Guía turística: qué hacer y ver en Dakar
Vibrante metrópolis africana
Dakar, capital de Senegal, es una ciudad que combina historia colonial, cultura africana y modernidad. La isla de Gorée, Patrimonio de la UNESCO, ofrece una mirada conmovedora al pasado de la trata de esclavos. El Monumento del Renacimiento Africano, una estatua colosal, domina el horizonte. El Museo Théodore Monod de Arte Africano alberga una valiosa colección de arte y artefactos del África Occidental. Los mercados como Sandaga y HLM son el corazón de la vida cotidiana, ofreciendo artesanías y productos locales. La mezquita de la Divinidad, con su impresionante arquitectura, es un hito importante. Y por supuesto sus playas de Ngor y Yoff son perfectas para relajarse. Por su parte, la gastronomía senegalesa, con platos como el thieboudienne, es un deleite para los sentidos. Dakar sorprende con su energía vibrante, su escena artística en desarrollo y su rica mezcla cultural, ofreciendo una experiencia urbana única en África Occidental.
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La Medina
Al sur de la ciudad, encontrarás la zona menos turística y más antigua y auténtica de la ciudad. Interesantísima visita.
La zona más auténtica.
En las calles de este barrio vive la esencia de la ciudad. Distando de ser una zona turística, este distrito es el más antiguo de la ciudad y el que ofrece una visión más auténtica de la misma. Ocupa un buen trozo en el sur, delimitado por la Avenida Blaise Diagne y los Bulevares General de Gaulle y Gueule Tapee a poca distancia de la Gran Mezquita, ubicada en su parte sur. Entre sus estrechas calles sólo encontraras muestras no edulcoradas de la vida senegalesa. Realmente merece la pena dar un paseo por aquí para encontrarte con sus muy diversos puestos de venta, cocinas abiertas, algunas fachadas derruidas y otras enormemente coloridas. Pero sin duda, el factor que más te acercará a la ciudad son sus habitantes. Este es un lugar donde merece la pena detenerse a observar el ir y venir de los ciudadanos en cualquier punto.
Deportes acuáticos
Practica deportes acuáticos y descubre el apasionante mundo submarino que esconde la costa senegalesa ¡Fliparás!
Variedad acuática infinita.
Debido a que Senegal es uno de los países con mejores playas del mundo, todos los deportes acuáticos que te imagines están a la orden del día. El kite surf, muy popular en los últimos años, es la práctica habitual en gran parte de las playas, así como todas las modalidades del surf. Pero también tienen un gran reclamo el snorkel y el buceo, tanto en apnea como con bombona, esto es debido a que zonas como la Isla de N´Gor, las playas de Yoff o las de la ciudad de Thies presentan grandes zonas de aguas cristalinas con fondos rocosos donde, con monitor o sin él, podrás encontrar y comprobar el paraíso submarino que guarda bajo el mar la costa senegalesa. También es habitual en las mismas zonas alquilar canoas y kayak y recorrer la costa a bordo de estas embarcaciones.
Visita a la ciudad de Thiès
No te pierdas su fábrica de tapices ni sus playas atlánticas de arena suave y blanca.
Popular ciudad.
La ciudad de Thiès se encuentra a unos 60 kilómetros de distancia de Dakar y es la tercera ciudad más poblada de Senegal. Famosa por ser el enclave ferroviario entre la capital, Bamako en Malí, y Saint Louis en el norte de Senegal, terminó por poblarse y desarrollarse rápidamente durante la segunda mitad del siglo XX. Ahora, es una ciudad popular por la fabricación de artesanía en general y de tejidos en particular. De hecho, se hace obligatoria la visita a la fábrica de tapices Manufactures Senégalaises des Arts Decoratifs. Además, esta ciudad cuenta con unas maravillosas playas de arena blanca donde practicar surf y buceo o simplemente bañarte en las aguas atlánticas. Una de las actividades más de moda en los últimos años, es alquilar un velero en estas playas y dar un paseo alrededor de la costa. Recomendamos hacerlo al caer la tarde. No olvidarás la puesta de sol.
Soumbe Dionne, Corniche de Fann
Sorprendente visita a uno de los enclaves más artesanales y alucinantes de la zona ¡Qué!, ¿no vas a ir?
Aldea encantadora.
A las afueras de Dakar, en la zona del puerto y de las playas hay un lugar llamado Corniche de Fann, y en esta zona un pueblecito llamado Soumbe Dionne. Este pequeño reducto es una aldea formada por artesanos senegaleses y se ha convertido en todo un enclave de la artesanía de todo el país. La visita a este pueblecito (que puedes enlazar con la visita de las playas) es algo sorprendente. Sus habitantes están dispuestos en la calle y podrás ver como trabajan la madera, el cuero, los metales, las telas y como van construyendo los diferentes objetos representativos de Senegal. Desde muebles y símbolos de la cultura de Senegal pasando por trajes, pulseras y collares de cuero y tela hasta orfebrería y bisutería de oro y plata. La población está habituada a la visita de los turistas y, con gusto, te mostrarán las diferentes formas de trabajo. Eso sí, esperan que te lleves algún recuerdo después de la visita.
Senegal Style
Actividades culturales y deportivas aptas solo para los más atrevidos, ¿tú lo eres?
¡Aventureros, atentos!
¿Quieres vivir un poco de aventura en Dakar? La respuesta es Senegal Style Motor Scooter & Car Tours. Se trata de une empresa que lleva trabajando en Dakar y en todo Senegal desde hace muchos años. Se han especializado en las actividades culturales y deportivas más atrevidas. Desde las excursiones a todos los puntos que se te ocurran de la comarca y del país hasta cualquier deporte posible. Además, si viajas en grupo, os permitirá organizar las actividades para todos de una manera más barata y, a la vez, solo para vosotros. Aunque es recomendable ir siempre acompañados de guías, también se ofrecen alquileres a muy bajo coste de vehículos con y sin chofer para excursiones por el país. Allí mismo te explicarán cuales son los límites. También proporcionan equipamiento para todas las actividades deportivas que penséis practicar. ¿Estás preparado para empezar la aventura?
Reserva de Bandia
¿Cansado del bullicio cosmopolita? A 64 kilómetros de la ciudad encontrarás esta maravilla natural con una fauna hipnotizante.
De sol a sol.
Moverte hasta esta reserva te da una experiencia muy difícil de encontrar en otros lugares. Necesitarás dedicarle la mayor parte del día, ya que hay que viajar cerca de sesenta kilómetros hacia el suroeste. No obstante, merece la pena para alejarse del bullicio de la ciudad y poder tener una jornada tranquila en contacto con la naturaleza. Aquí te espera uno de los mayores tesoros del país y del continente, su fauna. A lo largo y ancho de su tres mil quinientas hectáreas, se reparten incontables especies de animales que conforman la visión de uno de los principales atractivos de África. Para recorrer el paraje es necesario ir en coche, ya sea propio o de la reserva, y contratar un guía. La mejor manera de aprovecharlo es ir temprano, ya que por la mañana hay más actividad, para terminar comiendo en el peculiar restaurante que hay en su interior.
Mantas sudanesas
Mantas cargadas de folcklore senegalés. Hechas a mano. El mejor recuerdo para tu maleta de vuelta de a casa.
¡Bubús!
