella vista del río.
La ciudad desde arriba.
El movimiento obrero nantés tiene su máximo exponente en el barrio de Chantenay-la-Roja, conocida por ser un hervidero asociativo y reivindicativo, forjado por los obreros y marineros que trabajaban en los astilleros de la ciudad. Un paseo por este barrio te llevará a los primeros años del siglo XX, cuando todavía era considerada una 'comuna libre', con referencias en sus calles a los personajes de la Revolución. Para ello tendrás que ascender por la Colina de Santa Ana, en cuya cima encontrarás una estatua de la santa bendiciendo el mar y a sus marineros desde 1871. Aquí está también la Iglesia de Santa Ana, que data del siglo XIX. Para ascender la colina hay que subir la friolera de 121 escalones desde el muelle de Aiguillon, pero sin duda las vistas sobre el río Loira y la ciudad hacen que la cuesta merezca la pena.
Memorial de la Abolición de la Esclavitud
Un paseo muy agradable y con tiempo para meditar a la orilla del río.
Homenaje al fin de la esclavitud.
Uno de los paseos más enriquecedores y sorprendentes de la ciudad te llevarán por la orilla de los muelles del Loira, donde más de 7.000 metros cuadrados de vegetación y 2.000 placas de cristal componen el llamado Memorial de la Abolición de la Esclavitud, de acceso gratuito. Creado en 1998 por el artista Krzysztof Wodiczko y el arquitecto Julian Bonder, esta construcción a cielo abierto que después se adentra en las profundidades de un pasadizo subterráneo, constituye un toque de atención sobre el pasado esclavista de la ciudad. Los nombres y fechas de los barcos que partieron hacia África, América y el Océano Índico para traficar con seres humanos. Este paseo histórico recoge en planchas de cristal la Declaración de Derechos Humanos así como diversos textos, poemas, testimonios, leyes y documentos abolicionistas desde el siglo XVII a la actualidad.
La Récré
Un restaurante bien decorado y con platos deliciosos para volver atrás en el tiempo.
La comida de toda la vida.
Con un estilo nostálgico de mesas de madera y manteles a cuadros rojos y blancos, La Récré abrió sus puertas en 2013 en el barrio de Champs de Mars como un pequeño rincón de los recuerdos de la infancia, pizarras y canastas incluidas, vasos de Duralex y cómics en las estanterías. En pocos meses ha conseguido ser el restaurante de moda para recordar aquella escuela tradicional y divertirse mientras se disfruta de una comida 'eco', contraria a las grasas saturadas y perfecta para un menú en familia. En La Récré encontrarás platos sencillos y recetas tradicionales, como ensalada de melón y jamón, carne a la parrilla en horno de leña, salmón a la plancha con curry o pato marinado a las finas hierbas. No puedes perderte sus postres, que van desde panna cotta de vainilla con néctar de albaricoque al gran pastel de chocolate negro.
La Grillade
Un restaurante para disfrutar de la mejor carne de la zona y a precios asequibles.
Para los amantes de la carne.
El boca a boca ha conseguido que un asador de reciente apertura se haya convertido en un local de referencia para lugareños y turistas amantes de la buena carne. Se trata de La Grillade, ubicada en la Rue Beauregard, discreto y elegante con su pequeña terraza en la misma acera. Los clientes destacan la excelente relación calidad-precio por unos productos que dejan huella, ya que el dueño de La Grillade apuesta por la filosofía 'de la granja a la mesa' y colabora con los agricultores y ganaderos locales. Hablan maravillas de sus tostadas con tapenade casero (crema de aceitunas negras, anchoas, huevo y mostaza), verduritas a la brasa, carne a la parrilla y hamburguesas acompañadas siempre por patatas crujientes y tres salsas: queso azul, barbacoa y pimienta. Si te has quedado con hambre, La Grillade es tu destino.
Dubrown Burger
Si disfrutas con una buena hamburguesa, aquí tienes un lugar con piezas gourmet y de gran calidad.
No es una hamburguesería cualquiera.