Las mantas senegalesas son uno de los productos más típicos y uno de los recuerdos más significativos que puedes encontrar en Dakar. Estos mantos se llaman bubús y los puedes encontrar de todo tipo. Los buenos bubús son considerados productos de alta costura. Suelen estar fabricados a mano, con colores muy vivos (el azul suele ser el más común) y decorados con motivos del folklore senegalés y de Dakar, generalmente, en tonos dorados. A pesar de que puedes encontrarlo en numerosos sitios, te recomendamos que visites un local llamado Line Senghor, en la zona comercial de la ciudad. Esta boutique es un lugar muy popular donde encontrar las mejores piezas de telas, trajes típicos y bubús bordados a mano. No es un lugar caro, teniendo en cuenta que Dakar, al cambio, es una ciudad muy barata) y merece la pena que veas el muestrario de artesanía y tejidos que exponen en la propia tienda.
Pointe des Almedies
Bienvenido a la bonita península de Cabo Verde, la zona más turísitca del país.
En el extremo oeste.
La Punta de las Almedíes es el extremo más al oeste del continente africano, pertenece a la península de Cabo Verde, quizá la zona más turística y famosa del país de Senegal debido a sus interminables playas de arena blanca. Situado a pocos kilómetros de Dakar, esta zona es una de las fronteras geológicas entre tierra y mar más bonitas del suelo senegalés. En lugar de tener un corte vertical en forma de acantilado contra el mar, esta zona es popular por sus llamadas dos mamelles que tan solo se levantan 100 metros sobre el nivel del mar, sin embargo, son el punto más elevado de la zona. Desde este enclave podrás contemplar el océano Atlántico, las enormes playas bajo tus pies, la ciudad de Dakar y el faro de la zona que anuncia a las embarcaciones de la presencia del primer perímetro de tierra africana.
Plaza de la Independencia
Epicentro de la ciudad. Una vez visites esta plaza podrás presumir de conocer la ciudad verdaderamente.
El corazón de Dakar.
El auténtico corazón de Dakar es la Plaza de la Independencia. Es el epicentro de la actividad y también el núcleo geográfico de la capital senegalesa. Una mezcla de edificios coloniales y nuevas construcciones. De sus esquinas parten las principales calles de Dakar. A un lado, la avenida Roume, al otro la avenida Pompidou que te lleva al famoso mercado de Sandaga, uno de los más famosos de la ciudad. Esta calle encierra en sí misma una gran cantidad de tiendas de productos típicos y bares y es un lugar frecuente de venta ambulante (como gran parte de las calles de Dakar). También parte desde esta plaza la avenida Albert Sarraut donde se instala el Mercado de Kermel. Este mercado es uno de los lugares más visitados por turistas y senegaleses. Y encontrarás de todo, desde artesanía del lugar hasta carne y pescado. Una vez llegado a la Plaza de la Independencia, ¡bienvenido a Dakar!
Playa de Yoff
Playa interesante, atractiva y accesible. Eso sí, ¡tantas cualidades hacen que suela estar abarrotada!
Arena blanca.
Uno de los principales reclamos de Senegal son sus enormes playas de arena blanca. Kilómetros y kilómetros de arena y agua atlántica son el límite de la costa senegalesa. La playa de Yoff es una de las playas más populares y atractivas. Está situada en la costa de Dakar lo que le hace un lugar muy accesible. La parte menos positiva es que suele ser un lugar muy concurrido. Desde aquí puedes contemplar no solo la ciudad de Dakar sino todos los alrededores y uno de los paisajes más bonitos de la zona. Además, en la propia playa, suele haber numerosos espectáculos de lucha senegalesa, de música y danza de la zona así como todos los deportes acuáticos que puedas imaginar. Es habitual practicar kite surf en esta costa. Sea como sea, siéntate en la arena cuando empiece a anochecer y verás una de las puestas de sol más bellas.
Pikine. La ciudad superpoblada
Curiosísima visita en la que descubrirás la cara menos amable del país, ¿estás preparado?
Aquí habitan los deguerpis.
Como es sabido, Senegal es uno de los países más pobres del continente africano. Senegal presenta los enormes contrastes de una sociedad avanzada, culturalmente muy rica y dinámica con otra cara subdesarrollada, incapaz de salir de una continua crisis de gobierno. Así apareció en 1952 la ciudad de Pikine. Como un intento de traslado obligatorio para parte de la sociedad de Dakar. En la actualidad, se ha convertido en la ciudad más superpoblada del país y, prácticamente, del continente africano entero. A sus habitantes se les conoce como deguerpis, término que hace alusión a aquellas poblaciones que son trasladadas de manera autoritaria. Visitar esta ciudad es visitar la realidad menos amable pero completamente real del pueblo senegalés. Es curioso comprobar como, a pesar de ser una de las ciudades con más necesidades, sus habitantes siguen mostrando una gran simpatía y generosidad ante los visitantes.
Petite Côte
Poblados indígenas, playas vírgenes y selvas exuberantes: ¡te adentrarás en la auténtica civilización senegalesa!
Al sur de Dakar.
La región de Petite Côte es una zona de playas muy extensa que comienza a 80 kilómetros al sur de Dakar y termina en la desembocadura del río Saloum. Esta zona mezcla todas las posibilidades de Dakar. Mezcla las playas vírgenes, la exuberante selva limítrofe al desierto y, al menos dos poblados que no debes dejar pasar si quieres entender la civilización senegalesa. Se trata de Toubab Dialao y Popenguine. De hecho, si estás interesado en comprender de verdad la civilización y al propio país de Senegal, en las afueras de Petitte Coté se encuentran dos poblados indígenas que puedes conocer. Se trata de Saly y M´Bour. Allí observarás como viven las tribus que formaron los primeros enclaves senegaleses a orillas del río. Te mostrarán orgullosos y educados su poblado aunque esperan que tengas un detalle con ellos cuando termine la visita.
País Bassari y el Senegal Oriental
Los hijos del camaleón, el pueblo de piedra… son algunos ejemplos de las leyendas que en esta zona descubrirás.
Cuentos y leyendas.
Hubo un tiempo, hace varios centenares de años, que a lo largo de Senegal se trazó una línea que marcaba el camino para que cientos de caravanas de multitud de sitios llegaran hasta la ciudad de Tombuctú. Y desde allí hacia el río Níger del país vecino, Malí. Aún hoy en día siguen ocupando esta zona las tribus de Bassari, Bedik, Malenke y Coniagui. Y con ellas, han llegado hasta nuestros días las leyendas de las más profundas tradiciones de Senegal. Leyendas tales como los hijos del camaleón, el pueblo de piedra y los hijos del Dakalaba explican de manera folklórica y autóctona la civilización senegalesa. Como puedes comprobar, esta visita es un choque cultural altamente recomendable. Además, cerca de este enclave de Bassari puedes encontrar también Dindefelo, donde se encuentra la Reserva Natural de Niokolo Koba, una de las zonas más salvajes que puedas visitar. ¿Te atreves?
Museo de las Fuerzas Armadas
¿Eres aficionado a la historia militar? No te pierdas esta colección de documentos bélicos, utensilios del ejército, armas, uniformes…
Historia militar.
Los aficionados a la historia militar encontrarán aquí un lugar más que interesante. No obstante, con sentir debilidad por la historia basta para que merezca la pena la visita. Para llegar, has de ir al número setenta y cinco del Boulevard de la République. En el interior de este museo encontrarás un repaso a la historia de Senegal a través del ámbito militar. Principalmente, hay tres aspectos en los que se basa la visita. El primero es la documentación, pues aquí se guardan una importante cantidad de documentos bélicos aunque solo una parte se encuentran expuestos. Tal vez lo más vistoso sea lo concerniente a los utensilios del ejército tanto moderno como tradicional, desde las armas hasta los uniformes. No obstante, lo más interesante es sin duda su sección dedicada a los tiradores, o soldados forzados, de la Segunda Guerra Mundial.
Museo histórico
Viaje a través del tiempo mediante un exhaustivo recorrido por la historia senegalesa.
En el circuito de museos.
Venir aquí resulta vital si quieres indagar en la evolución de este país a través de la historia. La fortificación que ocupa data de mediados del siglo XIX, pero hoy es una parte importante del circuito de museos que ofrece la Isla de Gorée. Al entrar, has de saber que iniciarás un viaje en el tiempo que abarca desde el Paleolítico en Senegal hasta nuestros días. Al tratarse de un museo pequeño, la evolución resulta muy concreta y guiada. De este modo, la visión va avanzando de manera enormemente gráfica desde un punto hasta otro. Como es de esperar, el grueso llega con la época colonial y la trata de esclavos. Esta parte, más popular que el resto, explica el impacto que tuvo en el crecimiento de la región. No obstante, es recomendable prestar atención al resto de secciones para tener una imagen completa.
Museo del mar
Amantes del mar, habéis llegado a vuestro paraíso particular, si no os lo creéis, ¡comprobádlo vosotros mismos!
Aquí huele a mar.
Si eres amante del mar, esta ciudad está hecha para ti. Su tradición pescadora tal vez sea el mayor de sus iconos, algo que puedes comprobar paseando por su costa o por cualquiera de sus puertos. No obstante, encontrarás un lugar donde querrás quedarte en la Isla de Gorée. Se podría decir que el museo empieza antes de llegar, ya que la única forma de hacerlo es en barco. Una vez dentro, no te será difícil encontrarlo ya que la isla es pequeña. El museo, que ocupa una casa humilde del siglo XIX, tiene como fin informar sobre el medio marino y concienciar sobre su preservación. A lo largo de este pequeño museo tienes a tu disposición una amplia documentación en forma de fotografías, documentales y libros. A través de esto, podrás llegar a conocer desde varias especies marinas hasta detalles sobre la tradición pesquera de la ciudad.
Museo de la Mujer Henriette Bathily
De apariencia discreta, suele pasar desapercibido. Una lástima, pues realmente merece la pena darse una vuelta por él.
Secretos vitales.
En este lugar descubrirás un secreto vital para el país. Aunque pase desapercibido por la presencia de su vecino Museo de los Esclavos, en la isla de Gorée se levanta este imprescindible museo sobre la mujer senegalesa. Ya desde la época colonial desempeñaron un papel fundamental en las relaciones sociales con sus colonos. Más tarde, en la lucha por su emancipación. Entre tanto, la mujer ha sido en Senegal el símbolo del trabajo y el esfuerzo a lo largo de su historia. Cuando estés frente a esta vivienda del siglo XVIII, no dudes en entrar. Las dos plantas que vas a recorrer son por si mismas un retazo de la historia colonial en su arquitectura y decoración. No obstante, a medida que cruces las habitaciones que van comunicándose, estarás viajando a través de los diferentes aspectos que perfilan el papel de la mujer en la historia de este país.
Monumento al Renacimiento Africano
49 imponentes metros de bronce protagonizan este criticadísimo homenaje a la libertad.
La estatua de la discordia.
Este gigantesco monumento es también conocido como la estatua de la discordia. Ubicada a las afueras de la ciudad de Dakar, en el marginal barrio de Ouakam, esta descomunal efigie de bronce de 49 metros de altura, se levanta sobre una colina de 100 metros. Fue inaugurada en el año 2010 y, pese a intentar ser un símbolo por la libertad y por un nuevo renacer para el continente africano, ha sido más criticada que celebrada. Por un lado, el pueblo africano y senegalés en particular, criticó que se gastase una fortuna en su construcción, (aproximadamente 40 millones de dólares) mientras que alrededor, los pueblos africanos morían de hambre. Por otra parte, la gran mayoría del pueblo senegalés es musulmana y estos se sintieron ofendidos ante una estatua gigante que representaba a una mujer casi desnuda. Por último, la sociedad no entendió porque un símbolo de la libertad africana debía ser construida por Corea y no por el propio pueblo. Queda patente que estamos ante uno de los símbolos más populares y polémicos del continente africano.
Mezquita de Ouakam
¿Necesitas un paseo tranquilo? Este rincón te ofrece paz y desconexión del ajetreo de Dakar.
Genuino paisaje.
A pesar de que una visita al barrio de Ouakam te lleva inevitablemente al Monumento al Renacimiento Africano, merece la pena pasear bordeando la costa hacia el sur. A escasos metros, encontrarás un rincón único no tan famoso pero igualmente valioso. La Mezquita que se levanta aquí es un paisaje genuino, presidiendo la playa y el Mar Atlántico desde 1997. Resulta un sitio ideal si lo que buscas es un rato de tranquilidad y un paseo, ya que la zona es básicamente residencial. Así, es un lugar seguro donde escaparte del ajetreo del centro. Tras ver el edificio puedes bajar a la playa para seguir con el paseo viendo el movimiento de los muchos y pequeños botes de pescadores que llegan y marchan. Este paisaje y esta actividad, presente en toda la costa de la ciudad, es algo característico que fácilmente te hará sentir parte de ella.
Mercado de Sandaga
Mercado de abastos poco turísitico donde TODO está en venta. Su ambiente te fascinará.
Típica escena senegalesa.
Hasta el corazón de Dakar, ubicado entre las calles Pompidou y la avenida Lamine Gueye, se acercan los vecinos de toda la ciudad para encontrar alimentos. No debes acudir a este mercado con la intención de comprar (aunque puedes hacerlo) sino que debes venir con la intención de ver una escena típicamente senegalesa. Este lugar no es turístico, es un antiguo mercado de abastos, donde durante años y años han negociado los senegaleses. Aquí podrás entender y comprobar la costumbre nacional de regatear cada precio. Todo se negocia. Si es cierto que este mercado tiene una parte en la que se mezclan las frutas con la artesanía y las telas con anticuados objetos domésticos. Es Senegal y debes saber que aquí, todo está en venta. El ambiente que se respira te encantará. Por cierto, es el lugar idóneo para probar el Thiéboudienne, el plato estrella de la cocina senegalesa.
Mercado de pescado en Soumbédioune
¿Quiéres pescado fresco? Anota en tu agenda la visita a uno de los pilares de la ciudad.
Algo más que mera gastronomía.
Venir a este mercado va más allá de una simple visita gastronómica. Es imprescindible acercarse a él, al suroeste de la Medina, en la Route de la Corniche Ouest, para observar uno de los pilares de esta ciudad pesquera. Trata de venir al caer la tarde, sobre las cinco, para poder ver el trasiego de los pescadores negociando con los mercaderes. Entre las decenas de barcas que descansan en la playa, el olor a mar y los puestos de pescado, formarás parte por un momento de la tradición de la ciudad. El lugar, como es lógico, es uno de los mejores sitios a los que acudir si quieres comprar pescado recién sacado del mar. Lo comprobarás enseguida al ver a los muchos ciudadanos que se mueven aquí a estas horas para comprar. Si puedes, no dudes en aprovechar para probar de primera mano el alimento principal de la ciudad.
Mercado de Kermel
Si no te van los sacrificios de animales en vivo y a todo color, ¡ignora esta visita!
Siempre abarrotado.
Los mercados en Dakar son uno de los grandes focos del comercio. No encontrarás largas calles de tiendas de ropa, ni de complementos pero si encontrarás numerosos mercados. Este Mercado de Kermel es uno de los más importantes. Se encuentra al final de la avenida Albert Sarraut, en el lado contrario a la Plaza de la Independencia. Lo reconocerás al ver el tumulto de gente. Está ubicado junto a un edificio colonial de muchos colorines y siempre está atestado de compradores. Aunque puedes encontrar todo tipo de cosas, es popular por su alimentación. Pescado y marisco recién llegados del puerto se venden aquí. También ganadería. De hecho, es habitual ver sacrificios de vacas en el propio mercado para demostrar que los productos son frescos. Esto puede resultar bastante desagradable para quién no esté acostumbrado. No obstante, este es el día a día de la vida en Dakar.