Después de una mañana de ruta turística, quizás quieras reponer fuerzas con una super hamburguesa que te desencaje la mandíbula, acompañada por el mejor pan artesano, patatas fritas no congeladas y ensalada fresca de col. Lejos de productos de franquicia, en Dubrown Burger -situada en la Rue Saint-Leonard- encontrarás el concepto gourmet de esta especialidad americana a un precio medio de 11 euros sólo la hamburguesa. Los clientes habituales del Dubrown Burger avisan de que conviene llegar pronto porque no tienen sistema de reservas y puede ser complicado conseguir sitio. Si lo consigues: la experiencia gastronómica está garantizada, en un entorno rústico ambientado siempre con buena música y wifi, paredes de piedra vista y madera que recuerda al salón de una casa rural. Un consejo para golosos: no dejes de probar sus aclamados postres americanos como brownie y tarta cheesecake.
L'Atelier des Terroirs
Platos gourmet vasco-franceses para tomar allí o llevarte como souvenir.
Siéntete como en casa.
Para los viajeros que de repente se sientan nostálgicos y quieran disfrutar de un buen jamón o lomo ibéricos, salchichón o quesos, nada mejor que el restaurante de cocina vasco-francesa L'Atelier des Terroirs, en la Rue Félibien, donde podrás degustar exquisitos platos y comprar sus productos delicatessen, cuidadosamente empaquetados como si fueran delicadas piezas rústicas. Además de vender quesos y foi gras exclusivos, buenos vinos y cestas de productos típicos, en L'Atelier también preparan las recetas tradicionales de su restaurante en frascos de conserva. Así puedes meter en la maleta su 'sopa de col con pato confitado', 'estofado de ternera flambeado al Armagnac' o 'carne de cordero con tocino y habas a las finas hierbas', para disfrutar de nuevo su exquisito sabor cuando estés lejos de Nantes o para sorprender a tu regreso con un regalo para gourmets.
La Tavola
Siempre es buen momento para disfrutar de la gastronomía italiana estés donde estés.
La comida que nunca falla.
Si después de varios días de estancia en Nantes te has cansado de la cocina francesa encontrarás un exquisito restaurante italiano, La Tavola, en la Rue de Richebourg, cerca de la estación de tren. No se trata solo de las clásicas pizza y pasta, sino de una auténtica inmersión en la gastronomía siciliana con una explosión de sabores para el paladar. Los clientes que visitan La Tavola por primera vez siempre repiten, y aún más los lugareños, por lo que su visita es imprescindible. El exotismo de los platos van desde los anti-pasti hasta los postres, desde las sardinas 'a beccafico', receta siciliana, al 'pollo ripieno' (relleno de carne de cerdo, mortadella, jamón y varios tipos de queso), pasando por el carpaccio de piña con sorbete de fresa o el delicioso panna cotta. Las recetas, elaboradas siguiendo la tradición.
Le Brasilien
Pizzas de cualquier sabor y a muy buen precio para hacer un alto en el camino.
Para tomar algo rápido y seguir con el día.
El concepto de rodizio es un sistema típico brasileño de buffet que se pone en práctica de forma novedosa en Le Brasilien de Nantes, restaurante situado en la Rue Beauregard. Su especialidad son las pizzas, perfectas para un día de hambre canina y presupuesto ajustado, ya que disponen de tornos con más de 15 especialidades distintas de pizza para elegir -entre las que existen sorprendentes pizzas dulces-, y todo de 10 a 16 euros. Le Brasilien insufla aires caribeños a la noche de Nantes, con una carta de cócteles y especialidad en caipirinhas, decoración cálida y terraza que invita a cenar bajo las estrellas. Y si quieres acompañar las pizzas de sabores distintos tienes una amplia carta de ensaladas y postres artesanales que te sorprenderán, como macedonia de frutas exóticas, tarta de queso o mousse de chocolate.
L'instinct Gourmand
Sabores y colores con muy buena calidad y precio para probar la gastronomía francesa.
Alta cocina francesa para un capricho.