Mercado de HLM
Ropa típica, artesanía, telas. Ambiente festivo aderezado con grandes dosis de música y baile. Un must.
Alegre y colorido.
En contraposición al Mercado de Kermel, el Mercado de HLM es un precioso lugar de colorines, música y baile. Este lugar esta especializado en telas, en ropa típica aunque también puedes encontrar mucha artesanía, instrumentos de música y otras cosas. Hasta aquí vienen los costureros para mostrar las mejores telas de todos los colores posibles. Por supuesto, es típico hacer trajes típicos senegaleses a medida en el momento (obviamente, solo aquellos modelos más básicos). Pero tanto como recuerdo, como por comodidad para tu estancia en Dakar es posible llevarte puesto los típicos trajes de manto de Malí por muy poco dinero. En cualquier caso, visitar este mercado es ver una imagen típica de Dakar. Gente yendo y viniendo, venta ambulante y sobre todo, mucha negociación y regateo entre los clientes que preguntan y los tenderos que convencen de que no es posible bajar más los precios.
Mercado de Colobane
¿Buscas recuerdos con encanto de Dakar? Voilà! ¡Aquí los encontrarás en todas sus presentaciones!
Alejado pero interesante.
A diferencia del resto de mercados, el Mercado de Colobane está situado a las afueras del casco urbano. Para llegar hasta aquí, lo más fácil y habitual es tomar un taxi en cualquier punto de la ciudad. Solamente está a unos 20 minutos del centro. El servicio de taxis es barato, además, su precio es negociable y es una buena ocasión para ver y conocer los alrededores de Dakar. También es habitual, pactar un precio con el taxista y aprovechar el trayecto para hacer un pequeño tour turístico por la ciudad. Los taxistas tienen fama de ser personas afables y conversadores y, aunque no manejes el francés a la perfección, harán todo lo posible por narrarte la historia de las calles. El mercado es un punto muy concurrido de puestos de ropa, artesanía y objetos de segunda mano. Uno de estos lugares donde puedes encontrar desde tapices con motivos folklóricos hasta una cafetera de segunda mano. Un lugar con encanto donde encontrar todo tipo de recuerdos de Dakar.
Los pescadores en Soumbédioune
Visita esta zona al caer el sol. Grabarás en tu memoria una de las imágenes más representativas de la ciudad.
Marineros en faena.
Para sentirte parte de la ciudad y para guardar su imagen más característica, has de acercarte a los puertos de pescadores. Ya que la vida aquí está fuertemente ligada a la pesca, observar el trajín de las embarcaciones es como ver un monumento vivo y dinámico. Uno de los puntos más impresionantes para vivir esta experiencia es en la zona de Soumbédioune, atravesada por la Route de la Corniche Ouest. Si puedes, haz coincidir este paseo en el atardecer, cuando la bahía se llena de los pescadores que vuelven de la jornada. Aun así, en cualquier momento del día es seguro que verás varias barcas varadas en la playa, una imagen muy representativa de esta ciudad. Para rematar este paseo, puedes aprovechar para acercarte a su Mercado Artesanal, uno de los más populares aquí y que siempre merece la pena aunque sea simplemente para ver sus curiosidades.
L'Interrogant
Calidad garantizada, platos regionales y precios ideales. Su mafé es altamente recomendable.
Uno de los favoritos.
Haciendo honor a su nombre, este es el lugar al que debes ir sin dudar cuando no sepas dónde comer en la parte sur. Cuando estés visitando cualquier punto entre la Medina y el Museo IFAN, puedes desviarte hacia el barrio de Plateau para venir a este restaurante. Es precedido por su fama y su popularidad, ya que desde hace años es uno de los favoritos en la ruta culinaria de la ciudad. Abarrotado normalmente tanto de ciudadanos como de visitantes, este local es muy socorrido por su relación calidad-precio. A pesar de ocupar un sitio privilegiado en el céntrico barrio, mantiene su garantía de calidad y supone un sitio idóneo donde probar algunos platos típicos de la región. Entre todos, lo más recomendable es probar aquí es el maffé a base de carne, salsa de maní y arroz. Aunque originario de Malí, esta comida se ha convertido en uno de los platos favoritos en Senegal.
Las playas de Toubab Dialao
Enclave de película con atardeceres espectaculares. Nunca lo olvidarás.
Pueblo de pescadores.
Toubab Dialao es un enclave situado al sur de la Petite Côte y que pasa por tener uno de los atardeceres más maravillosos del mundo. Este pueblecito lleva aquí desde hace siglos y siglos, de hecho, se piensa que fue uno de los primeros asentamientos fijos de Senegal. Seguramente, las condiciones que propiciaba el río Saloum hizo que los indígenas pudieran vivir aquí de manera continua. Sea como fuere, Toubab Dialao se convirtió en un pueblo de pescadores. Reconocerás el lugar al instante pues se encuentra situado al fondo de una solitaria cala, sobre unos acantilados de color sorprendentemente rojo. Y es desde allí, desde donde se contempla una espectacular puesta de sol sobre el Océano Atlántico. Una vez coronado el acantilado, aprovecha para visitar el Espace Sobo Badé. Sorprende ver esta moderna construcción, imitadora de Gaudí, en este perdido lugar.
Lagon 1
Ambiente marítimo, selección de mariscos y pescados a la parrilla ¡Una opción más que recomendable!
Terraza privilegiada.
Es posible que te enamores rápidamente de la costa de esta ciudad. Cuando eso ocurra, has de conocer este lugar, privilegiado por su situación. A pocos pasos por debajo de la Plaza de la Independencia, puedes caminar por la Route de la Corniche hacia el este para enseguida ver su terraza. Ésta atraviesa la arena para adentrarse varios metros en el mar. Puedes venir a comer o a cenar, ya que el paisaje que acompañará a los platos es distinto pero igual de sobrecogedor. Por el día, el movimiento de gente en la playa frente al mar azul y brillante. Por las noches, iluminado por las luces de la avenida. El interior del restaurante, por su parte, apoya con su decoración este ambiente tan marítimo. Como cabe esperar, lo mejor a la hora de pedir es el pescado del día a la parrilla y la selección de mariscos.
La Pointe Nord
Este local derrocha humildad y tradición. Su comida casera y su acogedor comedor te conquistarán.
Lejos del centro.
Venir aquí es dejar atrás la ciudad y los turistas para adentrarte en el auténtico Senegal. Para hacerlo, deberás alejarte un poco del centro hacia la Avenue Jean Merroz al norte de la ciudad. A medida que te vayas acercando, notarás que los edificios y abundantes puestos llenos de gente se van sustituyendo por pequeñas casas blancas y escasos transeúntes. El venir aquí implica conocer la vida fuera del centro de la ciudad, en un barrio más tranquilo y relajado. Acorde con este contexto, este restaurante es todo un ejemplo de humildad y tradición. Al entrar verás pocas mesas repartidas en un comedor no muy grande pero enormemente acogedor. La decoración, auténtica y característica de la región, servirá como acompañamiento para una carta repleta de comida tradicional senegalesa elaborada de manera totalmente casera.
La Plaza de la Independencia
Eclecticismo arquitectónico para la plaza más importante de Dakar.
Centro neurálgico de la ciudad.