Si quieres hacer una auténtica inmersión en la 'French cuisine' y poner a prueba tus papilas gustativas, no puedes perderte el restaurante L'instinct Gourmand de la calle Saint Leonard, cuyos platos parecen sacados de un museo, pintados con salsas y coloristas ingredientes. Se autodefinen como 'bistrot sans etiquetes' y ofrecen alta cocina a precios razonables con un maridaje perfecto de buen vino, en su mayoría francés. Conviene reservar con anterioridad porque su reducido espacio y creciente buena fama lo convierten en un lugar muy solicitado para comidas y cenas. Y también conviene ir sin hambre, porque las raciones son las esperadas en este tipo de establecimientos de cierto nivel donde la clave está en disfrutar de los sabores. Platos de autor y calidez artesanal para un restaurante donde cada día puedes sorprenderte con la carta que se escribe en la pizarra de su pared.
Le Break
Una terraza con deliciosos platos y a precio cerrado para una noche de verano.
Observa la vida pasar.
Con un aire cosmopolita y desenfadado, que incluye una terraza en mitad de la acera donde puedes tomar algo viendo la vida pasar en el corazón de Nantes, Le Break es una opción perfecta para un plan nocturno. En poco tiempo desde su apertura en 2012, el propietario Bruno Teboul -que procedía de un restaurante gourmet en La Haya- ha conseguido que Le Break sea un local de referencia donde se combinan las delicias gastronómicas -destacan los pescados en todas sus variantes y acompañamientos- con los precios cerrados. Le Break ofrece menús adaptados a todos los bolsillos, que van desde los 13 euros de un plato único a los 20 de entrante, plato principal y postre en la comida. Entre sus platos sugieren el foi gras con chutney de higos o el 'tartar Saint Jaques con salmón a las finas hierbas'.
Teranga Restaurant
Para probar sabores diferentes cualquier ciudad es buena, no te lo pierdas.
Un pedacito de Senegal.
Para los gourmets de mente abierta y paladar exquisito existe en Nantes un restaurante senegalés que no te dejará indiferente: el Teranga, que abre de martes a domingo en la calle Paul Bellamy. Se trata de un local pequeño con terraza, donde conviene llegar pronto para coger buen sitio. La decoración tribal con mesas y taburetes de madera, telas con dibujos de elefantes y tenue iluminación convierten el Teranga en un acogedor restaurante para clientes atrevidos, donde explorar nuevos sabores y recetas africanas como el 'aloco' (banana frita con salsa de tomate y cebolla) o 'mafé' (carne de ternera o pollo confitadas con salsa a partir de crema de cacahuete, acompañado de col, zanahoria y patatas dulces). Las ensaladas y los zumos de frutas exóticas, -que pueden convertirse en cócteles- son otros de sus puntos fuertes por lo que merece la pena una visita.
Le Bouchon
Un entorno idílico, buena comida y a buen precio. Ideal para una noche de celebración.
Para una noche especial.
Si quieres sorprender a tu acompañante con una cena romántica o simplemente darte un capricho gastronómico en un entorno con encanto, el restaurante Le Bouchon -que se encuentra en la Rue Bossuet- cumplirá todas tus expectativas. A primera vista no puedes imaginar que su fachada de portalones rojos y piedra vista esconde un recoleto jardín interior arbolado, perfecto para los días que hace buena temperatura. Aquí la suave iluminación con lámparas colgantes se combina con una estudiada decoración minimalista que convierte el restaurante en una extensión de tu casa. Y lo que es más importante: presenta una excelente carta de precios asequibles (de 10 a 30 euros) y platos de autor con exquisita presentación de delicatessen como lomo de cordero con costra de especias sobre cama de papas fondant al romero o bacalao con costra de parmesano.
La Cloche Revue Cabaret
Un espectáculo de color y humor basado en el auténtico cabaret.
Noche de humor, cabaret y cocteles.
Para disfrutar de una noche de alocado humor, performance y cóctel, el lugar indicado es La Cloche Revue Cabaret, que hace referencia a una 'sociedad artística y literaria' fundada en 1895 y caracterizada por una campana que anunciaba cada nuevo número sobre el escenario de su sala de café-concierto. Siglos después, las funciones siguen sorprendiendo a los espectadores con su colorido espectáculo que combina parodias burlesque, dragqueens, purpurina, humor, números musicales y champagne a raudales. La temporada de invierno comienza a finales de año y se celebra hasta febrero, con entradas que cuestan de 30 euros en adelante para un espectáculo que dura tres horas con intermedio. La representación cuenta con más de 20 bailarines sobre el escenario de 200 metros cuadrados y orquesta en directo. Si quieres disfrutar de una noche de ocio alternativo, sin duda La Cloche Revue Cabaret te sorprenderá.
Ópera-Teatro Graslin
Impresionantes interiores y exteriores, restaurados después de un incendio, para pasar una noche en el teatro.
Primer teatro neoclásico de la ciudad.
El teatro Graslin, que encontrarás en la plaza del mismo nombre, fue un proyecto del empresario Jean-Louis Joseph Graslin, que aprovechó la compra de unos terrenos junto al río para construir el primer teatro a la italiana de Nantes, inaugurado en 1788. La obra se encargó al arquitecto Mathurin Crucy, que se inspiró en los grandes teatro neoclásicos, con una escalinata monumental rematada con columnas corintias esculpidas con musas. Aunque sufrió un terrible incendio en 1796, la restauración recuperó su forma original. El espacio interior a la italiana también deslumbrará al espectador, con sus asientos de terciopelo azul y decorados en pan de oro que conducen la vista al impresionante fresco del techo, encargado a finales del siglo XIX al artista Hippolyte Berteaux. El repertorio que verás en el Teatro Graslin va desde espectáculos de lírica pura y tradicional a nuevos montajes contemporáneos.
Central Térmica de Cordemais
Si quieres aprender y hacer algo distinto, te recomendamos visitar la central térmica de Cordemais.
Una visita diferente.
Fue la primera central térmica de Francia y hoy en día sigue siendo una de las mayores productoras de electricidad del país con 140 hectáreas equipadas con las últimas tecnologías. La Central Térmica de Cordemais puede suponer una pintoresca visita, sobre todo si te interesa la ciencia o si viajas con niños y quieres pasar una jornada de turismo diferente. El Centro de Información Pública ofrece visitas guiadas que explican el funcionamiento de la central, así como talleres y manualidades sobre los principios de la electricidad explicados de forma sencilla y lúdica para los más pequeños. Maquetas de las instalaciones, paneles informativos que recorren la historia de la energía, conciencia medioambiental, el futuro de las energías renovables y una radiografía de las fuentes energéticas hidráulica, térmica y nuclear son algunos de los atractivo que esconde esta central.
La Fabrique
Un lugar más para visitar en La Isla de Nantes por su arquitectura y con jardines y terraza para tomar algo.
Arte en múltiples expresiones.
Construido junto a los astilleros y el antiguo almacén Dubigeon en la isla de Nantes se alza el imponente proyecto arquitectónico de La Fabrique, diseñado por el estudio de Tetrarc Architectes, en la esquina entre el Boulevard León Bureau y Prairie aux Ducs. Además de su extraordinaria arquitectura entre jardines, que merece por sí sola una visita, la Fabrique es un centro multidisciplinar orientado a la música contemporánea entre otras expresiones artísticas, como invernadero de jóvenes emergentes que imparten talleres, graban maquetas, intercambian conocimientos y en definitiva siguen creando. La Fabrique cuenta también con una bohemia cafetería y terraza para los días soleados, 16 estudios de grabación para proyectos musicales y dos salas de conciertos con capacidad para casi 2.000 espectadores, acondicionadas con las últimas tecnologías multimedia, convirtiéndose así en el nuevo epicentro de la creación musical de Nantes.
Terrain Neutre Theatre
Otra forma de arte en la ciudad que te recomendamos para tus noches de ocio.
El teatro alternativo en Francia.
El potente movimiento de teatro alternativo francés dio lugar en 1998 a la creación del Terrain Neutre Theatre (TN), forjado desde el primer momento por actores con la firma intención de servir como laboratorio de ideas, espacio de encuentro y muestra de creadores emergentes. Desde entonces y tras su profesionalización en 2006, pasan anualmente por su espacio más de 500 actuaciones y una media de 22.000 espectadores. Si te interesan las artes escénicas, no puedes perderte este teatro, situado en la rue Maison Rouge, en el centro de la ciudad y cerca del Hôtel Dieu. Su programación incluye 'combates de poesía', espectáculos cómicos e infantiles, conciertos dramatizados, marionetas para adultos, danzas del mundo o música polifónica en un crisol de aventuras que jamás deja indiferente. Los precios populares dependen del montaje y oscilan entre los siete y quince euros.