Puedes venir aquí siempre que no tengas claro hacia dónde ir. Esta plaza supone el centro neurálgico de la ciudad y el lugar desde el que parten sus arterias principales. Lo encuentras caminando prácticamente en el extremo sur, por donde se reparten algunos de los puntos más característicos de la capital. Anteriormente llamada Place Prôtet, el lugar recibió su nuevo nombre tras la emancipación senegalesa de Francia en 1960. Cuando la pasees, comprobarás que es el punto más ecléctico de la ciudad, ya que aquí se unen los antiguos edificios coloniales como la Cámara de Comercio o el edificio de Gobierno con los edificios más modernos. Desde aquí, puedes iniciar cualquier camino por las avenidas principales hasta La Medina, el Palacio Presidencial o la Estación Ferroviaria de Gare.
La música de Senegal
Tiendas y mercados musicales copan la ciudad: la música es un elemento fundamental en la vida de cualquier senegalés.
Ritmo senegalés.
Como habrás podido comprobar, la música acompaña cada rincón de Dakar. Los músicos ambulantes copan los mercadillos, las calles, las paradas de autobús, los parques y las terrazas. Es habitual gozar de una banda sonora en directo cada vez que te acercas a uno de los famosos mercados de la ciudad. Los instrumentos musicales son habituales en estos mercados. Pero también lo son los discos de música popular, por sorprendente que pueda parecer. Si eres aficionado a esta música te recomendamos que visites el Mercado del Puerto (ubicado en el Boulevard de la Libération). Cuenta con un montón de establecimientos donde encontrar música del lugar. También son muy conocidas las tiendas de Radio Africaine, popular tienda donde puedes encontrar música de todo el continente (en la calle Avenida Jean Jaurès) así como Disco Parade en la Avenida Pompidou (una de las calles más comerciales de Dakar) y la Disquerie en la Avenida Lamine Gueye.
La Gran Mezquita
Importante edificio religioso en el que encontrarás buenas dosis de sosiego.
Calma y cultura.
La presencia de este edificio supone a la vez una gran carga cultural y un lugar para obtener un rato de calma. Puedes acercarte para contemplarlo aprovechando un paseo por la Medina, que comienza al norte de este edificio. A pesar de su corta edad, ya que fue inaugurada en 1964, se considera el edificio religioso más relevante del país. Aquí se investigan y se imparten las doctrinas islámicas además de funcionar como lugar de oración. Nada más llegar, lo mejor es pasear alrededor para ver la curiosa imagen que forma este edificio en medio de la tranquila zona que ocupa. Luego, merece la pena entrar a visitar el interior siempre que no sea viernes, que es cuando se suceden las horas de oración musulmanas. Si tienes tiempo, merece la pena acercarte a pie desde aquí hasta la Estación de tren de Gare a través de la Avenida Faidherbe.
Kite surf en la playa de Yoff
¿Surfero de corazón? Bienvenido a tu paraíso particular: el lugar donde se dan cita las estrellas mundiales de este deporte.
Let's go surfing!
Como habrás podido comprobar, las playas de Senegal son uno de los principales atractivos del país. Estos paradisíacos arenales recorren durante kilómetros y kilómetros la costa senegalesa. Desde hace tiempo, se han ido desarrollando más actividades en las playas tales como el buceo, la pesca y un largo etcétera. Sin embargo, desde hace unos años todos los deportes relacionados con el surf y, especialmente, el kite surf se han desarrollado de manera exponencial. La playa de Yoff así como toda la zona de las Almadíes son el lugar perfecto para practicar este deporte. En esta zona, destacan la playa del Señor Ice, Ebony Beach y la propia playa de Yoff, apodada Beach Breaks de Yoff. A lo largo de estos arenales, encontrarás numerosas chozas donde alquilar equipo, cursillo y/o monitores. Incluso, en los propios hoteles te pueden organizar un cursillo de iniciación. Recuerda que las playas de Senegal son uno de los mejores lugares del mundo para el surf y hasta aquí vienen las grandes figuras del deporte a competir en los campeonatos anuales.
Just4u. Comida senegalesa con actuaciones en directo
Acordes africanos a ritmo de jazz en un local que además ofrece gran calidad en sus platos.
Música & gastronomía.
Antes o después se descubre que la música forma parte de esta ciudad. Aquí, los amantes del jazz tienen un auténtico lugar de peregrinaje, ya que uno de sus fuertes es la mezcla del género con la música tradicional africana. Entre todas las opciones, este restaurante de la Avenida Cheikh Anta Diop es una de las preferidos para escuchar música acompañada de una cocina de calidad. Es idóneo para venir a cenar, ya que el ambiente se presta a convertirlo en una velada sin igual. Cuando leas la carta verás que todo son platos tradicionales. Si no puedes decidirte, la opción segura es el pescado tanto en sus bocados o raciones pequeñas como en las piezas enteras. Has de saber también que entre las posibles actuaciones que puedan acompañarte, es bastante común que pase por el escenario cualquier figura importante en el panorama del jazz actual.
Isla de N´Gor
Descubre la sorprendente oferta de este pequeño islote al que solo podrás acceder a través del mar.
Tesoros del país.
Enfrente de la ciudad de Dakar se encuentra la Isla de N´Gor. Uno de los pequeños tesoros y sorpresas que guarda Senegal. Este pequeño islote guarda en su interior un pueblecito de pescadores con mucho encanto, uno de los más antiguos enclaves del país. A la isla solamente se puede acceder a través del mar y para ello, deberás tomar una de las barcas que esperan en la orilla de Dakar junto a los barqueros lugareños. Nada tiene que ver con los grandes barco-taxis, en esta ocasión se trata de pequeñitas embarcaciones de vecinos de la zona. La isla posee una de las playas más populares de Senegal, la playa de N´Gor, un paraíso con vistas a Dakar. Aquí puedes bien tirarte en la arena a descansar y tomar el sol, pescar y bucear y contemplar la cantidad de fauna que guardan sus rocas, practicar cualquiera de las modalidades de deportes acuáticos de tabla o, simplemente, bañarte en sus aguas y disfrutar del lugar en el que estás.
Isla de Karabane
Pieza clave de Senegal, visitar esta isla es altamente recomendable si dispones del tiempo suficiente. No te defraudará.
¡Gambia has de atravesar!
Si vas a estar los suficientes días en Dakar como para plantearte viajar dentro del país, te damos una recomendación que no debes dejar pasar. Se trata de la Isla de Karabane. Este lugar se encuentra en la zona sur, contraria a Dakar (atravesando Gambia). Sin embargo, lo destacamos por ser uno de los lugares más imponentes e importantes de la costa senegalesa. Se trata de la zona de la desembocadura del río Casamance. Este río ha sido en parte culpable del desarrollo de las civilizaciones senegalesas y, a su orilla, se han creado multitud de enclaves y poblados. Ahora esta zona selvática está preparada para la visita turística. A pesar de tratarse de una zona completamente salvaje, te brinda la oportunidad de conocer tanto el paraje natural de la zona, mezclando el mar, el río y la selva así como las civilizaciones y poblaciones más ancestrales del país. Un lugar clave del país. Desde Dakar es muy fácil encontrar coches, autobuses y vuelos hasta este lugar.
Isla de Goree
Atmósfera gris para el lugar donde hasta 1807 alojaban a los esclavos antes de partir a nuevas tierras.
Isla de los Esclavos.