Carrusel de los Mundos Marinos
Un carrusel gigante para todos los públicos dentro del curioso mundo de Julio Verne.
Un mundo de fantasía.
Si viajas con niños o tú mismo quieres sentirte como uno de ellos, no puedes perderte el extraordinario Carrusel de los Mundos Marinos, abierto en 2012 en el Parc des Chantiers de la Isla de Nantes. Se trata de un monumental tiovivo de tres pisos, 25 metros de altura y 22 metros de diámetro, habitado por seres mitológicos de las profundidades marinas como si Julio Verne hubiera diseñado la atracción. El carrusel, obra del colectivo de artistas de la Compagnie La Machine -especializado en obras articuladas y coautores de Les Machines de L'ile- abre en horario de tarde, con entradas a ocho euros, y crea un mundo de fantasía en tres niveles, desde la superficie con barcos a bestias marinas de las profundidades. Para 2018 planean diseñar 'el Árbol de la Garza Real', otro extraordinario espectáculo mecánico que combina sueños, imaginación y arte.
Les Machines de L'île
Un plan perfecto para niños y adultos es visitar estas curiosas figuras y disfrutar con ellas.
Tras los ojos de Julio Verne.
¿Te imaginas pasear por la ribera del Loira y contemplar a lo lejos un gigantesco elefante metálico que se acerca? ¿Te atreverías a subir a lomos del elefante metálico? Esta maravilla es una de las principales atracciones de la ciudad que sorprende a niños y adultos, diseñada por los artistas especializados en mecánica de Nantes. Se trata de una de las piezas pertenecientes a la colección de Les Machines de l'ile, situada en Les Chantiers, que abre todos los días de 10 a 19h. Inspirado en las creaciones y mundos de Julio Verne o Leonardo Da Vinci, este proyecto retro-futurista se construye y da vida en las naves de los antiguos astilleros de Nantes, que abren al público su taller. Allí podrás observar 12 de estas macro-esculturas mecánicas que recuerdan 'Las 20.000 leguas de viaje submarino', con animales imaginarios convertidos en obras de arte.
Isla de Nantes y HAB Galerie
Dentro de la Isla de Nantes, hay mucho que ver y hacer.
Tiempo para el arte contemporáneo.
La Isla de Nantes es uno de los rincones más carismáticos de la ciudad, ejemplo del mejor urbanismo capaz de convertir lo que antaño fue un erial de pastoreo y después núcleo industrial, en un pequeño oasis bohemio con tantas ofertas lúdicas que puedes emplear un día en conocer todos sus rincones. El llamado Hangar 21, que en su día fue llamado 'el Hangar del plátano' porque se destinaba al almacenaje de hortalizas y frutas exóticas que entraban en el estuario procedentes de África, hoy es uno de los espacios 'chic' de Nantes: la Galería de Arte Contemporáneo HAB. En su espacio de 1.400 metros cuadrados no sólo podrás disfrutar de exposiciones temporales, sino que también cuenta con una deliciosa cafetería con vistas al río y una biblioteca perteneciente al Museo de Bellas Artes y librería especializada en arte.
Villa-Cheminée
Un curioso lugar para visitar y descubrir una obra arquitectónica muy especial.
La casa en el tejado.
Desde la celebración en el año 2009 del festival Estuaire, Nantes cuenta con otro monumento arquitectónico que destaca por su paradoja creativa: Villa-Cheminée, que es obra del artista conceptual japonés Tatzu Nishi. Se trata de una torre de 15 metros roja y blanca que imita las torres de la cercana Central Térmica de Cordemais. Y sobre esta chimenea: una casita de campo setentera rodeada por un vergel. La pregunta es inevitable: ¿qué hace esa casa encima de una chimenea o cómo llegó allí? La respuesta es el arte conceptual de Taztu Nishi, admirador de Julio Verne y sus mundos imaginarios. La casa se puede alquilar para dormir y al público general sólo se permite acceso al jardín los domingos por la tarde, aunque lo más espectacular es la vista de la casa-chimenea enmarcada en el paisaje.