La Isla de Gorée es más conocida como la Isla de los Esclavos y es que hasta 1807, este enclave era utilizado como lugar de alojamiento y punto de partida para la venta de esclavos al resto del mundo, especialmente a la recién nacida América. Aún mantiene esa atmósfera gris y oscura aunque sus instalaciones solamente se utilizan como museo para la visita de turistas. La isla está situada frente a Dakar y puedes visitarla en cualquiera de los barcos que de manera continua recorren esta ruta. En la isla puedes inspeccionar las mismas celdas en las que vivían estos esclavos hasta su salida del país. Hasta aquí se han trasladado personajes públicos de todo el mundo como lo hizo el papa Juan Pablo II, el presidente estadounidense Barack Obama o Nelson Mandela para denunciar y no permitir que caiga en el olvido las atrocidades humanas que aquí se cometieron.
IFAN
Edificio blanco, rodeado de palmeras, cargado de tradición, ¡no te lo pierdas!
Tribus africanas.
Aquí entrarás en contacto con la cara más tribal de la cultura africana occidental. Si buscas un acercamiento a los orígenes de la ciudad, has de caminar hacia el sur, a la plaza de Soweto. Si te colocas en la fuente central mirando hacia el oeste, verás el edificio blanco levantado tras las palmeras. No dudes en entrar pues la visita, aunque no muy larga, está cargada de tradición. Una vez dentro, tienes a tu disposición una colección permanente de trescientos objetos, a los que se suman colecciones temporales. Probablemente lo más característico del lugar sean las máscaras pertenecientes a diferentes regiones. No obstante, merece la pena que no acaparen toda tu atención, ya que hay otros muchos tipos de piezas importantes. Desde figuras hasta tambores, la colección se va a encargar de proporcionarte una imagen gráfica sobre la herencia cultural del país.
Gastronomía típica de Senegal
Toque francés para una de las cocinas más exquisitas del continente africano ¡No te pierdas su Thiéboudienne!
¡Rico, rico!
La cocina senegalesa es una de las más atractivas y populares de todo el continente africano. Dicen que al haber sido una colonia francesa durante muchos años, su cocina se ha impregnado de ésta. Pero con el punto exótico de los productos de la zona. Es cierto que, al tratarse de un país musulmán, la carne de cerdo es difícil de encontrar pero gran parte de sus platos típicos se basan en la elaboración del pollo y del pescado. Te proponemos tres platos que no te puedes perder. En primer lugar, Chicken au yassa se trata de una variante del pollo con salsa de limón y especias de la zona. Thiéboudienne es una especie de pastel de pescado con hierbas y arroz (muy habitual en la zona). También es muy popular el maffe, plato de carne con salsa de maní (típica de todo el país de Senegal). Y te recomendamos un restaurante del centro para probarlo, Chez Loutcha, está situado en el 101 de la Rue Mousse Diop, junto a la Plaza de la Independencia.
Galería Le Manège
Su misión es difundir el arte senegalés de la mano de un continuo diálogo con la artísitica Francia.
Explosión artísitica.
Este es un lugar ideal para sumergirte en el arte emergente de la ciudad. Dakar, que desde su emancipación de Francia ha vivido una gran explosión artística, tiene un sitio predilecto en esta galería. Aprovecha para caminar pocos pasos al este cuando estés viendo la Plaza de la Independencia para venir aquí. El edificio militar del siglo XIX, del que hereda su nombre armería, poco tiene que ver con el papel que desempeña. Desde 2005 la galería se ha marcado dos objetivos básicos: preservar y difundir el arte senegalés, y promover un diálogo cultural con Francia, de la que hereda un aspecto artístico considerable. Así, venir para recorrer sus cerca de trescientos metros cuadrados es pasear por el interior de un movimiento artístico enteramente propio. Eso si, la mayoría a través de exposiciones temporales, de modo que viene bien buscar información antes de visitarlo.
Galería Guis Guis
Galería atípica y bien humilde. La arena es la protagonista de todas las obras de arte allí expuestas, ¡sorprendente!
El arte más genuino.
Jamás habrás visto un arte tan genuino como el que te espera en esta galería. Si puedes, aprovecha para acercarte cuando estés paseando por el oeste de la ciudad. Pregunta por la Avenida Bourguiba y una vez allí, por la Galería Guis Guis. El lugar es conocido por los ciudadanos. En esta humilde y atípica galería te espera un arte totalmente propio de este país y que maravilla a todo el que lo ve por primera vez. El material que emplean para sus cuadros es la arena, que en sus diferentes tonos logra crear imágenes tradicionales de la ciudad y del país. Aunque es un sitio pequeño, es fácil que te entretengas bastante tiempo observando los cuadros. Para completar la visita, no puedes dejar de subir al taller superior para ver como trabajan los artesanos. Lo que consiguen es una imagen absolutamente diferente de esta ciudad tan llamativa por su arte.
Galería de Arte
La variedad de piezas que aquí encontrarás es alucinante. Y todas ellas son oriundas de la ciudad.
Inmensa.
Este es un sitio para perderte un rato o varias horas. Depende siempre de tu interés, ya que esta galería dispone de una enorme cantidad de piezas. De este modo, puedes recorrer su colección de manera minuciosa pero también sirve un vistazo rápido para empaparse del arte senegalés. Uno de sus atractivos esenciales es la diversidad. Desde muebles hasta obras pictóricas, pasando por elementos decorativos como telares, fotografías, joyas o artesanías de madera. Todo ello, eso sí, originario del propio país. Entrar aquí es conocer y formar parte de una de las principales galerías encargadas de promover la cultura senegalesa a través de su arte. Una herencia que da al que la observa una imagen tremendamente gráfica de Senegal. Sea por una hora o por todo un día, de aquí saldrás con una experiencia mucho más amplia que con la que llegaste.
Estatua a los caídos senegaleses
Estatua custodiante que te ayudará a adentrarte en la historia de la ciudad.
Un poco de historia.
Es posible que una vez aquí, te interese indagar en la historia de este país. Aunque no tan conocida como en otros países, ésta ayuda a comprender y te acercará al modo de vida de la ciudad. El mejor sitio para empezar a estudiarla está aquí, junto a la estación de tren Dakar-Níger. Una vez llegues, párate frente a ella para observar la estatua que custodia su entrada. Tal vez no te provoque un gran impacto a primera vista, pero merece la pena dedicarle unos minutos y conocer su significado. Fíjate, ya que los soldados que forman la estatua no tienen actitud de batalla sino todo lo contrario. Lo que representan es el espíritu pacifista de Senegal, cuyos habitantes fueron llevados a la Segunda Guerra Mundial, la mayoría sin ningún adiestramiento. Así, tienes aquí una conmemoración a todos los caídos, apodados tiradores, que murieron sin disparar.
Estación Ferroviaria
La estación más importante de Dakar tiene aires coloniales y una gran carga histórica.
Museo viviente.
Ven para viajar unos años atrás en el tiempo. Esta es la principal estación de la ciudad y un auténtico museo viviente. Vas a pasar por aquí casi obligatoriamente si planeas conocer la ciudad caminando. Desde aquí tienes poca distancia hasta la Plaza de la Independencia si vas hacia el sur y es un sitio perfecto para iniciar un paseo por el puerto al suroeste. Pero sin duda querrás dedicar un buen rato a ver y fotografiar esta estación de apariencia colonial. Después de dar una vuelta alrededor, no dudes en entrar. En el interior, el trajín de la ciudad se mezcla con la carga histórica que contiene el lugar perfectamente conservado. A pesar de la antigüedad de las instalaciones y los propios trenes, ésta estación sigue funcionando con normalidad. Desde aquí además, puedes coger los principales trenes que te pueden comunicar con las ciudades cercanas.
El puerto de Dakar
Bonito y feo. Uno de los lugares más inéditos de Senegal se merece un recorrido en toda regla.
El puerto de los constrastes.
El puerto de Dakar mezcla el trasiego de ser una de las principales fuentes de subsistencia del país con la degradación de no tener los recursos necesarios para su mantenimiento. De esta manera hay una parte preciosa, costera y muy atractiva y otra parte en la que se mezclan tantos barcos en ruinas de tantas épocas que lo convierten en un auténtico cementerio de naves. Sea como fuere, es un lugar inédito y necesario para entender la vida en Senegal. Desde aquí parten cada día cientos de embarcaciones que se hacen a la mar y a su vuelta se convierte en un mercado de abastos. En Senegal todo se compra y se vende sobre la marcha. Al caer el sol, multitud de exóticas especies de aves se acercan hasta aquí, pues las ruinas de las naves abandonadas se convierten en el lugar perfecto donde anidar y buscar sustento. Al fin y al cabo, mañana será otro día en el puerto.
El Palacio Presidencial
El hogar del presidente es también uno de los grandes símbolos arquitectónicos de la República. Visita obligada.
Testigo social.
Este edificio es el símbolo de la República y un testigo de la historia social en el país. A día de hoy, el palacio es uno de los principales focos donde se suceden importantes protestas ciudadanas. No obstante, supone una visita indispensable si quieres repasar la cultura y la historia del país. Desde 1907, este edificio se ubica en la calle Leópold Senghor y es hogar del Presidente de la República. Cuando pasees por aquí, comprobarás que merece la pena acercarte a observarlo a pesar de no estar permitida la visita a su interior. Aun así, rodeándolo puedes tener una buena vista tanto del imponente edificio como de sus jardines. Al verlos es imposible no sentir lástima por no poder entrar para recorrerlos. No obstante, de este modo la rápida visita te puede permitir ver la arquitectura totalmente francesa y la característica guardia del palacio.
El Lago Rosa
Al llegar la estación seca, sus aguas se tornan rosáceas. Si no te lo crees, ¡compruébalo con tus propios ojos!
Curioso accidente geológico.
A 32 kilómetros de la capital senegalesa, en dirección norte se encuentra uno de los accidentes geológicos más curiosos del mundo. Se trata del conocido Lago Rosa. Este lago, como su nombre indica, posee la peculiaridad de tornarse de color rosáceo, especialmente durante la estación seca. Esto es debido a una mezcla de microorganismos y sales que poseen estas aguas y que lo hacen único. Este lago de 3 kilómetros cuadrados de superficie está situado en un lugar paradisíaco, uno de los parajes más bonitos que ofrece Senegal. Para llegar a él, deberás atravesar los bosques selváticos de baobabs. A lo largo de la orilla del lago, encontrarás numerosas aldeas y, en ellas, sus vecinos te ofrecerán paseos en barca por el lago. También, puedes bañarte y flotar en sus aguas. Pero lo que te recomendamos es que contemples desde las rocas de la orilla la salida o la caída del sol pues la mezcla de colores con el lago forman un paisaje completamente diferente.
El café picante
Café con pimienta que puede que te encante o puede que lo odies… ¿te atreves?
Café Touba.
Entre las cosas que has de probar en Senegal, el café touba es una de las que más te van a llamar la atención. Esencialmente el modo de preparación es similar al café común, pero a éste se le añade una variedad de pimienta llamada selim muy popular en el país. La bebida normalmente genera tanto amantes incondicionales como tremendos detractores. Si te gusta el café la recomendación es que lo pruebes más de una vez, pues varía enormemente dependiendo de dónde se tome. Es posible que la primera vez no te convenza, pero quizás la cosa cambie en otro local. Comprobarás en seguida que una gran cantidad de pequeños puestos de café se despliegan por la calle. Una manera idónea para disfrutarlo es haciendo una parada en cualquier paseo por los alrededores de la Plaza de la Independencia o La Medina para tomar uno en plena calle.
Dunas del Lago Rosa
Adentrarse en el desierto es una experiencia tan excepcional como desorientadora, así que, ¡no te olvides de ir con guía!
Desierto africano.
Pese a que el Lago Rosa es el principal reclamo de la zona, a pocos kilómetros tienes otro lugar que no debes dejar sin visitar. Se trata de las llamadas Dunas del Lago Rosa. Están a pocos kilómetros del lago hacia el oeste. Dejando el lago atrás, se abre sobre tu vista un desierto, un arenal formado por dunas excepcional. Es impresionante comprobar como puede cambiar tanto el paisaje en tan poco espacio. Su entrada puede resultar dificultosa, te recomendamos que utilices los servicios de coches 4x4 que se te ofrecen por doquier. Una vez has llegado, estos arenales se extienden hasta donde la vista alcanza. Estás en mitad del desierto. Te recomendamos que realices la visita con guía pues el hecho de estar rodeado de dunas de arena es desconcertante y desorientador. Además, te ayudarán a llegar al oasis desde el que contemplar a un lado, el Lago Rosa y al otro, al fondo de todo, el océano. En medio, la inmensidad del desierto.
Dos grandes parques naturales
Grábate bien estos nombres: Parc National de Niokolo Koba y Parc Nacional Aux Oiseaux du Djoudj, y ¡conócelos!
Simplemente natural.
Existen dos grandes parques naturales y protegidos que, si eres amante de la naturaleza en estado puro, puedes visitar. Uno es el Parc National de Niokolo Koba situado en la sabana de la Guinea senegalesa. Es una extensísima zona de casi un millón de hectáreas. Aquí podrás caminar por los bosques selváticos y observar la fauna y flora del lugar. Obviamente, desde un lugar protegido y preparado puedes contemplar diferentes especies animales en peligro de extinción tales como leopardos, chimpancés y elefantes. Por cierto, también hay leones y tienen la fama se ser los más grandes de África. El otro parque es el Parc Nacional Aux Oiseaux du Djoudj. Se encuentra en la zona Sur del Sahara, al norte de Dakar, más cerca de Saint Louis por lo que necesitarás tiempo para visitarlo. Sin embargo, has de saber que es una zona protegida y reconocida por la UNESCO por la cantidad de especies de aves que habitan en él.
Delta del Saloum
Río y mar se funden y conforman una espectacular reserva natural de 150 kilómetros cuadrados. Impactante.
Reserva natural.
La desembocadura del Río Saloum origina uno de los lugares más bonitos de la costa de Senegal. A unos 100 kilómetros de la capital, la mezcla del río y el mar forman una reserva natural de más de 150 kilómetros cuadrados. En este espacio se mezclan los pelícanos con las garzas y un sinfín de especies animales, entre las que destacan los monos. Hay numerosas zonas de baño en el río pero más hacia la desembocadura, empiezan las playas de arena blanca, uno de los paraísos más reconocidos que te ofrece Senegal. Si vas a pasar unos días en Dakar y quieres dedicar uno de ellos a visitar esta zona, te recomendamos que no dejes sin pisar la zona de Palmarín. Es la aldea más popular de la zona norte del delta. Después de Ndangane, también en la zona norte, con numerosos sitios donde comer y donde quedarse a dormir. Y desde allí, puedes visitar las islas del Saloum a las que podrás acercarte en barca desde la orilla. Desde ahí podrás contemplar toda la reserva de este delta.
Comprar en la calle
No te irás de Dakar sin comer en sus calles, ¡después de haber regateado largo rato en el puesto elegido!
Puestos gastronómicos callejeros.