Los Anillos
Un paseo por la isla es algo imprescindible, y ver estos anillos, lo es aún más.
Grandes vistas para la noche.
El llamado 'arquitecto de las líneas', Daniel Buren, ha dejado su huella en el paisaje de Nantes con su proyecto conocido como 'los Anillos' (les Anneaux) de la Isla de Nantes. Como no podría ser de otra forma, su espectacularidad no deja indiferente y en Nantes consigue sorprender como ya hiciera en los años ochenta con su escultura 'Les Deux Plateaux', que rompían con el paisaje clasicista del patio del Palais Royal parisino. Los 'Anillos de Buren', proyecto en colaboración con Patrick Bouchain, se sitúan en Quai des Antilles y conforman una extraordinaria perspectiva colorista que se ilumina por la noche y juegan con la vista del espectador. Los 18 anillos concéntricos y gigantescos en tonos verdes, azules y rojos parecen configurar un túnel imaginario que se refleja en el agua: una de las imágenes más fotografiadas de la ciudad.
Monumento de los 50 Rehenes
Un monumento que recuerda lo que no debió ocurrir nunca.
Homenaje a los caídos.
Aunque se trata de un recordatorio de un hecho sangriento, el Monumento de los 50 Rehenes recoge un episodio histórico de Nantes que refleja la resistencia francesa contra la ocupación nazi. El detonante fue el asesinato del militar alemán Karl Hotz, que ostentaba el cargo nazi de 'Feldkommandant' para controlar la región de Nantes y fue atacado y asesinado por un comando comunista en la plaza de la catedral. Como resultado, Hitler montó en cólera y ordenó primero la búsqueda de los terroristas -con bandos que ofrecían hasta 15 millones de francos por sus cabezas- y después advirtió que si no aparecían, ordenaría asesinar a 50 rehenes franceses. Aquello sólo sirvió para reafirmar y fortalecer a la resistencia anti-nazi y los asaltantes no aparecieron. El Monumento a los 50 rehenes, diseñado por Jean Mazuet, sirven de homenaje a la resistencia del pueblo francés.
Iglesia de Santa Cruz
Guarda algunas curiosidades, además de haber sido la prisión durante la Revolución Francesa.
Una iglesia con una larga vida.
La rica diócesis de Nantes tiene en su colección de monumentos un ejemplo de arquitectura jesuita, la Iglesia de Santa Cruz, ubicada en la plaza con el mismo nombre y cuyo aspecto actual data del siglo XVII, aunque la primera parroquia en este lugar se levantó en 1138. Entre sus curiosidades destaca la torre culminada con una linterna poligonal sobre el campanario custodiado por ángeles trompetistas y en sus archivos, copia de la partida parroquial de nacimiento de Julio Verne, fechada en 8 de febrero de 1828. La Iglesia de Santa Cruz se encuentra en el pintoresco barrio de Bouffay y dicen las crónicas que la iglesia no tuvo mucha suerte en su historia. Primero fue capilla de un palacete ya desaparecido y en la época del Terror en la Revolución Francesa sirvió de prisión donde se hacinaban los detenidos.
Puerta de San Pedro
Aunque ahora parezca que no tiene importancia, esta puerta formó parte de la defensa de la ciudad.
Los restos de una muralla.
Cercano a la Plaza Maréchal-Foch, en el centro de la ciudad, encontrarás un curioso monumento que recoge los vestigios galo-romanos de Nantes, a la espalda de la Catedral de San Pedro y San Pablo. La llamada Puerta de San Pedro parece una mole de piedra inconexa entre calles atestadas por el tráfico, pero esto se debe a que en su día formaba parte de la gran muralla defensiva de la ciudad. La Puerta de San Pedro se construyó en el siglo XV y en su parte superior albergó la residencia episcopal. Ya no quedan restos del puente levadizo que decidía su paso, tras las necesarias reformas para mejorar el urbanismo de la ciudad, que incluyó derribar parte del monumento para abrir el paso a la Plaza Royale. Sin embargo, su imponente arquitectura sigue siendo un reclamo para los turistas como estampa típica de la ciudad.
Castillo de los Duques de Bretaña
Dentro de la ruta de castillos, no dejes de ver este de los Duques de Bretaña.
Los castillos del Loira.
Seguramente habrás oído hablar de la mítica ruta de los Castillos del Loira, que hace un recorrido por el pasado medieval francés. Tu paso por Nantes te acerca a una de esas fortalezas, el Castillo de los Duques de Bretaña. Su origen se remonta al siglo XIII, cuando la noble familia de los Duques de Bretaña ordena construir este palacete. De la época original sólo queda el llamado 'Antiguo Torreón', que en los siglos siguientes fue creciendo en espacio y grandiosidad demostrando el poder de Bretaña frente a la corona francesa. Después de servir de residencia real, el Castillo también se usó como prisión, cuartel militar e incluso búnker ocupado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad está abierto al público, contiene el nuevo Museo de la Historia de Nantes y destaca por su espectacular iluminación nocturna.
Notre-Dame de Bon Port
Tanto por fuera como por dentro, es de esos lugares que no puedes dejar de ver en la ciudad.
Inspirada en la cúpula de San Pedro.
Como si estuviera comprimida entre los edificios de alrededor y tuviera que abrirse al río, la iglesia Notre-Dame de Bon Port -también conocida por los lugareños como Iglesia de San Luis- ofrece una simpática estampa desde la otra orilla, en el característico Muelle de la Fose, icono de Nantes. La iglesia se ubica en la Place du Sanitat, fue inaugurada en 1858 y se alza sobre su planta de cruz griega 38 metros sobre el suelo. Su cúpula está inspirada en la Basílica de San Pedro de Roma y si ya es impresionante su aspecto exterior, todavía te sorprenderá más su interior, con un mural pintado por Le Henaff en 1860, donde aparece la Humanidad al completo -desde el Antiguo Testamento- caminando hacia el Juicio Final. La basílica completa su decoración con delicadas vidrieras, pinturas murales, esculturas y un vetusto órgano del siglo XIX.
Place Royale y Place Graslin
Algunas de las fotos típicas de la ciudad que como buen turista no debes dejar pasar.
Un triángulo por el que moverte.
El recorrido turístico por la ciudad te llevará por un triángulo urbanístico formado por la Place Royale y la Place Graslin, ambas diseñadas en el siglo XVIII con la idea de realzar las fachadas de los grandes edificios burgueses circundantes. La Place Graslin, creada por el arquitecto Mathurin Crucy tiene como especial interés el Teatro Graslin y la emblemática brasserie La Cigale, ejemplo del Art Nouveau de Nantes, que durante el siglo XIX fue protagonista del movimiento intelectual y bohemio de la ciudad. Por otra parte, en el corazón de la Place Royale encontrarás la fuente-monumento donde los turistas suelen hacerse fotos con la alegoría de Nantes como protagonista. Tallada en granito azul, la fuente de la Place Royale simboliza a la ciudad con el tridente de Neptuno, rodeada por otras esculturas-alegorías que representan al río Loira y sus afluentes.
Catedral de San Pedro y San Pablo
Una catedral impresionante por su arquitectura, buen punto para comenzar tu visita.
El triunfo del estilo gótico.
Más de 400 años fueron necesarios para terminar uno de los monumentos más emblemáticos de Nantes, terminado en 1834, que supone todo un alarde de espectacularidad arquitectónica. La catedral de San Pedro y San Pablo se alza imponente sobre los restos de una vetusta parroquia románica de la que solo quedan los cimientos y la capilla, ya que el estilo gótico se impuso con sus impresionantes fachadas custodiadas por dos torres, sus bóvedas, vidrieras y arbotantes níveos de roca calcárea, e incluso un púlpito exterior pensado para adoctrinar a los fieles con sermones al aire libre. En su interior encontrarás una cripta románica con cálices e incensarios, donde descansan los restos de importantes figuras eclesiásticas. También tendrás que buscar los discretos sarcófagos de mármol de Carrara que contienen los restos mortales de los Duques de Bretaña Francisco II y su esposa Marguerite de Foix.
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