La ciudad de Dakar es una ciudad con un enorme encanto aunque muy desorganizada. No encontrarás ordenadas calles de tiendas. Te debes acostumbrar a los mercadillos y sobre todo a la venta ambulante. Esta práctica supone un porcentaje muy alto de la actividad comercial en Dakar. Ni siquiera están organizados en los mercados. Prepárate para encontrarte con vendedores en cualquier esquina. Desde relojes de pulsera, a trajes y muebles de salón como sofás, mesas y armarios (esto es tremendamente cotidiano y llama especialmente la atención). Puedes encontrar a cualquier persona en cualquier portal, parada de autobús o en un paso de peatones comprando y vendiendo. También debes prepararte para regatear siempre los precios. A modo de truco, te contamos que se dice que el tiempo juega en favor del comprador, de modo que no tengas prisa, ¡tómalo con calma! En la Plaza de la Independencia se concentran siempre una gran cantidad de puestos ambulantes, puedes comenzar por ahí.
Comprar comida en el mercado de Kermel
Edificio colonial. Fachada impresionante. Alimentos de excelente calidad. Visita obligada.
Esencial.
Este es un lugar para conocer, ya que aquí reside parte de la esencia de la ciudad. Para llegar, puedes caminar por la Rue Aristide Le Dantec desde la Plaza de la Independencia hacia el este. Enseguida empezarás a oír el bullicio que te guiará hasta la puerta de este mítico mercado. Antes de entrar, quizás te apetezca rodearlo para observar su fachada ya que el edificio colonial que lo alberga es de los más impresionantes de la ciudad. Una vez te adentres en él, has de saber que aquí es a donde vienen los ciudadanos cuando buscan alimentos de gran calidad. Lo mejor para llevarte a casa es su carne y su pescado. Pero incluso si no vienes a comprar, el mero hecho de ver la exposición de la comida y el ajetreo de los consumidores ya merece la pena, pues resulta parte de la imagen más propia de ésta ciudad.
Catedral de Dakar
Privilegiada posición para un edificio que puede presumir de arquitectura exterior e interior.
Ineludible visita.
Es ineludible pasar por aquí al visitar la ciudad. Además de su sentido histórico, el edificio supone un alto en el camino para apreciar su arquitectura exterior e interior. Ocupa un lugar privilegiado, hacia la mitad de la Rue de la République en la parte sur de la ciudad. Desde aquí, podemos acercarnos sin caminar demasiado a la Plaza de la Independencia al noreste, el Museo IFAN al sur o la Gran Mezquita al norte. Frente a ésta última, el edificio supone la otra cara del país exponiendo su contraste religioso. Al igual que su vecina, ésta es la iglesia de su clase más grande del país y funciona como sede del arzobispado. Cuando llegues aquí, lo mejor es pasear por los alrededores para impregnarte del ambiente tranquilo que tiene esta zona. Luego, no dudes en entrar para ver la decoración de su interior, especialmente la curiosa pintura que adorna su cúpula.
Casa de los esclavos
Vivirás en tus propias carnes el sufrimiento que padecían los esclavos senegaleses. Francamente impactante.
Intensa experiencia.
Este lugar supone la experiencia más intensa que puedas vivir en la ciudad. Para visitarlo, has de viajar en barco hasta la cercana isla de Gorée. Dentro, se encuentra el edificio que en otro tiempo fue la sala de espera para los esclavos que partían hacia América. Lo reconocerás enseguida por la estatua que preside la entrada, donde se muestra a una pareja rompiendo sus cadenas. A pesar de esta representación de la abolición de la esclavitud, el interior de este museo está dedicado a mostrar el proceso que sufrían los esclavos senegaleses. Algunas ilustraciones explicativas muestran el trato y las condiciones de vida, aunque comprobarás que la mera visión de las habitaciones habla por si misma. De entre todas, ésta es posiblemente la visita más impactante para familiarizarte con la historia de este país.
Campamento Keur Salim
Comerás combinados de arroz con carne o pescado, rodeado de casitas, piscinas y jardines. Plan genial.
Vistas al lago.
Merece la pena viajar hasta el Lago Rosa para pasar un día en medio de un paisaje único. Entre tanto, cuando el sol haya subido, seguramente quieras hacer una pausa para comer en este restaurante. Para encontrarlo no tienes pérdida, ya que se encuentra dentro del campamento a orillas del lago. La primera cualidad que hace que merezca la pena es su comedor al aire libre. Protegiendo a los comensales del sol con tejados de paja, la comida se sirve entre las casitas tradicionales, la piscina y los pequeños jardines. Aunque cualquier comida sería bien recibida, ya que el lugar es agradable por sí solo, su cocina se encarga de redondear la excursión. La carta, casi totalmente repleta de platos tradicionales, es famosa sobre todo por los combinados de arroz con carne o pescado.
Cabo Skirring
Estás, sin duda alguna, ante una de las costas más bonitas y famosas del país: ¡no te vayas sin conocerla!
Paraíso senegalés.
El Cabo Skirring o Cap Skirring es uno de los paraísos de Senegal. Está situado al sur, justo antes de la frontera con Gambia. Y aquí se encuentra una de las costas más famosas y bonitas del país. Kilómetros y kilómetros de playas de arena blanca y limpia te esperan. A tu espalda, algunas palmeras y arbustos y de frente, el Océano Atlántico. Es una de las zonas que más se ha desarrollado debido al turismo y por ello, se han construido numerosos hoteles, restaurantes y atracciones. Esto, a su vez, también ha provocado que la comunicación con Dakar sea muy fluida y hay autobuses de manera continua. Además, a tan sólo 9 kilómetros de la playa, tienes el pueblo de Diembéring, otro de los lugares clave por su hermosura y que te recomendamos que no dejes de visitar. Tanto el pueblo como los arenales te parecerán el paraíso en la tierra.
Bissap, la bebida curativa
No debes irte de Dakar sin probar su entrañable té violeta: sano y delicioso.
El té senegalés.
Igual que Italia tiene su café o Uruguay su mate, Senegal bebe el té bissap. Lo lleva haciendo desde los tiempos de los grandes faraones egipcios, pero aún hoy es una bebida imprescindible para probar al pasar por aquí. Si paseas por el centro de Dakar, quizás veas el color violeta característico que da a este té la flor hibisco. No dudes en entrar a probarlo. A parte de su sabor único, la bebida es conocida por su efecto saludable. Tiene un gran valor energético, digestivo y es bueno contra la anemia o las infecciones. Incluso es común dárselo a los niños cuando tienen fiebre. Pero al margen de esto, merece la pena probarlo frío o caliente para conocer un poco más de la cultura de este país. Lo mejor es hacerlo a media mañana en cualquier cafetería o puesto que encuentres a tu paso en zonas concurridas como Plateu, Ouakam o alrededor de la Plaza de la Independencia.
Artesanía y productos típicos
No te será difícil llevarte recuerdos artesanales a precios óptimos. Eso si, no te olvides de regatear.
Recuerdos de la ciudad.
La artesanía local es uno de los mayores atractivos sobre todo para los turistas. Es muy popular y se puede encontrar en muchos lugares. Desde tiendas especializadas a todo tipo de comercios, puestos ambulantes y mercados. Las telas de Senegal o batiks que son esos trajes hechos a base de mantos de colores, pintados a mano son típicos y muy baratos. Normalmente están decorados con elementos típicos de la cultura senegalesa, ya sean animales o símbolos de Dakar. También es habitual llevarte piezas de orfebrería y bisutería típicas del país. Ya sean pulseras (las de madera son muy populares) como pequeñas figuras de cerámica, incluso, plata y oro son habituales. Así como recuerdos fabricados en cuero, pulseras, collares. Eso sí, como en todo el continente africano, el precio nunca es definitivo, deberás contar siempre con negociar y regatear con el vendedor. Es totalmente habitual y necesario sino quieres pagar más dinero de lo que vale.
Documentación para viajes de turismo
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